“Subidos al tren” en la Mariápolis Lía

 
Jóvenes de distintas ciudades de Argentina y Paraguay experimentaron la vida de la Ciudadela durante el mes de enero.

Durante el mes de Enero alrededor de 60 jóvenes provenientes de Chaco, San Luis, Mendoza, Buenos Aires,  Santa Fe y Paraguay aprovecharon las vacaciones para realizar en la Mariápolis Lia una convivencia bajo el lema: “Subite al tren, no te detengas”. La propuesta de fraternidad e internacionalidad que ofrece la Mariápolis fue el marco ideal para experimentar que el amor reciproco permite establecer vínculos profundos si se tiene la mente y el corazón abierto para recibir a quien está al lado.

La jornada comenzaba temprano con el trabajo en el parque, en la fábrica de mermeladas, artesanía y en la limpieza de diversos locales. Los 44 grados de sensación térmica no fueron un impedimento para participar, por la tarde, a los distintos talleres que se ofrecían. Ocasiones para reflexionar y descubrir en las propias vidas la presencia del Amor de Dios que se manifiesta sobre todo en los momentos de dolor. No faltaron los juegos, las canciones y los distintos talentos que se pudieron presentar en una “Noche de talentos”. Además, compartir las propias experiencias, vivencias y alegrías fue una oportunidad para experimentar que la comunión puede ser un camino de crecimiento personal y colectivo.

La convivencia en pequeños grupos fue el espacio privilegiado en el cual poner en práctica la Regla de Oro: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hagan a ti”, vector de todos estos días. Lavar los platos, ofrecerse para cocinar, posponer un gusto personal, mantener el orden eran todas expresiones concretas del amor que da sentido a cada acción cotidiana. Un experimento a baja escala que, dado que resulta en lo pequeño, podría resultar también a gran escala.

Alegría, emoción, amor, volver a empezar, encontrar el sentido, empuje, Dios, todas palabras que se repetían aquí y allá. “Aquí descubrí el valor de las pequeñas cosas”; “En este dolor descubro que está Dios y quiero amar a quien este a mi lado”; “Me voy feliz con ganas de amar” fueron las expresiones de algunos de los participantes.

Costaba separarse y volver cada uno a sus ciudades, pero se dejaron con el compromiso de llevar a sus lugares de origen lo vivido en estos días.

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