Movimiento de los Focolares
Vivir el Evangelio: hacer nuevas todas las cosas

Vivir el Evangelio: hacer nuevas todas las cosas

Aceptar el cambio

Como “distribuidor de tareas”, en diez años había logrado, en colaboración con nuestro párroco, formar el consejo pastoral parroquial y el grupo de sacristanes. A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que mi papel se estaba redimensionando. Muchas personas, antes menos activas, se han ofrecido a asumir diversos roles y yo he decidido hacerme a un lado para darles espacio. Al principio acepté con calma mi papel más marginal. Pero más tarde, al sentirme excluida, comprendí lo fácil que es apegarse a los propios roles, pero también lo importante que es saber soltar. A veces, el Señor nos invita a dar un paso atrás para prepararnos para algo nuevo. No es fácil, porque implica aceptar el cambio y confiar. Hoy, aunque me siento un poco al margen, sigo disponible para dar mi contribución si me lo piden. Estoy convencida de que cada servicio, incluso el más pequeño, tiene un valor y que cada etapa de la vida es una oportunidad para crecer en la fe y en el amor a los demás.

(Luciana – Italia)

Dios me ve

A veces, cuando vivía en Bruselas, me tocaba ir a misa a la iglesia del Colegio de San Miguel. Para llegar allí, había que recorrer largos pasillos con una interminable serie de aulas a ambos lados. Sobre la puerta de cada uno, había un cartel que decía: Dios te ve. Era una advertencia a los muchachos que reflejaba un pensamiento del pasado, expresado en negativo: “No cometan pecados porque, aunque los hombres no te vean, Dios los ve”. En cambio, para mí, quizás porque nací en otra época o porque creo en su amor, resonaba de manera positiva: “No tengo que hacer el bien delante de los hombres para que me vean, para escuchar decir que bueno eres, o que me den las gracias, sino para vivir en la presencia de Dios”. En el Evangelio de Mateo 23, 1-12, Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos que aman ostentar, los invita a no dejarse llamar “maestros”, sino a tener una sola preocupación: actuar bajo la mirada de Dios que lee los corazones. Ahora bien, esto es lo que me gusta: Dios me ve, como dicen los carteles en el colegio; Dios lee los corazones y eso debería ser suficiente para mí.

(G.F.- Bélgica)

Dar el primer paso

Debido a un problema de herencia, el silencio se había impuesto entre mi madre y su hermana. Hacía mucho tiempo que no se veían y la brecha que había surgido solo seguía ensanchándose, sobre todo porque vivíamos en la ciudad y mi tía en un pueblo de montaña bastante lejano. Así continuó hasta el día en que tomé valor, provocada por la Palabra de Jesús: «Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y luego vuelve y presenta tu ofrenda». Buscando el momento oportuno, abordé el tema con mi madre y logré convencerla de que me acompañara a casa de mi tía. Estuvimos bastante silenciosas durante el viaje. Yo no hacía más que rezar para que todo saliera bien. En realidad, las cosas sucedieron de la manera más sencilla: tomada por sorpresa, la tía nos recibió con los brazos abiertos. Pero, era necesario que diéramos el primer paso.

(A.G. – Italia)

Maria Grazia Berretta

(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año X – n.1 marzo-abril 2025)

©Fotos: Gerson Rodriguez – Pixabay

Comunicación sinodal en el Jubileo de la esperanza

Comunicación sinodal en el Jubileo de la esperanza

Desde hace más de dos años, un grupo de profesionales de la comunicación, por iniciativa de NetOne, la red internacional de comunicadores del Movimiento de los Focolares, se reúne online en encuentros mensuales para profundizar algunos temas relacionados con el Sínodo de los Obispos, en particular sobre la sinodalidad y la comunicación. Escucha, silencio, testimonio, comunicación fraterna: son algunos de los elementos claves durante los encuentros. En estos dos años también se realizaron dos webinars: el primero en abril de 2024 (puedes leer más sobre ello aquí ) y el segundo en febrero de 2025 titulado “¿Qué comunicación para la sinodalidad?” (video). Este evento fue seguido en varias partes del mundo y contó con la participación de numerosos expertos en comunicación conectados desde diversos países.

Alessandro Gisotti, vicedirector de los Medios Vaticanos, abrió el ciclo de intervenciones citando tres términos esenciales para un buen comunicador: Comunicación, Acción y Comunidad. “En este Año Santo necesitamos una comunicación sinodal que sepa emprender el camino con las personas que vendrán —dijo—, para acompañarlas, sin la presunción de querer guiarlas. Pero dispuestos a escucharlas, a acompañarlas, a recorrer juntos un tramo del camino”.

