En la madrugada de hoy, 10 de noviembre, ha fallecido el monje budista tailandés Phra Maha Thongrattana Thavorn, y la noticia llegaba rápidamente a las comunidades de los Focolares de todo el mundo. Su fallecimiento centra la atención en un proceso del diálogo entre las Religiones, comprometido en trabajar por un mundo unido, por la comprensión mutua y la paz.
Su historia se entrelaza con la del Movimiento de los Focolares en 1995, cuando, acompañando a su discípulo Somjit a Italia, visitó por primera vez Loppiano, la ciudadela internacional del Movimiento. Allí conoció a Chiara Lubich. Desde ese momento, la sintonía espiritual que sintió el monje con la fundadora de los Focolares fue tal que comenzó a llamarla «mamá Chiara». Por su parte, Chiara reconoció en él un alma de extraordinaria profundidad, capaz de iluminar con autenticidad y respeto el camino del diálogo interreligioso: de ahí el nombre de «Luz Ardiente» con el que muchos lo conocen. A partir de entonces, el monje tailandés se convirtió en un fiel amigo del Movimiento, participando en numerosos eventos tanto en Asia como en Europa. Su presencia era discreta pero intensa, y su mensaje siempre claro: las religiones no deben competir, sino colaborar por el bien de la humanidad.
«Luce Ardente» con Chiara Lubich a Bangkok , Thailandia (1997)
Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares, ha escrito a las comunidades de todo el mundo:
«Vivió plenamente el nombre que Chiara le había dado, siendo en todas partes un instrumento de luz, consuelo y esperanza. Hasta el final, amó y vivió para construir la fraternidad. Durante su vida supo hablar de la unidad de una manera singular, con sabiduría y pasión a través de libros, revistas, programas de radio y encuentros con monjes y laicos budistas, algo que también le acarreó dificultades. Un día un monje le preguntó, perplejo: “Maestro, ¿usted sigue a una mujer cristiana?”. Él respondió: “No sigo a una mujer, sino su Ideal de fraternidad universal. Ella no es solo para los cristianos, también es nuestra”.
En su último mensaje me escribió: “Margaret, sufro, pero resisto, resisto, resisto, porque mi sufrimiento no es nada comparado con el de Jesús en la Cruz. Resisto porque soy hijo de mamá Chiara. Recuerda: ya no nos veremos, pero un día volveremos a vernos. Pronto iré a estar con ella”.
Personalmente, guardo en mi corazón cada palabra que me escribió y cada consejo que me dio. Me enseñó lo que significa “resistir por amor”, y su unidad conmigo fue un regalo precioso que jamás olvidaré».
Luz Ardiente pidió ser sepultado en Loppiano, donde conoció a Chiara y la espiritualidad de la unidad. En una entrevista concedida en 2021, reiteró con vehemencia su visión: “Quisiera que cada persona buscara, en su propia religión, el significado profundo de su doctrina. Solo así podremos convivir en paz y armonía”. Es una llamada a la profundidad, la sinceridad y la compartición. Una invitación que hoy resuena como un testamento espiritual.
Con motivo del 60º aniversario de Nostra Aetate, compartimos un breve extracto de la entrevista a Prha Pittaya, monje budista Theravada (Tailandia), durante el encuentro «One Human Family» promovido por el Centro para el Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares, que se celebró del 31 de mayo al 4 de junio de 2024 entre Castel Gandolfo y Asís (Italia).
Activar los subtítulos en español – El original está en tailandés.
A 60 años de Nostra Aetate compartimos la historia de una amistad única entre Silvina, Nancy y Cecilia. Tres mujeres. Silvina es rabina de una comunidad judía en Buenos Aires; Nancy, musulmana, dirige un centro para el diálogo interreligioso, y Cecilia, cristiana es miembro del Movimiento de los Focolares. Una relación construida sobre acciones concretas y sobre el deseo de superar toda posible barrera.
A 60 años de Nostra Aetate, compartimos un servicio del Collegamento del 13 de junio de 2020, un diálogo con la Dra. Vinu Aram, directora del Centro Internacional Shanti Ashram, organización internacional de desarrollo gandhiana que trabaja en las zonas más pobres y desfavorecidas de Tamil Nadu, en la India. Fundada en 1986 por sus padres, el Dr. M. Aram y la Sra. Minoti Aram, realiza una importante labor junto a las personas y las comunidades en la lucha contra la pobreza y las desigualdades, con especial atención a la infancia. Una larga amistad con el Movimiento de los Focolares y un camino compartido en el diálogo interreligioso y la construcción de la paz.
“Que las religiones non se usen como armas o muros, sino más bien que se vivan como puentes y profecía, para que sea realizable el sueño del bien común, acompañando la vida, sosteniendo la esperanza y siendo levadura de unidad en un mundo fragmentado”.
