Ago 27, 2020 | Sin categorizar
La escuela de la ciudadela argentina que desde hace cincuenta años forma a miles de jóvenes de todo el mundo es reconocida ahora como un “programa de extensión universitaria y formación profesional”. Hasta hace poco más de un mes se lo podía definir como una especie de máster en “vida según la cultura de la unidad”, pero ahora la “experiencia”, como con razón se define el curso anual para jóvenes de la Mariápolis Lía, en Argentina, consta con un certificado universitario. El nuevo programa de estudios es el resultado de la elaboración conjunta entre los equipos pedagógicos de la Fundación Centro Latinoamericano para la Evangelización Social (CLAdeES) y la Escuela Juvenil Mariápolis Lía, en acuerdo con la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba).
El “programa de extensión universitaria y formación profesional” –es éste el título académico que los estudiantes obtendrán en O’Higgins– articula la dimensión formativa integral según cuatro ejes temáticos: antropolítico-filosófico, histórico-cultural, comunitario y trascendente. Dura 11 meses y el que lo completa tendrá acceso a la extensión de la universidad y a la acreditación de la formación profesional con tres posibles orientaciones: educación, eco-responsabilidad y gestión multicultural; liderazgo de la comunidad y desarrollo de los procesos participativos; o arte, comunicación y producción multimedial. La propuesta formativa se desenvuelve a través de semimarios especializados, pasantías laborales e investigaciones de aplicación en el campo a partir de los valores del pensamiento social cristiano. Además se prevé también una próxima integración con la sección latinoamericana del Instituto Universitario Sophia. Ubicada cerca del pueblo de O’Higgins, en la provincia de Buenos Aires, la Mariápolis Lía ofrece a los jóvenes una experiencia formativa que integra trabajo, estudio, actividades culturales y recreativas, deporte e intereses particulares. Estas actividades se entienden como aspectos distintos de una misma formación integral. De hecho, el concepto de estudiante coincide con el de ciudadano, por lo cual se presume que todos son constructores de la ciudad. Un equipo de expertos y docentes en las distintas disciplinas les hace un seguimiento en al aprendizaje desde el punto de vista espiritual, antropológico, social y doctrinal. Los más de 6000 jóvenes que han transcurrido un período en la Mariápolis son, ellos mismos, la prueba del valor formativo en sus vidas, que ha fructificado en los más variados ambientes (gerentes de empresa, economistas, educadores, profesionales, trabajadores, padres, personas consagradas…). “La experiencia” sigue siendo un punto luminoso a lo largo de todo el recorrido de la vida, contribuyendo a superar momentos humanos y profesionales difíciles.
Stefania Tanesini
Ago 26, 2020 | Sin categorizar
¡Cuántas veces Dios se vale de alguien para acercarnos a Él! No deberíamos olvidarlo nunca pues nosotros también podríamos ser un día instrumentos de Dios para alguien. Una nueva esperanza Estando en Estados Unido por mis estudios, había decidido volver a mi país por la insistencia de mi familia, pero me quedé bloqueado por la cuarentena en un instituto cerca de la frontera junto con otras 500 personas. Con la sensación exacta de encontrarme en una cárcel. Por suerte el celular me mantenía conectado con el mundo exterior. Cuando tuve la posibilidad de ver a alguien, leía en ellos mis mismas preguntas sobre lo que estaba sucediendo. En esos días conocí “a la distancia” a un sacerdote salesiano. Aunque estaba aislado como yo, emanaba una paz que ni los demás ni yo teníamos. Era como si él no se sorprendiese por nada. En un primer momento celebraba él solo en su habitación, luego empecé a participar con él en la misa. En pocas palabras, volví a los sacramentos y a la vida de fe de antes, si bien ya no como antes. Mi novia también notó que yo había cambiado. A veces pienso: si se dio en mí esta transformación, ¿no puede ser que se dé en otras personas? Y entonces nace dentro de mí una nueva esperanza, que ese mundo que antes parecía quitármela ahora pueda retomar el camino sobre otros rieles. K. – Eslovaquia Cochecito para recién nacidos Había conocido a una joven gitana que esperaba a un hijo. Necesitaba de todo, desde ropa hasta todo lo que se necesita ante un nacimiento. Había leído en el Evangelio “Todo lo que pidan al Padre… él se lo concederá”. Ese día con fe le pedí a Jesús, durante la misa, un cochecito para recién nacidos. Más tarde, ya en el colegio, me esforcé más por amar a compañeros y profesores. Cuando volví a