Desde Estados Unidos, Kim Daniels, profesora de la Universidad de Georgetown en Washington D.C., coordinadora del Grupo de Estudio 3 del Sínodo “La misión en el entorno digital”. “Nuestro objetivo”, explicó Daniels sobre el grupo de estudio, “es ofrecer recomendaciones prácticas al Santo Padre para fortalecer la misión de la Iglesia en esta cultura digital, asegurándonos de que se mantenga firmemente arraigada en nuestro llamado a encontrar a las personas dondequiera que estén, orientándolas hacia una comunión más profunda con Cristo y entre sí”.

Pál Tóth, profesor del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, habló desde Hungría y explicó que “para sanar las profundas heridas del mundo globalizado, se necesita una colaboración transversal, incluso con quienes tienen concepciones parcialmente diferentes a las nuestras. La idea del consenso diferenciado promueve un nuevo tipo de relación social: colaboramos para la realización de algunos valores, mientras que permanecemos en plataformas diferentes para otros”.

El Sínodo se construye a partir de los últimos. Esto surge de la experiencia de Muriel Fleury y Béatrice Binaghi, respectivamente responsables de Comunicación y encargada de Redes Sociales del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. “Dar voz a quienes no la tienen”, dice Fleury, recordando que “hablar de quienes son explotados o marginados por los procesos dominantes significa hacer que estas personas existan. Sin estas voces a contracorriente, todo favorecería a quienes dominan, porque callar significa terminar apoyando a quienes maltratan, esclavizan, exprimen y quieren invisibilizar a demasiados hombres y mujeres”. Y Binaghi habló de la red de colaboración nacida entre los “obispos de frontera” responsables de la pastoral migratoria en Colombia, Costa Rica y Panamá, especialmente para afrontar la crítica situación en Darién, por donde pasan cada día cientos de migrantes. “El debate y la comunicación han creado comunidad, y el trabajo que antes estaba fragmentado ahora es más sinérgico e incisivo”.

La actriz Stefania Bogo tiene la tarea de brindar dos momentos de reflexión con la lectura artística de algunos pasajes de la reciente encíclica del Papa Francisco, Dilexit nos y La atracción del mundo moderno, de Chiara Lubich.

Erica Tossani, presidenta de la Asamblea Sinodal de la Iglesia Italiana, explicó la importancia de escuchar, lo cual “no es simplemente una acción pasiva, un silencio a la espera de ser llenado por las palabras de otros. Es una actitud activa que implica atención, discernimiento y disposición a ser cuestionado. Sin escucha, la comunicación se reduce a polarización y oposición estéril”.

Entre las experiencias sinodales se encuentra la de Paolo Balduzzi, corresponsal del programa A sua immagine del canal italiano Rai 1. “Las historias que se cuentan —explica— nacen de un diálogo compartido con todo el equipo editorial. Para mí, cada entrevista es un encuentro. Y la sinodalidad parte de este encuentro con mi interlocutor; es decir, implica adentrarse en su historia, en su experiencia, e intentar comprender juntos los aspectos más esenciales de la historia”.

La historia de Mariella Matera, blogger de Alumera, un espacio de evangelización en redes sociales, quien cuenta la historia de una comunicadora fascinada por la idea de transmitir el Evangelio a través de internet. “¿Cómo puedo ser un pequeño puente entre la red y Cristo?”, se pregunta. Alumera, en el dialecto calabrés (sur de Italia), es la antigua lámpara de aceite. Así como la lámpara, mientras tiene aceite, no se apaga, así también, mientras tenga el amor de Cristo en mí, no puedo permanecer callada”.

Por último, Anita Tano, responsable de comunicaciones de United World Project-NetOne Argentina. Relató la experiencia del Genfest 2024 en Brasil, el evento juvenil del Movimiento de los Focolares con el tema Juntos para Cuidar. A través de intercambios culturales, arte y talleres, el objetivo fue reconocer la comunicación como una herramienta para cuidar la “vida de uno mismo, de los demás y del planeta”. Un mensaje que destacó la diferencia entre estar simplemente “conectados” y estar verdaderamente “unidos”.

