Movimiento de los Focolares
En Bangui ya nada es como antes

En Bangui ya nada es como antes

20160303-02En Bangui, capital de la República Centroafricana, que el papa Francisco definió en noviembre pasado como “capital espiritual del mundo”, «ya nada es como antes». Quien lo afirma es Fidelia, focolarina congolesa, que vive en Bangui desde hace siete años, y que desde 2012 hasta septiembre pasado, vio con sus ojos la continua sucesión de conflictos armados que, en varias etapas, devastaron ciudades y pueblos, sembrando terror y muerte. Ahora la situación ha cambiado completamente y el pensamiento común es que fue precisamente la visita papal la que marcó esta inversión de ruta. «En todos lados, – sigue Fidelia-, también en las provincias, se habla ‘de un antes y de un después’. Por ejemplo, el domingo pasado se produjo la segunda vuelta de votaciones para la elección del nuevo presidente y todo se desarrolló de la mejor manera. Fue así también durante toda la campaña electoral. Sin embargo, tanto la campaña electoral como las elecciones hubieran podido ser ocasión de violencia. En cambio no. Aquí nadie quiere ceder a la violencia. Dicen que al venir el Papa es como si hubiera venido Dios mismo, y por lo tanto, no se puede volver atrás. Sienten que el Papa nos hizo ‘pasar a la otra orilla’ y que debemos ir adelante, hasta lograr la paz verdadera y firme. Estamos todos convencidos de que para llegar a una cohesión social debemos vivir el perdón, la misericordia, la reconciliación. Se advierte que bajo estas palabras existe un verdadero cambio de mentalidad, de comportamiento. También el modo de hablar unos de otros (los cristianos de los musulmanes y viceversa) ¡ha cambiado!» Las expresiones de Fidelia transmiten una gran esperanza, no sólo para la República Centroafricana, sino para todos los puntos de la Tierra donde es sumamente urgente que las armas callen para encontrar soluciones en el diálogo. 20160303-01Fidelia nos hace conocer también otros matices de la realidad Centroafricana. Nos cuenta, por ejemplo, que en un reciente fin de semana, con otras tres personas de Bangui recorrieron 400 km para llegar a la pequeña ciudad de Bambio, donde hace unos veinte años, alrededor de un misionero capuchino, se formó una comunidad que vive el espíritu de los Focolares. «Hemos encontrado allí distintas familias, muchos jóvenes, todos estaban aún muy motivados- cuenta Fidelia-. Y aunque el padre Umberto tuvo que volver a Italia, ellos durante todos estos años han seguido reuniéndose para animarse recíprocamente a vivir el Evangelio, ayudándose con un libro de Chiara Lubich que él les había dejado». Ellos se llenaron de estupor y alegría al conocer esta comunidad, que durante veinte años supo mantener la llama del Evangelio encendida. Pero no imaginaban que otra sorpresa los esperaba en ese viaje. En los alrededores de Bambio hay algunos pueblos donde viven Pigmeos. Es una población característica por su baja estatura, que vive principalmente en los bosques y que vive leyes y costumbres propias. «Muchos piensan que no es fácil establecer una relación con ellos – sigue explicando Fidelia- pero teniendo que pasar a través de su población, resultó espontáneo detenernos a saludarlos y explicarles por qué razón nos encontrábamos en esa zona. Animados por su apertura y disponibilidad, nos presentamos, dialogamos con ellos intercambiando los valores en los que creemos. Algunos de ellos demostraron una gran sensibilidad por todo lo que les contamos sobre la espiritualidad de la unidad. Nos pusimos de acuerdo para volver en la época de Pascua para continuar conociéndonos e intercambiar nuestras vivencias recíprocas».    

