Santiago de Chile: “Ahora hay variedad, más alegría…”

 
La fiesta de cierre del año se convirtió en Santiago en un momento para reconocerse en una comunidad que supo abrir sus puertas, y el alma, para recibir a otros hermanos latinoamericanos que tuvieron que dejar sus países. Nos cuentan.

chinavi1El sábado 10 de diciembre nos reunimos, en un clima de familia espontáneo y vivaz, para despedir el año y prepararnos todos para la Navidad.
Fue un momento especial, de esos que te llenan el alma y el corazón, porque dimos juntos una mirada al año que pasó y no cesábamos de agradecer y reconocer a Jesús vivo entre nosotros.

Chile, y en modo particular Santiago, ha abierto sus puertas a miles de migrantes en los últimos años y los Focolares también reflejan esta nueva realidad: “Chile no es el mismo” -se exclamó de distintas formas- “ahora hay variedad, más alegría… gracias a nuestros hermanos que llegaron de varios países de América Latina”. Y ahí estaban presentes, muchos hermanos… ya chilenos! y ya parte de esta familia!
chinavi2Carla y Mauricio de Venezuela nos cuentan con emoción, como fueron acogidos en Chile después de haber dejado su hermosa tierra -de la que nos mostraban playas indescriptibles- y fueron viendo concretarse la ilusión de un departamento armado con la comunión de tantas personas que ni siquiera habían llegado a conocer todavía.
Carlos y Omarai, también de Venezuela, con Andresito de pocos meses en los brazos, compartían el milagro de este niño que nació y luchó contra todo diagnóstico médico… por el amor de toda una comunidad que rezó y vivió con estos padres increíbles, por su fe en el amor de Dios más allá de todo, que nos edificó y nos estrechó en familia.
chinavi4Pero muchos más… era un gran descubrimiento: Celestino de Haití, nos hizo conocer fotos de su bella esposa y sus dos hijas, que extraña inmensamente y son parte ahora de nuestra familia. Los primeros meses fueron duros -compartía- pero luego encontró el focolar y “los voluntarios hicieron que mi vida aquí se convirtiera en una aventura maravillosa, son mis hermanos chilenos”. Mariangi de Caracas y Luisa de México también expresaron, entre sorpresa y gratitud, la gran realidad vivida con las jóvenes y todo el Movimiento. Finalmente María Elisa, argentina, se despidió de esta comunidad en la que vivió y amó por casi 6 años y ahora Dios la lleva a seguirlo en el país vecino, pero con la certeza absoluta de que somos una única familia, el pueblo de Chiara, miembros de la gran familia humana por la que queremos vivir.
chinavi3Una creativa y también divertida escenificación de la posada donde habían ido José y María a pedir alojamiento, en la que los dueños estaban muy interesados en los negocios pero sin embargo no se pudieron resistir al encanto de esa madre… nos preparó profundamente a la espera de Jesús.
La Santa Misa, con villancicos internacionales, selló el compromiso: ¿Qué le regalarás a Jesús esta Navidad? Un perdón que tengo pendiente… mis talentos para construir…. mi decisión de recomenzar… ¡En unidad todo es posible!

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