Mar 7, 2016 | Focolare Worldwide
«Hemos conocido una familia de burundeses que –por la terrible y desconocida situación actual del país- se refugiaron, con otras muchas familias, aquí en Kampala donde vivimos nosotros», nos escriben desde Uganda. El padre regresó a Burundi para mantener su trabajo que le permite pagar un costoso alquiler de su casa ugandesa, y la comida para sus hijos todavía pequeños y para la recién nacida, de apenas tres semanas. La madre no lograba quedarse ahí cuando recomenzaron los disparos en la ciudad, para ella era muy fuerte el recuerdo de lo que había vivido en primera persona en los años ’90, cuando estalló otra crisis en Burundi. Se libró de la muerte milagrosamente, después de que por dos días consecutivos el director de la escuela que frecuentaba logró salvarla de los soldados que fueron a buscarla a ella y a otras chicas, dándoles un poco de dinero. Ahora ante los primeros atisbos de horror, decidieron escapar dejando todo lo que tenían en Buyumbura. Con ellos viven también otros parientes: son en total 8 personas. Supimos que el alquiler no incluía el mobiliario y que en la sala tenían sólo cuatro sillas: ¿qué hacer? Se nos ocurrió que quizás cuatro de nuestras sillas plegables, que usamos en casa de vez en cuando, cuando somos muchos, podían seguramente ser utilizadas en forma más provechosa en esa casa: que por lo menos cada uno pudiera tener una silla para sentarse y comer más cómodamente. Saliendo de casa agarramos también dos calabazas del huerto, que habíamos sembrado casi por casualidad, hacía algunos meses, y que habían crecido después de la última estación seca, y en estos últimos meses, en más de una ocasión, han resultado ¡muy útiles! Además, precisamente el día anterior habíamos recibido de regalo algunas provisiones: la Providencia no nos ha faltado nunca en estos meses, pero precisamente es asi si seguimos compartiendo, que esa promesa –“Den y se les dará”- escrita en el Evangelio, se sigue realizando y se multiplica. Entonces agregamos también dos Kg. de azúcar, dos de arroz, uno de sal y un litro de aceite, y fuimos a visitarlos. La casa nueva estaba limpia, había también algunas terminaciones inusuales, en el cielorraso había una linda lámpara, pero en las habitaciones no había camas, solo algunos colchones. En la sala una pequeña mesa redonda de plástico y cuatro sillas, un pequeño televisor en la esquina, puesto en el piso, con el cable de la antena que colgaba volando encima de las cabezas de los visitantes. No vimos alrededor ni juguetes ni otros muebles. Entramos con nuestras sillas y transcurrimos dos horas muy agradables conociéndonos más profundamente, compartiendo el pasado y las esperanzas en el futuro. Los chicos por el momento interrumpieron los estudios: los más grandes quisieran ir a la universidad, pero en Uganda los costos son mucho más altos que en Burundi. Aquí es imposible para ellos, por lo menos por ahora. Además encontrar trabajo es difícil, la desocupación es alta y siendo extranjeros, si no se conoce a alguien, es prácticamente imposible. Además no hablan el luganda, el idioma local, y el inglés no es su lengua madre. Pero, me dicen: “…¡Nosotros confiamos en Dios!”. A las 7.30 de la noche, teníamos que regresar. Nos despedimos. Estaban muy felices con nuestra visita, pero en cuanto les dijimos que se quedaran con las sillas, y que nos las podían devolver cuando dejaran esa casa, sus rostros se iluminan: ¡siguen saludándonos y agradeciéndonos todavía! ¡Antes de subir al automóvil, quieren darnos también su bendición! Regresando a casa, pienso que también 4 sencillas sillas y dos calabazas, si se donan, pueden contribuir a llenar de alegría el corazón de quien las recibe y de quien las da…». (S.M. Uganda)
Mar 6, 2016 | Sin categorizar
«Lo que no debía suceder ha sucedido; ha estallado la aterradora guerra y en el mundo entero estamos en suspenso ante la duda de que pueda extenderse e involucre a otros pueblos». Estamos a pocas semanas de la invasión de Estados Unidos en Irak (17 de enero de 1991) como respuesta a la invasión de las tropas iraquíes en Kuwait (2 de agosto de 1990). En las páginas de Città Nuova, Chiara Lubich vuelve a hablar de la paz. Las que publicamos son sus palabras en un editorial de febrero de1991. «No obstante las muchas oraciones, Dios ha permitido la guerra. ¿Por qué? Porque la voluntad de alguno de los responsables no ha coincidido con la suya, expresada por la voz coral de aquellos que tenían mayor razón y que el Santo Padre, la más grande autoridad espiritual y moral del mundo, resume y concentra en sus continuos llamamientos a la paz, a la inutilidad de la guerra para resolver cada problema, y evitar así sus consecuencias catastróficas. Esperamos solamente que, en los misteriosos planes de Dios, Él, con su infinito amor, sepa y quiera sacar algún bien de este inmenso mal. No lo mereceríamos, pero conocemos la inmensidad de su misericordia. Por esto y sobre todo para que vuelva la paz, no dejemos de rezar. Deberá ser aún más intenso el time-out cada día a las 12 (hora italiana) para pedir, unidos, la paz. En este momento, además, todos debemos sentirnos llamados a seguir con decisión una línea de vida que corrija, al menos dentro de nosotros (pero por la comunión de los santos, en muchos), el error que se ha cometido. Los hombres no han hecho la voluntad de Dios, del Dios de la paz, han hecho la propia. Debemos imponernos, como nunca lo hemos hecho, para cumplir perfectamente su voluntad. «No se haga mi voluntad, sino la tuya». Estas palabras de Jesús deben asumir para nosotros, hoy, una importancia muy particular. Frente a éstas, cualquier otra cosa debe ser secundaria. No tiene que importarnos tanto en nuestra vida, por ejemplo, estar sanos o enfermos, estudiar o servir, dormir o rezar, vivir o morir. Lo importante es que hagamos nuestra su voluntad, que seamos su