La Iglesia de Siria se niega a morir

La Iglesia de Siria se niega a morir

20160301-01La paz como prerrequisito de cualquier otra acción a favor de Siria. Ésta es la idea de Mons. Samir Nassar, arzobispo maronita de Damasco, presente en el congreso de los Obispos amigos de los Focolares que se llevó a cabo en Castelgandolfo del 23 al 26 de febrero, es decir en vísperas del cese al fuego en el país. Mons. Nassar llega por segunda vez a las colinas romanas para esta cita: «La primera vez recibí tanto que decidí volver – contó -. Vengo de Damasco, lugar atormentado por la violencia y la guerra. Esta estadía aquí me permite mirar más lejos, tener una visión más global sobre el futuro del mundo, de la Iglesia, de los cristianos en Medio Oriente, junto con mis hermanos obispos y gracias a la atención de los Focolares. Por lo tanto esta permanencia aquí me da un apoyo fraterno para la vida de mi diócesis». Ante la situación de guerra en la que vive su país, Mons. Nassar recalca con fuerza que «la Iglesia de Siria se niega a morir y se aferra a la esperanza, que se manifiesta en signos concretos. En 2015, por ejemplo, empezamos la construcción de tres capillas precisamente cuando la gente se iba, para dar confianza a los fieles de los barrios periféricos, desde los cuales las personas ya no vienen hasta la catedral por motivos de seguridad. Mantenemos viva la esperanza también a través de las vocaciones: hay jóvenes sacerdotes y seminaristas que llegan, y también éste es un signo de vitalidad y esperanza para el porvenir». 20160301-02El arzobispo expresó también su gratitud hacia la obra del Movimiento de los Focolares, que sigue estando presente en Siria a pesar del conflicto: «Realmente el Movimiento, de manera especial por lo que yo veo en Damasco, hace un trabajo excelente con jóvenes, familias y niños – afirmó – . Anima a la gente para que miren hacia el futuro con fe y esperanza, y esto es un apoyo para todas las comunidades, un signo del Espíritu que nos ayuda a proseguir por este camino». Con respecto al anuncio de la llegada de otra focolarina a Damasco dijo: «Es un signo más de que en Siria hay una Iglesia que mira hacia el futuro y no tiene miedo de morir. Vuestra presencia es un símbolo de esperanza y de renovación y estoy muy agradecido por ello». Un signo aún más importante en un país en el cual «la gente está cansada, vive la guerra, el sufrimiento, la indigencia, y las noticias no animan a nadie. Nuestra misión como Iglesia y como Focolares es infundir valor». Finalmente, por lo que concierne a la comunidad internacional, Mons. Nassar constata con pesar como «el mundo dice interesarse mucho por Siria, pero cada uno lo hace a su manera: tanto que al final nadie hace nada realmente por los intereses del país». Y lanza un llamado: «Detengan la guerra. Si la guerra no se detiene, todo lo que hacemos es inútil. Volvamos a traer la paz y luego reconstruiremos el país, cristianos y no cristianos. Todos los ciudadanos han perdido y sufrido mucho, y merecen la caridad y el amor de la Iglesia. Como dice el mismo papa Francisco: los pobres no tienen religión, lo que importa es sólo el ser humano. Esperamos antes que nada unos pasos hacia la paz, todo lo demás es secundario».