La transmisión en vivo fue moderada por Enrico Selleri, conductor y autor de los canales de la Iglesia italiana Tv2000 e InBlu2000, y Sara Fornaro, editora jefe web de la revista italiana Città Nuova y fue promovida por NetOne junto con la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, el Dicasterio para la Comunicación, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Vatican Media, el Camino Sinodal de la Iglesia en Italia, TV2000, InBlu2000 y SIR (de la Conferencia Episcopal Italiana), el Instituto Universitario Sophia, Weca (Asociación de Católicos Web Italianos), el grupo editorial Città Nuova y la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.

Para más información y mantenerse en contacto: net4synodcom@gmail.com

www.youtube.com/@SynodalCommunicationNetwork

Lorenzo Russo

Fotos: © Pixabay

Argentina: Inundación en Bahía Blanca, un milagro inesperado

Argentina: Inundación en Bahía Blanca, un milagro inesperado

Bahía Blanca es una ciudad ubicada junto al mar, justo donde comienza la Patagonia Argentina. Con 370.000 habitantes, es el centro económico, religioso y cultural de toda una vasta región. A pocos kilómetros, otras 80.000 personas, viven en la ciudad de Punta Alta. Juntas, cuentan con un Polo Petroquímico importantísimo, un grupo de 7 diferentes puertos (multipropósito, cerealero, de frutas, pesca, gas, petróleo y fertilizantes) y la principal Base de la Marina Argentina.

En esta región, la media de lluvias que se puede esperar que caiga en todo un año es de 650 mm., pero el viernes 7 marzo 2025, se precipitaron 400 mm en apenas 7 horas. Semejante cantidad de agua, en su recorrido hacia el mar, aumentó su velocidad y arrasó con todo lo que encontró a su paso. Puentes, canales, vías férreas, rutas, calles, automóviles, casas, comercios… y personas.

La población se encontró de repente con una escena dantesca de proporciones inimaginables, como si se hubiera tratado de un tsunami. Un corte abrupto del servicio de energía eléctrica, interrumpió también las comunicaciones telefónicas y de esta manera nadie tenía una idea de cómo estarían las otras personas, la familia, amistades y compañeros de trabajo.

Sin embargo, algo dentro de esta comunidad despertó y el conjunto de todas las leyes universales se comprimió en un sólo verbo: Servir.

A medida que el agua y el barro lo iban permitiendo, miles y miles de personas comenzaron a volcarse a las calles. Cada uno realizaba un primer chequeo de daños en su propia casa, pero inmediatamente la mirada se trasladaba al vecino, para ver si necesitaba ayuda. Quien lograba acomodarse un poco, se ponía a total disposición para ayudar a los demás. Todos fuimos testigos y protagonistas de un milagro gigantesco que se multiplicó, con una creatividad y una contundencia maravillosas.

Sólo valía la entrega de tus proprias manos, ayudando a retirar el agua y el barro de las casas, limpiando, ordenando, buscando trapos, baldes con agua, desinfectante, llevando heridos a los centros de salud, atendiendo mascotas, alojando a otras personas que lo perdieron todo, empujando, alentando, abrazando, compartiendo cada dolor. Nadie se daba el permiso de quejarse demasiado: “Para mí fue muy difícil, pero al lado de lo que le tocó a otros…” se decían.

Mientras ayudaba a unos amigos, se acercó un matrimonio repartiendo empanadas gratuitamente. Otros, algo para beber. Quienes disponían de algún generador de energía lo ofrecían para recargar las baterías de los teléfonos. Otros ofrecían bombas para retirar el agua. Una óptica ofrecía lentes gratuitamente para quienes habían perdido los suyos. Una señora regalaba desinfectantes, un médico recorría los domicilios, un señor ofrecía sus servicios de albañilería y otro de mecánico automotor. Todo circulaba: Velas, alimentos, ropa, pañales, colchones, agua potable, escobas, manos, más manos y más manos.

Y luego llegó la solidaridad de todo el país y de personas del mundo entero. En camión, en tren, en bus, en camionetas… toneladas de donaciones, que necesitaban de más voluntarios para la carga, descarga, clasificación y entrega. Voluntarios que no dejaban de multiplicarse. Y también dinero, entregado con muchísima generosidad. Parroquias, clubes, escuelas, empresas, todas las organizaciones existentes dieron todo lo que pudieron. Y también otro tipo de organización: los grupos de amigos. Como una especie de patrullas, espontáneamente cada grupo de amigos se puso en sus hombros un pequeño sector de la ciudad en donde se veía que sería más difícil que la ayuda gubernamental pudiera llegar a tiempo. Recorren aún hoy casa por casa, puerta por puerta y anotan todo tipo de necesidades. Luego se encargan de cubrir puntualmente aquello que fuera necesario.

