Movimiento de los Focolares
La ciudad global de Barber

La ciudad global de Barber

BARBER Benjamin - Photo: John FOLEY/Opale - Date: 20071012

Benjamin Barber – Foto: John FOLEY/Opale

El 24 de abril, después de una breve enfermedad, expiró en Nueva York el profesor Benjamín Barber. Tenía 77 años. Deja a su esposa Leah y a su hija Cornelia. Un filósofo de la política, autor de varios libros, entre ellos, el bestseller Jihad Vs. McWorld, Barber se dedicó hasta el último instante y con pasión a los temas de la ciudadanía y la democracia. Estaba convencido de que los grandes desafíos de la interdependencia se podían resolver de forma constructiva si los ciudadanos se comprometían a vivir las virtudes cívicas y participaban activamente en la política. Escéptico respecto a la capacidad de los Estados nacionales de dar respuestas eficientes a los desafíos globales contemporáneos (el cambio climático, el terrorismo, la inmigración por la pobreza), en los últimos años Barber enfatizó el protagonismo indispensable de la ciudad. En su libro Si los Alcaldes Gobernaran, demostró que las ciudades hoy responden en forma más eficaz que los Estados a los problemas de nuestro mundo interdependiente. Por eso, en los últimos años, Barber, con la pasión y tenacidad que siempre lo caracterizaron, había dado vida al Parlamento Mundial de los Alcaldes, al que ya han adherido 49 alcaldes, entre ellos, los italianos Leoluca Orlando y Virginio Merola. Conocí a Barber el día después del 11 de septiembre en la casa neoyorkina del periodista italiano Antonio Monda. Estábamos en una cena junto con Leoluca Orlando, y Barber nos habló de su nueva iniciativa: dar vida a un Jornada Mundial de la Interdependencia a celebrarse cada 12 de septiembre, el día después del aniversario del ataque a la Torres Gemelas y al Pentágono. De hecho, para Barber la respuesta al ataque del 11 de septiembre no podía ser militar, sino que tenía que surgir del compromiso común de encontrar juntos soluciones adecuadas y sostenibles para los grandes desafíos globales, que no se pueden encontrar en forma aislada. Recordando que los Estados Unidos nacieron con la Declaración de Interdependencia, Barber subrayó la necesidad de una nueva Declaración de la Interdependencia. Seguidamente, colaboré estrechamente con Barber para la organización de la primera Jornada de la Interdependencia, simbólicamente celebrada en Filadelfia. Juntos pensamos y organizamos la segunda edición de la jornada en Roma, en el 2004, con el aporte esencial del Movimiento de los Focolares. Fue en esa ocasión, que tuve el privilegio de presentarle a Chiara Lubich al profesor Barber y ser testigo de varios encuentros entre el 2003 y el 2004. Recuerdo que hacia finales del primer encuentro, en junio del 2003 en Rocca di Papa, después de haberlo escuchado atentamente, Chiara señaló que el concepto de la interdependencia era importante, pero no suficiente. Chiara le dijo a Barber en ese primer encuentro: «No sólo es necesaria la interdependencia, sino que hay que llegar a la comunión. Es necesario que los bienes se muevan. Pero los bienes no se mueven solos, por eso hay que mover los corazones. Por eso yo hablo de la fraternidad universal que nosotros realizamos a partir de los individuos, los grupos, pero si empezáramos a realizarla entre las naciones, resolveríamos el problema del terrorismo de raíz». Barber respondió: «Sí. La expresión “interdependencia” es la versión ligera de la palabra “comunión”. Es el primer paso hacia la comunión». Y agregó: «La democracia es también un asunto del espíritu, empieza con la costumbre del corazón y después se expresa en términos seculares. Por lo tanto muchas veces la separación entre lo espiritual y lo secular es algo forzado». Entre Barber y Lubich había un diálogo que vibra todavía hoy por su absoluta actualidad. Hoy de Barber nos queda la preciosa herencia de un compromiso intelectual y cívico para dar vida a una ciudadanía global que nos lleve más cerca de la unidad. Aldo Civico Fuente: Città Nuova  

