Movimiento de los Focolares
Loppiano espera al Papa Francisco

Loppiano espera al Papa Francisco

¿Cómo fue recibida en Loppiano la noticia de la visita del Papa? “Un segundo después de que la Presidente María Voce dio a conocer la noticia, a nuestras redes y a los grupos de los habitantes de Loppiano llegó una lluvia de post de alegría y sorpresa”. ¿Qué representa para usted, habitante de Loppiano, este evento? “Ya Juan Pablo II tenía que venir aquí en el 2000. Cuatro días antes, por un cambio repentino de programa, la visita fue cancelada. En cada uno de nosotros, sus habitantes de entonces quedó en el corazón el deseo de una visita del Papa, y es el mismo deseo el que está presente en los habitantes de hoy. Para quien no conoce Loppiano, ¿qué caracteriza a este lugar?  “Es uno de los lugares donde más evidentemente se puede constatar el carisma de unidad que Chiara Lubich recibió de Dios y sobre el cual nació y se desarrolló el Movimiento de los Focolares: la unidad a la que se llega construyendo relaciones de fraternidad, viviendo el testamento de Jesús «Que todos sean uno». En Loppiano viven alrededor de mil personas de 65 naciones, de culturas, religiones, formación y condiciones sociales diferentes. Aquí aprenden primero que todo a  ser  comunidad. Lo que los une es el deseo de vivir la ley que es el fundamento de la ciudadela: el amor recíproco. Es esto lo que hace de Loppiano un lugar de fraternidad”. ¿Cómo se desarrolla la vida en la Ciudadela? “Hay varias actividades económicas, 11 escuelas de formación, un instituto universitario, un gran santuario que alojará al Papa, muchas residencias y campos cultivados. Se estudia, se trabaja, se socializa, se hace la vida normal de todas las ciudades, sólo que se trata de hacerlo viviendo la ley del amor recíproco”. El Papa llegará a Loppiano después de ir a Nomadelfia. ¿Qué relación hay entre las dos ciudades? “Hay muchos puntos en común, si bien con historias y carismas completamente diferentes: ambos son lugares de fraternidad que se dedican a los últimos y tienen como ley el Evangelio. Ha habido varias oportunidades de encuentro, también recientemente, por lo que estamos felices de que el Papa aterrice aquí teniendo en su corazón cuanto recibirá en Nomadelfia. Será acogido con el mismo amor y el mismo entusiasmo”. Donde va el Papa se encienden los reflectores de los medios de comunicación mundiales. ¿Cómo interpretar su decisión de visitar Loppiano? “Pienso que tras su deseo está sobre todo el amor por el regalo del carisma de la unidad que Dios donó a través de Chiara Lubich. Bergoglio conoció el Movimiento en Argentina, pero más aún como Pontífice. Loppiano es el lugar donde este carisma es más visible”. ¿De qué forma se preparan para la visita? “Lo que dijo María Voce se ha convertido en nuestro imperativo. En estos cien días nos hemos comprometido a intensificar la vida de amor y unidad radicada en el Evangelio, de modo que el Papa pueda encontrar el «Donde dos o más está reunidos en mi nombre (Mt. 18, 20)», es decir, la realidad de la presencia de Jesús en medio nuestro”. El Papa hará una pausa para orar en el Santuario de María Theotokos, donde hay una capilla dedicada a los cristianos de otras confesiones: ¿qué significado tiene este lugar?  “El Santuario fue querido por Chiara precisamente en el centro geográfico de Loppiano, para que fuera el punto de unidad de toda la ciudadela. Es el lugar donde nosotros, sus habitantes, nos encontramos todos los días para rezar, pero también es un punto de referencia para todo el territorio. Es el sello de la ciudadela”. ¿Es también una forma de subrayar la centralidad de la figura de María en el Movimiento? “Seguramente. No es casualidad que el Santuario esté dedicado a María Theotokos, María Madre de Dios, para subrayar la fuerte característica mariana del carisma y del Movimiento de los Focolares. Y precisamente porque María es la Madre de Dios y por lo tanto de la humanidad, el Santuario está abierto también a personas de otras confesiones cristianas, de otras religiones y convicciones, y en su interior hay distintos puntos donde cada uno puede rezar, encontrar una casa y recogimiento”. La visita del Papa tendrá lugar en el 10° aniversario de la muerte de Chiara Lubich. ¿Una casualidad? “Creo que podemos ver esta visita como un don de Dios, como una caricia, un signo de su amor por la Obra de María. Después queremos escuchar lo que el Papa querrá decirnos”.        

Pascua ortodoxa

Christos anesti! Alithos anesti! Христос воскресе!Christ is Risen! Indeed He is risen! Khrishti unjal! Vertet unjal! Hristos voskrese! Vo istina voskrese! Khrystos uvaskros! Sapraudy uvaskros! Le Christ est ressuscité! En verité il est ressuscité! Kriste ahzdkhah! Chezdmaridet! Christus ist erstanden! Er ist wahrhaftig erstanden! Cristo è risorto! Veramente è risorto! Cristos a inviat! Adevarat a inviat! Khristos voskrese! Voistinu voskrese! Cristos vaskres! Vaistinu vaskres!

Christ is risen from the dead, trampling down death by death, and on those in the tombs bestowing life!Христос воскресе из мертвых, смертию смерть поправ, и сущим во гробех живот даровав!

Chiara Lubich: la misericordia

Chiara Lubich: la misericordia

«El regreso del hijo pródigo» por Rembrandt

[…] Dios es Amor: es el descubrimiento fundamental, la chispa inspiradora que en el origen del carisma de la unidad, el Espíritu Santo dio a Chiara Lubich como un don especial para nuestra época. Descubrir que Dios es Amor fue, para ella y sus primeras compañeras, desde el comienzo del Movimiento, una absoluta novedad, de tal forma que se produjo una especie de conversión. Chiara descubre pues, no a un Dios que está lejos, que es inaccesible, que está fuera de su vida, sino que descubre el rostro paternal de El, y por consiguiente, esa relación particular entre el Cielo y la tierra que nos une como hijos al Padre y permite que nos sintamos hermanos entre nosotros. Dios pues, está cerca nuestro como Padre, Padre que vigila la vida de cada uno y la de la humanidad completa. Todo lo que ocurre por lo tanto, se ve como una realización de su plan de amor sobre cada uno, como prueba tangible de su mirada vigilante, de su presencia cercana. “Hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están contados” (Mt 10,30) Es un amor paternal que prevee todas las necesidades, también las más pequeñas, hasta colmar también los vacíos dejados por nuestras imperfecciones, por nuestras omisiones, por nuestros pecados. Es el rostro del Padre misericordioso que – a través del Hijo encarnado- se manifiesta, que revela en su plenitud su amor de misericordia. Un ejemplo cásico es la Parábola del Hijo Pródigo (Lc 15, 11-32). En junio de 1999 Chiara tuvo que explicar esta Parábola a un numeroso grupo de jóvenes reunidos en la Catedral de Paderborn (Alemania). […] «El Padre del Hijo Pródigo seguramente tendría mucho trabajo: trabajar en su chacra, manejar a los empleados, a la familia; pero su principal actitud era la de la espera, la espera del hijo que se le había ido. Subía a la torre de su casa y miraba a lo lejos. Así es el Padre Celestial: imaginen, jóvenes, si pueden, su divina, altísima y dinámica vida trinitaria, su compromiso en sostener la Creación, en dar el lugar a quien llega al Paraíso. Y sin embargo El hace sobre todo una cosa: espera. ¿A quién? A nosotros, a mi, a ustedes, especialmente si nos encontramos alejados de Él. Un buen día, ese hijo, que el papá terrenal amaba tanto, que despilfarró todo, vuelve. El papá lo abraza, le da un traje hermoso, le pone un anillo, ordena que se prepare el ternero más gordo para hacer una fiesta. ¿Qué pensamos de esta actitud? Que él desea ver a su hijo completamente nuevo, no quiere recordar más como era antes. Y no sólo lo quiere perdonar, sino que llega incluso a olvidar su pasado. Este es su amor hacia él, que se ve en la Parábola. Así es el amor del Padre hacia nosotros en la vida: nos perdona y se olvida» Chiara sigue: «Vi recientemente un documental […]. Presentaba y examinaba en detalle un cuadro famoso de Rembrandt que representa al padre del relato evangélico que abraza al hijo que vuelve. Este cuadro es precioso en todos sus detalles. Pero lo que más impresiona son las manos que el padre pone sobre la espalda del hijo arrodillado frente a él: una es una mano de hombre robusta, severa, y la otra es una mano de mujer, más delgada, más fina. Con estas manos el pintor quiso decir que el amor del Padre es paternal y maternal a la vez. Y así tenemos que considerarlo también nosotros» Fuente: Alba Sgariglia, Centro Chiara Lubich, Roma, 14 maggio 2016.

Pascua también en Saigón

Pascua también en Saigón

«Ya pasó la fiesta de Pascua. Hoy, el día después de Pascua, es un día normal de trabajo. Hace mucho calor y la lluvia está amenazante. Sólo los cristianos siguen festejando. Por doquier se pueden escuchar los brindis y los “aleluyas” se filtran desde las casas. Sin embargo, estoy en un país comunista. Aquí las calles, saliendo de las iglesias, se llenan de una multitud de motocicletas, atascando el tránsito. Los policías, que están frente a la Catedral, tienen que dirigir el tráfico. Para asistir a una de las celebraciones del triduo pascual había que llegar por lo menos 30 minutos antes, para encontrar lugar. En la iglesia, puedo dejar la cartera en la banca banco y nadie la toca. Miro a la gente, hay muchísimos niños, jóvenes, parejas también ancianas, con rostros fervorosos y sonrientes. Pienso en Europa, en sus iglesias semi vacías, inclusive en los días de fiesta. En esta parte del mundo en cambio, incluso a las 5 de la mañana de un día cualquiera, también los niños pequeños, junto con los grandes, están en primera fila cantando. Todos aquí conocen de memoria las oraciones y las canciones. En Saigón pulula una vida desorganizada, casi selvática, en cada ángulo de la ciudad. Sin embargo, hay mucha fe, como tal vez no hay en en ninguna otra ciudad de Asia. Porque aquí la fe ‘cuesta’. Todo cuesta en Vietnam. Hace tiempo hice un viaje en autobús, de cinco horas y media entre la multitud, con mucho calor. En un determinado momento, cargaron algunos quintales de maíz entre los pasajeros, bajo sus pies, en el portaequipajes. La gente comenzó a gritar, mientras que el conductor y su ayudante por su parte, gritaban para que se callaran. Una señora que estaba a mi lado, preocupada al verme en medio de esa confusión, me dijo: “La vida aquí es dura. No te olvides de esto, si quieres vivir aquí”. No conozco el nombre de esa señora, y tal vez nunca la vuelva a ver. Pero esas palabras abrieron una dimensión nueva dentro de mí. La vida, tanto la suya como la mía, debe pasar a través del dolor, del cansancio, del sufrimiento, para alcanzar la alegría. Yo lo entendí así. a partir de ese día, todo se simplificó en mi interior. Como todos, experimento la alegría, pero también el dolor y el cansancio. Soy uno de ellos. Ni siquiera como extranjero soy un ser especial. Soy uno entre muchos. La historia de Aquél Hombre colgado en una cruz, semejante a la de muchos hombres que encuentro cada día, me recuerda las palabras de esa mujer. La puedo reencontrar en quien es pobre y no tiene nada, en el enfermo con un tumor que no tiene plata para curarse, y no es más que piel y huesos. O en aquella señora Giau, de 64 años, pobre, pero que “adoptó” una niña down, literalmente abandonada por sus padres. Y sin embargo es Pascua. También en medio de los refugiados Rohingya, que están entre Myanmar y Bangladesh. Es Pascua en Corea del Norte, que quiere hacer las paces después de haber disparado misiles. Es Pascua para las tropas de aliados se están preparando para su enésimo entrenamiento militar. Es Pascua para los niños de Xang Cut, en la zona del delta del Mekong, donde el agua todavía está infectada por el agente orange, que fue descargado por los aliados hace 40 años. Y es Pascua también para los niños de Saigón, recogidos de la calle e instruidos por las maestras de Pho Cap. ellos van a tener algo para comer, gracias a su amor heroíco. También aquí, en medio de muchos desafíos, peligros, de la altísima contaminación y de la opresión, alguno seguirá sonriendo porque fue amado y cuidado por una mano amiga. Esto es Pascua: ocuparse del otro, suavizar su dolor, compartir su llanto. El mundo, el otro, me pertenece. Y mi felicidad pasa a través de la de los demás, de muchos otros».  

