En las periferias de grandes megalópolis o en pequeñas aldeas rurales, en barrios marginales y periféricos, en orfanatos o cárceles, o bien a lo largo de una playa turística que hay que limpiar, siempre en contacto directo con la población del lugar. Cuatrocientos chicos se están preparando así, en veinte distintas localidades del sudeste asiático, al Genfest 2018, que abrirá sus puertas el próximo 6 de julio en el “World Trade Center” de Manila, con talleres diseminados en varias universidades de la gran ciudad filipina. Una semana de compromiso social e intercambios con el lema de la interculturalidad, que anticipa el espíritu de una manifestación de la que participarán seis mil jóvenes de varias partes del mundo. Una gran oportunidad para experimentar concretamente la caída de fronteras, ante todo las culturales, y para interactuar con personas de culturas y religiones diferentes. Todo esto es el “pre-Genfest”. «La finalidad del Genfest – explica Romè Vital, uno de los coordinadores de esta empresa – es el de ofrecer a estos jóvenes, que están por participar en el Genfest de Manila, la oportunidad de hacer una concreta experiencia “en miniatura” de fraternidad universal. Y también otro objetivo es abrirlos a realidades sociales que están muy lejos geográficamente de sus países de origen. Hemos querido ofrecerles la posibilidad de entender más acerca de las diversidades culturales presentes en Asia». Un grupo de jóvenes está haciendo la experiencia de la vida frenética de los barrios periféricos de ciudades como Hong Kong y Seúl; otros están visitando áreas rurales en Masbate o en Pangasinan, en las Filipinas; otros están haciendo una experiencia de diálogo interreligioso, como en Chiang Mai (en Tailandia), en Medan (Indonesia) y en Yangon (Myanmar). En Coimbatore, India, esta experiencia intercultural e interreligiosa está bajo la guía del lema de Gandhi “sé el cambio que quieres ver”, mientras que en Taipei (Taiwan) los jóvenes están interactuando con los habitantes de la isla. En Aklan, Filipinas, se está llevando a cabo una verdadera “inmersión” en la cultura de la comunidad de Atis (Aetas), tribu que se piensa está entre las originarias de la isla Boracay. Pero hay también iniciativas de tipo ecológico y de la tutela del territorio, como en Hanoi, Vietnam, en donde los chicos están participando en la cosecha del arroz, o en Palawan, famosa localidad turística de las Filipinas, en donde un grupo está limpiando algunas playas». «En muchas localidades – continúa Vital – un recorrido socio-cultural ayuda a entrar profundamente en la historia de ese país. Es el caso de Seúl, en Corea, en donde los jóvenes presentes están profundizando los eventos que han producido la división entre Corea del Norte y del Sur, con la guía de expertos que conducen talleres sobre la paz, exportables a cualquier latitud. Otras localidades también han acogido a chicos, como Mumbai (India), Ho Chi Min (Vietnam), Bangkok (Tailandia), además de las distintas ciudades de las Filipinas como Baguio, Cebu, Dumaguete, La Union y Tacloban. Fundamental la presencia en la preparación de la semana fue la colaboración con organizaciones como “Bukas Palad” y “Façenda da Esperanza”, en las Filipinas, y “Shanti Ashram” en la India». «Esta semana “pre-Genfest” tendrá un impacto indeleble en la vida de los jóvenes que están partipando en él, porque la construcción de un mundo unido comienza siempre con acciones concretas, como dijo recientemente, durante su visita a Loppiano el 10 de mayo pasado, el Papa Francisco: “hay que entrenarse a usar juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos”. Éste es un elemento fundamental en la formación de las nuevas generaciones. En la misma ocasión, el Papa invitó al Movimiento de los Focolares a ponerse “al servicio de todos, con la mirada que abraza a toda la humanidad, empezando por aquellos que de alguna manera están relegados a las periferias de la existencia”. Cuando lleguen a Manila para el Genfest, estos jóvenes ya habrán experimentado en pequeña escala lo que significa la “fraternidad universal”, porque el mundo unido necesita las manos de todos. Entonces sí que será una verdadera “experiencia de Dios”. Ésta es la finalidad por la que ha nacido el Genfest». María Clara RamírezVer el video
En su segunda carta a la comunidad de Corinto, el apóstol Pablo se mide con unos cuantos que ponen en cuestión la legitimidad de su actividad apostólica. Pero no se defiende enumerando sus méritos y sus logros; al contrario, pone de manifiesto la obra que Dios ha cumplido en él y a través de él. Pablo alude a una experiencia mística suya de profunda relación con Dios (cf. 2 Co 11, 1-7), pero para compartir acto seguido su sufrimiento por una «espina» que lo atormenta. No explica de qué se trata exactamente, pero se entiende que es una dificultad grande que podría limitarlo en su tarea de evangelizador. Por ello, confiesa haberle pedido a Dios que lo libere de ese impedimento. Pero la respuesta que recibe del mismo Dios es perturbadora. «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Todos experimentamos continuamente las debilidades físicas, psicológicas y espirituales nuestras y de los demás, y vemos a nuestro alrededor una humanidad a menudo afligida y extraviada. Nos sentimos débiles e incapaces de resolver esas dificultades, incluso de hacerles frente, y como mucho nos limitamos a no hacer mal a nadie. in embargo, esta experiencia de Pablo nos abre un horizonte nuevo: reconociendo y aceptando nuestra debilidad, podemos abandonarnos plenamente en brazos del Padre, que nos ama tal como somos y quiere ayudarnos en nuestro camino. Y de hecho, más adelante en esta carta, afirma: «cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte» (2 Co 12, 10). A propósito de esto, Chiara Lubich escribió: «[…] ante tal afirmación, nuestra razón se rebela, pues hay una contradicción flagrante o simplemente una audaz paradoja. En realidad esta expresa una de las verdades más altas de la fe cristiana. Jesús nos la explica con su vida y sobre todo con su muerte. ¿Cuándo cumplió la obra que el Padre le había encomendado? ¿Cuándo redimió a la humanidad? ¿Cuándo venció al pecado? Cuando murió en la cruz, reducido a nada, después de gritar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Jesús fue más fuerte precisamente cuando era más débil. Jesús habría podido dar origen al nuevo pueblo de Dios solo con su predicación, o con más milagros, o con algún signo extraordinario. Pero no. No, porque la Iglesia es obra de Dios, y es en el dolor –y solo en el dolor– donde florecen las obras de Dios. Así pues, en nuestra debilidad, en la experiencia de nuestra fragilidad se esconde una ocasión única: la de experimentar la fuerza de Cristo muerto y resucitado […]». (1) «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Es la paradoja del Evangelio: a los mansos se les promete en herencia la tierra (cf. Mt 5, 5); María exalta en el Magnificat (cf. Lc 1, 46-55) el poder del Señor, que puede expresarse totalmente y definitivamente –en la historia personal y en la historia de la humanidad– precisamente en el espacio de la pequeñez y de la total confianza en la acción de Dios. Comentando esta experiencia de Pablo, Chiara sugería además: «[…] la opción que los cristianos debemos hacer es de signo absolutamente contrario a la que se hace normalmente. En esto vamos en verdad a contracorriente. En general, el ideal de vida del mundo consiste en el éxito, el poder, el prestigio… Pablo, al contrario, nos dice que hay que gloriarse en la flaqueza […] Fiémonos de Dios. Él actuará sobre nuestra debilidad, sobre nuestra nada. Y cuando Él actúa, podemos estar seguros de que realiza obras que valen, que irradian un bien duradero y responden a las necesidades auténticas de los individuos y de la colectividad». Letizia Magri1 Cf. C. Lubich, «La fuerza de la debilidad», Ciudad Nueva 169 (7/1982), p. 26.
Defensa de fronteras, desplazamientos forzados, alianzas de estados para proteger identidades y economías nacionales, cuotas humanas para el control de los flujos migratorios. ¿Qué hay detrás de aquellas que se han convertido en palabras clave en estos últimos días? “A menudo es el miedo la madre de cada valla y actitud proteccionista», explica Maria Voce, presidente de los “Focolares”. “Sin embargo, para los jóvenes esto no parece ser la solución definitiva. En cambio, creen que las fronteras son horizontes, puntos de partida, diversidad de la cual enriquecerse”. Es por eso que los jóvenes de los Focolares han elegido para su próximo evento mundial que se celebrará en Manila del 6 al 8 de julio, el gran tema de las fronteras, como dice el título “Más allá de todas las fronteras”. Invitan a un cambio valiente de perspectiva para mirar a los pueblos, culturas y economías; un cambio necesario, dicen, en estos tiempos de exasperación de los particularismos y cerrazón social. Nacido en 1973 de una idea de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, el Genfest llega este año a su undécima edición y, por primera vez, se celebrará fuera de Europa, en la capital filipina, del 6 al 8 de julio. Se esperan 6.000 jóvenes de todo el mundo, de 18 a 30 años, mientras que miles más participarán en las 23 ediciones locales. “Hemos elegido Asia porque aquí viven seis de cada diez jóvenes del mundo”, explica Kiara Lauren, filipina, de Jóvenes por un mundo unido de los Focolares, promotores del evento. “A pesar de los problemas y la división socioeconómica, este continente habla al mundo de la esperanza y de deseo de cambio. No nos reconocemos en este contexto geopolítico internacional que a menudo sacrifica pueblos enteros en detrimento de una élite. Queremos llevar a los individuos y a nuestras naciones a mirar fuera de sus fronteras personales, culturales, religiosas, políticas, para conocer a los demás, y dejarse contaminar por la diversidad. El Genfest será un laboratorio único en el mundo: quien entrará encontrará las herramientas para hacer un cambio en sí mismo y en su entorno, para pasar – como recientemente invitó el papa Francisco en Loppiano – , “del yo al nosotros”. El programa: compartir y trabajar Amplio espacio se dará a los testimonios: los esfuerzos conjuntos de jóvenes estadounidenses y mexicanos en la frontera de sus países; gestos de ayuda y reconciliación en situaciones de conflicto en África y Medio Oriente, actividades para apoyar a la población en los campos de refugiados y acogida en las ciudades, compromiso con una nueva forma de hacer política, diálogo entre diferentes religiones, etc. En la tarde del 7 de julio, el Genfest propone la acción Hands for Humanity: los jóvenes podrán elegir entre 12 actividades de solidaridad, acogida y mejoras urbanas que se llevará a cabo en diferentes puntos de Manila. El objetivo es experimentar que los pequeños gestos pueden cambiar la realidad que nos rodea, además de recoger ideas exportables e imitables en sus propios países. ExpLo y Foro: aprenda y experimente la paz Luego está la Explo, un acrónimo compuesto por las palabras “Exposición” y “Exploración”. Se trata de una muestra interactiva que lleva al visitante a través de una experiencia sensorial inmersiva en la historia de la humanidad, contada desde la perspectiva de la fraternidad universal: “No la historia tal como la conocemos – dice a Erika Ivacson, artista húngara curadora de la exposición – hecha de guerras, conquistas, armisticio. Diremos, en cambio, qué ha permitido a la humanidad progresar desde el punto de vista de la paz, de la amistad entre personas, pueblos y culturas. La última etapa estará enteramente dedicada a la pregunta: ¿y qué puedo hacer yo?”. Habrá 110 foros y talleres sobre temas clave para la construcción de sociedades abiertas y solidarias: desde técnicas de limpieza urbana y cuidado del territorio, a formas de empresas sociales, a la gestión de conflictos personales y políticos, hasta el uso de redes sociales para paz y mucho más. Para seguir el Genfest Será posible seguir la transmisión en directo streaming, en inglés y con traducciones en francés, italiano, portugués y español, a través del sitio web de Jóvenes por un mundo unido: http://www.y4uw.org/liveHorarios de transmisión en vivo (hora de Manila, UTC / GMT +8 horas): 6 de julio: 16-18:30 y 20-21:45 7 de julio: 17:45-18: 45 y 20-21:45 8 de julio: 10:30-13 En las redes sociales: Facebook: www.facebook.com/genfest/ o @genfest Twitter: https://twitter.com/genfest_en o @genfest_en Instagram: www.instagram.com/genfest.official/ Youtube: genfest-official o https://www.youtube.com/c/GenfestOfficialPrograma Genfest
En un tú a tú con Jesús Como alcalde, no hay día en que no me detengan por la calle aunque más no sea para saludarme. Incluso en la iglesia, durante la misa, no consigo encontrar un momento para estar en un “tú a tú” con Jesús. Un domingo fui a misa a una ciudad cercana, esperando que pasaría inadvertido. Pero me encontré con una iglesia repleta, una liturgia larguísima presidida por el obispo. Fuera de la iglesia había una mujer a quien le di una limosna. Pocos pasos después me encuentro con otro pobre, con el rostro desfigurado. Seguí adelante. Luego, me vino un pensamiento: “¿Me buscabas? Allí estoy, en esa señora necesitada y en ese señor con el rostro desfigurado”. Volví para atrás. El hombre estaba aún allí, agradecido porque había regresado a buscarlo. G. – Italia Superstición Subo al taxi y noto que el coche está lleno de amuletos y alhajitas, signo de que el taxista debía tener creencias superticiosas. Durante el trayecto, me animé y le dije: “Yo creo en Dios, mi confianza se apoya sólo en él”. Mientras conducía, me escuchaba en silencio. Un rato después debo llamar nuevamente a un taxi. Con gran asombro me encuentro con el mismo taxista y el mismo coche. Pero para mi sorpresa noto que esos objetos habían desaparecido y un rosario estaba colgado del espejito. N. – Suiza En equipo Somos una enfermera, un técnico de laboratorio y un médico. Trabajamos en sectores distintos del mismo hospital. Estamos convencidos de que el Evangelio vivido no se limita a transformar al hombre, sino que puede también renovar las estructuras, los barrios, los ambientes de trabajo. Por eso, en la mañana, antes de iniciar el trabajo, buscamos un momento para compartir dolores y alegrías. Es un descubrimiento constatar que podemos transferir a nuestro lugar de trabajo esa carga de amor concreto para con todos, viviendo cotidianamente nuestra tarea profesional. E., L. y B. – Italia El dinero en la almohada Saliendo de la iglesia con mi hijo, se nos acercó una mujer, pidiéndonos una limosna. Abrí mi cartera y le di lo que tenía conmigo, 20 euros. Mi hijo se sorprendió, para él era demasiado, pero yo lo tranquilicé diciéndole que en cada pobre está Jesús y que me había parecido que debía darle a esa señora todo lo que tenía. Cuando llegamos a casa, me puse a ordenar la habitación en donde habíamos recibido a una pareja llegada a la ciudad para ver a un pariente enfermo. Mi hijo vino a ayudarme. Cuando cambiamos la funda de la almohada, cayeron 200 euros. Nosotros les habiamos dado a esas personas la posibilidad de estar cerca de una persona que sufría, y ellos quisieron dejarnos ese dinero. M. G. – Italia Hockey sobre hielo Fanático como soy del hockey sobre hielo, esperaba muy ansioso, enseguida después del colegio, ver por televisión el final de un partido importante. Cuando sonó la campana, salí corriendo hacia mi moto. Pero después de algunos metros se me pinchó una rueda. Traté de inflarla con el inflador. Pero, tras haber andado muy poco, me encontré nuevamente con la goma desinflada. Además se largó a llover. Seguí a pie, empujando la moto, y mientras tanto crecía mi malhumor. De golpe se me cruzó por la mente un pensamiento: Jesús sufrió tanto en la cruz, y tú, ¿no eres capaz de aceptar esta pequeña contrariedad? Eso me devolvió la paz. G. – Holanda