Tesis de graduación Nº 100 en Sophia

Tesis de graduación Nº 100 en Sophia

SophiaUniversity_01«Cuando la Secretaría nos comunicó que estábamos ya en la tesis Número 100, caí en la cuenta de que debía ser así. Cada tesis marcó un momento importante de nuestro recorrido, pero el hecho de que estuviésemos en la Número 100 y de que se trataba de la tesis de Akie Otomo, nos impresionó mucho». Quien se expresa de este modo es Judith Povilus, vicerrectora del Instituto Universitario Sophia (IUS), que acompañó los estudios de Akie Otomo y de Yukie Ohi, dos estudiantes del movimiento budista Rissho Kosei-kai que culminaron el curso de maestría en Fundamentos y Perspectivas de una Cultura de la Unidad. Yukie Ohi se graduó en el período de verano, mientras que el pasado 11 de febrero tuvo lugar la graduación de Akie Otomo. El éxito de su investigación fue saludado con un caluroso aplauso, subrayando el aprecio de la comunidad académica por el resultado de sus estudios. El tema de la tesis, una comparación entre “La Hoza en la Rissho Kosei-kai y la vida de unidad en la espiritualidad del Movimiento de los Focolares”, fue madurando en un clima de recíproca escucha y acogida con una activa integración de los dos docentes que, en calidad de tutora y co-tutora, siguieron a la candidata. Los docentes que calificaron su tesis fueron Anna Pelli, docente de Filosofía y Antonella Deponte, docente de Psicología. «El punto central y el más interesante es el que trataba de indagar cómo dentro de realidades distintas, como la Rissho Kosei-kai y el Movimiento de los Focolares, late un ritmo de vida análogo: la comunión. Y esto ocurre porque ponen en acción dos prácticas muy especiales: por un lado, la Hoza, característico “círculo de compasión”, constituido por un grupo de personas que se reencuentran para compartir sus problemas personales y encontrar ayuda recíproca a la luz de las enseñanzas de Buda; y por otro lado, la “comunión espiritual” guiada por las Palabras del Evangelio, en que se hace posible el compartir las experiencias vividas, para caminar juntos hacia Dios». Conforme se avanzaba en el trabajo, era cada vez más claro que éste podía ser entendido sólo si se colocaba en el marco de aquella profética experiencia de diálogo que brotó en el encuentro entre Nikkyo Niwano y Chiara Lubich, eminentes figuras del siglo XX: el primero, un líder budista, fundador de la Rissho Kosei-kai, único observador no cristiano en el Concilio Vaticano II; y la segunda, una personalidad del mundo católico que inspiró un movimiento mundial de renovación espiritual que tuvo el don de saber hablar a los hombres y mujeres de fe y culturas distintas. Con el correr de los años, numerosas semejanzas los condujeron a colaborar concretamente en favor de la paz y de la comprensión recíproca entre los hombres y los pueblos, llegando a donar la propia y peculiar experiencia de fe. Entre otras cosas, la tesis documenta la correspondencia epistolar mantenida entre ellos, haciendo referencia a algunos párrafos que le permitieron a la estudiante japonesa profundizar de forma sorprendente algunos puntos relevantes de la cultura de la unidad, que, según su opinión, abren profundos espacios de diálogo y comunión. Sophia University_02«Es sobre esta raíz – comenta la profesora Pelli- que tomó cuerpo la intuición por la cual Akie fue guiada en su investigación. En este camino, cada uno vio que se encontraban lo verdadero que habita en sí mismo con lo verdadero que habita en el otro: hemos descubierto que tal encuentro era algo que en cierto modo ya existía, y, que, al mismo tiempo se abría a perspectivas más amplias. Estoy convencida de que esta experiencia fue posible realizarla gracias a este lugar privilegiado que es Sophia, en su cotidiana tendencia a la vida y al pensamiento, a la búsqueda intelectual y al enfoque existencial a fin de que éstos se traduzcan en una sustancial convergencia hacia el bien, a través del don recíproco de nuestra diversidad». «Estoy muy agradecida por el período que viví en Sophia – con estas palabras concluyó Akie su presentación-. No sólo pude aproximarme más al pensamiento de Chiara Lubich que aprecio mucho, sino que también pude conocer más en profundidad la vida y el mensaje de Nikkyo Niwano. Ahora llevaré adelante la investigación. Quisiera comprometerme cada vez más en la vida cotidiana de modo que con la contribución de todas las religiones podamos llevar al mundo la armonía, la unidad y la paz» Fuente: IUS online  