El milagro del deporte

El milagro del deporte

Deporte y Paz. Un binomio vigente desde la antigüedad, desde cuando, en ocasión de los juegos que se celebraban en honor a Zeus, regía la “tregua olímpica”, una suspensión de todas las enemistades públicas y privadas, para custodiar a los atletas y a los espectadores que atravesaban territorios enemigos para llegar al Olimpo. La jornada internacional que se celebra hoy, en el mismo día que, en el año 1896 vio la apertura, nuevamente en Grecia, de los Primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, reafirma la actualidad y el valor de esta combinación. Paolo Cipolli, responsable de Sportmeet, red internacional de deportistas y operadores del deporte que desde el 2002 trabaja en la elaboración de una cultura deportiva orientada a la paz, al desarrollo, a la fraternidad universal; y está convencido de esto. «El deporte, definido por algunos sociólogos como “mímica de guerra” o “guerra sin disparos”, también en sus formas de mayor competitividad puede constituir un elemento de pacificación. A través de un proceso de catarsis, de purificación del elemento competitivo, el elemento de la confrontación, regulado según la forma del juego, constituye un gran potencial relacional». Los recientes Juegos invernales lo demuestran. «Lo ocurrido en PyengChang es verdaderamente sorprendente: al comienzo la elección de una localidad cercana a la frontera entre las dos Coreas, justo en un período de fuertísima escalada de tensiones, parecía nefasta. Sin embargo, el milagro del deporte se produjo y las Olimpíadas se revelaron no sólo como una extraordinaria ocasión para invertir las previsiones de fracaso, sino también como una sorprendente ocasión para acercar las dos naciones. Un milagro que ha superado a la política internacional. Ya ha sucedido, muchas veces, en la historia reciente, que el deporte se revele como una ocasión de distensión. Recuerdo el famoso partido de ping pong entre China y los Estados Unidos, en 1971». Sportmeet nació en el seno del Movimiento de los Focolares. Está difundiendo en el mundo del deporte los valores del crecimiento integral de la persona y de la paz. ¿Con qué objetivos? «Nos mueve el deseo de llevar también a este campo nuestra herencia espiritual, el ideal de la unidad de Chiara Lubich. Es necesario sostener las experiencias positivas que ya existen, reconociendo todo lo bueno que ya la historia del deporte ha producido. Es crecer además en la conciencia de que el deporte, de por sí, tiene grandes posibilidades de desarrollar sentimientos de fraternidad. Recientemente tuvimos la oportunidad de promover y participar en la primera edición de la “Via Pacis Half Marathon” de Roma. Nos mantendremos comprometiéndonos, en red con las diversas comunidades religiosas y con algunas instituciones deportivas, en vista de la segunda edición, que tendrá lugar el próximo 23 de septiembre. La realidad del límite, la matriz común de malestares, dificultades, barreras sociales, pero también físicas y psicológicas, atraviesa cada día nuestra vida, de forma individual y también colectiva. ¿Qué respuesta puede ofrecer el ejercicio deportivo? «La experiencia deportiva ofrece una contribución a la comprensión del límite, también más allá de su campo específico. El deporte, por su naturaleza es el terreno de la confrontación con el límite. Promoviendo la participación el ser humano se acostumbra a las diferencias, facilitando recorridos de integración y de superación de las barreras sociales, étnicas, religiosas o políticas». ¿Las próximas citas? «Sobre estos temas estamos organizando un congreso internacional, desde el 20 al 22 de abril, en Roma, abierto a quienes trabajan en el mundo del deporte y no sólo, para conocer y promover muchas buenas prácticas deportivas. En la jornada central, el 21 de abril, en el contexto del “Villaggio per la Terra”, en pleno centro de Villa Borghese, experimentaremos una interacción con los participantes en el Congreso de Eco-One “Nature Breaks Limits” (La naturaleza rompe los límites), con una lectura multidisciplinaria del límite. Será un congreso itinerante, entre el barrio Corviale, en la periferia geográfica y social de la ciudad, y el centro de Roma. Una ocasión para comprender las dificultades, la fragilidad y las “fronteras” en nuestra realización como límites que tenemos que reconocer y gracias a los cuales podemos ser más humanos». Chiara Favotti

Pre-sínodo: “Caminar juntos es posible/2

Pre-sínodo: “Caminar juntos es posible/2

“Serán tomados en serio”, aseguró el Papa. ¿Cuántas veces ocurre que los jóvenes de esta sociedad no se han sentido considerados, verdaderamente escuchados, y tomados en serio? “Tal vez no nos toman en serio porque tienen miedo a que nuestra falta de experiencia pueda llevarnos a equivocarnos en todo. Tal vez es verdad que debemos aprender mucho, pero por otro lado nosotros tenemos algo que los adultos no tienen, que es el ser jóvenes hoy, aquí y ahora. Una experiencia distinta de la que vivieron ellos. Precisamos su experiencia seguramente, pero tenemos este plus que ellos no tienen. Por su lado, los jóvenes no debemos caer en la crítica improductiva hacia los adultos, ni tratar de destruir al otro, sino más bien se puede cultivar un diálogo intergeneracional profundo y sin juicios. Jóvenes y adultos tienen particularidades que ofrecen la posibilidad de un enriquecimiento recíproco fructífero: la persona adulta se rejuvenece y el joven madura”.  Por lo tanto además de la experiencia del diálogo con jóvenes de otras Iglesias, credos y convicciones, hicieron también la experiencia del diálogo entre generaciones. “En realidad las dos dimensiones no están separadas, y la dimensión religiosa no se separa de nuestra humanidad, de nuestra realidad cotidiana. Es un error separar la vida espiritual de la cotidiana, pues la trascendencia forma parte del hombre. Comprender que somos seres limitados y buscar las respuestas yendo más allá de nosotros mismos es un tema antropológico, propio de nuestra humanidad. El diálogo intergeneracional es un hecho porque existen personas de edades diferentes. La humanidad se renueva y dentro de este hecho, existe también el aspecto espiritual que caracteriza a todas las edades, tanto a los mayores como a los jóvenes. El Papa quiso que este Sínodo sobre los jóvenes fuese también un sínodo para los jóvenes, con los jóvenes y de los jóvenes. ¿Se sintieron de verdad protagonistas en estos días? “Sí mucho, y estamos conmovidos por esta apertura total en primer lugar del Papa y después de la Iglesia. Sus representantes que estaban allí para acompañarnos no se entrometieron: el Cardenal Lorenzo Baldisseri y Monseñor Fabio Fabene estaban allí para escucharnos. En ellos he visto la figura de María que hace pleno silencio y hace espacio para que nazca la Palabra, como un telón de fondo, una presencia silenciosa que hace que la Palabra surja. Estaban allí para escuchar ya sea durante los momentos de trabajo, como en los momentos de esparcimiento fuera del programa. Cuando preguntábamos algo nos respondían, de lo contrario estaban en silencio. Veíamos como se reflejaban en sus rostros la reacción ante las temáticas que afrontábamos, sobre lo que estaban de acuerdo y aquello que les hacían daño y esto nos ayudaba a encontrar el equilibrio que el Papa nos pidió el primer día: hablen siendo “cara duras” pero sean humildes y si se equivocan pidan disculpas. Esto ocurrió en los momentos de la elaboración del documento final. Alguno usó un lenguaje tal vez demasiado crítico, pero poco a poco encontramos este equilibrio, también porque contábamos con su presencia que nos ayudaba. Por lo tanto se sintió de verdad también el apoyo de la Iglesia jerárquica, de los adultos. No todo fue perfecto, pero esto forma parte de la realidad”. ¿Qué te impresionó cuando se terminó el trabajo? “Cuando el documento final fue aprobado, escuché a jóvenes de distintos países- uno de las islas Samoa, un asiático, un africano, un europeo y un latinoamericano- que decían que este documento refleja lo que los jóvenes son hoy. Son las mismas cosas que piensan mis amigos, son las mismas preguntas que nos hacemos nosotros, y esto me dio mucha alegría porque era éste el sentido de nuestro encuentro: el de poder abordar temáticas que de lo contrario no serían nunca abordadas. Es verdad que no todos estuvimos de acuerdo en todo, porque hay matices distintos en cada región, pero las problemáticas y las inquietudes principales, el vivir y la búsqueda de sentido en su profundidad está reflejada en el documento con todas las contradicciones que existen: algunos piensan de un modo, otros piensan de forma completamente distinta, pero las inquietudes y las aspiraciones son las mismas. Por lo tanto me dio mucha alegría ver que este trabajo de 5 días y de 300 jóvenes de todo el mundo y de todas las realidades, refleja esencialmente lo que el joven es hoy, ya sea en Medio Oriente como en Asia o en África. Somos conscientes de que éste es un momento histórico para la Iglesia, no sólo porque es la primera vez que se abre a escuchar a los jóvenes de este modo sino porque de ahora en adelante no se podrá actuar sin tener en cuenta este encuentro y lo que surgió de él. Es un comienzo y estamos contentos de haber podido participar”.   Lee el documento completo (inglés, italiano, español)    

Pre-Sínodo: “Caminar juntos es posible”/1

Pre-Sínodo: “Caminar juntos es posible”/1

Noemi Sánches de Paraguay

El fructífero diálogo entre personas de Iglesias, religiones y convicciones diferentes es una realidad concreta en muchos países de los cinco continentes, y una iniciativa que habría que impulsar en un mundo a menudo lacerado por divisiones, prejuicios y temores. Es ésta la propuesta que los jóvenes del Movimiento de los Focolares llevaron al encuentro pre-sinodal que tuvo lugar en Roma, del 19 al 24 de marzo, por deseo del Papa Francisco, quien quería escuchar a los jóvenes en vista del Sínodo de los Obispos que se realizará en octubre, sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Entre los participantes en el encuentro, por parte de los Focolares, estuvo también Noemi Sánches, paraguaya de origen brasileño, de 28 años, graduada en Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, y actualmente cursando el segundo año del Doctorado en Filosofía de la Universidad de Perugia. Le pedimos que nos contara su experiencia. “Soy cristiana, católica y vivo en un Movimiento católico cristiano, por eso siempre he tenido la conciencia de “ser Iglesia” y siento que tengo que vivir mi “ser Iglesia” en todas partes. Sin embargo, participar en el encuentro pre-sinodal me ha dado la posibilidad de experimentar por primera vez esta dimensión dentro de un evento que la misma Iglesia organizó para nosotros jóvenes y con nosotros, para proseguir caminando juntos. Es un caminar no sólo entre nosotros sino con todos, con la humanidad que simbólicamente estaba representada por otras Iglesias, otras religiones y también por no creyentes. Y experimentamos que ¡es una realidad, que es posible, y que en este momento histórico sólo podemos avanzar así! ¿Qué le piden los jóvenes a la Iglesia? “Sobre todo piden apertura, sinceridad y coherencia, modelos coherentes y cercanos, que sean guías, y que no tengan temor de dar a conocer su humanidad, también sus errores, que sepan reconocer estos errores y pedir perdón. Modelos con quienes hablar a corazón abierto, de todo”. El Papa los invitó a hablar con valentía y “cara dura”, ¿cuáles fueron los temas más difíciles que se anticiparon? Temas muy actuales y quizás polémicos, como la homosexualidad, por ejemplo. Y después se solicitó una posición más concreta con respecto al tema de las migraciones, los refugiados y las guerras. Temas que van más allá de los meros dogmatismos, como la familia en sentido tradicional y cómo vivirla cuando no es exactamente así. No pedimos que se cambie la doctrina, sino entenderla profundamente para poder llevarla a nuestra vida cotidiana. Hoy esto ya se hace, pero quizás de  un modo que no llega a los jóvenes”. En el pre-Sínodo representaste a los jóvenes de los Focolares de los cinco continentes. ¿Qué le piden estos jóvenes a la Iglesia y qué proponen? ¿Cuáles experiencias ofrecen, como una especie de modelo? “En línea con la experiencia vivida en Roma con jóvenes de todas las proveniencias, culturas y credos, con quienes no sólo hablamos sino que también vivimos, dormimos y comimos, en un enriquecimiento recíproco de vida y de pensamiento, los jóvenes de los Focolares –que tienen como carisma la unidad y el diálogo- propusimos  repetir afuera encuentros de este tipo con personas de todas las realidades. Esta experiencia, de hecho, ayuda a entender que el otro es otro como yo, y que en el fondo tenemos en el corazón las mismas preguntas y los mismos desafíos; que cada uno tiene quizás un enfoque distinto pero eso enriquece al otro que en su cotidianidad quizás vive de otro modo. Por lo tanto cada uno tiene algo que dar, y ese dar ofrece una visión más amplia, una experiencia más completa y enriquecedora. Juntos se puede llegar a dar respuestas concretas a las problemáticas que vivimos todos”. Un testimonio precioso en este tiempo caracterizado por los temores, la desconfianza y los prejuicios, en el que es más fácil construir muros y recintos que puentes, o tender las manos hacia quien es diferente. ¿Cómo fue recibida esta propuesta contracorriente? “Por gracia de Dios, dentro del Movimiento de los Focolares ya desde hace años vivimos esta experiencia y hacemos este tipo de encuentros. Pero también en este espacio de diálogo ofrecido por la Iglesia a los jóvenes, la propuesta fue acogida con alegría y satisfacción, también por  otras personas que no conocen el Movimiento y que viven otras realidades. En el momento de las propuestas concretas, en mi grupo, propuse aplicar este modelo de relación también para confrontarnos sobre otras temáticas, siempre en esta dinámica abierta a todos, donde todos participan, conviven, se descubren a sí mismos y a los demás. Todos los jóvenes presentes adhirieron enseguida, y fue un sí unánime. Pero tenemos que admitir que había personas más grandes que escuchaban y hacían comentarios y hacia ellos no sentí rechazo pero sí temor, el temor que causa el impulso a “salir” hacia otros puertos y perder la propia identidad. En cambio los jóvenes que hicieron esta experiencia comprendieron enseguida que en realidad la identidad no se pierde sino que se enriquece. Cierto, contemporáneamente hay que dedicarse a la formación y a profundizar la propia identidad religiosa, pero esta riqueza se puede donar y al donarla, se abre espacio para recibir al otro. El joven que ha vivido esto lo entendió y lo quiere. En este sentido vivimos lo que el Papa Francisco nos dijo al inicio: ustedes, los jóvenes, tienen que soñar los sueños de los mayores pero también profetizar, es decir, ir más allá de ese sueño. Y yo pienso que lo que hemos vivido en Roma ha sido traducir en lo concreto esta exhortación: queremos ser Iglesia y hemos entendido que para hacerlo tenemos que ir más allá de las estructuras tradicionales. La Iglesia es universal y entonces tenemos que estar abiertos, llegar y acoger a todos para ser más plenamente aquello que somos”.   Lee el documento integral (inglés, italiano, español)  

Evangelio vivido: “Quien cree tendrá la vida eterna”