Palabra de Vida – Mayo 2017

Al final de su Evangelio, Mateo cuenta los últimos acontecimientos de la vida terrena de Jesús. Él ha resucitado y ha llevado a cumplimiento su misión: anunciar el amor regenerador de Dios por cada criatura y volver a abrir el camino a la fraternidad en la historia de los hombres. Para Mateo, Jesús es el Dios con nosotros, el Enmanuel prometido por los profetas y esperado por el pueblo de Israel. Antes de volver al Padre, Él reúne a los discípulos con quienes había compartido más de cerca su misión, y les encomienda que prolonguen su obra en el tiempo. ¡Una empresa ardua! Pero Jesús los tranquiliza: no los deja solos; es más, promete estar con ellos todos los días para sostenerlos, acompañarlos y animarlos hasta el fin del mundo. Con su ayuda serán testigos del encuentro con Él, de su Palabra y de sus gestos de acogida y misericordia para con todos, de modo que muchas otras personas puedan conocerlo y formar juntas el nuevo pueblo de Dios fundado en el mandamiento del amor. Podríamos decir que la alegría de Dios consiste precisamente en estar conmigo, contigo, con nosotros cada día, hasta el final de nuestra historia personal y de la historia de la humanidad. Pero ¿es así? ¿Es realmente posible conocerlo? Él «está a la vuelta de la esquina, está junto a mí, junto a ti. Se esconde en el pobre, en el despreciado, en el pequeño, en el enfermo, en quien pide consejo, en quien no tiene libertad. Está en el feo, en el marginado… Así lo dijo: “Tuve hambre y me disteis de comer…” (cf. Mt 25, 35). …Aprendamos a descubrirlo allí donde está»1. Está presente en su Palabra, que renueva nuestra existencia si la ponemos en práctica; está en todos los puntos de la tierra en la Eucaristía, y actúa también a través de sus ministros, servidores de su pueblo. Está presente cuando generamos concordia entre nosotros (cf. Mt 18, 20); entonces nuestra oración al Padre es más eficaz y encontramos luz para las decisiones de cada día. «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»: cuánta esperanza da esta promesa, que nos anima a buscarlo en nuestro camino. Abramos el corazón y las manos para acoger y compartir, personalmente y como comunidad: en las familias y en las iglesias, en los lugares de trabajo y en las celebraciones, en las asociaciones civiles y religiosas. Encontraremos a Jesús, y Él nos sorprenderá con alegría y luz, signos de su presencia. Si cada mañana nos levantamos pensando: «Hoy quiero descubrir dónde quiere encontrarme Dios», podremos hacer también nosotros una experiencia gozosa, como esta: «La madre de mi marido le tenía mucho apego a su hijo, y llegaba a tener celos de mí. Hace un año le diagnosticaron un tumor: necesitaba tratamiento y asistencia que su única hija no estaba en condiciones de darle. Por aquel entonces participé en la Mariápolis2, y el encuentro con Dios Amor me cambió la vida. La primera consecuencia de esta conversión fue la decisión de acoger a mi suegra en casa, superando todo temor. La luz que se me había encendido en el corazón en aquel encuentro me hacía verla con ojos nuevos. Ahora sabía que en ella estaba cuidando y asistiendo a Jesús. Ante mi sorpresa, ella me devolvía cada uno de mis gestos con el mismo amor. Transcurrieron meses de sacrificio y, cuando mi suegra se fue al cielo serenamente, dejó la paz en todos. En esos días me di cuenta de que estaba esperando un hijo, que hacía nueve años que deseábamos. Este hijo es para nosotros el signo tangible del amor de Dios»3. LETIZIA MAGRI _________________________________________

