
Pasquale Foresi: “María de Nazareth”

Ave Cerquetti, ‘Bella Accoglienza’ – Roma, 1961
Ave Cerquetti, ‘Bella Accoglienza’ – Roma, 1961
El 14 de agosto, gran fiesta en José C. Paz (a unos cincuenta Km. de Buenos Aires, Argentina), para celebrar el 10º aniversario de la inauguración de la sede que acoge las actividades del proyecto social “Juntos por el Barrio”, un centro social destinado especialmente a los niños y adolescentes del barrio y a sus familias. Si bien es verdad que el edificio cumple diez años, no hay que olvidar que las actividades del proyecto se iniciaron mucho antes y, como a menudo sucede, fueron suscitadas por la gente que vivía en el barrio desde hace tiempo. Cuando Francisco, el Papa argentino, invitó a ocuparse de las periferias, probablemente pensaba en asentamientos como el barrio donde se erige este centro social. Se trata de un conjunto habitacional que se formó de modo desordenado, a espaldas de otras construcciones. Está constituido por núcleos familiares llegados allí en busca de fortuna, una fortuna que lamentablemente no encontraron porque ni siquiera allí existía. La desocupación imperante los ha hecho todavía más pobres y vulnerables de sufrir todas sus consecuencias: marginación, alcoholismo, droga, violencia, prostitución. Son peligros que amenazaban también a muchos niños y adolescentes que pasaban casi todo el tiempo en la calle.
Desde 1999, algunos habitantes ‘históricos’ del barrio, apoyados por los Focolarinos, que tienen un centro de congresos en sus aledaños, se pusieron a trabajar para hacer algo por los recién llegados. Lo primero que hicieron fue evaluar cuál era la demanda más fuerte que emergía del barrio. Y ésta era: poder disponer de un lugar de acogida diurno para niños y adolescentes, que permitiera sacarlos de la calle. Así nació el proyecto “Juntos por el Barrio”. En una sencilla sala inició la primera actividad de apoyo escolástico. Visto el éxito de la iniciativa (en parte financiada con el apoyo a distancia de AFN onlus), las ideas se multiplicaron en otras tantas iniciativas. Y con donaciones provenientes también del extranjero, se construyó un edificio donde realizar estas actividades, el cual muy pronto se convirtió en punto de encuentro y de referencia para todo el barrio.
Era justo, pues, festejar, también porque el barrio está cambiando realmente su aspecto. En el centro “Juntos por el barrio”, se realizan actualmente muchas actividades, la mayor parte de ellas dirigidas a los menores, pero también a personas de todas las edades: integración nutricional, prevención sanitaria, alfabetización, talleres de serigrafía y artesanía, cursos para jardineros, peluqueros, sastres, actividades lúdicas. Se da de esta manera un apoyo a más de 70 familias, mientras cada semana el centro es frecuentado por un promedio de 200 personas. 220 personas estuvieron presentes en los festejos del 14 de agosto, entre las cuales se contaba un centenar de niños que desbordaban alegría por todos los poros. Todos se sentían protagonistas, no sólo de la fiesta sino también de su propio rescate, porque quizás se sienten ‘parte’ de un proceso donde, más que el dar y el recibir, lo que se pone de relieve es la reciprocidad.
https://vimeo.com/180291011
La semana de la amabilidad en la escuela de Yvonne, en Toronto, recibió sorpresivamente la visita de un ministro del gobierno canadiense, interesado en comprender cómo hicieron los estudiantes, a través del dado del amor, para cambiar la atmósfera de las clases e incrementar el servicio y la atención hacia los demás, reduciendo el bullying, es decir, el acoso escolar. El Peace Project (proyecto para la paz), fue galardonado como una de las prácticas más ejemplares del distrito y fue adoptado también por otras escuelas con la aprobación del ministerio de la educación. En North Riverside, un pueblo que se encuentra a pocos kilómetros de Chicago, Carol generó un proyecto social, el Arte de cuidar, que recibió la aprobación de la administración pública y que transformó a unos vecinos ajenos y desconfiados en una comunidad con un estilo de vida basado en acoger y compartir.
