Palabra de Vida

 
Próximos al Domingo de la Palabra de Dios, recordamos la forma en que se vive en el Movimiento de los Focolares.

El Domingo de la Palabra de Dios fue instituido por el Papa Francisco en 2019 y se celebra el tercer domingo del Tiempo Ordinario; este año, el 23 de enero. Cerca también del 22 de enero, fecha en que recordamos el 102 aniversario del nacimiento de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares e impulsora de la Palabra de Vida.  

Cada mes, todos los miembros del Movimiento de los Focolares viven y comparten las experiencias de vida en torno a una frase del Evangelio. Durante este mes de enero, Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo (Mt 2, 2), frase elegida como lema para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

En un momento en que no estaba bien visto que las mujeres leyeran la Escritura, Chiara Lubich y sus primeras compañeras la tenían en el bolsillo. Era lo único que llevaban al refugio durante la II Guerra Mundial. Lo abrían al azar y descubrían que las palabras de Jesús eran actuales y se podían vivir en cada momento. Surge de esta manera una de las prácticas más típicas del Movimiento de los Focolares: la Palabra de Vida (PdV).

El descubrimiento más importante era el de la posibilidad de llevarla a la práctica, dejarse vivir por cada Palabra hasta ser transformados en ella. Y compartir los frutos espirituales y también los concretos con los demás. Quien vive “Dad y se os dará”, “Habiendo amado a los suyos…, los amó hasta el extremo”, “No he venido a ser servido, sino a servir”, “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre Él os lo concederá”,… transforma todo a su alrededor, contagia a los demás esta forma de vivir.

Al principio la transmisión fue oral; más tarde ya se empezaron a distribuir de forma impresa, hojas sueltas. Durante casi 20 años, la elección de la PdV no tenía una periodicidad regular y raramente iba acompañada de un comentario escrito. PdV indicaba solo la frase elegida del Evangelio y que vivían todos en ese momento; tiempo después, ya sí empezó a referirse también al comentario que la acompañaba. Comenzaron además, a multiplicarse los llamados encuentros de Palabra de Vida; reuniones en que se compartían las experiencias de vida en torno a la frase elegida cada mes.

“Siento en el alma un pensamiento recurrente: ‘Deja a los que te siguen solo el Evangelio. Si lo haces, el Ideal de la Unidad[1] permanecerá. Lo que queda y quedará siempre es el Evangelio, que no sufre el desgaste del tiempo. ‘El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán’ (Mt 24, 35)”

Chiara Lubich

Chiara Lubich: Palabras de Vida (1943-1990). Madrid: Ciudad Nueva, 2020. Preparado por Fabio Ciardi.


[1] Esta expresión se refiere al fin específico del Movimiento de los Focolares: la realización de las condiciones necesarias para que Dios pueda donar la unidad, según la oración de Jesús: “Padre, que todos sean uno” (Jn 17, 21).

 

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