50 años en Paraguay: fiesta de la unidad

 
Se celebraron en Asunción los 50 años de la llegada del espíritu del Movimiento de los Focolares a tierras guaraníes.

DSC_0221Domingo 16 de noviembre. Fiesta en el Centro Mariápolis “Madre de la Humanidad”, en Asunción, Paraguay.
400 personas de todas las edades, desde los “pioneros de la unidad” en la tierra de los guaraníes a los recién nacidos, se encontraron en una jornada memorable, aún en la sencillez de las reuniones familiares.
Sí, porque se trata de una “gran fiesta en una sola lengua” la del amor recíproco.
“Vy’aguasu peteĩ ñe’ẽme”, era el título del evento en guaraní, la lengua oficial del país, junto al castellano. El idioma del corazón.
Los protagonistas de los inicios del Movimiento en Paraguay que están todavía entre nosotros, transmitieron el encanto del descubrimiento de una novedad y las aventuras de quien siguió, sin saber bien cómo y dónde, una luz que iluminaba todos los aspectos de la existencia: el Evangelio puesto en práctica. El amor al prójimo, incondicional, concreto y exigente, llenaba y sigue colmando la vida de Aurora Murdoch, Elena de Gill y Ceferino Villagra, octogenarios que contagian vida con sus ojos luminosos y la sabiduría que sale de su boca.
DSC_0157Daniel Galeano, auténtico “patriarca” de la comunidad focolarina durante años, ya fallecido, fue recordado con anécdotas conmovedoras de Eduardo, compañero y “hermano” de muchas aventuras.
De la espontánea vida evangélica del primer grupo se fue pasando, de a poco, a una actividad más ramificada y organizada que se desarrolló en los últimos años. Justamente parece apropiada la “parábola” de la pequeña semilla que se convierte en “un árbol que extiende sus ramas sobre todo el mundo” vaticinada por Chiara Lubich y recientemente evocada por el papa Francisco.
Siguiendo las “tres palabras” que el Pontífice dirigió recientemente a los miembros de la Asamblea General de los Focolares, la jornada intercaló breves reflexiones sobre “contemplar, salir y hacer escuela”, enriquecidas por experiencias concretas e incisivas de acción en el campo de la bioética y de la persona, de la inclusión social y de la novedad que es en la Iglesia la vocación de los focolarinos: personas que dejaron todo para ser, por y con Jesús, apóstoles de la fraternidad universal. Laicos, trabajadores, “padres y madres de almas”, célibes y casados -según su estado de vida, consagrados a Dios-, componentes de una original familia en la cual vive, como en Nazareth,
el mismo Jesús, aún si espiritualmente.
DSC_0167También en Paraguay, como en todos los puntos de la tierra, la luz del Evangelio se hace carne en la cultura, en el modo de ser y de vivir del pueblo que lo habita. Y aquí, son fuertes las raíces de sus primeros habitantes: los guaraníes, los más numerosos entre una veintena de pueblos originarios presentes en el territorio desde más de cinco mil años, como confirman descubrimientos recientes.
Un pueblo naturalmente comunitario, que vive en armonía con la naturaleza y tiene un fuerte sentido de lo sagrado y de la dignidad de cada hombre y de cada mujer. La investigadora en historia y docente Diana Durán, autora de un libro de próxima aparición, ha resumido la riqueza de sus valores y se hizo portavoz de la propuesta de los Focolares: redescubrirlos, después de siglos en los cuales se mantuvieron escondidos y despreciados, y proponerlos como antídotos a los anti valores que amenazan la sociedad actual.
Pero también la actualidad de la Iglesia, con el reciente Sínodo sobre la Familia está presente en el hoy de los Focolares. Del Sínodo, las Familias Nuevas de los Focolares se hacen portadores de un mensaje de misericordia para sanar heridas, la invitación al acompañamiento y la evangelización “familia a familia”, persona a persona, relación a relación, para reconstruir otro pilar de la sociedad paraguaya, aún fuerte pero siempre acosado por las ideologías de moda.
Un pequeño y profético signo a la sociedad fue la entrega del premio “El Arte del Diálogo”, en su primera edición, promovido por el programa radiofónico “360”, a cargo de un periodista y una presentadora miembros del Movimiento, que, después de un voto online fue asignado a Mons. Adalberto Martínez Flores, actual obispo castrense, por la promoción de la Mesa Coordinadora Multisectorial de la provincia de San Pedro, nacida por su iniciativa en 2010, en un contexto de fuertes aspereza que dividían la sociedad. Gracias a esta iniciativa, aún en marcha, que ha convocado a terratenientes, industriales, campesinos sin tierras y otros actores sociales, se obtuvieron importantes mejoras en el clima social y en el desarrollo de los estratos más postergados.
DSC_0273Las comunidades de los Focolares presentes en el país expusieron con simplicidad lo que hacen. Una vida donde sobresale la solidaridad “en casa y fuera de casa”, especialmente en las situaciones de sufrimiento.
Parecía ver escritas con la vida las palabras de los Hechos de los Apóstoles “no había entre ellos ningún indigente porque quien tenía bienes los ponía en común”, “de ellos decían: mira cómo se aman, los unos por otros están dispuestos a dar la vida”
Finalmente, imposible no mencionar a los jóvenes y adolescentes. El conjunto musical a contagiado a todos con su entusiasmo y los chicos, únicos directores y protagonistas de los momentos que compartieron con un centenar de sus coetáneos, fueron modelos creíbles de vida contra la corriente del “todo enseguida”. Los más chicos, los Gen 4, como siempre conquistaron con la inmediatez de su vida evangélica. ¡Cuántos padres, cuántos hermanos cambiaron muchas cosas de su vida después de haber visto y escuchado sus actos de amor!
Los desafíos son muchos, pero cuando la familia está unida, nada parece imposible.

(Colaboración de Silvano Malini – Fotos de Mario Garcete)

Ver también: Mensaje de María Emmaus Voce

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