Éstas son algunas de las buenas prácticas que el Movimiento Humanidad Nueva, expresión social de los Focolares, presentó en el Social Forum mundial de Montreal que, en la segunda semana de agosto, reunió a más de 25 mil activistas de 125 países. Proyectos, estudios, acciones sociales, representaciones artísticas ayudaron a imaginar ese “otro mundo”, al que hace referencia el título (“Otro mundo es necesario, juntos es posible”), elegido para la 12ava edición de este laboratorio mundial, nacido en el 2001 en Porto Alegre, Brasil, como respuesta al forum económico que los así llamados potentes de la tierra llevaron a cabo en Davos, Suiza. El forum social ofrece un espacio que las distintas expresiones de la sociedad civil administran de forma autónoma, intentando imprimir, desde la base, un cambio en el ámbito de los derechos humanos, el medio ambiente, las economías alternativas, las energías renovables, la democracia participativa. Los tres talleres abiertos, gestionados por Humanidad Nueva, fueron una exposición de las buenas prácticas en el campo social, económico y político surgidas del carisma de la unidad de Chiara Lubich, a través de tres talleres públicos en la universidad McGill de Montreal y en la de Quebec. Jean Charles Bitorirobe, burundés de origen y ciudadano canadiense, a través de su asociación “Burundi coeur d’Afrique” quiso sanar los conflictos étnicos que en su patria dividían a los Hutu de los Tutsi y que de la misma forma se habían trasladado a Quebec. “Nuestro centro cultural quería estar abierto a los burundeses sin fijarse en su etnia y en febrero logramos reunir a más de 420 personas para intercambiarnos experiencias, tristes bagajes del pasado, costumbres culturales que no podían seguir dividiendo a nuestro pueblo. Nos inspiró el carisma de la unidad”. Jean Charles creó un equipo de fútbol, abrió un curso de idioma kirundi y otro de danzas, hizo una colecta de fondos para 150 niños con déficit mentales en Burundi y una cena con comida típica y músicas tradicionales. “En seguida alguien pensó que queríamos constituir un partido político, pero nosotros sólo queremos trabajar por la unidad, y también la embajada apreció y reconoció nuestro trabajo”. Al cierre de este taller público, intervino Patience Lobè, política camerunés y punto de referencia para los miles de voluntarios del Movimiento de los focolares. A pesar de haber recibido amenazas de muerte y de haber sufrido varios atentados por sus denuncias en contra de la corrupción en el sistema de las obras públicas de su país, Patience jamás aflojó. “Sentía que tenía que luchar por la justicia. No sé si esta tenacidad es fruto de mi naturaleza, pero pienso que Dios nos utiliza como instrumentos suyos”. Como ingeniera civil percibía un óptimo sueldo, sin embargo la pobreza que la rodeaba no la dejaba en paz, así que esta mujer valiente creó centros profesionales de capacitación al trabajo además de unas cooperativas, entre las cuales una de criadero orgánico de pollos que se convirtió en el buque insignia en el distrito industrial del país. “El hambre, la pobreza es antes que nada un problema de valores, pero si nos juntamos podemos crear el cambio y ser personas que saben desarrollar lo nuevo”. Todo en sintonía con el mapa de trabajo del Social forum.