voluntad viva. Así vivíamos en los primeros tiempos de nuestro Movimiento cuando, precisamente en medio de otra guerra, el Espíritu apenas nos había iluminado acerca del valor de las cosas. Frente al derrumbe provocado por el odio, Dios se había revelado como el único ideal que no muere, que ninguna bomba puede hacer caer. Dios Amor. Este gran descubrimiento era una bomba espiritual de tal magnitud, que nos hizo olvidar literalmente todas las que caían alrededor, por la guerra. Descubríamos que más allá de todo y de todos, está Dios que es Amor, está su providencia que, para aquellos que lo aman, hace que todo coopere al bien. Descubríamos la huella de su amor en todas las circunstancias, también bajo los azotes del dolor. Él nos amaba inmensamente. Y nosotros ¿cómo corresponder a su amor? «No quien dice Señor, Señor, sino quien hace mi voluntad, ése me ama». Podíamos, por tanto, amarlo haciendo su voluntad. Viviendo así nos habituamos a escuchar con creciente atención “la voz” dentro de nosotros, la voz de la conciencia que nos subrayaba la voluntad de Dios expresada de las más diferentes maneras: a través de su Palabra, los deberes del propio estado, las circunstancias, las inspiraciones. Teníamos la certeza que Dios habría llevado nuestra vida hacia una divina aventura, antes desconocida para nosotros, donde, espectadores y actores al mismo tiempo de su designio de amor, dábamos, momento tras momento, la contribución de nuestra libre voluntad. Poco después nos hizo entrever destellos sobre nuestro futuro, haciéndonos captar con seguridad el fin para el cual el Movimiento estaba naciendo: realizar la oración del testamento de Jesús: «Padre, que todos sean uno», colaborar a la realización de un mundo más unido. También ahora podemos vivir de este modo. ¿Hemos tenido un brusco y doloroso cambio de vida? ¿Debemos correr muy a menudo a los refugios, exactamente como en aquellos lejanos tiempos? ¿Vivimos momentos de miedo, de angustia, de duda incluso de que nos quiten la vida? O ¿llevamos la vida de siempre, con nuestras tareas de cada día, lejos todavía del peligro? Valga para todos lo que más vale: no esto o aquello, sino la voluntad de Dios: ponernos a la “escucha”, ponerla en el primer lugar en nuestro corazón, en la memoria, en la mente; poner, antes que cualquier otra cosa, todas nuestras fuerzas a su servicio. Rectificaremos así, al menos en nosotros, el error que se ha cometido. Cristo permanecerá en nuestro corazón y así, estaremos todos más compactos, más unidos, seremos más “uno”, compartiendo cada cosa, rezando con eficacia los unos por los otros y para que vuelva la paz». Chiara Lubich: Attualità leggere il proprio tempo, Città Nuova Ed., pag.85-87. Originalmente publicado en Città Nuova n. 4/1991
Mar 5, 2016 | Sin categorizar
«Un día te diré que renuncié a mi felicidad, por ti». Las primeras palabras de la canción de los Stadio, que ganó el último Festival de Sanremo [festival de la canción italiana ndr], nos brinda una buena ocasión para reflexionar acerca de la felicidad nuestra y la de los demás. Nuestra civilización colocó la búsqueda de la felicidad individual en el centro del propio humanismo, dejando otros valores y la felicidad de los demás – a menos que no sean un medio para aumentar nuestra felicidad – cada vez más en segundo plano. De tal suerte que ya no tenemos las categorías para poder comprender las elecciones (que todavía existen) de quienes renuncian, conscientemente, a la propia felicidad en pos de la de otra persona. […] La historia de la felicidad es muy larga. Desde un inicio, el humanismo cristiano, innovando mucho con respecto a la cultura griega y romana, propuso una visión de la “felicidad limitada”, donde la búsqueda de nuestra felicidad no era considerada como la última finalidad de la vida, porque estaba supeditada a otros valores, como la felicidad de la comunidad, de la familia, o el paraíso. Durante siglos pensamos que la única felicidad digna de ser alcanzada era la de los demás y la de todos. […]
En la edad moderna, esta antigua y arraigada idea de felicidad ha entrado en una profunda crisis, y en su lugar se abrió paso la idea, que era propia del mundo pre-cristiano, según la cual nuestra felicidad es el bien último y absoluto […]. La economía contemporánea, con su matriz cultural anglosajona, se casó perfectamente con el ideal de la felicidad individual. […] Para la economía, el mundo está habitado sólo por personas que quieren satisfacer al máximo la propia felicidad. […] Esta descripción de las elecciones humanas logra explicar muchas cosas, pero resulta inútil o engañosa cuando tenemos que explicar aquellas pocas, pero decisivas elecciones de las que depende casi toda la calidad moral y espiritual de nuestra vida. Cuando Abraham decidió encaminarse con Isaac hacia el Monte Moriá, seguramente no pensaba en su propia felicidad […] pero ciertamente estaba siguiendo una voz, dolorosísima, que lo llamaba. Y, como él, muchos siguen subiendo los Montes Moriá de su vida. Los momentos, los actos y las elecciones a lo largo de nuestra existencia no son todos iguales. […] Hay muchas cosas buenas en nuestra vida que no se miden en el eje de nuestra felicidad, y algunas ni siquiera en el eje de la felicidad de los demás. Las elecciones más importantes son casi siempre elecciones trágicas: no elegimos entre un bien y un mal, sino entre dos o más bienes. Y hay también decisiones en las que salimos del rango normal. Y otros momentos en los que no logramos ni siquiera elegir, sino tal vez, siendo dóciles, pronunciar sólo un “sí”. La tierra està habitada por muchas mujeres y muchos hombres quienes, en ciertos momentos decisivos, no buscan la propia felicidad. […]
