Movimiento de los Focolares

Un modo nuevo de ver las cosas

No tener preferencias y no esperarse una recompensa: he aquí la receta sencilla pero revolucionaria de Chiara Lubich para un estilo de amor que puede cambiar el mundo también hoy. “El que está en Cristo, es una nueva creación; “pasó lo viejo, todo es nuevo” (2 Cor 5, 17). (Esta frase) habla […] del  “hombre nuevo” (Cf. Ef 4,24) que, mediante el bautismo y la adhesión a la fe, se ha establecido en nosotros […] con un modo nuevo de ver las cosas, de actuar, de amar. […] ¿Cómo es este amor? […] Siendo una participación del amor mismo que está en Dios, que es Dios, se diferencia del amor simplemente humano por innumerables elementos, pero sobre todo por dos aspectos: el amor humano hace distinciones, es parcial, ama a algunos hermanos, como por ejemplo a los que son de su misma sangre, o a los cultos, a los ricos, a los guapos, a los respetables, a los sanos, a los jóvenes…; ama a los de una cierta raza o categoría, y no ama, o por lo menos no del mismo modo, a los demás. El amor divino, en cambio, ama a todos, es universal. La segunda diferencia está en el hecho de que en el amor humano, generalmente, uno ama porque es amado; e incluso cuando el amor es noble, se ama en el otro algo de uno mismo. Hay siempre algo de egoísmo en el amor humano, o bien, se espera a amar cuando el interés nos lleve a hacerlo. El amor divino, sobrenatural, en cambio, es gratuito, es el primero en amar. Por tanto, si queremos dejar vivir en nosotros al “hombre nuevo” si queremos dejar encendida en nosotros la llama del amor sobrenatural, también nosotros tenemos que amar a todos y ser los primeros en amar. En fin, tenemos que ser como Jesús, otros Jesús. Jesús murió en la cruz por todos: su amor fue universal. Y con su muerte fue el primero en amar.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 8 de enero de 1987) Extraído de: “Amar a todos, ser los primeros en amar”. Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva, Madrid, 1993, págs. 15-16.

Un lenguaje capaz de construir puentes

Un lenguaje capaz de construir puentes

Trento, ciudad natal de Chiara Lubich. Será la sede del próximo congreso dedicado a profundizar el valor de los textos, discursos y escritos, de la fundadora de los Focolares desde el punto de vista lingüístico y literario. El evento, que se desarrolla en el marco del centenario del nacimiento de Lubich, es coordinado por un grupo de estudio y de investigación internacional y podrá ser seguido por Internet.

