El 16 de julio de 1949 Chiara Lubich e Igino Giordani hicieron un “Pacto de Unidad”. Fue una experiencia espiritual que inició un período de luz y de especial unión con Dios.
Marcó la vida de la entonces primera comunidad de los Focolares, pero también la historia de todo el Movimiento y su compromiso por un mundo más fraterno y más unido.
Setenta y cinco años después de aquel día, una mirada en profundidad a lo que significó aquella Alianza y a lo que puede significar hoy, mientras seguimos poniéndola en práctica.
“Paz entre los pueblos, protección del planeta, economías y políticas que pongan en el centro a la persona, la justicia y la dignidad: en esto trabajaremos, deliberaremos y proyectaremos a nivel mundial en el Genfest”. Los que lo explican son los jóvenes del Movimiento de los Focolares que del 12 al 24 de julio próximos, en Brasil, convocarán a miles de jóvenes para un evento mundial. El objetivo es, como dice el título: «Juntos para cuidar», es decir, cuidar juntos, a nivel mundial, a las personas y a las porciones de la humanidad más sufrientes y vulnerables, más allá de las diferencias culturales, étnicas y religiosas.
Los grandes cambios en curso nos muestran la necesidad de un nuevo paradigma cultural, basado no en el individuo, sino en la relación social que se abre a toda la humanidad a través de una cultura que promueva la fraternidad universal; que no elimine la complejidad, sino que la valore, permitiendo comprender más profundamente la historia de la humanidad y de los pueblos.
El Genfest 2024se desarrollará en tres fases: voluntariado; el evento central; y la creación de community, ‘comunidades’ divididas por ámbitos de interés, de estudio o profesionales, para mantenerse conectados y trabajar en la construcción de un mundo más unido en los propios territorios. Quiere ser una experiencia inmersiva en la que los protagonistas y creadores sean los jóvenes; pero el diálogo y la colaboración intergeneracional serán un pilar imprescindible del cambio que se quiere proponer también a las instituciones internacionales. Algunos momentos se transmitirán en directo a nivel mundial en el canal YouTube del Genfest 2024.
En la conclusión, los nuevos pasos y proyectos nacidos o en marcha para construir un mundo en paz y más unido se recogerán en un documento que se presentará en laCumbre del Futuro(22-23 de septiembre de 2024), promovida por las Naciones Unidas. Contendrá proyectos y propuestas concretas para un mundo más justo y fraterno, con el fin de contribuir a los objetivos internacionales de la Agenda 2030 de la ONU.
Quien no pueda asistir al evento central en Brasil, podrá informarse sobre cuál es el que se realiza más cerca del lugar en el que vive, porque habrá otros 44 Genfest locales que se realizarán en Corea, India, Sri Lanka, Filipinas, Pakistán, Vietnam, Jordania, Egipto, Burundi, Tanzania, Angola, Zambia, Kenia, Etiopía, Sudáfrica, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Camerún, Burkina Faso, Perú, Bolivia, México, Guatemala, Argentina, Hungría, Serbia, Chequia, Eslovaquia, Alemania e Italia.
Juntos para cuidar: el programa
Experimentar – la primera semana del Genfest (12-18 de julio de 2024) propone a los participantes una experiencia «inmersiva» de voluntariado en uno de los 40 proyectos y organizaciones que se han puesto a disposición en diferentes países de América Latina y otras partes del mundo. Esta acción se llevará a cabo en colaboración con UNIRedes, organismo que reúne a más de 50 organizaciones, iniciativas y movimientos sociales de 12 países de América Latina y el Caribe que promueven acciones de transformación en diversos campos (arte y cultura, medioambiente, gobernanza democrática, educación, trabajo, etc.) a través del protagonismo de todos los actores involucrados.
Celebrar – Del 19 al 21 de julio en Aparecida, en la arena del santuario nacional, los jóvenes se reunirán en el evento central para conocer experiencias, compartir estrategias de paz y fraternidad también a través de manifestaciones artísticas y musicales. El evento se transmitirá en más de 120 países. Un gran festival de ideas, pensamientos e iniciativas que inspirará a miles de jóvenes de diferentes culturas, etnias y religiones a vivir por un mundo unido.