Felicidad, verdad, justicia, fidelidad, son todos bienes primarios, originarios, que no se pueden reducir a uno solo, aunque éste fuera la felicidad. Podemos tener una idea clara de cuál es la elección que nos hará más felices, podemos incluir en esa felicidad casi todas las cosas bellas de la vida, también las más altas, sin embargo, a pesar de esto, podemos decidir libremente no elegir nuestra felicidad si hay otros valores en juego que nos interpelan. Y de pronto, al final, descubrir una palabra nueva: la alegría, que a diferencia de la felicidad no puede ser buscada, sino sólo acogida como regalo. Quienes han dejado su propia marca positiva en la tierra, no han vivido la vida persiguiendo la propia felicidad. La han considerado demasiado pequeña. A veces la vieron, pero no se detuvieron a recogerla; prefirieron seguir caminando detrás de una voz. Al final de la carrera no quedará la felicidad que acumulamos, sino que, si algo quedara, serán cosas mucho más verdaderas y serias. Somos mucho más grandes que nuestra felicidad. […] Luigino Bruni La voz de los días/1 – Para leer el texto completo en italiano (Fuente: Avvenire)
Mar 4, 2016 | Sin categorizar
Khaled Bentounès, argelino, nacido en 1949, es guía espiritual del Sufismo Alâwiyya. Es un hombre de paz. Vive en Francia desde los años ’60 y ha dado vida a numerosas iniciativas, originales y de mucho relieve, como la fundación de los Scout musulmanes de Francia, la Asociación Tierras de Europa, los coloquios internacionales ante la UNESCO por un Islam de paz, la convocatoria –a través de la Asociación Internacional Sufí Alauita, por él fundada – a una campaña de movilización internacional para que la ONU instituya la jornada mundial del “Vivir juntos”. El pasado 26 de febrero estuvo de visita en el Centro internacional de los Focolares, y sostuvo un coloquio con la presidente María Voce y el copresidente Jesús Morán. En el curso de la visita fue posible hacerle algunas preguntas. La primera, a partir de los numerosos proyectos de estos años, se refiere al hoy. «Para responder rápidamente a la pregunta» – ahora en qué está trabajando – afirma Bentounès, «trabajo en convertirme todavía más, y convertirme a mí mismo a la visión de un mundo más fraterno, más en armonía, un mundo más justo; trabajo para este ‘circulo’ de fraternidad, para que pueda verlo antes de dejar esta tierra, que pueda ver realizado el sueño que tiene gran parte de la humanidad. No sé si lo veré, pero al menos tengo la convicción de que habré dado mi aporte». Sobre los motivos de esperanza, en un tiempo en el cual la fraternidad entre los pueblos parece no tener lugar, Khaled Bentounès dice que ha encontrado razones para esperar «primero que nada, en la riqueza de la herencia espiritual recibida de mis antepasados, en la que la fraternidad es imprescindible. Cuando veo de donde provengo, veo una única línea ininterrumpida». «Me ha sucedido que cuando me encuentro con personalidades políticas y del mundo de la economía –agrega- que describen un mundo que va hacia problemas insuperables, yo les repito lo que decían nuestros maestros: “Si les dijeran que mañana va a ser el fin del mundo, ¿qué harían? ¡Sigan plantando y sembrando! ¡No se preocupen demasiado!” Entonces, ¡hagamos lo que tenemos que hacer! Plantemos y sembremos el amor, la esperanza y la fraternidad, ¡sin importar lo que suceda! Aunque mañana fuera el fin del mundo. Mientras quede un minuto, hay que usarlo. Podría ser que mañana sea otro día, otro mundo. Y: ¡perseveren!». Khaled Bentounès, quien en 1986 participó en el encuentro de Asís con Juan Pablo II y los líderes religiosos mundiales por la paz, conoce a los Focolares desde los años ’80 cuando se encontró con Chiara Lubich. Su relación prosiguió en Francia, hasta la reciente colaboración cuando le otorgaron el premio Chiara Lubich por la Fraternidad 2015, a la asociación “Vivre ensemble à Cannes”, de la que es uno de los promotores. <
strong>¿Cuál es hoy su relación con los Focolares? ¿Cuál la sintonía con sus ideales? «Pienso que el tiempo –responde el jeque- ha fecundado esta relación y el encuentro de hoy es también fruto del pasado. Esta amistad ha permanecido constante. Mi presencia hoy en el Centro internacional y mi encuentro con la presidente María Voce y con el copresidente confirma esta continuidad. Hemos hablado de la confianza recíproca, del proyecto de llevar una visión más fraterna al mundo que nos rodea; de cómo los Movimientos espirituales de tradición cristiana y de tradición musulmana pueden trabajar para ofrecer su testimonio a quienes deseen escucharlos. No pretendemos cambiar el mundo solos, pero es un hecho que entre las distintas tradiciones religiosas hay seguramente vínculos que reforzar para poder caminar juntos, hacia un porvenir que se construye el uno con el otro y no el uno contra el otro». La entrevista concluye con la comunicación de un sueño de Bentounès: «Existen academias de ciencias, matemática, música, filosofía, militares –dice Khaled Bentounès – y no hay academias de paz. ¿Por qué? No basta el compromiso espiritual. Tenemos necesidad de enseñarla. La paz no es algo que baja del cielo, es algo alrededor para lo cual se ‘trabaja’. Es un estado existencial, una visión del mundo, un comportamiento. Existe la paz económica, la paz social, la paz política. La paz se refiere a todas las cosas. La ecología es una forma de paz con la naturaleza». «Es necesario aprender cómo hacer la paz – continúa- ¡Éste es el proyecto que tengo en el corazón! ¿Cómo vincular la paz y el arte, la paz y la arquitectura? ¿La paz puede ser transmitida mediante el arte a las generaciones futuras? ¿Cómo se puede crear, mediante una economía solidaria, la comunión de saberes, de riquezas, en modo justo, más allá de los países? ¡Se trata de un ‘sacrosanto’ taller! Esta academia no es una palabra, es un trabajo concreto que debe acompañar nuestro operar en todos los campos». «Ésta es, pienso –dijo concluyendo- nuestra espiritualidad, que nutre la conciencia para ir más lejos y hacer que todos participen».