© CSC Audiovisivi

No sólo palabras, sino cofres capaces de ofrecer nuevas comprensiones del carisma de Chiara Lubich. El análisis de lenguaje de la fundadora de los Focolares, de los textos de sus discursos y escritos, es, desde hace algunos años, el centro del trabajo de un Grupo internacional de Estudio e investigación en el ámbito de la Lingüística, la Filología y la Literatura que forma parte de la Escuela Abba del Movimiento de los Focolares. El Grupo, junto con el Centro Chiara Lubich, entre otras cosas es el promotor del congreso que tendrá lugar en Trento del 24 al 27 de septiembre de 2020 con el título “Chiara Lubich en diálogo con el mundo. Un enfoque lingüístico, filológico y literario de sus escritos”. Al respecto hablamos con la coordinadora, Anna María Rossi, lingüista, docente, colaboradora del Centro Chiara Lubich, una de las curadoras de la exposición “Chiara Lubich Ciudad Mundo” de las Galerías de Trento (Italia). ¿Por qué decidieron para este congreso un título que pone el acento en el estar “en diálogo con el mundo” de Lubich? Es una elección que nació espontáneamente de la experiencia de diálogo entre los estudiosos y estudiosas del grupo de investigación que lo promueve. Ellos representan ámbitos disciplinarios, edades, proveniencias culturales, geográficas y sociales muy distintas. Nutriendo del mensaje y del testimonio de Chiara Lubich nuestra vida y nuestro trabajo, experimentamos la riqueza y la fecundidad del diálogo, de la apertura al otro y de la valoración de la diversidad. A este propósito los discursos y los escritos de Chiara son una fuente preciosa, que amerita un estudio atento. Además nos parece que en el contexto en el que vivimos hoy, en un mundo cada vez más interconectado, pero que a veces le cuesta encontrar las palabras capaces de construir un tejido de relaciones auténticas, la temática del diálogo en todo sentido es particularmente actual. Las temáticas que serán afrontadas en el congreso son varias, tocarán distintos ámbitos y serán profundizadas por estudiosos de varias partes del mundo. Según su parecer, ¿cuáles con los aportes más originales e innovadores que ofrecerá este congreso para la comprensión del pensamiento y del Carisma de Chiara Lubich? Los escritos de autoras y autores que podemos considerar maestros del espíritu, como por ejemplo las místicas y los místicos, especialmente aquellos contemporáneos, a menudo son vistos como textos de edificación espiritual. En realidad son obras de gran valor literario, testimonios de una lengua viva, creativa, audaz. Son escritos que merecen ser estudiados y hacerlos accesibles a un público vario, no necesariamente religioso, pero que se deja tocar por la belleza y los valores. La palabra de Chiara, hablada o escrita, sus textos y sus discursos, son expresión de una excelente capacidad de entrar en relación con el otro y de donar su pensamiento y sus aspiraciones en forma sencilla, comprensible para todos, y al mismo tiempo literariamente eficaz. Los estudios más recientes en el ámbito lingüístico ponen en evidencia además cómo no sólo la realidad construye el lenguaje, sino que también es el lenguaje, las palabras que usamos, las que construye la realidad. No es difícil constatarlo también en la vida cotidiana; palabras de odio, excluyentes, ofensivas logran crear una sociedad cerrada, violenta, agresiva. Chiara siempre usó un lenguaje capaz de construir puentes, de abrir nuevas comprensiones, de llegar a cada persona, a cada pueblo. No por nada sus escritos son traducidos en los más variados idiomas, y también esto es un signo de un pensamiento y de una palabra capaz de abrazar a todo el mundo. ¿Es la primera vez que se realiza un congreso de este tipo? No, este evento pretende ser una continuación de otro congreso que se realizó en Castel Gandolfo (Italia) en el 2015, cuyo título se inspiró en una expresión de Chiara Lubich: “el decir es dar”. La palabra entendida como “don” y principal constructora de relaciones suscitó reflexiones de investigadores e investigadoras de varios campos del ámbito humanista, y que fueron recogidas en una publicación editada por Città Nuova “El decir es dar. La palabra como don y relación en el pensamiento de Chiara Lubich”. A cinco años de distancia hemos pensado de dar continuidad a aquella iniciativa, para presentar ulteriores estudios en el ámbito lingüístico y literario, basados en textos, sobre su pensamiento y carisma. Este encuentro habría tenido que realizarse en abril del 2020, en el marco de los eventos por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich, pero fue anulado debido al confinamiento. ¿Puede decirnos ahora cómo se va a desarrollar? Después de la pandemia suspendimos todo tipo de actividad pública, sin perder la esperanza de poder realizar igualmente el evento en el año del Centenario de Chiara, si bien con modalidades distintas. De hecho ahora –gracias a las nuevas modalidades de comunicación- nos encontramos en una situación que, paradójicamente, favorece una participación más amplia. De acuerdo con la Fundación del Museo histórico del Trentino, que albergue el evento en las Galerías de Trento, podemos acoger con seguridad unas cincuenta personas en forma presencial. Pero también se podrá seguir el Congreso a través de una conexión por zoom, solicitando el link a la Secretaría organizativa (studi_linguistici@centrochiaralubich.org.) De este modo participarán personas de varias partes del mundo; ya hemos recibido inscripciones desde México, Brasil, Venezuela, Taiwán. Las ponencias serán traducidas simultáneamente en portugués e inglés. Esperamos que sea realmente una posibilidad de “diálogo con el mundo”.

