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   María Inés il 12/12/2024 alle 14:05

   Dar la vida en la enfermedad del varón que fue mi esposo nos condujo a arrancar del cielo la gracia sobrenatural de la unidad. Y en nuestra separación por su muerte, experimenté al Dios vivo en mi y supe quien era en El. El en mi y yo en Ti. Una vivencia por gracia que elegí no perder, sabiendo que era necesario estar muy atenta a aquello que tenía que cambiar para madurar en ‘ esa frecuencia’ Fue al salir del templo luego de recibir a Jesús Eucaristía, que mi expresión síntesis atrajo valorándola mucho a un desconocido. Supe que nuestras diferencias eran abismos profundos y abracé en su soledad existencial a nuestro Esposo del alma. Pude ser próxima al milagro de la vida que existe en cada corazón y él me dio el sabio que también vive en él Una reciprocidad de conciencias en cuidar la dignidad de nuestro ser por el cual vivenciamos nuestra naturaleza trinitaria. Esta persona no quiso que nos volviéramos a encontrar personalmente. Intuí que quería cuidar la ‘ valiosa realidad ‘ que permitió nos comunicáramos en la dimensión que es invisible a los ojos y lo respeté en su libertad. Otro modo de ser próxima
   Hoy puedo decir ‘ la piedra descartada ha sido la piedra angular del nuevo edificio vital ‘ Células vivas de la Iglesia transformadas en salud relacional en esta tierra siendo semillas que mueren caminando a las tierras y cielos nuevos

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