20 Ago 2016 | Focolare Worldwide, Senza categoria
«Desde que comencé a estudiar – nos cuenta Verónica, italiana de Génova– tenía un sueño: poner al servicio de los demás mi profesionalidad. En el 2013, recién graduada, parto a Man (Costa de Marfil). Al inicio fue difícil porque yo no hablaba francés. Sin embargo, descubrí que con gestos concretos se construyen puentes mucho más que con palabras. Con algunas chicas decidimos organizar una pequeña actividad para vender algunos objetos. Durante varios meses, después del trabajo, nos veíamos para hacer collares, pulseras, recoger lo que era superfluo en nuestras casas. El dinero recaudado lo pusimos en un fondo común para utilizarlo en caso de problemas económicos, para sostener los estudios de alguien, etc… un día, una de nosotros compartió una gran dificultad: su padre no había recibido el sueldo y su familia no tenía nada para comer. Todos estuvimos de acuerdo en destinar parte de ese fondo para ayudar a su familia. ¡Vi un Evangelio que se vive, no sólo que se contempla! No siempre fue fácil: a veces extrañaba mi familia, mis amigos, mis costumbres… pero el cielo siempre fue mi mejor amigo. Cuando me sentía sola o tenía una dificultad que no lograba superar, alzaba los ojos y, mirando al cielo, me perdía en la inmensidad de la creación. ¡Qué armonía, cuánto amor en todo lo que estaba a mi alrededor… y aquel Amor era también para mi!» Durante mi período en África conocí a un niño que tenía una malformación cardíaca desde el nacimiento. Cada vez que venía, Daniel ilumina el dispensario con una espléndida sonrisa. A pesar de los tratamientos invasivos que debía soportar, el amor y la alegría que emanaba se difundía y atrapaba. A pesar de los numerosos esfuerzos, era necesario hacer algo más. Él necesitaba más terapias e intervenciones adecuadas. Después de un año, mi experiencia en África termina. Regresando a casa estaba feliz de encontrar todas las personas que yo quería mucho, pero dentro de mí todavía tenía la sonrisa de Daniel cuando lo saludé. Sentí que no podía olvidarlo, que no podía dejarlo solo. Entonces con otros amigos comenzamos a movilizarnos para ver si había posibilidades de operarlo en Italia. El entusiasmo era contagioso. Después de algunas semanas, junto a su familia y sus amigos organizamos una cena para recaudar fondos y permitir a Daniel venir a Italia para su operación. Un mes más tarde, Daniel llega a Italia acompañado por su padre y Carlo (un focolarino que los había ayudado en los trámites burocráticos).
Fueron dos meses intensos, pero gracias a la sonrisa de Daniel, nuestras culturas se enriquecieron y nosotros las redescubrimos. A través de sus ojos redescubrí el mar, la nieve, la alegría de vivir el momento presente. Mientras tanto, la operación de Daniel fue un éxito. El papá le había prometido una bicicleta si todo iba bien. Sin embargo, después de la operación, el padre se dio cuenta que era un regalo demasiado caro para sus posibilidades… pero el amor de la comunidad fue inmediato: la misma noche que el padre me confió su dificultad, una amiga me dio un sobre. En su fiesta de cumpleaños había presentado la historia de Daniel. Sus amigos, en lugar de hacerle regalos, recogieron el dinero para él. ¡Parece increíble, en el sobre había exactamente la suma necesaria para comprar la bicicleta que Daniel tanto deseada! Partí convencida que podía dar mucho. En cambio me di cuenta que cada día recibía mucho más de cuánto donaba… a menudo se parte con la idea de cambiar el mundo; pero uno se da cuenta que para hacerlo, es necesario comenzar a cambiar uno mismo y nuestra forma de estar con los demás. Sólo construyendo, momento por momento, puentes de fraternidad se puede cambiar el mundo e iluminarlo con nuestra sonrisa. Justamente como hace Daniel». A principios de julio, en el “Villaggio del Ragazzo” (Pueblo del niño) de San Salvatore di Cogorno (provincia de Génova), fue entregado el “Premio Bondad Padre Nando Negri” 2016 a Verónica Podestà gracias a su compromiso social, su entusiasmo y su tenacidad.
