Movimiento de los Focolares
Una única palabra: basta de violencia en nombre de Alá

Una única palabra: basta de violencia en nombre de Alá

Dr Mustafa Ceric, Gran Mufti Emerito di Bosnia-Herzegovina«No existe una receta para el éxito, pero hay una receta para el fracaso. La receta para el fracaso es la violencia “en el nombre de Alá”». Así empieza el fuerte llamamiento a los musulmanes europeos, escrito el día después de los sangrientos ataques de Londres y Manchester, por el Gran Muftí emérito de Bosnia Herzegovina Mustafa Ceric, presidente honorario, así como Chiara Lubich lo fue en el pasado y actualmente lo es también María Voce, de la Conferencia de las Religiones por la Paz. «Éste no es mi credo. No es el de Alá en quien creo. Mi fe no es un cuchillo, no es terror. Mi Alá es Amoroso y Misericordioso». «Confieso – afirma el Gran Muftí, distinguido entre otros, en el 2003, con el Premio Unesco por la Paz Felix Houphouet-Boigny y con el premio Sternberg del Consejo Internacional de los Cristianos y de los Judíos “por su excepcional aporte a la comprensión entre los credos”. En el 2007 recibió el Premio Theodor-Heuss-Stiftung por su aporte a la difusión y la consolidación de la democracia. En el 2008, el premio Eugen Biser Foundation por su esfuerzo en promover la comprensión y la paz entre el pensamiento cristiano y el islámico – nunca me he sentido tan confuso y tan inerme al tratar de explicar lo que está sucediendo dentro y fuera de mi comunidad de fe. Me consuelo pensando que se trata de actos de minorías extremistas, sólo un juego político de las grandes potencias para ganar la riqueza musulmana». Mustafa Ceric usa palabras fuertes: « Mi comunidad de fe tiene muchos problemas. El más grande es delegar a otros la resolución de sus problemas. En cambio, mi Comunidad de Fe (mi Umma) debe ser quien resuelva el problema dentro de sí misma, antes de poder resolver los problemas del derredor». Hay quien afirma, sostiene Ceric, que los ataques contra inocentes civiles en Manchester o en Londres son más importantes que aquellos ocurridos en Palestina, en Kabul, Mosul, Sa’an y Misurata. «No son más importantes, pero ciertamente sí más peligrosos para los musulmanes en Europa, la mayoría de ellos han escapado de los países musulmanes buscando en Europa paz y seguridad para sus hijos. La paz y la seguridad que hasta ahora habían experimentado están siendo amenazadas». Después de Manchester, sucedió lo de Londres, pero antes estuvo lo de Berlín y Zúrich «los musulmanes europeos deben ser fuertes y claros no sólo para condenar la violencia “en nombre de Alá”, sino también para adoptar medidas concretas contra el abuso del Islam en cualquier forma. Deben tener una voz clara, única e unívoca en la lucha contra la violencia perpetrada “en nombre de Alá”. No es una cuestión de buena voluntad de personas o grupos que trabajan por el diálogo interreligioso. Es una cuestión existencial del Islam y de los musulmanes en Europa». El Gran Muftí lanzó por lo tanto un llamado a los musulmanes de Europa a «reunirse inmediatamente alrededor de una “palabra común” entre nosotros y con nuestros vecinos, independientemente de su credo, raza o nacionalidad, y hacer un juramento delante de Dios, ante sí mismos y ante nuestros propios vecinos en Europa, el de amar y promover la paz, la seguridad y la cooperación así como nos obliga nuestra cultura y el credo islámico. Debemos jurar que haremos todo lo que sea necesario para combatir juntos la violencia contra personas inocentes. Nosotros, actual generación de musulmanes europeos, le debemos esto a nuestros descendientes. No debemos dejarle nuestras deudas a nuestros descendientes que no tienen la culpa». «¡No hay tiempo para titubear!» – el gran Muftí, al final de su llamamiento, expresó con vehemencia toda la esperanza y el deseo de cambio. «No hay espacio para ponerse a hacer cálculos! ¡No hay excusas para postergar, o justificaciones para esperar! ¡No hay salvación en el silencio! ¡No hay futuro para el Islam o para los musulmanes en Europa si no en la convivencia y en la tolerancia con nuestros vecinos europeos!».   Lee el llamamiento completo