Aprender y compartir – La tercera fase tendrá lugar del 21 al 24 de julio: los jóvenes se distribuirán en grupos llamados communities ‒comunidades‒ según ocho ámbitos de interés: economía y trabajo, interculturalidad y diálogo, espiritualidad y derechos humanos, salud y ecología, arte y compromiso social, educación e investigación, comunicación y medios de comunicación, ciudadanía activa y política.
En estos espacios, los jóvenes podrán aprender, confrontarse, idear nuevas formas de compromiso compartido para difundir la cultura de la fraternidad a través de proyectos locales con una perspectiva global, de modo que al regresar a sus países, puedan comprometerse localmente en los ámbitos que les apasionan para formarse en el paradigma cultural de la fraternidad y del carácter relacional.
Un equipo internacional formado por académicos, profesionales, líderes y activistas sociales y políticos ─jóvenes y adultos─ acompañará a los participantes en los debates y trabajos en grupo.
Han confirmado su participación, entre otros: Luigino Bruni, economista (Italia), Choie Funk, arquitecto y activista social (Filipinas), Jander Manauara, rapero y activista (Brasil), Carlos Palma, coordinador de Living Peace (Uruguay), Myrian Vasques, consejera indígena (Brasil), Silvina Chemen, directora del Centro para el Diálogo Interreligioso en el seminario rabínico (Argentina), John Mundell, director de la Plataforma de Acción Laudato Si’ del Vaticano (Estados Unidos), Nicolas Maggi Berrueta, violinista, Embajador de Paz (Uruguay), Israa Safieddine, educadora especializada en educación islámica (Estados Unidos).
El conjunto internacional Gen Rosso hizo una gira en Madagascar. Ocho fechas en siete ciudades diferentes. Muchos kilómetros recorridos en esta espléndida tierra para llevar un mensaje de paz y fraternidad a través de la música y la danza.
Fueron necesarios dos días de viaje para recorrer 950 km, desde la capital Antananarivo hasta la ciudad de Tolear, en el extremo sur de la isla.
“La comunidad del Movimiento de los Focolares de Tolear nos acogió festivamente regalándonos tocados y collares típicos, demostrando su alegría con bailes y cantos tradicionales, afirma Valerio Gentile, booking internacional del Gen Rosso. Y en un conocido restaurante de la ciudad actuamos junto a un grupo local, el Choeur des Jeunes de Saint Benjamin. Así comenzó esta gira en el sur de Madagascar”.
Al día siguiente llegó el turno de los talleres en el colegio Don Bosco seguidos por el concierto en el anfiteatro. “Fue el día más lindo de mi vida”, comentó una chica entre lágrimas de emoción. Y un joven profesor añade: “Han sacado a relucir verdaderos valores para que vivamos. Siento que tengo que orientar mi vida sobre los objetivos que escuchamos en sus canciones y que compartimos con ustedes desde el escenario durante los talleres”.
“Entre los diversos talleres de danza y canto, estaba el de percusión, organizado de forma completamente original, explica Valerio. De hecho, el material utilizado estaba compuesto por botellas de plástico recicladas y los contenedores amarillos muy comunes en África, utilizados principalmente para el suministro de agua, aceite y otras cosas. Instrumentos musicales improvisados teniendo en cuenta sobre todo la protección del planeta”.
Otra etapa significativa en la escuela École Père Barré, donde 300 estudiantes de secundaria pudieron compartir escenario con Gen Rosso quien, al inico, lanza el lema a vivir: “haciendo espacio para el amor”.
“No estamos aquí para montar un espectáculo para ustedes, sino para toda la ciudad”, comienza Adelson del Gen Rosso.
Las horas pasan volando y llegamos al concierto final en el Jardin de la Mer. Las voces del Choeur des Jeunes de Saint Benjamin abrirán el evento. Pero ocurre un hecho inesperado: se corta la electricidad y el evento se detiene. Luego de unos minutos se recupera y llega el momento del Gen Rosso. En la plaza reina un agradable ambiente festivo, los jóvenes presentes responden con animada participación.
Pero vuelve el apagón eléctrico, justo cuando el atardecer ha dado paso a la noche y la oscuridad es total.
“¿Qué hacemos?”, se preguntan. “Decidimos improvisar con la ayuda de unas antorchas para iluminar un poco. Uno tras otro se suceden los distintos grupos de jóvenes que participaron en los talleres de los días anteriores. No falta la creatividad y la alegría de estar juntos en ese escenario. ¡Ellos son el espectáculo, los jóvenes de Tolear!”.