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Evangelio vivido: den y se les dará

Jesús revela la novedad del Evangelio: el Padre ama a cada hijo personalmente con un amor “desbordante” y les dona la capacidad de ensanchar el corazón a los hermanos. Son palabras acuciantes y exigentes: dar de lo nuestro; bienes materiales, pero también acogida, misericordia, perdón, con generosidad, al igual que Dios. Leche en polvo En una ciudad satélite cerca de Brasilia, hay un barrio muy pobre donde desde hace años llevamos no sólo ayudas materiales, promoción humana, sino que intentamos difundir la buena noticia de Jesús. Siempre me sorprende ver cómo estas personas descubren el amor de Dios y empiezan a ayudarse entre ellos, compartiendo lo poco que tienen con quien tiene menos. Ofrecen incluso la propia barraca. Fieles al “den y se les dará”, una señora a la que le habíamos entregado leche en polvo para sus niños nos contó que lo había compartido con su vecina que no tenía nada para darle a sus hijos. Ese mismo día, para su sorpresa, recibió más leche en polvo. (H.I. – Brasil) La herida Durante ciertas fiestas le doy a mis cuatro hijos una cuota para que compren regalos para los niños pobres. Este año mi hijo menor me pidió más dinero, había sabido que su papá estaba desocupado y no podía hacerles regalos a los niños que había tenido con otra mujer. Para mí fue como un balde de agua fría. Mi esposo nos había abandonado hacía años y dentro la herida estaba ahí. Esa noche lloré mucho, me sentía traicionada también por mis muchachos. Pero quizás era yo la que me estaba equivocando y el pequeño me estaba dando una lección. A la mañana siguiente le aumenté la cuota. Tiempo después mis hijos me pidieron que le ayudara a su papá a encontrar un trabajo. Era el colmo. ¡Precisamente ellos que nunca habían recibido ni un regalo de él ahora me pedían esto a mí! A pesar de los recuerdos dolorosos, entendí que tenía que poner en práctica el mandamiento de Jesús de amar a los enemigos. Le agradecí a Dios por su generosidad pero también porque me habían permitido quitar de mi corazón un resentimiento que me torturaba desde hacía años. (C.C. – Colombia) Despido Hace varios meses cuando la importante compañía de computación en la que trabajo anunció que iban a despedir al 40% de los empleados, entré en shock. Gracias a ese trabajo en mi familia no nos faltaba nada, si siquiera lo superfluo. ¿Cómo pagaríamos las cuotas de la casa? ¿Cómo hacer con el seguro de salud? Y así con las demás cosas. Con Jennifer y mis hijas nos sentimos más responsables con respecto a nuestra economía. Dispuestos a vender los objetos de mayor valor y a otros posibles sacrificios, pensamos en la posibilidad de trabajar por cuenta propia, considerando nuestras capacidades personales… Pero sobre todo nos confiamos a Dios Padre, y seguimos manteniendo la esperanza. El día de los despidos, 6500 de mis colegas perdieron el trabajo. Habría preferido desaparecer para no ver; pero después me quedé para compartir el momento con quien se iba. No sé cómo terminarán las cosas para mí, pero una cosa es segura, esta prueba nos ha unido más como familia, ha creado un vínculo profundo con otras familias y nos ha permitido abrir los ojos a los problemas de los demás. Ahora nos damos cuenta cuáles son las cosas importantes en la vida. (Roger – Usa) Perdoné al asesino de mi hijo Desde cuando mi hijo fue asesinado en un asalto, ya nada tenía sentido en mi vida. En mi búsqueda desesperada de ayuda, participé en un encuentro sobre el Evangelio. Allí escuché hablar de la frase de Jesús “Amen a sus enemigos”. Palabras que en mí resonaron como un mazazo. ¿Cómo podía yo perdonar a quien había asesinado a mi hijo? Sin embargo una semilla entró en mí. Frecuentando ese grupo, advertía cada vez más fuerte el impulso a perdonar. Quería reencontrar la paz del corazón. Y de cuál paz hablaba el Evangelio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. En la tragedia de mi familia, finalmente prevaleció la decisión de perdonar. Ahora puedo decirme verdaderamente “hija de Dios”. Recientemente fui llamada a una confrontación con el asesino de mi hijo que había sido capturado. Lo conocía. Fue duro, pero intervino la gracia. No sentí odio, ni rencor hacia él. En mi corazón de madre había sólo una gran piedad y la intención de confiarlo a la misericordia de Dios. (M.A. – Venezuela)

a cargo de  Stefania Tanesini

(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio de cada día), Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre 2020)

