Relatos entre el blanco y negro desde Chile color fuego

 
Una joven nos cuenta la denodada tarea en ayuda de los que están combatiendo el fuego en los incendios forestales de Chile y de las familias que perdieron todo devorado por las llamas.

Entre el blanco y negro…
La fe me hizo darle un color, un sentido a mi vida, donde más allá de lo que mis ojos ven hay un mundo lleno de iluminación.
Solo sé que lo que hago, sé lo que conlleva y me llena de su luz.
No sé lo que esperan todos ellos tras su preocupación.
Pero el blanco y negro no es mi color, yo soy la luz del sol, el color de Dios.
No quiero parar, no tengo tiempo que perder, debo desbordar el color de Dios.
Blanco y negro es el color que hoy está entre ellos que han perdido todo, daría lo que fuera para dar vida detrás de ese disfraz de dolor. Me siento, pienso y le pido a Dios ayúdame a darles sentido a estas vidas.

16266211_10211905530652323_1810907883707196235_nLa que escribe es Texia. Texia Abigail Muñoz Muñoz es su nombre y apellido completo. Tiene 26 años y una juventud cargada de fuerza y energía para dar a los demás. Es más, no quiere tenérsela para sí. Es preparadora física. Vive en Huechuraba, una comuna del norte de la ciudad de Santiago, Chile. Ante los incendios que se desataron en la región centro y sur del país no dudó en ponerse al servicio para socorrer a los damnificados. Nos comunicamos con ella a través de Whatsapp. Preferimos dejar su relato tal como fue apareciendo en el celular, frase tras frase, aprovechando los breves momentos de descanso.

Hola.
¿Cómo estás?
Ahora puedo escribir.
Mi experiencia comenzó en el incendio en la sexta región.
En Pumanque, donde no dude en ir en ayuda de los bomberos en primera instancia.
Allí era muy importante la forma en que los bomberos daban el todo por el todo. Yo con mi grupo de amigos nos poníamos a disposición de lo que ellos necesitasen. Habían recibido muchas donaciones para ellos y el pueblo afectado. Nosotros, los jóvenes, nos organizamos en dos automóviles para repartir mercadería y agua, para los que habían perdido todo y los que no tenían la posibilidad de obtener comida.
Luego de terminar esa labor encomendada por los bomberos, nos organizamos con los jóvenes para pedir dinero y el dinero era transferido a mi CuentaRut del Banco Estado. (ndr: Rut = Rol Unico Tributario).
Allí juntamos una cantidad necesaria para poder cocinar un once (ndr: merienda) y un consomé que fuimos repartiendo en el cambio y llegada de otros comandos.
A las 3 de la mañana
16115077_10211906877565995_4746114455323316699_nEso fue lo máximo para los bomberos. Los cuales nos pedían fotos a nosotros los que preparamos eso fue muy lindo que llegó al alma, nosotros pensábamos en ves que nosotros le pidiéramos esas fotos por su gran labor.
También las historias y el abrazo desgarrador de todas esas personas que sufrieron por la catástrofe…
Al llegar nosotros con la ayuda era impagable eso abrazos que tanto necesitaban.
Pero todo esto que hicimos con mis amigos nunca fue pensado, nosotros apenas supimos de la catástrofe que recién comenzaba solo nos habíamos propuesto en juntar donaciones y más que nada agua y bebidas isotónicas y barras de cereales, esto fue organizado de un día para otro en los cuales en primera instancia fue algo frustrante por que pensábamos en podíamos haber recibido más de lo que habíamos obtenido
Y bueno nos fuimos con esa sensación, solo íbamos por el día a dejar y luego regresar a nuestras casas, pero llegando al lugar todo cambió. Nos bajamos del auto no paramos por 4 días.
Durmiendo 4 horas.
Y luego nuestras perspectivas cambiaron… las ayudas llegaron y a mi cuenta no paraban de llegar donaciones en donde todo nos ayudó para apoyar a los bomberos y las familias damnificadas. Luego de esto regresamos a nuestras labores en la cuidad de Santiago y seguimos recaudando alimentos y dinero.
Y nos propusimos salir los fines de semana en ayuda del resto de lugares.
Y así llegamos a Constitución en donde nuevamente no lo pensamos en salir ayudar y allí fue el momento en donde me ofrecí para la tarea de recolectar más donaciones y traerlas a los lugares más afectados donde muchas, pero muchas familias, perdieron todo por el todo.
Llegar aquí a Santa Olga y a los otros lugares ya visitados era una sensación de tristeza en donde yo me arrodillaba frente al dolor y el impacto que dejó el fuego.
Para llegar a Santa Olga fueron varias horas para poder entrar porque el camino aún se estaba incendiando y donde se prohibía pasar por el camino. Nosotros no podíamos no detenernos porque los bomberos estaban derrotados, lo hermoso de esto fue que los bomberos y bomberas eran personas tan lindas y humildes, nosotros les dimos agua y bebidas isotónicas y nos decían gracias, gracias, y nos comentaron que nadie había sido capaz de parar un segundo para darles agua. Sus palabras llegaban el corazón.

