Movimiento de los Focolares
Feliz cumpleaños Danilo

Feliz cumpleaños Danilo

Los 100 Años de Danilo Zanzucchi. Focolarino casado – entre los primeros tras la estela de luz de Igino Giordani – Danilo inmediatamente, con su esposa Anna Maria, serán el matrimonio guía de Familias Nuevas a nivel mundial. Chiara siempre ha tenido predilección por aquel joven ingeniero que después de haber realizado sus primeras construcciones en el norte de Italia (“y todavía están todos en pie”, asegura Danilo con orgullo), deja una promisoria carrera para transferirse a la capital y colaborar con dedicación exclusiva como familia, con los fines del Movimiento. Pero el aprecio de Chiara por Danilo reside sobre todo en su haber sabido acoger completamente el carisma que el Espíritu Santo le había confiado. Entre las tareas que asumió, la colaboración en la construcción del Centro de Mariapolis en Rocca di Papa, la sede internacional del Movimiento. Focolarino casado – entre los primeros tras la estela de luz de Igino Giordani- Danilo inmediatamente, con su esposa Anna Maria, serán el matrimonio guía de Familias Nuevas a nivel mundial, desarrollando en el tiempo una innovadora como eficaz pastoral familiar valorada en todas las latitudes por la rica espiritualidad que contiene y por su apertura  a lo contemporáneo. Danilo no ha pasado desapercibido, ni siquiera en los vértices eclesiásticos, impresionados por su presencia brillante, por sus habilidades, por su profunda interioridad. Fue presidente de los hombres de Acción Católica en su Parma (Italia) y una vez transferido a Roma será consultor y sucesivamente miembro del dicasterio para la familia del Vaticano. Estas últimas responsabilidades fueron compartidas con Anna Maria . Fueron huéspedes varias veces de la casa del papa Wojtyla y estuvieron presentes en  servicio a la familia en transmisiones televisivas así como  en mundovisión.  Fue el pontífice polaco que en su visita al centro internacional del Movimiento (1984), que al escuchar a Danilo no dudó en nombrarlo con simpatía “ministro de relaciones exteriores de los Focolares”. Esta colaboración continuó  con Benedicto XVI. Fue significativo su pedido a los esposos Zanzucchi de escribir el texto para uno de los Via Crucis (2012) en el Coliseo de Roma, presidido por él. Danilo festeja sus 100 años junto a  Anna Maria (90), y los 5 hijos (de los cuales dos focolarinos y dos focolarinos casados), los 12 nietos y todo el mundo focolarino, en particular las innumerables familias de los distintos continentes de las cuales han sido ejemplo con Anna Maria, confidentes, guías, permaneciendo para cada una un punto de referencia amable y seguro. Sus condiciones sicofísicas permanecen en excelente estado, no obstante los temores por su salud -experimentados por Chiara y todos  nosotros unos años atrás, que obviamente fue recuperada. Logra ir a Misa casi todos los días. No es raro verlo participar en los encuentros periódicos de su focolar  así como en los de familia focolar. Tal vez por su designio especial, el Señor lo ha preservado también en dos fuertes episodios de la segunda guerra mundial. El mismo cuenta que de no haber sido por un providencial empujón de un soldado que lo impulsó hacia otro lugar, habría muerto bajo una bomba que estaba estrellando justo donde él se encontraba. Más adelante, lo que lo salvó del fuego de un pelotón de ejecución que ya se había desplegado, fue su conocimiento de la lengua alemana. Todavía hoy, para amenizar momentos un poco complicados, Danilo trata de recitar uno de sus míticos y fragorosos discursos en esa lengua, generando en todos el buen humor por las múltiples variantes lexicales que se permite. La gratitud de todo el Movimiento Familias Nuevas para este siglo de la vida de Danilo, toda donada a Dios y a los hermanos, se dirige a su gran figura de hombre de fe y de obras. Gracias Danilo por ser un gigante de rectitud y sensibilidad, un ejemplo de simplicidad y sabiduría, un temperamento de líder y de artista: un santo en la puerta de al lado. Gracias también Danilo por no haberte detenido nunca, ni siquiera ahora que tienes cien años, de personificar ese niño evangélico que desde siempre ha brillado a través de tu ser, de tu decir, de tu humor fino, de tus acuarelas, de tus innumerables caricaturas a menudo improvisadas sobre servilletas de papel, que magistralmente capturan y expresan lo mejor que hay en cada uno de los protagonistas a quienes están dedicadas. MUCHAS FELICIDADES DANILO!!!! Desde el sitio web de New Families