Mar 3, 2016 | Sin categorizar
5.3.2016 – Brescia (Italia) En la Universidad católica, congreso “Pablo VI y Chiara Lubich, la profecía de una Iglesia que se vuelve diálogo”, organizado con la colaboración del Instituto Pablo VI en continuidad con las “Jornadas de estudio” que tuvieron lugar en Castel Gandolfo en noviembre de 2014. Entre los relatores estarán: Mons. Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación para la Educación Católica; Lucía Albignente, responsable del sector ‘historia’ del Centro Chiara Lubich; el Pbro. Angelo Maffeis, presidente del Instituto Pablo VI; Franco Monaco, político y periodista; Alberto Lo Presti, profesor de Teoría política del Instituto Universitario Sophia. 6.3.2016 – Vicenza (Italia) ‘Más allá de las fronteras’, congreso interreligioso en el Centro A. Onisto – Borgo S.Lucia, 51. Hablarán el obispo emérito de Alepo Mons. Armando Bortolaso, el imán de las comunidades islámicas del Véneto, Dr. Kamel Layachi y Rita Moussallem del Centro para el diálogo interreligioso de los Focolares. El evento se concluirá con un flashmob en la Plaza de los Señores. 6.3.2016 – Olomouc (República Checa) En la sala del arzobispado se desarrollará un programa cultural dedicado a la figura de Chiara Lubich como promotora de paz. Al terminar, el arzobispo Mons. Jan Graubner celebrará la Santa Misa en la catedral. 8.3.2916 – Ischia (Italia) En el auditorio multifuncional de la isla, a las 19.30, velada sobre el tema Trabajo y temas correlativos (dignidad, legalidad, mujer, etc.) Participarán Patience Mollè Lobè (ingeniero civil de Camerún), Antonio Diana (empresario). Moderador Carlo Cefaloni (periodista de Città Nuova experto en problemáticas laborales). 11.3.2016 – Caserta (Italia) Entre música, testimonios, teatro, en el Palacio Real de Caserta (a partir de las 19,30) tendrá lugar una reflexión sobre el pensamiento y la vida de Chiara Lubich con el título: “El atractivo del tiempo moderno”. Con la colaboración de la Diócesis y de la Dirección del Palacio. 12.3.2016 – Sarajevo (Bosnia Herzegovina) La facultad teológica realizará una Jornada abierta sobre Chiara Lubich con el título: “El mensaje de diálogo y de paz”. Estarán presentes personas de otras confesiones cristianas, de otros credos, y de confesiones no religiosas. En la catedral el Card. Vinko Puljić, arzobispo de Sarajevo, presidirá la Eucaristía. 12.3.2016 – Castel Gandolfo (Roma, Italia) Ante la presencia de personalidades eclesiásticas y civiles se realizará en el Centro Mariápolis (Vía de La Salle), a las 17.30 una reflexión sobre el tema: “La cultura del diálogo como factor de Paz”. Además de numerosos testimonios, tomará la palabra la presidente de los Focolares Emmaus María Voce. 12.3.2016 – Manfredonia (Italia) 7ª edición del ‘Premio Chiara Lubich Manfredonia’. Estarán presentes Vera Baboun, alcalde de Belén y Pasquale Ferrara (diplomático y Secretario general del Instituto Universitario europeo de Florencia). Info 12.03.2016 – Solingen (Alemania) En el Centro Mariápolis “Zentrum Frieden”: Con el título “Vivir juntos en la diversidad” el MPPU (Movimiento Político por la Unidad) alemán, invita a una mesa redonda con políticos y funcionarios públicos de la ciudad. Seguidamente se abrirá el diálogo con los ciudadanos sobre el problema de la integración de los refugiados. 12.3.2016 – Milán (Italia) ” Yo a través de ti”. El título subraya cómo el buscar la paz nos hace estar cerca del otro y, al mismo tiempo, nos hace más cercanos de lo que verdaderamente estamos. El evento comprenderá tres momentos distintos, cada uno de los cuales tendrá una duración de media hora, y se repetirá en tres lugares diferentes y en horarios diferentes, para dar la posibilidad de participar en los tres: la Basílica de San Ambrosio, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, el Instituto Gonzaga. Info 12.3.2016 – Génova (Italia) Siguiendo el itinerario de profundización en la encíclica ‘Laudato si’, en la sala del Consejo Menor del palacio Ducal se tratará el tema: “Las religiones dialogan por la Paz y por el ambiente”. Participarán Huseim Salah (presidente de la Comunidad Islámica de Génova), Giuseppe Momigliano (Rabino jefe de Génova) Gnanathilaka Mahauswewe (monje budista), Andrea Ponta (ingeniero ambiental), Roberto Catalano (centro del Diálogo interreligioso de los Focolares). 13.3.2016 – Bujumbura (Burundi) En el Liceo Scheppen de Nyakabiga, diálogo sobre el tema: “Misericordiosos como el Padre celeste, constructores de paz”. Entre los relatores estará el arzobispo de Bujumbura Mons. Evariste Ngoyagoye. 13.3.2016 – Vung Tau (Vietnam) Durante el congreso anual de los Focolares en Vietnam (la Mariápolis), ante la presencia del obispo Mons. Joseph Tran Văn Toan, quien presidirá la celebración eucarística, se presentará el documental sobre Chiara Lubich: “Historia, carisma, cultura”. 14.3.2016 – Verona (Italia) En el Palacio Gran Guardia se otorgará el “Premio Fraternidad Chiara Lubich por una cultura de paz”, estarán presentes Sharharzad Houshmand (teóloga musulmana) Giuseppe Milán (docente de la Universidad de Padua), Aurora Nicosia (periodista). 