19 Ago 2016 | Focolare Worldwide
“Estaba completamente desmotivado de mi profesión de ingeniero… Ahora descubrí la ingeniería bajo otra luz…”. “Estoy en segundo año de arquitectura. La universidad presenta la carrera en clave muy comercial, le falta el aspecto humano. Este curso superó mis expectativas”. Éstas son dos de las impresiones dejadas al finalizar el curso que reunió a unos 80 jóvenes universitarios latinoamericanos, en una intensa semana (25-30 de julio) en el Centro de Congresos de la Mariápolis Ginetta, próximo a San Pablo, Brasil. Esta iniciativa cultural promovida por el Centro Académico Latinoamericano Sophia ALC del Movimiento de los Focolares, presentó un proyecto innovador, muy bien expresado en su título: “Las bases teórico-prácticas del paradigma de la fraternidad: proyecciones en las ciencias sociales, políticas, económicas y culturales”. Los jóvenes latinoamericanos entraron en las llagas que aún hieren a sus pueblos: la crisis económico social, el drama de las poblaciones indíg
enas y las grandes problemáticas de la zona del Amazonas, la desigualdad social y la violencia que – como refirió el politólogo argentino Juan Esteban Belderrain- son dramas en los que América Latina registra la triste primacía a nivel mundial. En el año 2012 ascendieron a más de 140.000 los homicidios, la tercera parte de los registrados a nivel mundial, de los cuales más de 50.000 se cometieron en Brasil. Un fenómeno tristemente en crecimiento. En este trasfondo dramático, los jóvenes se sintieron fuertemente involucrados en profundizar la novedad cultural que se abre sobre sus propias disciplinas, poniendo en acción el paradigma de la fraternidad que compromete el pensamiento y la vida. Un solo ejemplo. Como explicó el profesor brasileño Marconi Aurelio e Silva, docente de Ciencias Políticas, con la aplicación de este paradigma, que ya está siendo experimentado desde hace 20 años, la política supera la dimensión conflictual. La mayoría y la oposición sienten que ambas partes se complementan pues en el adversario se reconoce una parte de la verdad y se activa la participación ciudadana.
Este nuevo paradigma cultural, en estos días, fue vivido también en las relaciones interpersonales, entre los estudiantes de las diversas culturas latinoamericanas, entre los estudiantes y los profesores, en una dimensión interdisciplinaria y multicultural. Y no solo eso. Partiendo, los jóvenes se comprometieron además a detectar las mayores urgencias de sus ciudades, y, con el acompañamiento de los profesores, elaborar y poner en acción proyectos que tengan dimensión política, económica y social. En la conclusión, el profesor Sergio Rondinara, del Instituto Universitario Sophia (Italia), del cual Sophia Alc es la primera sucursal extra-europea, expresó una gran esperanza al percibir que en los jóvenes presentes existía “una muestra bellísima, cristalina, de los pueblos latinoamericanos que deja entrever potencialidades extraordinarias en el futuro de este continente”.