El amor de los amores

La pandemia del Coronavirus es una prueba de fuego no solo para los sistemas sanitarios, sino también para las personas comprometidas en la política, desde el nivel municipal hasta el  internacional. Al siguiente fragmento de un discurso de Chiara Lubich se le puede llamar plenamente un “himno a la política”. Es un reto para todos los políticos, y puede llenar los corazones de los ciudadanos de gratitud hacia todos aquellos que día tras día deben hacer opciones valientes. […] Si los nuevos Movimientos, en general, se interesan por las cosas humanas, uno de ellos, el Movimiento de los Focolares, ha dado origen también a una expresión política: el Movimiento Político por la Unidad, cuyo fin específico es precisamente la fraternidad en la política. […] Hemos comprendido, ante todo, que existe una verdadera vocación a la política. El que cree advierte en ella la voz de Dios que le encomienda una tarea. Pero también el que no cree se siente llamado a ella, por ejemplo, por la existencia de una necesidad social, de una categoría débil que pide ayuda… Y la respuesta a la vocación política es ante todo un acto de fraternidad: se entra en ese campo para algo público, que concierne a los demás, queriendo su bien como si fuera el propio. Es más, la tarea del amor político es crear y custodiar las condiciones que les permiten florecer a todos los demás amores: el amor de los jóvenes que quieren casarse y necesitan una casa y un trabajo, el amor del que quiere estudiar y necesita escuelas y libros, el amor del que se dedica a su propia empresa y necesita carreteras y ferrocarriles, reglas seguras… La política, por lo tanto, es el amor de los amores, que hace que las personas colaboren entre ellas, haciendo que las necesidades se encuentren con los recursos, infundiendo en todos la confianza recíproca. La política se puede comparar al tallo de una flor, que sostiene y alimenta el renovado brotar de los pétalos de la comunidad. En el Movimiento Político por la Unidad constatamos que vivir la propia opción política como una vocación de amor lleva a comprender que también los que han hecho una elección política diferente de la nuestra, pueden estar impulsados por una análoga vocación de amor. Y que también ellos forman parte –a su modo– del mismo designio, aunque se presenten como adversarios. La fraternidad permite reconocer su función, respetarla y ayudarlos – también a través de una crítica constructiva– a ser fieles, mientras nosotros lo somos a la nuestra. En el Movimiento Político por la Unidad se piensa que se tendría que vivir la fraternidad de tal modo de llegar a amar el partido de los otros como el propio, sabiendo que ambos no han surgido por casualidad, sino que responden a una exigencia histórica presente en la comunidad nacional. La fraternidad hace emerger los valores auténticos de cada uno y reconstruye la totalidad del designio político de una nación. Lo testimonian, por ejemplo, las iniciativas de miembros del Movimiento Político por la Unidad orientadas a crear una relación fraterna entre la mayoría y la oposición, tanto a nivel de Parlamentos nacionales, como en el gobierno de las ciudades, iniciativas que se han traducido en leyes del Estado o en políticas locales que han unido las ciudades en las que se han realizado. Aquel que, respondiendo a su vocación política, comienza a vivir la fraternidad, se introduce así en una dimensión universal que lo abre a toda la humanidad. Y cuando toma decisiones se cuestiona si lo que está decidiendo, aunque responda a los intereses de su propia nación, no conlleve un daño para las demás. El político de la unidad ama la patria de los demás como la suya.