Desalojo Habíamos recibido el desalojo y teníamos un mes para dejar el apartamento. En el barrio los alquileres eran muy altos. No teníamos más opción que buscar fuera de la ciudad, esperando encontrar un alojamiento adecuado para nuestras posibilidades. Empezamos a involucrar en la búsqueda a amigos y conocidos, ¡pero nada! Nos pusimos a rezar, como hacíamos ya antes, pero con mucha confianza en Dios. Precisamente a finales del mes supimos que una familia del segundo piso estaba dejando el apartamento. Localizamos por teléfono al propietario, que vivía en otra ciudad y le explicamos nuestra situación. Él aceptó sobre nuestra palabra la propuesta, diciendo: “Entren, cuando venga haremos el nuevo contrato”. Parecía imposible encontrar una casa en el mismo edificio y no tener ni siquiera que hacer una mudanza. Recordamos las palabras de Jesús: “Para quien tiene fe, nada es imposible”. G. – Italia Optimismo Tengo un carácter difícil y por este motivo estoy solo ya con cierta edad, después de intentar el matrimonio o vivir en comunidad. Un sacerdote me aconsejó que acompañara a un chico espástico, para permitirle a su mamá, que era viuda, hacer algunas diligencias. Empecé a frecuentarlos y vi que, a pesar de su difícil situación, estaban siempre contentos y acogían con alegría a cualquiera que fuera a visitarlos. Lentamente entró en mí un optimismo nuevo. Descubrí que la raíz de la serenidad de esa familia era una vida basada en el Evangelio. ¡Y me contagiaron! K. – Eslovaquia El arbusto Debido a un arbusto que, según mi opinión, mi esposo, había sido plantado en el lugar equivocado, entre nosotros se rompió la armonía. Mientras cocinaba, sintiéndome agitada, intenté confiarle todo a Dios y poco a poco me regresó la calma. Entonces pensé proponerle a mi esposo que plantáramos el arbusto en una maceta, para encontrarle después el lugar apropiado. A él le pareció una buena idea. Nos pedimos disculpas recíprocamente y fuimos juntos a comprar la maceta. Después también encontramos el lugar más apropiado. Ahora, cada vez que miro nuestro arbusto, siento que para nosotros se ha convertido en un signo que nos recuerda siempre que lo que cuenta en nuestra relación es amarnos, estar dispuestos a perder nuestras idea para hacer que el otro esté contento, para que Dios pueda resplandecer entre nosotros. B.– Suiza No sólo la salud física Después de un trasplante de médula ósea, estuve bien por un largo período, hasta que tuve una recaída, y fue necesario realizar un segundo trasplante. En los momentos de angustia, me repetía a mi misma que tenía que donar a María todas mis preocupaciones. Cuando lo hacía con todo el corazón, advertía una paz profunda. Antes siempre le pedía que sanara. Pero ahora he entendido que Dios me quiere llevar a Él precisamente a través de la enfermedad. Entonces, en lugar de rezar por mi salud física, he empezado a pedirle la gracia de poderme acercar más a Él.(S– Usa) 

La gloria de la Resurrección en la creación

La gloria de la Resurrección en la creación

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas.   Fuente: Papa Francisco, Carta Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común (Oración cristiana por nuestra tierra, 246)

Los mejores deseos de una Pascua Santa

Los mejores deseos de una Pascua Santa

Hoy más que nunca, mientras se encienden nuevos focos de guerra en diferentes partes del mundo, y tragedias de todo tipo parecen frustrar las expectativas de paz, queremos afirmar nuestra fe en el Hombre-Dios, muerto y resucitado por todos los hombres y para llevar el mundo a su destino de unidad. Él es nuestra esperanza y nuestra alegría. En nombre mío y de todo el Movimiento de los Focolares les expreso mis mejores deseos: que el espíritu del Resucitado nazca y renazca cada día en nosotros y entre nosotros, según la promesa de Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). Permanezcamos pues unidos en su nombre, es decir, en su amor, difundiéndolo entre las personas y los pueblos. ¡Feliz Pascua a todos!

Maria Voce


 

Domingo de Pascua

Domingo de Pascua

Es el triunfo de Jesús resucitado que conocemos y revivimos también en nuestra pequeña experiencia, después de haber abrazado el abandono, o cuando unidos realmente en su nombre, experimentamos los efectos de su vida, los frutos de su Espíritu. El Resucitado debe estar siempre presente y vivo en nosotros [en este año 2000] en el que el mundo espera no sólo personas que creen y lo aman de alguna manera, sino testigos auténticos que puedan decir verdaderamente, como la Magdalena a los apóstoles después de haberlo encontrado cerca de la tumba, aquellas palabras que aunque las conozcamos, son siempre nuevas: “¡Lo hemos visto!”. Sí, lo hemos descubierto en la luz que nos ha iluminado; lo hemos tocado en la paz que nos ha infundido; hemos oído Su voz en el fondo del corazón; hemos saboreado su alegría incomparable. Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

Sábado Santo: María

Sábado Santo: María

«Sábado Santo. María está sola. Sola con su hijo-Dios muerto. ¿Un abismo de angustia insondable, una laceración infinita? Sí, pero Ella estaba firme en pie, convirtiéndose así en un ejemplo excelso, monumental de todas las virtudes. Ella espera, ella cree: las palabras de Jesús, que durante su vida, anunciaban su muerte, pero también su resurrección, aunque otros las habían olvidado, Ella jamás las había olvidado: Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón (cf. Lc 2, 51). Por lo tanto, no sucumbe ante el dolor: espera.»   Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

“Queremos una Iglesia que sea acogedora y creíble”

“Queremos una Iglesia que sea acogedora y creíble”

“Paz, amor, confianza, equidad, libertad y justicia”. Pero también seguridad, escucha, consideración y participación. Es lo que desean los jóvenes de todo el mundo, de todas las latitudes, de todos los credos y convicciones, de cualquier condición social, económica y cultural. Jóvenes que también donde están, “no se ven reflejados ya en las religiones tradicionales y no se definirían como religiosos”, es más, “están abiertos a la espiritualidad”, deseosos de gastar su vida por los demás y por el bien común, y están en búsqueda de guías que los ayuden a descubrir la propia vocación y a dar sentido a su propia vida. Lo contaron ellos mismos en ocasión del encuentro que se realizó en Roma desde el 19 al 24 de marzo, considerado como un momento de preparación al XV Sínodo ordinario de Obispos. El Papa Francisco desea realizar este Sínodo sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” y el Sínodo será en el mes de octubre. Son más de 300 los que están físicamente presentes y más de 15 mil conectados por web. Ellos le comunicaron a la Iglesia –que por primera vez los recibió para escucharlos en un encuentro de este tipo- sobre sus sueños y sus desafíos, y dicen qué esperan de los ministros de Dios y qué le piden a la sociedad. Ofrecieron sus testimonios y sus propuestas para que el anuncio del Evangelio llegue al mayor número de jóvenes con un lenguaje adaptado y una actitud humilde y dialogante. Siguiendo la indicación del Papa Francisco, que les pidió que dialoguen libremente, invitándolos a que sean “cara dura” y que digan también cosas incómodas, los muchachos dijeron con fuerza que querían “modelos atractivos, coherentes y aunténticos”, “testimonios vivos, que estén en grado de evangelizar a través de su vida”, “hombres y mujeres que sean capaces de expresar con pasión su fe y su relación con Jesús, y al mismo tiempo que alienten a otros a acercarse”. A la Iglesia le piden que sea acogedora y misericordiosa, humilde y humana, inclusiva, coherente y creíble, capaz “de entrar en empatía con todos los jóvenes del mundo” y exprese “ternura” también hacia aquellos “que no sigan aquéllos que creemos sean los standard”. Y se esperan “explicaciones racionales y críticas a problemas complejos”, como los temas de la sexualidad, “las adicciones, los fracasos matrimoniales, las familias disgregadas”, y “los grandes problemas sociales, como el crimen organizado y la manipulación de seres humanos, la violencia, la corrupción, la explotación, el feminicidio, toda forma de persecución y degradación del ambiente natural” Admiten que no tienen una visión unitaria sobre temas complejos como la acogida a los emigrantes y a los refugiados, aúnque reconocen “el deber universal del cuidado de la dignidad de cada persona humana”, y afirman que “existe frecuentemente gran desacuerdo entre los jóvenes, ya sea en la Iglesia como en el mundo, respecto a las enseñanzas que hoy son particularmente debatidas». Entre ellas “la contracepción, el aborto, la homosexualidad, la convivencia, el matrimonio y también la forma en que se percibe el sacerdocio”. No obstante ésto, también aquellos que no comparten plenamente las enseñanzas oficiales “desean, de todos modos, formar parte de la Iglesia” Y es más, ellos están espantados por la “inestabilidad social, política y económica” y a la Iglesia le piden que sea “solidaria y brinde protección a aquéllos que luchan en las periferias”. Quieren una guía segura, porque “las respuestas simplísticas no son suficientes”. Y se esperan que la Iglesia reconozca los propios errores, las faltas y las llagas más dolorosas: sólo así podrá ser creíble y confiable. Los jóvenes piden estar más involucrados en los organismos eclesiales, que puedan participar también con roles de responsabilidad y de liderazgo en los contextos más amplios como en los pequeños grupos parroquiales, y subrayan la exigencia de dar mayor espacio a las mujeres, a sus talentos y a su sensibilidad. Quieren ser buscados, y encontrados, por la Iglesia en los lugares a los cuales asisten, reales y virtuales, desde los bares hasta las canchas de deportes, en las redes sociales. Y quieren saber más sobre los Sacramentos y participar en los eventos a gran escala como las JMJ pero también en los pequeños grupos diocesanos o parroquiales. Buscan inclusión: “también en los grupos pequeños locales donde podamos expresar nuestros interrogantes y compartir la fraternidad cristiana lo cual es de primaria importancia para conservar la fe” Son jóvenes que están en la búsqueda de su propia vocación en el mundo y un sentido más profundo de dar la vida, custodian y cultivan una espiritualidad propia y reconocen – casi siempre- que la Iglesia es un interlocutor importante. Ahora la palabra se la pasan a la Iglesia, que en su anuncio, de ahora en adelante, no podrá no tener en cuenta su voz. La cita es para la Asamblea sinodal de octubre, pero mientras tanto el Papa aseguró que “serán tomados en serio”. Claudia Di Lorenzi Lea el documento

Viernes Santo: Jesús Abandonado

Viernes Santo: Jesús Abandonado

«Acabo de escribir un libro sobre Él titulado: “El grito” (1). Se lo he dedicado a Él con la intención de escribirlo también en vuestro nombre, en nombre de toda la Obra de María “como –esta es la dedicatoria– una carta de amor a Jesús Abandonado”. En el libro se habla de Aquel que, en la única vida que Dios nos ha dado, un día, un día preciso, diferente para cada uno, nos llamó a seguirlo, a donarnos a Él. Y se comprende –y lo declaro allí– que todo lo que quiero decir en aquellas páginas, no puede ser simplemente un tema, aunque familiar, cálido, sentido; quiere ser más bien un canto, un himno de alegría y sobre todo de gratitud a Él. Lo había dado todo: una vida al lado de María, en medio de las incomodidades y en la obediencia. Tres años de predicación, tres horas en la cruz, desde la cual perdona a los verdugos, abre el Paraíso al ladrón, nos da a su Madre. Le quedaba la divinidad. Su unión con el Padre, la dulcísima e inefable unión con Él, que lo había hecho tan potente en la tierra, como Hijo de Dios, y tan majestuoso en la cruz; este sentimiento de la presencia de Dios, debía ir desapareciendo en el fondo de su alma, hasta dejar de sentirlo; separarlo de algún modo de Aquel con el cual había dicho que Él era una sola cosa, y grita: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46).» Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000. (1) C.LUBICH, Il grido, Roma 20036.

Jueves Santo: Amor

Jueves Santo: Amor

Entonces, hoy, Amor. Jueves Santo, día en el cual, a lo largo de los años, hemos experimentado a menudo la dulzura de una intimidad especial con Dios y nos recuerda la profusión de amor que el Cielo derramó sobre la Tierra. Amor sobre todo la Eucaristía que nos fue donada ese día. Amor el sacerdocio que es servicio de amor y nos da, entre otras cosas, la posibilidad de la Eucaristía. Amor, la unidad, efecto del amor que Jesús, un día como hoy, ha implorado al Padre: “Que todos sean uno, como tú y yo” (cf. Jn 17, 21). Amor el mandamiento nuevo que Él reveló ese día antes de morir: “Como yo os he amado, así debéis amaros unos a otros. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos: en que os amáis unos a otros” (Jn 13, 34-35). Este mandamiento nos permite vivir aquí en la tierra según el modelo de la Santísima Trinidad.   Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

Mis vacaciones en Alepo

Mis vacaciones en Alepo

18-1«El mes de septiembre se me fue volando. Tomé el taxi, junto con otras dos personas, que vivían en esta ciudad. Dejo atrás la ciudad que me recibió: Alepo. Soy de los pocos extranjeros (¿tal vez el único?) que eligió esta ciudad para pasar un período de vacaciones. El taxista atravesó la ciudad, una extensión de barrios completamente destruidos. ¿Cuántos muertos habrá todavía entre esos escombros? El taxista parecía que no pensaba en nada. Conducía a una velocidad increíble recorriendo calles que llevaban hacia el Sur, en dirección a Homs. Desde allí tengo que proseguir hacia Beirut. Después de dos horas y media entrevemos, entre los escombros, la primera casa que quedaba ¡aún en pie! Difícil de creer. Fui acogido durante un mes en el focolar de esta comunidad. A mi llegada alguien que estaba en la puerta de una iglesia me dijo: “Aquí encontrarás a los verdaderos cristianos”. Una frase que nunca había escuchado. Pero ahora la comprendo. Fui testigo de cómo el focolar es ese lugar en donde se comparte todo: la “providencia” que llega de todas partes del mundo (había mesas que estaban llenas de ropa, etc.), pero sobre todo los dolores y las alegrías, la vida de cada día. Aquí, durante años, el único apoyo fue la Palabra del Evangelio, Dios. ¡Cuánto me hacía recordar los inicios del Movimiento de los Focolares, esa historia escuchada tantas veces, cuando Chiara Lubich contaba: “¡Eran tiempos de guerra y todos se derrumbaba!”