Chile, nace de los mismos chicos un proyecto de eco-educación

Del interés por el ambiente nace una propuesta inesperada y el inicio de un compromiso en el ámbito ecológico que hoy día ha alcanzado amplias dimensiones. La historia de Javier, un joven de diecisiete años de Chile. Siempre me ha gustado mucho la naturaleza y he sentido una conexión especial con ella. En el año 2017 me enteré del daño que la humanidad le estaba haciendo al planeta, “y –me dije- ¿qué puede hacer un simple adolecente para ayudar a cambiar la realidad del planeta?”. Pero, un día, mi tía me invitó a participar en un Foro de Desarrollo Sostenible que se realizaría en la sede de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Estaba sorprendido y al mismo tiempo entusiasmado porque mi tía que me dijo que como adolescentes debíamos asumir las decisiones importantes y alzar la voz, ya que el futuro nos pertenece a nosotros, entonces decidí participar y con la ayuda de la escuela involucré a otros compañeros interesados en la problemática social y ambiental. Durante el Foro pudimos conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las acciones que están realizando los países de América Latina y el Caribe para alcanzarlos. También tuvimos la oportunidad de expresar nuestra opinión ante todas las autoridades presentes. Una de las iniciativas que más nos llamó la atención fue CONCAUSA que es parte de la ONG América Solidaria. Esta ONG trabaja especialmente por la superación de la pobreza infantil y apoya la formación de los adolescentes para que sean auténticos agentes de cambio. Con dos compañeras decidimos crear un proyecto de educación. Lo postulamos al programa CONCAUSA una primera vez y no calificó. Sin embargo tiempo después, visto nuestro interés en estas temáticas CONCAUSA decidió llevar a cabo un taller llamado Accionadores, el cual nos enseñó a elaborar mejor un proyecto. Vimos que en el colegio había “basura” botada en el suelo y se generaban residuos sin ninguna conciencia. Nos propusimos promover la reutilización y reciclaje de los residuos y crear una cultura ecológica. Así nació el proyecto “Eco-Educación”. Observamos que gran parte del residuo eran Tetra-Pack. Entonces los reutilizamos para crear “Econtendores” para diferenciar la basura reutilizable, y lo envoltorios y botellas plásticas las usamos para hacer eco-ladrillos. Gracias a nuestro trabajo muchos de nuestros compañeros han aprendido a reciclar y ahora han involucrado a sus padres y lo hacen también en sus casas. Mientras tanto también junto con los Chicos por la Unidad de los Focolares de los que formo parte, hemos incluido, durante nuestros encuentros periódicos, talleres y la profundización de los temas ambientales. Después de un año de trabajo con nuestro proyecto “Eco-educación”, fuimos elegidos para representar a Chile en un Campamento Continental de “Concausa” que se realiza cada año en nuestro país y en el cual participan proyectos de las tres Américas. Yo estuve entre los participantes. La experiencia fue inolvidable. . Conocí personas de muchos países, cada uno tenía una cultura diferente, al conocernos recíprocamente nos sentimos iguales, éramos y somos una familia, una generación que lucha por un futuro más unido y solidario. . El último día fuimos invitados a  presentar un discurso frente a las autoridades de América Solidaria, UNICEF y CEPAL sobre las distintas realidades que vivimos en nuestros países y de qué manera estamos dando nuestro aporte a favor del ambiente. Ahora sigo conectado con los participantes en el Campamento y seguimos trabajando juntos a través de vídeo llamadas. Hemos ideado el proyecto “1000 Acciones para un Cambio” que intenta generar acciones ecológicas para mitigar la crisis climática, soy el representante en mi país para la implementación de este proyecto.  Aquí el testimonio de Javier con ocasión del lanzamiento de la campaña Pathway 2020-2021 “Dare to care”