14.3.2016 – Trento (Italia) En la Fundación Demarchi, presentación del libro de I. Pedrini: “El otro Novecientos: en el testimonio de Duccia Calderari”. La biografía de Duccia, una de las primeras testigos junto a Chiara Lubich del nacimiento de los Focolares, le permitirá a los relatores: Monica Ronchini investigadora, Giuseppe Ferrandi, director del Museo histórico del Trentino, Lucia Fronza Crepaz, ex diputada, profundizar en la figura de Chiara como constructora de paz. 14.3.2916 – La Habana (Cuba) En el Centro cultural Fray Bartolomé de las Casas, presentación de la figura di Chiara en relación a la paz, estará presente el Nuncio Apostólico Mons. Giorgio Lingua. Seguirá un concierto del Grupo de Música Antigua ‘Ars Longa’. 14.3.2016 – Houston, Texas (USA) “Unidad en la diversidad”. Es el título de la conferencia interreligiosa que tendrá lugar el 19 de marzo, en la Universidad de San Thomas.Será presidida por la celebración en la capilla de San Basilio, de la Misa católica que será celebrada por el Arzobispo de Galveston-Houston, Mons. Joseph Anthony Fiorenza. Entre los relatores estarán, además del arzobispo, el imán Qasim Ahmed (del Instituto Islámico), el rabino Steve Morgen (de la Congregación Beth Yeshurun) y Therese Lee (de los Focolares). Info 14.3.2016 – Manila (Filipinas) En el marco de las celebraciones del 50º de la llegada de los Focolares a Asia, se realizará, en la Universidad de La Salle, un simposio sobre el tema: “El carisma de la unidad una herencia fuera del tiempo”. Numerosas personalidades religiosas conducirán la reflexión sobre el aporte de Chiara Lubich a la unidad entre las Iglesias, entre las religiones y en la sociedad, y sobre la reciprocidad evangélica, que es su estilo de vida característico y crea fragmentos de fraternidad. 14.3.2016 – Roma – Santuario Divino Amor A las 18,30 Santa Misa. Será celebrada por el Card. João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para la vida consagrada. Info 16.3.2016 – Roma – Cámara de diputados. Presentación de un manifiesto con propuestas concretas por la paz, el desarme y la reconversión industrial. Para recibir en el Parlamento a los Jóvenes por un Mundo Unido, quienes junto al Movimiento Político por la Unidad y las Escuelas de participación han promovido la iniciativa, además de varios diputados. Estará presente la presidente de la Cámara, Boldrini y el Ministro de Asuntos Exteriores, Gentiloni. 16.3.2016 – Sevilla (España) En el Seminario Metropolitano, el prof Manuel Palma, vicedirector del centro de Estudios Teológicos de Sevilla, hablará de Jesús príncipe de la paz en la espiritualidad de Chiara Lubich. Seguirá un excurso sobre la paz en el Islam presentado por el Imán Allah Bashar de la mezquita del rey Abdul Aziz Al Saud de Marbella, Málaga), quien hablará también de su relación con Chiara Lubich. 18-20.3.2016 –Milano (Italia) – Fieramilanocity Dentro de la feria internacional se preparará una exposición del proyecto de Economía de Comunión en el cual, en formas distintas, se presentará el mensaje de paz que Chiara Lubich sigue dando al mundo. Info 19.3.2016 – Perth (Australia) En la Plaza de Northbridge, estreno de un video clip sobre la Paz realizado por los jóvenes y recolección de firmas para el llamado #Signup4peace. Habrá programas de animación también para los más pequeños. Estará presente el obispo auxiliar de Perth, Mons. Donald George Sproxton.
Mar 3, 2016 | Focolare Worldwide
En Bangui, capital de la República Centroafricana, que el papa Francisco definió en noviembre pasado como “capital espiritual del mundo”, «ya nada es como antes». Quien lo afirma es Fidelia, focolarina congolesa, que vive en Bangui desde hace siete años, y que desde 2012 hasta septiembre pasado, vio con sus ojos la continua sucesión de conflictos armados que, en varias etapas, devastaron ciudades y pueblos, sembrando terror y muerte. Ahora la situación ha cambiado completamente y el pensamiento común es que fue precisamente la visita papal la que marcó esta inversión de ruta. «En todos lados, – sigue Fidelia-, también en las provincias, se habla ‘de un antes y de un después’. Por ejemplo, el domingo pasado se produjo la segunda vuelta de votaciones para la elección del nuevo presidente y todo se desarrolló de la mejor manera. Fue así también durante toda la campaña electoral. Sin embargo, tanto la campaña electoral como las elecciones hubieran podido ser ocasión de violencia. En cambio no. Aquí nadie quiere ceder a la violencia. Dicen que al venir el Papa es como si hubiera venido Dios mismo, y por lo tanto, no se puede volver atrás. Sienten que el Papa nos hizo ‘pasar a la otra orilla’ y que debemos ir adelante, hasta lograr la paz verdadera y firme. Estamos todos convencidos de que para llegar a una cohesión social debemos vivir el perdón, la misericordia, la reconciliación. Se advierte que bajo estas palabras existe un verdadero cambio de mentalidad, de comportamiento. También el modo de hablar unos de otros (los cristianos de los musulmanes y viceversa) ¡ha cambiado!» Las expresiones de Fidelia transmiten una gran esperanza, no sólo para la República Centroafricana, sino para todos los puntos de la Tierra donde es sumamente urgente que las armas callen para encontrar soluciones en el diálogo.
