Patagonia: la Comarca Andina después de los incendios

 
Todos hemos visto a través de las pantallas de TV los voraces incendios en la provincia de Chubut. Ahora llegó el momento de la reconstrucción de las casas consumidas totalmente por el fuego en pocos minutos. Hablamos con la comunidad local.

El lunes 8 de marzo no fue un día más para la Comarca Andina, esa franja de 70 km que va de El Bolsón al Lago Puelo y que abarca las poblaciones de El Hoyo, Cholila, Epuyén y el Maitén y muchos parajes en medio de los pueblos y en las faldas de las montañas en medio de bosques centenarios y un paisaje privilegiado del sur argentino. Ese día comenzaron los incendios que acabaron con más de 400 viviendas, incalculables daños y dos vidas.

“Fue muy sorpresivo -nos cuenta Eduardo Lovizio del Paraje Entre Ríos, Lago Puelo-, el viento soplaba a más de 70 km. Yo estaba en El Bolsón haciendo las compras y de pronto vimos la columna de humo que se levantaba hacia el este. Algunos testimonios que me llegaron dicen que fueron los cables de las líneas de alta tensión que se tocaron, chispearon, prendieron fuego a algunos pinos cercanos por falta de mantenimiento de las líneas, de la falta limpieza que las empresas de servicios públicos provinciales deberían hacer periódicamente y no se hicieron. Se prendió abajo la pinocha de los pinos y el viento hizo el resto. Apenas comenzó esto en Golondrinas, a la media hora comenzaron otros focos que siembran dudas sobre su origen”.

Enormes lenguas de fuego que se movilizaban a gran velocidad en pocos minutos consumieron lo que encontraban a su paso: bosques, construcciones, casas. (Escuchar el podcast con los testimonios).

“Hay aproximadamente 400 familias a las que se les ha destruido la vivienda -sigue Eduardo-. Es como un escenario de guerra, es una catástrofe, un desastre total. Mucha sorpresa, mucha impotencia. Nos dimos cuenta de la magnitud del desastre recién al otro día cuando los evacuados en las escuelas volvieron a sus lugares”. Los testimonios de los afectados son variados en cuanto a sus reacciones. Hay quien reacciona con bronca, gritos, insultos por la falta de mantenimiento, la falta de previsión para mantener los bosques húmedos. Otros se pusieron en acción enseguida, ayudándose. “Inmediatamente se puso en marcha la solidaridad y la ayuda mutua, por ejemplo bajar una valija de ropa de los autos en los que se escapaba para darle lugar a los vecinos que no tenían cómo salir de ese infierno”.

¿Cómo se organizaron para la reconstrucción?

“En lo personal estamos yendo al barrio que conocemos: “Bosques al Sur”, un grupo de familias donde hay mucha solidaridad. En estos días, algunos vecinos damnificados que tenían sus terrenos y sus casas bien delimitadas, empleados, con un sueldo, están reconstruyendo las viviendas, con la ayuda de amigos. Fundamentalmente se trata de refugios para pasar el invierno que se avecina. En otros barrios con economía más de subsistencia, como “Bosques al Sur” están limpiando los terrenos y organizándose para construir refugios para el invierno. Algunos están alojados en carpas de nylon negro y troncos. Hay mucho polvo, cenizas. Se consiguieron tanques para agua y el municipio -y fundamentalmente particulares- se encargan de mantenerlos llenos. Pero todo está devastado, con diferentes grados de intensidad, pero donde había una casa no quedó nada”.

En el Barrio “Bosques al Sur” se ha fortalecido el vínculo comunitario y la organización social para resolver el problema. Hay personas que recibieron dinero de familiares y otras que no y lo comparten ya que ellos lograron un refugio de nylon y de pronto el dinero que enviaron para ellos va para otro que, durante el incendio, los auxilió con su auto para salir del lugar. La gente afectada expresa su solidaridad.

¿Y los niños?

Dos o tres días después del incendio se preguntaron cómo contenemos a los niños y niñas durante el día, para que los papás puedan ocuparse de limpiar el terreno y reconstruir. El Servicio de Juventud y Niñez, por gestión de los mismos vecinos del Barrio, está enviando personal capacitado para la recreación de los chicos que habían quedado muy estresados e impresionados por la experiencia que les tocó vivir. Es muy edificante ver cómo ellos juegan y comparten con los otros chicos y chicas.

¿Cuáles son las necesidades?

La primera construcción es un cobertizo, un obrador, donde poder vivir y guardar las pertenencias y los materiales de construcción que se van consiguiendo.

En “Bosques al Sur” es importante construir refugios con un buen techo donde poder soportar las lluvias y el frío que están por venir. El barrio se quedó sin agua y sin electricidad. La estrategia es armar viviendas con un mínimo de comodidad para después comenzar a construir las viviendas definitivas. Las familias que viven allí son artesanos, venta de pan casero, algunos profesores.

Hacen falta herramientas, materiales de construcción. Clavos de todas las medidas, preferiblemente grandes, maderas, chapas, estufas de todo tipo (salamandras, estufas de baja combustión a leña), anafes, cocinas, garrafas, tanques de agua, carretillas, linternas y lámparas que se puedan recargar con el sol. Pequeños grupos electrógenos. Nylon negro y transparente.

El dinero se utilizaría para comprar esas cosas y podemos ir mostrando lo que se va comprando y para qué se utiliza.

¿Cómo colaborar?

Hay una cuenta bancaria destinada a recibir donaciones. Permanecerá abierta hasta el 15 de mayo próximo.

CBU: 0830 0157 3400 5485 3000 35
BCO Chubut

Carlos Mana, con la colaboración de Eduardo A. Lovizio (Paraje Entre Ríos, Lago Puelo)

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