Eslovenia: el arte de amar en la familia

Eslovenia: el arte de amar en la familia

Škofja Loka«Desde el inicio de nuestro camino juntos, quisimos poner a Dios en el primer lugar. En práctica, cada día decidimos elegir el perdón, el recomenzar, el ser los primeros en amar, el amar a todos, también cuando cuesta y de pronto estamos cansados. Tratamos de no esperarnos nada del otro, sino ante todo de nosotros mismos y, de consecuencia, podemos siempre contar el uno con la otra. A los niños tratamos de entregarles valores sólidos para la vida – explica Damijan –. Esto exige paciencia y perseverancia en el amor, ¡no sólo caricias! De hecho, a veces, el amor hacia ellos nos impulsa a exponer muy claramente nuestra línea o decidir lo que es blanco y lo que es negro, aunque esto, a veces, lleva a su insatisfacción o a su rebeldía. Nos parece importante que nuestros hijos sean lo más posible autónomos e independientes. Es por esto que los involucramos en todos los trabajos de la casa (cocinar, limpiar, planchar, organizar la ropa lavada, etc.). Al inicio siempre es todo muy interesante, pero luego, cuando el trabajo hay que hacerlo con regularidad y cuidado, algo se bloquea. Es entonces que nos animamos a vivir los puntos del arte de amar, si queremos que reine la armonía entre nosotros. Ahora ya los niños saben que, si nos ayudamos, acabamos más rápido y tenemos más tiempo para jugar y hacer muchas otras cosas». 03B62561_resized«Hace casi un año – continúa Natalija – vivimos una prueba particular. En el verano, el más pequeño de nuestros hijos tuvo una consulta con el psicólogo para un examen que se hace cuando llegan a los tres años. Su opinión y el diagnóstico que luego nos escribió, realmente nos dejaron sorprendidos: trastorno por déficit de atención. Como pedagoga y ex docente, vi pasar ante mis ojos a todos los niños con este tipo de problema y las grandes dificultades que acompañan este diagnóstico. Volví a mi trabajo asustada. Por ese entonces,  Damijan y yo trabajábamos juntos en el preescolar Rayo de Sol. Hablamos largo y tendido y entendimos que, para cuidar bien de nuestro hijo, uno de los dos tenía que dejar el trabajo». «Para ayudarlo de la forma correcta – continúa Damijan – era necesario dedicarle tiempo y energías. Estábamos conscientes de que teníamos un préstamo por pagar, que éramos seis en familia y que no teníamos sueldos adecuados. Analizamos todas las posibilidades financieras y, a pesar de la incertidumbre, dejé el trabajo creyendo que Dios no nos abandonaría. Les explicamos la situación y la consecuente decisión a nuestros colegas de trabajo. Estamos muy agradecidos con cada uno de ellos por haberla aceptado y por habernos apoyado. Ya la semana siguiente nuestra elección se demostró la correcta. Mi mamá, de noche, tuvo un ictus y se quedó paralizada. Fue un shock para todos. Durante los primeros dos meses lograba comer sola. Pero luego tuvo otro ictus que le produjo ceguera y, más tarde, demencia. Cada vez más, por tanto, necesitaba de nuestros cuidados. Aunque era más complicado, respetamos su deseo de quedarse en casa. Y así fue. Mientras tanto la situación de nuestro hijo iba mejorando sensiblemente. Las cosas proceden ahora con más calma porque, cuando los niños vuelven del colegio, hay alguien que los espera y que preparó el almuerzo. Así también Natalija, cuando vuelve del trabajo, se puede dedicar a los niños y a mí. Podemos decir que en todo este tiempo, aunque con un solo sueldo, no nos ha faltado nada, y si tuvimos que renunciar a algo no lo vivimos como una privación. Estamos agradecidos con Dios por habernos sostenido y enseñado a gustar los efectos del arte de amar, que nos han completamente conquistado».