Y bueno seguimos nuestro rumbo para llegar al objetivo donde también era ir a dejar la ayuda y luego el fin de semana regresar a ayudar con nuestras manos, en donde para mi amigo fue así y yo no lo dude me quedé.

16142655_1849792985296419_4158780579016606492_nHasta hoy estoy en Constitución.
Aquí seguí haciendo lo mismo con jóvenes que venían a lo mismo y que no sabían cómo hacer.
Ya son 8 días en donde los primeros días fueron de mucha frustración.
Porque con los jóvenes dispuestos a hacer lo posible para ayudar al igual que yo nos organizamos para poder ir en ayuda y muchas veces no podíamos pasar al lugar de destino, pero hubo un día en que creo que Dios estaba allí más fuerte que nunca porque un carabinero nos dejó pasar, y bueno en ese momento fue muy triste para todos porque estábamos comprometidos con familias para ayudar a remover escombros y también llevamos comida y bueno nada en momentos venimos en camino a la casa y se nos ocurre ir a otro pueblo donde el día anterior estaba con varios focos de incendio.

Pero ya estaba todo controlado no debería haber ningún problema y nos fuimos y este momento fue fuerte porque el camino era de bosque y a mitad de camino encontramos un pequeño fuego, intentamos llegar a él y vaciar nuestras botellas de aguas y no fue suficiente. Rápidamente fuimos a buscar ayuda y avisar a los bomberos porque en ese lugar no hay señal para los celulares y logramos que esto no pasará a más noticias feas.

De un momento a otro decidimos ir nuevamente a Santa Olga, no rendirnos por la gente que nos esperaba.
Y sabes, fue maravilloso.
Pero veo que es algo loco. Pero yo sabía que era el flaquito (Dios) Que nos ayudaba.
Ahora sí dejo hasta aquí.
Mañana sigo.
Buenas noches.
Hola ¿cómo estás ?
Ayer conocí la historia de una abuelita que vive en medio del bosque en un galpón, ni siquiera en un casita. Su galpón no tiene ventanas y ella vive solita con sus animales que son gansos, gallinas, conejos. Esta abuelita al percatarse del fuego que estaba muy cerca de su casa, para prevenir comenzó a mojar su casita por todos lados y se filtró toda el agua y perdió todo. No tiene nada más que lo que tenía puesto. Al saber esto me fui a visitarla al albergue llevándole una caja de mercadería y saber más de ella y saber en qué más la podía ayudar.
Al final su casa no fue alcanzada por el fuego, y al no ser así no puede recibir ayuda como el resto de la personas que perdieron todo por el fuego.
Esta es una de las historias más fuertes que me ha conmovido.
Por que ella está solita junto a sus animales.
Ayer mismo comente esto a unos amigos.
Uno de ellos consiguió las cosas para amoblar la casa.
Ya sea una cama, cocina, etc.
Y con otros amigos estamos evaluando realizar una campaña para ella y poder comprar una casita para que pueda estar tranquila. Esta abuelita vive de las hierbas del bosque y del campo que las recoge y las vende en la feria.
Es la abuelita Mónica.
Realmente ella me robó el corazón.

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