Guitarra, batería y bajo acústicos, piano, saxofón y las voces de Gen Rosso. Una veintena de canciones extraídas de los casi cincuenta años de vida del grupo: Otra Humanidad, Nacerá, Soñando,Constelaciones,… Un Concierto Acústico y multicultural en tres lenguas: italiano, castellano e inglés. Las fechas y ciudades de la gira de Gen Rosso en España son las siguientes: 16 de septiembre Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid). 18 de septiembre. Teatro Fernández Baldor de Torrelodones (Madrid). 21 de septiembre Auditorio Fundación Caja Rural de Granada. 23 de septiembre Gran Teatro de Cáceres. 24 de septiembre Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra (Alcalá de Guadaíra, Sevilla). 27 de septiembre. Vigilia de la Misericordia a las 20:30 h. Parroquia San Pedro Poveda (Jaén) 29 y 30 de septiembre Sala Borja (Valladolid). 2 de octubre Auditorio Colegio La Sagrada Familia (Maristas). Cartagena (Murcia). Si quieres que Gen Rosso actúe en tu ciudad, ponte en contacto con ellos a través del correo electrónico. Gen Rosso International Performing Arts Group se caracteriza por la internacionalidad de sus componentes y el compromiso personal de cada uno: el de poner en práctica y comunicar a través de la música, mensajes de paz y fraternidad universal, construyendo en primera persona un mundo unido.
https://youtu.be/t5Cvfaz-e64
«Provengo de la provincia de Nápoles y vengo de una familia sencilla. Mi padre, ministro extraordinario de la Eucaristía, tenía confiados los enfermos y los pobres del pueblo que de alguna forma se habían convertido en casi familiares nuestros. Tenía 14 años cuando mi papá nos dejó debido a un tumor. Él tenía cuarenta años. El dolor fue fuerte: entonces no era verdad que Dios se ocupaba de nosotros, como él me había siempre dicho. Me concentré tenazmente en el estudio. Mi objetivo era ganar mucha plata y construir una casa que fuera sólo mía. A los 20 años Dios se asomó una vez más en mi vida: un grupo de amigos me invitó a un encuentro del cual, honestamente, no recuerdo nada. Lo único que me impulsó a buscarlo nuevamente fue la alegría que veía entre ellos y que yo no tenía. Estudiaba, era muy capaz, tenía muchos amigos, pero no era feliz como ellos. Quería comprender mejor quién era este Dios del cual ellos hablaban y, después de un par de años, quería saber también qué hacer con mi vida. Conocí a mi congregación casi por casualidad. Confieso que no tenía una buena opinión de las religiosas. En mi ambiente, el convento es visto como un refugio del mundo. ¡No podía por lo tanto ser ese mi camino! Yo soy radiosa, alegre, me gusta estar con la gente, estudié, tuve también algunos novios. Pero en esta familia religiosa encontré el amor de mi vida, Dios, de quien no pude escapar. Esa era la casa que había deseado tanto cuando era adolescente, pero con algo más: no estaba sola, tenía otras hermanas, que, como yo, amaban a Jesús. Mi familia religiosa – las Hermanas Franciscanas de los Pobres- se encontró con el Movimiento de los Focolares a finales de los años sesenta. Vivía un momento de fuerte dolor por algunas dificultades internas en la Congregación, y no sólo eso. Nuestro carisma – ver a Jesús pobre y curar sus llagas- en contacto con la espiritualidad de la unidad asumió una nueva luz y el Evangelio con su mensaje de amor recíproco era la respuesta a todo ese dolor. Las hermanas dieron vida al Centro juvenil, para que las chicas pudieran comprender qué hacer con su vida. Después, volviendo a la fuente de nuestro carisma, comprendimos también que los pobres no son sólo los enfermos, sino que están en cada sufrimiento que atraviesa el corazón del hombre.