Los adolescentes y los jóvenes de hoy pueden convertirse en la primera generación que logre erradicar el hambre en el mundo. Lo dicen los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que, el 25 de septiembre de 2015 los 193 estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron, comprometiéndose a implementarlos en quince años (2015-2030). El segundo, el “Objetivo Hambre Cero”, está en el corazón del programa. Y para lograr estos objetivos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio la bienvenida hoy, 22 de junio de 2018, en su sede de Roma, a 630 jóvenes (de entre 9 y 14 años) del Movimiento de los Focolares. El evento fue seguido, a través de una conexión en vivo, por muchos otros coetáneos repartidos en los cinco continentes, en particular, 400 chicos reunidos en un congreso, en Loppiano, cerca de Florencia, en la ciudadela internacional de los Focolares. Es la primera vez que las jóvenes generaciones del Movimiento, creado por Chiara Lubich, entran en la FAO. Una gran emoción no solo para estas chicas, que ocuparon sus lugares en la prestigiosa sala plenaria, sino también por la FAO. “Estoy muy feliz de ver esta sala llena de mujeres, de mujeres jóvenes”, dijo Marcela Villareal, directora de la FAO para la división de cooperación Sur-Sur. “He trabajado aquí en la FAO durante más de 20 años, he hablado en esta sala plenaria muchas veces, pero nunca la he visto tan hermosa, tan llena de mujeres jóvenes. Gracias por sus esfuerzos, por ayudar a alcanzar el objetivo Hambre Cero”. Hoy, 800 millones de personas en el mundo sufren de hambre. En los últimos 10 años, esta cifra había disminuido, mientras que el año pasado debido a las guerras y al cambio climático ha vuelto a aumentar. “Para nosotros, aquí en la FAO, es el mayor escándalo que existe”, dijo Villareal. “Y por eso luchamos todos los días para que estas personas tengan el alimento necesario, pero también una vida buena y donde los niños puedan tener una vida plena. Estamos convencidos de que con nuestro trabajo podemos lograr un mundo sin hambre”. En septiembre de 2015, las Naciones Unidas firmaron la agenda del desarrollo sostenible, que comprende 17 objetivos que deben alcanzarse para el 2030. “Nunca antes los líderes mundiales se comprometieron con una agenda tan amplia y universal”, dijo Sabina Zaccaro de la oficina de comunicación institucional de la FAO – Para vencer el hambre del mundo (objetivo n° 2) necesitamos superar la pobreza (objetivo n° 1). Pero para hacer esto, todos debemos vivir de manera sostenible (objetivo n° 12), tratando de resolver la lucha contra el cambio climático en términos concretos (objetivo n° 13)”. Las primeras ciudadanas Hambre Cero Los jóvenes de los Focolares, presentes en todo el mundo, pueden dar un gran aporte personal y diario para alcanzar el objetivo en el 2030. La FAO, el próximo 16 de octubre, cumple 73 años de su nacimiento y será la oportunidad para relanzar este objetivo. “Nosotros este cumpleaños lo usamos para comunicar temas que aparezcan en los periódicos, en la televisión, las escuelas, la calle”, dijo Clara Vélez, jefa de la oficina de difusión de actividades promocionales de la FAO. “Cada año hablamos de un tema (inmigración, cambio climático …) y este año hablaremos de hambre cero. Y saber que hoy están aquí es hermoso. Aquí el próximo 16 de octubre en su lugar habrá representantes de todos los países. Y tendrán el libro que tuvieron hoy, que explica cómo con muchas acciones diarias podemos hacer algo para combatir el hambre. En la última página del libro hay un pasaporte. Hoy se convertirán en las primeras ciudades de Hambre Cero. Con los derechos y deberes que se deben respetar”. Pero, ¿cuáles son los deberes de los ciudadanos Hambre Cero? “Un tercio de la comida en el mundo se desperdicia y se tira a la basura. Estoy segura de que no quieren ser parte de este escándalo”, dijo Laura Hernández de la agencia de difusión y promoción de la FAO. “Hay cosas que puedes hacer en casa. Por ejemplo, cuando te queda comida, puedes congelarla o comerla al día siguiente. También cuando van a un restaurante y queda comida, la puedes llevar a casa. Con las etiquetas de los alimentos no hay que dejarse engañar. La indicación “vence el”, indica que ese alimento ya no es bueno. Pero si está escrito “consumir preferiblemente en”, significa que también podemos usarlo unos días después de esa fecha. Otra cosa importante es el agua, un bien precioso y no debe desperdiciarse. Entonces, cuando nos cepillamos los dientes, cerramos el grifo. O bien le recordamos a mamá y papá que utilicen el lavavajillas a plena capacidad, o la secadora solo cuando sea necesario”. La carta de compromiso de las chicas Finalmente, tomaron la palabra las chicas, representadas por Elena y Agnes: “Estamos muy honradas y felices de estar aquí. Estamos seguras de que a partir de ahora trabajaremos con más entusiasmo para lograr este objetivo. Ahora nos sentimos parte de la generación hambre cero. Es un gran sueño imaginar que también gracias a nuestro aporte en unos años ya no habrá más hambre en el mundo. Estamos muy contentas de colaborar con la FAO porque solo uniendo fuerzas, podremos lograr un objetivo tan alto, como Hambre Cero en el 2030”. Algunos chicos del Movimiento de los Focolares de 11 naciones han reunido ideas para entender cómo resolver el problema del hambre en el mundo. “Hemos resumido estas ideas con un lema: cabeza, corazón y manos, y nació nuestra Carta de Compromiso. Cabeza, para nosotros significa informarnos y estudiar el problema tanto a nivel global como en nuestra ciudad. Corazón, o bien, sensibilizarnos a nosotros mismos y a muchos otros. Involucrar a la mayor cantidad de personas para lograr nuestro objetivo. Finalmente, nos ponemos en acción concretamente usando nuestras manos. Al final, las chicas entregaron su Tarjeta de Compromiso a la FAO. Luego, el gesto simbólico del pasaporte: las chicas escribieron sus compromisos en este pequeño documento y lo firmaron. Se convirtieron en las primeras ciudades #HambreCero. Lorenzo Russo Revisa la transmisión (en inglés)
Sulcis-Iglesiente es una región histórica de Cerdeña, caracterizada no sólo por su impresionante belleza natural, sino también por la historia de los trabajadores de las minas, un patrimonio humano, espiritual, cultural y ambiental de primer orden. Una joya única en el mundo, que todavía no logra expresar plenamente todo el potencial del que dispone, desde el punto de vista económico. El 3 de marzo de 2017, en Cagliari, en el Sur de Cerdeña, tuvo lugar una conferencia sobre el tema del desarme, organizada por la Escuela de Participación política “Domenico Mangano”. En ese congreso algunos habitantes de Sulcis-Iglesiente se sintieron interpelados directamente; de hecho en su territorio tiene la sede la RWM Italia, controlada por la Rheinmetall, una fábrica de bombas vendidas a Arabia Saudita y utilizadas en la guerra en Yemen. A raíz de esta toma de conciencia, hace un año, nació un comité que trabaja en el territorio, uniendo fuerzas por un objetivo común: la reconversión de la fábrica de producción militar a fines civiles. Es el “Comité reconversión de la RWM por la paz, el trabajo sostenible, la reconversión de la industria bélica, el desarme, la participación cívica en los procesos de cambio, la valoración del patrimonio ambiental y social de Sulcis-Iglesiente”. Entre los promotores de esta acción está Cinzia Guaita, del Movimiento de los Focolares. Con ella vemos a qué punto está la situación. «El trabajo del comité no es fácil porque Sulcis-Iglesiente es un territorio donde no hay trabajo, y el que existe es defendido a capa y espada. No es fácil poner en marcha un proceso que lleve a un cambio de mentalidad que permita elegir algo diferente y quizás menos seguro». «Somos una red muy densa y variada. Antes no se hablaba de esto, ahora la cuestión ética, ambiental y legal se ha convertido en patrimonio de todos. Ya hay un primer resultado cultural, aunque el proceso es a largo plazo». ¿En qué se puede ver el cambio más grande? «Tomemos el tema del trabajo, antes no se ponía en discusión, ahora en cambio junto al trabajo está el tema de la paz, de la justicia, y eso no es poco para un territorio pobre como el nuestro». Hablas de confrontación, pero ustedes usan sobre todo el diálogo… «Es verdad, estamos dialogando, y lo hacemos con todos porque este es un problema que concierne a todos, y sólo se puede resolver mirando las cosas desde distintos puntos de vista. Te pongo un ejemplo, abrimos una mesa técnica de reflexión con expertos de la universidad para estudiar un proyecto de reconversión; se reúnen los técnicos, los docentes universitarios, otras personas como representantes del Banco Ético, la Iglesia Protestante: el comité es una especie de laboratorio, no resolutivo, pero es el inicio de un camino concreto». ¿Cómo es vista la fábrica RWM en el territorio? «La fábrica se injertó con mucha benevolencia en la dinámica social local, pero viola una ley nacional que prohíbe la venta de armas a países en guerra o que no respeten los derechos humanos, pero prevé también la posibilidad de un fondo para la reconversión de las empresas que producen armas. Por lo tanto las posibilidades existen. Reconversión no quiere decir dar un salto en el vacío, sino un proceso compartido de maduración y mejoramiento de la vida de todos». ¿Qué papel desempeña la prensa en este proceso? «Un papel decisivo diría, y nosotros mismos nos sorprendimos de que la prensa internacional se haya interesado en nosotros. También la TV alemana nos está siguiendo y ha relatado en Alemania lo que está sucediendo aquí. Hay mucho silencio con respecto a las guerras, como la de Yemen. Encender los reflectores sobre el conflicto ha hecho que todos pongan atención sobre el problema que se está viviendo. Para construir la paz no podemos cerrar los ojos. Se necesitan todos, porque también las pequeñas acciones locales pueden tener una incidencia amplia. Amar un territorio quiere decir esto. Puede ser un riesgo, pero para construir la paz vale la pena correrlo». Fonte:United World Project
http://vimeo.com/69165925 El secreto del amor verdadero es este, consiste en esto; el amor del que hablamos es el que comprendimos en el Evangelio. Ahora bien, el Evangelio es la buena nueva que Cristo ha traído a la tierra, por lo tanto es un amor tal como Dios lo concibe, no como se concibe en la tierra. Por lo tanto un amor que se ve vivido por las personas de la Santísima Trinidad, por ejemplo; el Padre ama a todos y hace llover y salir el sol sobre buenos y malos, ama a todos; por lo tanto es un amor que nos pone a todos en disposición de amar a todos los hermanos, por lo tanto no sólo a los familiares, a los amigos o a los que nos son agradables, sino que es necesario amar a todos. Por lo tanto a lo largo del día, para amarlo, tenemos que tener en cuenta a cada persona que encontremos. Una segunda exigencia de este amor, que no existe en la tierra, precisamente, porque viene del Cielo, es que es necesario ser los primeros en amar, no esperar ser amados. Generalmente, para amar se espera ser amado, mientras que en cambio: es necesario ser los primeros y lo demuestra Jesús, la segunda divina Persona hecho hombre, el cual murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores, lo que significa que, sin duda, no amábamos. Es un amor, además, concreto como el de Jesús, que dio la vida, no un amor sentimental, platónico, sino que precisamente llega a lo concreto, que… un amor que se hace uno con el otro, con quien sufre y con quien goza y participa del sufrimiento y da una ayuda a quien sufre o participa de la alegría. Si este amor se pone en práctica en el mundo, y el Movimiento lo… es el secreto del Movimiento, lo pone en práctica en todas las naciones del mundo, en general es correspondido porque las personas se sienten amadas y se encuentran bien con nosotros, y entonces nos preguntan: «Pero, ¿por qué?» Y les contamos por qué amamos. Y entonces se instaura el diálogo entre nosotros y los demás, que son personas no todas cristianas, no todas católicas, incluso muchas veces de otras religiones, y también no creyentes; pero que aunque no crean tienen en su ADN la idea del amor, la fuerza de amar porque han sido creados por Dios que es amor. Esto, esto es algo sobre el amor». Chiara Lubich Transcripción de una entrevista de Erik Hendriks, Sylvester production, del 24 de mayo de 2004, para la TV belga. www.centrochiaralubich.org
La relación entre los jóvenes y la Iglesia vive un momento particularmente feliz. Una nueva ocasión de discusión e intercambio de experiencias sobre “jóvenes, fe y discernimiento vocacional” se da a raíz del encuentro anual de los movimientos eclesiales, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, de la Santa Sede. El encuentro coincide con la publicación del “Instrumento de Trabajo” sobre el que los obispos discutirán durante el próximo Sínodo de octubre, completamente dedicado a los jóvenes. Es un documento articulado y rico, que es también fruto de la contribución de los jóvenes de todo el mundo. La jornada fue introducida por Kevin Farrell, el cardenal prefecto del Dicasterio, y vio los aportes de Monseñor Simón Vázquez, delegado para la Familia y la Vida, que presentó los “aggiornamentos” referidos al IX Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Dublín del 21 al 26 de agosto, y del Padre Alexandre Awi Mello, secretario del Dicastero, que contó acerca de los preparativos del Sínodo de octubre, mientras que Giovanna Guerrieri Nalin, de la Oficina Jóvenes, refirió sobre la Jornada mundial de la Juventud, que se hará en enero de 2019 en Panamá. Por la tarde, el secretario general del Sínodo de los obispos, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, ilustró sobre las finalidades, las expectativas y las perspectivas del Sínodo. Entre los participantes, está también el Movimiento de los Focolares, representado por un joven, Nelson Vanegas del Salvador, y por la presidente, María Voce, que explica: «Las iniciativas apostólicas dirigidas a los jóvenes en los dos distintos ámbitos del anuncio de la fe y de la vocación echan raíces en la experiencia característica que nace del carisma de la unidad». Chiara Lubich se dirigía especialmente a los jóvenes ya desde la década de 1960. Fue suyo el llamado a un nuevo tipo de revolución, inspirada en el amor evangélico (“Jóvenes de todo el mundo, uníos”), lo cual dio vida, con el tiempo, a instrumentos y lugares de formación y testimonio, vividos junto con los jóvenes en tres direcciones: el don recíproco entre jóvenes y adultos, el binomio entre vida y pensamiento, la fraternidad vivida concretamente para responder a las exigencias y problemáticas del mundo de hoy. Nelson, quien ya estuvo presente en la reunión presinodal de marzo, expone lo que el Movimiento de los Focolares está llevando adelante: «En los cursos anuales de verano, para la formación de jóvenes – es su testimonio –, se abren recorridos de profundización teológica y moral, fruto de haber hecho un camino juntos, según un estilo de acompañamiento que encuentra confirmación en lo que sugiere el papa Francisco. Una experiencia análoga se encuentra en las llamadas “Escuelas de discernimiento vocacional”, un verdadero recorrido de formación y acompañamiento para los jóvenes de 23 a 30 años, una franja de edad crucial para afrontar opciones decisivas en el proyecto de vida personal». Pero, explica, hay ocasiones, también, en las cuales los jóvenes experimentan que la vida y el estudio son una sola cosa: «El Instituto Universitario Sophia, con sede en Loppiano, nace para favorecer la interacción entre los conocimientos en un horizonte de sabiduría, con un proyecto académico focalizado en la experiencia de una comunidad de estudio en donde se comparten investigación, pensamiento y vida, no sólo entre los estudiantes de distintas proveniencias, sino también entre estudiantes y docentes». No faltan otros espacios, como las escuelas gen o los congresos nacionales e internacionales. Finalmente, los Genfest: «una experiencia formativa, que se construye sobre el esfuerzo continuo de inclusión, acogida y escucha del otro, que lleva al diálogo verdadero y a la construcción de relaciones profundas. Sobre todo, son una profunda experiencia espiritual, en la que muchos jóvenes sintieron y concretaron un llamado de Dios, a vivir por algo grande, un llamado a realizar el sueño de Jesús». El próximo Genfest es inminente. En Manila, del 6 al 8 de julio, y tendrá como título “Beyond all borders”.