Todas las manos de esas personas, aún sin saberlo, sin creerlo o sin imaginarlo se han transformado en “manos divinas”. Porque es la manera más concreta que Dios utiliza para llegar a quién lo necesita. Personalmente viví momentos de mucha preocupación al no poder saber cómo se encontrarían mis hermanos, o mis amigos. Quería llegar a ellos, pero resultaba imposible. Entonces decidí brindar mi ayuda allí donde pudiera llegar. Figurativamente lo llamé mi “metro cuadrado”. Más tarde pude llegar hasta mis seres queridos y encontré en cada caso que muchísimas otras personas, desconocidas, habían estado ayudando allí, donde yo no había podido.

Luego de varios días, en algunos sectores de la ciudad el agua no termina de retirarse. El dolor y las dificultades persisten. Las pérdidas han sido enormes. Y aun así encontrarás por todos lados gente con grandes ojeras y muchos dolores musculares, por haber estado brindándose casi sin descanso. Pero con el corazón a flor de piel y la plenitud en la mirada, por haberlo dado todo por los demás.

Juan Del Santo (Bahía Blanca, Argentina)
Foto: © Focolari Bahia Blanca

Una humanidad, un planeta: el liderazgo sinodal

Una humanidad, un planeta: el liderazgo sinodal

El Movimiento Político por la Unidad junto con la ONG New Humanity, expresiones ambas del Movimiento de los Focolares, con el apoyo de Porticus, promueven el proyecto político que lleva como título “Una humanidad, un planeta: liderazgo sinodal”. Dirigido a jóvenes entre los 18 y los 40 años con experiencia en representación política, liderazgo gubernamental o en los movimientos sociales, el programa ofrece formación académica, mentoring (mentoría) personalizado y un hackathon en Roma con expertos internacionales.

Objetivo: reforzar la participación de los jóvenes políticos en los procesos de advocacy político a nivel global, a través de un itinerario de reflexión y acción colaborativa entre líderes socio-políticos, generando una red global de jóvenes líderes provenientes de los distintos continentes. Un reto para superar las actuales crisis (sociales, ambientales, políticas y económicas) y ser una contribución en la creación de una red de liderazgo para la generación y el desarrollo de estrategias políticas a nivel internacional.

El programa comenzará a finales de abril de 2025, la fecha última para la presentación de las solicitudes es el 31 de marzo, tendrá la duración de dos años y será totalmente gratuito. Están previstos aportes de prestigiosas instituciones académicas y ONG internacionales. La implementación será mixta, de manera presencial y online, a través de módulos interactivos con expertos provenientes de todo el mundo, entre los cuales importantes líderes políticos y docentes de reconocidas universidades. Está en programa un evento de una semana en Roma –del 6 al 12 de octubre de 2025– con huéspedes de nivel internacional, para crear juntos propuestas de acciones de colaboración a nivel global con la finalidad de resolver los actuales retos sociales, ambientales y económicos.

El idioma no debería ser un obstáculo, ya que en los encuentros sincronizados habrá traducciones en castellano, portugués, francés, inglés, italiano u otros idiomas según las exigencias.

¿Qué ofrece el programa?

Es un proceso de acción colectiva global que integra formación, relaciones, instrumentos y encuentros. Ofrece experiencias e herramientas para aumentar la calidad de la política y así mejorar la incidencia en la transformación social. Están previstos espacios de formación y construcción colectiva de conocimientos, con intercambio con docentes y expertos internacionales, además de espacios de reflexión entre los participantes. Los jóvenes intervinientes estarán acompañados siempre por un mentor con experiencia política para mejorar su propio proyecto político en un ámbito social, económico y ambiental, y serán integrados –a partir del segundo año– a una red global de 600 jóvenes líderes provenientes de los diferentes continentes.

A la conclusión se les entregará un diploma formal que certifica la participación en el programa.

Para mayores informaciones hacer click aquí o contactar politicalinnovation@mppu.org

Noticias actualizadas en los canales Instagram, Facebook, LinkedIn de mppu_international

Lorenzo Russo

Foto: © Pexels

Vivir el Jubileo viviendo en Roma

Vivir el Jubileo viviendo en Roma

En este año dedicado al Jubileo de la Esperanza, los Gen4 de Roma – los niños del Movimiento de los Focolares – han iniciado un camino por etapas para profundizar en la historia del cristianismo y entender cómo vivir el Jubileo en su ciudad que acoge a millones de peregrinos de todo el mundo. Las etapas se refieren a las basílicas vaticanas en Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor. Como guía buscaron la ayuda del Padre Fabio Ciardi, OMI, profesor de teología espiritual y autor de numerosos libros y publicaciones.