Hoy en Italia nos ocupamos de las personas que no tienen vivienda fija, de las mujeres que deciden salir de la situación de trata, de los emigrantes. Trabajamos con Caritas. Ofrecemos nuestra ayuda y consejo también en el ámbito familiar: nuevas uniones, separaciones y divorcios; ofrecemos nuestro servicio en las cárceles y a los menores de edad, etc. En estos últimos seis años trabajé como educadora en Messina – me recibí en Ciencias de la Educación –en una comunidad terapéutica para chicos bajo la jurisdicción del Tribunal de menores. Iba allí por ellos, para que descubrieran la importancia que ellos tenían en la sociedad. A menudo me decían: “Cuando estás con nosotros hay algo hermoso, bueno, ¿tal vez esto es Jesús?” Recientemente, con un contrato por tiempo indeterminado, llegó también un pedido de parte de mis superiores: un traslado a Filipinas para trabajar en las cárceles y con los chicos de la calle. La experiencia que maduré en estos años puede ser útil allí. Ya le dije que sí a Dios y no quiero echarme atrás justo ahora. En septiembre partiré por seis meses, para ver si puedo prestar mi colaboración en aquella tierra»
«¡No las llamemos vacaciones alternativas!: muchos ya somos reincidentes en el Campus y por eso no es una experiencia fuera de lo normal sino que forma parte de nuestra vida». La que habla es Nahomy Onate, 21 años, de Reggello (FI), pueblo situado en los alrededores de la ciudadela internacional de Loppiano, quien ha participado en el Siracusa Summer Campus organizado por los jóvenes de los Focolares. La Gaceta local puso como título “Los jóvenes por un Mundo Unido salen al encuentro de las periferias de Siracusa”. De hecho, por tercer año consecutivo los barrios de Akradina y Tike y desde este año también el de Grottasanta, han acogido esta experiencia que se centra en las relaciones y la dignidad de la persona. 120 jóvenes provenientes de 17 regiones italianas durante 10 días han animado estas periferias con actividades, workshop de danza, periodismo, teatro, pintura, etc. Más de cien niños y muchachos entre los 6 y los 13 años se han visto involucrados. «Ya había participado de la segunda edición, sabía más o menos lo que me esperaba, conocía la situación de malestar de estas periferias, pero apenas llegué, la actitud de todos en general me ha impresionado: estábamos dispuestos a donarnos totalmente por 10 días. Y así fue». Nahomy cuenta que la novedad de esta tercera edición era justamente el barrio de Grottasanta, otra zona muy necesitada y en riesgo social de la ciudad. «Al llegar ante la escuela en la que íbamos a realizar esa actividad con los niños y los muchachos, el panorama que se me presentó me dejó sin palabras: un mar espléndido servía de marco a enormes edificios deteriorados y aquel lugar era el símbolo del nivel a que había llegado la degradación social. Lo primero que da dignidad al hombre es la educación y aquella escuela, tal y como se presentaba, no lograba dar absolutamente nada a nadie. Pero, más allá de la verja, mamás, maestras y niños nos recibieron con un gran aplauso y una gran esperanza de transformación en los ojos. Esto nos dio el primer empujón para comprender que, a pesar de los pocos días que teníamos a disposición, teníamos que apostar por la parte más frágil de la sociedad y darlo todo por el todo. Es esto lo que cada uno de nosotros ha hecho en su medida, estrechando relaciones de verdadera fraternidad con cada uno.
Después de una riña muy fuerte entre dos niños, he abierto los ojos y me he dado cuenta de la realidad que viven cada día: violencia, deseo de venganza e indiferencia son los “valores” sobre los que se basa su crecimiento. Frente a la situación que se había creado, tratamos de explicarles que no se responde a la violencia con nueva violencia, sino que existen otros caminos y otras formas, aunque nadie hasta entonces se los había dado a conocer. “Dejemos de comportarnos como los mafiosos – dijo uno de los niños – ya no quiero ver violencia ni venganza en este barrio; ahora hemos cambiado”. Han bastado pocos días dentro del remolino del amor recíproco para hacerle pronunciar esta frase ante sus compañeros; la semilla que en estos tres años de campus y en estos pocos días habíamos sembrado y regado, estaba creciendo, estábamos dejando algo dentro de ellos: habían entendido que son ellos el futuro y que siempre existe la posibilidad de ser diferentes, de ser mejores. En estos barrios de Siracusa se encuentra sólo una de las muchas periferias de Italia y no queremos cerrar los ojos ante tantas situaciones que se verifican también en nuestras ciudades, pedazos de mundo que están perdiendo los valores, el amor y el coraje. De esta experiencia he vuelto a casa un poco nostálgica y triste: cada niño me hace falta, pero también me siento repleta de su amor, de sus sonrisas y de su fuerza de voluntad en querer revolucionar su mundo».