Evangelio vivido: fragmentos de fraternidad

Evangelio vivido: fragmentos de fraternidad

20160229-01Reinhard, austriaco de 55 años, nos cuenta su experiencia: «Hace algunos años – durante mi turno de trabajo en el correo –, un joven con trastornos síquicos me acuchilló. Las heridas fueron 27. El joven se detuvo sólo cuando, mirándolo a los ojos, ya con la seguridad que me iba a morir, le dije: “Yo te perdono”. Sólo entonces el joven dejó caer el cuchillo que tenía en la mano. Los psicólogos sostienen que no sufrí ningún trauma. Tuvieron que operarme, perdí un pulmón y ahora camino con la ayuda de unas muletas, pero estoy milagrosamente vivo. Hoy en día muchos me invitan a contar lo que pasó y por qué lo perdoné: docentes, sacerdotes, jóvenes, cristianos, musulmanes y ateos. Hasta ahora encontré a unas dos mil personas. Y siempre hablo del arte de Amar, porque desde hace años todas las mañanas, incluido ese fatídico día, tiro el dado del amor. Muchos jóvenes, al finalizar los encuentros, me piden conocer mejor esta forma de vida. Cada vez que me invitan, es una ocasión maravillosa para difundir el ideal de la fraternidad, la Regla de oro, en la región del Vorarlberg en donde vivo. Hace un tiempo, un joven ateo me dijo: “Sabes, a mí no me interesa la religión. Pero ¡tu manera de vivir me interesa muchísimo!”». (Feldkirch, Austria) «Una noche, hablamos por teléfono con Lina, una amiga nuestra que vive en Damasco (Siria). Nos contaba de lo difícil que es vivir en un contexto de guerra: los riesgos por los numerosos disparos de mortero; las dificultades debidas a la falta de alimentos, de agua y de ropa; los frecuentes cortes de energía y de calefacción… En fin, ella no nos pedía nada. Pero escuchando sus palabras, sentíamos en el corazón que ese grito de dolor no podía pasar desapercibido… aunque estábamos lejos, ¡teníamos que hacer algo! En seguida compartimos esta idea con otros amigos… Desde el primer momento nos sorprendió la gran cantidad de ayudas que llegaron… ¡cada uno contribuía como podía! Familias, parejas jóvenes, adolescentes, niños, comunidades, parroquias, otras asociaciones… Sin que nos diéramos cuenta, se había activado una competencia de amor. Por ejemplo, una señora vendió algunos objetos de oro y puso a disposición el dinero; un chico celebró su cumpleaños y en lugar de los regalos pidió una contribución para sus hermanos sirios; una familia compartió los ahorros de una vida porque “lo guardábamos para una ocasión especial. Y ¡ayudar a alguien es precisamente esto!”… En fin, en poco tiempo, recolectamos € 20.000. Con este monto, pudimos ayudar a muchas familias sirias que estaban en dificultad, entregándoles comida, ropa, bienes de primera necesidad… pero, sobre todo, les llevamos un abrazo grande como el mundo, haciendo nuestra parte para que no se sintieran abandonados, sino que hacían parte de una gran familia». (Rossana y Emanuele, Italia) Fuente: United World Project

