Jun 20, 2017 | Sin categorizar
20 de junio. El Papa Francisco visita a dos pequeñas ciudades italianas: Bozzolo (Mantua) y Barbiana (Florencia). «Para homenajear a los padres Primo Mazzolari y Lorenzo Milani, dos sacerdotes que hoy nos ofrecen un mensaje del cual tenemos necesidad. Agradezco a cuantos, en especial a sacerdotes, que me acompañarán con la oración», ha dicho el Papa en el Angelus del domingo 18 de junio. La visita privada a las tumbas de los dos sacerdotes, será un gesto muy significativo hacia estos hombres incómodos para su tiempo y por ello marginados. Precursores del Concilio Vaticano II, anticipadores de la Iglesia de los pobres, han sido indicados por Francisco como ejemplos para seguir.
Jun 20, 2017 | Sin categorizar
Cada año se celebra el 20 de junio esta Jornada programada por la ONU (UNHVCR) en el 2000, en ocasión del 50º aniversario de la Convención relativa al estado de los refugiados. La cita tiene como objetivo la sensibilización de la opinión pública sobre la condición de los emigrantes. Se trata de millones de personas obligadas a huir de las guerras y de la violencia, dejando los propios afectos, su propia casa y todo lo que formaba parte de su vida. Detrás de cada uno de ellos existen historias que merecen ser escuchadas, que encierran sufrimientos, humillaciones y el deseo de reconstruir un futuro. En la Relación Projectede Global Resettlement Needs 2017, se afirma que en el 2017 el número previsto de personas necesitadas de reubicación será de 1,19 millones, el 72% más respecto al 2014. Es ésa una de las soluciones mejores para los refugiados, junto a la acogida e integración en la sociedad y al repatriamiento voluntario.
Jun 20, 2017 | Sin categorizar
Con Alessandro De Carolis, periodista de Radio Vaticana, en calidad de moderador, dialogaron con el autor, el Padre Julián Carrón (presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación) y Maria Grazia Vergari (vice presidente del sector adultos de la Acción Católica). La periodista Giorgia Bresciani de “Radio InBlu”, entrevistó a Jesús Morán el 30 de mayo. Presentamos algunos fragmentos: G. B. – La presentación de su libro ha sido la ocasión para vivir un momento de diálogo y fraternidad entre Movimientos Eclesiales. En Pentecostés 1998, Juan Pablo II y el entonces Cardenal Ratzinger quisieron abrir un camino de comunión entre los Movimientos. Le pido que nos ayude a entender qué sucedió ese día y a qué punto estamos en ese camino. J. M. – Pienso que la jornada del 29 de mayo fue especialmente bendecida por el Espíritu Santo, una gracia para nosotros. Recuerdo muy bien la Fiesta de Pentecostés de 1998: pienso que fue la más bella de mi vida. ¡Parecía una actualización de la primera Pentecostés, por la presencia de tantas personas, por la jornada, que fue bellísima! Yo llegué de Chile, donde estaba viviendo. Efectivamente fue un momento histórico un evento eclesial, porque, por primera vez, los nuevos Movimientos se reunieron en la Plaza San Pedro todos juntos. Un encuentro fundamental entre el Carisma de Pedro y los carismas suscitados por el Espíritu Santo en este tiempo. Fue un salir a vida pública, dar visibilidad a los carismas eclesiales, un momento de “reconocimiento” de esta realidad. Desde entonces el camino ha avanzado, con momentos alternos. Esta experiencia se ha difundido también a nivel ecuménico e hizo nacer “Juntos por Europa”. Por lo tanto nos comprometimos por la unidad de los cristianos. Pero se han creado muchos otros momentos de encuentro entre los movimientos. Pero en estos años, han fallecido algunos de los fundadores y esto, obviamente, ha enlentecido un poco el camino, la partida del Padre Giussani, de Chiara Lubich y de otros, obviamente ha tenido una influencia porque esta realidad de unidad y de comunión entre los Movimientos era decididamente querida por ellos.