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Amor que se vea

El amor cristiano no es solo una actitud interior, sino que se demuestra con hechos concretos, con hechos visibles, a partir de una simple sonrisa. Esta es la invitación que lanza Chiara Lubich  en el siguiente escrito. Aunque en este periodo de pandemia quizás la sonrisa se esconda detrás de las mascarillas, hay otras mil maneras de mostrar nuestro amor “Ámense mutuamente”[1]. Es la vocación de todo cristiano, pero, podríamos añadir, que, especialmente es la nuestra. En estos días me han venido a la mente las palabras que se decían de los primeros cristianos: “Mira cómo se aman, están dispuestos a morir el uno por el otro”[2]. Por tanto, se veía que cada uno estaba dispuesto a morir por el otro. Quizás esto dependía del hecho que, en tiempos de persecución, no era raro el caso de que alguno se ofreciera a morir por el otro. De todos modos, el hecho es que, esta medida de amarse entre los cristianos, se veía. A nosotros, por lo general, no se nos pide precisamente morir. Sin embargo, debemos estar dispuestos a hacerlo. Cada uno de nuestros actos de amor recíproco hay que hacerlo sobre esta base. […] Que también una simple sonrisa nuestra, un gesto, un acto de amor, una palabra, un consejo, una opinión, una corrección a su debido tiempo, a los hermanos, revelen nuestra prontitud a morir por ellos. Que se vea nuestro amor, no por vanidad, ciertamente, sino para garantizarnos el arma potente del testimonio. A menudo, también nosotros, como los primeros cristianos, estamos en un mundo sin Dios, descristianizado. Por lo tanto, debemos testimoniar a Jesús.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 11 de mayo de 1989) Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva, Madrid 1993, pág. 140 [1] Cf. Jn 13,34. [2] Tertulliano, Apologetico, 39,7.

Enid Brooks

  • Fecha de la muerte: 14/09/2020
  • Rama de pertenencia: voluntaria
  • Nación: Gran Bretaña

Poner en luz al otro

Con tres días de videoconferencia de los delegados de los Focolares en las diferentes áreas del mundo y el consejo general, ha comenzado una nueva fase preparatoria hacia la Asamblea General de los Focolares que se celebrará en enero de 2021. El encuentro de los responsables de los Focolares de todo el mundo finalizó el 12 de septiembre, celebrado este año mediante videoconferencia; una fecha que, en condiciones normales, también habría marcado el último día del mandato de la actual presidenta, María Voce. Pero estos tiempos – que de normal tienen muy poco – registran, en cambio, una prolongación del mandato de la presidente porque, debido al Covid, la Asamblea General, que tiene la tarea de elegir todos los órganos de gobierno de los Focolares, ha sido aplazada de inicios de septiembre de 2020 a 2021 (24 de enero – 7 de febrero). Entonces, ¿cómo transformar este tiempo de espera en un tiempo de gracia? Una pregunta que abrió y orientó la reunión de los responsables y a la que María Voce respondió de manera profunda y sintética: “¡Estamos llamados a dar testimonio de la posibilidad de relaciones trinitarias! Lo que simplemente significa: que cada uno haga de todo para que el otro se manifieste”. Las sesiones dedicadas a compartir la vida de las comunidades de los Focolares en las distintas áreas geográficas del mundo destacaron el compromiso global para afrontar el desafío y las nuevas consecuencias “hijas” de la pandemia del Coronavirus: la imposibilidad de hacer reuniones presenciales ha llevado a un aumento de encuentros digitales que, en muchas ocasiones, llegan a más personas y rompen esquemas territoriales o de categorías que, en la situación actual, están mostrando múltiples límites. Las dificultades económicas, además, exigen nuevas reflexiones en busca de soluciones para un estilo de vida sobrio y sostenible y a favor de obras y estructuras adecuadas. Además, el clima de creciente inseguridad personal y comunitaria empuja a una nueva opción de vida evangélica en vista de un mundo más unido. El tercer día del congreso marcó entonces el inicio de un nuevo camino preparatorio del Movimiento hacia la Asamblea General de 2021. El tiempo ganado servirá para favorecer una preparación más participativa y capilar, un camino sinodal. Hasta el 24 de octubre los miembros del Movimiento tendrán la oportunidad de profundizar en los temas recogidos hasta el momento para identificar aquellos de preferencia que serán incluidos en un documento de trabajo. Antes de Navidad, los participantes en la Asamblea tendrán la posibilidad de conocer a posibles candidatas y candidatos a Presidente y Copresidente. Y con una serie de Webinar, se podrán tratar las temáticas principales con la ayuda de expertos externos. La preparación terminará en las primeras semanas de enero con trabajos en grupo entre los participantes.