Maria Voce: La relevancia del diálogo en el mundo de hoy

Maria Voce: La relevancia del diálogo en el mundo de hoy

20160117Después de haber esbozado algunos desafíos del mundo actual – amenaza para la paz y búsqueda de la afirmación de la propia identidad – Maria Voce ofrece algunas reflexiones a partir de la experiencia carismática de diálogo propuesta por Chiara Lubich. Es el 26 de enero, en el India International Centre de Nueva Delhi. «Si tratamos de captar cuáles son las características específicas que el diálogo del Movimiento propone, nos parece que la primera es su fundamento. Chiara [Lubich] nos ha enseñado siempre a mirar a Dios como Padre de todos, por consiguiente, a mirar a cada hombre y mujer que encontramos como hijo o hija suya, y por tanto, como a un hermano o hermana nuestra. Ella misma lo revelaba, escribiendo a sus compañeras ya en 1947: “Dirigir siempre la mirada al único Padre de muchos hijos. Después, mirar a las criaturas como a hijos del único Padre. Sobrepasar siempre con el pensamiento y con el afecto del corazón, cualquier límite puesto por la naturaleza humana y tender constantemente, por hábito adquirido, a la fraternidad universal en un solo Padre: Dios”[i]. Recuerdo con cuánta alegría Chiara nos refirió el comentario de nuestra queridísima hermana, la profesora Kala Acharya, después de que se habían encontrado en India en 2001: “Cada uno había crecido cerrado dentro de sus propios muros para admirar su propio jardín, sin saber que al otro lado de estos muros altísimos, hay bellísimos jardines que hay que contemplar. Es la hora de derribar estos muros y descubrir el jardín del otro”. Si éste es el fundamento, el método del diálogo que Chiara nos enseña ¡no puede ser otro que el amor! Es un diálogo entre hermanos, por tanto, un diálogo entre personas, no entre ideologías o sistemas de pensamiento. Es un diálogo que necesariamente debe sostenerse y sustanciarse con la misericordia, con la compasión, con la caridad, así como sintetiza la Regla de Oro [Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti]. El amor y la misericordia, puestos a la base del diálogo, no sólo nos permiten ver con una nueva luz a quien tenemos al lado, sino que nos hacen descubrir la diversidad, cualquiera que sea, como un don. “Quien está a mi lado – decía Chiara – ha sido creado como un don para mí y yo he sido creada como un don para quien está a mi lado. En la Tierra, todo está en relación de amor con todo: cada cosa con cada cosa. Pero es necesario ser el Amor para encontrar el hilo de oro entre los seres”[ii]. Actualmente los contactos, en virtud de las grandísimas posibilidades ofrecidas por los medios de comunicación, se multiplican, pero son breves, efímeros, privados de sentido, mientras que se resquebrajan o disminuyen las relaciones. Sólo cuando se inserta en la relación yo-tú un amor que supera la dimensión puramente natural, los contactos pueden transformarse en relaciones, es decir, podemos construir redes de fraternidad verdadera. Y en esto la religión tiene mucho que ver para dar un sentido, un alma, respuestas verdaderas y satisfacientes a la humanidad confundida, traumatizada y perdida de hoy. Y en estos años hemos constatado el papel insustituible de las religiones para llevar a sus seguidores a reconocerse recíprocamente, a respetarse, a colaborar y a hacerse verdaderos protagonistas en la construcción de un mundo de paz, donde reinen la justicia y el respeto por la persona humana. También Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, ha vivido y ha contagiado a cuantos se inspiran en ella, en esta extraordinaria aventura, en la cual no basta un amor cualquiera, sino que es necesario aprender un arte, como ella misma lo ha definido: el “arte de amar”. (…) Si todo vivimos este “arte”, actuaremos también algunos principios indispensables en el diálogo entre las religiones. Cito algunos: Unidad en la diversidad. Es necesario que cada religión sea acogida con pleno respeto de todo lo que ella considera sagrado, según su tradición. Proselitismo y sincretismo son incompatibles con la paz. (…) Reciprocidad. En el compartir la espiritualidad vivida cada uno se enriquece, no sólo sin peligro de comprometer la propia fe, sino con la posibilidad de profundizarla. (…) Igualdad en la común dignidad humana. Es la llave para cualquier relación armoniosa de colaboración en el construir sociedades democráticas fundadas en la paz. Muchos saben cómo el carisma de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, puede resumirse en una sola palabra: unidad. Es la vocación específica de todo el Movimiento que, este año, en el mundo entero, se compromete a vivirla con una particular intensidad: trabajar, comprometerse en todos los frentes para contribuir en la construcción de un mundo unido, en llevar la unidad, la paz y la reciprocidad en cada ambiente. Lo exige la fidelidad a nuestro Carisma, a aquella primera intuición que Chiara expresaba así desde 1946: “En nuestro corazón una cosa está clara: la unidad es lo que Dios quiere de nosotros. Nosotros vivimos para ser uno con Él y uno entre nosotros y con todos. Esta espléndida vocación nos une al Cielo y nos sumerge en la fraternidad universal. Nada más grande. Para nosotros, ningún ideal lo supera”[iii]». Nueva Delhi, 20 de enero de 2016   [i] C. Lubich, L’arte di amare, Città Nuova, Roma 2005, p. 29 [ii] C. Lubich, Scritti Spirituali 1, “L’attrattiva del tempo moderno”, Città Nuova, Roma 1978, 140. [iii] C. Lubich, L’unità e Gesù Abbandonato, Città Nuova, Roma 1984, p. 28.  

Tregua en Siria

Después de la primera noche del cese al fuego, recibimos este mensaje de esperanza de la comunidad de los Focolares en Siria. «Con el cese al fuego, una noche de calma envuelve toda la ciudad de Aleppo».  Escribe Pascal Bedros, focolarino de Aleppo. «Hasta el último momento nadie esperaba que se lograra. Es el primer ladrillo para construir la paz con el diálogo. Gracias a Dios y a los hombres de buena voluntad por este regalo. Un regalo para todos los niños que han dormido una noche tranquila entre los brazos de sus padres. Este fin de semana nos reuniremos en Aleppo, después de mucho tiempo en el que ha sido imposible hacerlo, para un congreso de profundización en la espiritualidad de la unidad de los Focolares, que nos ha mantenido vivos en estos largos años y que ilumina también nuestro compromiso social». El cese al fuego en Siria, el primero desde el inicio del conflicto en el 2011, negociado por Rusia y Estados Unidos, entró en vigor el 26 de febrero a medianoche. Las negociaciones de paz se podrían retomar el 7 de marzo, si la tregua se mantiene, como anunció el enviado especial de las Naciones Unidas Staffan De Mistura.   Testimonio de la comunidad de los Focolares en Siria (mayo 2015). https://vimeo.com/127010123

