Diario de viaje: Bolivia y Economía de Comunión

 
Carolina nos hace revivir, junto a ella, el encuentro de Economía de Comunión realizado en Cochabamba, Bolivia, a fines de mayo.

Subí al avión y me relajé al saber que había llegado a tiempo para tomar el vuelo: next stop, Bolivia.

Ubicada en un gran valle, Cochabamba está rodeada por la Cordillera de los Andes, un viaje que ya me prepara para escalar mis propias montañas y dar el gran salto de dejar atrás mi cultura, mis categorías, mis prejuicios y ser lo suficientemente libre para recibir la belleza de esta experiencia donde cada uno será un don para el otro. Voy a encontrarme con muchas personas que no conozco, de las que no sé cuáles son sus sueños, sus dolores, sus logros, sus miedos, sus esperanzas.

DSC_0026 (FILEminimizer)Cuando llegué a destino encontré un rostro cercano, con una sonrisa que me estaba esperando. Esa era la cara visible, pero hubieron muchas otras, que trabajaron en el anonimato, en cada detalle, en todo y más, para que el paso por Bolivia tuviera ese “no sé qué”…

Cochabamba es el corazón del país, se encuentra enclavada en un valle de tierras fértiles y es la tercera ciudad boliviana, detrás de La Paz y Santa Cruz de la Sierra. La Llajta, como comúnmente se la conoce, se destaca por su gastronomía, donde la hospitalidad de los cochabambinos se manifiesta a través de la gran cantidad de comida con la que te invitan.

El primer día, con los recién llegados, fuimos a pasear, a descubrir la Cochabamba de aire tradicional y culta, que atesora imágenes coloniales que descansan en sus numerosos templos religiosos y casonas, pero que ha ido creciendo y por ende cambiando su fisonomía urbana.

Por la tarde tuvimos una jornada en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de la que participaron alrededor de 70 jóvenes de diferentes carreras. A las presentaciones teóricas siguieron las experiencias, precedidas por la dinámica de Aldo Calliera que nos propuso buscar el Norte, ya que el mundo está sin rumbo. En la Economía de Comunión (EdC), el norte es el otro, nos dijo, como una brújula que señala lo que más deseas. Tu norte está donde está tu corazón…

DSC_9942 (FILEminimizer)Las preguntas de los jóvenes siempre me sorprenden e inspiran, hubo quienes pidieron un consejo sobre cómo hacer para emprender con los principios EdC, otros sobre cómo llevar la EdC a la Universidad, pero lo que más me emocionó fue un joven que se acercó al final de la charla a preguntar si Chiara Lubich vivía y ante nuestra respuesta dijo “qué lástima, porque estaría muy contenta”.

Al día siguiente comenzó el 1° encuentro de empresarios de EdC, al que me infiltré desde las orillas pero del que tuve la suerte de participar en vivo y en directo, observando, escuchando,  para relatar un acontecimiento extraordinario, de muchas historias que se juegan por la comunión en el día a día.

“Nada habría podido suceder si alguien no lo hubiera imaginado, disparó Ramón Cerviño al darnos la bienvenida. ¿A qué hemos venido? A hacer una experiencia de comunión porque la comunión es más importante que cualquier otra riqueza. En la Edc nuestro bien es la comunión, nuestra continua entrega al otro y la  primera comunión es la del alma, la del corazón”.
DSC_0205 (FILEminimizer)DSC_0278 (FILEminimizer)  El programa, desprogramado, nos invitaba a sumergirnos en las raíces del Carisma de la unidad, para redescubrir los orígenes. Luego de ese viaje era necesario ir hasta las periferias, a encontrarnos entre los pobres y aprender de nuevo a sorprendernos por la maravilla de la tierra y de los hombres.

Visitamos el Centro Rincón de Luz, una obra social que recibe y brinda apoyo escolar a niños de un barrio muy humilde. Nos explicaron que las familias no siempre se pueden ocupar de que hagan las tareas, viven hacinados en casas de una o dos piezas, a menudo no se alimentan bien, o son golpeados. Nos recibieron con todos los honores, entre presentaciones sobre la historia, las actividades, los testimonios de grandes y chicos, bailes, comida, estaba Maricruz, una de sus actuales directoras, que alguna vez de muy chiquita fue una niña apadrinada, a la que no le faltaron las dificultades, pero que hoy puede decir que muchas veces, demasiadas, tuvo el coraje de volver a empezar.