Chiara Lubich

De: Chiara Lubich, Europa unida por un mundo unido. Discurso al Movimiento Europeo, Madrid (España), 3 de diciembre de 2002

Evangelio vivido/1 – Punto firme

En la vida puede suceder de todo, situaciones alegres o difíciles, lutos, victorias o derrotas pero podemos afrontar todas las circunstancias siguiendo un único común denominador, la relación con Dios. Las circunstancias serán siempre diversas, pero Él está siempre presente; siempre con nosotros. En aislamiento «Mañana –dijo el médico- la pondremos en aislamiento». Me sentí como una apestada. Sabía que algunos por esta enfermedad habían muerto. ¡Morir! No me daba miedo el dolor, que se sumaba a la última batalla por la vida, sino desapegarme de los míos, era un dolor agudo como una espada en el corazón. No los había saludado. Y ahora… quizás no los volvería a ver. Lloraba. Sin embargo, morir quería decir encontrarme con Jesús a quien amaba. Pero me parecía que el amor de tantos que había dado y recibido aquí en la tierra me sujetaba a acá abajo y que el vuelo hacia lo alto era fatigoso. A ellos los conocía, aquello no lo conocía bien todavía. ¡Sin embargo siempre había tratado de amar a Jesús en cada prójimo, en los parientes, amigos, conocidos y desconocidos «Eres tú Jesús, a quien he amado y encontrado en cada uno, el mismo que –si ahora muero- encontraré». Este último pensamiento lentamente me dio paz. Permanecí largo tiempo aislada, con altos y bajos en la enfermedad, pero casi envuelta por una presencia arcana con la posibilidad de hablar al Único que me escuchaba y que podía escuchar. M. – Italia Mala educación en la escuela No sé si yo he envejecido o si decididamente han cambiado las generaciones. Hablaba de esto con los colegas profesores y todos llegamos a la conclusión de que lamentablemente faltaban las bases de la educación. No sólo era la falta de respeto hacia los profesores, también de parte de los padres de familia que mantenían una actitud de abierto juicio hacia los docentes, sino que se percibía una completa ausencia de atención hacia el otro. En uno de los grupos más difíciles de “digerir”, después de un hecho lamentable, hice presente cómo en cada cultura y tradición existe una norma fundamental para la convivencia: «Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti». Y pregunté a cada uno si les parecía que una norma así era aceptable. Después de un gran silencio empezó a hablar un alumno, después otra… y al final se creó un auténtico diálogo. A partir de aquel día algo cambió, de forma casi imperceptible, pero algo cambió. Una vez más tuve que retractarme. Los jóvenes tienen necesidad de puntos de referencia auténticos y firmes. C. – España Tenía la tentación de emigrar… Siendo especialista en enfermedades infecciosas, debido a la falta de estructuras sanitarias, a la falta de higiene y a los sueldos insignificantes, sentía la tentación de emigrar como muchos de mis colegas. Sin embargo, después de reflexionarlo con mi esposa, decidí seguir al servicio de mis hermanos en nuestro país. Con el apoyo de amigos cristianos en el extranjero, fue posible construir una estructura sanitaria completa para un laboratorio de análisis y garantizar medicamentos para los más pobres. Además del desarrollo de actividades productivas para mejorar la alimentación básica, intentamos asegurar también un apoyo psicosocial a los enfermos y a sus familias. M.- República Democrática del Congo

A cargo de Stefania Tanesini

Maria Voce sobre el “Chiara-después”

Maria Voce sobre el “Chiara-después”