Primera etapa: Basílica de San Pedro

En octubre de 2024, dos meses después del inicio del Jubileo, 33 niños y otros tantos adultos, antes de entrar en la Basílica de San Pedro, pudieron vivir la experiencia de una realidad muy especial, situada junto a la residencia donde se aloja el Papa Francisco. Es el Dispensario de Santa Marta, un lugar donde el Evangelio se hace carne cada día y se manifiesta a través de la ayuda a cientos de madres y niños. Una oportunidad para explicar a los Gen4 cómo pueden vivir concretamente el Jubileo ayudando a los demás.

“Se trata de un auténtico centro médico familiar, que inició esta obra de atención a los niños pobres y a sus familias en 1922 – explica el padre Fabio -. Hoy son más de 400 los niños que, junto con sus madres, son atendidos gratuitamente por unos sesenta médicos voluntarios. “Se trata en su mayoría de personas sin permiso de residencia y sin asistencia sanitaria”. Consultas ginecológicas y pediátricas, pero también visitas al dentista para personas sin techo.

El padre Fabio luego vincula su relato con la historia de San Pedro a través de algunos dibujos. Los niños escuchan en solemne silencio su voz a través de los auriculares: “Jesús encuentra a Simón el pescador y le invita a seguirlo. «Ven conmigo», le dice, «te haré pescador de hombres». Y le da un nombre nuevo, lo llama Pedro, que significa roca, porque quiere edificar sobre él su Iglesia”. Y mientras continúa la historia, nos trasladamos a la basílica para orar ante la tumba de San Pedro. “Pedro llegó a Roma. Cuando Nerón quemó la ciudad culpó a los cristianos y Pedro fue asesinado en el circo del emperador Calígula que Nerón había restaurado… y finalmente la tumba de San Pedro en su basílica”. Hay una atmósfera de recogimiento entre los Gen4, a pesar de la gran afluencia de turistas en esta tarde de sábado romano. Dirigiéndonos hacia la Puerta Santa se camina descubriendo algunas obras de arte. “Esta Virgen era muy querida por Chiara Lubich”, dice el padre Fabio en la nave derecha: “cada vez que venía a la basílica se paraba aquí para rezar a María”.

La etapa en San Juan de Letrán

Llega así la segunda etapa en enero de 2025. Esta vez el grupo es más numeroso: 140 personas, incluidos 60 niños, siempre bajo la guía experta del padre Fabio, se reunieron para descubrir la Basílica de San Juan de Letrán, llena de sorpresas y tesoros vinculados a la historia del cristianismo. Atentos y curiosos, con los auriculares puestos, durante poco más de dos horas los Gen4 permanecieron escuchando el intenso relato del Padre Fabio.

“Ha sido bonito contar la historia del obelisco, explicar el significado del claustro – escribe el padre Fabio en su blog -, ha sido bonito contar las historias de San Juan Bautista y San Juan Evangelista y dejar que los niños fueran y descubrieran sus estatuas en la basílica. Ha sido bonito mostrar la antigua silla del Papa y la actual, en la que se sienta para tomar posesión de su cargo. Ha sido hermoso señalar las reliquias de la mesa en la que Jesús celebró la Última Cena y aquella en la que Pedro celebraba aquí en Roma. Ha sido bonito cruzar juntos la Puerta Santa… Ha sido bonito estar con los niños y contarles cosas bonitas…”

Los niños ya han construido una relación especial con el padre Fabio. Caminan junto a él en la basílica, le estrechan la mano, le hacen preguntas para aprender más. “Pero, ¿cómo es el Paraíso?”, pregunta un Gen4. “Imagina un día de escuela con muchas tareas. Cuando terminas, vuelves a casa y la encuentras hermosa, acogedora, cálida, con tus padres, abuelos, amigos que te dan alegría y atención. Te sientes feliz en ese momento, ¿verdad? Y así es el Paraíso: un lugar donde te sientes bien, ¡donde te sientes como en casa!”. Esta etapa también termina. Regresamos a casa felices y conscientes de que el Jubileo debe ser para nosotros un momento para dar esperanza y felicidad a los más desfavorecidos, a nuestros pobres, a los que sufren.

El viaje sigue, pero las buenas oportunidades se renuevan con las otras generaciones.

