Movimiento de los Focolares
Gen Rosso: están llegando los conciertos de Navidad

Gen Rosso: están llegando los conciertos de Navidad

En los días 19 y 20 de diciembre de 2020, el conjunto internacional lanzará tres conciertos navideños con el título de “Life, Love, Care”, en tres horarios diferentes para favorecer las distintas latitudes. La epidemia que estamos viviendo está cambiando profundamente nuestra forma de vida y de relacionarnos con los demás y con el mundo. Su impacto nos llama a una honda reflexión sobre temas globales, como el reto de la interdependencia para llevar a cabo un proyecto de coexistencia humana que permita un futuro mejor para todos. En estos años, el conjunto internacional artístico musical Gen Rosso ha llevado a todo el mundo su fiesta de celebración de la vida a través del concierto “Life”. Ahora es tiempo de renacer y la Navidad es el símbolo por excelencia: nace Jesús, el hijo de Dios. Y es la ocasión para iniciar un nuevo renacer que puede construir un futuro mejor, y que será posible sólo si cada uno de nosotros se pone al juego, asumiendo el cuidado de alguien o de algo que está a su alrededor, a través de gestos de amor concretos y cotidianos, por más pequeños que sean. El Gen Rosso se compromete en primera persona en este reto, llegando a las casas de todos para hacer sentir su cercanía, dando un mensaje de fraternidad. Entonces, con el concierto de Navidad quiere celebrar la vida en todas sus facetas (LIFE), difundir amor y belleza, recordar la importancia de pequeños gestos cotidianos (LOVE), hacer sentir la cercanía a cada persona y difundir el mensaje de cuidar a quien o a lo que tiene a su alrededor (CARE). Así como hacen los Gen4 en todo el mundo (los niños de los Focolares) con la acción “Han desalojado a Jesús”, el Gen Rosso también contribuirá con una parte de lo recaudado por la venta de las entradas –según la fórmula de donación libre y espontánea– ofreciéndolo al Centro Educativo Fiore en Mixco (Guatemala), seriamente en dificultades y golpeado por la pandemia del Covid 19. Es una escuela para niños y adolescentes, que brinda servicios cualificados en el campo de la instrucción con un énfasis en la formación humana. Éstas son las fechas de los conciertos: -Sábado 19 de diciembre, a las 13.00 horas y a las 21.00 horas (hora italiana) -Domingo 20 de diciembre, a las 23.59 horas (hora italiana) Para mayores informaciones, visitar la página www.genrosso.com

Lorenzo Russo

Pedir perdón con todo el corazón

La Presidente y el Co-Presidente de los Focolares han vuelto a hablar del tema de los abusos sexuales realizados por miembros consagrados del Movimiento y han pedido perdón a todas las víctimas.  “Tenemos que hacer todo lo posible para que traumas de este tipo ya no se tengan que repetir en el futuro”. El domingo pasado, 13 de diciembre, a las 12 horas había miles de personas conectadas en todo el mundo para la Conexión CH, la acostumbrada cita en vídeo-conferencia que desde hace ya treinta años reúne a los miembros de los Focolares. Al recorrer las etapas y los momentos destacados del año, Jesús Morán y Maria Voce, respectivamente Co-Presidente y Presidente de los Focolares, aprovecharon la ocasión para volver sobre el tema grave y doloroso de los abusos sexuales perpetrados a menores, en los cuales han quedado implicadas también algunas personas consagradas del Movimiento. Ya en marzo de 2019 Maria Voce había escrito una carta a los miembros del Movimiento en el mundo para informar a todos de esta grave plaga. A continuación lo que ellos dijeron durante la Conexión CH: Jesús: Sí, lamentablemente – como bien dices- debemos admitir que este flagelo de los abusos, no solo de los abusos de menores, sino también abusos de autoridad, otro tipo de abuso, también se ha producido entre nosotros. En este sentido, quisiéramos aprovechar esta ocasión de conexión mundial para pedir perdón de todo corazón, sinceramente, a todas las personas que han sido víctimas de cualquier forma de abuso. Esto es lo primero que quisiéramos  decir un año después de aquella carta. Después, como sabemos que esto nunca es suficiente, queremos reiterar nuestro compromiso con el trabajo que estamos haciendo y que queremos hacer cada vez mejor,  y más cuidadosamente, de  prevención y de formación para que estas cosas no vuelvan a suceder  porque son tan contradictorias a lo que Chiara nos ha donado, que realmente no deberían suceder más. Y luego, nuevamente reiterar el acompañamiento a las víctimas, que es lo más importante, y esperamos poder hacerlo cada vez mejor y con un mayor cuidado. Emmaus: Ciertamente, ciertamente. Pero parece que es un sufrimiento que vivimos juntos, que asumimos juntos, todos juntos, y que solo juntos podemos superarlo, porque es un gran sufrimiento para todos. Recuerdo que en aquella carta escribimos que, para nosotros, cada caso significa  una profunda purificación para el Movimiento, y lo consideramos como tal. Y lo aceptamos -lo decíamos- con humildad y con profunda compasión por aquellos que quizás también por nuestra falta de atención han sufrido traumas indescriptibles, comprometiéndonos a orientar o reorientar nuestra conducta personalmente y como Movimiento para un compromiso cada vez más consciente y maduro respecto a  la protección y el bienestar, especialmente de los menores. Pero añadíamos entonces – lo subrayábamos en la misma carta – que debíamos estar atentos a mirar también más allá de nuestro Movimiento, porque naturalmente queremos contribuir a la fraternidad de todos y por lo tanto tenemos que asumir el grito de dolor de todos los que sufren abusos, especialmente los menores, pero no solo, los niños y los jóvenes del mundo.  Y esta atención debería llevarnos a mirar a todas estas personas como al Esposo que hemos elegido, como a Jesús Abandonado. Por lo tanto,  sentirnos atraídos e ir a consolar este dolor y hacer todo lo posible para que los traumas de este tipo no tengan que ocurrir más en el futuro. Y esto tanto en lo que se refiere a los abusos cometidos de los niños y  menores, como a cualquier otro tipo de abuso, también de los mayores, también de los discapacitados, de todos aquellos que sufren abusos de cualquier tipo en sus derechos, en su ser persona, en su dignidad. Debemos sentirnos atraídos para ir a amar y aliviar estas heridas, para responder si es posible con nuestra atención y con nuestro amor a las víctimas, a todos los que sufren por esto, y procurar que estos traumas no vuelvan a ocurrir.