Sale hoy, por ahora en italiano, “Luce che avvolge il mondo”[1] el nuevo libro de María Voce publicado por la Editorial “Città Nuova”. Una relectura profunda y valiente de los puntos fundamentales de la espiritualidad de la unidad a la luz de las preguntas de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo y del futuro próximo. Luce che avvolge il mondo es probablemente su último libro como presidente y hay que decir que encontramos en él, más que en cualquier otro texto producido en los 12 años que ha guiado el Movimiento de los Focolares, todo el pensamiento de María Voce: los pilares de su acción, su legado, pero también su vivencia en el delicadísimo tiempo que siguió a la muerte de una fundadora carismática como Chiara Lubich. Sí, porque en este volumen que sin duda merece una lectura “lenta“,  meditada y que requiere el debido tiempo para una reflexión profunda, encontramos toda la adhesión espiritual, cultural y vital de María Voce al carisma de la unidad. Contiene una serie de discursos pronunciados en varias ocasiones sobre los doce puntos fundamentales de la espiritualidad del Movimiento de los Focolares  –Dios Amor, la Voluntad de Dios, la Palabra, el hermano, el amor recíproco, la Eucaristía, la Unidad, Jesús Abandonado, María, la Iglesia, el Espíritu Santo, Jesús en medio- completados, con un ritmo anual, a lo largo de sus dos mandatos. “María, sin embargo, no ha querido repetir, sino releer.- Explica el amigo Andrea Riccardi, autor del prefacio –  Ha releído el mensaje y el carisma de Chiara en una Iglesia y en un mundo que han cambiado. Porque los movimientos espirituales crecen en la profunda tensión entre la fidelidad a los orígenes y al carisma por un lado, pero por el otro, en la exploración de la vida y de la historia del mañana […] un ejemplo singular y egregio de esa fidelidad creativa que se requiere de los seguidores – especialmente si son dirigentes- de los fundadores y de las fundadoras”. ¿Con qué espíritu? se pregunta Jesús Moran,  copresidente, en la introducción. El de la actualización: “María Voce no repite en estos temas suyos los que Chiara hizo en el pasado, sino que los actualiza (…), nos dona una nueva comprensión de los puntos de la espiritualidad de la unidad recurriendo directamente a la fuente de la inspiración de Chiara Lubich, pero subrayando en ellos ulteriores significados y haciendo resonar tonalidades inexpresadas hasta ahora, incitada también por las preguntas que los miembros del Movimiento de los Focolares se hacen cada vez más, al contacto con las vicisitudes de la historia actual de la Iglesia y de la humanidad. Página tras página son diversas las preguntas más o menos explícitas que María Voce intercepta en el pueblo de los Focolares de hoy, como esta: “Entonces, ¿qué le pide Dios a las personas del Movimiento? Les pide alcanzar el propio ambiente, involucrando en la unidad a sus prójimos, pero con la apertura hacia todos los demás. Bastaría esto, decía también Chiara en esa circunstancia. Y subrayaba fuertemente que Dios quiere de nosotros ante todo esto: que nos hagamos uno con el hermano que está a nuestro lado, con el que camina con nosotros en la vida, con quienes conocemos día a día, también – como es posible – a través de los medios de comunicación. Por lo tanto, estamos llamados a vivir la unidad en cada momento de nuestra vida, día tras día, como sucedía al principio”. Ofrece también su lectura frente a las luces y sombras en el proceder de los Focolares en un momento como este en el que la pandemia ha puesto en discusión muchas cosas tanto a nivel personal como comunitario, también en vista de la próxima asamblea del 2021 en la que el Movimiento volverá a reunirse  para elegir a la nueva presidente y a los cargos directivos: “En este periodo nos parece que Dios nos impulse hacia delante, para extender la siembra en campos nuevos y más amplios, sin temer la disminución de las fuerzas o la pérdida de posiciones alcanzadas, sino asistiendo con alegría a la apertura de horizontes siempre nuevos y al florecer de innumerables pequeñas células de la Iglesia, vivas, distribuidas por el mundo, dondequiera que dos o más están dispuestos a amarse con este amor recíproco, y van al encuentro de los hombres, para que, como ha auspiciado el Papa Francisco, las personas encuentren a Dios. Una lectura que hoy se debe considerar atentamente para enriquecernos de una comprensión del presente y mirar al futuro próximo con el optimismo típico de María Voce, que ciertamente no es ingenuo, porque se está basado en la palabra evangélica de la unidad y en la vida que de ella surgió en todo el mundo.