Hoy, en ocasión del 70° aniversario de la fundación del Consejo Ecuménico de las Iglesias (CEC), el Papa está visitando el Centro ecuménico de Ginebra (Suiza), en un peregrinaje ecuménico. A los periodistas, en el vuelo hacia el País Helvético, ha declarado: “voy para llevar adelante la unidad”. Tema de ésta jornada: “Caminar, rezar y trabajar juntos”. El CEC se cuenta entre los organismos más amplios e inclusivos de las organizaciones ecuménicas. Fundado en Amsterdam (Países Bajos) en el 1948, está formado actualmente por 350 iglesias de 110 Países del mundo y representa cerca de 500 millones de cristianos. Con sede en Ginebra, comprende la mayor parte de las iglesias ortodoxas, numerosas iglesias protestantes históricas (anglicanas, bautistas, luteranas, metodistas, reformadas) y otras iglesias indipendientes. La Iglesia católica no es miembro del CEC, pero los teólogos católicos trabajan en importantes comisiones como membro a pleno título. Entre las citas previstas, la oración en común y el encuentro a la tarde, presentes el reverendo Olav Fykse Tveit y su esposa Agnes Abuom, respectivamente Secretario general y Moderador del CEC. A la conclusión, el significativo saludo a ocho miembros de Corea del Norte y del Sur.
Concluyó recientemente, en Bodo-Dioulasso, en Burkina Faso, un seminario sobre el Periodismo Dialógico (9-13 de junio), con la presencia de periodistas y profesionales de la comunicación: Michele Zanzucchi (Italia), Guy Roland (Benín) y Armand Djoualeu (Camerún) y la participación de profesores, estudiantes y profesionales, cristianos y musulmanes, de Nigeria, Mali, Cosa de Marfil, Benín y Burkina Faso. El objetivo del seminario fue el de ofrecer formación a los periodistas en el diálogo, colocando a la persona en el centro de la atención, con respeto y sentido de responsabilidad. En la apertura del seminario se desarrolló una mesa redonda sobre “Periodismo y Migración”, contando con la presencia de autoridades del Gobierno y de la Iglesia católica. La propuesta que se formalizó fue la de constituir una red regional de periodistas para formar e informar correctamente a la población sobre el fenómeno de la migración, en especial la migración hacia Europa.
Lough Key Forest Park, 800 hectáreas de silencio, senderos naturales, imponentes cedros y un lago, en la costa meridional de Lough Key, a 40 km al de Sligo Town, y 3 km al Este de Boyle; este fue el marco de la jornada para las familias organizada por la diócesis de Elphin a finales del mes de abril. Entre los promotores, que colaboraron con el Obispo Kevin Doran, estaba también el Movimiento de los Focolares. «Un compartir en un clima de diversión y amistad al que todos estaban invitados –había dicho el obispo- también las familias de otras convicciones religiosas, los vecinos, los amigos». El objetivo era prepararse al gran evento con el Papa Francisco, que reunirá en la capital irlandesa a finales de agosto, a familias de todo el mundo con el tema “El Evangelio de la familia alegría para el mundo”. Cada tres años, esta cita internacional pone en el centro de la atención a la familia cristiana, como primera piedra de la sociedad. Después de la inauguración, el 21 de agosto, que se celebrará simultáneamente en todas las diócesis de Irlanda, se realizará en Dublín un Congreso internacional de tres días (22-24) con la presentación de ponencias de expertos de varias partes del mundo, testimonios, talleres y actividades para los niños y los adolescentes. Con la llegada del Santo Padre, el sábado 25 de agosto, el gran festival de las Familias, dará la posibilidad de escuchar música y testimonios de los varios continentes, además naturalmente de sus esperadas palabras. El evento se concluirá con la solemne celebración eucarística del 26, presidida por él en el Phoenix Park di Dublín. «No somos muchos en esta región de Irlanda, pero quisimos acoger la invitación del obispo» escriben desde las comunidades de los Focolares. Ya desde hace un año, junto a todas las familias de la diócesis, se están preparando, atentos a las complejas dinámicas de cada familia y a su papel en la sociedad, a través de una reflexión común a la luz de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”. Evelyn, ayudada por la comunidad del Focolar, forma parte de un comité que trabaja en los preparativos. «Para mí, es una gran ocasión para construir con todos relaciones de unidad. Cada pensamiento, cada aporte, cada decisión o acción por emprender han sido fruto de este camino entre nosotros, junto al Obispo. Se ha creado un clima de amor recíproco entre todos». En la entrada del gran parque público, colgando de las ramas de los árboles, estaban las caras del “dado del amor” y escritos de Chiara Lubich y de la “Amoris Laetitia” sobre la familia, que saludaban, movidos por el viento, al público que llegaba. También hicieron rodar el dado en el palco, al inicio del programa, para sintonizarnos con un único mensaje: “ser los primeros en amar”. La jornada fue una serie festiva de música y talleres sobre el cuidado de la naturaleza, juegos en la familia, diversión, pinta caritas, danza, ayuda a los necesitados. Fue especialmente intenso el momento de la oración común, conducido por el obispo católico y el anglicano, quienes después cortaron una torta, que no por casualidad tenía forma de “cubo”, un momento que quedó inmortalizado por el periódico local “Roscommon Hearld” y por otros sitios y boletines. Como conclusión de la jornada, Andrew, uno de los participantes, cantó una canción que él compuso, sobre tres palabras sugeridas por el Papa Francisco para la vida de familia: “Por favor, gracias, disculpa”. «Caminando entre la gente – fue el comentario de Áine, de los Focolares- pensaba en las palabras “el gran atractivo del tiempo moderno”, escritas por Chiara Lubich en una meditación suya. Y las sentía actuales, en medio de una multitud compuesta por personas provenientes de pueblos y aldeas remotas, no sólo católicas, sino también de otras denominaciones, y de lugares remotísimos como los nuevos refugiados que han llegado para pedir asilo, desde África y Medio Oriente, en su mayoría musulmanes. Para ellos fue una sorpresa, encontrar también en Irlanda esta atención a la familia».
Los chicos y los jóvenes pueden llegar a ser la primera generación que logre desterrar el hambre en el mundo. Lo dicen los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), aprobados el 25 de septiembre de 2015 por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas (ONU), con el compromiso de realizarlos en el período de quince años (2015-2030). El segundo objetivo, “Hambre Cero”, está en el corazón de este programa. Para poderlo alcanzar la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) apuesta a las nuevas generaciones. Los chicos del Movimiento de los Focolares han elegido hacer de este objetivo un punto central de su congreso de formación anual, del 20 al 24 de junio, 630 chicas se encontrarán en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, mientras 250 chicos vivirán este momento de formación en la ciudadela internacional de Loppiano (provincia de Florencia). Provienen de varios países de Europa y Sudamérica. En Loppiano, los 250 adolescentes profundizarán el tema “Hambre Cero” tratando de entender cómo concretarlo en la vida de cada día, redescubriendo valores como el coraje, el perdón, el servicio, el esfuerzo, la espiritualidad, la paciencia, la responsabilidad, la fidelidad, el reconocimiento de la capacidad del otro. Las chicas, en cambio, vivirán un día especial el 22 de junio, cuando visiten la sede internacional de la FAO, en el centro de Roma, para participar en la discusión sobre el objetivo “Hambre Cero”. Al concluir la mañana, recibirán el pasaporte de “Ciudadanas Hambre Cero”. Sigue el streaming el 22 de junio de 2018, a las 11 horas de Roma. Lorenzo Russo
El 20 de junio se celebra en todo el mundo la Jornada Mundial del Refugiado, instituida por la asamblea general de las Naciones Unidas, para sensibilizar la opinión pública acerca de la condición de millones de refugiados y personas que solicitan asilo por haber dejado su propio país obligados a escapar por guerras y violencias. La agencia de la Onu para los refugiado ha lanzado la campaña «#WithRefugees», para dar visibilidad a los gestos de solidaridad hacia los refugiados, dando voz a quien recibe y fomentando el encuentro entre las comunidades locales y los que solicitan asilo. Pero #WithRefugees también es una petición, con la que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (Unhcr) pide a los gobiernos que garanticen que todos los niños refugiados tengan una instrucción, que toda familia refugiada tenga un sitio seguro en donde vivir, que todo refugiado pueda trabajar o adquirir nuevas habilidades para dar su contribución a la comunidad. La petición será presentada a la Asamblea de las Naciones Unidas antes de finales de 2018 con ocasión de la adopción del Global Compact para los refugiados. «Hoy – dice Carlotta Sami, portavoz del Unhcr para el Sur de Europa – estar del lado de los refugiados no es solamente un acto de humanidad, lamentablemente es un acto de coraje. Se ha vuelto incómodo estar del lado de los que no eligieron dejar su País y que afrontan un desafío muy pesado, el de volver a empezar de cero en un ambiente nuevo, a menudo difidente y, en el peor de los casos, hostil». Numerosos los eventos previstos hasta fin de mes. Ver:http://www.unhcr.org/withrefugees/es/
Las erupciones del 3 de junio no les dieron tiempo a muchísimos habitantes de los pueblos y aldeas a los pies del volcán del Fuego para que pudieran escapar. Y aún siguieron con menor intensidad en los días siguientes, Pero el peligro más grande parece ser el de las continuas avalanchas de lodo, escombros y cenizas incandescentes, llamadas “Lahar”. Descienden a una altísima velocidad desde el cono del Fuego, con una potencia tal que arrasan con todo o tapan lo que encuentran en su trayecto, provocando fuertes vibraciones similares a los terremotos. La Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres también confirmó en los días pasados el estado de alerta en tres distritos, dando informaciones actualizadas acerca de los desaparecidos y los centros de acogida y hoteles que con gran generosidad están abriendo sus puertas. Allí también trabaja Lourdes Barrientos. «Una de mis funciones – explica – es la del adiestramiento y organización de las comunidades como respuesta a las emergencias y a los desastres. Ahora estamos viviendo esta emergencia, que ha provocado dolor, pérdidas y muertes en muchas familias que vivían cerca del volcán, especialmente en las comunidades de Chimaltenango, Escuintila y Sacatepéquez», los distritos en donde la alerta sigue siendo “roja”, o sea en el nivel más alto. Mientras tanto continúa, dolorosamente, el recuento de las personas encontradas sin vida, y en la sede central de la agencia, en Ciudad de Guatemala, la capital, se organizan los socorros. «Trato de ir más allá de mi cansancio para realizar plenamente las tareas que se me asignan. Al comienzo no era simple, porque me parecía que no estaba haciendo nada directamente por mi gente y por las víctimas, y que estaba perdiendo el tiempo quedándome en la sede central. De hecho, frente a los grandes problemas que las instituciones tienen que afrontar, mi trabajo consiste en recoger todo tipo de información acerca de las comunidades afectadas. Esta situación me abatía, sabiendo que mis compañeros se encontraban en cambio en el “punto cero”, o sea en los lugares del desastre del 3 de junio, intentando encontrar otros cuerpos y socorrer a las víctimas. Sabía que estaban cansados, que estaban ocupados en la organización y acogida en los hoteles, y todo esto mientras yo estaba sentada en una oficina. Para colmo yo seguía recibiendo mensajes de amigos y conocidos, de mis amigas gen, y de mi familia, preguntándome si me encontraba bien y si estaba en la zona del desastre. Después entendí la importancia de poner todo de mí en cualquier lugar en donde me encontrara actuando, sin perder la paciencia, a pesar de que estuvieran todos cansados y nerviosos. Estamos todos en primera línea: sobre todo puedo ofrecer lo que hago por mis compañeros que están en el frente, en particular por uno que perdió la vida durante las operaciones de rescate. De todos lados llegan pedidos de información sobre las víctimas, hay mucho dolor, en todas partes necesidades de todo tipo. Muchas personas ofrecen ayuda, muchos hoteles han abierto sus puertas. Se siente el amor concreto de mucha gente. Esto nos da la fuerza para continuar».