Elaborado por  Stefania Tanesini

https://vimeo.com/491104902  

Te he encontrado

El dolor, cualquier dolor, es una realidad que el hombre por naturaleza rechaza y trata de evitar a toda costa. Sin embargo forma parte de la vida humana. Integrarlo en la propia existencia es una vía necesaria para la propia realización. Chiara Lubich acogió el dolor como un signo, una “campanilla” que llama al encuentro con Dios. ¡Te he encontrado en muchos lugares, Señor! Te he sentido palpitar en el silencio profundo de una ermita alpina, en la penumbra del sagrario de una catedral vacía, en el respiro unánime de una muchedumbre que te ama y llena las arcadas de tu iglesia de cantos y de amor. Te he encontrado en la alegría. Te he hablado más allá del firmamento estrellado, mientras, de noche y en silencio, volvía del trabajo a casa. Te busco y a menudo te encuentro. Pero donde siempre te encuentro es en el dolor. Un dolor, cualquier dolor, es como el sonido de la campanilla que llama a la esposa de Dios a la oración. Cuando aparece la sombra de la cruz, el alma se recoge en el tabernáculo de su intimidad y olvidando el tintineo de la campana, te «ve» y te habla. Eres Tú, que vienes a visitarme. Soy yo que te respondo: «Heme aquí, Señor. Te quiero. Te he querido». Y en este encuentro mi alma no siente su dolor, pues está como embriagada de tu amor, invadida por Ti, impregnada de Ti: yo en Ti, Tú en mí, a fin de que seamos uno. Luego, abro de nuevo los ojos a la vida, a la vida menos verdadera, divinamente aguerrida, para conducir tu guerra.

Chiara Lubich

Chiara Lubich, Te he encontrado. Escritos Espirituales/1, Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1995, págs. 78-79.