Pocas semanas antes, Elisa, con toda su familia – un hermano gemelo y uno mayor, mamá, papá y las abuelas – había participado en la Mariápolis – la cita de verano de los Focolares –junto a un centenar de personas. Fue la ocasión para conocerse, intercambiar experiencias de vida, recorrer un tramo de camino juntos. Además todos la recuerdan a Elisa, porque con su manera de ser, alegre y contagiosa, y con la ayuda del hermano gemelo, quiso grabar en video las impresiones de su grupo antes de partir, porque «las Mariápolis son experiencias que marcan el corazón y son cosas que permanecen. Espero lograr volver siempre aquí», según lo que le escribió a su mamá al regresar, a través de un mensajito.
Gabriele, su primito de 8 años, a mediados de junio en cambio había participado – por segundo año consecutivo – al “congresito Gen 4”. Tres días vividos en el encanto de los niños, quienes comprenden más que los demás “las cosas de Dios”. En una foto aparece mientras hace las veces de un angelito que toca la trompeta al paso de la Puerta de la Misericordia, junto con otros compañeritos. El 24 de agosto, de mañana, llega la noticia del terremoto y con ella la zozobra: Elisa, Gabriele y las abuelas, están bajo los escombros y se teme por sus vidas, como por las de muchos otros desaparecidos de los que no hay noticias. Una cadena de oración empieza en seguida como un tam tam, pero por la noche se confirma la noticia: no lograron sobrevivir.
Desde el primer momento, las familias dan un fuerte testimonio: «Su fe en el amor de Dios, tan firme aún en medio de tanto sufrimiento, nos ilumina para vivir con renovado vigor por lo que no pasa», escribe María Voce, presidente de los Focolares, en los días siguientes al terremoto, dirigiéndose a las comunidades y a las familias afectadas por el sismo. Mientras tanto, las comunidades de los Focolares en Italia y en el mundo se activan para sostener la organización de las ayudas. El dolor es incomprensible también para muchos coetáneos, compañeros de escuela, los Chicos por la Unidad quienes conocieron a Elisa en los campos de verano, durante experiencias inolvidables. Pero el testimonio que tratan de ofrecer, juntos, es el de un amor que es más fuerte incluso que la misma muerte. Una de ellos escribe: «Hola Elisa, esta noche soñé contigo. Estábamos en Stop’nGo, el campo de verano donde nos hicimos amigas. Quería saludarte por última vez. En la muñeca llevabas todavía la manilla que hice para ti. Te dije que eras bellísima, parecía que tú no valorabas tu belleza, por lo tanto tenía que recordártelo. Después de este sueño, desperté más serena. Te imagino en el Paraíso». «Lamento todas las bromas que te hice – escribe su hermano gemelo – ¿recuerdas cuando estábamos en casa del abuelo y tú te asumías la culpa en mi lugar? Ahora los escombros de este terremoto me alejaron de ti. Te ruego, mi ángel, protégeme desde allá arriba». «Pero ¿cómo se puede pensar que ya no está? Elisa sacó mi nombre en el juego del Amigo Secreto durante la Mariápolis de verano de 2014». Escribe don Marco Schrott, quien conoce desde hace años a las familias de Elisa y Gabriele, y tuvo siempre con ellas una relación especial. «Siendo mi Amigo Secreto, la veía siempre a mi lado y me ganaba en fantasía a través de mil cuidados. En casa, por whatsapp, en la iglesia, en el campo stop&go y en toda circunstancia, tenía siempre una palabra que nos recordara que teníamos que cuidarnos recíprocamente. ¿Cómo se puede imaginar que todo esto se haya acabado? Seguramente hará falta alguien más que juegue con los niños más pequeños y los consuele en su lugar. Elisa podrá sólo multiplicarse, no desaparecer».