Son estas las palabras finales pronunciadas por el Papa León XIV en el vídeo realizado para las intenciones de oración de octubre de 2025, dedicadas en lo específico a la “colaboración entre las distintas tradiciones religiosas”. En el mes en el que se conmemora el 60° aniversario del documento conciliar Nostra Aetate (literalmente En nuestro tiempo), acerca de las relaciones entre la Iglesia y las religiones no cristianas, el Pontífice, al exhortar a que nos reconozcamos “como hermanos y hermanas, llamados a vivir, a rezar y a soñar juntos”, describe a la perfección los que han sido los puntos centrales de esta declaración hija del Vaticano II, manifestando su gran importancia y actualidad.
El espíritu de renovación conciliar ha abierto caminos desconocidos, ha proporcionado nuevas miradas sobre muchas cosas y en estas seis décadas la Nostra Aetate ciertamente ha guiado e inspirado los pasos para avanzar en el camino del diálogo, suscitando primero el conocimiento y luego la acogida entre las varias religiones.
Por esa razón el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso invita a una Celebración conmemorativa para reflexionar sobre el legado de «Nostra Aetate» el 28 de octubre, desde las 18.30 hasta las 20.30 horas en el Aula Paulo VI (Ciudad del Vaticano), con la presencia del Santo Padre. El evento se podrá seguir a través de los canales de Vatican Media.
La Iglesia, como se lee en el documento, “en su deber de promover la unidad y la caridad entres los hombres, y más aún entre los pueblos, en primer lugar examina aquí todo lo que los hombres tienen en común y que los lleva a vivir juntos su común destino. De hecho, los varios pueblos contituyen una sola comunidad”.
Esta revelación, que es vivir como “una única familia humana”, es algo que Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, había captado profundamente. En efecto, el Movimiento, fundado en una profunda espiritualidad cuyo centro es la unidad entre todos los seres humanos, está comprometido en varias formas de diálogo, entre los cuales también el interreligioso. Desde hace ya más de cinco décadas, y a través de su Centro para el Diálogo Interreligioso (CDI) y sus centros presentes en muchos países, el Movimiento establece intensas y fraternas relaciones de diálogo con miles de fieles y numerosas instituciones, asociaciones, movimientos y organizaciones de las más variadas religiones, convencido de que la amistad entre las personas de diferentes credos es un potencial vital para la construcción de la fraternidad universal.
Compartimos a continuación un breve vídeo que cuenta la intuición de Chiara Lubich y los pasos que se han dado en el camino del diálogo.
Maria Grazia Berretta Foto: Una sesión del Concilio Vaticano II
El tercer y último día de la Conferencia Raising Hope se desarrolló con nuevas ponencias, momentos de reflexión, oración, música y un momento clave: las contribuciones de los participantes y los compromisos asumidos, como ejes clave para tomar acción en torno a la justicia climática.
En la web raisinghope.earth/es/accion/ se ha invitado a los participantes de la conferencia, tanto presenciales como virtuales, a hacer sus aportaciones: ¿Cómo responderás al grito de la tierra y al grito de los pobres?. Estas Contribuciones Determinadas por el Pueblo (PDC, por sus siglas en inglés), son una audaz iniciativa global de la sociedad civil para presentar los compromisos de personas y comunidades de base hacia la transformación ecológica
El agua de Raising Hope llegará a la COP
La conmovedora apertura que el pasado miércoles 1 de octubre protagonizó el Papa León XIV, al bendecir un trozo de glaciar de Groenlandia, tuvo su momento culminante esta tarde cuando, los participantes recogieron el agua, fruto del hielo derretido, para llevar a sus hogares y comunidades.
La Dra. Lorna Gold, directora ejecutiva del Movimiento Laudato Si’, expresó con emoción: “Un bloque de hielo bendecido por el Papa se ha viralizado estos días”. “Ahora, esta agua bendita se transformará en algo muy poderoso, porque llegará a la COP30, en Brasil”, aseguró.
Cada uno de los participantes pudo llevarse, en un cuenco, un poco de agua bendita, parte proveniente del hielo glacial, mezclada con el agua de los ríos del mundo que al inicio de la conferencia fue ofrecida por diversos representantes. Esto no fue solo un obsequio sino un signo de la urgencia que demanda la crisis climática, al mismo tiempo, marcado por la esperanza que imprime la bendición papal.
Volver al corazón y levantar la voz
Otro de los momentos clave del cierre del evento ocurrió cuando la Dra. Lorna Gold puso en común algunos de los compromisos asumidos por los participantes. Entre lo más destacable estuvo el poder de la colaboración y la importancia de las alianzas; y el compromiso de volver al corazón y promover el Programa de Animadores Laudato Si’, que desarrolla el MLS.
Asimismo, habló de la importancia de la implementación: “No podemos esperar a que otros lo hagan. Tenemos que implementar los cambios que están en nuestras manos”, afirmó la Dra. Lorna. Y animó a levantar la voz juntos en Belem, Brasil (próxima COP), al tiempo que se hará una nueva alianza para la no proliferación de combustibles fósiles.