Joachim Schwind

Actuar en el mundo

Emmanuel y Annick del Movimiento de los Focolares dedican su tiempo libre a la Cruz Roja francesa.  Desde los comienzos de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, en todo el territorio francés se emprendieron acciones de apoyo a personas en dificultad. Esta pareja ayudó en dos de ellas. La primera actividad consistía en organizar la entrega de medicamentos o víveres a personas que no podían hacer las compras solas.  Emmanuel, que es ingeniero y trabaja en la Universidad de Estrasburgo, transcurrió el período de su voluntariado trabajando casi full time para coordinar la acción para toda la provincia de Bas-Rhin (alrededor de la ciudad de Estrasburgo). “Organizar los equipos y facilitar el flujo de informaciones –nos dice– fue un gran trabajo logístico.  A pesar de que a veces no conseguía salir de casa durante tres días, no me sentía solo.  Por el contrario puedo decir que tengo la frustración de haber trabajado duro sin haber podido ver casi nunca a los beneficiarios de mi trabajo». En ese período, los pedidos estallaron, sobre todo de alimentos. De hecho, muchas asociaciones de asistencia social tuvieron que cerrar, porque la mayoría de los voluntarios estaban obligados a quedarse en casa por la edad. La otra actividad fue lanzada del 29 de abril al 31 de julio de 2020 por el Parlamento Europeo en Estrasburgo, con la decisión de volver a abrir sus cocinas para preparar 500 comidas por día. La Prefectura era resonsable de la búsqueda de los beneficiarios de la comida a nivel local y la Cruz Roja francesa de la entrega.  Annick, que siguió su trabajo de enfermera y su actividad de voluntariado, dice: “Veíamos a las personas felices de recibir algo. Aunque algunos quedaron sorprendidos e incrédulos –pensando en controles escondidos– esperaban ansiosamente esa comida”. “Las instituciones invirtieron enormemente en el corazón de la crisis”, observa Emmanuel. ¿Qué significa este compromiso para Emmanuel y Annick? “Me alimento de la espiritualidad de los Focolares, pero la expresión de nuestra vida es en la sociedad, es dar (y dar de nosotros mismos) concretamente en el mundo”, responde Annick. Emmanuel añade:  “Es importante no quedarse en nuestro rincón, con personas de los Focolares, sino actuar en el mundo.  Además, los siete principios de la Cruz Roja que son la humanidad, la unidad, la universalidad, la neutralidad, la independencia, la imparcialidad y el servicio voluntario, están muy en armonía con el “arte de amar” y la “Regla de oro”. “En el contexto tenso de la crisis, la calidad de las relaciones humanas entre voluntarios y beneficiarios en el campo y en la organización fue importante.  Por ejemplo, fui mediador entre los voluntarios cuando surgieron tensiones.  El carisma de la unidad de los Focolares fue de gran ayuda para mí, para comprender las situaciones, perder mi idea, vivir el momento presente”, comparte Emmanuel. “Este período hizo surgir lo bueno o lo malo que hay en nosotros”, observa Annick. Su esposo está feliz de constatar que ha generado nuevas ideas para la acción, particularmente con relación a la divergencia digital o a la pobreza relacional. “La gran lección de la pandemia para muchos es la conciencia de que no podemos vivir el uno sin el otro –dice. La interdependencia fue la gran batalla de Chiara Lubich al final de su vida … Mi optimismo me lleva a creer que muchas personas quedarán involucradas en las asociaciones y desarrollarán su sentido del voluntariado”.