Y don Marco escribe también acerca de Gabriele: «Esos ocho años normales de su existencia se descubren totalmente llenos de alegría. Ese niño sabía jugar siempre y con todos. Invitaba, proponía, organizaba y desarrollaba con la máxima honestidad cada juego, como si fuera su única tarea. Como todos, en las vacaciones llevaba un cuaderno de la escuela con las tareas asignadas y para terminarlas tenía que completar cinco páginas al día. Pero por jugar no había logrado terminarlas. Después de que el papá, por teléfono, lo invitara a recuperar todas las páginas atrasadas, se puso en seguida a hacerlas. Era siempre así de disciplinado: divertirse es hermoso, pero su compromiso de jugar sin hacer trampas, era el mismo durante la oración y en todas las tareas en las que se le pedía colaborar dentro y fuera de la casa. Ahora se entiende que el empeño con el que participaba en las procesiones era fruto de una fe madura. Por lo tanto, no era por casualidad que, después de su funeral, hubiera colas en los confesionarios. Los rostros de sus amigos estaban transformados, conmovidos, como después de sufrir un electroshock evangélico y expresaban el deseo de cambiar la orientación de su vida, de abrirse a la fe». Elisa y Gabriele quisieron quedarse con sus dos abuelas sólo esa noche más, pero antes de dormirse pensaron en empacar bien sus maletas, para estar listos, al día siguiente, para el viaje. Ese día, para ellos, ha resultado eterno.
«La Madre Teresa es (…) una maestra excelsa del arte de amar. Amaba de verdad a todos. No preguntaba a su prójimo si era católico, hindú o musulmán, etc. (…). La Madre Teresa era, sin duda, la primera en amar. Era ella la que iba en busca de aquellos para los que Dios la había enviado. La Madre Teresa veía, quizás como nadie más, a Jesús en cada uno. Precisamente su lema era «A mí me lo hiciste». La Madre Teresa se hacía uno con todos. Se hizo pobre con los pobres, pero, sobre todo, como los pobres (…). No aceptaba nada que no pudiesen tener también los pobres. Por ejemplo, es conocida su renuncia y la de sus monjas a una simple lavadora, renuncia que muchos no entendían, diciendo ¡en estos tiempos!, Pero ella lo hacía porque los pobres no la tenían, por tanto, tampoco la quería tener ella. Cargó e hizo suya la miseria de los pobres, sus penas, sus enfermedades y su muerte. La Madre Teresa amaba a todos como a sí misma, hasta ofrecerles a ellos su propio ideal. Por ejemplo, invitaba a los voluntarios, los que prestaban servicio en su Obra durante un cierto tiempo, a buscar su propia “Calcuta” en el lugar al que cada uno volvía. Porque – decía – hay pobres por todas partes. La Madre Teresa, sin lugar a dudas, amaba a sus enemigos. Nunca se detuvo a contestar las acusaciones absurdas que le hacían, sino que rezaba por sus enemigos. Sí, en ella puede verse « el arte de amar» encarnado a la perfección. Era una (…) reina de la caridad». Chiara Lubich Conferencia telefónica del 25 de septiembre de 1997 publicada en: Chiara Lubich, Construir el castillo exterior, Ciudad Nueva, Roma 2004, pp. 29-30 Leer también:
Año 1959. En el pueblito trentino de Fiera di Primiero se desarrollaba la última de las primeras Mariápolis, etimológicamente “ciudad de María”, una de las citas típicas del Movimiento de los Focolares, en las cuales, por algunos días, adultos, jóvenes y niños, personas de las más variadas procedencias, se reencuentran con el fin de vivir una experiencia de fraternidad, a la luz de los valores universales del Evangelio. Hoy estos encuentros se desarrollan cada año en numerosos países del mundo proponiendo, en contextos muy distintos, la “regla de oro” que invita a hacer a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti mismo. El 22 de agosto de aquel año, en plena “guerra fría” que