Montevideo: compartir genera familia

 
Cuando una comunidad se reúne y comparte, aún cosas simples, experimenta la fraternidad que supera toda división.

Uruguay3Un día espléndido de sol y luminosidad, pero no caluroso como es habitual en estos días del año, nos acompañó como marco de una fiesta de familia del Movimiento en Montevideo a las más de 200 personas de distintas edades que participaron el domingo 14 de diciembre pasado en el encuentro de comunidad de fin de año que se hizo en el Centro Mariápolis “El Pelícano”, en las afueras de Montevideo.
Desde el primer momento se percibió una alegría muy grande en pasar un día juntos: algunos la esperan desde mucho antes y estaban presentes nuestros hermanos judíos y también nuestros amigos que no tienen una fe religiosa.
El programa fue muy simple: juegos, un momento de profundidad con meditaciones de Chiara Lubich relacionadas con la Navidad, la invitación a generar en los próximos días momentos de encuentro con quienes se Uruguay2hubiese entorpecido la relación, la tradicional representación del Pesebre por parte de los más chicos y algunos adultos que los ayudaron a prepararse. Y después mucho tiempo para encuentros espontáneos entre todos. Se percibía un fuerte deseo de compartir, mate de por medio, vivencias, miradas, reflexiones… “¿Cómo hago para seguir viviendo nuestro Ideal sin momentos como este?”, decía un adherente con una amplia sonrisa. Nuestros hermanos judíos quisieron acompañarnos también durante la celebración de la misa. Cuando nos saludamos nos decían que “somos realmente de la misma familia, verdaderos hermanos y hermanas”.
Nos dimos cita para febrero para empezar juntos el año 2015 y para festejar los 20 años del Centro Mariápolis.

(colaboración de Lidia Roba y Alejandro Poirier L.)

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