Fidelia nos hace conocer también otros matices de la realidad Centroafricana. Nos cuenta, por ejemplo, que en un reciente fin de semana, con otras tres personas de Bangui recorrieron 400 km para llegar a la pequeña ciudad de Bambio, donde hace unos veinte años, alrededor de un misionero capuchino, se formó una comunidad que vive el espíritu de los Focolares. «Hemos encontrado allí distintas familias, muchos jóvenes, todos estaban aún muy motivados- cuenta Fidelia-. Y aunque el padre Umberto tuvo que volver a Italia, ellos durante todos estos años han seguido reuniéndose para animarse recíprocamente a vivir el Evangelio, ayudándose con un libro de Chiara Lubich que él les había dejado». Ellos se llenaron de estupor y alegría al conocer esta comunidad, que durante veinte años supo mantener la llama del Evangelio encendida. Pero no imaginaban que otra sorpresa los esperaba en ese viaje. En los alrededores de Bambio hay algunos pueblos donde viven Pigmeos. Es una población característica por su baja estatura, que vive principalmente en los bosques y que vive leyes y costumbres propias. «Muchos piensan que no es fácil establecer una relación con ellos – sigue explicando Fidelia- pero teniendo que pasar a través de su población, resultó espontáneo detenernos a saludarlos y explicarles por qué razón nos encontrábamos en esa zona. Animados por su apertura y disponibilidad, nos presentamos, dialogamos con ellos intercambiando los valores en los que creemos. Algunos de ellos demostraron una gran sensibilidad por todo lo que les contamos sobre la espiritualidad de la unidad. Nos pusimos de acuerdo para volver en la época de Pascua para continuar conociéndonos e intercambiar nuestras vivencias recíprocas».
Mar 2, 2016 | Focolare Worldwide
La paz como prerrequisito de cualquier otra acción a favor de Siria. Ésta es la idea de Mons. Samir Nassar, arzobispo maronita de Damasco, presente en el congreso de los Obispos amigos de los Focolares que se llevó a cabo en Castelgandolfo del 23 al 26 de febrero, es decir en vísperas del cese al fuego en el país. Mons. Nassar llega por segunda vez a las colinas romanas para esta cita: «La primera vez recibí tanto que decidí volver – contó -. Vengo de Damasco, lugar atormentado por la violencia y la guerra. Esta estadía aquí me permite mirar más lejos, tener una visión más global sobre el futuro del mundo, de la Iglesia, de los cristianos en Medio Oriente, junto con mis hermanos obispos y gracias a la atención de los Focolares. Por lo tanto esta permanencia aquí me da un apoyo fraterno para la vida de mi diócesis». Ante la situación de guerra en la que vive su país, Mons. Nassar recalca con fuerza que «la Iglesia de Siria se niega a morir y se aferra a la esperanza, que se manifiesta en signos concretos. En 2015, por ejemplo, empezamos la construcción de tres capillas precisamente cuando la gente se iba, para dar confianza a los fieles de los barrios periféricos, desde los cuales las personas ya no vienen hasta la catedral por motivos de seguridad. Mantenemos viva la esperanza también a través de las vocaciones: hay jóvenes sacerdotes y seminaristas que llegan, y también éste es un signo de vitalidad y esperanza para el porvenir».
El arzobispo expresó también su gratitud hacia la obra del Movimiento de los Focolares, que sigue estando presente en Siria a pesar del conflicto: «Realmente el Movimiento, de manera especial por lo que yo veo en Damasco, hace un trabajo excelente con jóvenes, familias y niños – afirmó – . Anima a la gente para que miren hacia el futuro con fe y esperanza, y esto es un apoyo para todas las comunidades, un signo del Espíritu que nos ayuda a proseguir por este camino». Con respecto al anuncio de la llegada de otra focolarina a Damasco dijo: «Es un signo más de que en Siria hay una Iglesia que mira hacia el futuro y no tiene miedo de morir. Vuestra presencia es un símbolo de esperanza y de renovación y estoy muy agradecido por ello». Un signo aún más importante en un país en el cual «la gente está cansada, vive la guerra, el sufrimiento, la indigencia, y las noticias no animan a nadie. Nuestra misión como Iglesia y como Focolares es infundir valor». Finalmente, por lo que concierne a la comunidad internacional, Mons. Nassar constata con pesar como «el mundo dice interesarse mucho por Siria, pero cada uno lo hace a su manera: tanto que al final nadie hace nada realmente por los intereses del país». Y lanza un llamado: «Detengan la guerra. Si la guerra no se detiene, todo lo que hacemos es inútil. Volvamos a traer la paz y luego reconstruiremos el país, cristianos y no cristianos. Todos los ciudadanos han perdido y sufrido mucho, y merecen la caridad y el amor de la Iglesia. Como dice el mismo papa Francisco: los pobres no tienen religión, lo que importa es sólo el ser humano. Esperamos antes que nada unos pasos hacia la paz, todo lo demás es secundario».