Bernard (centro), con due popi del focolare di Aleppo: Fredy (sinistra) e Murad (destra)

Bernard (al centro), con Fredy y Murad

Aquí en Alepo, mientras se veía la furia de la guerra, con las bombas que estallaban a nuestro alrededor, los focolarinos iban a visitar cada día a dos familias. En tres oportunidades, por causa de las bombas caídas sobre edificios vecinos, los vidrios del focolar se deshicieron en añicos. Conocí a muchas personas de la comunidad del Movimiento, una comunidad viva, una verdadera familia, que ha atravesado pruebas terribles. Perdieron todo, la actividad profesional, los familiares, las casas, los amigos. Pero ha encontrado en la fe y en la unidad la fuerza para volverse a levantar y comenzar a buscar nuevas oportunidades. Una noche, aunque estábamos lejos y escuchábamos todavía las bombas, volvió la electricidad a la ciudad. No sucedía desde hacía cinco años. Samir tenía lágrimas en los ojos: ¡«Es la primera vez que veo mi negocio iluminado!». Georges, en cambio, todavía tiene que llevar los tanques de gas hasta el tercer piso, porque el ascensor de ese edificio no funciona. Cuando llega al condominio, desde la calle, avisa, gritando, y desde arriba le tiran las llaves. Con Maher, fui regularmente a hacer jogging. Muchas otras personas, como nosotros, van al bellísimo parque central de la ciudad. Hay clima de esperanza. Nabla me decía que piensan que dentro de algunos meses las cosas irán mejor en este país, de grandioso pasado. En la antigua ciudadela, emblema de la ciudad de Alepo, en la colina, un día tuvo lugar, después de muchos años, un concierto de música, con bailes y poesías tradicionales. Cuatro mil personas cantaron juntas en un clima de fiesta. IMG_7442-768x512Durante la guerra el precio pagado por la población fue mucho, demasiado alto: muchísimos muertos, y además posteriormente, enfermedades, depresión, traumas, aislamiento, falta de instrucción, de formación a la vida laboral, y además, muchos niños abandonados…. la lista sería larguísima. Dirigí, a las personas del lugar, frecuentemente una pregunta: ¿qué cosa consideras importante para enfrentar el futuro?”, pensando que la respuesta habría sido “la reconstrucción de las casas, poder retomar actividades productivas”. En cambio, con mi sorpresa, la respuesta que recibía con mayor frecuencia era “una gran fuerza espiritual que sea capaz de hacer renacer también aquí una nueva vida”. Gracias Robert, Pascal, Fredy, Murad. Gracias Ghada, Lina, Chris, María Grazia, María Zeina, por la vida de ustedes por el testimonio que dan. Ahora tienen un lugar especial en mi corazón». Escrito per Gustavo Clariá

Palabra de vida – Abril 2018

Esta frase de Jesús forma parte de un largo diálogo con el gentío que vio el signo de la multiplicación de los panes y que lo sigue, aunque solo sea para seguir recibiendo de Él alguna ayuda material. Jesús, a partir de su necesidad inmediata, poco a poco va llevando el discurso hacia su misión: ha sido enviado por el Padre para dar a los hombres la verdadera vida, la eterna, es decir, la misma vida de Dios, que es Amor. Él se acerca a todos los que se le cruzan por los caminos de Palestina sin eludir las peticiones de comida, de agua, de curación ni de perdón; es más, comparte cualquier necesidad y devuelve la esperanza a cada uno. Por eso puede pedir luego un paso más, puede invitar a quienes lo escuchan a acoger la vida que nos ofrece, a entrar en relación con Él, a darle confianza, a tener fe en Él. Comentando precisamente esta frase del Evangelio, Chiara Lubich escribió: «Jesús aquí responde a la aspiración más profunda del hombre. El hombre ha sido creado para la vida; la busca con todas sus fuerzas. Pero su gran error es buscarla en las criaturas o en las cosas creadas, las cuales, siendo limitadas y pasajeras, no pueden dar una verdadera respuesta a la aspiración del hombre. … Solo Jesús puede saciar el hambre del ser humano. Solo Él puede darnos la vida que no muere, porque Él es la Vida» «En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna». La fe cristiana es ante todo fruto de un encuentro personal con Dios, con Jesús, que no desea otra cosa que hacernos partícipes de su misma vida. La fe en Jesús es seguir su ejemplo y no vivir replegados en nosotros mismos, en nuestros miedos, en nuestros programas limitados, sino más bien dirigir nuestra atención a las necesidades de los demás: necesidades concretas a causa de la pobreza, la enfermedad o la marginación, pero sobre todo la necesidad de escucha, de comunión y de acogida. De este modo podremos comunicar a los demás, con nuestra vida, el mismo amor que hemos recibido como don de Dios. Y para fortalecer nuestro camino, Él nos ha dejado también el gran don de la Eucaristía, signo de un amor que se da a sí mismo para dar vida al otro. «En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna». Cuántas veces al día damos confianza a las personas que nos rodean: al profesor que enseña a nuestros hijos, al taxista que nos lleva a nuestro destino, al médico que debe tratarnos… No se puede vivir sin confianza, y esta se consolida con trato, la amistad, la relación que se afianza con el tiempo. Entonces, ¿cómo vivir la Palabra de vida de este mes? Siguiendo con su comentario, Chiara Lubich nos invita a reavivar nuestra elección y adhesión total a Jesús: «… Y ya sabemos cuál es el camino para llegar allí: …poner en práctica con especial ahínco esas palabras suyas que nos recuerdan las distintas circunstancias de la vida. Por ejemplo: ¿nos encontramos con un prójimo? «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (cf. Mt 22, 39). ¿Tenemos un sufrimiento? «Quien quiera venir en pos de mí… tome su cruz» (cf. Mt 16, 24), etc. Entonces las palabras de Jesús se iluminarán y Jesús entrará en nosotros con su verdad, su fuerza y su amor. Nuestra vida será cada vez más un vivir con Él, un hacer todo junto con Él. Y ni siquiera la muerte física que nos espera podrá asustarnos, porque con Jesús ya ha dado inicio en nosotros la vida verdadera, la vida que no muere» Letizia Magri

Una escuela de comunión

Una escuela de comunión

La verde y hospitalaria Irlanda pulula de óptimas escuelas donde se enseña inglés, para estudiantes de todas las edades y procedencias. Es una experiencia fascinante. No es una excepción, el Instituto “Language Learning International “ trabaja con: pasantías de distinto tipo, técnicas de aprendizaje de vanguardia, los estudiantes se quedan en la casa de familias seleccionadas, se ofrecen entretenimientos culturales y deportivos, pero también estadías en Francia y España para los estudiantes irlandeses. Lo que distingue el trabajo formativo de esta Escuela, fundada por Eugene Murphy en Dublin, en 1989, es la calidad de las relaciones con los estudiantes, dentro de una atmósfera cálida y con una mirada sensible hacia las características personales de cada uno. Pero hay más. La LLI, con más de dos mil estudiantes por año, es embajadora de la Economía de Comunión en el sector de la formación. Las experiencias que presentamos a continuación, extraídas del sitio web de la EdC (http://www.edc-online.org), lo testimonian. «A un campamento de verano, llegó un joven con síndrome de Asperger, del cual no se sabía nada antes de su llegada. La primera solución de alojamiento no fue positiva porque en la casa no lograron adaptarse a las condiciones particulares del joven. Se le ubicó en otra familia, pero las dificultades continuaron. A pesar de que el verano es un período intenso, en la empresa se desea garantizar un tratamiento justo y sereno a cualquier persona que participe, por lo tanto se buscó otra alternativa, hasta encontrar a una anciana señora que aceptó feliz la posibilidad de alojar y atender al joven; ella conocía bien el síndrome, pues por coincidencia, también lo padece un nieto suyo. Fue un resultado positivo para todos: el estudiante logró aprovechar mejor la experiencia y volvió a su casa contento y el responsable de las relaciones con las familias, declaró que la presencia de este joven en el programa ¡enriqueció positivamente a todo ese curso!». «Con el grupo del curso de inglés había una gran y bella atmósfera en la clase y óptimas relaciones instauradas. Sin embargo una de las pruebas que había que preparar, era una presentación oral individual e imprevistamente un joven de 15 años se acercó a Eugene Murphy, fundador de la escuela y experto entrenador, y le dijo que no se sentía capaz de hacerlo a causa de su tartamudeo. Eugene habló de este tema con otros formadores y decidieron tranquilizar al joven realizándole una prueba en privado. Al final, los profesores lo alentaron para que compartiera igualmente la experiencia con los demás, el joven aceptó y, entre emoción y conmoción general, concluyó la prueba  con un largo aplauso de la clase. Se descubrió después, que el joven no había hablado nunca hasta los 7 años y esa performance en público resultó ser una especie de milagro que le dio a él mismo y a los padres mucha alegría». Cathy Young, directora de la LLI, cuenta que hay un proyecto nuevo que involucró a la escuela en una aventura de apertura con una realidad geográficamente muy lejana de Irlanda: «Teníamos el deseo de emprender un proyecto de Economía de Comunión que estuviera focalizado en la educación. Desde el sitio web de AMU conocimos una fantástica iniciativa en Bolivia llamada Fundación Unisol, que trabaja para sostener a algunas de las familias más pobres de Cochabamba. Nos vinculamos con ellos y juntos organizamos un proyecto que financiará la adquisición de libros nuevos y computadoras portátiles, proveerá mesas nuevas y sillas para las aulas, sosteniendo la plaza de dos docentes». Las dos escuelas se comunican periódicamente los avances del proyecto. «Este intercambio recíproco –afirma Cathy- es uno de los aspectos más lindos de nuestra colaboración y nos ayuda a vivir mejor en nuestro ambiente de trabajo cotidiano». En “Language Learning International” los estudiantes aprenden en vivo el significado de muchas palabras. Pero la primera de todas es la palabra “compartir”. Chiara Favotti

Señor, en ti he puesto mi esperanza

Señor, en ti he puesto mi esperanza

«En ti Señor he puesto mi esperanza: no quedaré defraudado eternamente (Sal 71, 1)». Así empezó su última homilía, en la Catedral de Aachen (Alemania), el obispo Klaus Hemmerle, ya gravemente enfermo. Era a finales de 1993. «Dios, Tú me sostienes fuerte, así como soy. Dio, Tú sostienes el mundo así como es. Dio, Tú sostienes fuerte a este prójimo así como es. Ser sostenidos por Él que bajó a la “kenosi”, que se despojó de todo y asumió la figura de siervo, éste es el único camino para volver a abrir para nosotros la puerta de la esperanza. Acogerlo a Él que fue el primero en acogernos. Hacernos llevar por Él. Creer que Él nos sostiene. Éste es el ojo de la aguja a través del cual tenemos que pasar cuando recibimos el hilo de la esperanza que hay que enhebrar. Este Dios puede verdaderamente darnos la esperanza. Y aquí nuestra Iglesia, con todos sus errores y debilidades, con todas sus solicitudes y sus grandes y pequeños desafíos, puede convertirse en una realidad extraordinaria. Una comunidad de personas que creen en el hecho que han sido acogidas y sostenidas, una comunidad de personas que se sostienen recíprocamente, en donde cada uno sostiene al otro». De “Klaus Hemmerle, innamorato della Parola di Dio” («Klaus Hemmerle, enamorado de la Palabra de Dios») – Città Nuova Ed.. pp 290/91

Juntos para dar esperanza

Juntos para dar esperanza

“Lo que es imposible a millones de personas aisladas y divididas, parece que se vuelve posible que ha hecho del amor recíproco, de la comprensión recíproca, de la unidad, el motor esencial de su vida” (Chiara Lubich, a un grupo de musulmanes, el 7 de diciembre de 2002 en Madrid) Promovido por el Centro del diálogo interreligioso del Movimiento de los Focolares, el 21 de abril de las 16.00 a las 19.00 hrs.), está prevista una tarde abierta a todos, en el contexto de los días de comunión compartidos entre musulmanes y cristianos como fruto de un diálogo y fraternidad consolidados. Se propondrán reflexiones y experiencias, surgidas en distintas áreas socio-geográficas, nacidas y maduradas a la luz del carisma de la unidad de Chiara Lubich. El auspicio común es poder ofrecer retazos de esperanza en medio de la compleja y a menudo dolorosa situación que vive el mundo de hoy. El encuentro tendrá lugar en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma, Italia) Para informaciones: congressoaprile18@focolare.org

El Papa entusiasmado de escuchar

El Papa entusiasmado de escuchar

“He visto en el Papa el entusiasmo de escuchar. Nos ha pedido que hablemos con valentía, sin filtros, líbremente y nosotros así lo hacemos. La Iglesia se pone a nuestra disposición, y estamos seguros de que el Sínodo de octubre dará muchos frutos”. Stella Nishimwe viene de Burundi, es miembro del Movimiento de los Focolares y en la reunión pre-sinodal representa a su país. “Quedé impresionada por lo que dijo ayer el Papa Francisco. Es un Papa fantástico, que vive con el pueblo de Dios y que de verdad conoce la realidad del mundo y quiere buscar con el pueblo las soluciones, a partir de la vida. Espero que el Sínodo, sea un nuevo camino de la Iglesia con los jóvenes donde nos sintamos responsables de llevar la Iglesia juntos”. Nishimwe habla después de la situación de los jóvenes de su país: “Viven en la pobreza, en la incertidumbre del futuro, con una desocupación muy alta. Con este Sínodo veo a una Iglesia que escucha, que camina con nosotros, que comparte las dificultades que los jóvenes vivimos en los distintos países, en situaciones de guerra, pobreza, desocupación. Son situaciones que difícilmente podrán cambiar, pero por lo menos podemos tratar juntos de que éstas cambien y de este modo experimentar que seremos, como Iglesia, una única familia”. Fuente: SIR