Stefania Tanesini

 [1] Luz que envuelve el mundo

Líbano: levantarse de entre los escombros

Líbano: levantarse de entre los escombros

Tras la devastante explosión en Beirut en la noche del 4 de agosto la comunidad local de los Focolares junto con la Asociación “Humanité Nouvelle” se han puesto a trabajar  para ir al encuentro de las exigencias más urgentes de la gente afectada por la catástrofe.  Más de 100 muertos y cuatro mil heridos ha causado la enorme explosión acaecida el martes 4 de agosto a las 18.10 de la hora local, en la zona cercana al puerto de la capital libanesa Beirut. Puertas y ventanas de vidrio se rompieron hasta una distancia de diez kilómetros de la zona del desastre.  El gobierno habla de alrededor de 300.000 habitantes sin techo. Ya antes de esta catástrofe el país de los cedros se encontraba frente a una fuerte crisis económica aumentada aún por los efectos de la pandemia del coronavirus. Según fuentes oficiales más del  45% de la población vive en la pobreza y la desocupación subió al 35%. La explosión del 4 de agosto da un ulterior y muy fuerte golpe no sólo a la economía y a la infraestructrua  del Líbano sino también al ánimo de un pueblo que sufrió tanta violencia en las últimas décadas. Como todas las asociaciones humanitarias la agencia “Humanité Nouvelle” de los Focolares también se ha puesto en movimiento para ayudar a los más afectados.  Con la ayuda de la comunidad local del Movimiento se ha puesto a disposición el Centro Mariápolis “La Sorgente” en la localidad de Ain Aar cerca de Beirut para todos aquellos que han perdido su casa. Grupos de jóvenes y adultos se han manifestado disponibles para ayudar a las familias y la gente más afectada, informándose de las necesidades de todo tipo: víveres, material para la limpieza de las casas y viviendas en general. ________________________________________ Se ha activado la Coordinación Emergencias el Movimiento de los Focolares, que intervendrá  a través de las organizaciones AMU y AFN. Para quien quiera colaborar, se han activado las siguientes cuentas corrientes bancarias:

Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT58 S050 1803 2000 0001 1204 344 Código SWIFT/BIC: CCRTIT2T en Banca Popolare Etica

Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT11G0306909606100000001060 Código SWIFT/BIC: BCITITMM en Banca Intesa San Paolo

Motivo: Emergencia Líbano

Las contribuciones depositadas en las dos cuentas corrientes con esta motivación serán administradas conjuntamente por AMU y AFN. Para estas donaciones se prevén beneficios fiscales en muchos países de la Unión Europea y en otros países del mundo, según las diferentes normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y reducciones de impuestos, según la normativa prevista para las Organizaciones sin fines de lucro, de hasta el 10% de los ingresos y con el límite de € 70.000.00 anuales, con excepción de las donaciones hechas en efectivo.
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Para mantenerse al día sobre la recaudación de fondos para esta emergencia, visite los sitios web de AMU y AFN.
El poder de la comunión y de la providencia de Dios

