El 16 de septiembre se realizo en el Centro Mariápolis de Paraná, la cuarta edición de la Fiesta de la Virgen de Chaguaya, con la presencia de más de 200 personas muchos de ellos bolivianos radicados en los alrededores de Paraná y Santa Fe, como así también gente del lugar, tanto de la ciudad como de la Costa del Paraná
Desde el inicio, se fueron sumando más personas para la preparación de la fiesta. Hubo quien viajo a Bolivia para traer 2 estatuas muy bonitas de la Virgen de Chaguaya, una de ellas fue la “peregrina” que visito más de 50 casas de los vecinos de las familias bolivianas, ayudando a que se conozcan y se relacionen entre sí.
Todos trabajaron de diferentes modos, uno construyo la andas para llevar a la Virgen en procesión, otra la decoró con flores recogidas entre los vecinos, algunos adolescentes fabricaron adornos para decorar la capilla y el salón.
Para la ocasión, el coro aprendió la canción propia de la Virgen que acompaño la alegre ceremonia de la “Pisadita”. Esta consiste en pasar en fila, con devoción, debajo de la estatua que bendice en la cabeza a cada uno como símbolo del encuentro personal con Ella. Un momento de profunda devoción, que expresaba lo que el estribillo de la canción dice: “Su bendición calma el dolor, y alegra el corazón, no estamos solos ella nos guía con mucho
más amor”.
Y no podía faltar la comida típica boliviana elaborada por un grupo de mujeres que se juntaron para hacer 600 empanadas, muy apreciadas durante el momento recreativo compartido después de la misa.
Desde Santa Fe vinieron 5 grupos de danzas típicas bolivianas con bailarines desde los 5 a los 60 años que con su alegría y el brillo de sus vestimentas, nos hicieron conocer la riqueza de su cultura
Constatamos que año tras año, es la Virgen que va preparando Su fiesta, y siembra en el corazón de sus hijos, la verdadera hermandad que nos lleva a transitar y continuar con nueva fuerza y alegría, la construcción de un mundo más fraterno.