Solidaridad que genera más solidaridad. El círculo virtuoso de la reciprocidad es clave para responder a problemas sociales concretos.

Me vuelve a llamar la atención la gentileza de la gente, nadie que levante la voz, todos hablan casi con un dulce susurro y el español suena muy bonito en Bolivia.

DSC_0060 (FILEminimizer)Luego nos dirigimos a la Casa de los Niños. Chiara Lubich, expresó una vez, el deseo de que se pudieran cerrar los orfanatos, con la esperanza de que cada niño pudiera gozar del calor y del amor de una familia. Siguiendo este sueño muchos, como Arístides, se pusieron a trabajar, allí donde es posible, recomponiendo, alojando transitoriamente  y sosteniendo a las familias de los niños que sufren el mayor abandono, aquellos que tienen HIV. En estos últimos años, con la ayuda de muchas personas, han logrado reunir casi un centenar de familias, ofreciéndoles una vivienda digna. Y les puedo asegurar que a pesar del dolor de aquellas familias, muchas de las cuales son HIV positivo, la belleza de la ciudadela muestra que se puede abrazar el dolor inocente, el de los niños que sufren la injusticia más absurda del abandono y llenarlo de alegría, de juegos, de flores y esperanza.

El carisma de la unidad nos da ojos nuevos para ver riqueza donde aparentemente no la hay.  Intercambiar nuestras pobrezas y nuestras riquezas, así surge la comunión.

El corazón ya estaba preparado para el encuentro entre los empresarios mexicanos, paraguayos, argentinos y bolivianos. Pudimos compartir nuestros sueños, fracasos, logros, dificultades y esperanzas.

El sábado tuvo lugar una jornada muy especial en el Gran Hotel Cochabamba, de la que participaron alrededor de 120 personas, entre empresarios, estudiantes, docentes, dependientes, e interesados en una nueva cultura económica. Todo hace presentir que Bolivia tiene humus EdC, y nadie tuvo duda que despegará para mostrarle al mundo una EdC 100 % boliviana.

DSC_0117 (FILEminimizer)DSC_0149 (FILEminimizer)El domingo 29 de mayo fue día de fiesta, el 25 aniversario de la EdC. Cantos, bailes, comida típica y mucho por compartir. Es probable que no haya fiestas más hermosas y verdaderas como las celebradas entre los pueblos.

Un párrafo especial merece mi escala por Santa Cruz de la Sierra donde tuve la suerte de visitar el Centro de Rincón, “Clara Luz” en el barrio La Guardia. Allí conocí a Reina, a quien le calza perfecto su nombre. No sólo coordina el Centro, sino que lucha, sufre y se alegra por cada logro. Reina y su marido tienen una panadería que abastece las necesidades del Centro que recibe a más de 180 niños cada día y además le venden a otros pequeños negocios. No me quería perder las historias de Reina, por lo que la acompañé en su reparto por los cerros. Yo como su asistente, subiendo y bajando canastas y bolsas de pan mientras Reina me contaba sobre cada uno de sus clientes. Cuando llegamos del “abuelo”, allí estaba sentadito, esperándola ansiosamente como cada día para charlar. El abuelo siempre le ofrece algo para tomar o comer sólo por compartir un momento más con ella, así hace poquito le contó que se había quedado viudo. Estos son sólo algunos de los bienes relacionales que produce, como su relación con el Alcalde o la Encargada de los Centros de Santa Cruz. ¿Cómo elegís a tus empleados Reina?, le pregunté. Me sorprendió su respuesta, porque me dijo: nunca los elijo, siempre me llegan….

A Bolivia, pero especialmente a mis 25 compañeros “de retiro”, les quiero decir GRACIAS por ayudarme a redescubrir el norte, donde cielo y tierra parecen confundirse.

Escribo estas líneas mientras el avión ya carretea por la pista del aeropuerto Viru Viru en Santa Cruz de la Sierra. Escribir matiza las esperas y acorta las distancias.

Carolina Carbonell (Rosario, Argentina)

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