casa por la noche, supe por mi madre que una vecina de mi casa, al saber que ayudo a los pobres, había dejado algo para mí. ¡Era una cochecito para bebés! Me conmovió esa tan rápida respuesta de la Providencia. C. – España Bendición Siendo enfermero desde hacía un mes, justamente en el período del coronavirus, en el hospital en donde prestaba servicio compartí la soledad de muchos pacientes que pasaron a la otra vida sin el sostén de sus seres queridos. Pero la experiencia más fuerte fue cuando, habiendo sabido por mi madre que, según las palabras del papa, los médicos y los enfermeros también estaban habilitados a dar una bendición a los pacientes difuntos, pude hacer un signo de la cruz en la frente y el pecho de varios de ellos antes incluso de que se hiciesen los trámites para confirmar la muerte y enviar los cuerpos a la morgue. Giuseppe – Italia
Recogido por Stefania Tanesini
Ago 25, 2020 | Sin categorizar
El carisma de Chiara Lubich por la unidad de los cristianos. Entrevista con Lesley Ellison, anglicana, la primera focolarina no católica en seguir a Chiara.
Vivir el Evangelio juntos, la Palabra de Dios; amar al hermano como lo hizo Jesús, hasta morir por el otro; vivir por la unidad entre los creyentes en Cristo, más allá de toda pertenencia y división. En estas dimensiones se desarrolla el potencial ecuménico del carisma de la unidad de Chiara Lubich. “Una espiritualidad completamente ecuménica” la define el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, en el prefacio del libro “Una spiritualità per l’unità dei cristiani. Pensieri Scelti”, editado por Città Nuova , que recoge algunos discursos y respuestas en el contexto ecuménico de la fundadora del Movimiento de los Focolares, cien años después de su nacimiento. La introducción fue hecha por la presidenta del Movimiento de los Focolares, Maria Voce, y el epílogo ofrecido por el ex Secretario General del Consejo Ecuménico de Iglesias, reverendo Olav F. Tveit, ahora presidente de la Conferencia de obispos luteranos en Noruega. Lesley Ellison, focolarina anglicana, es la primera focolarina no católica que sigue a Chiara: Tu experiencia ha abierto el camino para muchos. ¿Alguna vez has dudado? “Crecí en una familia protestante con prejuicios contra los católicos, y en ese momento en Liverpool las dos comunidades estaban separadas. Al igual que Chiara, yo también quería darle mi vida a Dios. Cuando la escuché por primera vez, en 1967 en Canterbury, desde hacía un año frecuentaba a las focolarinas de Liverpool, tratábamos de vivir el Evangelio, pero no sabía que eran católicas. No conocía la comunidad de personas alrededor del focolar. Cuando me di cuenta de que todos eran católicos, me molestó, pero en Canterbury, al escuchar a Chiara, entendí que Dios ama a todos, y que “todos” también incluye a los católicos. Sentí que tenía que dar un paso dentro mí y dejar a un lado los prejuicios. Llegando a Liverpool, una pareja católica me ofreció llevarme a casa. Era inaudito: “Pero soy protestante”, dije. “¡Está bien! ¡Nos amamos!”, me respondieron. ¡Fue mi primera experiencia ecuménica!”.! ¿Cuándo sentiste que la espiritualidad de la unidad podría ser tuya? “En 1967 fui a visitar la ciudadela de Loppiano. Durante la visita hubo una misa católica pero yo, anglicana, no pude recibir la Eucaristía. Esta grieta entre nuestras Iglesias me parecía absurda, tan dolorosa que dentro de mí le grité a Jesús: “¿Qué puedo hacer?”. Y me pareció oírle responder: “Dame tu vida por la unidad”. Vivir el Evangelio es el camino que Chiara ha indicado para la unidad. ¿Por qué, como anglicana, te llamó la atención esta propuesta? “Mi formación como joven anglicana me pidió “escuchar, leer, destacar, aprender y digerir internamente” la palabra de Dios. Entonces, la idea de “vivir el Evangelio”, que escuché por primera vez en el focolar, era de una novedad absoluta y le dio a mi vida cristiana una nueva dimensión comunitaria”. Jesús nos pide que nos amemos como él hizo, hasta dar la vida por el otro. ¿Qué significa esto para ti al tratar con personas de otras Iglesias? “En la palabra ‘cómo’, encuentro todo el carisma de Chiara, en Jesús crucificado y abandonado que es la Vida. Es la forma con la que Dios mismo ha querido dialogar con la humanidad, y es el modelo que nos ofrece para cualquier diálogo entre nosotros y con él. Para mí, dar la vida significa acoger al otro, escuchar, dejar de lado pensamientos y juicios. Pero también ofrecer mis pensamientos con desapego de ellos. Así es como Chiara hizo conmigo y con cada persona que conoció. Y así es como tratamos de vivir entre nosotros en el Movimiento”.