En el 50º aniversario del nacimiento de la Comunidad de Sant’Egidio, difundida en 76 países en los cinco continentes, la ciudad de Asís otorgó la ciudadanía honoraria por la paz al Prof. Andrea Riccardi. En el documento se lee: «en las periferias del mundo, la Comunidad se entrega continuamente, con fidelidad y pasión, en favor de los más pobres y de los más débiles, de los niños, de los ancianos, de los enfermos y de los discapacitados, de los que no tienen vivienda, de las minorías, de los emigrantes y de los refugiados» y «da una contribución importante por la paz en muchos países acosados por la guerra y la violencia; practica con tenacidad el “arte del diálogo” y continúa difundiendo el “espíritu de Asís” con los encuentros anuales de oración por la paz; dentro de un espíritu de oración, de amistad con los pobres y de paz, sabe ser intérprete del mensaje de San Francisco» Ver: Comunidad Sant’Egidio
«Partí para este país no a título personal, o en nombre de la Comunidad Misionera de Villaregia (Italia), a la que pertenezco, sino en nombre de toda la Iglesia, o también en nombre de quienes no pueden venir aquí por un tiempo tan prolongado. Por eso os escribo, para que seamos “misioneros juntos”». El padre Domenico De Martino, hace pocos días, como ya había hecho en otras ocasiones, aprovechó de un momento libre. Escribió una carta larga y generosa de detalles, fascinado por una realidad «distinta a la nuestra, pero habitada por hombres y mujeres que comparten deseos, miedos, tribulaciones y esperanzas como las que tenemos todos. Cambia el contexto, cambian los problemas y su incidencia en la vida, pero en el fondo el alma de todo hombre, en Europa o en África, tiene el mismo anhelo, encontrarse consigo mismo y encontrar la felicidad». «La semana pasada, una mañana alrededor de las 7, golpearon a mi puerta dos chicas, con el rostro profundamente triste. Dos amigas, de 18 y 20 años. Se habían conocido el año pasado, en la catequesis para recibir el bautismo. La mayor estaba embarazada de tres meses. El novio, cuando supo la noticia, desapareció. Para una mujer, en estas tierras, quedar embarazada sin que ningún hombre reconozca al hijo trae consigo graves consecuencias. Ya marcada como una “no muy buena cosa”, pasa a ser una vergüenza en el pueblo, pierde el trabajo y queda marginada incluso de la familia. La hermana de su amiga la había alojado en la casa, pero la intimó: o te conviertes a nuestra religión (en realidad es una secta, muy difundida) o te tienes que ir. Se escaparon juntas, desesperadas, buscando un alojamiento. “He recibido el bautismo – dice entre lágrimas – conocí a Jesús y ahora no lo quiero traicionar. Pero, ¿cómo hago?”. La idea de abortar, o de convertirse, como solución para volver a una vida tranquila, no le pasa por la mente siquiera. Fiel a sí misma, como mujer y como madre, es capaz de asumir, con sólo 20 años, las consecunecias de sus opciones. Si bien no tiene dinero, ni casa, ni familia, y una reputación ya perdida. Todo esto me hace reflexionar acerca de mi fidelidad. Lógicamente con los otros misioneros de la parroquia decidimos ayudarla. Por el momento fue recibida en la casa de una familia de la parroquia, que le puso a disposición una habitación en su humilde casa. Otros se están movilizando para convencer a su familia de origen para que la vuelva a recibir. Estamos afrontando los gastos de las primeras consultas médicas, que aquí quedan a cargo de cada persona totalmente. Y para quien no tiene nada, es un peso no indiferente». Se ha instaurado con Adam también una amistad muy bonita. « Con 23 años, huérfano de padre y madre desde cuando tenía siete años y criado por un tío paterno, Adam consiguió ir a la escuela hasta comenzar el bachillerato, sostenido por una ong francesa con un programa de adopción a distancia. En un momento dado, se le interrumpieron las ayudas, porque alguien robaba el dinero. Así terminaron también sus posibilidades de estudiar. Ahora vive solo, en una casa de ladrillos de barro, y no siempre logra comer. Tiene un sueño: abrir una pequeña oficina, con un ordenador y vender material de librería. Está siempre contento, y nunca falla en sus compromisos con la parroquia. Un domingo por la tarde yo estaba en su casa con otros jóvenes. En un momento de silencio, me preguntó: “¿Por qué estás aquí? ¿Qué impulsa a un sacerdote misionero europeo, que tiene también muchos compromisos en la parroquia, que conoce gente que tiene dinero, autos, casas bonitas, a estar con nosotros, que no tenemos nada para ofrecer, más que un plato de alubias y maíz? E incluso hoy es domingo…”. En silencio esperaban una respuesta. “Vosostros sois importantes para Dios y para mí, por eso estoy aquí”. “Bueno, si somos importantes – dijo uno de ellos – entonces hay que festejar”, y fue a comprar una cerveza». El tiempo del calor sofocante ha terminado. «Nuestra casa era un horno. Sábanas calientes, agua que salía del grifo a 50 grados. Ahora la gente se prepara para la estación de las lluvias. Un joven me contó que el año pasado, por las fuertes lluvias, su casa de ladrillos de barro, prácticamente se deshizo. Desde hace pocas semanas su mujer dio a luz a su tercer hijo. Su trabajo no le da mucho para vivir, tiene tres niños y una casa medio destruida. No consigo encontrar nada positivo en lo que cuenta. Pero, viéndome, exclamó: “¡Has venido a visitarnos! ¡Es el signo de que Dios está con nosotros!”». Ésta es la belleza del pueblo de Burkina Faso, que no por casualidad quiere decir: “El pueblo de los hombres íntegros”.
No recogeremos laureles, ciertamente, por lo que hagamos; pero como contrapartida tendremos la conciencia tranquila. No consigo entender que entrando en la política, entrando en la órbita de la colectividad, uno tenga que dejar, de hecho, de ser cristiano; que en ese terreno tenga que separar la fe de las obras; que deba reducir el apostolado a una negación que hoy se llama anticomunismo, y antes se llamaba antiliberalismo, antiluteranismo… Está bien la negación, pero una vez que la hemos presentado, también vale – debe actuar – y aún más, la afirmación. Pues bien, la afirmación esencial es ésta: que, cuando me encuentro con un hombre, ya sea en una iglesia, o por la calle o en el Parlamento, me encuentro con un hermano, un hijo de Dios, un redimido por la sangre sin precio; le debo amor, cualquiera sea la forma en que ha sido catalogado, o esté vestido o los galones que tenga. Limitarse a la negación es atribuirse un absurdo derecho a odiar, evadir las positivas obligaciones del servicio social, empobrecer el Evangelio; así por lo menos me parece. Creer que el cristianismo puede adornarse con deformaciones, por lo que quede legitimado el odio, es creer que el cristianismo es un lubrificante de pasiones humanas, de avaricia y de homicidio. (Igino Giordani, Carta al sacerdote Primo Mazzolari, 2 de febrero de 1951) Servir al pueblo es servir a Dios; servir a un ciudadano, a un trabajador, al ama de casa, a los escolares, a los pueblos, es trabajar por Cristo. “Lo que hayáis hecho al más pequeños de mis hermanos, a mí me lo habréis hecho” (Mt. 25,40): Jesús mismo lo aseguró. Mirándola así la política pierde ciertos caracteres de hostilidad, odio, exclusivismo. Incluso en la pluralidad de opiniones, que quiere decir también riqueza de ideas, el cristiano ve también a un hermano en quien está afiliado a otro partido y, aunque rechace las opiniones, no rechaza el alma, nacida del mismo Padre Cesletial y por lo tanto heredero del derecho a su amor. (Igino Giordani, Difficoltà del cristiano oggi, Città Nuova, Roma, 1976, p.129) Los católicos en la política tienen que propugnar la creación de una sociedad inspirada en el Evangelio. Ahora bien, ello compromete a una pobreza interior, a un desprecio de la riqueza y la vanagloria, a una moralidad que en la política es lo que representa el oxígeno en la respiración, al ejercicio del poder como de un servicio, a un dejar de lado castas y privilegios; compromete a una revolución… (Igino Giordani, «La via», junio de 1950, p.1) Recogido por el Centro Igino Giordani
Es juez civil del tribunal de Marion en Indianápolis desde 1999 y en el 2007 fue nombrado “Juez del Año” por su trabajo en favor de los detenidos y sentenciados por sus delitos como tóxico-dependientes. David Shaheed és afroamericano y musulmán y divide la pasión por el Derecho con su pasión por el diálogo interreligioso. A partir de 2019, presidirá la “Interfaith Alliance” de Indianàpolis. El curriculum podría merecer objeciones, sin embargo el Doctor Shaheed desplaza todo tipo de discrepancia por su simplicidad y la libertad con la cual habla de su fe y de la relación que lo vincula a Chiara Lubich. «Me dio el valor de ir más allá de nuestros credos, de ayudar a los otros y de comprenderlos. Pero esto no quedó en un concepto abstracto porque Chiara me enseñó el modo de vivirlo y demostrarlo». El juez se inspiró en la experiencia de destrucción de la Segunda Guerra Mundial vivida por Chiara para instalar una reforma en la Corte. «El mundo estaba bajo la presión de este enorme conflicto. Sin embargo esta joven trentina superó sus miedos personales para amar el dolor de los demás: su testimonio me dio fuerza para instituir en mi trabajo un Tribunal especial para las personas con problemas mentales o aquellas personas dependientes de sustancias estupefacientes». El juez, efectivamente, rompió con la tradición judicial que confiaba a los tribunales ordinarios el tratamiento de los acusados con déficit psíquicos o con dependencia al alcohol o a las drogas. Los tribunales condenaban sin ayudar a los acusados a su rehabilitación. El pidió a los colegas que observaran el impacto que la cárcel o la libertad vigilada tenía en la vida de los acusados. Y en efecto, muchos de estos reos reincidían en nuevos delitos por los cuales volvían a la Corte o a la prisión, dado que no habían recibido tratamientos adecuados a su persona y a su enfermedad. Después de mucho escepticismo y desconfianza por parte de los otros jueces, el desafío de “servir a los últimos” , se convirtió en el objetivo común de los magistrados del Tribunal local, que, superando la tradición de la “Common law”, que asigna a la Corte de Apelación absoluta competencia en la materia, el año pasado se lanzó un juicio especializado en personas “especiales”. De este modo, los acusados son atendidos en su tratamiento psiquiátrico adecuado y en consultas especializadas ya sea en la prisión, como en la Corte. Así es que, el sistema judicial completo está orientado a las necesidades de la persona y no a la condena y al castigo por acciones delictivas, pues, “debido a su enfermedad”, estas personas no serían culpables. «Crecí en América del Norte, donde, hasta hoy, existe una historia fuerte de racismo, y encontrar a los Focolares, me ayudó a comprender que los blancos y sus antepasados europeos no tenían todos la misma hostilidad hacia los afroamericanos. Para mi fue una experiencia liberadora, porque vivía bajo la influencia de esta mentalidad y en cambio, por primera vez, tenía hermanos de descendencia europea. Aprendí de los Focolares que la vida de Jesús fue mostrar misericordia y compasión por los demás. Aprendí a vivir así como juez y a sentir compasión. Formar parte de la comunidad del Focolar significa para mí dar la mejor prueba de cómo vivir los atributos de Dios escritos en el Corán, es decir el amor, la misericordia y la compasión». Observando la misión del Movimiento, a los diez años de la muerte de Chiara Lubich, el juez de Indiana desea que «el diálogo vaya adelante, porque el de los Focolares es uno de los mejores modelos de encuentro entre personas de diferentes religiones, etnias o nacionalidades. En un clima de fuerte nacionalismo como el que estamos viviendo, donde los propios intereses tienen la prioridad en todo, nuestra experiencia es ir contra la corriente porque muestra que la palabra de Dios conduce a las personas a encontrarse y a no aislarse, y este es un ejemplo no sólo para la fe y la religión, sino que es un ejemplo de vida que sirve para nuestro País» Fuente:Città Nuova n.6, junio de 2018
Los días 6 y 7 de noviembre estará presente María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares.Info:Obispossegves@focolare.org tel. +39/06 947 98150
El 8 de junio pasado se publicó el Documento Preparatorio de la Santa Sede en vista del Sínodo de los obispos para la región Panamazónica, el cual ya fue anunciado en octubre de 2017. El mismo tendrá lugar en Roma en el mes de octubre de 2019. El texto se encuentra disponible en www.vatican.va en idioma italiano, francés, inglés, español y portugués. Está dividido en tres partes: ver (”Identidad y grito de la Panamazonia”), discernir (“Hacia una conversión pastoral y ecológica”) y actuar (“Nuevos caminos para una Iglesia de rostro amazónico”). «Las reflexiones del Sínodo Especial – afirma el Documento en su introducción- superan el ámbito estrictamente eclesial amazónico, tendiendo hacia la Iglesia universal y también hacia el futuro de todo el planeta. Partimos de un territorio específico para, a partir de éste, construir puentes hacia otras zonas problemáticas del mundo: la cuenca del Congo, el corredor biológico mesoamericano, los bosques tropicales del Pacífico asiático, la cuenca acuífera Guaraní, entre otros temas. Escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en el Amazonas, como primeros interlocutores de este Sínodo, es de vital importancia también para la Iglesia universal»
El relato de estar juntos durante toda una vida pasada juntos es natural en las palabras de Anna como en las de Claudio, casi como si se hubiesen convertido, después de tantos años de matrimonio, en una sola persona. «Cuando nos casamos nos unía el entusiasmo – comienza ella- y la alegría de ver nacer a nuestra familia. En la pequeña ciudad del norte de Italia, a la cual nos mudamos por razones de trabajo, no conocíamos a nadie. Yo me ocupaba de las tareas de casa, y esperaba que él volviera de noche. Éramos felices, pero… nos faltaba algo. Un domingo nos acercamos a un sacerdote, fuera de la iglesia. Lo invitamos a casa y él llego trayéndonos una revista “Cittá Nuova”. Después nos habló de la Palabra de Vida. Nos pareció que nosotros también nos podíamos comprometer en vivir el Evangelio». «Tenía un buen trabajo – explica Claudio-, construíamos autos para el desarrollo y la impresión de películas cinematográficas. Pero después de la muerte del dueño de la empresa, comenzaron a aparecer algunas dificultades con los herederos. En un determinado momento me lelgó una propuesta muy atractiva. Un trabajo bien pagado pero, me enteré, por los contenidos de la propuesta que era algo éticamente inaceptable. Mi esposa y yo estuvimos de acuerdo en no aceptar. Poco tiempo después, apareció otra oportunidad, esta vez con un sueldo más bajo. Mientras tanto había nacido el segundo hijo, y las exigencias de la familia crecían. Aceptamos, confiándonos que no nos habría faltado nada. El trabajo era demasiado y precisaba un ayudante. La oficina del personal me propuso una persona con problemas de carácter, que en el primer contacto, efectivamente, respondió: “Si usted piensa hacerme trabajar, se está equivocando mucho”. Era consciente que iba a tener que compensar su incapacidad, pero nos comprometidos a amar a todos, por lo tanto no podía echarme atrás. A continuación, también él se entusiasmó con el trabajo, y en Navidad, adentro de un paquete envuelto en un papel de diario, me regaló un trencito para mi hojo» «Estaba esperando el tercer hijo –continúa Anna– cuando llegó para Claudio una nueva oportunidad de trabajo. En la nueva ciudad a la cual nos mudamos nacieron los otros cuatro hijos. Una pequeña “tribu”, que crecía amando con gusto nuestro estilo de vida y la armonía que tratábams de mantener entre nosotros. También yo trabajaba, enseñaba alemán en el liceo, y ésto me significaba mucho compromiso, pero los muchachos colaboraban, ayudándose en las tareas escolares o preparando la cena. Una noche estaba en el ómnibus, vulviendo del liceo, que estaba a casi 30 km. Llovía, y ya pensaba que me iba a mojar completamente. No existían en aquella época los celulares. En la parada del ómnibus, encontré a uno de los hijos, todavía muy chiquito, esperándome con un paraguas. Algunos años después, cuando ya éramos nueve (más un gato), debido al trabajo de mi marido se pensaba en otro traslado. Yo dudaba mucho. Pero comprendía que él sufriría si tenía que vivir en un hotel durante cinco días a la semana. Por amor a él, nos convencimos que teníamos que hacer nuevamente las valijas. Comprendíamos la importancia de estar siempre unidos, y a menudo rezábamos juntos en los momentos de dificultades. Durante el día estaba sola, pero sabía que él estaba conmigo. Algunas veces, después de la cena, dábamos una vuelta por el barrio, cuatro pasos juntos para estar solos nosotros dos» «Ahora nuestros hijos están casados – continúa Claudio-. Uno de ellos se separó de su esposa, y para nosotros fue un gran dolor. Durante una reciente peregrinación, le confiamos a María esta situación. En primer lugar rezamos para que se recompusiera su familia. Después de un poco, nos pareció que era más justo pedir, por ellos, conversión del corazón. Finalmente comprendimos. La gracia de pedir era otra: pedir nuestra conversión. Nos fuimos de allí, con el deseo de estar atentos a los que Dios nos habría pedido. Porque quisiéramos no dejar nunca de ser instrumentos de Su amor. Es el amar la única cosa que en una familia no se debe mudar nunca».
