“Esta historia comienza con la llegada a mi móvil de una aplicación para tirar el dado de la paz. Me llega a través de la red Living Peace y es una ruleta donde aparecen las distintas caras del dado. Se pulsa y la ruleta comienza a girar hasta que se para en una de las caras. Me pareció tan sencilla y simpática que la mandé al grupo WhatsApp de la comunidad local de los Focolares en Granada. En seguida, respuestas que la agradecen y una propuesta: ¿y si por la mañana tiramos el dado como comunidad? Y empezamos a hacerlo.

Algunos días después recibimos de la actual Presidenta de los Focolares, Maria Voce, la invitación a vivir con los jóvenes la Semana Mundo Unido. Es una iniciativa que nos implica a todos. Hojeando el dossier preparado para esta semana, que será especial por las circunstancias, veo que la paz es una de las pistas de actuación. Y entonces surge la chispa: ¿Por qué no unir lo que ya hacemos -tirar el dado- con la Semana Mundo Unido y hacer de nuestro empeño cotidiano la contribución de la comunidad local a esta iniciativa?

Lo propongo y decidimos juntos embarcarnos en la aventura. Se crea un grupo de WhatsApp específico para recoger las experiencias de cada día. Es un grupo donde no se dan avisos, ni mandamos pensamientos o vídeos bonitos, donde no llegan las noticias. Solo se ponen en común las experiencias del dado. En un solo día somos ya 47 miembros y comenzamos. Y sobre todo empiezan a llegar las experiencias…de todo tipo, porque entre los miembros del grupo hay de todo: jóvenes, ancianos, médicos, abogados, universitarios, amas de casa, profesores, alumnos de instituto, sacerdotes… Todas ellas poseen, sin embargo, características comunes: son breves, profundas, esenciales:

“Amar a todos. Todos pueden ser pocos en este tiempo. Hoy cocinando me doy cuenta de que mi hija lleva toda la mañana en su cuarto estudiando. Le he llevado una fruta pelada y partida. Su sonrisa ha sido mi mejor regalo”. M.E.

“Escuchar al otro. He salido a comprar y he visto a una amiga. Me ha dado mucha alegría y quería hablar un rato. La he visto mal, no podía ni hablar, no quería. He escuchado su deseo de silencio. Me he despedido enseguida cariñosamente”.  M.C.Q.

Pensamos en preparar algo bonito de tipo gráfico para poder compartirlas con todos. Y solo en cuatro días nos encontramos con 12 folios llenos de vida. Y no es fácil seleccionar algunas… ¡porque incluir todas es imposible! Ahora estamos en ello y siguen llegando experiencias nuevas.

Junto a las experiencias se cuelan mensajes de agradecimiento recíproco por la comunión: ‘me ayudan a ser concreta en el amor’, ‘gracias por compartir, siento que es verdad que vivimos los unos por los otros’, ‘este grupo rezuma frescura y vida evangélica’, ‘crece la comunión, crece la unidad’, ‘leer vuestras experiencias me ayuda a recomenzar cada día’, ‘estoy disfrutando y aprendiendo de vuestras experiencias’, por citar algunas.

Compartir sencillamente cómo vivimos el dado, sin florituras, sin detalles superfluos, porque debe entrar en un WhatsApp, dando protagonismo al Amor y no a nosotros mismos, está dando nueva linfa de vida a nuestras relaciones, a nuestro “ser familia”. Una familia que como comunidad vive por un mundo unido, una familia que bien enraizada en lo local, está abierta a la humanidad”. D.D.V.