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Hagamos ver el mundo unido

Hagamos ver el mundo unido

MichelleSopala

Michelle Sopala

Cuando recuerdo el Genfest 1995 no pienso sólo en el evento en sí mismo, las danzas, los rostros, la emoción, las fuertísimas experiencias de los participantes (¡inolvidables!). Antes aún de aquellos dos días vividos en el Palaeur de Roma, mis pensamientos se van a la intensa experiencia de unidad construida durante los meses precedentes, y en particular en las dos últimas semanas. No recuerdo los detalles, ¡pero sí recuerdo lo esencial de esos días! Es extraño, lo sé, pero cada vez que nos encontrábamos para prepararnos, el resultado, recuerdo, era una unión más profunda y más fuerte con Dios. Antes de empezar, tratábamos de recordar la perspectiva con la cual estábamos trabajando. No estábamos allí sólo para divertirnos (¡aunque realmente todo era muy divertido!), sino porque creíamos que lo nuestro podía ser una contribución al mundo unido, el que todos nosotros soñábamos…. Un mundo en el que todas las relaciones estuvieran basadas en el amor y el respeto recíproco, en el cual se pudieran superar todas las divisiones. Sólo después de esta premisa nos poníamos a trabajar. Primero nacieron las ideas. Después, a partir de ellas, surgieron algunas canciones, un baile, un rap… Cada pequeño trozo nacía en la medida que cada uno ofrecía y perdía su propia idea, tratando de estar en la plenitud del amor y vacíos de sí mismos para comprender verdaderamente a los demás. Esto significaba cansancio, gasto de energías, también dolor, pero por alguna razón nos colmaba de una alegría y felicidad muy especiales. Dábamos todo de nosotros mismos, dispuestos a perder nuestra propuesta. Ese era el acuerdo, también porque, por más que trabajásemos duramente, no sabíamos si nuestro aporte sería elegido por el comité organizador. Y si fuera elegido, en el último minuto podía también ser eliminado. Pero, a pesar de esto, íbamos adelante… ¡a toda velocidad! Genfest1995¡Y llegamos al Genfest! Aunque, en su conjunto, fue un evento de aquéllos que te cambian la vida, no puedo esconder que para mí el momento máximo fue el encuentro con Chiara Lubich. No sé si los otros 12 mil jóvenes presentes tuvieron la misma sensación, pero en ese momento fue como si Chiara estuviese hablando sólo conmigo. Cuando Noel le dirigió la última pregunta, “Chiara, desde lo más profundo de tu corazón, ¿qué quisieras decirnos a nosotros los jóvenes?”, su respuesta resonó como un llamado a enrolarme, y todavía me retumba en los oídos. Con una intuición genial y con una profunda comprensión de lo que los jóvenes anhelan, Chiara respondió: «Les repito lo que dijo una vez Santa Catalina de Siena, esa grandísima santa, esa mujer maravillosa, hablando a sus discípulos: “No se conformen con las cosas pequeñas, porque Él, Dios, las quiere grandes”. Es esto lo que les digo: jóvenes, no se conformen con las pequeñeces. Tienen una sola vida, apunten alto, no se conformen con las pequeñas alegrías, busquen las grandes, busquen la plenitud de la alegría». Bien o mal, desde aquel momento, esta fue mi experiencia. ¿La “unidad”?. Es una palabra profunda, que, aún, después de 23 años, estoy descubriendo. ¡Es la “plenitud de la alegría”! ¡Sí! ¡La encontré! ¡Oh! … y a propósito, nuestra performance fue elegida. Mírala (link). ¡Espero que te guste! Michelle Sopala


https://youtu.be/LX6rNkyGjoE

Pre-Sínodo: la Iglesia de los jóvenes

Pre-Sínodo: la Iglesia de los jóvenes

Jonathan Michelon

Jonathan, ¿cómo se desarrolla el trabajo?  «Hay sesiones en plenaria y de grupo. Son unos veinte grupos, divididos por idioma: inglés, francés, español e italiano. Cada grupo tiene un redactor y un facilitador. Los participantes tienen que responder juntos a las 15 preguntas que propone el documento del Sínodo. Al final, se producirá un documento que será entregado a los Padres Sinodales». ¿De qué tratan las preguntas? «La primera parte está dedicada a los desafíos y a las oportunidades de las generaciones jóvenes en el mundo de hoy. Por lo tanto, la formación de la personalidad, la relación con los otros pueblos, los desafíos interreligiosos, las diferencias vistas como oportunidades, los jóvenes y el futuro, sus sueños, la relación con la tecnología, la búsqueda del sentido de la vida, la relación entre la vida cotidiana y lo sagrado». ¿Y la segunda parte de las preguntas? «Habla de la fe, de la vocación, del sentido específico de la misión del joven en el mundo, del discernimiento y del acompañamiento vocacional. Después, de su relación con Jesús, sobre cómo es percibida la figura de Jesús en el tercer milenio. La última parte está dedicada a las actividades formativas y pastorales de la Iglesia, la relación de los jóvenes con la Iglesia y sus experiencias». ¿De dónde provienen los jóvenes de tu grupo? «De Europa (Eslovenia, Alemania, Grecia, Polonia), pero también de los continentes, incluso de las Islas Samoa americanas, en el océano Pacífico. Un joven sijs compartió su experiencia de fe y su relación con los sacerdotes de su templo, que siempre están dispuestos a dar una palabra de paz. También está una joven anglicana de Zimbabwe, que estudia para ser sacerdote. Hay mucha sabiduría, el intercambio es enriquecedor». ¿Hay experiencias que te impresionaron? «Una, en especial, la de un joven médico polaco, vinculado al Camino Neocatecumenal que, con su esposa, fundó una asociación que se ocupa de la atención a los moribundos. Estimulado por la meditación del primer día, sobre el sentido profundo del dolor, basada en la experiencia de Chiara Luce Badano, contó lo que viven. Con las otras personas de la Asociación van donde los enfermos, los asisten, los invitan a ofrecer su dolor por todos. De este modo estas personas dejan la tierra “llenos de vida” porque, como él dice, “la muerte es el período más bello de la vida, porque nos acercamos a Dios, a Quien más amamos»». A los jóvenes de los Focolares se les confió la animación de la misa y las meditaciones cotidianas…  «Si, algunos jóvenes de la Escuela Gen de Loppiano y de los Centros Gen de Roma formaron el coro, que ahora se está convirtiendo en un grupo inclusivo: invitan a quien tiene talento a participar en la animación de la Misa. Ayer, se unió un violinista. Es realmente una bella experiencia». Entonces, ¿los jóvenes están felices con esta experiencia? «Nos estamos dando cuenta de que estamos viviendo un momento histórico en la Iglesia. ¡Es la primera vez, en 2000 años, que se hace un sínodo de los jóvenes con los jóvenes! Pero para ellos es natural contribuir así a la Iglesia. La Iglesia es de ellos. Se comportan con el Cardenal y también con el Papa Francisco como con sus mejores amigos; les dan la mano, los abrazan… Es muy bello». ¿Y para ti? «Para mí es una experiencia única, me doy cuenta de la vastedad de la Iglesia y de su incidencia en el mundo. Aquí está el mundo, la universalidad de la Iglesia».   Fuente: Loppiano online

Desde Aleppo nace la esperanza

Desde Aleppo nace la esperanza

20180322-01bLa historia de Jean y Vivian transmite amor, coraje, esperanza. Se conocieron en Aleppo, en Siria, en el 2000, en encuentros del Movimiento de los Focolares. Vivian es viuda y tiene un hijo de cuatro años con sordera aguda. Jean es carpintero, con actividades en el área social. El compromiso de ambos de vivir el Evangelio y llevar el ideal del mundo unido a la humanidad los aproxima: se casaron en el 2003 y tuvieron cuatro hijos. Marc, el primer hijo de Vivian, es el motor del cual nace su aventura: la necesidad de los cuidados de médicos especialistas impulsa a Vivian a trasladarse a Líbano donde Marc es atendido en un centro fundado por los Focolares: “Es un verdadero paraíso anticipado- cuenta-. La vida del Evangelio vivido en la vida cotidiana acompaña todo el proceso educativo. Los niños crecen en este oasis de paz, y desarrollan sus talentos superando su discapacidad. Nació dentro mío un sueño: que yo también pudiera fundar un instituto similar en mi ciudad Aleppo”. Jean la apoya en este proyecto y en 2005 nació su pequeño Centro. Después surgirán otros Centros más grandes, con capacidad de recibir a decenas de niños, todos hijos de familias pobres que no podían pagar la cuota. Por esta razón el Centro estaba siempre en déficit: “Para cada necesidad- recuerda Jean- íbamos delante de un Crucifijo para entregarle a Él nuestras dificultades económicas. La providencia llegaba puntualmente” 1395739130-720x0-c-defaultEl estallido de la guerra, en 2011, trajo muerte y destrucción. Jean perdió la carpintería, el Centro no tenía ningún ingreso económico, y siendo muchos vivían sólo de la ayuda de la Iglesia y de organizaciones humanitarias. Todos dejaron el país y también lo querían hacen Jean y Vivian, quienes con mucha tristeza adquirieron los boletos para irse. Pero una exigencia era clara en el corazón: no podían abandonar a “sus” niños sordos, destruir ese sueño realizado con esfuerzo. “El día antes del viaje entré en la iglesia- cuenta Jean- y mantuve una conversación profunda con Jesús, de tú a tu, de hombre a hombre. Él me habló al corazón y me pedía que no dejara Siria: ¿qué harán esos niños? Sentí que Él me hacía esta trágica pregunta. Puse mis niños en Sus manos. Volví a casa, y con Vivian decidimos romper los pasajes y quedarnos para siempre en nuestra ciudad, para ser un don para aquéllos que tenían necesidad de nosotros”. “Estábamos confiados en que Dios nos habría acompañado y apoyado en todos nuestros futuros proyectos y sobre todo en la vida de nuestra familia – dice Vivian- y así fue” Hoy el Centro se convirtió en su segunda casa, también sus hijos participan en la vida del grupo y Jean se dedica completamente al trabajo del Centro. “Esta convivencia nos amplió el corazón. No existe más la diferencia entre chico o chica, ni entre el estudiante y el docente, no son ni siquiera discapacitados para nosotros, ni musulmanes ni cristianos. Todos vivimos en el único amor y bajo la mirada de un Dios Amor, encarnado, vivo en medio nuestro”. Escrito por Claudia Di Lorenzi

La fiesta del “nuevo día”

Para celebrar el principio de Año persa, que coincide con el equinoccio y por lo tanto con la llegada de la primavera, el 21 de marzo, en muchos países de Asia y de Europa Oriental, se festeja la fiesta de Nawrūz (que significa “nuevo día”), proclamada Jornada internacional de las Naciones Unidas e inscripta desde el 2009 en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Nawrūz es una fiesta muy antigua, alegre y festiva, que se calcula se celebra por casi 300 millones de personas. Se une a la idea de la naturaleza que renace. Posee un rico simbolismo y promueve valores de paz, de reconciliación, solidaridad entre generaciones, amistad entre familias, pueblos y comunidades.

Un mundo sin prejuicios

¿Todavía existen prejuicios basados en el color de la piel, después de las grandes conquistas del siglo pasado? Se han dado muchos pasos, de hecho, pero todavía hay que trabajar para abatir completamente cualquier tipo de disparidad. Nos lo recuerda, el 21 de marzo, el Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial, instituida en 1966 por las Naciones Unidas, en conmemoración de la masacre de Sharpeville, en Sudáfrica, que tuvo lugar ese mismo día en 1960. Ese día, quizás el más sangriento del apartheid, la policía abrió fuego contra una multitud de ciudadanos negros que protestaban contra una medida de segregación racial que les habían impuesto. Alrededor de 70 quedaron en el suelo sin vida. En estos días, en varias partes del mundo se organizan campañas a favor de la integración y contra cualquier tipo de discriminación, odio o violencia perpetrada por motivos raciales. Como siempre, los grandes protagonistas de estas iniciativas son los jóvenes.

Andrea Riccardi: “El destino común de los hombres”

Andrea Riccardi: “El destino común de los hombres”

Andrea RiccardiNos encontramos con Andrea Riccardi en Castel Gandolfo, en el Centro Mariápolis. Se siente el de los días de fiesta, centenares de personas (al final, unas dos mil en total) están llegando a la cita en ocasión del décimo aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich. Fuera de la puerta del saloncito donde nos reunimos hay gran algarabía. «Después de diez años, volver a hablar de Chiara Lubich no es volver al pasado, no es hacer arqueología – afirma Andrea Riccardi- y no es ni siquiera hacer un recuerdo sentimental, como se puede hacer por una persona que fue importante en la Iglesia. Ella – confiesa- creo que fue muy importante también en mi vida». Refiriéndose a los años cruciales en los que renacía la democracia, caía el muro y se desmantelaba la “cortina de hierro” en Europa,  el Fundador de la Comunidad de San Egidio afirma: «Según mi parecer, el mensaje de Chiara tiene más valor hoy que en el tiempo de la Guerra fría o en el ’89. Hoy, en este mundo globalizado, el mensaje de Chiara nos habla del destino común de todos los hombres, de la unidad de los pueblos y de la unidad de la familia humana. Pero no es el mensaje de una socióloga, aun siendo un mensaje muy profundo, porque Chiara era una mujer con gran capacidad  de síntesis y de profundización, capaz de análisis y de comunicación simple». «Hoy tenemos necesidad de su mensaje de unidad porque este mundo globalizado no se ha unificado espiritualmente. Lo decía el patriarca Athenagoras [Patriarca ecuménico de Constantinopla], el gran amigo de Chiara: “Existe una unificación del mundo, pero no existe una unificación espiritual”. Y Chiara nos dice que este mundo se puede unificar, los pobres con los ricos, los lejanos con los cercanos, los extranjeros con los nativos. Chiara nos dice también – agrega- que yo pequeño hombre, que tú pequeña mujer, que tú joven, que tú anciano; tú puedes, tú puedes cambiar el mundo». AndreaRiccardi_ChiaraLubich«Chiara fue la amiga de los grandes, apreciada por los grandes. Pienso en su amistad con Juan Pablo II, que le decía “mi coetánea Chiara”. Pero Chiara demostró también que el mundo se puede cambiar con los pequeños que tienen fe. Es María en el Magnificat» «Chiara me ayudó a comprender el significado, el valor del carisma, porque Chiara reconoció en mí, reconoció en la comunidad de San Egidio un carisma. Y ella tenía un sentido profundo de las personas y de las experiencias de Iglesia». Y concluye: «Para mí Chiara es también el recuerdo muy querido de una amistad profunda. Chiara fue una amiga, una amiga en las pequeñas cosas, en la atención con la cual me recibía en su mesa, en sus llamadas telefónicas, en el cuidado con el que cultivaba su relación con las personas. Y además fue una persona que tuvo una visión “correcta” en los grandes momentos de la Iglesia. Yo recuerdo por ejemplo, en el encuentro de Juan Pablo II con los Movimientos, cuando Chiara dijo: “Esta es una fulguración del Papa, es un punto de llegada y debe ser un nuevo punto de partida”. Mi afecto lo acompaño cada día con una memoria orante con Chiara, por Chiara».   Mira la entrevista (en italiano)

Balance económico de las iniciativas gen 4

Balance económico de las iniciativas gen 4

MontaggioArticoloHSG3EnCon una carta de agradecimiento dirigida a los gen 4 de todo el mundo fue publicado el balance de “Han desalojado a Jesús”, la iniciativa en la que todos los años se comprometen los niños del Movimiento de los Focolares durante el período navideño. Gracias a las ofrendas recogidas por las figuritas de los “niñitos” de yeso que representan a Jesús, la pasada Navidad los gen 4, ayudados por los adultos y en algunos casas también por instituciones de sus ciudades, recogieron 3.627,60 euros. La cifra fue destinada a ocho proyectos en Brasil, México, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina, Burundi, Uganda y Siria. A esta cifra se le sumó una donación destinada a atención médica, alimentación y material escolar para cuatro proyectos en República Centroafricana, Camerún, Egipto e Irak. Más allá de la cifra, hay que poner en evidencia la “cultura del dar” de la que se nutren los gen 4.