“Gracias al Gen Rosso que nos hizo descubrir cuánta resiliencia tenemos dentro de nosotros”, dice un joven. Otros testimonios se hacen eco de él sobre el descubrimiento de los auténticos valores de la vida, sobre los talentos ocultos y sobre la dirección correcta que hay que tomar en la vida.
“Palabras que nos dan un fuerte impulso para afrontar la última etapa, en Antananarivo, la capital, afirma Valerio. Nos esperan en el colegio Fanovozantsoa. Unas pocas horas son suficientes para alcanzar un alto nivel de preparación tanto en el canto como a través del hip-hop, el baile latino o la percusión. Así que el concierto del 18 de mayo va genial entre aplausos, abrazos y selfies. Un momento inolvidable que queda grabado en el corazón de todos”.
La gira finaliza con la santa Misa del día de Pentecostés en Akamasoa, en la Ciudad de la Amistad, lugar nacido y concebido hace 30 años por el padre Pedro, un misionero argentino que decidió ayudar a los pobres mejorando sus condiciones de vida a través de un trabajo digno, educación y servicios de salud.
“Hemos celebrado juntos entre la ‘colorida’ misa por la mañana en la gran iglesia-gimnasio deportivo y un alegre espectáculo por la tarde en el anfiteatro al aire libre, continúa Valerio. Un concierto junto a familias, jóvenes, ancianos y niños, con un mensaje de esperanza para construir una nueva sociedad basada en el Amor”.
“Gracias Madagascar – dice Valerio en nombre del Gen Rosso – millones de corazones que laten cada día al ritmo de la solidaridad recíproca, de la resiliencia ante las dificultades, de la sencillez, de la serenidad de espíritu ante la adversidad, de la ligereza de vida, humildad, alegría y paz del alma. ¡De ahora en adelante ‘viajas’ con nosotros como un regalo para dar al mundo!”.
Nuestra experiencia cotidiana nunca está exenta de problemas y desafíos: de salud, familiares, laborales, dificultades inesperadas, etc. sin olvidar el inmenso sufrimiento que viven hoy tantos hermanos nuestros a causa de la guerra, las consecuencias del cambio climático, las migraciones, la violencia… Son situaciones que a menudo nos superan.
Ante ellas es normal preocuparse y sentir la necesidad de sentirse seguro. El problema no siempre se resuelve, pero la cercanía de los verdaderos amigos nos reconforta y nos da fuerzas. Las dificultades vividas y afrontadas juntos nos recuerdan a diario que podemos seguir creyendo en esos valores de fraternidad, reciprocidad y solidaridad que hacen posible el camino. En esta relación fraterna podemos sentir la misma seguridad que sienten los niños al confiarse a unos padres que los quieren y, así, vivir la propia existencia de un modo distinto y con más empuje.
Para Chiara Lubich y para muchos que han seguido y siguen sus intuiciones, esta seguridad nace de la fe de tener un Padre que nos ama y al que abandonarse confiadamente. Chiara decía: «…la persona se sabe amada y cree con todo su ser en este amor. A él se abandona confiadamente y quiere seguirlo. Las circunstancias de la vida, tristes o alegres, están iluminadas por un por qué de amor que las ha querido o permitido todas». Estas palabras, pueden también aplicarse a todos aquellos que han experimentado el verdadero amor al menos una vez en su vida.
La característica de un buen compañero de viaje consiste en estar al servicio, en una dimensión personal construida a partir del conocimiento e intercambio recíproco hecho con respeto. Se trata de vivir con transparencia, con coherencia, sin segundas intenciones, con un amor puro e incondicional que trae la paz, la justicia y la fraternidad.
De este modo, puede surgir un nuevo liderazgo tan necesario en nuestro tiempo. Un liderazgo que fomente también una dinámica comunitaria de reciprocidad en la que nos reconozcamos sin perder nuestra identidad. Por el contrario, lo sabemos, en la soledad experimentamos desorientación y pérdida de horizontes.
Sólo podremos ser «guías» para quienes experimentan momentos de dificultad si nosotros, a su vez, hemos experimentado esta confianza en los demás. Como dice el pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire, “Nadie educa a nadie; nadie se educa a sí mismo; los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo”[1]. En otras palabras: en la comunidad educativa nadie enseña nada a nadie, sino que todos aprenden de todos en un contexto de diálogo y reflexión crítica sobre la realidad.