El Papa Francisco agradece

Por “su compromiso a favor de la paz, promoviendo una serie de iniciativas, dirigidas a convertir una fábrica de armas situada en el territorio de Iglesias” (Cerdeña, Italia). El mensaje, del 3 de junio, está dirigido a la comunidad local del Movimiento de los Focolares (sección Humanidad Nueva), por los esfuerzos llevados adelante junto con Amnesty International, Oxfam, Fundación Banca Ética, Opal Brescia y Rete Italiana en pro del Desarme para la “Reconversión RWM(Multinazional de produccion de armas). El Santo Padre dice que está “feliz de saber que ustedes se están preocupando concretamente en la promoción de un trabajo digno alternativo a la construcción de armas, en un territorio todavía atravesado por la grave crisis ocupacional”. Finalmente, expresa su “cercanía en el  compromiso de  la difusión de la cultura de la paz”.

Ese diálogo deseado por Dios

Ese diálogo deseado por Dios

SEcum20170513-104205_1El Patricarca Atenágoras y Chiara Lubich, protagonistas de la unidad. Recomenzar no es fácil, y nunca lo ha sido, sobre todo si el tiempo ha cavado fosas, si algunas diversidades se han convertido en cultura, y si además existe la convicción – lo cual complica las cosas – de estar en lo cierto. No estamos lejos de la verdad si decimos que ésta era prácticamente la situación a mitad del 900 entre la Iglesia católica y la ortodoxa, después de que durante siglos, durante todo un milenio, se había cultivado la separación. Después, sucedió el cambio histórico. Los célebres, inolvidables y de gloriosa memoria, protagonistas e iniciadores del “diálogo de la caridad”, los grandes que idearon el diálogo del pueblo son: Atenágoras, Patriarca Ecuménico, y Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de la unidad. Con su vida humilde, seria, disponible, con su entrega, con el amor y la oración, fueron los primeros protagonistas e iniciadores de una nueva era Ecuménica; instruyeron a los pueblos dándoles valor, fuerza, paciencia, fidelidad, disponibilidad, amor y unidad. En el fondo la solución era sencilla y el Patriarca la expresaba con estas palabras: “Hemos vivido aislados, sin tener hermanos, sin tener hermanas durante tantos siglos, como huérfanos. ¿Por qué? El hermano es la puerta. ¡Éste es el secreto!”. Los inolvidables protagonistas del “diálogo de la caridad”, los grandes artífices del diálogo del pueblo se encontraron unas 27 veces, entre 1967 y 1972 (muerte del Patriarca). Se remonta al 13 de junio de 1967 el primer encuentro histórico de Chiara Lubich en el Patriarcado ecuménico de Constantinopla, que hasta nuestros días, no ha sido todavía adecuadamente valorado en toda su trascendencia. El Patriarca aprobó y acogió con amor y seriedad el carisma de Chiara, una espiritualidad mística que es la espiritualidad de la Iglesia, hasta tal punto, que llegó a considerar aquel encuentro “como un éxtasis”. En Atenágoras se hizo cada vez más fuerte la convicción de que viviendo las palabras del Testamento de Jesús se podría llegar pronto al único cáliz. Con conmovedoras palabras decía:«Sería para mí un día de Paraíso». 20120704-01No hizo falta mucho tiempo para que el Patriarca se declarase “focolarino” y empezara a llamar a Chiara con el nombre de “Tecla”, porque divisaba en ella el mismo celo de la Isapóstola. Él mismo repetía continuamente “tenemos sed de la espiritualidad”. Al mismo tiempo también Chiara se sintió impresionada por el Patriarca, de quien decía: «El Patriarca parecía como un Arcángel que lucha y luchará hasta el final por su ideal: un hombre de Dios, probado en la caridad heroica y en la paciencia heroica ». Con su espiritualidad y su maravillosa personalidad, Chiara no sólo preparó los dos principales y preciosos Puentes: Pablo VI y Atenágoras, sino que también logró unir los dos Puentes. Por estos encuentros entre ortodoxos y católicos, el vínculo de amor mutuo mitigaba el dolor de no poder compartir la Eucaristía; es más, hacía amable esta cruz como aportación del pueblo cristiano al Único Cáliz. «El Papa es nuestro líder — decía el Patriarca a Chiara —; veo a veces al Papa “en agonía”, porque conoce todo lo negativo que hay en el mundo. Por eso me he puesto a su servicio al cien por cien. Lo sigo, lo entiendo, lo amo, lo respeto, lo admiro». Con motivo de esta trayectoria de 50 años, he hecho personalmente la propuesta al Prof. Mons. Piero Coda, Presidente del Instituto Universitario ‘Sophia’ de la creación de una Cátedra Ecuménica como signo de reconocimiento a los dos grandes protagonistas de la fraternidad entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica. Ésta ha tenido una gran y cordial aprobación, con la bendición del Patriarca Bartolomé y la convencida adhesión de la Presidente de los Focolares, María Voce. Ofrecemos desde nuestro corazón, como bellísimas flores, un “enorme gracias” a Atenágoras y a Chiara, enviados por Dios, que dieron su vida ante todo por la realización de la voluntad de Dios: “que todos sean una cosa sola”, que se realizará como don del Espíritu Santo. Metropolita Gennadios Zervos, Arzobispo ortodoxo de Italia y Malta del Patriarcado ecuménico de Constantinopla

