Mar 17, 2017 | Sin categorizar
A primeras horas de la mañana del 16 de marzo 2017, nos ha dejado Gianni Caso, focolarino, abogado y juez, redactor de Città Nuova y responsable por muchos años de Comunione e Diritto. En breve se publicará su perfil.
Mar 15, 2017 | Sin categorizar
«La vida matrimonial es como un barco – comenta una familia de Perú-: si uno rema solo, el esfuerzo es enorme pero no se avanza. Hay que aprender juntos el arte de la reciprocidad». «Vinimos porque sentíamos la exigencia de crecer en la vida de familia y ser una ayuda para otros», continúa una pareja de Camerún, llegando al meeting de Loppiano “Family Highlights”, que se realizó desde el 10 al 12 de marzo de 2017. El evento, en ocasión del 50º de Familias Nuevas, recibió a casi mil familias de culturas y religiones distintas, procedentes de 50 países, en conexión virtual con muchas manifestaciones del mundo, que recordaron a Chiara Lubich, en el 9º aniversario de su fallecimiento. “Amar al otro como a sí mismos, amar a todos, ser los primeros en amar, hacerse uno con el otro”, son simples reglas que las familias de la Escuela Loreto internacional de Loppiano ponen en evidencia al dar la bienvenida. Este “arte de amar” le da a la familia la fuerza de regenerarse a sí misma, a través de la confianza, el perdón, la responsabilidad, la creatividad, la acogida. Semillas de comunión que iluminan también situaciones de dolor, desafíos y dramas, y que demuestran que la «rabia y la angustia no tienen la última palabra», como dice Gianni, coordinador de un grupo de 50 parejas separadas. Las historias y las iniciativas brotan durante los vivaces debates en el ámbito de 6 talleres: uno de ellos dirigido a 150 niños y jóvenes; otros dedicados a las relaciones de pareja en las varias etapas de la vida, otros a las relaciones educativas entre padres e hijos, a la acogida y a la solidaridad en situaciones difíciles y hacia poblaciones marginales. Algunas familias que provenían de Siria, encontraron energías positivas para enfrentar el miedo y las enormes dificultades provocadas por la guerra: «Esa flor que pegamos afuera concluyendo la manifestación, la llevamos simbólicamente a las otras familias y a la humanidad que nos rodea, como signo de esperanza y de fraternidad». Ser padres y madres de la humanidad, ofreciendo su contribución personal para “sostener y alentar la fraternidad universal” es la invitación de María Voce, presidente de los Focolares, en su intervención. Las familias, justamente porque arrancan desde la fragilidad e imperfección propias de la condición humana, pero, «renovadas desde adentro, pueden ofrecer al mundo esa luz y ese amor que lo puede sanar». Todo esto avalado por el compromiso de los 50 años de vida de Familias Nuevas en los 5 continentes; la comunión en varios grupos, la actividad de animación para parejas jóvenes, las que están en dificultades, las parejas separadas y vueltas a casar, los viudos, las iniciativas y los proyectos para ir al encuentro de las necesidades de los más débiles y el apoyo a la infancia. “Sigan haciendo todo esto, no se desanimen cuando es difícil o les parece que están solos”. Dijo María Voce, animándolos.
La familia está llamada a dar una respuesta a la problemática social, tal vez mirando el mundo con los ojos de los niños, como dijo la Dra. Vinu Aram, directora del Shanti Ashram, con quien los Focolares desde hace tiempo, establecieron relaciones intensas de amistad y colaboración en favor de numerosos niños y familias de India, a través AFNosfl. «El esfuerzo que están haciendo aquí – comentó el Padre Paolo Gentili, director del Despacho Nacional para la pastoral de la familia – es el de contribuir en la construcción de una Iglesia que está atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad» (AL 309). Esto es «volver a escribir la Amoris Laetitia en las páginas vivas de la historia». Después de todos estos años, se advierte la necesidad de instituir un “Centro de estudios avanzados”, internacional e interdisciplinario, donde se conjugue vida y pensamiento. Nacerá en el Instituto Universitario Sophia, con el objetivo de profundizar el tema de la familia a la luz del carisma de Chiara Lubich. «Ante la pregunta “¿alguien me ama?”, primordial necesidad de amor, hay que pasar a una voluntad de amor: yo, ¿amo a alguien?», afirma el Prof. Michele De Beni, uno de los coordinadores del Seminario de Estudios “El pacto de reciprocidad en la vida familiar”, dirigido a un equipo de catedráticos de distintas disciplinas, siempre dentro del contexto de Family Highlights. «Es el desafío de la reciprocidad – concluye De Beni- premisa básica de un grupo que, antes de ponerse a investigar, se reconozca en esta identidad».