Émilie Tévané

Fuente: Nouvelle Cité, N°604, julio-agosto 2020, p. 41.

Acoger el dolor del mundo

El encuentro anual de los delegados de los Focolares de todo el mundo con los miembros del Consejo General del Movimiento tendrá lugar por videoconferencia desde el jueves 10 de septiembre hasta el sábado 12 de septiembre. El llamamiento de la presidenta Maria Voce. “Debemos olvidarnos de nosotros mismos y estar, como Movimiento, más disponibles a acoger el dolor del mundo”. Con este contundente llamado, la presidenta Maria Voce dio una clara indicación al congreso internacional de los responsables de los Focolares que está a punto de comenzar este jueves 10 de septiembre, vía videoconferencia. En un discurso durante un reciente encuentro con el Consejo general de los Focolares, Maria Voce comunicó su consternación ante los numerosos sufrimientos que diariamente informan los medios de comunicación, especialmente en este período de pandemia. Y compartió una pregunta con sus colaboradores más cercanos: “¿Quién puede absorber todo este dolor? Me parece que Dios nos pide estar más cerca de este dolor en el mundo, más disponibles para acogerlo, amarlo, a rezar… pero también para hacer algo más”. Una respuesta que es tanto un programa espiritual como de acción. El programa del encuentro de los delegados del Movimiento de todo el mundo con el Consejo General (10-12 de septiembre) se desarrollará a través de videoconferencia y se caracterizará por un amplio intercambio sobre los desafíos locales, propios de los diferentes contextos geográficos, pero también comunes, de este período en particular; con su enorme sufrimiento y su nuevo potencial. En el diálogo y en el compartir se intentará identificar la contribución específica de los Focolares a los cambios de época en curso, presentes y futuros. Esta temática seguramente no se agotará en estos días, sino que también quedará sobre la mesa para la próxima Asamblea General del Movimiento, inicialmente prevista para la primera quincena de septiembre de 2020 pero que debido a la emergencia Covid-19 se ha pospuesto para el inicio del próximo año: del 24 de enero al 7 de febrero de 2021. Durante la próxima conferencia, los delegados del Movimiento también serán informados sobre las modalidades propuestas por la Comisión preparatoria de la Asamblea general para aprovechar el tiempo “ganado” en vista de una participación cada vez mayor de todos los miembros del Movimiento en la preparación de la Asamblea.