Hace algunos meses, en Milán, los Jóvenes por un Mundo Unido se reunieron para pensar juntos en una iniciativa que estuviera en línea con el Genfest 2018 de Manila, en Filipinas. Fue así que retomaron la idea de vender café, como lo hicieron con ocasión del Genfest del 2012 en Budapest. Habiendo obtenido un precio especial de un distribuidor mayorista, diseñaron y realizaron las etiquetas con los lineamientos de la actividad y con el logo del evento. Después decidieron destinar los fondos obtenidos para, apoyar a la población filipina, afectada por el tifón Vinda en diciembre pasado, para ayudar a quien llegará a Manila de los países más lejanos y para los gastos generales de la organización del Genfest. Uno de los jóvenes de Milán relata que la idea nació cuando «nos preguntamos cómo difundir la idea del Genfest aquí en nuestra tierra. Siendo un evento que pretende promover la fraternidad entre las personas, entendida como relaciones materiales e interpersonales, nos pareció que uno de los elementos que más representaba este deseo de socializar, de estar juntos y al mismo tiempo compartir, en nuestra cultura, es la bebida y el rito del café, ese período de pausa que, dentro de la jornada, se convierte en un momento de intercambio y compartir, una ocasión para ir más allá…». Esta vez, fue más sencillo con respecto al 2012, porque ya teníamos los contactos. Después de que decidimos juntos qué hacer, nos pusimos en contacto con el proveedor que en un mes nos hizo llegar 4000 paquetes de café al depósito central de Milán. Mientras tanto en distintos territorios de la región unas veinte personas ofrecieron su disponibilidad para hacer un pequeño depósito en sus casas. El proceso de etiquetado fue hecho por ellos «y se convirtió en una ocasión para cenar juntos, encontrarnos (…). Lo hicimos en Milán, pero también en los otros territorios en donde los jóvenes y sus familias están ayudando. Finalmente, esta actividad ha creado muchas oportunidades para ir a visitar a personas que hacía tiempo no veíamos, consolidando relaciones de fraternidad». Para más informaciones:caffe2018manila@gmail.comFonte:United World Project
Lo vi de pasada mientras entraba de prisa al supermercado. Estaba allí, casi escondido detrás de un árbol, como si se ocultara de algo o alguien. Me di cuenta de todo esto cuando, saliendo, me topé con él, y lo tuve delante. Yo ya había preparado dos euros para él, pero me sentía mal cumpliendo el rol de “donante” que regala una monedita al “mendigo”. ¿Acaso no somos hombres los dos? A lo sumo con diferente suerte. Me surgió espontáneamente, mientras le daba el dinero, presentarme: “Hola, me llamo Luis, ¿y tú?”. “Sylvester”, respondió con voz tímida. “¿Tienes algún problema?”, pregunté. Tras un momento de silencio – después entendería yo que esa demora en hablar se debía más a la comprensión del idioma que a su falta de desenvoltura – , “No, está todo bien”, me respondió. Pero yo no me quedé convencido y lo interpelé una vez más: “Mírame a los ojos y dime si te pasa algo”. Nuevamente: “todo bien” fue su respuesta. Pero mientras me marchaba hacia el coche, oí su voz: “Sí, tengo un problema; quiero trabajar”. Le di la mano, como signo de comprensión y me fui llevándome en el corazón su mirada y su dignidad herida. Pero antes nos intercambiamos los celulares, no queríamos perdernos. Así nos hicimos amigos, más allá de la lengua y de la diversidad cultural, Sylvester y yo. Un encuentro de personas, cada una con su propia dignidad. Desde ese día me esforcé de varias maneras con la conciencia de que lo primero que tenía que afrontar era ayudarlo a superar la barrera del idioma. Por más que sus documentos estuviesen en regla, no era realista pensar que pudiera encontrar un trabajo si no conseguía expresarse y entender. ¿Cómo se lo decía sin conocer su lengua y viceversa? Recordé entonces a un amigo que viene de su tierra y le pedí si podía ser mi intérprete. Nos encontramos así sentados ante una mesita del bar frente al supermercado, hablando, con traductor y una cerveza, para conocer mejor su situación. Antes de separarnos, le dejé una invitación: “Recuerda, Sylvester, que ningún trabajo es pequeño si se hacer por amor. Tú no estás aquí para pedir, sino para ofrecer una ayuda a quien la necesita, compartir el peso de la bolsa de las compras, encontrar estacionamiento o simplemente un carrito. Dios te ama inmensamente, a ti, a mí, a todos. Ahora empezaremos a golpear juntos, como nos lo enseña el Evangelio. Veamos si se abre alguna puerta. Pero mientras tanto éste es tu trabajo, hazlo con la frente bien alta, sin perder tu dignidad”. Esa noche me llegó su mensaje via whatsapp: “Buenas noches, Luis, ¿cómo estás? Espero que estés bien junto a tu familia. Gracias por lo que estás haciendo por mí. Dios te bendiga porque te estás ocupando de mí. No veo la hora de encontrar un trabajo en serio, pero mientras tanto haré como me dijiste, manteniendo la mirada alta y limpia. Te espero”. Tuve que usar el traductor de ‘google’ para entender el mensaje y contestarle: “Querido Sylvester, gracias por tus saludos. Hoy he buscado informaciones sobre cursos gratuitos de lengua. Espero pronto poder darte buenas noticias”. En los días que siguieron hice la experiencia, ya conocida, de lo difícil que es ayudar a alguien. Por algún motivo que aún no entiendo prevalece siempre la “mega-burocracia”. Pero he tomado la decisión de no bajar los brazos, ayudado por otras personas que están dispuestas como yo a hacerse prójimos de Syvester. Ahora no estoy solo, y él tampoco lo está. Mañana empezarán sus clases, un primer paso para poder encontrar un trabajo y así lograr enviar un poco de dinero a su esposa y a sus dos hijos pequeños, que han quedado en el país natal. Ojalá un día puedan reunirse. ¡Espero que sea así, amigo Sylvester! Gustavo Clariá
Está dedicada a las redes sociales y a la web la intención del Papa Francisco, para la oración de este mes de junio, difundida hoy a través de un video-mensaje realizado en español por la Red mundial de oración por el Papa, traducido en otras siete lenguas y lanzado por Vatican News. En el vídeo el Pontífice invita a pedirle a Dios que las redes sociales “no anulen nuestra personalidad, sino que favorezcan la solidaridad y el respeto del otro en la diferencia”. Con el título “Para que las redes sociales favorezcan la solidaridad y el respeto del otro en su diferencia”, Francisco subraya que “Internet es un don de Dios, y es también una gran responsabilidad”, y explica que “la comunicación, sus lugares y sus instrumentos han traído consigo una ampliación de los horizontes para muchas personas”. La invitación de Francisco, ya formulada en el mensaje de la Jornada de 2014, es a aprovechar “las posibilidades de encuentro y solidaridad que nos ofrecen las redes sociales”, y el deseo de que “la red digital no sea un lugar de alienación” sino “un lugar concreto, un lugar rico de humanidad”. “Recemos juntos – es la intención del Pontífice – para que las redes sociales no anulen nuestra personalitá, sino que favorezcan la solidaridad y el respeto del otro en su diferencia”. Fuente: SIR https://youtu.be/Tuz6zE4bd9w
La Creación es “un don compartido y no una posesión privada”, y cuidar de ella “implica siempre el reconocimiento de los derechos de todas las personas y de todos los pueblos”. Es uno de los pasajes centrales del mensaje con el que el papa Francisco quiso estar presente en el Simposio internacional sobre la tutela del ambiente promovido en las Islas Sarónicas (Grecia), del 5 al 8 de Junio, por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, guiado por Bartolomé I.Sobre el tema .“Hacia un Ática más verde. Preservar el planeta y proteger a su pueblo”, el encuentro – que se llevó a cabo a los tres años de la Encíclica Laudato Si’ y en coincidencia con la Jornada mundial del medio ambiente – contó con la presencia de unas 250 personas entre líderes religiosos, políticos, expertos del medio ambiente y clima, académicos y periodistas provenientes de distintos continentes, llamados a buscar respuestas compartidas para la actual crisis ecológica. Hija – es el pensamiento común – de una profunda crisis antropológica y espiritual. Entre los invitados estaba también la Presidente del Movimiento de los Focolares, María Voce, que observó: “Es hermoso ver a personas que vienen de todo el mundo, y entre éstas muchas autoridades religiosas de las distintas iglesias, muchas motivadas para buscar juntos soluciones para que el planeta pueda vivir una vida más serena y pueda ser tutelado y conservado para las futuras generaciones”. Y luego: “Me gusta oír que se pone mucha atención en todos los aspectos de la ecología, desde la del ambiente a la de la gente, y también que haya venido de relieve que todo el planeta participa de esta ecología, y que toda la naturaleza es un don que recibimos de Dios y en cuanto tal debe ser recibido con respeto y gratitud, y transmitido de la mejor manera a nuestros hermanos que vendrán después”. Asimismo, la fórmula del Congreso – añadió la Presidente del movimiento fundado por Chiara Lubich, comprometido desde hace tiempo con la salvaguardia del planeta en todo el mundo – expresa un enfoque ‘ecológico’: “las sesiones son continuas pero al mismo tiempo intercaladas con viajes a las islas cercanas y en esas excursiones se da la posibilidad de encontrarse, hablar los unos con los otros, y así es más fácil establecer relaciones en esta atmósfera un poco de estudio, un poco de descanso y de amistad internacional. Me parece que este Congreso es una esperanza para el futuro del planeta”.Una respuesta a las preocupaciones del Santo Padre, quien en su mensaje – transmitido en el Simposio por el Cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral – subrayó el riesgo de que las futuras generaciones estén condenadas “a vivir en una casa común reducida a ruinas”, o a dejar la tierra natal a causa de los cambios climáticos y los desastres producidos también por la ávida explotación de los recursos ambientales. Citando el Mensaje para la Jornada mundial de oración por la Creación (1 de septiembre) escrito junto a Bartolomé I, Francisco recordó que “el deber de cuidar la Creación desafía a todas las personas de buena voluntad e invita a los cristianos a reconocer las raíces espirituales de la crisis ecológica y cooperar ofreciendo una respuesta inequívoca”. Objetivo prioritario entonces – es lo que dice el Patriarca – es volver a pensar el actual sistema económico que “ignora las necesidades de los seres humanos y lleva inevitablemente a la explotación del ambiente natural”, pero sobre todo – agrega – el verdadero cambio puede nacer sólo del corazón del hombre: “la destrucción del ambiente natural puede revertirse sólo a través de un cambio radical de nuestra perspectiva hacia la naturaleza que nacerá de un cambio radical de nuestra auto-comprensión como seres humanos”. Claudia Di Lorenzi
Economía Profética… entre el “ya” y el “todavía no”. El evento internacional promovido por la EdC junto con distintas asociaciones y movimientos que quieren dar respuesta al clamor de la tierra y de los pobres. Tendrá lugar en Castelgandolfo (Roma). Prophetic Economy” nace del deseo de acercarnos a todos aquellos con los que compartimos un mismo objetivo, para aprender unos de otros, encontrar nuevas fórmulas de colaboración, lanzar un potente mensaje de esperanza, sobre todo a las víctimas de la injusticia social y medioambiental, y descubrir juntos cómo actuar a nivel macro. Éramos conscientes de que no podíamos iniciar un proceso como este en solitario. Desde el principio debíamos hacerlo junto con otros movimientos. Al grupo de trabajo de la EdC se han ido incorporando ATD Cuarto Mundo, Asociación Comunidad Papa Juan XXIII, Nomadelfia, Global Catholic Climate Movement, Slotmob, Mondo Comunità e Famiglia y Chicos por la Unidad, que hoy son nuestros compañeros de viaje. Estamos convencidos de que el valor de Prophetic Economy no radica tanto en la realización de un evento como en el proceso de apertura y enriquecimiento recíproco que ya ha comenzado entre todos los promotores. Contemporáneamente a la realización del evento, en distintos países del mundo se organizarán acciones satélite de distinta naturaleza. La más importante consistirá en un Bankmob internacional de desinversión en combustibles fósiles, armas y juegos de azar. Seguimos en contacto en:propheticeconomy.org
«El mundo es la palabra de ese Dios que lo creó.¿Qué sonido tiene esa palabra? Es éste: yo te amo. Y ¿a quién esta destinada esa palabra? Está destinada al mundo mismo, que es justamente esa palabra; está destinada a cada persona que descubre este mundo como quien sabe que es una minúscula parte de él y sin embargo está en condiciones de moverse libremente por encima de sí mismo y hacia el todo; es una palabra destinada a cada hombre. El mundo es la palabra del amor de Dios dirigida a todos los que están en él; es mirada del amor divino hacia él. Y lo que el mundo es en su globalidad, lo es también en cada una de sus partes. Cada detalle del mundo es una mirada del amor de Dios». (Cosmología, antropología, sociología y religión)«Puedo dedicarme completamente a este mundo, porque soy cristiano; de hecho lo que invertimos en amor en este mundo, marcará a este último para siempre, nuestro amor se hará carácter indeleble de todo fragmento de la creación». (diciembre de 1980) «El interés primario del cristiano debe ser llevar adelante, no sólo con los que comparten sus ideales, sino con todos los que tienen responsabilidades en el mundo, la edificación de un mundo humano». (noviembre 1978) «La vida y la unidad de los hombres no pueden ser consideradas como una mera suma de individuos ni como sistema colectivista en el que cada uno es tragado y desaparece. La alternativa es la communio. Yo soy yo mismo, pero en la medida en que soy para ti y contigo y en la medida en la que recibo de ti. Sólo en esta relación es posible definir el Yo del hombre. Sólo en esta relación trinitaria el colectivismo non está en disolución del individuo. Sólo en esta relación trinitaria el individuo no es un medio que se sacrifica por la estructura comunitaria. A partir de aquí, estoy seguro, se abrirán también nuevas perspectivas para un orden económico universal».(Dreifaltigkeit, p. 131)Fuente: Klaus Hemmerle, La luce dentro le cose, Meditazioni per ogni giorno, Città Nuova Ed, 1998, p. 287-293.