Una ocasión como la del 29 de mayo nos dice que debemos continuar. Ahora en una fase distinta, post-fundacional; debemos retomar esa “profecía”. Y el momento de la presentación de mi libro iba en esa dirección. G.B. – Usted hizo referencia al fallecimiento de algunos fundadores. Precisamente usted, María Voce, el Padre Carrón, están entre aquellos que están viviendo la “post-fundación”, la “segunda fase”, que es una fase delicada, la tarea de ustedes es compleja y apasionante. A la luz de lo que ha emergido del intercambio entre ustedes, ¿qué necesita en esta fase un Movimiento Eclesial? J.M. – Creo que la fase “post-fundacional” es también una fase carismática. Existen gracias distintas vinculadas a la fundación, más en la perspectiva de la encarnación, el gran desafío es que el carisma, siguiendo la línea del fundador, se vuelva cada vez más “historia”. Por lo tanto es una etapa de servicio a la Iglesia y a la humanidad. Se necesita una madurez diferente. Tenemos que trabajar más juntos, poner en evidencia todos los talentos personales y comunitarios. Porque cuando está el fundador la luz del carisma es fortísima, lo “encarna” casi él solo. Ahora Dios nos pide poner en movimiento nuestra inteligencia del carisma, nuestras fuerzas. ¡Y tenemos que hacerlo juntos! Éste es el gran desafío. Y lo que he tratado de decir con ese concepto de “fidelidad creativa” (antes usado por Juan Pablo II), es decir, fidelidad al carisma y, al mismo tiempo, capacidad de innovación, de creatividad, siempre fruto del Espíritu. Implica una mayor inserción en la Iglesia y en la sociedad.
Jun 19, 2017 | Focolare Worldwide
«Que todos sean uno. Nacimos por estas palabras, por la unidad, para contribuir a su realización en el mundo». Las palabras de Chiara Lubich, comentadas por el obispo Felix Liam, Presidente de la Conferencia Episcopal de Myanmar, el primer día del encuentro de los Obispos asiáticos amigos del Movimento de los Focolares (1- 4 de junio de 2017), evidencian bien la finalidad del congreso, que este año se desarrolló en Yangon, en Myanmar, país de Asia Sur-Oriental, en el lado occidental de Indochina. Estos congresos, que empezaron unos 40 años atrás por iniciativa de Chiara Lubich y de Klaus Hemmerle (1929-1994), entonces obispo de Aquisgrán (Alemania), se llevan a cabo cada año a nivel internacional, ecuménico y regional. En Yangon, con una fuerte presencia del episcopado de Myanmar (19 obispos), se respira un clima de familia y de recíproca acogida. Entre los 31 participantes un buen porcentaje proviene de Filipinas, India, Malasia y Corea del Sur. Comunicando la experiencia de su encuentro con la espiritualidad de la unidad, el Card. Francis Xavier Kriengsak de Bangkok, moderador de los obispos amigos de los Focolares, invita a los obispos a que descubran y ahonden en uno de los puntos fundamentales de la espiritualidad de la unidad: Jesús crucificado y abandonado. Y a que lo pongan en el centro de la propia vida para ser instrumentos de comunión en la Iglesia y en la humanidad. De esto hablan los testimonios de miembros de la comunidad local de los Focolares, que se preparó para acoger de la mejor manera a los prelados. Pero también las experiencias de algunos obispos, como la del irlandés Mons. Brendan Leahy, quien ve en el misterio de Jesús abandonado “el rostro de la misericordia, la llave del diálogo y de la unidad y el camino para una santidad de pueblo”. A través de un PowerPoint se presenta la vida de Mons. Klaus Hemmerle. Breves videos muestran la sorprendente fecundidad del amor al Abandonado aun en los contextos más “candentes”. Muy actual el tema sobre “Evangelización e Inculturación en la Espiritualidad de la unidad”, que suscita especial interés en una nación en su mayoría budista. La historia de Chiara Lubich y del Movimiento al que ella dio vida, junto con las experiencias de los miembros de la comunidad del lugar, suscitan gran conmoción. El Cardenal Carlo Bo, arzobispo de Yangon: «Me impactó profundamente el relato de la vida de la fundadora carismática y profética de vuestro movimiento. Más que nunca la Iglesia necesita de movimientos como el Focolar. Cuando la arrogancia del poder dividía a las personas por el color de la piel y por su raza, Chiara creó una comunión a nivel mundial, en pos de la paz global».