18 Ago 2016 | Focolare Worldwide
Entusiasmo, deseos de comprender y de ser protagonistas del propio futuro: son las notas que caracterizaron la experiencia post JMJ para el grupo de jóvenes que se encontró, desde el 1 al 6 de agosto, en Jasna, en Eslovaquia. «No podíamos imaginar algo así. Si estamos contentos con la comodidad, con ser “cristianos de sofá”, nunca seremos de verdad protagonistas de la historia», declara Anita, joven argentina, en el momento de volver a su país. «Las propuestas alentadoras del Papa durante la JMJ pedían una adhesión inmediata, pero también una conciencia que debe madurar, y es esto lo que tratamos de hacer aquí en Jasna», explica Gianluca Falconi, filósofo. Junto con el teólogo Michel Vandeleene y la psicóloga Antonella Deponte animaron los momentos de profundización, ofreciendo un tramado de perspectivas distintas y una aproximación pluridisciplinar. Francisco en Cracovia habló de derribar el miedo, de difundir la paz en un mundo tan lleno de odio, del valor de la misericordia y de la Cruz, de los obstáculos que hay que superar para encontrar a Jesús. Pero ¿cómo traducir estos desafíos concretamente en la vida cotidiana? Los días pasados en Eslovaquia fueron la ocasión para considerarlos en detalle, para comprender las razones, para preguntarse personalmente sobre la propia vida. La experiencia internacional dio la posibilidad de un diálogo con personas procedentes de contextos muy distintos: desde el Líbano a Australia, desde Francia a los Estados Unidos, desde Rusia a Ucrania. «Una de las temáticas más fuertes – explican los organizadores- no era tanto la de la existencia de Dios o de los grandes problemas, sino la relación con el otro, con el que es distinto, – polos alrededor de los cuales se desarrollaba la reflexión común. Se ponían en evidencia los cuestionamientos personales sobre la búsqueda del sentido de la vida, las preguntas sobre lo que vale cada uno de nosotros, las oportunidades y las dificultades de las relaciones con el otro, con el enemigo, con el que piensa diferente»
Todas las preguntas partían de experiencias personales. Como la del joven iraquí que puso en relieve las dificultades de relación que vive en su propio país. Para alguno el paso de ir “hacia el otro” resultaba imposible. Y entonces la “escuela” ofreció la oportunidad de ir a fondo en pequeños grupos, pero también con coloquios personales: espirituales, psicológicos, o para proporcionar actitudes estratégicas en las relaciones humanas. Y se habló también de la relación consigo mismo, de la autoestima, de la dignidad personal, de las emociones y de la apertura mental Otro de los grandes temas que trataron fue el del futuro: tomar las riendas de la propia vida y darle una dirección. Los que dialogaban de este modo eran adolescentes, jóvenes universitarios, trabajadores. Cristianos de distintas iglesias, agnósticos y no creyentes. Vocaciones distintas, 12 lenguas. Era por lo tanto una gran variedad de público, mancomunado por la sed de verdad, interesados y apasionados. «Este modo de presentarse de los jóvenes no es común en la sociedad de hoy», comenta Gianluca, en su larga experiencia de educador. «Tengo 15 años y en mi grupo había personas de más de 30 años – cuenta Carla, italiana-. Es lindísimo porque pude confrontarme, pedir explicaciones, adquirir seguridad». Un tramado de generaciones, de idiomas y de culturas: «Entre nosotros la filosofía no es muy apreciada porque el acercamiento a la realidad es distinto- explica Antoine del Líbano-, pero estoy contento de conocer otras mentalidades distintas a la mía». Fraternidad vivida como antídoto del mal, sueños que se realizan. Estos son algunos de los nuevos paquetes que han colocado dentro de la valija los jóvenes: «El Papa nos ha dicho que no dejemos de soñar- confiesa Anna de Milán-. Y lo que estamos viviendo es un sueño que se convirtió en realidad»
17 Ago 2016 | Focolare Worldwide
«Trastornados por la noticia de la imprevista y absurda desaparición del amado Hermano Roger Schutz, nos unimos, en el más profundo dolor y en la oración, a toda la Comunidad de Taizé. Su vida, totalmente donada a Dios y a los hermanos, fue coronada por la palma del martirio. El Hermano Roger fue un constructor de paz, un profeta de esperanza y de alegría. “Dios nos quiere felices”, me escribía hace apenas dos meses, y ahora creemos que él se encuentra en la plenitud de la alegría en el seno de la Trinidad. Nos sentimos muy cercanos en esta circunstancia. Quisiéramos que la amistad que desde hace 40 años nos unió profundamente al Hermano Roger y a la Comunidad de Taizé, continúe también ahora que El alcanzó el Cielo». Chiara Lubich También hoy lo queremos recordar así: como un constructor de paz, un profeta de esperanza y de alegría.