Jornada mundial del Donador de Sangre

¿Qué puedes hacer? Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo. Ésta es la invitación elegida por la Organización Mundial de la Salud para celebrar el 14 de junio, la Jornada Mundial del Donador de Sangre 2017. Algunos objetivos de la campaña: animar a todos los ciudadanos a reforzar la eficiencia de los servicios de salud; involucrar a la autoridades en la creación de programas nacionales para responder al incremento de las necesidades; favorecer la inclusión de servicios de transfusión en las situaciones de emergencia; garantizar el abastecimiento y alcanzar la autosuficiencia nacional; agradecer a las personas que donan sangre regularmente; promover la cooperación internacional para garantizar la donación voluntaria, aumentando la seguridad y la disponibilidad de sangre.

Serbia: el deporte mueve también las ideas

Serbia: el deporte mueve también las ideas

11En Serbia central, Belgrado (“la ciudad blanca”) es una de las ciudades más antiguas de Europa, en el punto de confluencia entre los ríos Sava y Danubio. “Puerta de los Balcanes” o “Puerta de Europa” (así es definida por su posición en el límite entre el Oriente y el Occidente de Europa), renacida después de un reciente pasado de guerras, hoy es una capital de vanguardia, donde nuevas ideas, fermento y vitalidad circulan en el campo del arte, de la economía, de la arquitectura. Y del deporte. Con ocasión del vigésimo aniversario de su fundación, el College of Sport and Health, instituto de formación parificado con 600 estudiantes, organizó el 12 y 13 de mayo pasados una conferencia internacional con el título “Deporte, recreación, salud”. Entre los huéspedes, por invitación del prof. Alexander Ivanovski, estaba también Sportmeet, expresión en el mundo del deportes de esa renovación social y espiritual originado a partir de la experiencia de los Focolares: una red mundial de deportistas, profesionales y aficionados, profesores, instructores, periodistas, administradores y empresarios del mundo deportivo, que viven el deporte como realidad positiva de confrontación e intercambio, como una posibilidad para mover los músculos y los tendones, pero también las ideas de fraternidad universal e inclusión. “Sport moves people and moves ideas” titula su presentación Paolo Cipolli, presidente di Sportmeet, presente en la conferencia junto con una delegación serbo-croata. El “fenómeno deportivo” es una de las realidades más complejas, interesantes y cautivadoras de nuestro tiempo. 800 millones de practicantes, 5 millones de sociedades deportivas, 205 federaciones nacionales adherentes al Comité Olímpico Internacional, 208 a la FIFA. 20170610-01Si se piensa que a las Naciones Unidas adhieren ‘sólo’ 192 naciones, se comprende su alcance y su omnipresencia, como una especie de nuevo poder planetario o, según algunos “una nueva religión”. Tierra de inagotables intereses económicos, lamentablemente algunos mal habidos, el deporte puede llegar a ser, en dirección contraria, un auténtico “gimnasio” de fraternidad, unidad e integración. Un “lenguaje de gestos” universal que destruye barreras, obstáculos, diversidades. En Belgrado entró en escena esta cara limpia del deporte: entre las numerosas intervenciones, sobre varios aspectos vinculados al papel y al potencial del deporte en la promoción de la salud, con expertos y docentes provenientes de Eslovenia, Croacia, Macedonia, Bulgaria, emergió una consideración común: la necesidad de definir políticas nuevas para una plena valoración del deporte dirigido hacia la promoción de un correcto estilo de vida y de todas las posibles formas de integración, especialmente entre los jóvenes. La conferencia fue la ocasión para establecer nuevas relaciones y un protocolo de acuerdos en vista de una colaboración futura, valorando experiencias positivas ya en acto, como la práctica del deporte en algunas casas de acogida para chicos. Después de Belgrado, Sportmeet apunta hacia una próxima etapa. De inclusión social, educación deportiva, integración de personas con habilidades distintas y relación entre generaciones. De estos temas se hablará del 13 al 16 de julio en España. Serán 4 días en los que deportistas y trabajadores en el campo deportivo se confrontarán, a partir del simposio internacional de Barcelona (en el Palau Robert, el 13 de julio) promovido en colaboración con otros patrocinadores locales, como la Universitat Autònoma de Barcelona, para proseguir con la Escuela de Verano de Castel d’Aro, a un centenar de kilómetros de la capital de Cataluña, con un rico programa para sensibilizar al deporte inclusivo y a las buenas prácticas. Con el sueño de que el “deporte” llegue a ser realmente, a todo nivel, un sinónimo de “encuentro”.  

