El diálogo es la única solución

 
Margaret Karram, la nueva Presidenta de los Focolares, comprometida y en diálogo con la diversidad.

“Soy árabe, católica, mi pasaporte es israelíy mis orígenes palestinos. Estos son los rasgos, aparentemente contrastantes, pero constitutivos de mi ADN, íntimamente unido a la tierra de la que vengo”. Así se presenta Margaret Karram en el número de enero de este año de la revista Teens[1]. Nacida en Haifa, sus raíces están en “una tierra pequeña geográficamente, pero vasta por sus dimensiones multirreligiosas, multiculturales y multiconfesionales”.

Margaret aprendió el diálogo y el respeto al prójimo en su propia familia: “Vivir en contacto estrecho con quien es diferente por origen, fe y tradición es una condición que he aprendido creciendo”. En declaraciones de junio de 2017 a la web internacional de los Focolares afirmaba: «Desde pequeña soñaba la paz. A menudo iba a los barrios árabes de Jerusalén, a Belén o a otros territorios palestinos. Si hablaba árabe –que es mi primera lengua– las personas reconocían en mi acento que provenía de Galilea que se encuentra en territorio israelí. Viceversa, si hablaba en hebreo, me hacían notar que mi acento era distinto al de ellos. Esto me creó un sentido de pérdida de mi identidad: no era ni palestina ni israelí… Cuando tenía 15 años encontré el Movimiento de los Focolares y la espiritualidad de Chiara Lubich que me dio alas para volar. Sentí que no tenía que cambiar a las personas, sino cambiar yo, mi corazón. Volví a creer que el otro es un don para mí y que puedo ser un don para el otro”.

Margaret Karram y Yisca Harani. Premio Monte Sión 2013

Volviendo a sus declaraciones en Teens en torno al momento en que conoció el Movimiento de los Focolares: “Aquí es donde comenzó mi compromiso con el diálogo entre cristianos, judíos, musulmanes, israelíes y palestinos; que me llevó a los Estados Unidos a licenciarme en judaísmo en la Universidad Judía de los Ángeles. De vuelta a mi país, me comprometí en la difusión de este espíritu de diálogo junto a tantos amigos del Movimiento de los Focolares, entre el mundo árabe y el judío, a través de la amistad y el afecto que solo las relaciones humanas pueden crear. De hecho, creo inútil hablar de paz en sentido político si antes no se construye a través del contacto directo con las personas”.

Este compromiso con el diálogo se ha traducido en varios galardones. En 2013 recibió el Premio Monte Sión para la reconciliación junto a la investigadora judía Yisca Harani, por “la importante aportación al desarrollo del diálogo entre las religiones y las culturas en Tierra Santa y a la comprensión entre judíos, cristianos y musulmanes”. En 2016, el Premio Internacional Santa Rita por haber favorecido el diálogo entre cristianos, judíos, musulmanes, israelíes y palestinos, partiendo de la cotidianidad de la vida.

En junio de 2014 participó en la oración de Invocación de la paz como miembro de la delegación cristiana, junto al Papa Francisco, al Patriarca Bartolomé I, Shimon Peres, presidente israelí en aquel momento y a Abu Mazen, presidente palestino. Fue ella quien prestó su voz en árabe a la oración de San Francisco en el momento cristiano de invocación a la paz.

En declaraciones a Victoria Gómez[2] para Città Nuova sobre aquel evento afirmaba: “La primera impresión es la de haberme encontrado en un oasis de paz. Conozco bien los contrastes que impiden la paz, sin embargo en aquellas dos horas transcurridas juntos rezando, me parecía que, mientras se invocaba a Dios el don de la paz, él nos daba el modo de ver ‘desde lo alto’, para decirlo de alguna forma, el resultado de los esfuerzos humanos. Es cierto que el designio está aún incompleto, sin embargo me parecía que era el bordado de un tapiz: del revés se ven los nudos que debemos disolver, pero quien mira el bordado es Dios y Él ve el diseño. Mientras se emitían las oraciones en hebreo y en árabe pensaba: ‘Dios las conoce y las comprende. Él sabe actuar en la historia’. Percibí la potencia de la oración y comprendí que al corazón de los hombres lo puede cambiar solamente Dios. A nosotros nos corresponde tener la paciencia del artesano”.

De hecho, fue la única mujer que leyó una de las oraciones: “Traté de leer esa oración siendo la intérprete de la humanidad que cree, que sufre y que espera. También nosotras mujeres tenemos un rol que debemos desarrollar por la paz. Uno de los participantes me dijo: ‘Es importante que usted esté aquí. ¡Sé lo que significa la riqueza de una mujer!’ Mientras escuchábamos esas hermosas oraciones y la música, recordé las palabras del Papa en el Regina Coeli que había rezado pocas horas antes: la Madre Iglesia y la Madre María son ‘ambas madres y mujeres’. Y en las emociones que vibraban en los presentes, que seguramente eran distintas, se percibía la necesidad de una madre”.


[1] Revista bimestral realizada por y para adolescentes. Una mirada al mundo con el objetivo de hacer noticia las buenas noticias. El número en que aparece la entrevista completa a Margaret Karram está accesible en la página web de Città Nuova. En italiano.

[2] Palabras de Margaret Karram también recogidas en la página web internacional del Movimiento de los Focolares.

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