  1. CHIARA LUBICH, Palabra de vida, junio 1982: Ciudad Nueva 1982/6, 26.
  2. Encuentro estival del Movimiento de los
  3. D. ZAMBONI (ed.), Milagros cotidianos. Las “florecillas” de Chiara y de los Focolares, Ciudad Nueva, Madrid 2003, p.57.
Costa de Marfil: un sacerdote en bicicleta

Costa de Marfil: un sacerdote en bicicleta

Beda Baumgartner En el 2010 fui enviado a la parroquia de Ste. Marie, cerca de Man, capital de  Costa de Marfil. En aquel momento no conocía las tradiciones y la cultura africanas. En seguida me impactó la fuerza y la vitalidad de estas personas, a pesar de la gran pobreza y las consecuencias desastrosas de la guerra. Con el pasar del tiempo, aprendí a reconocer el miedo ancestral con respecto a los blancos. Para mí, sacerdote originario de Suiza, no se trataba tanto de ofrecer ayuda económica, sino de ponerme profundamente a escucharlos. Lo que podía ofrecerles era yo mismo, mi plena disponibilidad, la ausencia de pretensiones. Vivía en la Mariápolis Victoria, ciudadela del Movimiento de los Focolares, cerca de Man. Desde allí todas las mañanas, partía en bicicleta hacia mi barrio, iba a visitar a las personas a sus negocios, a las oficinas, por las calles. Saludaba a todos, pasando por las callejuelas y deteniéndome a conversar, a veces tratando de llevar la paz en medio de una discusión. A los niños les dedicaba una atención especial: hablaba y jugaba con ellos y si alguno se sentía mal lo llevaba al dispensario de la ciudadela. Lo mismo hacía con sus papás y parientes. Por este motivo casi todos los niños de la parroquia aprendieron a conocerme y a su vez, a presentarme a los adultos. En ocasión de las fiestas, atravesaba todo el barrio para llevar a las familias, cristianas y musulmanas, las felicitaciones. Así pude también hacer amistad con un Imán y con los Pastores de las iglesias Evangélicas. Un día se me acercó un joven de la parroquia. Quería hacer algo por los jóvenes de las aldeas, que debido a un malentendido pasado habían decidido no frecuentar más la Iglesia. Para sostener sus viajes los animé a hacer pequeñas actividades: un gesto de autofinanciamiento muy apreciado también por el obispo. A las once aldeas a las que fuimos, los jóvenes del lugar, después de haber sido sensibilizados, se dedicaron a visitar a los enfermos y ancianos. En el Año de la Misericordia, junto a los habitantes de la Mariápolis Victoria, apoyamos al obispo en los proyectos de la diócesis, hospedando un encuentro con los jefes tradicionales, los Pastores de las Iglesias evangélicas y los Imán. . La marcha por la fraternidad entre los pueblos que atravesó toda la ciudad  concluyó en la ciudadela. Durante un período reemplacé al capellán en la cárcel civil. Durante las celebraciones trataba de subrayar la importancia de poner en práctica el Evangelio. A veces, les pedía a otras personas que me acompañaran, para que dieran su testimonio. Estas celebraciones se hacían bajo un cobertizo, en el patio, en medio de una gran confusión. Por eso me llevé un amplificador, y los invité a utilizarlo también cuando hacían otras actividades. Supe que después se lo prestaron a los musulmanes y que el Imán quedó impresionados por la generosidad, que definió como “típicamente cristiana”. Antes de irme quisieron organizar una fiesta de despedida; donde estuvo presente también la dirección de la cárcel. Me dijeron: «Has puesto en práctica lo que predicaste».

