«La empresa ya no es un estorbo para vivir el Evangelio»

 
Artículo sobre los 30 años de Economía de Comunión publicado en Alfa y Omega el sábado 29 de mayo.

Este fin de semana la Economía de Comunión está de cumpleaños; 30 años nada menos.

El semanario Alfa y Omega se hace eco de esta efeméride con un artículo de Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

Economía de Comunión cumple 30 años: «La empresa ya no es un estorbo para vivir el Evangelio»

El Movimiento de los Focolares celebra este fin de semana el 30 aniversario de su propuesta de «una economía basada en el dar más que el tener»

Corría el año 1991 cuando Chiara Lubic, fundadora del Movimiento de los Focolares, viajó a Brasil y allí se quedó impactada por las condiciones de miseria en las que vivían muchas familias. Por ello lanzó una propuesta de una economía distinta, «basada en el dar más que en el tener».

La idea fue recogida enseguida en diversas partes del mundo y así comenzaron a nacer empresas en torno a la lógica de la economía de comunión. «Nace casi inmediatamente porque es una idea muy potente», afirma Jesús Laso, coordinador de la Economía de Comunión (EdC) en España. «Siempre se ha pensado que la empresa es un estorbo para vivir el Evangelio, y no tiene por qué ser así. Esta forma de economía es un medio de poder amar más concretamente, en el que compartes tus talentos para generar riqueza para otra gente», añade.

Economía de Comunión organiza un evento mundial este sábado 29 de mayo, de 13:00 a 17:00 horas, en Lopppiano (Italia), la primera ciudadela de los Focolares. Para España, la cita será el domingo 30 de mayo, de 10:30 a 13:30 horas a través de su canal YouTube.

En su viaje a Brasil, la fundadora de los Focolares se dio cuenta de que las necesidades de los pobres no estaban cubiertas, por lo que propuso crear empresas que compartieran sus beneficios dividiéndolos en tres partes: una para el desarrollo de la empresa, otra para la formación cultural y otra para la ayuda a los necesitados.

«Ese es el concepto clave –asegura Laso–. No se trata de ganar a toda costa, sino de dar y darte tú mismo, y que otros se beneficien».

Las primeras empresas españolas que se adhirieron a la Economía de Comunión datan del año 1993, y las primeras que surgieron desde cero con esta inspiración son del año siguiente. 30 años después hay 800 empresas de EdC en todo el mundo, incluso varios polígonos industriales pequeños de 15 o 20 empresas cada uno, y algunas corporaciones muy grandes en Brasil y Filipinas.

«Esto no es filantropía ni dar de lo que te sobra, ni asistencialismo. La Economía de Comunión nace para dar respuestas a las necesidades de la gente, y aquí lo primero son las personas, no la empresa».

Con todo, las empresas de EdC funcionan y son sostenibles, «y son como cualquier otra: hay algunas que han fracasado y otras han tenido un éxito muy grande», dice Laso.

Aunque en este momento las empresas de EdC en España no son muy numerosas, «somos una luz en la oscuridad. Con nuestra actividad decimos que esta forma de hacer empresa es posible, que no es una utopía, que nosotros lo hemos vivido y hemos salido adelante compartiendo beneficios y protegiendo los puestos de trabajo aun en medio de las crisis».

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