Movimiento de los Focolares
Viaje a Colombia: 6 países, la misma revolución

Viaje a Colombia: 6 países, la misma revolución

David es un estudiante de Economía de Quito, Ecuador. La familia tiene una empresa de uniformes y él participa en la administración. Ganar un importante contrato en otra ciudad resulta ser un negocio inesperado, pero ya en la primera reunión con el director les proponen un negocio deshonesto. La mamá de David lo rechaza y así empiezan las dificultades: múltiples viajes, crecientes exigencias, revisión exhaustiva de la mercancía, como consecuencia suben los costos pero como los productos y el servicio son de calidad todo termina bien. Sin embargo se preguntan: ¿qué querrá Dios de nosotros en esa ciudad? Llegan a saber de las dificultades de una familia del lugar y les ofrecen una beca para que unos de sus niños pueda estudiar. Las ventas de la empresa aumentan así como el prestigio general por su estilo respetuoso de las normas y los valores. Ahora el proyecto es entrar a formar parte de las empresas de Economía de Comunión y mientras tanto, dentro de pocos meses, David se estará graduando.

Otros testimonios presentan a gente, apacible y firme en sus principios, valiente y radicada en el Evangelio. En esta sala de Bogotá se reunieron, desde del viernes 5 hasta el día de Pascua, más de mil personas, representantes de las comunidades del Movimiento presentes en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Estuvo presente también Mons. Ruiz, secretario del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización, y el nuncio Mons. Cavalli quienes  Intervinieron en el encuentro ofreciendo aportes valiosos. Los tres días del encuentro giraron alrededor del tema “La Palabra vivida nos hace uno” que ofrece la posibilidad de hacer un balance sobre la presencia de los Focolares en contextos muy variados, pero a menudo marcados por la desintegración, la violencia, la corrupción, la impunidad.

Parecen inútiles gotas de agua azul en océanos contaminados, pero sorprende la determinación de estas personas, nutridas por el Evangelio y por la espiritualidad de la unidad. “Desde los primeros tiempos –indica Chiara Lubich en un video con el que inicia el encuentro- la Palabra vivida ha sido un punto central en nuestra vida. Es el camino a la santidad abierto para todos. Y María es el modelo, porque ha vivido la Palabra en modo incomparable”. Cristopher, de Panamá, un adolescente de los Focolares, quien fue asesinado con una puñalada al pecho, cayendo víctima de un robo deja una estela de luz y muchos de sus coetáneos ahora siguen su ejemplo.

Interpelado por una serie de preguntas, Giancarlo Faletti indica la necesidad de mantener encendida la llama del amor recíproco y de la unidad y llevarla a todos los ambientes; invita a aceptar los complejos desafíos del mundo de hoy, también en esta parte de América; sugiere buscar las respuestas en el Evangelio, pero también estar preparados y actualizados sobre los temas de hoy para poder justificar con la razón la propia conducta y la propia cultura. Es un apasionante preludio al diálogo con la presidente María Voce, quien, como siempre, sigue cada cita a través de la conexión por video desde Guatemala. Pero, antes de la reflexión hay un momento recreativo: las tradiciones artísticas de los seis países conquistan el palco y el agrado de los presentes: ¡qué ritmos, que danzas, que trajes!

Maria Voce aparece en la gran pantalla y produce una ovación. Como si estuviese aquí. “¿Por qué tenemos que obedecer a Jesús y no a María?”, le pregunta angelicalmente Sharik, de siete años. “María –contesta la Presidente- quiere que obedezcamos a Jesús, como nos indicó en las bodas de Canán. Esto es lo que ella quiere, por eso obedeciendo a Jesús obedecemos a María”. Ésta es la primera de las nueve preguntas que culminan con una solicitud osada: estás conociendo las Américas, ¿qué puede ofrecer el carisma de la unidad a nuestros pueblos?

«He visitado América del Norte – hace la premisa María Voce-, son pueblos jóvenes, emprendedores, amantes de la libertad, siempre en busca de nuevas soluciones y de nuevas fronteras. Aquí en América Central en cambio estoy descubriendo una historia rica, antigua, plural, que data mucho antes de la llegada de los españoles. Tiene raíces profundas que atraviesan siglos y siglos de todos estos pueblos que conviven aquí”. Y todavía: “No sólo hay que resolver las desigualdades económicas. Me parece que este pueblo se puede llegar a ser una sociedad armonizada de pueblos que se donan recíprocamente sus propias raíces, sus propios acontecimientos históricos y culturales para ofrecer al mundo un testimonio de una convivencia que recupera totalmente el pasado”. Y al final, el augurio: “Hay que caminar por esta vía, confío en cada uno de ustedes. Jesús entre nosotros nos ayudará paso tras paso”.