Fraternidad universal: más allá de los muros

Fraternidad universal: más allá de los muros

Congresso Gen 2Faltan sólo tres días para la apertura, el 29 de abril, de la Semana Mundo Unido 2017, con el esperado  Encuentro internacional de los Jóvenes por un Mundo Unido en Loppiano.  Más de 500 jóvenes están en las puertas de salida. “United World Project” es el eslogan que los mueve y al que difunden en todas las posibles modalidades de comunicación. Pero, ¿en qué consiste el proyecto del que quieren ser portavoces? Es una red de innumerables gestos, contagiosos y valientes, que tienden puentes, abren caminos de diálogo y de solidaridad, indican rutas de fraternidad. «La crisis financiera, económica y sobre todo cultural que afecta todos los países –se lee en el documento programáticoFraternidad universal: oportunidad para el mundo”– plantea interrogantes históricos. ¿Cómo ofrecer un futuro de paz, libertad, justicia a los pueblos de la tierra? Queremos partir de la unidad de la familia humana, indicar el horizonte de la fraternidad universal a las personas y a los pueblos. Éste es el proyecto de nuestra vida». La frontera que se extiende desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico largo 3.169 kilómetros fuertemente controlados, representa plásticamente los sueños destrozados de tantos inmigrantes en busca de un futuro. En sus alrededores, en Mexicali (pero lo mismo sucede en Calexico, del lado de Estados Unidos), desde hace algunos años está en acción un grupo de jóvenes que, a pesar del muro, creen realmente en un mundo sin muros. «Empezamos a cantar en un parque de nuestra ciudad situado precisamente al lado del muro fronterizo. Un modo para llevar un poco de alivio a quien transita por allí. El segundo paso fue entrar en la cárcel de máxima seguridad de la ciudad donde conviven 4mil personas, para ofrecer música y canciones. Después de haber pasado muchos controles, nos permitieron compartir algunas horas con 130 detenidos reunidos en un salón. Durante el almuerzo nos contaron que la nuestra es la única visita que habían recibido en dos años». En el 2016 una etapa del maratón de relevos mundial Run4unity tuvo lugar precisamente al lado del muro. «Quisimos depositar nuestra bandera a lo largo del muro como símbolo de la unidad que nos comprometemos a construir con cuantos viven del otro lado». Prensa