¿Qué cultura, qué unidad? La nueva newsletter nace del deseo de contar el recorrido que se está llevando a cabo en doce ámbitos de la cultura que se interrogan, investigan y se desafían teniendo como horizonte la unidad, en el surco del Carisma de Chiara Lubich. Arte, Pedagogía, Derecho, Ecología, Deporte, Economía, Sociología, Medicina, Arquitectura, Política, Psicología, Comunicación. Si nuestro planeta está atravesando un “cambio de época”, como también afirmó recientemente el Papa Francisco, la perspectiva de la unidad abre a los distintos mundos de la cultura un horizonte nuevo, en muchos aspectos aún inexplorado y apasionante. El primer número trae algunas de las iniciativas y eventos más significativos de cada uno de los ámbitos “en diálogo”. Para más información: Centro para el diálogo con la Cultura (Movimiento de los Focolares) centrodialogo.cultura@focolare.org tel. +39.06.945407201 – Via Piave, 15 – 00049 Grottaferrata (Roma – Italia) CONTACTOSComunión y DerechoEconomía de ComuniónSocial-OneEco-OneDiálogos en ArquitecturaNetOneMovimiento Político por la UnidadPsicología y ComuniónHealth Dialogue Culture Clarté SportmeetEDU
El curso tendrá lugar del jueves 14 al sábado 16 de junio de 2018 en el Aula Magna del Instituto Universitario Sophia. Será inaugurado con el discurso oficial del Prof. Romano Prodi, titulado “La Europa de hoy ¿Cuál la Europa del mañana?”. Co-financiado por la Fundación para Sophia, en colaboración con el programa “Cátedra Jean Monnet”de la Unión Europea, se propone analizar el papel de la ciudad como laboratorio de integración europea y de los ciudadanos como protagonistas. En las lecciones se presentará una reflexión sobre la integración, la autonomía, la ciudadanía europea y harán una introducción al sistema de gobernanza europeo, enfocado especialmente en la dimensión local y regional. Particularmente interesantes serán los talleres, en donde los participantes podrán confrontarse y compartir competencias y experiencias en mérito. Serán relatores de primer orden Léonce Bekemans de la Universidad de Padua, titular de la Cátedra Jean Monnet ad Personam, y Luc Van den Brande, ex-presidente de la Región Flamenca y hoy consultor de confianza de la Presidencia de la Comisión Europea, quien presentará el informe “Reaching Out to Citizens” presentado al presidente Junker en noviembre de 2017. Se trata de un documento que representa el más reciente y completo trabajo de análisis de la ciudadanía europea. El curso dará inicio al programa “Europe in a Changing World” (“Europa en un Mundo Cambiante”), activado por el Centro de investigación y formación Sophia Global Studies. “En efecto numerosos hechos confirman nuestro itinerario, – afirma Paolo Frizzi, coordinador académico – también la reciente visita del Papa Francisco a Loppiano, donde tiene su sede Sophia, ha subrayado la urgencia de ‘trazar nuevos caminos para recorrer juntos, para dar vida a una civilización global de la alianza’. Nuestro joven Instituto nació para formar líderes capaces y competentes, para afrontar los desafíos globales y promover el diálogo y la paz”. El curso está dirigido a profesionales, investigadores, administradores y profesionales de la comunicación, así como a docentes de primaria y secundaria y directivos del ámbito educativo, los cuales podrán aprovechar su Carné de docente (MIUR 170/2016). Están previstas 15 becas para jóvenes hasta los 30 años. Pueden encontrar el programa completo en www.sophiauniversity.org
Se renueva también este año, la iniciativa de “Un minuto por la paz”, promovida por el Forum Internacional de Acción Católica, junto con la Acción Católica italiana, Acción Católica argentina, Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal argentina y otras asociaciones. Se conmemora el cuarto aniversario del encuentro del Papa Francisco con el Presidente Israelí Shimon Peres y el Presidente Palestino Mahmoud Abbas, el cual tuvo lugar en los Jardines del Vaticano el 8 de junio de 2014. Para volver a lanzar el mensaje de paz de aquella jornada, se propone detener todas las actividades a las 13.00 horas (de cada huso horario) el día viernes 8 de junio, para realizar un minuto de oración o de silencio, ya sea estando solos o en grupo. Esta propuesta está dirigida tanto a los creyentes como a los no creyentes. «En el trabajo, en la calle, en la casa, todos están invitados durante un minuto, a realizar una oración que “llegue muy lejos” abrazando a todo el mundo. Es un modo sencillo –afirman los promotores de la iniciativa– para recordar que cada uno de nosotros puede ser cada día un instrumento de paz»
Las imágenes que llegan desde Guatemala son impresionantes. Las últimas noticias hablan de casi 200 personas desaparecidas, 3.000 personas desplazadas y por lo menos 75 muertos por la erupción del Volcán del Fuego. Ocurrió el 3 de junio pasado y significó una trágica sorpresa para los habitantes de los pueblos limitrófes. Un balance que, según lo que transmiten las autoridades civiles, irá lamentablemente, incrementándose. La catástrofe, asociada por muchos a la de Pompeya, ocurrida en el año 79 d.C., resulta de tal magnitud que hace que el trabajo de los socorristas sea muy difícil. La búsqueda de los cuerpos continúa sin interrupción, bajo grandes cantidades de lava y cenizas. El Volcán del Fuego (a 3.763 metros) se encuentra a 40 kilómetros al suroeste de la ciudad de Guatemala. Según los vulcanólogos, es la erupción más grande registrada en el país en los últimos 40 años y forma parte del período de mayor actividad volcánica que comenzó en los últimos 15 años. El Papa Francisco expresó su “cercanía y consuelo hacia los familiares de las víctimas, dolor por el imprevisto desastre natural, oraciones por todos los que fueron dramáticamente dañados y agradecimiento hacia todos los que trabajan como socorristas».
En el Focolar de Ciudad de México, la “Iglesia en salida” que el Papa Francisco tanto desea, tiene su voz y rostro en Reina Cruz, salvadoreña, animadora de una comunidad que comparte la Palabra de Vida en situaciones difíciles, a pocos quilómetros de la capital mexicana. En el grupo que ella formó para que la acompañe en esta actividad, hay también algunos que despachan y consumen droga. Las focolarinas llevan la voz del Papa a las periferias, como él con frecuencia exhorta a que se haga, yendo a los barrios suburbanos difíciles, pobres, poblados por millones de personas, que, gracias a ellos, por primera vez pueden escuchar una página del Evangelio. No es fácil, confiesa Reina, «pero ir a un contexto en el que jóvenes de 13-14 años viven prácticamente sin familiares, nos hace comprender que debemos llevar por lo menos, nuestra presencia. Un acompañamiento que se extiende a las zonas más lejanas, como la visita a los “Misioneros Xaverianos”, presentes en la selva de Santa Cruz, visitas intensificadas en Semana Santa y en Pascua. La catequesis y la ayuda material crearon un fecundo clima comunitario en las parroquias que visitamos» En estos ángulos de la Tierra, a menudo olvidados, las chicas presentaron la espiritualidad del Focolar, muy difundida ya en ciento ochenta y dos países del mundo, con centros en ochenta y siete naciones, también en México, y en ciento diez miel miembros. Con la óptica de acompañar a los hermanos, característica del Movimiento fundado por Chiara Lubich (que con la visita del 10 de mayo del Papa Francisco a Loppiano , se siente muy alentado a continuar el camino iniciado por la Sierva de Dios), los grupos mexicanos se insertaron en diversas experiencias sociales. «Con otras once personas – relata Reina- vamos a visitar Santiago de Anaya, Actopan, en el Estado de Hidalgo, en el corazón de México». Sin esperar nada como cambio, ni siquiera el interés por su espiritualidad, comenzaron un camino con los Padres Misioneros del Verbo Divino. Su único objetivo es el de ofrecer puntos para la reflexión comunitaria en la vida cotidiana: la palabra de Dios y sus consecuencias en la vida gracias a las parejas de laicos comprometidos.El fenómeno del despacho y consumo de droga entre los adolescentes ha alertado a los miembros del Focolar, empujándolos a escuchar las terribles experiencias y compartiendo el mensaje evangélico también con los jóvenes que viven aislados en las calles. «El 6 de mayo, por ejemplo, se acercaron dos jovencitas, de 14 y 17 años, para contarles, entre lágrimas, el crecimiento del consumo de droga entre sus amigos». La joven de 17 años había sido echada de la casa por su mamá, recuerda Reina, y la chica estaba desesperada por la ruptura de su vínculo con su madre. ¿Qué hacer? ¿Cómo ayudar? Recibir los problemas de las heridas familiares es parte de la tarea de acompañamiento que viven los seguidores de Chiara Lubich. Desafíos cada vez mayores que describen una sociedad con valores cada vez más frágiles, vínculos familiares débiles y muchas veces ausentes. De este modo, su presencia permanece frecuentemente como el único punto de referencia para personas que, en el momento de su crecimiento, necesitan un “mástil”, al cual aferrarse para no arriesgarse a ahogarse en la droga o en la desesperación. Aquí está la importancia de saber escuchar, explican al Focolar de Ciudad de México, proponer la oración, y realizar encuentros de espiritualidad para que renueven su vida de unidad con Dios. El objetivo es la unidad y el diálogo con los sacerdotes del lugar para trabajar juntos, evitando las fracturas y apuntando a proyectos de desarrollo, como la Economía de Comunión, posibilidades para salir de la pobreza y caminar hacia la dignidad. Un viaje que hay que emprender en compañía de la Virgen María, una Madre que no abandona a sus propios hijos «ni siquiera a los que están más solos» Fuente: Osservatore Romano http://www.osservatoreromano.va/vaticanresources/pdf/QUO_2018_119_2705.pdf
Gran satisfacción también en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano. El nuevo rector de la Pontificia Universidad Lateranense (PUL), que acaba de ser nombrado por el Papa Francisco, es también “visiting professor” del Instituto Universitario. Vincenzo Buonomo, jurista e internacionalista se ha convertido, desde el 1° de Julio, en el primer laico en la conducción de esa universidad pontificia, siendo el sucesor del obispo Enrico dal Covolo. Nacido en 1961, casado y con dos hijos, Buonomo tiene un vínculo de muchos años con esa Universidad, primero como estudiante, con un doctorado en Utroque Iure, luego se especializó en Derecho Internacional, con un Diploma de Preparación a la Carrera Diplomática; y luego como docente desde 1984, obeniendo el cargo de Profesor Ordinario en 2001. Decano de la facultad de Derecho Civil, desde 2006 hasta 2012, es actualmente coordinador de los Doctorados de la misma Facultad. En 2007 Buonomo desempeñó el cargo de jefe de la Oficina de la Representación de la Santa Sede ante Organizaciones y Organismos de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao, Ifad, Pam), con las cuales empezó a colaborar en 1983. Desde 2000 hasta 2005 fue, además, consultor de la Comisión para el diálogo con los musulmanes del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso. Desde 2014, es consejero del Estado de la Ciudad del Vaticano.