Giovanna Pieroni
Galería fotográfica en Flickr (Sif Loppiano)
Mar 15, 2017 | Sin categorizar
El panorama que ofrece el lago Taal es hermoso. Este año parece aún más bello que lo normal. Al inicio de marzo la temperatura es todavía ideal y por la tarde se levanta una suave brisa que sopla toda la noche hasta que aparece la neblina pasajera alrededor del amanecer. En este rincón de Filipinas (Tagaytay está ubicada a unos cuarenta kilómetros de Manila), cada dos años, se desarrolla la escuela de formación al diálogo interreligioso. Este año se ha elegido como título “La armonía entre pueblos y religiones hoy”. La School for Oriental Religions (SOR), fue fundada por Chiara Lubich en 1982, durante uno de sus viajes a Asia. Hoy la Ciudadela Paz, en Tagaytay, acoge un centro de formación, varias escuelas para jóvenes, familias, sacerdotes y seminaristas, dos centros de asistencia social, además de la sede de la School for Oriental Religions. Del 2 al 5 de marzo se encontraron en la ciudadela unos 200 participantes, procedentes de Pakistán, India, Myanmar, Tailandia, Vietnam, China y Taiwán, Indonesia, Malasia, Singapur, Corea, Japón y, por supuesto, Filipinas. Estaban presentes también algunos europeos y latinoamericanos. Todos advertían la necesidad de una formación a la gran problemática universal de la ‘diversidad’. Estos cursos se repetirán en sus países de procedencia. Es a estos hombres y mujeres que se dirige el Cardenal Louis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Caritas International.
El cardenal filipino inauguró la escuela proponiendo el tema de la armonía. “Armonía”: un valor típicamente asiático. Pero, para alcanzar su realización, es necesario tener presente que todo cambia y que, con el paso del tiempo, este cambio se da cada vez más velozmente. “Lo único que no cambia es precisamente el cambio”, afirmó Tagle, subrayando el concepto con un hábil juego de palabras en inglés. Es necesario, por tanto, permanecer abiertos, no tenerle miedo a lo desconocido y, además, saber mediar entre las diferencias, aceptando las antítesis, las posibilidades de choque y salir fortalecidos por la gran riqueza que la diferencia nos procura. Tagle lanzó un llamado a fin de que los católicos puedan ser protagonistas de una no violencia activa. No se trata de ser débiles, se trata, más bien, de demostrar que el trabajo por la armonía requiere de personas que tengan la mente y el corazón preparados al diálogo y a la diversidad. En los cuatro días de trabajos se presentó el diálogo entre el cristianismo y las grandes religiones orientales realizado en distintas partes del continente: India, Tailandia, Corea y Japón. Entre otros, se presentó el diálogo hindú-cristiano, con experiencias de vida, de colaboración en ámbito social, proyectos comunes entre los Focolares y los movimientos gandhianos en el sur de India, reflexiones filosóficas y teológicas. Además se propuso y explicó el canto clásico hindú hindustani. Y todo esto en una atmósfera de gran claridad vital y espiritual. En el transcurso de largos años de diálogo se han puesto de relieve los elementos comunes y también las diferencias. Sin embargo esto no ha reducido el impulso hacia el desafío del diálogo. Esta experiencia es un aporte a la realización del mensaje del Concilio Vaticano II que invita a construir relaciones profundas con personas de otros credos. Nace un camino nuevo que puede contribuir a la realización de la armonía social, política y mundial; no como un fin en sí misma, sino como paso hacia una verdadera fraternidad.