El Obispo Matthias (Myanmar) comentó: «Generalmente, cuando se asiste a encuentros de obispos, se escuchan muchas cosas, pero son a nivel intelectual. En cambio aquí se habla de la vida y se ven personas felices». Y el Obispo Isaac (Myanmar): «La vida de un obispo no es fácil, a menudo nosotros mismos nos sentimos abandonados. Conociendo a Jesús Abandonado tendré la fuerza y la luz para seguir adelante». De Corea, Mons. Peter agregó: «Es la primera vez que participo en un encuentro de obispos. Estoy feliz de haber conocido y profundizado el misterio de Jesús abandonado. Aquí encontré a personas que tratan de amarlo en cada dificultad; personas que están detrás de bambalinas, que tratan de servirnos a todos nosotros», refiriéndose a los miembros de la comunidad local del Movimiento. La apertura al diálogo cultural e interreligioso asume los colores dorados de la Pagoda de Shwedagon, la más importante y conocida de la capital. La visita de este lugar sagrado, en el que están celosamente custodiadas las reliquias de los cuatro Buda, en la colina de Singuttara, a oeste del Lago Real, simboliza el respeto por el alma budista y por la cultura del lugar. En la cima de la Pagoda, salpicada de piedras preciosas, un anemoscopio de banderola muestra la dirección del viento. Si éste es bastante fuerte, el movimiento es acompañado por el sonido de decenas de campanillas. ¿Hacia dónde sopla el viento? Los obispos de Myanmar no tienen dudas: en la dirección de la unidad, hacia una Iglesia cada vez más “comunión”.
Jun 18, 2017 | Sin categorizar
«Un trozo de pan, en el que Jesús se transforma para saciar del hambre de todos los corazones: ésta es la biografía de Jesús reducida a lo escencial. Es la nuestra: la pequeña vía de su amor, amor fuerte en la debilidad». (de un artículo de mayo de 1980) «Cada vez que celebramos la Eucaristía, lo que sucede no es solamente una agradable comunión con los demás en el Espíritu de Jesús, entendido como una simple idea o sentimiento; no, cada vez que celebramos la Eucaristía se abate la barrera más radical de la realidad, la barrera de la muerte; lo que sucede es un don, un don que realmente viene a nosotros; es proximidad –proximidad en donde la distancia recíproca, interior y exterior, se anula. En la Eucaristía no sólo nos volvemos un único cuerpo los unos con los otros, sino que nos volvemos Su cuerpo para el mundo. Para quien verdaderamente está permeado por la Eucaristía, este mundo y esta sociedad no le pueden dejar indiferentes; él tiene en sí mismo esta dinámica y es la dynamis de Dios, que se ofrece, que se dona, que lleva con la humanidad, como algo que le es propio e íntimo, todo lo que la humanidad conlleva, todo aquello que ella hace». (de una conferencia del 31.8.1977) «Lo importante no sólo es que tengamos la Eucaristía aquí, en nuestra comunidad. Conservamos el espíritu de Jesús sólo si y cuando amamos concretamente la comunidad del otro como la nuestra, cuando nuestras comunidades se abren más allá de las barreras que las separan, cuando en el centro de la comunidad vive el Señor». (de un artículo de mayo de 1979) De “La luce dentro le cose”, Klaus Hemmerle, Città Nuova, Roma 1998, págs. 190, 186, 187, 192.