1 Freire, Paulo (2012) “Pedagogía del oprimido” Ed. Siglo XXI
LA IDEA DEL MES, está elaborada por el “Centro para el diálogo con personas de convicciones no religiosas” del Movimiento de los Focolares. Se trata de una iniciativa nacida en 2014 en Uruguay para compartir con amigos no creyentes los valores de la Palabra de Vida que es la frase de la Escritura que los miembros del Movimiento se esfuerzan por poner en práctica en su vida cotidiana. Actualmente LA IDEA DEL MES está traducida a 12 idiomas y se distribuye en más de 25 países, con adaptaciones del texto según las diferentes sensibilidades culturales.
El salmo 23 es uno de los salmos más conocidos y amados. Se trata de un cántico de confianza que tiene, a la vez, un carácter de profesión de fe gozosa. Quien reza lo hace como perteneciente al pueblo de Israel, al cual el Señor prometió por medio de los profetas ser su Pastor. El autor proclama su felicidad personal por saberse protegido en el Templo[1] , lugar de refugio y de gracia. Pero, de igual modo, con su experiencia quiere animar a otros a confiar en la presencia del Señor.
«El Señor es mi pastor, nada me falta».
La imagen del pastor y del rebaño es muy querida para toda la literatura bíblica. Para entenderla bien tenemos que trasladarnos mentalmente a los desiertos áridos y rocosos de Oriente Próximo. El pastor guía a su rebaño, que se deja llevar dócilmente, pues sin él se desorientaría y moriría. Las ovejas deben aprender a confiarse a él, escuchando su voz. Él es sobre todo su compañero de viaje constante.
«El Señor es mi pastor, nada me falta».
Este salmo nos invita a reforzar nuestra relación íntima con Dios y a experimentar su amor. Habrá quien se pregunte: ¿cómo es posible que el autor llegue a decir «nada me falta»? Nuestra experiencia de cada día nunca está exenta de problemas y desafíos: de salud, familiares, de trabajo, etc., sin olvidar los ingentes sufrimientos que tantas hermanas y hermanos nuestros viven hoy a causa de la guerra, de las consecuencias del cambio climático, de las migraciones, de la violencia…
«El Señor es mi pastor, nada me falta».
Quizá la clave de lectura esté en el versículo que dice «porque tú vas conmigo» (Sal 23, 4). Se trata de la certeza del amor de un Dios que nos acompaña siempre y nos lleva a vivir la existencia de un modo distinto. Escribía Chiara Lubich: «Una cosa es saber que podemos recurrir a un Ser que existe, que tiene piedad de nosotros y que ha pagado por nuestros pecados, y otra distinta es vivir y sentirse el centro de las predilecciones de Dios, lo que, en consecuencia, elimina todo miedo que hace de freno, toda soledad, todo sentido de orfandad y toda incertidumbre. […] La persona sabe que es amada y cree con todo su ser en este amor. A él se abandona confiada y a él lo quiere seguir. Las circunstancias de la vida, tristes o alegres, quedan iluminadas por un motivo de amor que las ha querido o permitido todas» [2].
«El Señor es mi pastor, nada me falta».
Pero quien llevó a cumplimiento esta bellísima profecía es Jesús, que en el Evangelio de Juan no duda en autodenominarse «el buen Pastor». La relación con este pastor se caracteriza por un vínculo personal e íntimo: «Yo soy el buen pastor; y conozco a mis ovejas y las mías me conocen a mí» (Jn 10, 14). Él las conduce a los pastos de su Palabra, que es vida; en particular la Palabra que contiene el mensaje expresado en el «Mandamiento nuevo», el cual, si se vive, hace «visible» la presencia del Resucitado en la comunidad reunida en su nombre, en su amor» (cf. Mt 18, 20).[3].
Augusto Parody Reyes y el equipo de la Palabra de vida
LA IDEA DEL MES,es elaborada por el “Centro para el diálogo con personas de convicciones no religiosas” del Movimiento de los Focolares. e trata de una iniciativa nacida en 2014 en Uruguay para compartir con amigos no creyentes los valores de la Palabra de vidaque es la frase de la Escritura que los miembros del Movimiento se esfuerzan por poner en práctica en su vida cotidiana. Actualmente LA IDEA DEL MES está traducida a 12 idiomas y se distribuye en más de 25 países, con adaptaciones del texto según las diferentes sensibilidades culturales.