Aquí está el dedo de Dios

Aquí está el dedo de Dios

Chiara-Lubich-Carlo-de-Ferrari-02Mons. Carlo de Ferrari, en aquel entonces arzobispo de Trento, fue el encargado de evaluar y de aprobar primeramente, a nivel diocesano, el Movimiento de los Focolares. El título del reciente volumen publicado por la Editorial Città Nuova “Aquí está el dedo de Dios”, evoca una expresión suya con respecto a la experiencia evangélica que se generaba alrededor de Chiara Lubich. Estamos en los inicios de 1951 y, en la Iglesia, no todos pensaban como el arzobispo de Trento. Al contrario, por parte de algunos eclesiásticos hay muchas perplejidades: una mujer joven, laica, seguida por religiosos, sacerdotes, laicos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, en tiempos preconciliares, es motivo de sospecha. La prudencia sugiere alejarla y, en su lugar, encargar quizás a un sacerdote. En este contexto se inserta la relación decisiva de Chiara con su obispo. Chiara-Lubich-Carlo-de-Ferrari-01Tiene fecha del 5 de enero de 1951 la carta que escribe desde Roma, donde está viviendo, a Mons. Carlo de Ferrari. La misiva trasluce con fuerza el momento de prueba que atraviesa el Movimiento naciente y ella personalmente. Pero también, la actitud filial y obediente de Chiara hacia quien le representa la Iglesia, y su pleno abandono a los planes de Dios. La carta introduce el volumen apenas publicado. «Excelencia Reverendísima: Es verdad: la cruz fue pesada y lo es aún, y en estos días comprendí a Jesús “caído” bajo el peso de la cruz. Sin embargo, Excelencia, soy feliz, feliz. De Jesús he recibido la gracia de estar preparada para cualquier decisión que la Iglesia tome. No sólo: sino para dejar a “mis” (por algún tiempo puedo decir todavía esto) cincuenta focolarinos y focolarinas en una unidad tan perfecta, como para poder proseguir su camino sin que nadie se dé cuenta de un posible cambio. Soy feliz, Excelencia, por poder donar a Dios todo lo que Él, en el campo sobrenatural, ha obrado a través de mí. Le aseguro que, cualquier cosa suceda, Usted me encontrará siempre fiel a mi Jesús Abandonado y totalmente obediente a la Iglesia. He llegado hasta este punto porque, por mi parte, nunca he querido romper la unidad con la Iglesia, o mejor dicho, con quien me la representaba. Si no hubiese actuado de este modo, quizás la Obra no existiría. Pero Dios me dio la resistencia hasta lo inverosímil. Ahora la Obra existe y no morirá. Que sea una obra de Dios, lo demostrará, quizás, el hecho de que yo deba alejarme de ella. Si debo testimoniarlo anulándome, después de haberlo testimoniado con la unidad, soy feliz. El punto culminante de la vida de amor de Jesús fue la muerte: y nadie tiene un amor más grande de aquél que da la vida por sus amigos. Usted, Padre, fue verdaderamente un Padre y me mostró (lo que creía sólo por fe) que la Iglesia es Madre. Yo le consideraré siempre como un Padre, cualquiera que sea la Voluntad de Dios sobre mí. Nadie puede prohibirme que le obedezca, o sea, que obedezca a la Iglesia. Lo que importa para hacerse santos es obedecer: ser uno. Poco importa que nos ordenen hacer o no hacer, de un modo o de otro. ¿Verdad, Padre? Padre Tomasi es un santo varón. Sufre muchísimo en estos días y no come. Sufre por mí… Yo nunca habría pensado que en él albergaran estos sentimientos. Pero Usted no se preocupe, Excelencia, porque nosotros lo sostenemos y yo en su presencia río siempre. No sé decirle, a fin de cuentas, más que una sola cosa: soy muy, muy, inmensamente, feliz. Puedo asegurarle que Jesús Abandonado me sostendrá siempre. Por lo demás: “Dichosos cuando les separen y, mintiendo, digan todo género de mal contra ustedes, por mi causa. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los Cielos es grande.” Bendígame siempre, su hija Chiara». De “Qui c’è il dito di Dio”, Ed. Città Nuova, Roma 2017.

