Hace unos 20 años, mi ex directora de escuela me pidió que colaborara durante el mes de enero para cubrir a un integrante del programa radial “Senda de esperanza ” de FM Paraíso de Punta Alta. El mes se extendió hasta hoy porque ese es el tiempo que llevo en el programa. Por supuesto como novato que era hacia pequeños trabajos dentro del programa, atendía el teléfono y me asignaron la tarea de tesorero del mismo.
Digamos que siempre me atrajo ese mundo misterioso de la comunicación.

Me pareció que eso era lo que Dios me pedía que hiciera. Había conocido el Ideal de Chiara Lubich hacia unos 4 o 5 años y estaba dispuesto a hacerlo conocer por todos los medios. Ese me parecía que era el más acorde a mi y el entusiasmo que me inspiraba era inmenso.
Pero las cosas no son siempre como uno piensa, “tus caminos son una locura… pero son los únicos que quiero recorrer” como dice Cecilia Perrin.
El programa era y sigue siendo, después de cambios que se dieron entre esos años, una pequeña aglomeración de Movimientos de Iglesia, con distintas formas de entender la comunicación, la catequesis, carismas, etc. Aclaro que uno no debía ir todos los domingos, era solo dos domingos al mes y el programa dura 2 horas 45 minutos para luego transmitir la misa.
Con el tiempo fui entendiendo como tenía que actuar. “Postergué” lecturas de la Palabra de Vida, artículos de Ciudad Nueva, y un montón de otras situaciones que me dolieron pero. Me hice nada y serví de lubricante para que ese motor continuara andando. Vi pasar mucha gente por el programa, cada equipo, por programa, es de 3 personas. Una vez algo que se dijo me ofendió mucho y decidí irme ¡que complejas son las relaciones!. Luego se aclararon las cosas y continué en el programa. Ahora si me voy es por la edad y una escalera muy empinada que me va dando trabajo subir.
Soy un simple amateur en esto, no tengo estudios sobre medios de comunicación ni titulo alguno, y solo busco la unidad con los posibles escuchas y con los otros miembros del programa. El espíritu de la unidad es mi única herramienta y Jesús abandonado me acompaña.
Por suerte en estos últimos tiempos, dos años más o menos, hay dos personas con las que compartimos el ideal de Chiara Lubich. Sigo siendo amateur, de regular para abajo, pero estos caminos son muy misteriosos, veremos qué me encuentro en el camino.
Luis Correa (Comunidad de Punta Alta,Provincia de Buenos Aires, Argentina)