Jun 17, 2017 | Focolare Worldwide
Mi gira empieza el último día del calendario ruandés, en el que se recuerda la masacre que aconteció en 1994. Sé que Jesús abandonado puede dar un sentido a todos los sufrimientos humanos, especialmente a aquellos que dejan profundas heridas en el corazón. Advierto un estrecho vínculo entre el sacrificio de Jesús y lo que sufrió el pueblo ruandés. Bajo la guía de P. Telesphore, sacerdote del lugar, conozco la capital Kigali, conocida por su limpieza. Sin embargo, los signos del desarrollo económico se notan sobre todo en el centro de la ciudad, que se parece a una capital europea. Pero no lejos de los edificios modernos, está la gente común, vinculada a la agricultura, que se desplaza para vender sus productos en el mercado: fruta, verduras, gallinas… Por mi tez blanca y mi alta estatura, mi presencia no pasa desapercibida. A menudo descubro miradas sorprendidas, pero es suficiente un gesto de saludo, «muraho», o una sonrisa, y se rompe el hielo con una linda sonrisa como respuesta. Las visitas a las principales ciudades del país las hacemos en auto. De vez en cuando nos detenemos para brindarle un pasaje a alguien. Entre las tantas personas a las que llevamos, me llama la atención una joven de unos 20 años. Detrás de su linda sonrisa hay una historia dolorosa. P. Telesphore me cuenta que sus padres fueron asesinados durante el genocidio de los años ’90. Ella estaba yendo a rezar sobre su tumba. Desde niña, junto con su hermanito, iban donde P. Telesphore. Allí ambos encontraron una familia que los colmó de amor. Y como ellos, encontré muchas otras situaciones parecidas. El día sábado lo transcurrimos en el seminario teológico que acoge a seminaristas de todo el país, unos 130. Durante la misa, impregnada de cultura ruandés, quedé profundamente impactado por la acción de lgracias después de la comunión, con cantos que ponen todo el cuerpo en movimiento. Es una especie de ritmo sagrado, no sincronizado entre todos, pero increíblemente armónico. Escuela Gen’s. En uno de los seminarios hacemos una “escuela” para los seminaristas que quieren conocer la espiritualidad de la unidad. P. Telesphore aclara desde el primer momento que “esta escuela no se hace con los libros, sino con la vida” y que “estamos aquí para construir la unidad querida por Jesús a través de nuestro amor recíproco”. De hecho, durante el encuentro, el amor evangélico se percibe de forma muy concreta entre todos. En efecto, después de un partido de baloncesto, pregunto: “¿Quién ganó?”. La respuesta: “Todos”. Donde reina el amor, la competencia se vuelve una buena ocasión para vivir el Evangelio. Profundizamos el punto de la espiritualidad de la unidad que se refiere al misterio de Jesús abandonado. Nos impacta el testimonio de dos sacerdotes, uno de Ruanda y el otro de Burundi, países que cargan con el peso de tantas incomprensiones recíprocas. Pero las diferencias, por el amor a Jesús en su abandono, abren el camino a la unidad que se incrementa entre ellos. Uno de los seminaristas nos expresa a todos: “Cuando se habla de corazón, se toca el corazón”. Los últimos días los dedicamos al encuentro con las familias y los jóvenes, pero también a las demás personas que comparten el mismo ideal de fraternidad. Finalmente, un peregrinaje al santuario de la Virgen, no muy lejos del seminario. Queremos agradecerle por este viaje y por los numerosos dones que recibimos. (Armando A. – Brasil)
Jun 16, 2017 | Senza categoria