oponía el bloque occidental al soviético, los participantes de la Mariápolis, procedentes de más de 27 naciones, decidieron consagrarse a María, ellos mismos y los propios pueblos a los que pertenecían. La fórmula de consagración se leyó en los nueve idiomas presentes y ese “pueblo” comprendió que el camino de la unidad, descubierto y experimentado en Primiero, estaba destinado a difundirse en todo el mundo. Hoy, en momentos de “colisión de incivilidades” , las relaciones entre los Estados parecen estar en el máximo desorden y esto muestra aún más la importancia de los propósitos de aquel evento del ’59, tanto es así, que la nueva Alcaldía de Primiero, recién constituida, abrió sus puertas los días 27 y 28 de agosto, al encuentro “Los Pueblos en la Familia humana”, que tuvo como relatores al Juez Gianni Caso, presidente honorario de la Corte de Casación, y a Vincenzo Bonomo, director del curso de licenciatura en Jurisprudencia en la Pontificia Universidad Lateranense. En este tiempo no se habla de pueblos, en todo caso se habla de Estados. Los pueblos son agrupaciones naturales con derecho a la autodeterminación; los Estados llegan incluso a negar la existencia de los pueblos indígenas, que sin embargo existen, para no tener eventualmente que reconocer el derecho a la autodeterminación de los indígenas. Se prefiere hablar de “sociedad civil” que tiene, al máximo, una opinión: los pueblos no tienen una opinión, tienen un derecho de autodeterminarse y pueden, y a menudo lo quisieran, reivindicar. «La paz de los pueblos es el orden querido por Dios», afirmaba Chiara Lubich y confiaba los pueblos a María, no los Estados. Los confiaba a María para que Ella los defendiera porque los pueblos tienen derecho a la defensa. «Hoy no existe más la guerra fría – afirma Bonomo- pero existe una paz fría que es tal vez peor porque es una paz, o presunción de paz, que no está basada en los valores compartidos». ¿Qué queda hoy de aquel “pacto” del ’59? El enunciado de aquellos principios es hoy más que nunca actual para orientarse en el difícil panorama geopolítico. Según los relatores queda el método de lectura de los hechos; queda el importante instrumento que supone tener la visión de un mundo unido que no anula las diferencias sino que las exalta. Existe hoy el deseo de redescubrir los valores proféticos sellados en aquél lejano ’59 y las personas presentes en el encuentro manifestaron pasión y convicción. Uno de los políticos locales, alcalde de uno de los ex municipios que han confluido en el municipio único de Primiero, afirmó que la Mariápolis de Primiero no debe ser para ese valle una atracción turística sino que debe finalmente, con sus valores “cambiar nuestra vida”. Se desea que crezca el patrimonio de valores que Chiara Lubich dejó y que Primiero sea un laboratorio de fraternidad entre los pueblos. Un ejemplo de este laboratorio se vio en la reciente, no fácil, unificación de los cuatro municipios, (Fiera di Primiero, Siror, Tonadico y Transacqua), cuatro pequeños “pueblos” que, por el bien común, eligieron la comunión. Los que vivieron aquella experiencia de 50 años atrás hablan de «semillas sembradas que hay que seguir regando». En la discusión se establece una conexión ideal entre el “Espíritu de Asís”, en las relaciones entre las religiones y el “Espíritu de Primiero” en las relaciones entre los pueblos. En la mañana del domingo 28 de agosto de 2016, en la repleta Pieve di Fiera, se repitió el acto de consagración con la “fórmula” recitada en 1959 en aquella misma iglesia. Una señal de fiesta para una nueva profunda, responsable idea de paz. Roberto Di Pietro Fuente: Cittá Nuova