Han sido días de reflexión y de fiesta. En fin, de Pascua. Y es precisamente esa mañana que Alberto Lo Presti, el director del Centro Igino Giordani, habla de Giordani. Una figura poliédrica, precursora de los tiempos de hoy y cofundador de los Focolares. Fue él el primero que puso en evidencia las novedades que ofrecía Chiara Lubich y las implicaciones culturales, civiles y sociales de su carisma. También hoy es capaz de llevar de la contemplación a la acción, de hacer converger “aquí y ahora”, de hacer aterrizar los propósitos y compromisos de estos días en la realidad de los países presentes.

Giancarlo Faletti hace el cierre de los “tres días”. Lo hace en español, agradeciendo por la inolvidable experiencia de comunión. “El Resucitado nos ha traídos los dones del Espíritu y ustedes me han hecho entrar en la vida de sus países. El corazón nos arde en el pecho, como a los discípulos de Emaús. Vayamos hacia todos, incendiemos cada corazón. ¡Felices Pascuas!”.

De Paolo Lòriga, enviado

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Colombia: Focolares y nueva evangelización

Mons. Octavio Ruiz

“Estoy contento de estar en Colombia justo en estos días y poder asistir a vuestro encuentro”, dijo mons. Octavio Ruiz, de paso por su País natal, quien se encuentra ahora en el Vaticano como secretario del Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización, el organismo creado por Benedicto XVI en el 2010.

En virtud de su reciente cargo mons. Ruiz fue invitado a tener una lección  sobre la nueva evangelización de parte de  los organizadores del convenio internacional de los Focolares, que eran más de un millar de personas provenientes de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panama, Perù, Venezuela Estaba presente en el encuentro de tres días el copresidente de los Focolares Giancarlo Faletti.

El secretario del Pontificio consejo resaltó las dimensiones de la evangelización, de la inculturación y del compromiso a través de las obras sociales, particularmente presentes aquí en América Central y  Sud América. “La característica de la nueva evangelización está en la frescura que nace de la Palabra”, subrayó el prelado, revelando que “sirven hombres nuevos, con corazones nuevos, con nuevas convicciones, con fuerza interior y ardor”. Debido a las múltiples fronteras que se abrieron luego de la secularización “es cada vez más evidente el rol fundamental que deben desempeñar los laicos y entre ellos las familias”

En el saludo final, mons. Ruiz dijo a los presentes que, “siguiendo el carisma de Chiara Lubich, pueden contribuir en la realización de la nueva evangelización. Todos ustedes son protagonistas” Los testimonios presentados durante los tres días de trabajo hicieron hincapié en el centro que es la Palabra vivida y la vocación a estar en primera línea de las personas que viven el carisma de la unidad.

Terminando el convenio de los Focolares intervino el nuncio en Colombia, mons. Aldo Cavalli, italiano de la provincia de Bérgamo, que celebró la solemne Misa de Pascua. En la homilía recordó la urgencia de la nueva evangelización y recordó la reciente reflexión de Benedicto XVI sobre la vida de los cristianos de los primeros tiempos, que se encontraban en una época donde reinaba el politeísmo absoluto con tantas divinidades y tantas verdades.

Sin embargo la Buena Noticia se abrió  rápidamente camino. ¿Cuál era su fórmula?, se preguntó el diplomático de la Santa Sede. Para el papa Ratzinger, la respuesta es clarísima: “Porque los discípulos vivían tan bien y anunciaban tan bien, que quien los encontraba quedaba impresionado e intuía que Jesús era la verdad”

El contexto de hoy se parece mucho al contexto de aquella época. Las dotes de los discípulos no cambian. “Para ser un buen discípulo –aclara mons. Cavalli-, deben comprender a Jesús a través de la Palabra, debo estar convencido para tener la capacidad  de anunciarlo. Si no he comprendido la muerte de Jesús, ¿como puedo anunciar la Pascua?”. Preguntas y perspectivas que hay que atesorar volviendo al propio País para acentuar una presencia comunitaria capaz de testimoniar la familia de un Dios que es Amor.