Cuando empezamos a tratarnos éramos muy conscientes de las diferencias que existían entre nosotros, sobre todo en materia de doctrina. Pero sentíamos que nuestro amor era más fuerte que cualquier diferencia: esto nos daba la osadía de creer que detrás de nuestro matrimonio podía haber un designio de unidad que iba más allá de nosotros dos. Desde chicos, habíamos aprendido, con la espiritualidad de los Focolares, que para alcanzar la unidad es necesario apuntar a lo que nos une –que es muchísimo-, en lugar de mirar a lo que nos divide. Sin embargo, cuando el domingo cada uno de nosotros toma un camino distinto para ir a Misa, es siempre un dolor, lo mismo que advertimos cuando involuntariamente en nuestras conversaciones sale el “nosotros” y “ustedes”, o cuando alguno critica algo de la Iglesia del otro. En estos casos nos damos cuenta que nada se construye de una vez por siempre y que, entre las muchas ocasiones para hacer crecer el amor entre nosotros, debe estar el compromiso de amar la Iglesia del otro como la propia. Otra oportunidad típica de nosotros las parejas ‘mixtas’ es ofrecer a Dios las pequeñas o grandes desunidades que nos hacen sufrir, por la plena unidad de los cristianos. A veces, precisamente para vivir en forma visible la unidad entre nosotros y en nuestra familia, decidimos ir todos juntos a una o a la otra iglesia, compartiendo también ciertas prácticas espirituales, como, por ejemplo el ayuno. Un momento significativo fue el Bautismo de nuestra primera hija. Habíamos debatido mucho y por largo tiempo, pero no lográbamos decidir qué era lo más justo: el bautismo católico o el ortodoxo. Obviamente, el valor del sacramento es igual en las dos Iglesias, pero las consecuencias habrían sido profundamente distintas. Hani, de hecho, es diácono y ya había sido temporalmente alejado de su Iglesia debido al matrimonio celebrado con el rito católico-mixto. El Bautismo católico de la hija lo habría puesto en una seria dificultad, no lográbamos tomar una decisión. Entonces Liliana decidió ir a explicar la situación a su obispo, el cual, después de escucharla profundamente, le aseguró que entendería y habría apoyado la decisión que tomáramos según nuestra conciencia. Y esta, como en otras mil ocasiones, no se trataba y no se trata de hacer acuerdos, sino de tratar de entender cuál es la voluntad de Dios en las varias situaciones. Está claro que todo implica un esfuerzo mayor, cuesta sudor, también con los hijos, que desde pequeños no podían entender por qué podían recibir la Eucaristía en la Iglesia ortodoxa, pero no en la católica. De hecho, en la Iglesia ortodoxa, junto al Bautismo, se celebran también los sacramentos de la Comunión y de la Confirmación. Un período más bien difícil fue cuando la más grande de nuestras hijas tenía alrededor de 15 años. Ella empezó, con una cierta agresividad, a pedir autonomía, pero nosotros no estábamos preparados para ese cambio repentino suyo. Las discusiones, muy fuertes, eran casi cotidianas. Tratábamos de protegerla de algunas situaciones que considerábamos riesgosas, pero entre más estábamos encima de ella, más se rebelaba. Tampoco fue fácil entre nosotros, porque a menudo la forma con la que cada uno de los dos afrontaba las situaciones no las compartíamos. En medio de toda esta confusión, siempre tratábamos de mantener algunos puntos que nos parecían importantes, como la oración todos juntos, o bien la humildad de pedirnos disculpas, también con los chicos. A un dado momento entendimos claramente que lo primero a los que teníamos que apuntar era a la unidad entre nosotros dos. Al dar este paso, juntos encontramos la luz para decidir darle confianza. La situación en casa mejoró, confirmando que también en el matrimonio ‘mixto’ los dos esposos tienen la posibilidad de ser “una sola cosa en Dios” y dar este testimonio a los hijos y al mundo que nos rodea.