La Mariápolis 2016 nigeriana – 400 personas que del 2 al 7 de julio vivieron una intensa comunión entre jóvenes y adultos, niños, sacerdotes, personas de varias Iglesias y religiones – se desarrolló lejos de los reflectores. Porque el bien no hace ruido. Y también porque a menudo los medios de comunicación, cuando se trata de hablar de Nigeria, se encargan de contar historias muy distintas de ésta: violencias, abusos, secuestros, atentados. Sin embargo, hay que reconocer también el otro rostro de este gran país. Por ejemplo, la estructura que hospedó la Mariápolis: el Brigard National Seminary de Enugu, que es el seminario mayor de la Iglesia católica más grande del mundo, lo cual habla muy bien de la fe vivida con gran intensidad en este país. Los que dieron inicio al encuentro fueron los jóvenes, unos cincuenta, quienes llenaron el escenario y presentaron un popurrí de canciones con base góspel, cantadas y danzadas con fuerza y mucho ritmo. Luego, inesperadamente, se separaron en dos grupos de los que salían numerosas parejas que llevaban puestos los trajes tradicionales de las distintas regiones del país. Y mientras éstas desfilaban, los correspondientes grupos, presentes en la sala, se ponían de pie y todos los aplaudían. La coreografía concluyó con el himno nacional entonado por todos los presentes. Fue una explosión de alegría, que reflejó hasta visualmente la invitación que el Obispo lanzó en su homilía, para que vivieran con “energía creativa, típica de la juventud” el tema de la Mariápolis: “Unidad: don, compromiso, meta”. Un tema, este de la unidad, que a él le interesa de forma especial porque lo considera un valor, según dijo, “muy necesario aquí en Nigeria”. Luego el Obispo de Enugu, Callistus Chukwuma Valentine Onaga, exhortó a todos para que vivieran la unidad en el país según tres objetivos: solidaridad, subsidiariedad y bien común.
Con un inicio tan alto, los temas sobre la espiritualidad y su aplicación en la vida concreta, encontraron realmente terreno fértil. De manera especial fueron eficaces los testimonios, algunos incluso conmovedores, ofrecidos por personas o parejas, comprometidos en vivir el Evangelio en sus aventuras y desventuras cotidianas. Especialmente significativo fue el testimonio de un miembro de una Iglesia pentecostal y el de un joven musulmán, quienes dieron un aporte a la comprensión de los temas que se fueron presentando. Las tardes se dedicaron a una gran variedad de talleres, cada uno de los cuales ponía de relieve cómo la unidad es capaz de mejorar la vida personal y la de la sociedad. En un grupo se intercambiaron ideas y experiencias acerca de los tesoros y los desafíos de la vida familiar, en otro, se reflexionó sobre cómo vivir la unidad en medio de los problemas que actualmente atraviesa la nación, etc. Encontraron espacio también una serie de actividades en las que se les ofrecía a los participantes la oportunidad de adquirir nuevas habilidades: un mini curso para electricistas, uno de estética, otro de peluquería, etc. Estas iniciativas fueron percibidas por los participantes como un don que se les ofrecía para mejorar sus propias capacidades, trayendo a su mente la visión de Chiara Lubich y su proyecto de Economía de Comunión. “No se trata de personas ricas – dijo la fundadora de los Focolares en Piacenza (Italia) en 1999 – que actúan de manera filantrópica, sino de personas que comparten, es decir, cuando todos, iguales en dignidad, dan y reciben en un contexto de reciprocidad”. Durante la Mariápolis, para sellar el propósito de vivir por la unidad, todos los participantes quisieron pasar por la Puerta Santa (la entrada a la Capilla del Seminario) abrazando la gracia de este año especial de la misericordia de Dios y renovando el compromiso, consciente y solemne, de ser misericordia los unos hacia los otros y con todos. Video con imágenes de la Mariápolis de Enugu https://vimeo.com/181015319