Mar 14, 2017 | Sin categorizar

Copyright CSC Audiovisivi – Caris Mendes
«Encomiendas a la familia una misión explosiva, una reforma que las familias pueden comenzar por el mundo”, así decía Igino Giordani a Chiara Lubich cuando la fundación de la rama de las Familias Nuevas de los Focolares, en 1967. Después de cincuenta años, justo en el noveno aniversario de la muerte de la fundadora, se manifiesta el manto de flores de aquella semilla: cientos de eventos e iniciativas en muchas ciudades del mundo dicen que la profecía ha encontrado la manera de encarnarse. El evento de tres días en Loppiano recibió a más de un millar de personas, procedentes de 50 países, de todas las generaciones, cristianos, pero también musulmanes, budistas e hindúes. Se han visto los frutos de una historia en la interacción entre generaciones: abuelos, hijos, nietos. El programa, transmitido en vivo y traducido a 19 idiomas, se dividió en tres grandes temas: la familia como una red de relaciones dentro de la pareja, con los hijos y entre generaciones; el amor, como respuesta a los problemas críticos en la familia con sus heridas, dolores y desafíos; la familia, recurso creativo en relación con el tejido social. Se escuchan las voces de padres e hijos. Como el de una adolescente que narra su dolor y el de sus hermanos más pequeños, la herida de la familia causada por el padre víctima del alcohol. Y la esperanza que se desprende del compartir, «porque la familia es lo más importante y no debemos tener miedo de dar el primer paso: tal vez sea difícil darlo, pero si se hace por amor, puede cambiarlo todo». Se escucha la historia de una pareja en busca del hijo “pródigo” que, una vez destruido el negocio familiar y endeudado hasta el cuello, huye a otro país. En medio del dolor los padres entienden que la misericordia debe vencer la ira. Se ponen en viaje hasta que lo encuentran: un abrazo que da inicio a una vida reconciliada. También suben al escenario Basma y Tatiana. Musulmana la primera y cristiana la segunda, se convierten en más que hermanas en el intercambio cotidiano, profundo y concreto, después de la muerte del marido de Basma en un país extranjero, con dos hijos a su cargo y sin apoyo. Una historia emblema de pueblos que se encuentran, pero que sólo en el recíproco reconocerse y aceptarse se transforman en familia de familias. 
Foto: SIF Loppiano
De la riqueza que emerge se hace intérprete Maria Voce en su discurso. Recuerda que el carisma de la unidad «ofrece una luz y una llave también para ver el mundo y la historia, para comprender el vínculo de cada uno de nosotros con toda la humanidad». Y reporta un fragmento de la Lubich del 6 de septiembre de 1949, que suena como una nueva llamada a los que la escuchan: «Mi yo es la humanidad con todos los hombres que fueron son y serán. La siento y la vivo esta realidad: porque siento en mi alma tanto la alegría del Cielo, como la angustia de la humanidad que es toda ella un gran Jesús Abandonado». Maria Voce vuelve a proponer el llamado inicial de Chiara Lubich a las familias a tomar sobre sus hombros esa porción del mundo que se presenta «más destrozada, más semejante a Él Abandonado», recordando que el papel insustituible de las familias es «mantener encendida en las casas el amor, reavivando así esos valores que fueron dados por Dios a la familia, para llevarlos en todas partes en la sociedad, con generosidad y sin descanso». Y continúa, parafraseando al papa Francisco, «la tarea es ardua, pero no podemos dejarnos robar la esperanza». Dos gestos simbólicos pero concretos expresan el compromiso y la determinación de las familias presentes a regresar a sus lugares para dar testimonio de la fraternidad universal y para hacer su parte, aunque sea como una gota en el mar: un momento de oración y de compromiso personal representado por la flor que cada familia cuelga en una escenografía preparada fuera del auditorio. Y el hermanamiento entre familias de diferentes partes del mundo, que se extienda a otras familias de sus respectivos territorios, con el fin de fortalecer una red que responda a las necesidades de una parte a la otra del mundo, como un círculo virtuoso. El Seminario cultural sobre “El pacto de reciprocidad en la vida familiar, generador de confianza y de relación”, que tuvo lugar el primer día entre un centenar de académicos y expertos en el campo del acompañamiento familiar, del counseling, de la investigación pedagógica y