Claudia Di Lorenzi
Ago 24, 2020 | Sin categorizar
La pandemia del Coronavirus ha hecho saltar los programas, estructuras y procedimientos en todos los ámbitos de la vita humana. Por todas partes hay mucha necesidad de creatividad para encontrar nuevas respuestas a los retos que presenta esta situación. Es de gran actualidad lo que Chiara Lubich propuso ya en el año 1983. Dios nos habla de distintas maneras. Una de estas es a través de las inspiraciones del Espíritu Santo. Debemos, por tanto, servir a Dios siguiendo, además, las indicaciones de la voz sutil del Espíritu que habla en nosotros. ¡El Espirito Santo! ¡La tercera Persona Divina que es Dios, como el Padre es Dios y como lo es el Verbo! (…) Él está en el corazón de los cristianos y por tanto está aquí, en mi corazón. Él está en el corazón de nuestros hermanos. (…) Seamos discípulos atentos y asiduos de este gran Maestro. Prestemos atención a sus misteriosos y delicadísimos toques. No desperdiciemos ninguna de sus posibles inspiraciones. Si en los primeros tiempos [de nuestro Movimiento] pudimos avanzar tanto en nuestro camino, poniendo en práctica el lema: “Cada idea, una responsabilidad”, recordemos que las ideas que florecen en la mente de una persona que se ha propuesto amar, son a menudo inspiraciones del Espíritu Santo. Y, ¿para qué nos la da? Para beneficiarnos a nosotros y al mundo a través de nosotros, con el fin de que llevemos adelante nuestra revolución de amor. Atención pues: cada idea, sobre todo si creemos que puede ser una inspiración, considerémosla como una responsabilidad que hay que acoger y poner en práctica. Haciendo así, habremos encontrado un modo excelente para amar, honrar y agradecer al Espíritu Santo.
Chiara Lubich
(En una conferencia telefónica, Mollens, 1 de septiembre de 1983) Cf. Chiara Lubich “Cada idea, una responsabilidad”, La Vida un Viaje, Ciudad Nueva 1994, págs.124-126.
Ago 22, 2020 | Sin categorizar
Bintou Konaté, musulmana, con las amigas cristianas ha transformado el dolor en una oportunidad para ayudar a su comunidad. By Stefania Tanesini, Egilde Verí, Marco Tursi. https://vimeo.com/430765818
Ago 21, 2020 | Sin categorizar
Recientemente salió el nuevo libro del Co-presidente de los Focolares, Jesús Morán, con el título: “Carisma y profecía”. Una continuación del volumen precedente “Fidelidad Creativa. El desafío de la actualización de un carisma”, Morán ofrece este texto, a partir de algunas conversaciones mantenidas en los últimos tres años, y es su reflexión sobre el “genio eclesial” de Chiara Lubich. De ello hablamos con el autor.