Mar 1, 2016 | Focolare Worldwide
«Cuando la Secretaría nos comunicó que estábamos ya en la tesis Número 100, caí en la cuenta de que debía ser así. Cada tesis marcó un momento importante de nuestro recorrido, pero el hecho de que estuviésemos en la Número 100 y de que se trataba de la tesis de Akie Otomo, nos impresionó mucho». Quien se expresa de este modo es Judith Povilus, vicerrectora del Instituto Universitario Sophia (IUS), que acompañó los estudios de Akie Otomo y de Yukie Ohi, dos estudiantes del movimiento budista Rissho Kosei-kai que culminaron el curso de maestría en Fundamentos y Perspectivas de una Cultura de la Unidad. Yukie Ohi se graduó en el período de verano, mientras que el pasado 11 de febrero tuvo lugar la graduación de Akie Otomo. El éxito de su investigación fue saludado con un caluroso aplauso, subrayando el aprecio de la comunidad académica por el resultado de sus estudios. El tema de la tesis, una comparación entre “La Hoza en la Rissho Kosei-kai y la vida de unidad en la espiritualidad del Movimiento de los Focolares”, fue madurando en un clima de recíproca escucha y acogida con una activa integración de los dos docentes que, en calidad de tutora y co-tutora, siguieron a la candidata. Los docentes que calificaron su tesis fueron Anna Pelli, docente de Filosofía y Antonella Deponte, docente de Psicología. «El punto central y el más interesante es el que trataba de indagar cómo dentro de realidades distintas, como la Rissho Kosei-kai y el Movimiento de los Focolares, late un ritmo de vida análogo: la comunión. Y esto ocurre porque ponen en acción dos prácticas muy especiales: por un lado, la Hoza, característico “círculo de compasión”, constituido por un grupo de personas que se reencuentran para compartir sus problemas personales y encontrar ayuda recíproca a la luz de las enseñanzas de Buda; y por otro lado, la “comunión espiritual” guiada por las Palabras del Evangelio, en que se hace posible el compartir las experiencias vividas, para caminar juntos hacia Dios». Conforme se avanzaba en el trabajo, era cada vez más claro que éste podía ser entendido sólo si se colocaba en el marco de aquella profética experiencia de diálogo que brotó en el encuentro entre Nikkyo Niwano y Chiara Lubich, eminentes figuras del siglo XX: el primero, un líder budista, fundador de la Rissho Kosei-kai, único observador no cristiano en el Concilio Vaticano II; y la segunda, una personalidad del mundo católico que inspiró un movimiento mundial de renovación espiritual que tuvo el don de saber hablar a los hombres y mujeres de fe y culturas distintas. Con el correr de los años, numerosas semejanzas los condujeron a colaborar concretamente en favor de la paz y de la comprensión recíproca entre los hombres y los pueblos, llegando a donar la propia y peculiar experiencia de fe. Entre otras cosas, la tesis documenta la correspondencia epistolar mantenida entre ellos, haciendo referencia a algunos párrafos que le permitieron a la estudiante japonesa profundizar de forma sorprendente algunos puntos relevantes de la cultura de la unidad, que, según su opinión, abren profundos espacios de diálogo y comunión.
«Es sobre esta raíz – comenta la profesora Pelli- que tomó cuerpo la intuición por la cual Akie fue guiada en su investigación. En este camino, cada uno vio que se encontraban lo verdadero que habita en sí mismo con lo verdadero que habita en el otro: hemos descubierto que tal encuentro era algo que en cierto modo ya existía, y, que, al mismo tiempo se abría a perspectivas más amplias. Estoy convencida de que esta experiencia fue posible realizarla gracias a este lugar privilegiado que es Sophia, en su cotidiana tendencia a la vida y al pensamiento, a la búsqueda intelectual y al enfoque existencial a fin de que éstos se traduzcan en una sustancial convergencia hacia el bien, a través del don recíproco de nuestra diversidad». «Estoy muy agradecida por el período que viví en Sophia – con estas palabras concluyó Akie su presentación-. No sólo pude aproximarme más al pensamiento de Chiara Lubich que aprecio mucho, sino que también pude conocer más en profundidad la vida y el mensaje de Nikkyo Niwano. Ahora llevaré adelante la investigación. Quisiera comprometerme cada vez más en la vida cotidiana de modo que con la contribución de todas las religiones podamos llevar al mundo la armonía, la unidad y la paz» Fuente: IUS online
Feb 29, 2016 | Sin categorizar
Reinhard, austriaco de 55 años, nos cuenta su experiencia: «Hace algunos años – durante mi turno de trabajo en el correo –, un joven con trastornos síquicos me acuchilló. Las heridas fueron 27. El joven se detuvo sólo cuando, mirándolo a los ojos, ya con la seguridad que me iba a morir, le dije: “Yo te perdono”. Sólo entonces el joven dejó caer el cuchillo que tenía en la mano. Los psicólogos sostienen que no sufrí ningún trauma. Tuvieron que operarme, perdí un pulmón y ahora camino con la ayuda de unas muletas, pero estoy milagrosamente vivo. Hoy en día muchos me invitan a contar lo que pasó y por qué lo perdoné: docentes, sacerdotes, jóvenes, cristianos, musulmanes y ateos. Hasta ahora encontré a unas dos mil personas. Y siempre hablo del arte de Amar, porque desde hace años todas las mañanas, incluido ese fatídico día, tiro el dado del amor. Muchos jóvenes, al finalizar los encuentros, me piden conocer mejor esta forma de vida. Cada vez que me invitan, es una ocasión maravillosa para difundir el ideal de la fraternidad, la Regla de oro, en la región del Vorarlberg en donde vivo. Hace un tiempo, un joven ateo me dijo: “Sabes, a mí no me interesa la religión. Pero ¡tu manera de vivir me interesa muchísimo!”». (Feldkirch, Austria) «Una noche, hablamos por teléfono con Lina, una amiga nuestra que vive en Damasco (Siria). Nos contaba de lo difícil que es vivir en un contexto de guerra: los riesgos por los numerosos disparos de mortero; las dificultades debidas a la falta de alimentos, de agua y de ropa; los frecuentes cortes de energía y de calefacción… En fin, ella no nos pedía nada. Pero escuchando sus palabras, sentíamos en el corazón que ese grito de dolor no podía pasar desapercibido… aunque estábamos lejos, ¡teníamos que hacer algo! En seguida compartimos esta idea con otros amigos… Desde el primer momento nos sorprendió la gran cantidad de ayudas que llegaron… ¡cada uno contribuía como podía! Familias, parejas jóvenes, adolescentes, niños, comunidades, parroquias, otras asociaciones… Sin que nos diéramos cuenta, se había activado una competencia de amor. Por ejemplo, una señora vendió algunos objetos de oro y puso a disposición el dinero; un chico celebró su cumpleaños y en lugar de los regalos pidió una contribución para sus hermanos sirios; una familia compartió los ahorros de una vida porque “lo guardábamos para una ocasión especial. Y ¡ayudar a alguien es precisamente esto!”… En fin, en poco tiempo, recolectamos € 20.000. Con este monto, pudimos ayudar a muchas familias sirias que estaban en dificultad, entregándoles comida, ropa, bienes de primera necesidad… pero, sobre todo, les llevamos un abrazo grande como el mundo, haciendo nuestra parte para que no se sintieran abandonados, sino que hacían parte de una gran familia». (Rossana y Emanuele, Italia) Fuente: United World Project