Joachim Schwind

Estados Unidos: la pandemia nos pone en lo esencial

Estados Unidos: la pandemia nos pone en lo esencial

Un sacerdote recorre muchos kilómetros todos los días, desde hace meses, en bicicleta o con una camioneta para estar cerca de su comunidad. Una experiencia, vivida junto a un equipo de parroquianos, que ha unido y ampliado horizontes, con efectos también en la pos-pandemia. Si los periodos de encierro y las normas de distanciamiento social nos obligan a no acudir a lugares de como la parroquia, ¿por qué no puede ser el párroco quien haga de puente y vínculo entre todos? Esto es lo que está haciendo el padre Clint Ressler, un sacerdote católico de los Estados Unidos, que todos los días desde el inicio de la pandemia, recorre a lo largo y ancho el territorio de su parroquia de Santa María de la Medalla Milagrosa en la ciudad de Texas, para visitar a sus feligreses. Padre Clint, ¿cómo ha cambiado la vida en su parroquia durante esta pandemia? Es cierto que la pandemia está cambiando drásticamente la forma en que mantenemos las relaciones y las acrecentamos. Siento mucho más fuerte en mí la conciencia de que Dios nos llama a la corresponsabilidad. Como pastor, me siento aliviado y rodeado de un gran equipo, fuerte y muy motivado. Quizás, también debido al hecho de que estamos más enfocados en lo esencial de nuestra misión, experimentamos alegría y gratitud al ver los frutos de nuestro esfuerzo. Antes de la pandemia, mis días estaban llenos de contacto con tanta gente. Puede ser que en ocasiones haya estado demasiado ocupado con proyectos o reuniones o con estar presente y atento a cada persona. Ahora, también porque en todos hay necesidad de comunión, de relaciones auténticas, me encuentro más en mi “ser” que en mi “hacer”. La relación entre los grupos parroquiales y otros que ofrecen un servicio parroquial es más personal, con contactos a través del teléfono, las redes sociales e incluso con visitas breves. Me parece que este gran deseo de vivir la comunión, que Dios ha puesto en nuestro corazón, encuentra su camino para superar las dificultades. ¿Qué hizo para seguir estando cerca de sus parroquianos? Quizás también porque hay menos reuniones y una mayor atención a la misión esencial, no me siento tan ocupado como antes de la pandemia. Luego, está la voz de Dios dentro que sugiere ir más despacio, confiar en Él y tener paciencia. Al comienzo de la pandemia, trataba de visitar a muchos parroquianos, en bicicleta o con una camioneta. En los primeros meses, visité a doce familias al día. Ahora voy a un ritmo más lento; hago menos visitas, pero trato de pasar más tiempo con las personas. ¿Puede contarnos el momento más bonito y más difícil de estas visitas? No es fácil elegir un solo episodio. Una vez llegué a la casa de una familia que había perdido su casa unos días antes a causa de un incendio. Los niños se quedaron no solo sin techo, sino también sin juguetes. Un vecino le ofreció hospitalidad de inmediato y llevó a esta familia a su casa. Fue la visita más triste, pero la más edificante. Me llamó la atención cómo esta experiencia cambió repentinamente el llamado del Papa Francisco a ser “discípulos misioneros” de palabras hermosas a algo que podría y debería ser vivido desesperadamente. En su opinión, ¿qué traerá esta experiencia de positivo en la vida de su comunidad parroquial incluso después del final de la pandemia? La pandemia ha ayudado a muchas personas a familiarizarse con la “fe online”. Los parroquianos  se han vuelto más expertos en el uso de los medios tecnológicos n general, pero también en lo que concierne a su fe. Personalmente, me edifica cómo nuestros feligreses se cuidan unos a otros. Creo que después de la pandemia veremos los frutos de esta cercanía y estas expresiones concretas de reciprocidad. Con la pandemia, el sentido de solidaridad se ha vuelto aún mayor; nos sentimos llamados a vivir la solidaridad no solo con los cercanos, sino también en las necesidades y desafíos del mundo entero. Sentimos que “estamos todos juntos” en esta situación. Y espero que esto permanezca en nuestros corazones y en todo lo que hacemos, incluso después de la pandemia. Ud. conoce y vives la espiritualidad de los Focolares, ¿qué influencia tiene en tu vida como sacerdote y párroco, en general y especialmente en este período de pandemia? La responsabilidad de una parroquia puede ser pesada y compleja y requiere discernimiento y decisiones difíciles. Sin embargo, si trato de concentrarme en el amor concreto, no parece tan abrumador. Evidentemente, todo comienza con la unión con Dios. Como sacerdote y sobre todo como pastor, se me encomendó una tarea que implica influencia y autoridad. A veces, siendo el líder, puedo caer en un “enfoque empresarial” que valora la eficiencia, evita riesgos y evalúa resultados. La espiritualidad de los Focolares, el testimonio de Jesús, me llama al servicio, a la humildad y a la fidelidad en la paciencia. Comprendí que para nosotros el punto de partida fundamental para descubrir la voluntad de Dios es vivir con Jesús en medio. En otras palabras, debemos ser “Iglesia”, el cuerpo místico de Cristo. Mientras que por la gracia de Dios vivimos y crecemos en estas relaciones recíprocas, podemos escuchar la voz “sutil” del Espíritu Santo. Creo que estos años de vida con el Movimiento de los Focolares han arraigado en mí el deseo de llevar este tipo de discernimiento a la parroquia, con el personal parroquial, con el consejo pastoral, y con cada grupo y comisión.

Anna Lisa Innocenti