No es común que personas de distintos movimientos e instituciones: Schoenstatt, Focolares, Maranatha, Acción Católica, Movimiento de la Palabra, Congregación Hermanas Mayores, Pastoral Social, Caritas, etc. pasen una día juntos para compartir experiencias y formarse para la acción en parroquias. Sucedió el 25 de mayo pasado en el Centro Mariápolis de José C. Paz. Participaron alrededor de 75 personas, de catorce parroquias, pertenecientes a seis diócesis de Buenos Aires y una de La Pampa. Convocadas por el Movimiento Parroquial con las palabras de Jesús: “QUE TODOS SEAN UNO”.
Algunos ya habían compartido otros momentos como las Vacaciones Escuela que se realizan en el verano en La Lucila, en la costa bonaerense, otros lo hacían por primera vez. Entre ellos había catequistas, ministros de la Eucaristía y cuatro sacerdotes y tres diáconos permanentes. 75 personas en total.Todos intentando vivir la vida de la Iglesia como una gran familia, compartiendo sus luces y sus sombras.
“En esto todos reconocerán que son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”, como dice el
Evangelio de Juan, para “hacer de la Iglesia la casa y la escuela de comunión”. “Promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo… donde se construyen las familias y las comunidades” y todos los movimientos pueden trabajar juntos. Para sentir al hermano “como uno que me pertenece”, “para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos”… Espiritualidad de la comunión es también capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro…” (NMI nª 43)
“Partiendo de esta premisa; nos hemos reunido en un clima de fraternidad”, dicen. Con algunas reflexiones compartidas entre sacerdotes y laicos, testimonios de la vida parroquial, encuentros en grupos pequeños para comunicar cómo cada uno trata de poner en práctica el Evangelio en su ambiente, una charla de Chiara Lubich en video fueron jalonando los distintos momentos de la jornada.
“Después de compartir la misa, partimos con alegría y esperanzados en el compromiso de hacer más visible el rostro de Cristo en la Iglesia, para que ‘todos sean uno’ y el mundo crea”, afirman los participantes.
(Con la Colaboración de Norma Viturro, Avellaneda, Buenos Aires)