El sentido de la vida de Chiara Lubich

 
Se cumplen hoy 11 años del fallecimiento de Chiara Lubich. Proponemos para la reflexión este escrito fundamental, el concentrado de la elección de su vida.

Tengo un solo Esposo en la tierra: Jesús abandonado. No tengo otro Dios fuera de Él.

En Él está todo el Paraíso con la Trinidad y toda la tierra con la Humanidad.

Por eso lo suyo es mío y nada más.

Y suyo es el Dolor universal, y, por lo tnato, mío.

Iré por el mundo buscándolo en cada instante de mi vida.

Lo que me hace daño es mío.

Mío el dolor que me acaricia en el presente. Mío el dolor de las almas a mi lado (ése es mi Jesús). Mío todo lo que no es paz, gozo, bello, amable, sereno…; en una palabra: lo que no es Paraíso. Porque yo también tengo mi Paraíso, pero es el que está en el corazón de mi Esposo. No conozco otros. Así será por los años que me quedan: sedienta de dolores, de angustias, de desesperaciones, de melancolías, de separaciones, de exilio, de abandonos, de tormentos, de… todo lo que es Él, y Él es el Pecado, el Infierno.

Así enjugaré el agua de la tribulación en muchos corazones cercanos y -por la comunión con mi Esposo omnipotente- lejanos.

Pasaré como Fuego que consume lo que ha decaer y deja en pie sólo la Verdad.

Pero hay que ser como Él: ser Él en el momento presente de la vida.

Chiara Lubich

(Escrito del 20 de septiembre de 1949 – Extractado de “La doctrina espiritua”, Chiara Lubich, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2017 – Ilustración: pintura de Cristina Críscola)

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