Jun 15, 2017 | Sin categorizar

En el Jubileo de la Renovación Carismática Católica
“John 17” quiere ser una voz que llama a las Iglesias a la reconciliación y a la unidad según la oración de Jesús: “Que todos sean uno” (Jn. 17,21). Se fundamenta en la convicción de que la evangelización es mucho más eficaz si es acompañada por el testimonio de la unidad entre los cristianos. Los miembros de este movimiento desean ser catalizadores de unidad y por esto se comprometen a establecer por doquier relaciones fraternas y de amistad, especialmente entre cristianos de distintas Iglesias. Unos sesenta miembros de este Movimiento, acompañados por Joe Tosini y Mike Herron, dos de los fundadores, vinieron a Roma en ocasión del Jubileo de oro de la Renovación Carismática Católica (RCC). El Papa invitó a la RCC a volver a encontrar sus propias raíces ecuménicas. De hecho, la primera experiencia de efusión y de bautizo en el Espíritu Santo que aconteció en un grupo de jóvenes católicos en la Universidad Duquesne en Pittsburg en 1967, fue también fruto de encuentros con personas pentecostales. Durante la vigilia de Pentecostés en el antiguo Circo Máximo, la presencia de pastores de varias denominaciones en el escenario era un signo visible de estos orígenes. El Papa Francisco les pidió a los carismáticos católicos que fueran en la Iglesia un lugar privilegiado para recorrer el camino hacia la unidad en una “diversidad reconciliada”: «Hoy en día es más que nunca urgente la unidad de los cristianos, unidos por obra del Espíritu Santo, en la oración y en la acción a favor de los más débiles. Caminar juntos, trabajar juntos. Amarnos. Amarnos. … el Espíritu quiere que estemos en camino». 
Foto: © CSC Audiovisivi-Caris Mendes
El grupo John 17, compuesto en su mayoría por líderes de Iglesias pentecostales, quiso aprovechar su estadía en Roma para encontrarse con María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares, conocer y profundizar en el carisma de la unidad de Chiara Lubich. Por esto vinieron al Centro Mariápolis de Castel Gandolfo el 7 de junio, acompañados también por el pastor de la Iglesia Evangélica de la Reconciliación Giovanni Traettino de Caserta. Además este encuentro tenía como finalidad la de prepararse para una audiencia privada con el Papa Francisco, prevista para el 8 de junio; audiencia que se prolongó durante dos horas. La convergencia de intenciones y de espíritu entre los dos movimientos – Focolares y John 17 – era patente y las horas transcurridas juntos fueron momentos de alegría y de alabanza a Dios. El pastor Traettino recordó a todos que la unidad se edifica “empezando por los pies” y no por la cabeza, es decir, poniéndose a servicio del prójimo. Este compromiso fue sellado entre todos los participantes con un rito de recíproco lavado de los pies, acompañado por una oración de los unos por los otros. María Voce y otros miembros de los Focolares, de distintas Iglesias, pudieron darles lo esencial de la espiritualidad de la unidad y sus experiencias de vida a la luz del Evangelio.