En acción de gracias por los 10 años del MLS
Un momento emotivo ocurrió al dar gracias por los diez años de historia del Movimiento Laudato Si’, fundado en enero de 2015. La Dra. Gold recordó cuando el mismo año conoció a Tomás Insua, co-fundador, y quedó sorprendida por su entusiasmo y energía al querer propagar los valores de la encíclica.
“Lo más extraordinario que tiene nuestro movimiento es la alegría”, aseguró, y animó a “llevar esta alegría a la COP”, recordando al Papa Francisco cuando llamó a “cantar a lo largo del camino”, porque “nuestra preocupación no debe quitarnos la alegría ni la esperanza”, agregó.
Por su parte, Yeb Saño, presidente de la Junta Directiva del Movimiento Laudato Si’, exhortó a los presentes a grabar lo vivido en la conferencia para que “todas estas razones nos empujen de la cama cada mañana”. “Tenemos mucho trabajo por delante pero el Papa León está de nuestra parte. No se trata de avanzar corriendo, sino avanzar todos junto”.
Laudato Si’, para comunidades valientes
En el inicio de la mañana, se destacó la participación de Kumi Naidoo, Presidente del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, quien se definió como un “prisionero de esperanza”, afirmando que debemos cuidar nuestro entorno porque “no hay trabajo ni seres humanos en un planeta muerto”.
“Las comunidades católicas, a través de Laudato Si’, han demostrado valentía”, afirmó Naidoo, por eso animó a que, con sabiduría y fe, se pueda debatir y actuar con urgencia. “La esperanza no es amor, la esperanza es resiliencia, la esperanza es una misión”, dijo con ánimo a los presentes.
La resiliencia de los pueblos
El siguiente panel, titulado “La fe y la misión compartida por un planeta resiliente”, estuvo moderado por Josianne Gauthier, secretaria general de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad (CIDSE). Entre los temas principales, se habló de la financiación para los países subdesarrollados, y de la resiliencia como motor para salir adelante.
La Dra. Maina Vakafua Talia, Ministra del Interior, Cambio Climático y Medio Ambiente de Tuvalu, dijo que aunque en su idioma natal no existe la palabra resiliencia, su pueblo ha aprendido a “pasar de la vulnerabilidad a la fuerza”, luego de sufrir múltiples catástrofes climáticas. Asimismo, señaló la importancia de la espiritualidad para construir un futuro resiliente.
También la Dra. Svitlana Romanko, fundadora y directora de Razom We Stand, habló de su país, Ucrania, y cómo el uso de combustibles fósiles como consecuencia de la guerra ha deteriorado a un pueblo. Mencionó que la resiliencia hoy los mantiene en pie, junto con iniciativas como las energías renovables y las economías verdes, porque vivir de energía limpia es posible.
Por su parte, Mons. Robert Vitillo, del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Plataforma de Acción Laudato Si’, brindó su aporte desde el Evangelio: “Se nos enseña sobre la solidaridad y tenemos que cambiar la perspectiva para involucrar acciones en nuestro compromiso”.
Escuchar a las periferias
Por la tarde el último panel estuvo integrado por Bianca Pitt, fundadora de la Red de Mujeres del Medio Ambiente y cofundadora de SHE Changes Climate, como moderadora, y giró en torno a lo que nos dice el corazón sobre lo que hemos vivido en estos días.
Catherine Coleman Flowers, Becaria MacArthur para la Defensa de la Salud Ambiental, miembro de las juntas directivas del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, aportó desde su perspectiva como la gente de las periferias es la que más sufre y a la que menos se le escucha.
A su tiempo, el obispo Ricardo Hoepers, Secretario General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, habló de la diversidad de su país y de cómo es necesario salir cada uno de su lugar para ampliar nuestros horizontes: “Mi sueño para Brasil es unir Laudato Si’ y Fratelli Tuti; y que la naturaleza y los seres humanos tengan la misma importancia: la naturaleza es el espacio que Dios nos ha dado para vivir como hermanos”.
Y Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares, afirmó: «Estoy convencida de que la única manera de lograr un cambio duradero es adoptar el amor como principio rector de nuestra acción ecológica. En Laudato Si’, la palabra amor aparece ¡setenta veces! Una poderosa indicación de un camino por el que todos y cada uno de nosotros estamos invitados a caminar. Una invitación a recorrer un camino desde una auténtica fraternidad humana —como la que hemos experimentado en estos días— hacia una fraternidad cósmica. .»
Antes de concluir, los participantes tuvieron una sesión de oración y reflexión final, encabezada por miembros de Trocaire. Luego de presentar un video resumen de todo lo vivido, se invitó a los presentes a traer a la memoria los momentos más destacados en los tres días pasados y a comprometerse solemnemente en la continuidad del camino, abogando por la casa común.