Una teología “intrínsecamente femenina”

Una teología “intrínsecamente femenina”

Anne-MariePellettier

Anne-Marie Pelletier

Trece teólogas de nueve países (Brasil, Canadá, Filipinas, Francia, Alemania, Italia, Kenia, Siria y EEUU), dieron vida al segundo Seminario internacional para empezar a elaborar una “teología intrínsecamente femenina”. Se llevó a cabo en la Universidad Urbaniana como respuesta a la invitación repetida varias veces por el Papa Francisco, quien subrayó, en distintas ocasiones, la necesidad de una “profunda teología de la mujer”, para no dejar este campo carente de la perspectiva femenina. Después del tema “Heart” del año pasado, el de la segunda edición fue “Tears” “Corazón” y “Lágrimas”, respectivamente. ¿Se trata de realidades meramente femeninas? Las lágrimas son un don hecho a todos, hombres y mujeres; y Jesús en persona lloró por la muerte de un amigo querido como Lázaro. Las ponencias ponen de relieve la manera como las mujeres, «lejos de un ‘dolorismo’ estereotipado», afrontan «la infelicidad, la desesperación, e introducen en el infierno el bálsamo de la compasión o, mejor dicho, de la consolación», afirmó Anne-Marie Pelletier. En sus palabras resaltó la figura de Zabel Essayan, mujer armenia de finales del Ochocientos graduada en la Sorbona, conocida en los ambientes literarios de la capital turca en los inicios del Novecientos. Había viajado a Cilicia como miembro de una comisión de la Cruz Roja, encargada por el patriarca armenio de investigar sobre las atrocidades perpetradas. Además tenía que organizar una forma de asistencia a los innumerables huérfanos que vagabundeaban, junto con unas pocas mujeres y ancianos, entre los escombros de Adana. Zabel, aun con los ojos empañados por las lágrimas, “ve” lúcidamente la infelicidad sin fondo, y a través de las miradas de los sobrevivientes, enloquecidos por el horror, logra volver a donar la historia de los muertos, que los asesinos torturadores querían hacer desaparecer en la nada del olvido. «¿Qué podíamos donar ante esa miseria vasta como el océano?», se preguntó Zabel. En Adana no había espacio para la consolación, sino sólo para la compasión. En la historia, en la vida del mundo existe también lo inconsolable. En su ponencia la teóloga francesa resaltó también una figura que es más cercana a nosotros en el tiempo: Etty Hillesum. Ella también quiso recorrer hasta el fondo el trágico camino de su gente, no por querer sacrificarse ni por altruismo, sino por la conciencia de la historia en la que estamos insertados y de la que es necesario aceptar los desafíos. Etty se siente impotente, pero sigue creyendo que la vida, a pesar de todo, es buena, es hermosa y es necesario ponerse a la escucha, sin dejarse jamás arrollar por la evidencia del mal. En ella impera la preocupación por el otro, que hay que ayudar con gestos de compasión y solidaridad. Porque el otro es nada menos que Dios. «Si Dios deja de ayudarme, me toca a mí ayudar a Dios. Él mismo pide ser consolado». Son algunas de sus expresiones de una extremada valentía. María Clara Lucchetti Bingemer, gran personalidad de la cultura brasilera, nos sumerge con fuerza y eficacia en la extraordinaria belleza del desierto de Atacama, en Chile, donde astrónomos y arqueólogos investigan los misterios de la naturaleza y las huellas de la