Jun 14, 2017 | Sin categorizar
Se encuentra on line el sitio web de preparación al Sínodo de los Jóvenes 2018 sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. El sitio publica un cuestionario en cinco idiomas con el fin de “promover una más amplia participación de todos los jóvenes del mundo, no sólo recibiendo información sobre el evento sinodal sino también dando la posibilidad de interactuar y participar en el camino de preparación” “Hagan sentir vuestro grito, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores”, exhortó el papa Francisco a los jóvenes. Agregando: «San Benito recomendaba a los abads que consulten también a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque “a menudo es precisamente el más joven el que tiene la mejor solución revelada por el Señor”»
Jun 14, 2017 | Sin categorizar
«No existe una receta para el éxito, pero hay una receta para el fracaso. La receta para el fracaso es la violencia “en el nombre de Alá”». Así empieza el fuerte llamamiento a los musulmanes europeos, escrito el día después de los sangrientos ataques de Londres y Manchester, por el Gran Muftí emérito de Bosnia Herzegovina Mustafa Ceric, presidente honorario, así como Chiara Lubich lo fue en el pasado y actualmente lo es también María Voce, de la Conferencia de las Religiones por la Paz. «Éste no es mi credo. No es el de Alá en quien creo. Mi fe no es un cuchillo, no es terror. Mi Alá es Amoroso y Misericordioso». «Confieso – afirma el Gran Muftí, distinguido entre otros, en el 2003, con el Premio Unesco por la Paz Felix Houphouet-Boigny y con el premio Sternberg del Consejo Internacional de los Cristianos y de los Judíos “por su excepcional aporte a la comprensión entre los credos”. En el 2007 recibió el Premio Theodor-Heuss-Stiftung por su aporte a la difusión y la consolidación de la democracia. En el 2008, el premio Eugen Biser Foundation por su esfuerzo en promover la comprensión y la paz entre el pensamiento cristiano y el islámico – nunca me he sentido tan confuso y tan inerme al tratar de explicar lo que está sucediendo dentro y fuera de mi comunidad de fe. Me consuelo pensando que se trata de actos de minorías extremistas, sólo un juego político de las grandes potencias para ganar la riqueza musulmana». Mustafa Ceric usa palabras fuertes: « Mi comunidad de fe tiene muchos problemas. El más grande es delegar a otros la resolución de sus problemas. En cambio, mi Comunidad de Fe (mi Umma) debe ser quien resuelva el problema dentro de sí misma, antes de poder resolver los problemas del derredor». Hay quien afirma, sostiene Ceric, que los ataques contra inocentes civiles en Manchester o en Londres son más importantes que aquellos ocurridos en Palestina, en Kabul, Mosul, Sa’an y Misurata. «No son más importantes, pero ciertamente sí más peligrosos para los musulmanes en Europa, la mayoría de ellos han escapado de los países musulmanes buscando en Europa paz y seguridad para sus hijos. La paz y la seguridad que hasta ahora habían experimentado están siendo amenazadas». Después de Manchester, sucedió lo de Londres, pero antes estuvo lo de Berlín y Zúrich «los musulmanes europeos deben ser fuertes y claros no sólo para condenar la violencia “en nombre de Alá”, sino también para adoptar medidas concretas contra el abuso del Islam en cualquier forma. Deben tener una voz clara, única e unívoca en la lucha contra la violencia perpetrada “en nombre de Alá”. No es una cuestión de buena voluntad de personas o grupos que trabajan por el diálogo interreligioso. Es una cuestión existencial del Islam y de los musulmanes en Europa». El Gran Muftí lanzó por lo tanto un llamado a los musulmanes de Europa a «reunirse inmediatamente alrededor de una “palabra común” entre nosotros y con nuestros vecinos, independientemente de su credo, raza o nacionalidad, y hacer un juramento delante de Dios, ante sí mismos y ante nuestros propios vecinos en Europa, el de amar y promover la paz, la seguridad y la cooperación así como nos obliga nuestra cultura y el credo islámico. Debemos jurar que haremos todo lo que sea necesario para combatir juntos la violencia contra personas inocentes. Nosotros, actual generación de musulmanes europeos, le debemos esto a nuestros descendientes. No debemos dejarle nuestras deudas a nuestros descendientes que no tienen la culpa». «¡No hay tiempo para titubear!» – el gran Muftí, al final de su llamamiento, expresó con vehemencia toda la esperanza y el deseo de cambio. «No hay espacio para ponerse a hacer cálculos! ¡No hay excusas para postergar, o justificaciones para esperar! ¡No hay salvación en el silencio! ¡No hay futuro para el Islam o para los musulmanes en Europa si no en la convivencia y en la tolerancia con nuestros vecinos europeos!». Lee el llamamiento completo