La torta No siempre todo es fácil en la familia. Cuando menos te lo esperas, puede estallar una discusión. El fin de semana pasado fuimos a visitar una familia. Mi esposa había pasado todo el día en la cocina preparando una torta. Estábamos en el auto, casi por llegar, cuando me di cuenta, demasiado tarde, que tenía que girar. Frené bruscamente y la torta terminó en el suelo. Se encendió una discusión. Quería argumentar que ese no era el lugar apropiado para llevar una torta, que se podía caer, como de hecho había sucedido. Pero me detuve y pedí disculpas. Poco a poco la tensión bajó. Cuando llegamos donde nuestros amigos, sin traer nada y sucios de torta, la armonía ya había regresado. Enrique – EspañaUn hermano desafortunado Acababa de bajar del tren cuando me embistió un chico de color, al que estaban persiguiendo tres hombres que gritaban: «¡Es un ladrón, deténganlo!». Los tres lo alcanzaron y empezaron a golpearlo. Viendo la escena me precipité y me puse como escudo: era un chico, que podía tener dieciséis años. Hecho un puño, en el piso, trataba de explicar, con su pobre italiano, que había robado porque había días que no comía. A la policía, que llegó mientras tanto, le explicó que había huido del Congo, y era el único sobreviviente del exterminio de su familia. Obtuve el permiso para acompañarlo al hospital. «Tú me salvaste la vida, ¡tú eres mi mamá italiana!», me decía a lo largo del camino. El diagnóstico fue un trauma craneal y tres costillas rotas. Era necesario internarlo. Como estaba desprovisto de la ropa apropiada, fui a comprársela. Al regresar, alguien me preguntó por qué me prodigaba tanto por un desconocido, que además era un ladronzuelo. Respondí: «Soy cristiana, es mi deber ayudar al hermano menos afortunado». Anna Maria – ItaliaBendición negada Había concluido su existencia del modo más triste y vergonzoso, después de una noche pasada entre alcohol y prostitutas. No sólo: la noche antes de morir se había llevado a su hijo quinceañero y lo había conducido a ese mondo que solía frecuentar para “enseñarle a ser hombre”. Fui llamado para bendecir sus restos. Respondí que no se merecía la bendición de la Iglesia. Me parecía que haciendo así estaba defendiendo la justicia, y estaba dando un buen ejemplo. Pero después ya no tuve paz. Pensaba en la viuda, en los hijos. Les había negado un poco de consuelo, había condenado a un prójimo que conocía sólo por la historia exterior, convirtiéndome en su juez, en lugar de Dios. Después de una noche sin dormir, me decidí. Fui a visitar a la viuda y a los hijos de ese hombre, para pedirles perdón y ponernos de acuerdo para la misa en sufragio de su ser querido. Quizás este gesto les dio un poco de paz. E. P. – ItaliaNariz aguileña Entre nosotras chicas hablamos mucho de lo que forma parte de nuestra vida, de cómo vestirnos, maquillarnos y demás. Un día una de ella se me burló de mí, haciendo notar mi nariz aguileña. Estalló una carcajada general. Me fui desesperada y por varios días estuve de mal humor. En casa mis padres me veían en ese estado sin poder hacer nada. Una noche, mi hermana me invitó a participar con ella en un grupo que ponía como base de cada acción el Evangelio. La acompañé. Me pareció que estaba entrando en otro mundo, donde lo que contaba eran las cosas realmente valiosas y no necedades como la nariz o el vestido. A partir de entonces siento una gran paz dentro de mí. Ahora me siento realmente yo misma. G. K.. – Polonia
«El flujo de emigrantes en la frontera crece cada hora. La crisis económica, que coloca de rodillas al país , une en el dolor tanto al que permanece como al que decide escapar». En las palabras de Silvano Roggero, venezolano, hijo de italianos, se percibe el drama que vive todo un pueblo. Desde hace tres años está en el focolar de Lima, Perú. «Los países vecinos, con la generosidad típica de estas tierras, a pesar de las enormes dificultades provocadas por el ingreso imprevisto e inesperado de centenares de millares de personas, tratan de ofrecerles acogida. Soy testigo directo de uno de tantos dramas que hoy está viviendo la “humanidad de la periferia”. Justo ayer me escribió la directora de una escuela de la península de Paraguaná, del norte de Venezuela. Hay un insólito movimiento en la secretaría, varios papás se han presentado para retirar a sus hijos. ¡Se ven obligados a irse!». Es un éxodo de proporciones bíblicas, causado por una crisis económica y social gravísima, que está transformando la misma fisionomía de Venezuela. La inflación está por las nubes y escasean dramáticamente la comida, las medicinas y la materia prima. «Desde el pasado mes de diciembre, también Ofelia y Armando, de la comunidad de los Focolares de Valencia (la tercera ciudad de Venezuela), llegaron a Lima. Antes administraban un prescolar. Con Ofelia cultivamos un sueño: encontrar un local en el cual ofrecer una primera acogida a los migrantes que llegan, después de un viaje por tierra de más o menos siete días. ¡Se habla de alrededor de 300 mil venezolanos que han llegado a Perú en el último año y medio! Con Ofelia –prosigue Silvano- organizamos una cena de acogida en el focolar para un pequeño grupo de venezolanos. Algunos ya conocían el Movimiento, pero había quien no conocía nada de nuestro grupo. Los huéspedes llegaron desde distintos puntos de la ciudad, desde tan lejos como una hora o dos. Todavía no se orientan muy bien en esta metrópolis de casi diez millones de habitantes». Parece una gota en el mar, pero el deseo es el de recibirlos como si fuera Jesús personalmente quien se presentaba a la puerta. «Como podemos imaginar, frente a sus difíciles situaciones, no teníamos soluciones “preconstituidas”. Ni siquiera sabíamos por donde empezar, pero, eso sí, podíamos ofrecerles una comida caliente y ¡escucharlos! A uno de ellos lo habían robado: hábiles rapiñeros le sacaron de la mochila el celular y todo lo que tenía para sobrevivir. Otro no sabía qué documentos había que presentar para obtener el permiso de estadía. Ofelia, ya conocedora de los trámites, habiendo ya hecho el trámite completo, ofreció su experiencia. Otro contó que había encontrado un trabajito, a más de dos horas de distancia, por 10 euros al día (pero existen algunos que están dispuestos a trabajar aunque sea por 4 euros). Alguno tenía un “curriculum” demasiado excelente y por esta razón, no era considerado, por el temor de que quisiera sacarle el puesto de trabajo al responsable de turno. Pero, lo que más nos ha conmovido, fue compartir las historias, ver las fotos y escuchar a cada uno hablando de su propia familia». «Para todos, la primera necesidad ahora es la de encontrar un trabajo. No les importa si duermen en el suelo, sin colchón o si comen poco. El sueño más grande es el de mandar de vez en cuando a la casa unos veinte euros. Nos pusimos de acuerdo para permanecer vinculados entre nosotros. Al focolar había llegado hacía poco, de una colecta hecha por la comunidad, que llamamos “montañita”, una pequeña cantidad y dos chaquetas abrigadas. Fueron providenciales, porque está por comenzar la estación del frío. Repartimos todo. Cuatro horas después, mientras estábamos por levantarnos de la mesa, llegó un nuevo SOS, esta vez provenía de una persona que vive en las Islas Canarias. “Once jóvenes se habían encaminado a pie, desde Venezuela, directamente a Lima. Estaban desesperados, sin plata y sin teléfonos, tenían sólo lo que llevan puesto. Entre ellos estaba el primo de una amiga mía. ¿Podrían ayudarlos?, preguntó. Principalmente para evitar que cayeran en manos de algún malhechor o de algún grupo organizado que se quiera aprovechar de su fragilidad. Calculamos que emplearán casi 30 días”. Nuevas llegadas, nuevas personas tocando a la puerta. Pero todas tienen el mismo nombre, Jesús. Un huésped excepcional. Lo esperamos». Chiara Favotti
El 19 de mayo pasado, Vigilia de Pentecostés, tuvo lugar en la Diócesis de Estocolmo un encuentro entre Movimientos de la Iglesia Católica, entre los cuales el Movimiento de los Focolares, el Camino Neocatecumenal y el Movimiento Carismático. Fueron un centenar los participantes. Durante la jornada se ofreció una presentación de la exhortación apostólica del Papa Francisco “Gaudete et exsultate”, y se prosiguió con un intenso intercambio. Es sus palabras de saludo, durante la misa conclusiva, el cardenal Anders Arborelius de Estocolmo subrayó cuán preciosa considera él la presencia de los Movimientos en la Iglesia local. Escriben de la comunidad de los Focolares: “Nos sentimos todos co-responsables del evento. Al final de la jornada se sentía una gran alegría y agradecimiento, un signo, nos parece, de la presencia tangible de Jesús que guía a su pequeña grey. Nos pareció percibir que estos momentos, año con año, son cada vez más esperados, y que está creciendo la comunión entre todos”.
“Puerta”, no “frontera”, por lo menos hasta cuando Francia suspendió los tratados de libre circulación. Así, Ventimiglia pasó a ser un embudo, en donde se recogen los migrantes que consideran nuestro país sólo una etapa, antes de alcanzar otras metas más allá de los límites geográficos. «Por Ventimiglia pasaron más de 20 mil personas el año pasado». Lo cuenta Paola, de la comunidad de los Focolares. «Prácticamente otra Ventimiglia, porque nuestra población es de alrededor de 24 mil habitantes». Ella es profesora en el Seminario del Obispado, y recuerda: «En los meses de febrero y marzo de 2015, los seminaristas habían empezado un servicio de distribución de alimentos a los que vivían en la estación de tren. Pero, con el pasar de los días, esta gente se multiplicaba». De hecho, a éstos se le agregaban los migrantes que habían desembarcado en las costas italianas y que querían atravesar la frontera con Francia para llegar a los otros países europeos. «Desde entonces empezó una “emergencia” que no ha terminado. Al comienzo nos esforzamos, con otras instituciones locales, por distribuir en forma voluntaria comida por la calle». Un voluntariado que desarrollábamos en colaboración con la Caritas diocesana. «Nos pusimos en contacto con la comunidad de los Focolares del otro lado de la frontera, que compartió con nosotros los turnos, y nos sostuvo con fondos recogidos en ventas de beneficencia durante el Grand Prix de Mónaco». «En junio de 2015 – continúa contando – surgió un campamento de la Cruz Roja cerca de la estación. El acceso era limitado, pero algunos, con una debida autorización, pudimos entrar para colaborar de distintas maneras». Al lado de este campamento “oficial”, durante el verano nació un campamento “informal” justo en la frontera con Francia. «Muchos migrantes llegaban sin documentos, y como en el campamento gestionado por la Cruz Roja era obligatoria la identificación, muchos preferían acampar allí, para tratar de pasar enseguida la frontera». Luego, en los primeros días de octubre, este campamento fue desmantelado y desalojado, “diría brutalmente”. «Cuando en mayo de 2016 se cerró también el Campamento de la Cruz Roja nos encontramos de golpe con más de mil personas en la ciudad. Una situación insostenible, agravada por una ordenanza municipal que prohibía la distribución de alimentos y bienes de primera necesidad a los migrantes, con sanciones penales y multas. Hasta que la Caritas intervino y pudo mediar. Así nació una realidad de acogida en la iglesia de San Antonio. Iglesia de día, dormitorio de noche. Las familias con niños y las personas más frágiles eran hospedadas en la iglesia; se quitaban los bancos, se ponían mantas y, de mañana, se limpiaba todo». A mediados de julio de 2016 se abre un nuevo campamento de la Cruz Roja, fuera de la ciudad, reservado a los hombres; las mujeres y los menores siguen siendo alojados en la iglesia. «En 2017 empezó la llegada de una serie infinita de menores, que sobre todo se quedaban a lo largo del río Roya. Entonces, el Prefecto le pidió a la Cruz Roja si podía abrir una sección dedicada a ellos. Mientras tanto había rastrillajes continuos, con cientos de migrantes cargados en los buses hacia Taranto. Pero después de pocos días, estaban de nuevo aquí». Lo cierto es que – explica – estas personas quieren reunirse con sus familiares que se encuentran en otros países, y están dispuestas a todo para lograrlo: «Desde aquí pueden intentar pasar la frontera. Hay gente que lo intentó incluso hasta diez veces antes de conseguirlo». La frontera está presidiada día y noche. . «Desafortunadamente lo que estamos haciendo no es más que asistencialismo. Pero ellos no tienen necesidad de ropa o un par de zapatos. Tienen necesidad de ejercitar esa libertad de autodeterminación que debería ser de todo el género humano». Tal vez, la solución podría ser crear un campamento de tránsito, sugiere Paola, «un lugar en donde el migrante, durante el viaje, pueda detenerse, nutrirse, lavarse y cambiarse de ropa; en donde pueda recibir atención médica, asistencia legal». Paola llama a esta atención con el término “rien du tout”, cosas sin valor, detalles que los hacen sentir, a estos viajantes, nuevamente personas: «Cocinamos recetas africanas o árabes a base de cous cous y arroz, hemos aprendido a mezclar las especias y presentar platos como en sus tradiciones. Un día, notamos que una mujer siria se lavaba cada vez que venía a Caritas, pero seguía poniéndose el mismo vestido. Llevaba una túnica, con debajo unos pantalones. Siempre revisaba en la pila de ropa, pero se iba con las manos vacías. Al final entendimos, le pedimos a unas amigas marroquíes si tenían ropa de ese estilo. Y se cambió, se marchó feliz». Fonte:United World Project
«Un espacio de encuentro entre cristianos, donde desaparecen los prejuicios y se pueden establecer relaciones de estima recíproca». Beatriz Sarkis definió así la III Asamblea del Global Christian Forum (24-27 de abril del 2018) que reunió a más de 250 cristianos pertenecientes a iglesias, organizaciones y movimientos cristianos de todo el mundo. La teóloga brasileña, graduada en Inglaterra y con una Maestría en la Universidad luterana de su país, vino en representación de María Voce, la presidente de los Focolares, y habló sobre la contribución del Movimiento de los Focolares al ecumenismo. En una entrevista, Sarkis, quien desde el 2009 al 2016 participó, siendo la única mujer laica, en la Consulta entre el Consejo Pontificio para la Promoción de la unidad de los Cristianos y la World Evangelical Alliance, nos explicó la finalidad del GCF. «La idea de crear un Foro nació en 1998, como fruto de un profundo intercambio entre la Alianza Evangélica Mundial, el Consejo Ecuménico de las Iglesias, la Fraternidad Mundial Pentecostal y el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Estas cuatro instituciones, juntas, lo siguen sosteniendo como un espacio abierto a todos.Después de un primer encuentro a nivel mundial, en Kenia (2007), se realizó otro en Indonesia (2011). Esta vez en Bogotá proveníamos de 55 países, estábamos presentes anglicanos, adventistas, bautistas, católicos, cuáqueros, discípulos de Cristo, miembros del ejército de salvación, evangélicos, independientes, luteranos, menonitas, metodistas, neo-carismáticos, ortodoxos, ortodoxos orientales, pentecostales, reformados/presbiterianos, pertenecientes al movimiento de santidad, al African Instituted Churches valdenses, vetero-católicos y un representante de los judíos mesiánicos». El Global Christian Forum tiene como objetivo que cristianos e iglesias de tradiciones muy distintas mantengan un diálogo. «El Forum no sustituye el precioso e insustituible trabajo de los teólogos, en las distintas comisiones –explica Sarkis-, pero es uno de los caminos que hoy se transitan para reunir al pueblo de Dios y ponerlo en marcha enseguida por el camino de la unidad. Si el amor fraterno está vivo, las cuestiones teológicas se irán afrontando más fácilmente. Durante la Asamblea tuvieron lugar muchos momentos de intercambio y reflexión común sobre el futuro y sobre los desafíos que los cristianos tienen que afrontar hoy. No faltaron los momentos de oración común, al inicio y como conclusión de cada jornada. Personalmente yo participaba todos los días, junto con los otros católicos, en la Santa Misa del cercano Monasterio de la Visitación. El tema elegido, “Perseveren en el amor fraterno” (Heb. 13, 1), nos llevó a todos al corazón del cristianismo. Subdivididos en pequeños grupos, nos donamos recíprocamente el relato de nuestro encuentro con Jesús. Esta práctica, que es típica del Forum desde un inicio, encuentra una especial consonancia con la espiritualidad del Focolar, por la comunión de las experiencias que tiene lugar dentro del Movimiento. Fue un intercambio profundo que abrió nuestros ojos y nos permitió descubrir el trabajo de Dios en la vida de cada uno, haciendo caer muchos prejuicios. Nos descubrimos todos sencillamente cristianos. Además de esto, tuve la gran alegría de poder compartir la experiencia, aunque en forma breve, con la comunidad de los Focolares del lugar, que me acogió, dato que se me presentaron algunos contratiempos en mis documentos que me impidieron regresar enseguida a Italia. El mensaje final de la Asamblea contiene una invitación a unirnos en el amor recíproco en Cristo para seguir caminando juntos, porque las divisiones entre los cristianos contradicen la voluntad de Jesús, escandalizan al mundo y dañan la misión común de anunciar el Evangelio a todas las gentes. Todos juntos debemos seguir construyendo y reforzar esta red. También éste es el objetivo del “Centro Uno” para la unidad de los cristianos (Roma), fundado por Chiara Lubich en 1961, para contribuir, con la espiritualidad de la unidad, a la comunión plena y visible entre las Iglesias».
