Egipto, una trágica incertidumbre

 
Reproducimos un artículo sobre la difícil situación que atraviesa este país, cuna de una gran civilización.

El artículo que reproducimos a continuación aparece en la versión on line de Città Nuova. También se puede encontrar más información sobre la situación en Egipto en la página web internacional del Movimiento de los Focolares.

16/08/2013. – Roberto Catalano. Tras los enfrentamientos entre los partidarios del depuesto Presidente Morsi y los militares, los muertos se cuentan por centenares y por millares los heridos. El temor de la población ahora es por la posibilidad de atentados y la explosión de una guerra civil, como en Siria.

Ante las televisiones de todo el mundo, observamos cómo evoluciona trágicamente la precaria situación de Egipto. En los últimos días ha sido difícil poder seguir en tiempo real cuanto sucedía. Ahora, con el alto el fuego y con el estado de emergencia declarado por el ejército,  se intenta comprender el estado de la situación; una situación que continúa en máxima tensión. Hemos intentando mantenernos en contacto –en la medida de lo posible- con nuestras fuentes en la capital egipcia. Nos han mantenido informados ya sea del desarrollo de los hechos, ya sea de los problemas encontrados para descifrar un futuro envuelto en una nebulosa y con grandes peligros para todo el país.

“Obviamente, los sucesos de estos días, deben leerse en el contexto de cuanto sucedido desde el 30 de junio. En aquel momento el pueblo salió a las calles, manifestándose contra el Presidente Morsi, elegido democráticamente el año anterior, pero que millones de egipcios ya no querían como su jefe estado. Dicha manifestación se repitió, de manera todavía más fuerte y con una presencia más contundente de personas, el 26 de julio.

Al mismo tiempo, los Hermanos Musulmanes han insistido para la vuelta del Presidente, sosteniendo que era el primer jefe de estado elegido democráticamente en Egipto. Se ha buscado establecer un diálogo entre quienes desde finales de junio se habían alzado con el poder y los partidarios de Morsi. Ante su solicitud de una vuelta del presidente desautorizado, se propuso la formación del nuevo gobierno de participación al proceso político que ejército y otras fuerzas del país habían puesto en marcha el 30 de junio. Lo que se deseaba evitar era que el poder fuera gestionado por una única fuerza política. Las negociaciones, con las mediaciones de otros países –Estados Unidos y Europa- duraron seis semanas, mientras los partidarios de Morsi continuaron manifestándose en dos plazas para obtener su vuelta”.

Durante este largo período se ha asistido a una progresiva polarización que ha hecho aumentar la tensión entre las dos almas del país.

“Hace tiempo –nos cuenta desde El Cairo- se invitó a los manifestantes a abandonar la plaza de Rabia el Adawiat y, antes de comenzar el desalojo, se anunció que las fuerzas del orden liberarían la zona, pidiendo a todos que dejaran pacíficamente las zonas ocupadas. Todo ellos a través del lanzamiento de panfletos desde helicópteros que sobrevolaban la plaza y del uso de altavoces. Se dejó libre un camino que permitía el paso a quienes quisieran abandonar la plaza. Fue usado, pero desgraciadamente sólo al final de las operaciones militares y tras la caída de muchos”.

Desde la capital egipcia confirman que “es difícil decir quién comenzó a disparar. Un periodista de EuroNews presente declaró que los primeros disparos salieron de la plaza de Rabia el Adawiat. Uno de los dos primeros que perdieron la vida fue un general de la policía. En total, la policía ha tenido 43 muertos, entre los que dos generales”. Todo esto nos dice lo dura que ha sido la batalla, sin ahorrar golpes de una parte y de otra.

Las cifras totales de muertos y heridos que se han difundido ascienden hasta ayer (15 de agosto) a 525 muertos (202 en Rabia el Adawiat, 83 en Anahda; los demás, en varias ciudades de Egipto), mientras que los heridos ascienden a 3.717

Nos cuentan que, “sin duda los enfrentamientos han sido muy violentos, según se podía ver a través de la televisión. Manifestantes atacaron comisarías y edificios del gobierno. También los cristianos han sido objeto de violencia para intentar crear un clima de odio entre musulmanes y cristianos”. Hasta ahora han sido quemadas al menos 23 iglesias en varias ciudades, incluyendo algunas antiquísimas que la tradición atribuye a los primeros siglos. Entre ellas, el Monasterio de la Santa Virgen y el de Anba Abra’am. Aunque no venga siendo usado como monasterio, la zona incluye tres iglesias y algunos centros sociales que asisten a las personas de los pueblos cercanos. También ha sido quemada la iglesia copto-ortodoxa de Sohag, a 460 kilómetros al sur de El Cairo, donde tiene su sede el obispo copto-ortodoxo de la región. Se han registrado varios ataques también en la región de Minya y en varios pueblos de distintas partes del país.

Actualmente, tras la evacuación de los manifestantes de las dos plazas, no se han dado más reagrupaciones estables y la situación general, según nos confirman, es ahora, sin dudarlo, más tranquila. También el 15 de agosto hubo atentados, pero todos están preocupados por lo que sucederá hoy. Es viernes, día de oración, y podría usarse para crear tensiones y enfrentamientos.

“Somos conscientes de que es imposible predecir el futuro de nuestro país. Muchos temen que haya comenzado un periodo de atentados y que Egipto pueda desembocar en una situación similar a la de Siria. Obviamente se desea una solución distinta”.

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