Minimariápolis: una construcción en Comunidad

 
Por primera vez dos días de Mariápolis en el Centro de los Focolares de José C. Paz. Una experiencia de fortalecimiento de la comunidad.

El 27 y 28 de Julio se realizó la Minimariapolis de la Comunidad de José C. Paz, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. “Desde hace mucho tiempo que los miembros del Movimiento de esta ciudad teníamos deseos de pasar juntos un fin de semana donde pudiéramos compartir la alegría de nuestro estilo de vida con nuestros amigos y vecinos”, cuentan. A esta propuesta se sumaron personas de ciudades cercanas: San Miguel, Pilar, Gral Rodriguez, Lujan y Polvorines. La realizaron en el Centro Mariápolis de José C. Paz. Durante los dos días pasaron 105 personas, 80 compartieron los dos días. Grandes, chicos, jóvenes, con muchos nuevos… una pequeña ciudad. “No contábamos con los recursos económicos para concretar este sueño, pero pudimos realizarla gracias a una generosa comunión de bienes de algunas personas de la comunidad, y de la región noroeste de Buenos Aires. Todos trabajamos para preparar la comida previamente, hacer carteles, tarjetitas para recibir a todos con el mayor amor posible”.

Con canciones, juegos, dinámicas y momentos en profundidad: compartieron los tesoros más preciados de la propuesta de la espiritualidad que caracteriza a los Focolares. “Comenzamos presentando el encuentro con Dios Amor de Chiara Lubich, nuestra fundadora, a través de una representación teatral que recreo una de las páginas donde se recupera esta experiencia”. Para muchos fue uno de los momentos claves del encuentro, luego siguieron talleres de servicio y creación artística que se repitieron en varios momentos. Algunos colaboraban con la cocina, y la limpieza; otros reciclaban sachet de leche para hacer capas de lluvia para personas en situación de calle, otros hacían origamis, se profundizaba sobre el cuidado de la naturaleza, se creaba a través de la música, el teatro o la pintura. Todas estas expresiones fueron posibilidades de vivenciar cuanto en cualquier actividad podemos construir lazos de unidad, de fraternidad. Dos talleres, uno de bio-auotestima y otro de comunicación interpersonal, ayudaron a comprender como mejorar aspectos que hacen a la vida de la comunidad.

“El segundo día profundizamos la propuesta de Jesús Abandonado como puente para construir la unidad. Con la palabra de Chiara, acompañada de un momento de profundización”.

También los jóvenes y adolescentes tuvieron momentos de programa especiales que les regalaron experiencias maravillosas. Una joven decía: “A mí particularmente me gustó muchísimo, pase un finde muy lindo… Me pareció muy dinámica en general, se me pasó muy rápido el fin de semana. Además, me sentí muy cómoda, me ha pasado de ir a la Mariápolis y aburrirme, o sentirme medio colgada y sin saber qué hacer, y la verdad esta vez no me pasó… me sentí realmente en familia, incluso con la gente que no conocía…” y un joven: “La verdad fue algo re diferente y fue hermoso todo lo que se vivió en la Mariápolis, me encanto la buena onda de todos y ver que todos estaban dispuestos a escuchar y a compartir”.

Los niños vivieron momentos muy lindos. El programa proponía entre otros argumentos un taller sobre las emociones. Una de las nenas de 6 años decía: “Me gustó mucho, la gente es muy buena y los nenes no pelean como en otros lugares… me gustó actuar en el taller, como cantaron, la comida y la habitación que era super calentita, también porque me regalaron una varita para que no esté de mal humor o quiera olvidar cosas feas, quiero volver a venir”.

El encuentro se cerró con la propuesta de vivir en comunidad el proyecto “6×1” promovido por Chicos por un mundo unido que invita a mirar nuestros barrios y nuestras ciudades para reconocer sus puntos oscuros, es decir, donde falta el amor, y juntos con nuestras comunidades proyectar el modo en que podamos sumar un aporte para su transformación.

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