Paolo Lóriga, enviado

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Argentina: el diálogo a 360º

Con una superficie de 2.800.000 km2 la República Argentina tiene una gran variedad de climas que van desde el calor subtropical al frío antártico. Entre la Cordillera de los Andes y las costas del Océano Atlántico una inmensa llanura fértil que ocupa casi la mitad de su territorio, lo que le ha hecho ganar el título de “granero del mundo”. La variedad de paisajes la convierten en meta de numerosos turistas.
Un país abierto a las grandes masas de inmigrantes que hicieron propia esta tierra y le dieron pujanza y desarrollo. 40 millones de habitantes, concentrados mayormente en las grandes ciudades, muestran una gran diversidad de orígenes, en su mayoría italianos y españoles.
La corta historia argentina presenta una serie de conflictos que se reflejan en el presente: las luchas entre las provincias y el gobierno de Buenos Aires, golpes militares con dictaduras (la última y más dura entre el ‘76 y el ‘83 que dejó el saldo de 30.000 “desaparecidos”), la guerra perdida con Inglaterra por las Islas Malvinas-Flakland en 1982, el 30 % de la población que aún vive en considerables niveles de pobreza.
La mayoría de la población es católica, con presencia de cristianos de otras denominaciones. Le siguen los musulmanes y judíos y en menor escala se cuentan fieles de las demás religiones y personas sin una convicción religiosa.

Los ámbitos de la cultura en todas sus expresiones, las artes y el deporte produjeron personajes reconocidos en todo el mundo.
Sobre esta base, cuando Chiara Lubich visitó Argentina en 1998 tuvo distintos encuentros en los que pudo palpar la riqueza y la diversidad cultural, religiosa, social y política de su gente. Cuando tuvo frente a sí los 8000 miembros del Movimiento de los Focolares les dio una consigna bien precisa: “Aconsejo aquí, un diálogo a 360 grados, o sea, amar a todos… Para realizar este diálogo a 360 grados, ¿por dónde empezar? Por el primer punto del arte de amar. Esta es la consigna: amar a todos”

El Movimiento de los Focolares había llegado a la Argentina en 1957 a través de un sacerdote que había participado en la Mariápolis que se realizaba en las Dolomitas (Italia). Nació una primera comunidad de personas que adhirieron al Ideal de la Unidad en Santa María de Catamarca, en los Valles Calchaquíes (al noreste del País), tierra rica de cultura de los pueblos originarios de Sudamérica. Pocos meses después, hacia fines de 1958, Lía Brunet, Marco Tecilla y Ada Ungaro llegaron por primera vez a Sudamérica con un itinerario que incluía Brasil, Argentina (visitando Buenos Aires y Santa María de Catamarca), Uruguay y Chile. En octubre de 1961 y febrero de 1962 se establecieron los primeros focolares en Buenos Aires con Lía Brunet y Vittorio Sabbione, para animar la comunidad que crecía día a día. La espiritualidad de la unidad se muestra como un camino nuevo para este pueblo joven y su difusión es muy rápida. Se multiplican las Mariápolis y en 1963 se funda la Editorial Ciudad Nueva argentina. Los años siguientes son importantes para el Movimiento de los Focolares en Argentina ya que por tres veces consecutivas (1964, ’65 y ’66) Chiara Lubich visita este País. Durante el último de estos viajes Chiara misma pone la piedra fundamental del “Centro Mariápolis” (centro de formación) en José C. Paz, cerca de Buenos Aires.
Como un faro para toda Argentina y países limítrofes en 1968 en O’Higgins, Buenos Aires, nació la Mariápolis permanente (“Ciudadela Lía”). Un fuerte centro de formación para los miembros del Movimiento y de irradiación para los miles de visitantes que llegan los fines de semana. Desde entonces son más de 4000 los jóvenes que pasaron un año dando vida a este proyecto y entrenándose para ser testigos de este estilo de vida en sus lugares de origen.
A través de la Escuela de Estudios Sociales se profundiza en la Doctrina Social de la Iglesia y su concreción en la realidad política y social argentina. La Escuela de Formación Ecuménica hace lo propio en el ámbito del diálogo entre las distintas iglesias cristianas. Muchos de los miembros de los focolares que se formaron en esta escuela hoy participan en las comisiones diocesanas de ecumenismo.

