Son esas noticias que uno nunca quisiera recibir. Totalmente inesperadas, sobre todo porque se ha interactuado con la persona hasta el momento de irse a dormir. Esta mañana de domingo, elecciones en la Provincia de Santa Fe, Omar tenía que ir a votar, porque todavía estaba empadronado allá. Salía tempranito y se había puesto de acuerdo con quien lo alcanzaría hasta Junín para tomar el micro a Rosario. Como no llegaba fueron a buscarlo pensando que se habría quedado dormido… Lo encontraron sereno; durante la noche tuvo un infarto que le provocó la muerte súbita.
Había nacido el 5 de febrero de 1969 en Tandil. El tercero de la familia Díaz. Una infancia feliz, tranquila. No le faltaba nada, pero en la familia todos colaboraban con el trabajo del papá que tenía carnicerías.

Hacia fines de la escuela secundaria entró en contacto con el Movimiento de los Focolares. La experiencia de Chiara Lubich fue una luz a la que se abrazó y nunca abandonó. Cuando terminó el último año se fue a “hacer la experiencia” a la Mariápolis y, confirmado el llamado a consagrarse a Dios en el focolar, de allí fue a Loppiano (Italia) para participar de la escuela de formación para los focolarinos. De regreso a Rosario donde fue destinado, estudió Pedagogía y desarrolló una carrera como profesor, director de estudios y director en distintos colegios e institutos de esa ciudad. Un apasionado educador que no se quedaba con lo exigible sino que siempre quería ir más allá, que los alumnos quedaran marcados por la experiencia del paso por las aulas. Con sus deseos de innovar y desarrollarse hizo algunos postgrados. Paralelamente, en el ámbito del Movimiento, se dedicó sin medir fuerzas a las nuevas generaciones, especialmente a los gen 4 (niños hasta 9 años) y a los gen 3 (adolescentes). Imposible transcribir todos los testimonios que están dejando en su página de facebook, muchos de ellos ya adultos.

En el 2012 una nueva aventura: la Mariápolis Lía, para hacerse cargo de la Escuela de formación de los jóvenes. Muchos podrían dar testimonio de su empeño y amor personalizado hacia cada uno, respetando sus procedencias, culturas, largas charlas para descubrir junto a ellos los pasos que cada uno tenía que dar para crecer como persona y en el camino espiritual.
Nos deja a los 46 años, sin anunciar su partida, con el saludo que habitualmente entregaba a cada joven que partía de la Mariápolis de regreso a su ciudad: “Nos vemos en el Paraíso”.
La misa de sus exequias tendrá lugar el lunes 15 a las 11 horas en la Mariápolis Lía en cuyo cementerio será sepultado.
Se podrá seguir el desarrollo de la misa y el recuerdo de Omar por internet a partir de las 11 horas siguiendo este link
www.ustream.tv/channel/mariapolis-lia
Eealimentación
Gracias Omar! Por los años compartidos en focolar, por estar siempre a mi lado, por escuchar, por pedir, por estar siempre al servicio… Ahora podrás hacer mucho más por los chicos y los jóvenes. 1 Nos vemos en el Paraíso!
Carlos
Hasta pronto Omar! hno, amigo, hago mio ahora mas que antes tu lema “Puedo amar siempre”.
Un grande! Agradezco igualmente por la vida de esta grande persona, que permanece! Grande educador, amigo, hermano! Nos vemos, Omar!