Felices no sólo un día

Felices no sólo un día

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Foto: Pixabay

La alegría de los primeros cristianos (al igual que la de los cristianos de todos los tiempos y de todos los siglos, cuando el cristianismo se comprende en su esencia y se vive radicalmente), la alegría de los primeros cristianos era una alegría nueva, desconocida hasta entonces. No tenía nada que ver con la risa, con el buen humor, con la euforia. No tenía nada que ver tampoco -como diría Pablo VI- con «la alegría exaltante de la existencia y de la vida «, ni con «la alegría pacificadora de la naturaleza y del silencio», ni tampoco con la alegría o la “satisfacción del deber cumplido”, ni era solamente «la alegría transparente de la pureza», o «del amor puro»… todas ellas alegrías magníficas. Pero la de los primeros cristianos era diferente: era una alegría parecida a la embriaguez que invadió a los discípulos cuando vino el Espíritu Santo. Era la alegría de Jesús. Porque Jesús, así como tiene su propia paz, tiene su propia alegría. Y la alegría de los primeros cristianos, que brotaba espontánea de lo más hondo de su ser, saciaba completamente su ánimo. Ellos habían encontrado realmente lo que el hombre de ayer, de hoy y de siempre va buscando: a Dios que, como hemos visto, lo sacia completamente. Ellos habían encontrado la comunión con Dios, elemento esencial que los llevaba a su plena realización. Eran hombres auténticos. De hecho, el amor, la caridad, con la que Cristo a través del Bautismo y de los demás sacramentos enriquece el corazón de los cristianos, se puede comparar con una planta. Cuanto más hunde sus raíces en el terreno de la caridad fraterna (cuanto más se ama al prójimo) más crece el tallo hacia el cielo: más crece en el corazón el amor a Dios, la comunión con Él; una comunión en la que no se cree sólo por fe, sino que se experimenta. Y es ésta la felicidad: amamos y nos sentimos amados. Ésta era la felicidad de los primeros cristianos, adultos y jóvenes, que se expresaba en liturgias maravillosas, gozosas y rebosantes de himnos de alabanza y de acción de gracias. Alegría que aumentaba también en su corazón porque con el amor y por el amor poseían la luz, es decir, “veían”, en cierto modo comprendían las cosas de Dios, que de por sí son impenetrables. Los misterios que aceptaban por medio de la fe, no les resultaban tan oscuros como se podría pensar. En ellos había una cierta percepción de los mismos tan apetecible, tan luminosa, que tenían la impresión de comprenderlos, de poseerlos. Y esto acrecentaba aún más su alegría: a la alegría del amor se añadía la de la verdad. Así, armados únicamente con el amor y la luz y revestidos de alegría, en breve tiempo conquistaron el mundo conocido hasta entonces. Decía Tertuliano: «Somos de ayer y ya hemos invadido el mundo”. Ellos se mantenían alegres incluso en las persecuciones y cantaban ante el martirio. Habían comprendido una paradoja del cristianismo: la alegría, la alegría sobrenatural de Jesús se encuentra precisamente donde parece que no exista: en el dolor, pero en el dolor amado.   Fuente: Centro Chiara Lubich

El Cardenal Parolin habla de Chiara Lubich

El Cardenal Parolin habla de Chiara Lubich

VaticanNewsVideoUna gran fuerza espiritual capaz de arrastrar multitudes de diversas edades, clases sociales, culturas: esta fuerza impulsaba a Chiara Lubich y los frutos se ven todavía hoy, también en la Iglesia. El cardenal Pietro Parolin, recordando la obediencia y la docilidad que la fundadora de los Focolares siempre tuvo- también en los momentos más difíciles- con respecto a la Iglesia, manifiesta hoy lo que los Pontífices, desde Pablo VI en adelante, expresaron, ofreciendo su apoyo y su estímulo hacia el Movimiento. Benedicto XVI en el telegrama enviado en ocasión del funeral de Chiara, hablaba de “compromiso constante por la comunión en la Iglesia, por el diálogo ecuménico y la fraternidad entre todos los pueblos”. Y continuaba diciendo “ella gastó su existencia escuchando las necesidades del hombre contemporáneo dentro de la plena fidelidad a la Iglesia y al Papa” Es doble la contribución que Chiara, según el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Parolin, ofreció a la Iglesia: el haber profundizado y vitalizado el “perfil mariano constitutivo de la Iglesia tanto como el apostólico” y el fuerte e innovador llamado a la unidad– “Que todos sean uno para que el mundo crea”- construido y hecho posible desde el “secreto” del amor recíproco, la “regla de oro” que el mismo Jesús nos enseñó cuando nos dice “no hacer a los otros lo que no quisieras que te hicieran a ti”. Fuente: Vatican News

El secreto para recomenzar

Al cristiano no le está permitida la desesperación; no se le consiente el abatirse. Pueden caer sus casas, perder sus riquezas: él se levanta, y sigue luchando, sigue luchando contra cualquier adversidad. Las personas perezosas, acurrucadas en costumbres fáciles y cómodas, se asustan ante la idea de la lucha. Pero el cristianismo existirá mientras exista la fe en la resurrección. La resurrección de Cristo, que nos inserta en Él y nos lleva a participar de su vida, nos obliga a no desesperar nunca. Nos da el secreto para levantarnos después de cada caída. La Cuaresma es – y debe ser- también un examen de conciencia, a través del cual podemos contemplar las sombras que bullen en el fondo de nuestra alma y de nuestra sociedad, donde se esconde la miseria de un cristianismo que en muchos de nosotros se ha vuelto una costumbre, desganado, como un velero sin viento. La Cuaresma nos prepara para la Resurrección de Cristo, motivo de renacimiento de nuestra fe, esperanza y caridad: victoria de nuestras obras sobre las tendencias negativas. La Pascua nos enseña a vencer las pasiones fúnebres, para renacer. Cada uno de nosotros renace, en unidad de afectos, con el prójimo, y cada pueblo a través de obras coherentes, que nos establecen en el Reino de Dios. Esto se traduce en una constitución social, a través de una organización que con una autoridad, leyes y sanciones, actúa por el bien de las personas y llega al cielo, desde la tierra. Y se modela según el orden divino. Su ley es el Evangelio, y esto significa la unidad, la solidaridad, la igualdad, la paternidad, el servicio social, la justicia, la racionalidad, la verdad, la lucha contra la opresión, contra la enemistad, el error, la estupidez… Buscar el Reino de Dios es por lo tanto buscar las condiciones más felices para la expresión de la vida individual y social. Y se comprende: donde reina Dios, el hombre es el hijo de Dios, un ser de infinito valor, y trata a los otros hombres y es tratado por ellos como un hermano, y hace a los otros lo que quisiera que los otros le hicieran a él. Y los bienes de la tierra son fraternalmente puestos en común, y circula el amor con el perdón y no existen barreras, que no tienen sentido en la universalidad del amor. Poner el Reino de Dios como finalidad, significa, pues, elevar la meta de la vida humana. El que pone el reino del hombre en el primer lugar, persigue un bien sujeto a rivalidades y protestas. En cambio el objetivo divino pone a los hombres por encima del de sus peleas y los unifica en el amor. Después, en esa unidad, en esa visión superior de las cosas de la tierra, también la tarea de “qué comer” , “cómo vestirse” y “cómo ser feliz” toma la justa dimensión, se colorea con un sentido nuevo y se simplifica en el amor, se posee la plenitud de la vida. En este sentido, también por nosotros, Cristo ha vencido el mundo. Igino Giordani, Le feste, S.E.I. (Società Editrice Internazionale), Torino, 1954, pp. 110-125.

Evangelio vivido: “Tus senderos”

Evangelio vivido: “Tus senderos”

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Foto: Pixabay

Cada preocupación en Dios Hemos aprendido a dejar todas las preocupaciones en Dios. Cuando me internaron, fue la ocasión para reforzar las relaciones de amor en la familia y para crearlas con personas desconocidas. El hospital y la terapia eran muy costosas, no sabíamos cómo hacer para comprar leña para la calefacción y para pagar la matrícula de la escuela. Después de algunos días de suspensión, alguien fue instrumento de la providencia de Dios, y nos hizo llegar la suma necesaria. R. – Serbia “Don nadie” Como director general de una empresa de salud, me consideraban sospechoso de haber pagado un soborno por una consultoría importante. Sin ninguna explicación por parte de la Procuraduría, me obligaron a suspender todo tipo de actividad laboral de carácter público o privado y de un momento a otro me convertí en un “Don nadie”. Todo a mí alrededor se movía como si yo fuera culpable. Sentí la muerte dentro de mí, y la deseé fuertemente. Parecía que Dios había desaparecido. Mi único apoyo era la cercanía de una persona querida: «Jesús abandonado te ha querido semejante a Él. La prueba pasará pero en tu alma quedará la riqueza de tu amor por Él». Después de ocho años de desierto y angustia reconocieron mi inocencia. Esos momentos de infierno se convirtieron en la más fantástica y rica experiencia de mi vida. M.B. – Italia Creer fuertemente He experimentado lo que significa la frase de Jesús: «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo». Nuestrod hijos aún estudiando, y mi esposo, el único que tenía un ingreso en la familia, se quedó sin trabajo. Uno de ellos no podía presentarse a rendir un examen porque no tenía el dinero necesario. Creí fuertemente que Dios se encargaría. Ese mismo día me regalaron la suma que se necesitaba. Y.– Croacia ¡Oigo! Desde hace muchos años nuestro hijo tiene problemas con el oído y para curarlo nos trasladamos a otro país. Me puse a buscar trabajo y a dedicarme al prójimo, y el peso se volvió más ligero. Necesitaba exámenes especializados Providencialmente, en lugar del mes de espera previsto, ¡fue suficiente sólo una semana! Así mi hijo pudo empezar el tratamiento. Poco después una empresa de logística y transporte me llamó para un empleo. Después de una semana de tratamiento, mientras le ponía unas gotas, mi hijo dijo: Papá, ¡de este oído escucho! S.- Italia Ojos tristes Acababa de salir de casa. Se me acercó un hombre, sucio, con los ojos inmensamente tristes. Fue uno de esos momentos en los que se piensa que no es posible cambiar el mundo y asumir sus problemas. Pero esos ojos me miraban sólo a mí. “Hace tres días que no como”, me dijo. Le pedí que esperara y corrí a la casa a calentar algo ya listo. Después regresé donde él. Devoró todo en un instante. Entonces lo invité a la cafetería de la esquina. La gente me miraba un poco sorprendida. Pedí un café y cuatro croissant, tres para él y uno para mí. Pero mi amigo los devoró todos. Me contó su historia de dolor y sufrimiento. En un momento me vino la duda si todo era verdad, pero lo importante era escucharlo. No podía parar de hablar. Otro café, otra leche, gasto mi poco dinero. Le doy la dirección de un lugar para personas que viven en la calle. «Es la primera vez que alguien se interesa por mí, voy a ir, me dijo Despertarme esta mañana tenía sentido». (Tomado de Urs Kerber, “La vida se hace camino” – nuestra traducción).  

El punto de vista de los jóvenes

Si tienes entre 16 y 29 años de edad puedes dar un aporte a la próxima Reunión pre-sinodal, que tendrá lugar en Roma del 19 al 24 de marzo. ¿Cómo? A través del sitio www.synod2018.va. Desde el sitio es posible inscribirse en el grupo de Facebook, en uno de los 6 idiomas previstos. Dentro de estos grupos sus miembros tendrán la posibilidad de dar su proprio aporte sobre los temas que proponen las preguntas –que servirán para “relanzar” el debate de los jóvenes presentes en Roma-, cada una está vinculada con un hashtag. Al final, con base en estos aportes se redactará un documento final, que exprese el punto de vista de los jóvenes y las propuestas que han emergido, el cual será presentado a los Padres Sinodales que se reunirán en Asamblea en octubre 2018 para abordar el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.

La profecía social de Chiara Lubich

La profecía social de Chiara Lubich

JesusMoran_3.3.18-02«En tu día, mi Dios, iré hacia ti… iré hacia ti, mi Dios (…) y lo haré con mi sueño más loco: llevarte el mundo en mis brazos». Con esta cita del teólogo Jacques Leclercq inició el discurso de  Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares, con ocasión del evento “El gran atractivo del tiempo presente”. «Todavía hoy estamos admirados por la profecía social de esta mujer extraordinaria que, con su ideal del «Ut omnes» (Jn 17,21), desde su Trento llegó a todo el mundo». A partir de la historia del protagonista de una fábula, que convive con otros personajes pensados pero después descartados por los autores de los cuentos, que estaban destinados a vivir en otro planeta, Morán reflexiona sobre el papel de los profetas: «Ellos son más grandes cuanto más pequeños son, o parecen ser a los ojos de los hombres. Descartados por los hombres, ridiculizados, a menudo asesinados, son predilectos de Dios para cumplir lo que ningún otro es capaz de hacer. Los profetas, de hecho, son los pequeños de Dios: he aquí su grandeza, aunque a menudo, parece que viven “en otro planeta”. Como sabemos, la palabra “profeta” viene del griego e indica no tanto el que predice el futuro sino el portavoz, el mensajero de Dios. En la Biblia existen también las profetisas. Los profetas de Israel hablan al pueblo en nombre de Dios; y todo puede ser objeto de su palabra, porque la Palabra de Dios no tiene límites. (…)  La vida de Chiara tiene también sabor de profecía. Pero no se puede comprender el carácter profético de su persona prescindiendo del contexto histórico en el que nació y vivió, y de su participación en los destinos de la humanidad: su nacimiento en el Trentino, en aquella época una periferia existencial de gran significado histórico y social, la experiencia de la pobreza, el drama de las guerras mundiales. En medio de los acontecimientos de su tiempo –que evocan precisamente la historia de los profetas, pero también la sabiduría bíblica y la apocalíptica– he aquí que se manifiesta en ella un carisma particular, el carisma de la unidad, que la lleva a aspirar claramente y decididamente a la fraternidad universal». Morán subraya que en algunos de los apuntes de Chiara, de diciembre de 1946, «se pueden captar los puntos fundamentales de la profecía social de Chiara Lubich. Chiara, de hecho, no fue una reformadora social, como no lo fue Jesús. El sueño de Chiara, en efecto, tiene una orientación más alta y más profunda, va al fundamento antropológico y teológico de cada reforma social. Es la fraternidad universal y la unidad como la pensó el Hombre-Dios, Jesús». JesusMoran_3.3.18-01«La pequeña comunidad de Trento que se fue formando alrededor de la fundadora de los Focolares y que todos los meses crecía cada vez más viviendo literalmente lo que se relata en los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 42-48)» es la primera obra social puesta en movimiento por el primer grupo de focolarinas. La comunidad, explica Morán, «vivían la comunión radical de los bienes y se dedicaba a asistir a los pobres y a la multitud de damnificados que el conflicto había dejado a sus espaldas. Esta raíz nunca se ha perdido, al contrario, es la fuente inspiradora de todas las acciones y proyectos sociales realizados en todos estos años por ella y por los que habiéndola seguido, han hecho propio el Ideal de la unidad. En todo ello se evidencia el genio humano y eclesial de Chiara». También nosotros, prosigue Morán, «también nosotros tenemos delante una historia. Chiara es esa autora que nos ha rescatado del anonimato para hacernos protagonistas de un sueño; todos protagonistas, sin excluir a nadie». Citando a Guislain Lafont, el gran teólogo dominico quien, resumiendo la filosofía práctica del Papa Francisco habla del “principio de la pequeñez” («la salvación viene más bien de abajo que de arriba») Jesús Morán concluye diciendo: «Chiara supo proyectar magistralmente este “principio de la pequeñez” en el compromiso de verdadera renovación social que ha sido capaz de desencadenar con y desde el paradigma de la unidad. Ésta es su grandeza».