El diálogo con los distintos Movimientos y realidades eclesiales da frutos abundantes para la Iglesia Argentina. Con las grandes religiones -judíos, musulmanes, hinduistas y otros– se entreteje un diálogo de conocimiento, amistad y colaboración muy fuerte. En el 2011 se realiza en la Mariápolis Lía el IV Simposio Judeo cristiano. Distintos grupos de personas con convicciones no religiosas adhieren al espíritu de los Focolares y realizan acciones locales.
La propuesta de Chiara, de sostener un diálogo a 360º, está echando raíces en las distintas realidades sociales a través de las personas y las estructuras del Movimiento. En 1991 había nacido también en Argentina la Economía de Comunión y se dio inicio al Polo Industrial “Solidaridad” en la Mariápolis de O’Higgins. En la actualidad 56 empresas adhieren al proyecto.

En el año 2001, marcado por una fuerte crisis política y económica, se fundó el Movimiento Políticos por la Unidad, que dió vida a múltiples iniciativas de formación, reflexión y acción; con grupos de diálogo político y la Escuela de formación política y social para jóvenes, con 12 sedes en todo el país. Como consecuencia del compromiso social y formativo de estos años, nació la Cátedra Libre Sociedad Política y Fraternidad, en la Universidad Nacional de La Plata. Desde allí se originó la RUEF (Red Universitaria para el estudio de la fraternidad).
El Movimiento en Argentina cuenta con más de 7.000 miembros comprometidos, 42.000 adherentes, miles de simpatizantes, 1 ciudadela con 200 habitantes, la Editorial Ciudad Nueva, 3 Centros Mariápolis para cursos de formación, centros focolares en las principales ciudades del país, comunidades esparcidas por todo el territorio, obras sociales sostenidas por sus miembros y la participación de los mismos en distintos ámbitos de la actividad política, social, cultural y eclesial. Son cientos de miles las personas que han tenido y tienen contacto con alguna expresión del Movimiento.

Links externos:
República Argentina: http://www.argentina.gob.ar/
Editorial Ciudad nueva: http://www.ciudadnueva.org.ar
Mariápolis: http://www.mariapolis.org.ar
Economía de Comunión: http://www.mariapolis.org.ar/edc/
Movimiento Políticos por la unidad: http://www.mppu.org.ar
Ruef: http://www.ruef.cl
Obras sociales: http://www.focolares.org.ar/8g-obras_sociales.html

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Colombia: el Genfest comenzó aquí

20120406-giovani-img_3175 Tan explosivos como recogidos. Tan vivaces como profundos. En el palco seis jóvenes cantan derramando alegría y ritmo. Vienen del Ecuador y del Perú, Venezuela y Costa Rica, Panamá y Colombia representando a sus coetáneos comprometidos en el Movimiento de los focolares. Son casi 200 en la sala del Centro Mariápolis de Tocancipá, cerca de Bogotá. Pueden por lo tanto decir, dando comienzo al encuentro: “Buenas tardes, Latino América! Queremos que sea un anticipo del Genfest!”

Parece contradictoria una propuesta de este tipo un Viernes santo. Y en efecto no tienen ninguna intención de bromear. Abrieron la tarde con la liturgia del Triduo, vivida en recogimiento y escuchando la Pasión de Jesús. Ningún salto, por lo tanto, se advirtió, cuando, concluyendo la liturgia, empezaron a contar de sus iniciativas sociales en las que trabajan para aliviar los dolores, la pobreza y la marginación de su gente. Pero sin olvidar el sufrimiento de los millones de hambrientos del Africa.

20120406-giovani-dsc_0263Los relatos manifiestan el compromiso y el coraje de comunicar el espíritu del carisma a todos y en los distintos ambientes, sin ningún tipo de proselitismo pero sin ser timorato, como la fundadora Chiara Lubich propone que se realice en un video que siguen con gran silencio. Giancarlo Faletti, copresidente de los Focolares, lo constata: “Ustedes son la palabra viva de Chiara y le permiten gritar su mensaje aún más fuerte. Se ve que Dios es el protagonista de vuestra vida personal y comunitaria, por lo cual digo que el Genfest ha comenzado hoy”. Se desata un júbilo general.

El Genfest se realizará a fines de agosto en Budapest. Faletti, conquistado por los jóvenes ha lanzado anticipadamente el evento. Podría parece audaz, incluso por sus respuestas. Pero los hechos le dieron la razón. Lo que sucedió luego fue mucho más que un tímido anticipo.