« “Tú nos enseñaste que el matrimonio significa apertura, realización del proyecto que Dios tiene sobre nosotros. Haremos todos nuestros esfuerzos para que la familia y el mundo lleguen a ser como deben ser”. Maria da Conceição, para todos simplemente São, había escrito estas palabras a Chiara Lubich, nada más haber comenzado nuestra aventura. Nos casamos en Braga en 1981 – cuenta Zé Maia – y de nuestra unión nacieron seis hijos. Luego llegaron los nietos, que ya son nueve. La misma Chiara Lubich, un tiempo antes, le había indicado una frase el Evangelio como programa de vida: “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” (Jn. 3, 30). ¡Cuántas veces me la había repetido!» Zé y São, ambos portugueses, en 2002 se habían ido a vivir junto con sus hijos a la ciudadela de los Focolares “Arco Iris”, a 50 kilómetros de Lisboa, para dar su aporte concreto a la construcción de ese Centro. En noviembre de 2016, São se encontraba en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma), participando en un Congreso de “Juntos por Europa”. «Antes de partir – prosigue Zé – me había confiado: “Estoy contenta de participar en este Congreso, creo que será éste el camino que tendremos que recorrer”. Fue su último acto de amor, en la alegría de dar su propia vida por los demás. El día 11, de improviso, por un infarto, Dios la llamó consigo. ¿Y ahora? Estoy haciendo la experiencia de vivirla a ella, que está en mí, en esa “sola carne”, entre el cielo y la tierra. No puedo perder la frescura de sus últimas palabras, ese reto a “ir adelante juntos y con coraje”. Vuelvo a comenzar todos los días, con el estímulo y la ayuda de la vida del focolar. En casa, en mi familia, estamos descubriendo un “nuevo nosotros” y experimentamos que lo que hemos construido con el amor permanece. Y continúa, porque la eternidad es el perfecto amor. Vivo en la búsqueda constante de cómo ser, al mismo tiempo, padre y madre. Vivo como si São estuviera aquí conmigo, acogiendo a los demás, o haciendo las compras. Junto con ella compro flores, preparo una buena comida para mis hijos, o lo que les gusta a mis nietos. Junto a ella digo una palabra que corrige, construye, o incentiva. Es un diálogo continuo, entre el cielo y la tierra. He hecho un nuevo descubrimiento, Jesús Eucaristía. Allí se da “nuestro” encuentro. Los momentos de dolor existen, pero nos hacen dilatar el corazón hacia el prójimo. La soledad está, es una sombra real. Hay que darle la espalda y mirar la luz. Al final de cada jornada descubro la gratitud, cuando levanto la mirada para lograr ver lo invisible, aunque el miedo se presenta como un ladrón, a escondidas, para robarnos la paz. A veces el alma desea volar, irse a otro sitio. Pero luego dejo que ese rayo de luz me hable, me salude y me acompañe». «A veces escribo dos líneas a los hijos, para contarles lo que estoy viviendo con su madre: “Todos los días, en el caleidoscopio del alma, ella se muestra con nuevas bellezas, con todos los matices del cielo azul. Y entonces la contemplo en su misterio”. La vida continúa, hecha de momentos de familia y vida de comunión con todos. Sí, es verdad, siento la necesidad de ella, de su compañía, de su complicidad, de su compartición. Nunca estamos preparados para ver partir a nuestro compañero, a quedarnos solos, sin su palabra o su mirada, bajo todos los aspectos, afectivo, psicológico, relacional. Pero también, concretamente, con los hijos, la familia, el trabajo. En el año 1967 Chiara Lubich les dio a las familias esta reflexión: cuando uno de los dos “parte” para el cielo, “se da que el matrimonio, que había hecho de dos criaturas una sola, no sólo física sino también espiritualmente, por el sacramento del matrimonio, se rompe, por voluntad de Dios. Es algo divino – si así se puede decir – como una pequeña Trinidad que se parte”. Se vive en esos momentos una verdadera purificación, que se afronta poniéndose a amar a quien está a nuestro lado. Este año descubrí qué significa Dios-Amor, el Amor: más que las cosas de Dios, es Dios mismo. Sólo el amor permanece. Hemos vuelto a encontrar una breve oración escrita por São: “Ayúdanos a ser la familia que tú has pensado. Dame la gracia de superar las dificultades con sabiduría, ingenio, inteligencia y bondad. Ayúdanos a verlo todo con tu luz”». Gustavo Clariá
El Evangelio de Mateo inicia el relato de la predicación de Jesús con el sorprendente anuncio de las bienaventuranzas. En ellas, Jesús proclama «bienaventurados», es decir, plenamente felices y realizados, a todos los que a los ojos del mundo son considerados perdedores o desventurados: los humildes, los afligidos, los mansos, los que tienen hambre y sed de la justicia, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz. A ellos Dios les hace grandes promesas: serán saciados y consolados por Él mismo, serán herederos de la tierra y de su Reino. Es, pues, una revolución cultural en toda regla, que trastoca nuestra visión, a menudo cerrada y miope, para la cual estas categorías son una parte marginal e insignificante de la lucha por el poder y el éxito. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios». Según la visión bíblica, la paz es fruto de la salvación que Dios realiza; o sea, es ante todo un don de Dios. Es una característica de Dios mismo, que ama a la humanidad y a toda la creación con corazón de Padre y tiene sobre todos un proyecto de concordia y armonía. Por eso, quien se prodiga por la paz demuestra cierta «semejanza» con Él, como un hijo. Escribe Chiara Lubich: «Puede ser portador de paz quien la posee en sí mismo. Es necesario ser portador de paz ante todo en nuestro comportamiento de cada instante, viviendo de acuerdo con Dios y su voluntad. […] “…serán llamados hijos de Dios”: recibir un nombre significa convertirse en lo que ese nombre expresa. Pablo llamaba a Dios “el Dios de la paz” y saludaba a los cristianos diciéndoles: “El Dios de la paz esté con todos vosotros”. Los que trabajan por la paz manifiestan su parentesco con Dios, actúan como hijos de Dios, dan testimonio de Dios, quien […] ha imprimido en la sociedad humana el orden, que da como fruto la paz» . Vivir en paz no es simplemente la ausencia de conflicto; tampoco es una vida sosegada, contemporizando con los valores para buscar la aceptación de los demás siempre y como sea; más bien es un estilo de vida exquisitamente evangélico que requiere la valentía de hacer opciones a contracorriente. «Trabajar por la paz» es sobre todo crear ocasiones de reconciliación en la vida de uno mismo y de los demás, en todos los niveles: ante todo con Dios, y luego con quienes tenemos cerca, en la familia, en el trabajo, en clase, en la parroquia y en las asociaciones, en las relaciones sociales e internacionales. O sea, es un modo decisivo de amar al prójimo, una gran obra de misericordia que sanea todas las relaciones. Eso es precisamente lo que Jorge, un adolescente de Venezuela, decidió hacer en el colegio: «Un día, al final de las clases, vi que mis compañeros se estaban organizando para una manifestación de protesta durante la cual tenían la intención de usar la violencia, incendiando coches y tirando piedras. Inmediatamente pensé que ese comportamiento no cuadraba con mi estilo de vida. Así que les propuse escribir una carta a la dirección del colegio: así podríamos pedir de otro modo lo mismo que ellos pensaban conseguir con la violencia. Entre unos cuantos la redactamos y se la entregamos al director». «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios». En este tiempo se revela especialmente urgente promover el diálogo y el encuentro entre personas y grupos diversos por historia, tradiciones culturales o puntos de vista, y así mostrar aprecio y acoger la variedad y riqueza que supone. Como dijo recientemente el papa Francisco: «La paz se construye en el coro de las diferencias […] Y a partir de esas diferencias uno aprende del otro, como hermanos… Uno es nuestro Padre, nosotros somos hermanos. Querámonos como hermanos. Y si discutimos entre nosotros, que sea como hermanos que enseguida se reconcilian, que siempre vuelven a ser hermanos» . También podremos esforzarnos por conocer los brotes de paz y fraternidad que ya hacen nuestras ciudades más abiertas y humanas. Preocupémonos de ellos y hagamos que crezcan; así contribuiremos a curar las fracturas y los conflictos que las invaden. Letizia Magri
El enfermero Soy albanés. Tras mucha búsqueda de trabajo me habían tomado como enfermero en un hospital de Macedonia. Un día, para ser coherente con mis principios religiosos, rechacé el pedido de asistir durante un aborto, con gran sorpresa de mis compañeros, porque si hacía así corría el riesgo de que me echaran. Siendo bien consciente de que mi familia, que vive de mi sueldo, iba a sentir el efecto, permanecí fiel a mi posición. Después de algunos días, en privado, el director del hospital me transmitió su admiración por ese gesto. Él también pensaba que había que luchar contra la práctica de los abortos, pero no tenía el coraje de arriesgar su trabajo. S. E. – MacedoniaEl gallinero Queríamos montar una empresa que fuera al encuentro de la necesidad de los pobres. Juntamos un poco de dinero y empezamos a criar gallinas ponedoras. El primer trabajador que contratamos era un joven de veinte años que, como se demostró después, tenía un comportamiento deshonesto. Una vez, de hecho, desapareció una gran cantidad de huevos y él había sido el único que se había ausentado durante el horario de trabajo. Todas las veces que me disponía a despedirlo, sin embargo, me frenaba: “Es fácil despedir a alguien – me decía yo –; ¿no sería mejor ayudarlo?”. Le pedí ayuda a Dios, y traté de darle confianza a ese joven. Hace algunos meses se estaban muriendo muchas gallinas y el veterinario no conseguía entender qué pasaba. Ese joven, observándolas, se dio cuenta de que dependía de una equivocada disposición de los nidos: las gallinas que iban a poner los huevos no quedaban protegidas de los picotazos de las otras. Cambiamos entonces la disposición y desde ese momento ya no hubo más problemas. P. L. – CamerúnTurno nocturno Un colega que hace el turno nocturno en el centro electrónico del banco en donde trabajo, después del enésimo inconveniente, me llama por teléfono desesperado para pedirme que vaya en su ayuda. Aunque me cuesta salir de casa y dejar a mi familia, decido ir a darle una mano. Como primera cosa, trato de absorber su enojo, luego, poco a poco se va calmando, y juntos logramos reconstruir todos los datos que se habían perdido. En ese momento, mi tarea había terminado, pero recordando las palabras de Jesús: “Si alguien te pide que lo acompañes una milla, acompáñalo dos”, le propongo que vuelva a su casa y que yo podía cubrir su turno. Él prefiere quedarse y entonces lo acompaño hasta la medianoche. Más allá del cansancio, experimento también una gran alegría. F. S. – SuizaIncomunicación Después de años de matrimonio, con mi esposa habíamos llegado a una situación de grave incomunicación. Cualquier cosa que dijésemos para aclarar nuestras posiciones y las motivaciones de nuestro comportamiento, era como ponerle más combustible al fuego, hasta incluso llegar a echarnos en cara que entre nosotros, en el fondo, nunca había existido una verdadera comunión. Fueron días de infierno que llenaban toda nuestra vida. Nuestros hijos, por más de que vivieran fuera de casa, se daban cuenta, ellos también, del gran malestar que reinaba entre nosotros. Un día, en el que me sentía particularmente con una gran opresión interior, pedí ayuda a Dios. Después de un rato, me encontraba hojeando una revista en el tranvía y me llamó la atención un artículo sobre la importancia de dar confianza al otro. ¡Era exactamente lo que estaba necesitando! Comprendí que más que analizar acciones y palabras, tenía que volver a darle confianza a mi esposa, demostrándole que creía en ella. Hice la prueba y ese cambio de actitud en mí dio sus frutos. Tras días de silencio, mi esposa y yo volvimos a retomar un nuevo diálogo. F. T. – Hungría
El Instituto Universitario Sophia inaugurará el próximo mes de junio el primer módulo del curso: “Las transformaciones globales y Europa”. El curso, con un total de 18 horas, conducido por Léonce Bekemans, titular de la Cátedra Jean Monnet Ad Personam “Globalización, Europeización y Desarrollo Humano”, se propone indagar el rol de las ciudades como laboratorios de integración y de los ciudadanos como primeros actores en el proceso de relanzamiento del proyecto europeo. Las clases presentarán el estado del proceso de integración reflexionando sobre conceptos como autonomía, inclusión y ciudadanía europea. Particular atención será puesta en los sistemas de governance y en su dimensión local y regional. El curso se abrirá con una prelusión de Romano Prodi cuyo título será: “Europa hoy. ¿Qué Europa mañana?”. El módulo está dirigido a profesionales, docentes de escuelas primarias y secundarias, estudiosos, administradores y comunicadores. Docentes y dirigentes pedagógicos podrán hacer uso de la Carta del docente (MIUR 170/2016). Están a disposición 15 becas de estudio, para jóvenes hasta los 30 años. Para información e inscripciones: www.sophiauniversity.org, globalstudies@iu-sophia.org.
«Hace dos semanas estábamos con el Papa en Loppiano. Han pasado dos semanas y nos preguntamos: «¿De verdad sucedió esto?». ¡Sucedió realmente! Y no sólo sucedió sino que nos dejó una tarea para vivirla. Por ello, en este momento me pregunto: «¿Hemos comprendido profundamente lo que ha sucedido?». Tal vez lo vamos descubriendo poco a poco, conforme vamos profundizando su maravilloso discurso, porque el Papa nos lanzó un desafío, nos dijo que estamos al inicio de nuestra historia, al inicio de Loppiano, al inicio de todo, digamos. Y si estamos al inicio, significa que debemos mirar adelante, que algo hay que hacer para seguir adelante. Pero el Papa nos dijo lo que tenemos que hacer: debemos transformar la sociedad, no sólo debemos contentarnos –dijo cosas fuertes– con favorecer las relaciones entre las personas, entre las familias, entre los grupos, entre los pueblos, sino más bien ponernos juntos para vencer el desafío de esta sociedad que va mal y que tiene necesidad del Evangelio, que tiene una necesidad enorme de semillas de vida evangélica que luego florezcan y la transformen.En esto nos sentimos realmente al inicio y verdaderamente estamos al inicio, pero no podemos detenernos, precisamente porque el Papa al decirnos esto nos retó y nos dijo: «Ustedes pueden hacerlo». Y también nos indicó cómo, porque nos dijo: «…transmitiendo a los demás esta espiritualidad del ‘nosotros’, esta ‘cultura del nosotros'», que puede favorecer una alianza global, universal, una nueva civilización, una civilización que nazca de este «nosotros». Y nos dijo también que tenemos una ayuda y un estímulo potente en el carisma. El carisma es un don de Dios, por ello no tenemos que enorgullecernos de haberlo recibido, sin embargo, con la humildad que él nos recordó, tenemos que ser conscientes de este carisma y hacer todo lo posible para transmitirlo a la sociedad que nos rodea. Éste es un camino largo, arduo, pero el Papa dijo: «Tenemos necesidad de hombres y de mujeres capaces de hacer esto». Entonces: ¿Queremos responder a la apelación del Papa? Pienso que sí, queremos responder, y nos ponemos con todo nuestro ser a ir descubriendo, allí donde estamos, el modo para transformar la sociedad que nos rodea. Éste es, creo yo, un compromiso que asumimos hoy pero que durará toda la vida».
El Instituto Universitario Sophia inaugurará el próximo mes de junio el curso, con un total de 18 horas, conducido por Léonce Bekemans, titular de la Cátedra Jean Monnet Ad Personam “Globalización, Europeización y Desarrollo Humano”, se propone indagar el rol de las ciudades como laboratorios de integración y de los ciudadanos como primeros actores en el proceso de relanzamiento del proyecto europeo. Las clases presentarán el estado del proceso de integración reflexionando sobre conceptos como autonomía, inclusión y ciudadanía europea. Particular atención será puesta en los sistemas de governance y en su dimensión local y regional. El curso se abrirá con una prelusión de Romano Prodi cuyo título será: “Europa hoy. ¿Qué Europa mañana?”. El módulo está dirigido a profesionales, docentes de escuelas primarias y secundarias, estudiosos, administradores y comunicadores. Docentes y dirigentes pedagógicos podrán hacer uso de la Carta del docente (MIUR 170/2016). Están a disposición 15 becas de estudio, para jóvenes hasta los 30 años. Para información e inscripciones: www.sophiauniversity.org, globalstudies@iu-sophia.org.