Cinco años luminosos y profundos

Cinco años luminosos y profundos

MariaVoce_PapaFrancesco_VegliaPentecoste“Cinco años de pontificado luminosos y profundos”: lleno de alegría y de profunda gratitud fue el augurio que María Voce dirigió al Papa Francisco, también a nombre de las comunidades del Movimiento esparcidas en todo el mundo. En una declaración le aseguró el renovado compromiso de “llevar el anuncio del Evangelio a los hombres y mujeres en las más variadas condiciones de la vida humana”. “Nos sentimos privilegiados de poder vivir en este tiempo en donde el Espíritu, a través de Usted, llama a la Iglesia a una doble acción – continua la presidente de los Focolares –: el regreso a una vida profundamente evangélica y una nueva atención a los signos de los tiempos, que nos invitan a todos los cristianos a ir hacia los hombres y las mujeres en las más variadas condiciones de la vida humana. Y el Papa con sus gestos y sus palabras es el ejemplo más atractivo. En este camino fascinante sépanos fielmente a su lado en el renovado compromiso de colaborar con todas nuestras fuerzas al anuncio de un Dios que ama el mundo hasta morir. Le aseguramos todo nuestro afecto y nuestra oración”.      

Nuevo perfil de Facebook en portugués

Nuevo perfil de Facebook en portugués

Screen Shot 2018-03-12 at 15.36.31Nuestro nuevo perfil de Facebook en portugués está activo: Facebook em Português | @ focolare.org.pt Al igual que con otros idiomas, el perfil de Facebook en portugués también propondrá, todos los días, la «Frase del día», la Palabra de vida, artículos publicados en la página Web, pero también información, noticias y eventos, especialmente los de Portugal y Brasil, con la posibilidad de interactuar con muchas personas que creen en un mundo más fraterno y solidario. Invita a tus amigos a visitarlo y seguirlo. ¡Difunda tu también ideas y valores que contribuyan a la construcción de un mundo más unido!  

El alma de la ciudad

El alma de la ciudad

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Maria Voce. Foto © CSC Audiovisivi

El modelo de nuestras relaciones interpersonales y sociales es el amor trinitario. Dios, aun siendo Uno, no es solo, sino que es una realidad de amor que habla de pluralidad, es el modelo de toda convivencia humana: relaciones sociales a imagen de la Trinidad. Una expresión de estas relaciones puede ser la ciudad que Chiara Lubich siempre ha mirado con un interés especial. Cada ciudad tiene una “vocación”, un designio específico que puede llegar a ser un don, una nota en la sinfonía del conjunto. Es con esta mirada que ella, en sus muchos viajes, o al acoger los numerosos galardones y ciudadanías honorarias, quiso descubrir y dar a conocer el alma de cada ciudad. Quizás también por eso siempre deseó ver realizadas pequeñas ciudadelas, talleres de convivencia humana, bocetos de un mundo unido, testimonios de cómo podría ser la sociedad si estuviese basada en el amor recíproco del Evangelio, en la fraternidad vivida. Son veinticinco las ciudadelas del Movimiento presentes en todos los continentes, en los más variados contextos sociales y culturales, como en los Estados Unidos, en Camerún, en Filipinas, Alemania, Brasil, Argentina, etc. Chiara Lubich es la inspiradora, y ha seguido e iluminado sus desarrollos. El prototipo de ellas es la ciudadela internacional de Loppiano, en Toscana, que tendrá la alegría y el honor de recibir el próximo 10 de mayo la visita del Papa Francisco.
3 marzo 2018

Foto © CSC Audiovisivi

Mirándolas, Chiara las definía como un “plano inclinado” hacia quien sufre por la duda, la incertidumbre, la falta de futuro. Decía que a todos, este modelo de ciudad, «da seguridad y esperanza. Es una mano tendida hacia quien, hoy, busca la felicidad en modo errático, en la droga, en el erotismo, en la riqueza… Dice a todos y demuestra que la verdadera y perfecta alegría está en seguir a Jesús. Ilumina a quien sufre por distintas formas de falta de unidad, en la familia o en el propio ambiente, porque las ciudadelas ofrecen el ejemplo y el secreto de la unidad. Desarman a quien se ve tentado por la violencia en cualquier campo, porque demuestran, con el ejemplo, con la internacionalidad de sus habitantes, que es con la mansedumbre, fruto del amor, que se puede conquistar el mundo». Quien visita estas ciudadelas encuentra una casa, una familia, una madre: ¡María! Es Ella quien forma y da un toque mariano a la vida social de todo el Movimiento de los Focolares. En el Magníficat Chiara siempre nos ha indicado un programa de vida y de acción: «La “magna carta” de la doctrina social cristiana que inicia allí donde María canta: “derribó a los potentes del trono, elevó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías”. Lo hemos experimentado desde un inicio del Movimiento y todavía ahora: existe quien pone en común joyas, terrenos, bienes de todo tipo, quien pone en común sus necesidades. Eligiendo un estilo de vida sobrio, nos ayudamos entre todos a tener lo necesario. En el Evangelio está la más alta y arrolladora revolución. Y quizás está en los planes de Dios que también en esta época, comprometida en la solución de los problemas sociales, sea la Virgen quien nos dé a todos los cristianos una mano para edificar, consolidar, erigir y mostrar al mundo una sociedad nueva que sea el eco potente del Magníficat». Quisiéramos que la comunión de bienes entre las personas y las familias se extendiera a las ciudades, los Estados, los pueblos, los continentes, para abrir camino a la civilización del amor.

Roma – Congreso EcoOne 2018

Roma – Congreso EcoOne 2018

b_320_0_16777215_00_images_news_volantino_convegno_2018_v4_LREl congreso internacional “Nature breaks limits” (“La Naturaleza rompe los límites”) tendrá lugar en la Sala de Conferencias «I Gigli della Montagna» (“Los Lirios de la Montaña”), Avenida Monte Senario, 81 – Roma, Italia. Reflexionaremos juntos acerca de cómo los límites –geográficos, naturales, tecnológicos,…- pueden llegar a ser trampolines para un futuro sostenible del género humano y del ambiente terrestre.   Para Informaciones: EcoOne online   

Juegos Paraolímpicos Invernales 2018

Al concluir los Juegos Olímpicos Invernales con una grandiosa ceremonia inaugural se abrió la XII edición de los Juegos Paraolímpicos Invernales. Los juegos iniciaron el pasado 9 de marzo, en Pyeong Chang y se prolongarán hasta 18. Tal como han acordado los Comités Internacionales, los Juegos Paraolímpicos se realizan cada cuatro años, en la misma ciudad de los Juegos Olímpicos Invernales, con la participación de atletas con discapacidad física. Como subrayó el Papa Francisco, si «el deporte puede tender puentes entre países en conflicto y dar un válido aporte a perspectivas de paz entre los pueblos», los Juegos Paraolímpicos «testimonian con mayor evidencia que a través del deporte se pueden superar las propias discapacidades» gracias al «ejemplo de valentía, de constancia, de tenacidad en el no dejarse vencer por los límites» que ofrecen los atletas. «El deporte se presenta como una gran escuela de inclusión, pero también de inspiración para la propia vida y de compromiso para transformar la sociedad». Las primeras Paraolimpiadas Invernales tuvieron lugar en Suecia en 1976. Como para los Juegos de verano, deben su existencia a la tenacidad de algunos médicos, especialmente al inglés Ludwig Guttmann, quien desarrolló una metodología de vanguardia, para ayudar a los veteranos sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial a encontrar en el deporte competitivo una oportunidad para restablecerse y hallar un lugar en la sociedad.

Los fundamentos de la sociedad

Los fundamentos de la sociedad

DSC_8354 copia«También mi marido y yo estuvimos en el Congreso para parejas de voluntarios. Seiscientas personas, 14 idiomas. Un muestrario de sociedad, con participantes de los 5 continentes. Pero empecemos… del inicio. El primer día le di una mirada al programa. Sabía que el 3 de marzo, el Congreso felizmente coincidiría con el evento dedicado al décimo aniversario de la muerte de Chiara Lubich. ¿Pero los otros días? La vida de familia y de pareja, era la temática central, profundizada desde distintas perspectivas, con la guía de expertos. Estamos casados desde hace casi veinte años y tenemos dos hijos de 18 y 16 años. Superamos el “túnel” de las noches en vela, de los pañales y del prescolar. Concluimos la fase de la escuela primaria y secundaria, de los mapas que había que dibujar y de la historia antigua que había que aprender. Estamos navegando entre la adolescencia de nuestros hijos y nuestra experiencia de padres en busca de un presente sereno y un futuro que se presenta día a día. Un entramado de afectos, dificultades y carreras de obstáculos, estupor ante la novedad, dolor por los eventos tristes; a veces decepciones y mangas arremangadas para volver a empezar, pero también alegrías, pasión social, gusto por lo bello, apertura a las novedades y a los imprevistos, carreras de obstáculos entre los mil imprevistos de todos. En fin, una familia normal. Leo el programa y me entristezco un poco. La insistencia sobre temas de “pareja” me hace sentir un poco sofocada: ¿y el mundo? ¿La realidad de nuestro tiempo? ¿El arte, la cultura, las relaciones sociales? ¿Estaremos concentrados sólo “dentro”, analizándonos una y otra vez, después de tantos años? Soy una voluntaria, acostumbrada a mirar hacia “afuera” más que para “adentro”, a soñar en grande, a actuar en estrecho contacto con la realidad, con los esfuerzos de todos, tratando de ofrecer un aporte al mundo unido, como Chiara Lubich nos enseñó. El primer día me cuesta un poco empezar a “rodar”. Además mi esposo no está presente por compromisos de trabajo. En la noche, confieso, con mucho gusto me escapo para ir a la inauguración de una exposición en el Vittoriano, en el centro de Roma. Es mi forma de “oxigenar” la mente. Un poco desilusionada afronto el segundo día, esta vez en pareja. Trato de “resetear” mis pensamientos y entro en la dinámica, con todo mi ser. Descubro que mi esposo está haciendo el mismo esfuerzo. El cambiar de actitud nos permite seguir las distintas intervenciones con una mirada nueva. Es como si por primera vez recibiéramos las claves de lectura para renovar desde dentro “nuestro” sí, pronunciado hace tantos años, y nuestra familia, el ladrillito con el que nosotros componemos la sociedad, en este momento histórico. No puedo ser una buena mamá y profesional y dar mi pequeño aporte si no es a partir de mi relación con el primero y único compañero de mi vida, y a partir de la renovada unidad entre nosotros dos. ¡Así como una casa que sólo está en pie si sus fundamentos son profundos, sólidos, fuertes y sanos! DSC_8553El tercer día, todos juntos renovamos solemnemente nuestro “sí” para siempre, en el marco del Santuario del Divino Amor. No es un acto formal, sino sustancial y libre, con 598 testigos. En la tarde, mientras gradualmente se llena la sala que hospedará el evento del 10° aniversario, casualmente me siento junto a dos de los participantes. Una pareja que estuvo en el Congreso son nosotros. Todavía no los había visto. Intercambiamos pocas frases de presentación. Me entero que hace dos años perdieron un hijo. Me muestra su foto: un chico espléndido, con ojos claros y barba castaña. Tenía sólo 25 años, estaba en la flor de la juventud. Los ojos se me llenan de lágrimas. Descubro en esa mamá los rasgos de la Madre, representada por Miguel Ángel en la célebre Piedad. Es esta la familia. Un baluarte, una roca. Heroicos fundamentos de la sociedad, sin los cuales todo puede derrumbarse. Era necesario detenerse y enfocarse en la pareja. Ciertamente era necesario». Chiara Favotti

Señor, dame a todos los que están solo

  Señor, dame a todos los que están solos… He sentido en mi corazón la pasión que invade el tuyo por el abandono en que está sumido el mundo entero. Amo a todo ser enfermo y solo, hasta las plantas que sufren me dan pena…, incluso los animales solos. ¿Quién consuela su llanto? ¿Quién llora con ellos su muerte lenta? ¿Quién estrecha contra su propio corazón el corazón desesperado? Haz, Dios mío, que yo pueda ser en el mundo El sacramento tangible de tu Amor, de tus ser Amor: ser tus brazos, que estrechan a sí y convierten en amor toda la soledad del mundo. Chiara Lubich – Escritos Espirituales 1, Ciudad Nueva, Madrid, 1995. Pág. 35