¿Cómo nace la idea de este libro? Tenía estos textos que todavía no habían sido publicados y pensaba en honorar a Chiara Lubich en el año de su Centenario y, al mismo tiempo, hacer un acto de amor a todos en el Movimiento de los Focolares. Desde que empecé a utilizar esta expresión, “el genio eclesial de Chiara”, hace varios años, vi que a muchos les gustaba, es decir que captaban en ella un concepto-síntesis que podía definir la maravillosa unidad sinérgica entre la persona de Chiara y su carisma, como el “todo en el fragmento”. Estoy convencido de que Chiara, además de haber sido dotada por Dios de un “genio eclesial” es, realmente, un “genio eclesial”, en continuidad con otros que lo han sido en la Iglesia y han abierto nuevos horizontes, siempre vinculados a la tradición que se remonta al mismo Jesús. Y era un deber profundizarlo en este Centenario. Como usted mismo ha explicado en varias ocasiones, el Movimiento de los Focolares, después de la fase carismática, está viviendo su fase histórica, aquella que ha definido de “fidelidad creativa”. Es la fase de la encarnación en la historia de las profecías de Chiara. ¿Según su parecer cuál es el principal aporte que el Movimiento de los Focolares puede dar hoy, en el ámbito eclesial, a la actuación del camino hacia el ut omes? Cuando afirmo que hemos entrado en la fase de la fundación histórica del Movimiento, en fidelidad creativa con la fase de la fundación carismática, no pretendo contraponer dialécticamente las dos fases. De hecho, también la fundación carismática ha sido histórica y, por lo tanto, también en la fase histórica no falta la carismaticidad. Pero son dos fases distintas, con acentos diversos, que se refieren tanto al fondo como a la forma de las cosas. No hay duda de que hoy el tema de la encarnación del Carisma de la unidad adquiere una importancia y una urgencia especiales. La fidelidad creativa se ejercita sólo teniendo presentes dos principios: la escucha de las exigencias que Dios pone en el mundo y la escucha de lo que Dios sigue diciendo a partir del núcleo fundamental del carisma. Según mi entender, una de las exigencias que Dios está planteando a la Iglesia que camina a lo largo de la historia del mundo es lo que sintéticamente podríamos llamar “sinodalidad”, con sus adjetivos propios: abierta, comunional, próxima, atenta a la dignidad de las personas, especialmente de las más vulnerables. El Movimiento de los Focolares contribuye a este camino eclesial con un aporte específico, que nace del corazón del carisma, es decir la experiencia vital y encarnada del Dios uno y trino que se hace historia, sin la cual la sinodalidad se reduce a una nueva forma de organización pero sin la vida del Espíritu. ¿Y cuáles en cambio son los aspectos de encarnación de tales profecías ante las cuales todavía hay mucho camino por recorrer? Pienso que para estar a la altura de nuestra auténtica vocación en la Iglesia, los miembros del Movimiento deben crecer en el así llamado sensus ecclesiae. No es que no exista, pero es necesario crecer, y esto quiere decir vencer definitivamente cualquier tipo de auto-referencialidad y alcanzar esa madurez que los últimos Papas nos auguraban. Además es necesario superar cualquier tipo de dualismo entre el compromiso civil y el compromiso eclesial, mirando al modelo que desde siempre tenemos como cristianos en la figura de Jesús, el hombre-Dios, verdaderamente hombre y verdaderamente Dios. Con el corazón abierto, ¿qué nos quisiera decir, a la luz de las reflexiones que nos ofrece su texto, ahora que se acerca la conclusión de estos seis años en los que ha sido Co-presidente del Movimiento de los Focolares? Yo ruego a Dios para que nos dé las gracias necesarias para actualizar vitalmente y radicalmente el carisma de Chiara Lubich. Pienso que debemos volver a empezar, renaciendo del corazón del carisma, de aquello que nosotros llamamos el Ideal, y a partir de allí poner en movimiento las reformas necesarias para que el Movimiento, también como institución, refleje cada vez mejor la vida humano-divina que lo anima. Y renacimiento quiere decir purificación y conversión.
A cargo de Anna Lisa Innocenti