El poder de la comunión y de la providencia de Dios

La historia de Armando, un venezolano que emigró con su familia a Perú. Vivir el Ideal de la unidad en la comunidad de los Focolares, compartir las propias necesidades y experimentar la fuerza de la comunión que atrae la providencia. Hace tres años, debido a la difícil situación de Venezuela, decidimos emigrar a Perú con mi esposa y nuestros dos hijos. Como ya participábamos del Movimiento de los Focolares en nuestro país, la comunidad de Lima nos encontró un hospedaje temporal para darnos la bienvenida, mientras encontraba un trabajo que me permitiera pagar el alquiler de una casa. Una persona de la comunidad, sin conocernos, nos ofreció su apartamento durante un mes, mientras iba a visitar a su hijo que vivía en otra ciudad. En cuanto nos acomodamos nos pidieron que hiciéramos la lista de las cosas que necesitábamos para compartirla con todos. Así empezar llegar abrigos, ollas, platos, cubiertos, comida, pero faltaba un par de zapatos que necesitaba con cierta urgencia… Al final del mes, como todavía no tenía trabajo, nos mudamos a otro albergue temporal. Fuimos a agradecer a quien, sin conocernos, nos había prestado esa casa. Después de conocernos mejor dijo: “Si puedo ayudarlos con algo más, díganmelo”.  Les dijimos que habíamos hecho una lista y que la única cosa que nos faltaba eran los zapatos. “Sí, vi el anuncio en el chat del WhatsApp”, dijo, “sólo que yo uso el 38…; de todas formas pruébalos (y se quitó los zapatos), si te quedan son tuyos”. Los probé y eran perfectos. Y agregó: “Pero en el anuncio dijiste que necesitabas zapatos deportivos” Fue a la habitación y trajo un par de zapatos deportivos: “Toma también estos”. Fue así como llegaron de providencia los zapatos que sigo utilizando. Una noche, en una reunión con algunas personas con las que compartimos el ideal evangélico de la unidad, pude experimentar, una vez más, el poder de la comunión, de compartir los propios logros, fracasos, alegrías, necesidades… tomando ejemplo de las primeras comunidades cristianas que “ponían todo en común y entre ellos no había necesitados” (Hechos, 4: 32-36). Fue un hecho puntual: uno de los participantes contó que dos de sus hijos, en una pelea entre hermanos, dañaron la computadora. Su primera reacción fue la de castigar a sus hijos. Se sentía mal porque ahora no tenían la computadora que usaban para las tareas, justo cuando todo se hace online. Superando la rabia, llamó al técnico para que la reparara. Sin embargo, el técnico vio que no había modo de arreglarla: “el daño no tiene reparación”, explicó. Ya calmo, el padre llamó a los hijos, se disculpó por su primera reacción y se recuperó la paz en su familia. Cuando terminó de compartir lo vivido, uno de los presentes dijo que tenía una computadora que no usaba: “está a tu disposición, veremos cómo hacérsela llegar”. Para mí fue la enésima confirmación de la fuerza de la comunión. Me pregunté: “¿Si el primero no hubiese compartido su preocupación, cómo habría podido el segundo ofrecer una solución?”. A veces, estando solos, no sabemos cómo resolver un problema y nos bloqueamos en nuestro dolor; pero si damos el paso de compartirlo en comunión con los demás y sin mas interés que el de generar la comunión con los demás, Dios puede encontrar la solución precisamente a través de quien tenemos al lado.

A.M. Lima, Perú (recogida por Gustavo E. Clariá)

El “algo más”

El siguiente pensamiento de Chiara Lubich subraya una dimensión constitutiva de una “espiritualidad de comunión”: estamos indisolublemente unidos unos a otros y por ello tenemos también el deber de soportarnos. La pandemia del coronavirus nos hace constatar nuestra interdependencia, de muchas maneras; y también nos pide, en la vida de cada día, una mayor capacidad de soportar. (…)  Nosotros no tenemos que ir solos hacia Dios, sino con los hermanos. Este es nuestro “algo más”. Debemos tender a la santidad junto con los hermanos. Prácticamente debemos ayudar a nuestros hermanos a alcanzar su santidad igual que nosotros la nuestra. Es un compromiso importante que muy fácilmente olvidamos, pero que para nosotros es la condición sine qua non para alcanzar nuestra propia santidad. Más aún: solo si amamos al hermano con esta medida podemos esperar la presencia de Jesús entre nosotros. Y ¿cuál es el mejor modo de vivir esta exigencia del amor para con los hermanos? Hay varios modos, pero hay uno en particular que requiere nuestra atención, y así me lo confirma mi larga experiencia. Ya he hablado de él, pero es tan importante que conviene repetirlo. La vida de comunidad que llevamos, siempre o temporalmente, nos exige amar constantemente a nuestros hermanos, o sea hacernos siempre uno con ellos. Y es lo que intentamos hacer. Pero, aunque pusiésemos en ello todas nuestras fuerzas, no siempre lo conseguiríamos, porque estando aún en este mundo, tendemos a los defectos y a las faltas, y tarde o temprano alguno de nosotros se equivoca. ¿Qué hacer? Si somos nosotros los que faltamos al amor fraterno, activémoslo de nuevo enseguida. Y si fuesen nuestros hermanos los que se comportan así, ¿qué debemos hacer? Créanlo: es sabiduría escuchar a san Pablo cuando nos subraya el soportar, pues soportar no es una categoría inferior del amor; soportar está implícito en la caridad, es un aspecto suyo, es constitutivo de la caridad. En efecto, según el apóstol, la caridad no solo «todo lo excusa, todo lo cree y todo lo espera», sino que también «todo lo soporta» todo, dice él. Soportar es amor, es caridad. Sin eso no hay caridad. También llegará el momento de advertir al hermano de sus errores; el Evangelio exige también esto. (…) Y hagámoslo solo por amor. Desde luego, no para desahogarnos quizás por las ofensas que nos han hecho los hermanos, sino con todo el amor posible, conscientes de que, si el hermano mejora, me beneficiaré yo también. Y aquí está la novedad de nuestro itinerario espiritual: debo trabajar por la perfección de mi hermano si quiero alcanzar la mía. Estamos enlazados; no hay escapatoria.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 19 de junio de 2003) Cf.: “El algo más”, en Chiara Lubich, Unidos hacia el Padre, Ciudad Nueva, Madrid 2005, pp. 129-131.

