El camino del ecumenismo ha conocido varias etapas desde que la Iglesia católica se ha sumado al esfuerzo de las iglesias nacidas de la Reforma protestante. De distintas maneras y en tiempos diversos las iglesias buscan caminos de colaboración que ayude a generar un clima de fraternidad y paz en los lugares de su presencia.

“En respuesta a esta vocación, y al llamado constante de Chiara a trabajar por el ‘ecumenismo del pueblo’ – comenta Pilar – la Obra de María en Panamá ha querido tener un mayor acercamiento con los cristianos de otras iglesias. Por esta razón, solicitamos una cita con el Obispo de la Iglesia Anglicana de Panamá, Mons. Julio Murray.

Después de varios intentos, el Obispo nos invitó a visitarlo en su sede episcopal. En nuestro corazón, sólo un deseo: ponernos a su disposición para servir, rezar y dar nuestro aporte específico desde el carisma de la unidad.

Él nos abrió su corazón y nos pidió rezar, de manera particular, por las familias de su Diócesis. A nosotros nos vino espontaneo contarle sobre la iniciativa del Family Day (actividad que ininterrumpidamente, desde hace doce años, realizamos en un Parque de la ciudad, en el que compartimos el domingo con otras familias en un ambiente fraterno). Al escucharnos se le iluminó el rostro y de inmediato separó una fecha en su agenda para tener un próximo encuentro con nuestras familias animadores de Familias Nuevas”.

En Guatemala, desde agosto 2018 en que realizó un Foro Ecuménico durante la Mariápolis, hemos continuado reuniéndonos con algunos jóvenes evangélicos y pentecostales. Todos teníamos el deseo de aprovechar la amistad nacida en esa ocasión para algo más. La escucha reciproca ha permitido dar algunos pasos.

El primero fue la invitación a participar con una intervención en la Celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos. Y luego decidimos programar, junto al Consejo Ecuménico, de lo que ellos forman parte, un Encuentro entre las diversas iglesias para septiembre de este año.

Es un camino del que no conocemos el final, pues es Dios que nos conduce. Solo tenemos la certeza que la Unidad es querida por Dios, y para eso trabajamos.