“Fazenda da Esperanca” visita el Centro de los Focolares

“Fazenda da Esperanca” visita el Centro de los Focolares

P1730766_panorama_neu La amistad de los Focolares con la “Fazenda da Esperancaes antigua. Comenzó desde el mismo nacimiento de la primera “Fazenda”. Transcurría el año 1983, cuando Nelson Giovanelli, joven brasileño de la ciudad de Guaratinguetá (cerca de San Pablo), se acercó a un grupo de jóvenes drogadictos impulsado por las palabras del apóstol Pablo: “Me hice débil con los débiles…”. Uno de los jóvenes se sintió comprendido y pidió auxilio para salir de la dependencia de la droga. Lo siguieron muchos otros. Nelson conocía y vivía la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich. Con él colaboró Hans Stapel, franciscano alemán, quien apoyó la iniciativa desde el comienzo. La obra que recién nacía se desarrolló, por lo tanto, apoyada sobre estos “dos carismas”, como dijo el papa emérito Benedicto XVI visitando a la comunidad de Pedrinhas durante su viaje apostólico a Brasil, en 2007: el carisma de la unidad de Chiara Lubich y el de la pobreza de san Francisco de Asís. El domingo 23 de abril de 2017, un grupo de 60 personas, jóvenes y adultos, visitaron el Centro internacional del Movimiento de los Focolares, en Rocca di Papa (Italia). En su mayoría provenían del Brasil, pero había también representantes de otros países latinoamericanos como Uruguay, Argentina, Paraguay y México; Alemania y Suiza; Angola y Mozambique; y también algunos de Filipinas. Con ellos estaban los 4 fundadores de la Fazenda: Fray Hans Tapel, Nelson Giovanelli Rosendo dos Santos, Lucilene Rosendo, Iraci Leit, junto con su Consejo General para Europa. P1730720«El objetivo de este viajeexplica Fray Hans-  es dar a conocer en Europa la experiencia de la Fazenda. Ofrecer esta alternativa de auxilio a los jóvenes que hoy sufren la esclavitud de la dependencia. Además de estar en Italia, iremos a Suiza, Alemania, Francia, Polonia y Portugal, es decir, a países donde existen Fazendas, y estas 60 personas darán su testimonio de vida. Con nosotros ellos encontraron una vida nueva, por esto decidieron emprender una experiencia misionera y evangelizadora durante tres meses en Europa. Hicieron un gran esfuerzo para pagar el pasaje aéreo, como signo concreto de un testimonio gratuito». ¿Por qué motivo visitan el Centro del Movimiento de los Focolares? «Porque nuestro gran deseoresponde Nelson Giovanelli-   es que tengan la ocasión de conocer los orígenes del carisma que le dio las raíces a las Fazendas». Y recuerda cuando, en 1990, escribió una carta a Chiara Lubich compartiendo con ella esta llamada suya a amar a “Jesús abandonado en las personas que eran víctimas de la droga”. Chiara lo alentó a seguir el impulso del Espíritu. Hoy en día son más de 124 las Comunidades de Vida esparcidas en distintas partes del mundo. Reciben a más de 3.000 jóvenes empeñados en liberarse de la dependencia de la droga, a través de un descubrimiento personal de la dignidad y de los valores de la vida. En Europa, hay 14 Fazendas y en estos meses se inaugurarán otras 4 (en Francia, Polonia e Italia). P1730754En las “Fazendas da Esperança”, las personas voluntariamente se dedican, con esfuerzo y gratuidad, al servicio de los jóvenes y constituyen la comunidad de la “Familia de la Esperanza”. «Mi padre era alcohólico, no creía en el amor…- cuenta Priscila, joven argentina-. Cuando encontré la Fazenda y me quedé como voluntaria en ella, recuperé la relación con él, después de 15 años de lejanía. Lo perdoné y poco a poco él dejó el alcohol. El perdón para mí es todo, la síntesis de mi vida: a Dios lo encuentro en el amor que doy». Jesús Morán, copresidente de los Focolares, les llevó los saludos de María Voce y les agradeció por su testimonio evangélico. Les deseó a todos «que estén siempre cerca del hombre que sufre, de Jesús abandonado, para que “todos sean uno”, comenzando por los últimos» Su estadía en Italia tiene prevista la visita a Asís, la ciudad de san Francisco y a la ciudadela internacional de Loppiano, donde participarán en el Meeting “Pulse” y en la tradicional fiesta de los jóvenes del 1º de mayo.    

María Voce en Malta

Programa: 2 de Mayo – Seminario de Comunión y Derecho: “El Derecho como instrumento de integración en una sociedad multicultural”. 5 de Mayo – Encuentro con S.E. el Arzobispo de Malta Mons. Charles J. Scicluna. – “¿Diálogo o diálogos? Un estilo de vida”: discurso con ocasión de la celebración por el 40º aniversario de la Comisión Ecuménica Diocesana. 7 de Mayo – Participación en el Foro: “The State of Europe”.