La primera película de televisión sobre Chiara Lubich

La primera película de televisión sobre Chiara Lubich

Se transmitirá en otoño en RAI UNO, la primera red de televisión nacional italiana, la película sobre Chiara y los inicios del Movimiento de los Focolares.  “¿Puede una chica cualquiera cambiar el mundo con la simple fuerza de su sueño y de su credo?”. Esta es la clave de lectura a través de la cual el director italiano Giacomo Campiotti narrará la historia de Chiara Lubich, una maestra muy joven de la región de Trento, con poco más de 20 años, que experimenta el desánimo y la desesperación generados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Ella siente que está llamada a construir un mundo mejor, un mundo más unido. Desde entonces, se puso el objetivo de construir puentes entre los hombres, de cualquier raza, nación o religión a la que pertenezcan. Será una película biográfica de televisión, la primera transposición televisiva realizada sobre Chiara Lubich y se centrará en los primeros años, los que van desde 1943 hasta 1950. Es una coproducción entre Rai Fiction y Casanova Multimedia, producida por Luca Barbareschi. Interpretará a Chiara la famosa actriz italiana Cristiana Capotondi; el elenco también incluye a Sofía Panizzi y Valentina Ghelfi. Las grabaciones comienzan en unos días en el Trentino y empezará desde aquellos “tiempos de guerra” en los que “todo se derrumbaba” y quedaba solo Dios, como dijo la propia Chiara en una de las primeras historias sobre el nacimiento del Movimiento de los Focolares. “La fuerza de una figura como la de Chiara hoy – se lee el comunicado de prensa – es hacernos ver al otro como una posibilidad, un regalo, el portador de una semilla de verdad para ser valorada y amada, por muy distante que sea. La fraternidad universal como requisito para el diálogo y la paz. El mensaje de Chiara no solo pertenece al mundo católico y su figura ha contribuido a valorizar a la mujer y su papel también y sobre todo fuera de la institución eclesiástica”. Por lo tanto, será la historia de los primeros años, los años fundadores, en los que Chiara comprende el camino que Dios le pide que siga y comienza a recorrerlo, seguida por un grupo cada vez más grande de personas que, desde Italia, recorrerán las calles de todo el mundo. Pero también será un viaje dentro del contexto histórico, social y eclesiástico en el que se mueve Chiara, es decir, el de la Segunda Guerra Mundial, de los primeros años de la posguerra y de los fermentos preconciliares que sacuden la catolicidad. En la intención del director y los autores existe el deseo de narrar también a “la jovencita revolucionaria, que comparte todo con quienes necesitan – se lee en noticias de ANSA del 27 de julio pasado –; porque lee el Evangelio sin la presencia de un sacerdote, se vuelve tan peligrosa para la sociedad de la época y se ve obligada a rendir cuentas de su trabajo en el Santo Oficio y a pasar la prueba más difícil de su vida cuando se le pide que abandone la guía de los Focolares Pero la piedra que arrojó al estanque es imparable y crea círculos cada vez más grandes, de modo que cuando, años más tarde, Pablo VI la rehabilita, el Movimiento de los Focolares se ha extendido por todo el mundo”.

Stefania Tanesini