Por segundo año consecutivo los Jóvenes por un Mundo Unido en Uruguay salimos con la misión de ofrecer y compartir una cena con personas en situación de calle. Comenzamos unas cuantas horas antes, preparando la comida y ultimando detalles en la organización en conjunto con amigos y familiares, a quienes agradecemos profundamente.
Esa noche unas 50 personas disfrutaron de la cena y un variado espectáculo musical en vivo que abrió el grupo “3×3 con” las voces de Roberto Flores y Mercedes Clara, luego la carismática y gran artista Fiorella Grisales como solista, en tercer lugar estuvo la banda “Moods” que presentó su espectáculo acústico ”Low-noise”, muy novedoso podríamos decir enmarcando su estilo en el de pop-power con un material musical realmente interesante y para el cierre la banda de rock cristiana “Kerygma”. que ha tocado en diferentes espacios tanto a nivel nacional como internacional (uno de sus temas fue el hit de una jornada nacional de jóvenes el año pasado) y han participado también en la grilla de bandas de la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro 2013. Volvimos a realizarlo en la Plaza de
Cagancha, tan emblemática en nuestra querida ciudad de Montevideo. Algún vecino o joven que pasaba, que un tanto desconcertado por tal pintoresca postal se arrimaba a preguntar de que se trataba. Lo peculiar fue que uno de esos chicos nos planteó sus ganas de ayudar a servir las mesas y sin dudar lo integramos como un amigo más. También fue lindo recibir para el servicio algunos jóvenes de otras comunidades como la de San Pedro, Parroquia de Belen, Salesianos, Reducto y San Antonino.
Mas de 100 personas se acercaron a la actividad. El clima que allí se vivía era realmente de familia, colaboración y respeto. En esas casi tres horas, que terminan resultando cortas, logramos generar un vínculo ciertamente singular con nuestros invitados, comenzando a veces con un simple ”¿cómo andas?” que muchas veces se retruca, para adentrarnos en un diálogo mas profundo y conocer mejor la realidad difícil de muchos de ellos. Esta cena de Navidad, nos invita siempre a abrir nuestro corazón para que el niño Jesús nazca una vez más en nosotros, sintiéndonos tocados por ese amor de Dios que es particular pero para todos, y que hace que entre todos seamos uno.
”Este servicio me hizo replantearme el verdadero sentido de la Navidad -dice Martina- y recordar que cada uno de nosotros la crea al dejar entrar a Dios y darle importancia al compartir con amor y en fraternidad y no tanto al consumismo tan frecuente hoy en día”.
Mientras que Jorge Umpierrez, guitarrista de “Moods”, se expresa diciendo que “agradecemos que hayan contado con nosotros dentro de una propuesta musical que, no solo fue variada sino que apuntó a ser de calidad en un punto céntrico de nuestra ciudad dirigida a personas que, de alguna manera, tienen vulnerados sus derechos más esenciales y asi sumarnos a vuestro desafío de tenerlos más presentes. ¡Jovenes por un mundo Unido sigan adelante con estas iniciativas!”.