Publicamos, en castellano, el Llamamiento por la naturaleza y la humanidad que han elaborado EcoOne[1] y Civiltà dell’amore[2]. Ambas asociaciones proponen acciones concretas y la fuerza de la oración para evitar la destrucción de la naturaleza y de la humanidad. Cualquier persona puede adherir al llamamiento firmando la petición.
Estimulados por las decisiones tomadas por nuestros líderes –por ejemplo, recordamos la institución de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación (Patriarca Demetrio, 1989), la Evangelical Climate Initiative (2006) y la encíclica Laudato si’ (Papa Francisco, 2015).
Reconociendo la deuda que los pueblos de antigua tradición cristiana hemos contraído con los pobres de la tierra y las generaciones futuras a causa de la contaminación de la biosfera, consecuencia sobre todo de nuestro progreso irresponsable en los últimos siglos.
Conscientes de que la alarma por el cambio climático puede convertirse en una oportunidad para un nuevo desarrollo integral para todos los pueblos.
Nosotros cristianos, abiertos a la contribución de todas las personas de cualquier convicción, nos comprometemos en la oración y en la acción para evitar la destrucción de la naturaleza y una nueva guerra mundial, adhiriendo a los siguientes diez desafíos:
- Transformar en proyectos de paz las armas diseminadas a nuestro alrededor, sobre todo las atómicas.
- Incrementar la investigación en las ciencias de la biósfera y sus aplicaciones, para que puedan llegar a ser más seguras.
- Clasificar y reciclar los residuos domésticos e industriales.
- Intensificar el uso de fuentes de energía renovable.
- Desarrollar programas de reforestación y políticas forestales a todos los niveles (desde el plano local hasta el internacional).
- Potenciar el transporte ecológico, como los vehículos eléctricos y de hidrógeno, y las iniciativas de transporte público local.
- Destinar cada vez más los hidrocarburos a la producción de sustancias y materiales útiles a la humanidad, en vez de usarlos para la combustión.
- Evitar el desperdicio de bienes preciosos comunes como el agua y los alimentos, asegurando una distribución más equitativa de los mismos.
- Respetar a los demás seres vivientes, reconociendo que todas las cosas está en relación en el planeta.
- Transformar nuestras casas, nuestros barrios y nuestras ciudades en lugares caracterizados por la belleza, la armonía y la fraternidad.
¿Cómo?
- Apoyando la posición asumida por nuestros líderes y promoviendo leyes que estén en sintonía con aquella, como el Acuerdo de París.
- Promoviendo iniciativas acordes con la Regla de Oro y sosteniendo las iniciativas de otros, independientemente de cuál sea su creencia o convicción.
- Pidiendo consejo a nuestras comunidades y cooperando con ellas para promover acciones en pos de salvaguardar la naturaleza y la humanidad.
Podemos alcanzar estos objetivos si empezamos ya, antes de que sea demasiado tarde. En especial, podremos contribuir a que los gases de efecto invernadero no superen valores peligrosos, según lo previsto en el Acuerdo de París y como recomienda la comunidad científica.
[1] EcoOne es una iniciativa cultural internacional que reúne docentes, investigadores y profesionales que trabajan en el área de las ciencias medioambientales. Les une el deseo de enriquecer la conciencia científica con una lectura humanística de los problemas ecológicos y medioambientales.
[2] Civiltà dell’Amore nace del Comité de Enlace de Católicos por una Civilización del Amor. Trabaja en el campo del voluntariado y de la solidaridad con las poblaciones del sur del planeta. Su símbolo es el crucifijo de San Damián, que dijo a San Francisco: “Reconstruye mi casa”.