historia. Pero en ese mismo lugar se encuentran también las Mujeres de Calama, mujeres que buscan sin descanso los restos de los cuerpos de sus seres queridos torturados y asesinados durante la dictadura militar que gobernó el país desde 1973, por 16 largos años. El desierto, único en el mundo por sus especiales condiciones climáticas, los conservó y, gracias a estas mujeres incansables, los está devolviendo a sus seres queridos y a la historia. También en Argentina, que cuenta treinta y seis mil personas oficialmente desaparecidas, las mujeres son las protagonistas. Son ellas las que jugaron un papel fundamental para la desestabilización de la despiadada dictadura militar. “Las locas”, las llamaban en un primer momento, desde que, a partir de 1977, cada jueves por la tarde caminaban en círculo delante de la Casa Rosada para llorar a sus hijos muertos. Con el paso de los años se convirtieron en las Madres de la Plaza de Mayo. Indomables, dieron vida a símbolos eficaces, como el pañuelo blanco en la cabeza, y a una lucha “pacífica” pero sin tregua. A ellas se unieron otras mujeres, madres espirituales, religiosas, algunas de las cuales pagaron con su propia vida la lucha en contra de la dictadura. Hacen pensar en las mujeres en las calles de Venezuela… «¿Cuál es el secreto de la extraordinaria fecundidad de Chiara Lubich quien dio vida a una Obra tan vasta y universal en pocos decenios? ¿Cómo pudo abrirse camino, cuando tenía poco más que veinte años, en la Iglesia pre-conciliar italiana, y resistir con una propuesta de vida evangélica que despertaba sospechas en muchos porque involucraba a personas de todos los estados de vida, laicos y religiosos, hombres y mujeres? El secreto reside en aquello que Chiara Lubich llama “Jesús crucificado y abandonado, refiriéndose al grito de Jesús, mencionado por Mateo y Marcos». Así Florence Gillet empieza su ponencia sobre “Jesús Abandonado en el pensamiento y en la experiencia de Chiara Lubich”. Luego de su intervención, la impactante experiencia en Iraq, en los años de la guerra, de Mirvet Kelli, siria, quien, precisamente en la unión con Jesús Abandonado, encontró la fuerza para permanecer con amor a lado de la gente iraquí. En los encuentros por grupos, se subrayaron, diría con estupor, la novedad, la fuerza, el impacto de este punto fundamental de la espiritualidad de la unidad. María Rita Cerimele   Fuente Città Nuova  

Mujeres y fraternidad universal

“El papel de la mujer en la formación de la fraternidad universal”, es el tema de la plenaria del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, prevista en Roma del 7 al 9 de junio. El punto central del evento serán 4 conferencias: Sor Nuria Calduch-Benages, biblista española, sobre “La mujer educadora a la fraternidad universal”; Sor Raffaella Petrini, docente de Doctrina Social de la Iglesia, desarrollará el tema “Cualidades femeninas contra el paradigma tecnocrático: una perspectiva católica y social sobre el aporte de las mujeres a la fraternidad”; Marie Derain, abogada francesa y defensora cívica de la infancia, hablará del tema “Construir la paz: la parte de las mujeres”; finalmente, Clare Amos, del Consejo Ecuménico de las Iglesias, sobre “El papel de las mujeres en la educación a la fraternidad universal”. Los participantes serán recibidos en audiencia por el Papa.