Amoris Laetitia – Décimo episodio – La pareja de “escultura viviente” del misterio de Dios.

 
Desde su introducción, el documento presenta a la familia como un reflejo de Dios, que es trinidad.

La pareja de “escultura viviente” del misterio de Dios.
Desde su introducción, el documento presenta a la familia como un reflejo de Dios, que es trinidad.

El Papa escribe: “Lapareja que ama y genera vida es la verdadera ‘escultura’ viviente… capaz de manifestar al Creador y Al Salvador Dios. Por lo tanto, el amor fructífero llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios … La Trinidad Dios es comunión de amor, y la familia es su reflexión viva” (AL 11).

Este motivo se produce con gran frecuencia y con diferentes matices: del Capítulo III, dedicado a la vocación de la familia:

“Enlas Escrituras y la Tradición estamos abiertos a un conocimiento de la Trinidad que se revela con rasgos familiares. La familia es una imagen de Dios, que … es la comunión de la gente En la familia humana, reunida por Cristo, se restaura la “imagen y semejanza” de la Santísima Trinidad, un misterio del que brota todo amor verdadero” (AL 71),

a la profundización de las líneas de espiritualidad que el Papa propone como propias de la vida familiar; entre ellos, afirma: “LaTrinidad está presente en el templo de la comunión matrimonial. Así como mora en las alabanzas de su pueblo (cf. Psa. 22:4),vive íntimamente en el amor conyugal que le da gloria”   (AL 314). Por último, “El amor social, reflejo de la Trinidad, es de hecho lo que unifica el sentido espiritual de la familia y su misión fuera de sí misma… La familia vive su peculiar espiritualidad siendo, al mismo tiempo, una Iglesia doméstica y una célula vital para transformar el mundo” (AL 324).

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