16 Ago 2016 | Focolare Worldwide
Cada verano, obispos provenientes del mundo entero pasan juntos un periodo de descanso que les permite compartir sus vivencias y preguntarse cómo ser Iglesia, signo e instrumento de unidad, en los más variados escenarios de un mundo global surcado por tensiones y contradicciones. Este año se reunieron del 2 al 11 de agosto en Braga, Portugal. «Hoy en la Iglesia vivimos el momento de la unidad y de la comunión; es un momento en el que estamos invitados a experimentar a Dios juntos. No estamos aquí sólo porque somos obispos sino porque somos hermanos. Deseamos ser como los Apóstoles con Jesús, un cuerpo de hermanos». Estas son las palabras de la homilía pronunciada por el Card. João Bráz de Aviz durante la Misa en la Capilla de las Apariciones, con ocasión de la peregrinación de 67 obispos de 27 naciones a Fátima el pasado 4 de agosto.
«Durante estos días hemos sido realmente felices. Hemos vivido como hermanos. Nos hemos sentido libres y hemos podido abrir el corazón el uno al otro. Entre nosotros ha estado realmente el único Maestro. Nos hemos sentido en la casa de María», dijo el Card. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y moderador del encuentro, resumiendo al final de ese periodo la experiencia realizada. Los obispos fueron acogidos, por invitación de Mons. Jorge Ortiga, arzobispo de Braga, en el Centro apostólico “Mater Ecclesiae”, a la sombra del Santuario de Nuestra Señora de Sameiro. Era un ambiente muy adecuado para poder tratar, en un clima de distensión, cuestiones como el escenario que nos presenta el mundo de hoy, con el experto en política internacional Pasquale Ferrara, o la reforma de la Iglesia, siguiendo el surco trazado por el Papa Francisco, con el teólogo Piero Coda. Teniendo todo esto como telón de fondo, los presentes se han preguntado cómo ser obispos con un estilo sinodal y actuar una cultura pastoral marcada por la comunión.
Las sesiones plenarias y los encuentros de grupo, los paseos y los momentos de sobremesa, han servido para poner en común situaciones dolorosas y señales de esperanza: el grito angustiado que se eleva de las Iglesias de Oriente Medio; el crecimiento de una fecunda interacción entre comunidades eclesiales de base y nuevos Movimientos y Comunidades en una gran diócesis de Brasil – significativo ejemplo de lo que desea la Carta Iuvenescit Ecclesia publicada en junio por la Congregación de la Doctrina de la fe – ; los desafíos y las potencialidades que plantea la inculturación en un contexto plural como el de India; los frutos que pueden nacer cuando un obispo y sus auxiliares viven juntos y cuando un obispo logra hacerse hermano y amigo de sus sacerdotes; el duro trabajo de la evangelización en un contexto marcado por la pobreza como en Madagascar.
La participación de tres obispos de otras Iglesias durante un par de días – dos luteranos y un siro-ortodoxo, y una tarde de encuentro con siete obispos de Portugal, han sido fuente de un gran enriquecimiento. El encuentro tuvo como temática espiritual de fondo, por un lado, a Cristo crucificado en cuanto punto cardinal de la espiritualidad de la unidad y, por otro, la pasión por la Iglesia. Sobre estos temas intervinieron la presidente de los Focolares, María Voce (Jesús abandonado, ventanal de Dios – ventanal de la humanidad”) y el copresidente Jesús Morán (“La genialidad eclesial de Chiara Lubich y el carisma de la unidad”).