20120406-giovani-dsc_0251La parte fuerte del programa fue el diálogo a distancia con la presidente María Voce. La conexión por Internet funciona enseguida y ya se ve María Voce en la pantalla. Los jóvenes le habían enviado una serie de preguntas, agrupadas por temas. Ella entra enseguida en los argumentos y con su acostumbrada claridad, responde. Las cabezas aprueban respuesta tras respuesta, es mucha la fe que la presidente deposita en ellos.

Después de una media hora abundante, María Voce cierra su intervención. Misión cumplida. No hubo canciones ni pausas. Quedan los saludos finales. Ella pregunta si hay alguna pregunta que surja en ese momento. Es el Genfest que empieza.

La distancia se anula, en espacio y tiempo. La presidente está presente en plena sintonía. Uno tras otro van pasando al micrófono, rostros imberbes o con barba descuidada que sacan sus temas, la marginación y la pereza, la felicidad y el miedo al dolor, la muerte y la rabia por las injusticias. Manifiestan su perplejidad en acontecimientos propios, emblemáticos de su generación.

Estos jóvenes son exigentes: quieren comprender como Dios ve las cosas. María Voce va más allá. Los lleva a ver desde donde Dios ve las cosas: desde el abandono del crucifijo, de ese insondable misterio que esconde la potencia divina y la fragilidad humana. No es la cruz, no es el dolor: “Jesús abandonado es una persona que dio la vida por nosotros. En el sufrimiento Lo encontramos. Todos los dolores, si creemos en Dios Amor tienen un valor de redención” Es Viernes santo y hay luz en los ojos de estos muchachos. Pasó una hora y media. Fue un auténtico Genfest.

Paolo Lóriga, enviado.

Zapala (Neuquén)

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Con Èl es Pascua perenne

Zenit: Nos acercamos a la Pascua. Mientras que en el mundo se respira un clima de miedo por la amenaza terrorista, ¿qué respuesta ofrece el misterio del Viernes Santo y de la Pascua de Resurrección? «Cada día es un Viernes Santo. Al ver el telediario, ante la sucesión de asesinatos y atentados, ante esas imágenes inhumanas de violencia, ante el grito de esos sufrimientos, resuena el grito de abandono que lanzó Jesús al Padre en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”; su prueba más alta, las tinieblas más oscuras. Pero es un grito que no quedó sin respuesta. Jesús no se quedó en el abismo de aquel sufrimiento infinito, sino que, con un esfuerzo inmenso e inimaginable se volvió a abandonar al Padre, superando ese enorme dolor y reconduciendo así a los hombres al seno del Padre y al abrazo recíproco. Sabemos cuáles son las causas más profundas del terrorismo: el resentimiento, el odio refrenado, los deseos de venganza incubados por pueblos oprimidos desde hace mucho porque los bienes no son compartidos, los derechos no son reconocidos. Lo que falta es la comunión, la capacidad de compartir, la solidaridad. Es urgente, por tanto, suscitar en el mundo, por doquier, espacios de fraternidad, esa fraternidad reconquistada en la cruz. Desde esa cruz, Jesús nos da la lección altísima, divina, heroica, sobre lo que es el Amor: un amor que no hace distinciones, sino que ama a todos; no busca recompensa, sino que siempre toma la iniciativa; sabe hacerse uno con el otro, sabe vivir en el otro; tiene una medida sin medida: sabe dar la vida. Este amor tiene una fuerza divina, puede desencadenar la revolución cristiana más poderosa que tiene que invadir no sólo el ámbito espiritual, sino también el humano, renovando cada una de sus expresiones: cultura, política, economía, ciencia, comunicación… (…) el mandamiento que Jesús define como nuevo y suyo: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Cuando es vivido con radicalidad, genera la unidad y lleva consigo una consecuencia extraordinaria: el mismo Jesús, el Resucitado, se hace presente entre nosotros, como prometió “a dos o tres reunidos en su nombre”, que quiere decir en su amor, como dicen los Padres de la Iglesia. Una página de los inicios del Movimiento constata la sorpresa de cuánto íbamos descubriendo: “¡La Unidad! ¡Se siente, se ve, se goza, pero… es inefable! Todos gozan de su presencia, todos sufren por su ausencia. Es paz, gozo, amor, ardor, clima de heroísmo, de plena generosidad. ¡Es Jesús entre nosotros!”. Y con él, es Pascua perenne.» Leggi tutto il testo (Centro Chiara Lubich)