Lublín (Polonia) – Conflicto, diálogo y cultura de la unidad

En 1996 Chiara Lubich recibió el doctorado h.c. en Ciencias Sociales por su contribución y fuerte impulso dado a la comprensión del diálogo como elemento clave para la construcción y el mantenimiento de la paz y la unidad de la familia humana. Hoy, a la luz de esta experiencia, la teoría y la praxis del diálogo –característica específica del “carisma de la unidad” de Chiara Lubich- son la piedra fundamental de la vida de muchas personas, de culturas y religiones distintas. En un mundo donde las diferencias étnicas y religiosas a menudo conducen a conflictos violentos, la difusión del carisma de Chiara Lubich está contribuyendo al diálogo constructivo entre personas, generaciones, clases sociales y naciones. Es así que surge la idea, promovida por la Universidad Católica de Lublín, el Instituto Universitario Sophia de Loppiano junto con el Centro para el diálogo con la cultura del Movimiento de los Focolares, de realizar un congreso que analice el significado del diálogo. Este congreso tendrá lugar el 3 y 4 de junio próximos en Lublín, a partir del call for papers (método académico para la recopilación de ponencias) que se difunde en estos días y al cual hay que responder antes del 30 de marzo. Los promotores invitan a todos los interesados que quieran proponer contribuciones originales a explorar, desde distintas perspectivas y prácticas, los caminos hacia el respeto, el manejo de las diferencias, la comprensión recíproca, la resolución de conflictos y la construcción de la paz. Se identificaron cinco áreas de interés. Se le dará preferencia a aquellas contribuciones que ofrezcan un enfoque multidisciplinario, que provengan desde la psicología, la economía, la pedagogía, la politología, la sociología y las ciencias de la comunicación. Las propuestas de intervenciones  deberán tener el objetivo de llenar el vacío entre la teoría y la práctica. Serán seleccionadas sólo las presentaciones inéditas, que aporten un valor agregado a la comprensión teórica y práctica del tema ‘el conflicto y el diálogo’. Para inscribirse y proponer un “paper”, escribir a:  congresslublin2016@gmail.com ÁREAS TEMÁTICAS:

  1. El diálogo en las comunidades: entre carisma e institución
  2. La resolución de conflictos a través del diálogo
  3. Los actores del cambio político y los procesos de participación
  4. Los procesos individuales, interpersonales e intergrupales en la gestión y en la prevención de conflictos
  5. El diálogo entre las disciplinas y la transdisciplinaridad.

Es posible  intervenir en el congreso con una contribución propia, respondiendo al siguiente call for papers antes del 30 de marzo. Algunos de los principales expositores del congreso son:

  • Adam Biela, prof. de psicología y sociología (Universidad Católica de Lublín Juan Pablo II, Polonia)
  • Catherine Belzung, neurobióloga (Universidad       François Rabelais de Tours, Francia)
  • Mauro Magatti, sociólogo (Universidad Católica del Sacro Cuore, Milán, Italia)
  • Katarzyna Olbrycht, pedagoga, (Universidad de Silesia, Katowice, Polonia)
  • John Raven, prof. di psicología (Universidad de Manchester, Escocia. Universidad Católica de Lublin Juan Pablo II, Polonia)
  • Marina Santi, pedagoga (Universidad de Padua, Italia)
  • Bogusław Śliwerski, pedagogo (Presidente del Comité de Ciencias Pedagógicas PAN, Polonia)
  • Krzysztof Wielecki, sociólogo (Universidad Cardenal Stefan Wyszynski, Varsovia, Polonia)
  • Stefano Zamagni, economista (Universidad de Boloña, Italia)

 