New Humanity: proyecto Host Spot

New Humanity: proyecto Host Spot

1«Los refugiados no son números que llenan los noticieros sino personas que hay que acoger también en su dimensión humana de hombres y mujeres a los que se les han negado sentimientos y proyectos». Es la convicción con la que llegaron los 18 jóvenes de 5 países europeos y de Medio Oriente, reunidos en Bad Urach (Alemania), del 12 al 17 de marzo, para la segunda etapa del proyecto Host Spot, promovido por New Humanity y Starckmacher, junto con otras asociaciones, y co-financiado por el programa Erasmus+ (UE). Host Spot persigue dos objetivos: Host hace referencia a la acogida y Spot a la realización de breves video-documentales para incidir en la opinión pública. 02En la primera fase del proyecto, que tuvo lugar en Jordania en agosto del 2016, los jóvenes pudieron recoger de primera mano, de los refugiados sirios e iraquíes –huéspedes de Cáritas Jordania-, las dramáticas historias de su migración forzada, documentándolas con grabaciones en video. Una experiencia que los hizo tomar conciencia de los verdaderos motivos que los empujaron a dejar su país, los riesgos que tuvieron que enfrentar durante el éxodo, la precaria llegada a la nueva tierra. La idea de dar a conocer esta dolorosa situación fue forjándose ya cuando estaban en Ammán. De hecho los jóvenes se convencieron de que dando a conocer esta información, se le habría podido dar , centrado básicamente en estrategias políticas y costos económico-sociales, una perspectiva más auténtica del fenómeno de la migración; mediante un aporte concreto, a través de una campaña de sensibilización de la opinión pública. En el encuentro de Bad Urach el objetivo era desarrollar en los jóvenes las competencias técnicas en el campo de la comunicación y de la producción de documentales sociales. Estaban presentes algunos expertos que en contacto directo con los refugiados, los cuales proveyeron mucha información sobre la situación en Alemania y sobre los sistemas europeos de acogida. Un aporte importante para tener un conocimiento correcto de la situación, que a menudo los medios informan en forma parcial y manipulada. 03Los jóvenes participantes llevaban consigo su propio bagaje cultural y la visión de la migración que se vive y afronta en sus países. Se sumergieron en la temática, en un ejercicio de reflexión y de escucha, para acoger y entender el pensamiento del otro; convencidos de que el aporte que podrían dar en esos días, aunque era pequeño, llevaría a un cambio. El éxito de esta fase del programa radicó en el haber alcanzado un aprendizaje internacional en un clima de comunión entre jóvenes de culturas e idiomas distintos. Mediante talleres, seminarios, debates, cayeron muchos prejuicios y estereotipos que tanto los europeos como los medio-orientales tenían unos de los otros, descubriendo que, a pesar de la diversidad, tienen muchos valores en común. Como resultado concreto se produjeron tres video-spot para compartir con sus coetáneos de sus respectivos países, para animarlos a hacer experiencias análogas, y llegar a ser así promotores del cambio. La tercera y última etapa tendrá lugar en Egipto a finales de octubre de 2017. Facebook

SMU 2017: el mundo desde otro enfoque

SMU 2017: el mundo desde otro enfoque

#4peaceSi pudiéramos ver el mundo desde lejos, con un teleobjetivo muy potente, como a veces pueden hacer los astronautas, veríamos nuestro planeta pacífico e incluso sin fronteras. En cambio, a corta distancia, las imágenes de las que disponemos transmiten los detalles de toda división posible, de odio y prevaricación. A veces, mirando nuestra historia y nuestro planeta desde demasiado lejos, o demasiado cerca, corremos el riesgo de falsear la realidad y empañar el juicio. ¿Cuál será la distancia correcta para no perder de vista la trayectoria hacia la cual se dirige nuestra humanidad? La economía, la sociología, las ciencias naturales, la filosofía, cuestionándose acerca de las transformaciones de la era contemporánea, coinciden en algunos principios. Uno de ellos es la interdependencia: todo lo que acontece en un lugar puede tener consecuencias en otras partes. Cada fragmento o parte de humanidad revela su más alto potencial en el hecho de pertenecer a un destino común. No nos salvamos solos, ni tampoco podemos estar bien, refugiados dentro de un cascarón, si alrededor hay un sufrimiento generalizado. «Que el mundo se convenza de que está llamado a la unidad» es el desafío que Chiara Lubich lanzó a los Jóvenes por un Mundo Unido en 1985. Desde hace más de veinte años, los jóvenes por un mundo unido se nutren de esta visión del bien común y trabajan para realizarla. Atraídos por las infinitas posibilidades de la fraternidad, por el único posible destino de la historia y de la humanidad contemporánea, centenares de jóvenes de varias nacionalidades se están concentrando en Loppiano (Italia). Sus iniciativas, a nivel planetario, convergen en la Semana Mundo Unido que, desde 1995, representa una vitrina de las acciones de fraternidad en acto en el mundo. Acciones que confluyen, a su vez, en el United World Project con el objetivo de llamar la atención de la sociedad civil y de las instituciones internacionales hacia una cultura de la fraternidad.