Inicia curso Cátedra Ecuménica en Sophia

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SophiaDespués de la solemne inauguración de la Cátedra Ecuménica Internacional Patriarca Atenágoras-Chiara Lubich el pasado 14 de diciembre en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, con los mensajes de buenos deseos y estímulo del papa Francisco y del Patriarca Ecuménico Bartolomé I, los trabajos inician con una serie de lecciones del 5 al 27 de marzo sobre «La eclesiología de la Iglesia Ortodoxa». Son co titulares S.E. Maximos Vgenopoulos, Metropolitano de Selyvria, y el prof. Piero Coda. La Cátedra, un unicum en el panorama académico y cultural internacional, ve la luz a 50 años del primer encuentro entre el Patriarca Atenágoras I y Chiara Lubich. Quiere revisitar y actualizar el legado de aquel encuentro, de acuerdo con lo que el Patriarca le dijo a Chiara: « ¡Es una gran cosa conocerse; hemos vivido aislado, sin tener hermanos, sin tener hermanas, durante muchos siglos, como huérfanos! Los primeros diez siglos de cristianismo fueron para los dogmas y para la organización de la Iglesia. En los siguientes diez siglos hemos tenido cismas, división. La tercera época, ésta, es la del amor». En el saludo de apertura pronunciado el 5 de marzo, Piero Coda, decano de Sophia, refiriéndose a la metodología específica del camino de estudio y de vida del Instituto, basada en el compromiso de vivir el amor recíproco según el mandamiento nuevo de Jesús, dijo: «Queremos prepararnos con competencia y estupor para ser servidores y testigos de un ecumenismo que brota del amor de la Santísima Trinidad, el principio, la forma y el objetivo de toda unidad en la riqueza y belleza de la diversidad. Solo de esta manera podemos recibir recíprocamente los dones que los unos ofrecen a los otros, recogiendo los inestimables tesoros de gracia custodiados por las Tradiciones de nuestras Iglesias. Solo de esta manera podemos colmar las distancias que aún nos separan con el amor. Solo de esta manera podemos enriquecernos mutuamente. Solo de esta manera podemos alcanzar, con la gracia de Dios, la plena y visible unidad». En el contexto de la crisis de los equilibrios políticos, sociales y religiosos en el Cercano y Medio Oriente y entre las dos orillas del Mediterráneo, la institución de la Cátedra adquiere una importancia cultural y social a nivel internacional, proponiendo la activación de laboratorios de estudio y de investigación para las nuevas generaciones. Sus objetivos específicos son estudiar la significación cultural, revisar las etapas históricas y ahondar en las implicaciones existenciales y sociales del camino ecuménico hacia la plena unidad de las Iglesias, en el intercambio de riquezas espirituales, teológicas y culturales del Oriente y del Occidente cristianos. Además, ofrecer un lugar e itinerarios de formación académicamente calificados para aquellos que deseen prepararse para ofrecer su propia contribución de pensamiento, diálogo y vida a la promoción de la unidad entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia católica al servicio del encuentro entre los pueblos y las culturas.

Mujeres ejemplares

Mujeres ejemplares

María Cecilia PerrínMaría Cecilia Perrín era una alegre chica argentina. Nació en Punta Alta (Buenos Aires) en 1957. Después de dos años de noviazgo, vividos intensamente con el deseo de poner bases cristianas sólidas en la familia que comenzaba, se casó con Luis en 1983. Dos años más tarde, mientras estaba embarazada, se le diagnosticó  un cáncer. Con el apoyo del marido y de la familia eligió no seguir el consejo de un “aborto terapéutico”. Murió a la edad de 28 años, después del nacimiento de la hijita. Por su expreso pedido, sus restos descansan en la Mariápolis Lia (O’Higgins, Buenos Aires), lugar de alegría y esperanza. Su fama de santidad, el heroísmo en la aceptación de la enfermedad, el ejemplo de vida cristiana y las numerosas gracias recibidas por su intercesión, dieron comienzo, el 30 de noviembre de 2005, a la causa de su beatificación. MariaOrsola_bMaría Orsola Bussone, nació en 1954 en Vallo Torinese, en el norte de Italia. Era una chica abierta, generosa, deportista. A la edad de 11 años participó con la familia en un encuentro del Movimiento parroquial en Rocca di Papa. Escribió a Chiara Lubich: «Quiero amar siempre, ser la primera en amar, sin esperar nada de nadie, quiero dejarme trabajar por Dios como Él quiere y quiero poner todo de mí misma, para que esto sea lo único que valga en la vida». El 10 de julio de 1970, a los 15 años participó como animadora de un campamento de verano organizado por la parroquia. Fue en esa circunstancia que murió fulminada por un rayo, cuando se estaba secando el pelo con el secador. Su fama de santidad se difundió. Mucha gente va a su tumba para invocar su intercesión. A través de su diario personal y sus cartas se conoce su profunda espiritualidad. A ella está dedicado el Centro parroquial en cuya construcción ella había colaborado. El 17 de diciembre de 2000 concluyó la fase diocesana de la causa de su beatificación. El 18 de marzo de 2015, el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto por el cual fue declarada Venerable. MargaritaBavosiMargarita Bavosi, nació en 1841. Era la tercera hija de una familia acomodada de Buenos Aires (Argentina). Su vida fue feliz hasta los diez años, cuando de forma imprevista murió su mamá. El agudo dolor la impulsó a pedirle a la Virgen María que tomara su lugar. El encuentro con el Carisma de la Unidad y la respuesta a su deseo de santidad, la llevó a donarse a Dios en el focolar. Para todos ella es “Luminosa”. Vivió algunos años en Brasil, Argentina y Uruguay. Fue corresponsable del Movimiento de los Focolares en España. A los 40 años advirtió una inexplicable debilidad física, pero sólo después de tres años se llegó un diagnóstico preciso. Por la enfermedad no podía moverse, pero continuaba construyendo relaciones, tomando como propio el lema de S. Luis de Gonzaga “sigo jugando”. La noche del 6 de marzo de 1985, entre el asombro de los presentes, dijo: «Aquí estoy Jesús. He siempre tratado, en cada momento, de hacer todo delante de Ti». El 22 de noviembre de 2008 se cerró la fase diocesana de su proceso de canonización. A ella le fueron dedicados el Centro del Movimiento de los Focolares de Madrid y la Ciudadela internacional que está cerca de Nueva York. RenataBorloneRenata Borlone nació el 30 de mayo de 1930 en Aurelia (Civitavecchia, cerca de Roma). Creció en una familia que no era practicante pero sí unida, y a los 10 años vio el estallido de la Segunda guerra mundial. Sedienta de verdad, la buscaba en el estudio. Se inscribió en la Facultad de Química. Era una apasionada de la Ciencia. A los 19 años se vinculó con la vida evangélica de algunas de las primeras focolarinas, que recién se habían instalado en Roma, y a través de ellas sintió con evidencia que ¡Dios es Amor! A los 20 años comenzó a vivir en el focolar y durante 40 años estuvo al servicio de la Obra de María, con funciones de responsabilidad en Italia y en el extranjero. Desde 1967 y durante 23 años estuvo en la Escuela de formación de Loppiano, en constante tensión a la santidad. A los 59 años le anunciaron una grave enfermedad, y los pocos meses que le quedaban de vida los vivió completamente abandonada en Dios. Aún en el sufrimiento transmitía alegría y sentimiento de lo sagrado y repetía hasta el último instante: “Quiero testimoniar que la muerte es vida”. El 27 de febrero de 2011 se cerró la fase diocesana de su proceso de beatificación. Chiara Favotti Ver también: Alfredo Zirondoli, “Luminosa siguió jugando. Perfil de Margarita Bavosi”, Cittá Nuova, Roma. Giulio Marchesi, Alfredo Zirondoli, “Un silencio que se transforma en vida. La jornada de Renata Borlone”, Città Nuova, Roma.

Un “sueño” que se renueva

Un “sueño” que se renueva

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Foto © CSC Audiovisivi

El evento comenzó con música, con poesía, con imágenes en movimiento, con coreografía, cantos, para darle un marco y acompañar los testimonios que se fueron relatando, en el año dedicado al recuerdo de la Fundadora de los Focolares, a los diez años de su fallecimiento. Más de dos mil personas procedentes de todo el mundo (se ve porque algunos estaban vestidos con sus trajes típicos), estaban presentes también algunas autoridades religiosas – en primera fila se veía al Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin- y personalidades del mundo de la cultura, de la comunicación y de diversas instituciones que participaron del evento. Tuvo lugar el sábado 3 de marzo, en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, cerca de Roma. Una celebración que fue definida por muchos, no una conmemoración, sino  un festejo de la vida. Vida que nació del Carisma de la Unidad de Chiara Lubich en innumerables contextos del mundo, muy diversos, a menudo en territorios hostiles, en guerra, en zonas deterioradas, dando vida a obras de transformación social con timbre evangélico. Adriana es una artista brasileña: «No quería encerrarme en un taller. Chiara me dijo: elige a Dios, que es Quien te hizo artista». A partir del amor por los hermanos y la disponibilidad para involucrarse en un proyecto social en la favela de Pedreira, en el Sur de San Pablo, con el propósito de dar un techo a 500 familias en situación de pobreza extrema, renació para ella la posibilidad de hacer fructificar su propio talento de pintora. «Vine aquí – dice Adriana- para rendir homenaje a Chiara». Roberto y Maurizio, en Italia, inauguraron una pescadería, con el espíritu de la Economía de Comunión, porque «si la base de nuestro trabajo es la ganancia personal, ¿a quién le sirve? Nadie nos recordará por el dinero que tuvimos, sino por el bien que hicimos». María trabaja desde los 15 años en una escuela en la difícil periferia de París, de la cual, normalmente, los profesores se escapan para buscar otro trabajo, apenas pueden. «Esos niños deben tener las mismas posibilidades del que asiste a las principales escuelas de los mejores barrios de París». Letizia y su marido, empresarios, rechazan un importante ofrecimiento de trabajo arriesgando la quiebra de su empresa, con tal de no producir elementos para la industria bélica.
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Jesús Morán. Foto © CSC Audiovisivi

Y todavía más. Una pareja de sirios ofrece un testimonio a través de un video-mensaje: «No quisimos escapar de la guerra para no cerrar nuestra escuela para niños sordos. ¿A quién habrían podido acudir?». La voz y la intensa expresión de una actriz, transmite la historia de una niña filipina: escuchada en el Centro Social Bukas Palad (“con las manos abiertas” en idioma tagalog), en Manila: «Estoy agradecida, porque siendo pobre me he convertido en una persona especial, amada. Así comenzó mi renacimiento» Son sólo algunos de los frutos de la “intrínseca socialidad” del carisma de Chiara Lubich, como fue definido por el Copresidente de los Focolares Jesús Morán: «Chiara no fue una reformadora, su sueño apunta más arriba, al fundamento antropológico y teológico de cada reforma social: la fraternidad universal». La opción preferencial por los últimos – “rescatados del anonimato y convertidos en protagonistas”- caracteriza desde el inicio la historia de los Focolares.  
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Foto © CSC Audiovisivi

Es María Voce, quien recuerda las premisas de una experiencia que llegó a 182 países del mundo, con frutos tangibles de fraternidad, como las 25 ciudadelas, “bocetos de mundo unido”, presentes en todos los continentes. Ella cuenta: en los años de la Segunda Guerra Mundial, «las primeras focolarinas no se median a la hora de correr de una lado a otro de Trento para llevar su auxilio a cualquiera que lo precisara. Invitaban a los pobres a almorzar en su casa y, poniendo el mantel más lindo que tenían, se sentaban alrededor de la mesa: una focolarina, un pobre, una focolarina, un pobre; les daban de comer como hermanos, no como benefactores. El Evangelio, que leían juntas a la luz de una vela en los refugios antiaéreos, que lo descubrían y vivían con la intensidad con la que irrumpe esta Luz, se revelaba como fuente de la más profunda transformación social» En la gran pared de la sala, que se había convertido en una pantalla cinematográfica, van pasando como parte integrante del relato, las imágenes en movimiento de una larga historia, que partió de un sueño: “el gran atractivo del tiempo moderno_ penetrar en la más alta contemplación y permanecer mezclados entre todos, hombre junto al hombre”. En todos los países del mundo, donde Chiara Lubich será recordada, este sueño hoy se renueva. Chiara Favotti

Social-One: Por una sociedad abierta al diálogo.

Sociological Imagination and social promotion: the category of “Love” to read the changes taking place and imagine new future” (“Imaginación sociológica y promoción social: la categoría del amor para hacer una lectura de los cambios en curso e imaginar nuevos futuros”) es el título del Congreso. Es promovido por el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Estudios de Salerno y el research network Social-One, con el patrocinio de la Sección de Teorías Sociológicas y Transformaciones Sociales de la Asociación Italiana de Sociología (AIS) y en colaboración con Universidades de Recife (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Roma y Trieste (Italia) y el Instituto Universitario Sophia (IUS) de Loppiano (Italia). El objetivo del encuentro es sondear todas las perspectivas de análisis y de acción suscitadas por la categoría de la “acción agápica” en el ámbito de las disciplinas sociales y humanas, en la hipótesis de que dicho concepto pueda ofrecer nuevas claves de lectura y perspectivas de intervención para la promoción de una sociedad plural basada en la equidad, la inclusión y el diálogo. En los varios paneles se presentarán los aportes y testimonios que conjugan teoría, investigación y acción. Para información: Social-One online Invitación  

Asombro y empatía

Asombro y empatía

Asombro y empatía
Con este volumen de Manuel María Bru, Asombro y empatia, la editorial Ciudad Nueva da inicio a una interesante colección: Nueva Evangelización. Coeditada junto a la Delegación Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, busca ofrecer una herramienta de formación para catequistas, educadores y toda persona deseosa de vivir la fe de manera consciente, responsable y abierta al diálogo con una sociedad cada vez más plural. ¿Estaremos a la altura de una evangelización que realmente sea nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones, como quería san Juan Pablo II?, ¿de una catequesis renovada, más esencial, más mistagógica y más inculturada con el hombre de hoy, sobre todo con las nuevas generaciones? En nuestras manos está el intentarlo, a sabiendas de que, como nos dice Francisco, más vale «una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a sus propias seguridades» (Evangelii gaudium, 49). Acceso a las primeras páginas del libro.