Claretta Dal Rì y la aventura de la unidad

Claretta Dal Rì y la aventura de la unidad

Claretta_dal_Ri-04«Diciembre 1948. Esta noche, en la oficina de mi padre se ha reunido la crema y nata del ambiente católico de Rovereto: los presidentes de las asociaciones juveniles de la Acción Católica, de San Vicente, de las Hijas de María, de la Tercera Orden franciscana y el párroco naturalmente. Y estoy yo, con 18 años, presidente de la Juventud estudiantil. La oradora es Valeria Ronchetti. Hay algo en ella que me sorprende, habla de Dios, pero no como había oído hablar hasta ahora a otras personas; no hay nada externo o estudiado, ¡Valeria lo posee! Ella expresa algo que le quema en el corazón, y que desborda con fuerza… Quedé impresionada. Es un relato de guerra, cuenta experiencias sobre lo que ha encontrado, junto con sus compañeras, en el Evangelio, sobre cómo han descubierto que Dios es Amor; es un torrente de agua viva que me sumerge. A la luz de las velas, porque se fue la luz, un señor entrado en años y muy serio le pregunta irónicamente: «Pero señorita, ¿no tiene miedo de entusiasmar así a la juventud? ¿Y si fuera un fuego de paja?». Valeria es una persona llena de entusiasmo, cuando habla está llena de fuego y así son sus respuestas. Se pone de pie y con vehemencia dice: «¿Cómo? Si no tenemos miedo de entusiasmar a la juventud con el deporte, la pintura, la montaña, todas cosas bellas pero que pasan; ¿cómo vamos a tener miedo de que la juventud se entusiasme con Dios que es el único que permanece?». Claretta_dal_Ri-02Un gran silencio. Yo quedo literalmente conquistada. La montaña, la música, la pintura… ¡Todo eso lo he experimentado! Todas las cosas sanas y bellas las he probado, y me he dedicado a ellas por años, pero nunca me han llenado verdaderamente. En esta búsqueda siempre había quedado insatisfecha. Pero entonces éste es el punto, es esto lo que busco: es Dios la respuesta a este último período de insatisfacción, de soledad, de confusión en mis relaciones, de activismo, de aburrimiento. Todos se van del lugar, saludando a Valeria con jovialidad y sonrisas. Pero no me parece que hayan entendido nada de lo que dijo. Me pregunto: ¿si ella puede tener eso de lo que ha hablado –y se ve evidentemente- por qué no puedo tenerlo yo también? A este punto viene a mi mente un dicho de San Agustín: «Si ellos, y aquellos, ¿por qué no yo?». Le doy la mano a Valeria: «¡Quiero hacer como tú, ayúdame!». Nos despedimos y nos damos cita para el día siguiente. Empieza así la aventura». Fuente: Città Nuova online

Los refugiados en mis bicicletas de montaña

Los refugiados en mis bicicletas de montaña

20160225-01«Soy un funcionario público y vivo en Catanzaro. Participando en un encuentro de amigos que trabajan en el ámbito social, conocí algunos jóvenes extranjeros que viven en un centro de refugiados, que necesitaban bicicletas para ir al trabajo. Me acordé que en el garaje tengo dos bicicletas de montaña en buen estado, que yo aprecio mucho, pues me traen buenos recuerdos por las largas excursiones en la montaña que hice junto con mi hijo. Sin dudar levanté la mano para ofrecerlas. Era necesario, sin embargo, superar las dificultades para que llegaran a su destino. Poco tiempo después me enteré de que estos amigos organizaban, para fines de enero, un congreso de tres días en un pueblo turístico cercano de la vivienda de los refugiados. Me invitaron a participar en el congreso. No se pueden imaginar lo grande que fue mi alegría cuando recibí esta invitación. Yo mismo podía transportar las bicis – ahorraba tiempo y costo- y además podría entregarlas personalmente a los interesados teniendo así la oportunidad de conocerlos. Existía sin embargo otra dificultad: las bicis eran demasiado grandes y no lograba que entraran en el portaequipajes de mi auto. No sabiendo cómo resolver esto, le pedí ayuda a un vecino que es comerciante de objetos usados. Le pregunté si podía ayudarme a encontrar una solución. Cuando supo que quería dar las bicis a unos refugiados comenzó a decir que era mejor que se las diera a él, que de ese modo podría ganar algo y que no le parecía “que había que ayudar a estas personas desconocidas que llegan a nuestro país a sacarnos el poco trabajo que existe y que crean muchos problemas y tensiones sociales”. Dándose cuenta de que yo permanecía firme en mi decisión me dijo que un amigo nuestro tenía dos porta bicicletas que me iban a venir muy bien. Fui a ver a este amigo, que se mostró en cambio disponible enseguida, muy contento de prestar sus porta bicicletas. Todo estaba saliendo bien. El día establecido, 4 jóvenes refugiados llegaron al lugar donde se desarrollaba nuestro congreso a retirar las bicis. Apenas las vieron, todavía cargadas en el techo del auto me di cuenta que les brillaban los ojos. Tal vez pensaban que iban a encontrar viejas bicis herrumbradas, en cambio eran lindas, nuevas y marchaban bien. Me quedé muy contento de verdad y lleno de alegría; luego tímidamente y con gran dignidad agradecieron diciendo que ellos eran pobres y no tenían nada para darme, pero que esa misma noche iban a volver para cantarnos sus canciones al compás de los tambores, durante la celebración eucarística. Estoy convencido que la relación de amistad que nació, permanecerá…» (Domenico, Italia)    