Feb 28, 2016 | Focolare Worldwide
Después de haber esbozado algunos desafíos del mundo actual – amenaza para la paz y búsqueda de la afirmación de la propia identidad – Maria Voce ofrece algunas reflexiones a partir de la experiencia carismática de diálogo propuesta por Chiara Lubich. Es el 26 de enero, en el India International Centre de Nueva Delhi. «Si tratamos de captar cuáles son las características específicas que el diálogo del Movimiento propone, nos parece que la primera es su fundamento. Chiara [Lubich] nos ha enseñado siempre a mirar a Dios como Padre de todos, por consiguiente, a mirar a cada hombre y mujer que encontramos como hijo o hija suya, y por tanto, como a un hermano o hermana nuestra. Ella misma lo revelaba, escribiendo a sus compañeras ya en 1947: “Dirigir siempre la mirada al único Padre de muchos hijos. Después, mirar a las criaturas como a hijos del único Padre. Sobrepasar siempre con el pensamiento y con el afecto del corazón, cualquier límite puesto por la naturaleza humana y tender constantemente, por hábito adquirido, a la fraternidad universal en un solo Padre: Dios”[i]. Recuerdo con cuánta alegría Chiara nos refirió el comentario de nuestra queridísima hermana, la profesora Kala Acharya, después de que se habían encontrado en India en 2001: “Cada uno había crecido cerrado dentro de sus propios muros para admirar su propio jardín, sin saber que al otro lado de estos muros altísimos, hay bellísimos jardines que hay que contemplar. Es la hora de derribar estos muros y descubrir el jardín del otro”. Si éste es el fundamento, el método del diálogo que Chiara nos enseña ¡no puede ser otro que el amor! Es un diálogo entre hermanos, por tanto, un diálogo entre personas, no entre ideologías o sistemas de pensamiento. Es un diálogo que necesariamente debe sostenerse y sustanciarse con la misericordia, con la compasión, con la caridad, así como sintetiza la Regla de Oro [Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti]. El amor y la misericordia, puestos a la base del diálogo, no sólo nos permiten ver con una nueva luz a quien tenemos al lado, sino que nos hacen descubrir la diversidad, cualquiera que sea, como un don. “Quien está a mi lado – decía Chiara – ha sido creado como un don para mí y yo he sido creada como un don para quien está a mi lado. En la Tierra, todo está en relación de amor con todo: cada cosa con cada cosa. Pero es necesario ser el Amor para encontrar el hilo de oro entre los seres”[ii]. Actualmente los contactos, en virtud de las grandísimas posibilidades ofrecidas por los medios de comunicación, se multiplican, pero son breves, efímeros, privados de sentido, mientras que se resquebrajan o disminuyen las relaciones. Sólo cuando se inserta en la relación yo-tú un amor que supera la dimensión puramente natural, los contactos pueden transformarse en relaciones, es decir, podemos construir redes de fraternidad verdadera. Y en esto la religión tiene mucho que ver para dar un sentido, un alma, respuestas verdaderas y satisfacientes a la humanidad confundida, traumatizada y perdida de hoy. Y en estos años hemos constatado el papel insustituible de las religiones para llevar a sus seguidores a reconocerse recíprocamente, a respetarse, a colaborar y a hacerse verdaderos protagonistas en la construcción de un mundo de paz, donde reinen la justicia y el respeto por la persona humana. También Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, ha vivido y ha contagiado a cuantos se inspiran en ella, en esta extraordinaria aventura, en la cual no basta un amor cualquiera, sino que es necesario aprender un arte, como ella misma lo ha definido: el “arte de amar”. (…) Si todo vivimos este “arte”, actuaremos también algunos principios indispensables en el diálogo entre las religiones. Cito algunos: Unidad en la diversidad. Es necesario que cada religión sea acogida con pleno respeto de todo lo que ella considera sagrado, según su tradición. Proselitismo y sincretismo son incompatibles con la paz. (…) Reciprocidad. En el compartir la espiritualidad vivida cada uno se enriquece, no sólo sin peligro de comprometer la propia fe, sino con la posibilidad de profundizarla. (…) Igualdad en la común dignidad humana. Es la llave para cualquier relación armoniosa de colaboración en el construir sociedades democráticas fundadas en la paz. Muchos saben cómo el carisma de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, puede resumirse en una sola palabra: unidad. Es la vocación específica de todo el Movimiento que, este año, en el mundo entero, se compromete a vivirla con una particular intensidad: trabajar, comprometerse en todos los frentes para contribuir en la construcción de un mundo unido, en llevar la unidad, la paz y la reciprocidad en cada ambiente. Lo exige la fidelidad a nuestro Carisma, a aquella primera intuición que Chiara expresaba así desde 1946: “En nuestro corazón una cosa está clara: la unidad es lo que Dios quiere de nosotros. Nosotros vivimos para ser uno con Él y uno entre nosotros y con todos. Esta espléndida vocación nos une al Cielo y nos sumerge en la fraternidad universal. Nada más grande. Para nosotros, ningún ideal lo supera”[iii]». Nueva Delhi, 20 de enero de 2016 [i] C. Lubich, L’arte di amare, Città Nuova, Roma 2005, p. 29 [ii] C. Lubich, Scritti Spirituali 1, “L’attrattiva del tempo moderno”, Città Nuova, Roma 1978, 140. [iii] C. Lubich, L’unità e Gesù Abbandonato, Città Nuova, Roma 1984, p. 28.