A la espera de continuar este viaje con los Gen4, los Gen3 (40 adolescentes), los Gen2 (30 jóvenes) y un grupo de adultos, fascinados por la experiencia positiva que los niños estaban viviendo con el Padre Fabio, quisieron hacer el mismo itinerario, siempre guiados por él.

“Primero los niños, luego los adolescentes, luego los jóvenes y los adultos. San Juan de Letrán, San Pedro, San Pablo y Santa María la Mayor. Así vivo y hago vivir el Jubileo”, escribe el padre Fabio en su blog. “Hablo de historia, de arte, de espiritualidad, porque todo está entrelazado, lo humano y lo divino, el pasado y el presente. Son monumentos vivos, que después de cientos de años siguen hablando y siguen contando cosas siempre bellas”.

Y los jóvenes agradecieron al Padre Fabio “por haber preparado nuestros corazones para tan bella experiencia, nos ayudó a recorrer juntos esta etapa del Año Santo, con profundidad e ironía. “Nos gustó mucho el ambiente que has conseguido crear, despertando en nosotros el deseo de visitar juntos otros lugares romanos importantes para los primeros cristianos y el deseo de profundizar en el significado de ser peregrinos en camino hacia la meta del Paraíso”.

Lorenzo Russo

Apóstoles de la esperanza contra la trata de personas

Apóstoles de la esperanza contra la trata de personas

En este mes de febrero celebramos la 11ª edición de la Jornada Mundial de oración y reflexión contra la Trata de Personas, que se celebra cada año el 8 de febrero con motivo de la festividad de Santa Josefina Bakhita, la monja sudanesa que de niña vivió la dramática experiencia de ser víctima de trata.

Este año el evento se inspira en la invitación del Papa Francisco a ser peregrinos de paz y apóstoles de la esperanza y se enmarca en los eventos vinculados al Jubileo 2025. El tema elegido es: Embajadores de la esperanza: Juntos contra la Trata de Personas.

Celebrada en todo el mundo, la Jornada Mundial de oración y reflexión contra la Trata de Personas fue instaurada por el Papa Francisco en 2015. La coordinación, confiada a Talitha Kum, se vale de una red de organizaciones – entre ellas el Movimiento de los Focolares – con el objetivo de rezar juntos, reflexionando colectivamente sobre las realidades de la trata de personas y apoyando a las víctimas, los sobrevivientes y las poblaciones vulnerables. En particular, esta iniciativa tiene como objetivo promover y ayudar a las mujeres, los niños, los migrantes, los refugiados y los jóvenes.

Este año, durante la semana del 4 al 10 de febrero, se realizarán diversos eventos orientados a crear conciencia sobre el tema. Más de 100 representantes de diferentes organizaciones asociadas (jóvenes de todo el mundo, simpatizantes y activistas, supervivientes, refugiados, migrantes y figuras públicas de la industria del arte y el cine) se reúnen en Roma para promover un llamamiento a la esperanza, la paz, el amor y la unidad de la Iglesia católica con el fin de sanar las heridas del mundo. Entre los diversos eventos, el 6 de febrero, de las 16 a las 19 horas (hora italiana), el Gen Verde participará en el evento “Invocar la esperanza y promover eventos de sanación” en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Pero el evento central será la peregrinación online prevista para el 7 de febrero de las 11.30 a las 16.30 (hora italiana): un maratón de oración y reflexión a través de todos los continentes y disponible en cinco idiomas.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó recientemente la Declaración “Dignitas Infinita” que se refiere a las graves violaciones de la dignidad humana, como la trata de personas descrita como “una actividad innoble, una vergüenza para nuestras sociedades que pretenden ser civilizadas”. Asimismo, subraya la importancia de combatir fenómenos como “el tráfico de órganos y tejidos humanos, la explotación sexual de niños y niñas, el trabajo esclavo, incluida la prostitución, el tráfico de drogas y de armas, el terrorismo y el crimen organizado internacional”. También se mencionan las repercusiones de este crimen contra la humanidad. “La trata de personas desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y su dignidad”.

Actualmente se estima que 50 millones de personas están afectadas por la esclavitud moderna en todo el mundo. Quienes más sufren las consecuencias son las mujeres y los niños. El Año Jubilar y el tema de la esperanza resaltan la importancia de promover este valor también a través de acciones concretas como la lucha global contra la horrible realidad de la trata de personas. Por eso estamos llamados a la acción, a ser embajadores de esperanza, porque la dignidad y la fraternidad humana que todos defendemos están en grave peligro.

Para información: www.preghieracontrotratta.org

Lorenzo Russo