psicológica y de las disciplinas en relación con el vasto mundo de las relaciones familiares, ha profundizado en la realidad de la familia desde el punto de vista antropológico, social, educativo, político, teológico. Una reflexión sobre el valor de la familia como un recurso para la humanidad, que ha mostrado que su futuro y el significado mismo del ser persona se juega dentro de la familia. Por último, la aparición, en el Instituto universitario Sophia y en sinergia con otras instituciones internacionales, de un centro de investigación de alto nivel, interreligioso, interconfesional, intercultural, interdisciplinario que profundice y estudie este patrimonio de vida para poderlo expresar a nivel universal. Comunicado de prensa https://vimeo.com/208275900
Mar 11, 2017 | Sin categorizar

Foto © Caris Mendes – Archivio CSC Audiovisivi
«Querría invitarles, esta tarde, a que soñemos juntos con un mundo diferente, aquél en el cual nos gustaría vivir». Así Maria Voce empieza su intervención, tras haber escuchado las historias y el compromiso de muchas familias que se han alternado en el escenario. Familias que han hecho propio el carisma de Chiara Lubich, orientando su vida. Una espiritualidad que «genera en nosotros el deseo de mirar el mundo y la historia desde una perspectiva distinta capaz de captar el vínculo que cada uno de nosotros tiene con la Humanidad entera, en una pertenencia no sólo personal, que involucra todo de nosotros: afectos, relaciones, fragilidad, emociones, sufrimientos, compromisos, sueños», continúa Maria Voce. Y recuerda: «Chiara, fundando el Movimiento Familias Nuevas, el 19 de julio de 1967 afirmaba: “… Es necesario que (…) hagan de su vida familiar una experiencia para llevarla a los demás”[1], siendo “otro Jesús, Jesús que mira al mundo, mira a las turbas y tiene compasión de ellas. Porque, de esta porción del mundo (…) yo les he puesto sobre sus hombros la más destrozada, la más semejante a Él Abandonado”[2]. Hoy me parece que podemos decir que se renueva aquella invitación a la familia, a cada familia». « ¿Pero qué tipo de familia puede generar un mundo impregnado de fraternidad?», se pregunta la presidente de los Focolares. «Sólo familias, aunque frágiles e imperfectas como es propio de nuestra condición humana, pero renovadas interiormente de este modo, pueden ofrecer al mundo esa luz y ese amor que lo sana, de tal manera que la sociedad encuentre en ellas el modelo en el cual reflejarse», se responde. 
Foto © Caris Mendes – Archivio CSC Audiovisivi
E invita a las familias a “hacer circular los bienes materiales y espirituales, gratuitamente”, a “acoger al otro tal como es, cuidándole, estando cerca de él, con alegría”, a “transmitir los valores de una generación a otra”, a realizar esa “corrección necesaria para el desarrollo humano” y el “perdón”, a “ir al encuentro de las verdaderas necesidades” de aquellos que viven a nuestro alrededor. Precisa que «ya existen estructuras e instituciones competentes para cooperar al bien de la comunidad y de los individuos, pero -indicaba Chiara- “es necesario humanizarlas, darles un alma, de modo que el espíritu de servicio llegue a alcanzar esa intensidad, esa espontaneidad y ese impulso de amor por la persona, que se respira en la familia”»[3]. Y, después de haber puesto de relieve esta insustituible tarea de las familias, y el compromiso llevado adelante por “Familias Nuevas” en todo el mundo, a favor de los más débiles, cita algunos ejemplos concretos como éste: « En una pequeña ciudad cerca de Chicago, Carole, al darse cuenta de que varias familias tenían problemas similares a los suyos, para atender al hijo, David, portador de una grave discapacidad, promovió toda una serie de actividades de socialización de los jóvenes diversamente hábiles y, a través de ellos, de las familias de todo el barrio y después de todo el municipio, que incluso ha recibido un premio por los desarrollos en el ámbito social». Y concluye: «Podía parecer un sueño. Las experiencias nos dicen que ya es una realidad, a veces pequeñísima, recién nacida, pero que tiene en sí la fuerza arrolladora de la vida». Lee el texto integral. ______________________________________ [1] C. LUBICH, A la primera escuela de focolarinos/as casados/as, fundación del Movimiento Familias Nuevas, Rocca di Papa, 19.7.1967. [2] Ibid. [3] C. LUBICH, “Semillas de comunión para la Humanidad del tercer milenio”, Mensaje al Familyfest 5 de junio de 1993.