Amoris Laetita – Decimotercero episodio – El misterio de la fragilidad humana.

 
Los verbos de la Misericordia: "... entender, perdonar, acompañar, esperar y, sobre todo,.. integración" (AL 312).

El misterio de la fragilidad humana.

Los verbos de la Misericordia: “… entender, perdonar, acompañar, esperar y, sobre todo,.. integración” (AL 312).

La actitud de Francisco hacia la Iglesia hacia las familias “heridas” es acogerlas y acompañarlas en un viaje de “sanación”:
“… Aunque siempre propone perfección y pide una respuesta más completa a Dios, la Iglesia debe acompañar a sus hijos más frágiles, marcados por el amor herido y perdido, con atención y cuidado, con confianza y esperanza… No olvidemos que a menudo la obra de la Iglesia se asemeja a la de un hospital de campaña” (AL 291), “… dejando espacio para la “misericordiadel Señor quenos estimula a hacer el posible bien … Cuando lo hacemos, la vida siempre se complica maravillosamente” (AL 308).

La “lógica del Evangelio” nos compromete no a juzgarnos y condenarnos, sino a acogernos siempre, para que todos encuentren un lugar en la comunidad cristiana:
“Nadie puede ser condenado para siempre, porque esta no es la lógica del Evangelio!” (AL 297), más bien “… la experiencia demuestra que con la ayuda adecuada y con la acción de reconciliación de la gracia un gran porcentaje de las crisis matrimoniales se superan satisfactoriamente. Saber perdonar y sentirse perdonado es una experiencia fundamental en la vida familiar” (AL 236).

La acogida fraterna y el acompañamiento también se realizan avanzando juntos por el camino de la solidaridad. De hecho: “La caridad fraterna es la primera ley de los cristianos… No olvidemos la promesa de las Escrituras: “Sobre todo, guardemos entre vosotros una ferviente caridad, porque la caridad abarca una multitud de pecados” (1 P 4, 8) (AL 306).

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