Palabra de Vida de marzo de el año 2016

Era lo que esperaban los judíos de su tiempo. Jesús comenzó a anunciarlo en cuanto se puso a recorrer los pueblos y ciudades: «El Reino de Dios está cerca» (cf. Lc 10, 9). E inmediatamente después: «El Reino de Dios ha llegado a vosotros»; «El Reino de Dios está en medio de vosotros» (Lc 17, 21). En la persona de Jesús, Dios mismo se establecía en medio de su pueblo y tomaba en mano la historia con decisión y fuerza para guiarla a su meta. Los milagros que Jesús hacía eran signo de ello. En el pasaje del Evangelio del que está tomada esta palabra de vida, Jesús acaba de curar a un mudo liberándolo del diablo que lo tenía prisionero. Es la prueba de que ha venido a vencer el mal, cualquier mal, y a instaurar por fin el reino de Dios. En el lenguaje del pueblo hebreo, esta locución, «reino de Dios», se refería a Dios que actúa en favor de Israel, lo libera de toda forma de esclavitud y de todo mal, lo guía hacia la justicia y la paz y lo inunda de alegría y de bien: un Dios que Jesús revela como «padre» misericordioso, amoroso y lleno de compasión, sensible a las necesidades y a los sufrimientos de cada uno de sus hijos. También nosotros necesitamos escuchar el anuncio de Jesús: «El Reino de Dios ha llegado a vosotros». Mirando a nuestro alrededor, con frecuencia tenemos la impresión de que el mundo está dominado por el mal, que los violentos y los corruptos llevan la delantera. A veces nos sentimos dominados por fuerzas adversas, hechos amenazantes que nos sobrepasan. Nos sentimos impotentes ante guerras y calamidades ambientales, matanzas y cambio climático, migraciones y crisis económica y financiera. Y aquí se sitúa el anuncio de Jesús, que invita a creer que Él, ya desde ahora, está venciendo el mal y está instaurando un mundo nuevo. En el mes de marzo de hace 25 años, hablando a miles de jóvenes, Chiara Lubich les confesaba su sueño: «Hacer que el mundo sea mejor, poco menos que una sola familia, como si perteneciese a una única patria, un mundo solidario; es más, un mundo unido». Entonces, como hoy, esto parecía una utopía. Pero para que ese sueño se hiciese realidad los invitaba a vivir el amor recíproco con la certeza de que de ese modo tendrían entre ellos «a Cristo mismo, el Omnipotente. Y de Él os lo podréis esperar todo». Sí, Él es el Reino de Dios. ¿Cuál es nuestra tarea? Hacer que Él esté siempre entre nosotros. De ese modo –seguía Chiara– «será Él mismo quien actúe con vosotros en vuestros países, pues Él volverá en cierto modo al mundo, a todos los lugares en los que os encontráis, gracias a vuestro amor recíproco y a vuestra unidad. Y os iluminará en todo lo que tengáis que hacer, os guiará, os sostendrá, será vuestra fuerza, vuestro ímpetu, vuestra alegría. Por Él el mundo a vuestro alrededor se convertirá a la concordia, toda división se suturará. […] Amaos entre vosotros, pues, y sembrad el amor en muchos rincones de la tierra entre las personas, entre los grupos, entre los países, con todos los medios, para que se haga realidad la invasión de amor de la que hablamos muchas veces y para que adquiera solidez –con vuestra aportación– la civilización del amor que todos esperamos. A esto estáis llamados. Y veréis cosas grandes»[1]. Fabio Ciardi [1] IV Festival internacional de los Jóvenes por un mundo unido (Genfest), Palaeur de Roma, 31-3-1990: cf. C. Lubich, La doctrina espiritual, Ciudad Nueva, Madrid 2002, pp. 424, 431.