Pandemia y bienes en circulación

Pandemia y bienes en circulación

Historias de ayuda recíproca desde Centroamérica. Una comunión de bienes que genera esperanza Debido a la pandemia del Covid-19 los países de Centro y Sudamérica están atravesando un momento de gran fragilidad económica: muchos trabajos se han suspendido, así como la escuela, las relaciones sociales, los afectos personales. A pesar de todo, nunca se ha detenido la comunión de bienes en las distintas comunidades de los Focolares -así como nos lo pide el Papa Francisco (ya en español) – para ayudar a quien está en dificultad, para generar día tras día una cultura de fraternidad. Es testigo de ello Carolina desde Guatemala: “muchas personas están perdiendo el trabajo. Entre ellos está uno de mis primos. Para seguir generando una entrada tenía necesidad de una computadora portátil.  Entonces, sin pensarlo, decidí darle la que yo uso. Él quedó muy agradecido y yo feliz de haberlo ayudado. Zarita, una Gen3 (chicos de los Focolares) de Oaxaca, México, en una reunión por zoom se enteró que había iniciado la “comunión extraordinaria Covid-19”. La propuesta era hacer una alcancía utilizando material de reciclaje. Su tía cuenta: “cuando Zarita me ayuda con los quehaceres me dice: ‘dame una moneda para mí alcancía’. Además perdió dos dientitos y envió el premio recibido por su valentía”. En Ciudad de México, en una de las zonas más marginadas, el Centro Social Integral Las Águilas desde hace más de 30 años desarrolla su misión de promoción de los derechos humanos y de una cultura de paz. Algunos de la comunidad de los Focolares desarrollan un servicio de asistencia. Con el confinamiento el Centro tuvo que cerrar. Pero mediante la comunión de bienes extraordinaria ha seguido respondiendo a las necesidades primarias de la población del barrio, ayudando especialmente a 120 familias y garantizando una reapertura ordenada de la estructura en el respeto de las medidas higiénico sanitarias solicitadas por las autoridades. En Guatemala en cambio el Centro educativo Fiore, vinculado a los Focolares, acoge desde hace años a estudiantes de distintas proveniencias, lengua y cultura, sobre todo de los estratos más pobres y vulnerables. La crisis económica generada por el Covid-19 ha afectado de manera muy fuerte la ya débil economía del país. Muchas familias se quedaron sin trabajo y han tenido que recortar los gastos de educación para tener lo necesario para vivir. La situación obligó al Centro Educativo Fiore a cerrar poniendo en riesgo la educación de muchos chicos de los estratos menos favorecidos. Pero gracias a la comunión de bienes extraordinaria, tanto local como planetaria se ha podido intervenir para iniciar un proyecto de rediseño que permita la reapertura de la escuela. También los Gen 4 (niños de los Focolares) de todo el mundo donarán al Centro Fiore lo recogido a través de la acción “Han desalojado a Jesús” . Nos movemos a Honduras, Javier escribe: “Cristina, la vecina de mi casa trabaja en una escuela privada que ahora está cerrada. Su marido en cambio trabaja como agente de seguridad privado en un centro comercial, cerrado por Covid. No logran pagar el alquiler ni las facturas y tienen un niño de 13 años. Me pongo en su lugar y es realmente angustiante”. Javier los involucró en pequeños trabajos del barrio y se interesó constantemente por su situación sin permitir que les faltara la comida. Y Luis, de Costa Rica cuenta: “algunos campesinos de San Vito, a 100 km de Buenos Aires, donaron su cosecha a su comunidad afectada por la pandemia. Aprendiendo de esta experiencia y motivado por el gran acto de amor, enseguida organicé en la sociedad privada con la que trabajo, una donación de piñas. Como respuesta, algunos de estos agricultores por su parte nos dieron parte de sus semillas de hortalizas, arroz y maíz, y así se pudo continuar la experiencia, que se volvió una cadena. Doce funcionarios de dicha sociedad, en su tiempo libre, plantaron estas semillas de modo que los productos recogidos fueran entregados también en esta zona. Dada la disponibilidad de piña que había, cuando el mercado europeo (que es quien la adquiere) fue cerrado, nos dedicamos también al trueque”.

Lorenzo Russo

Si desea hacer su contribución para ayudar a los que sufren los efectos de la crisis mundial de Covid, vaya a este enlace  

Dar la vuelta: cambiar de rumbo para salvar la tierra

Dar la vuelta: cambiar de rumbo para salvar la tierra

El nuevo single del Gen Verde a favor de una acción concreta y colectiva para proteger la creación La intención con la que nació Turn Around, el nuevo single del Gen Verde, es reflejar y estimular acciones concretas destinadas a salvaguardar la tierra inspirándose en la contemplación de su belleza. Una canción que es a la vez oración y grito coral, reflexión y acción y que infunde esperanza y deseo de cambio. Del discurso en la ONU de la joven Greta Thunberg hasta las palabras del papa Francisco en la Laudato Si, del astronauta James Buchli a Chiara Lubich… estos son los principales inspiradores de la nueva canción escrita por Nancy Uelmen que habla abiertamente sobre los problemas climáticos y pide un cambio de rumbo dando voz a las peticiones de los más jóvenes: “Me impresiona mucho ver a estos jóvenes intentando hacer algo porque su futuro está en riesgo; con el Gen Verde nos preguntamos qué hacer y, como nos encanta expresarnos con la música, pensamos en una canción que muestre la belleza de nuestra tierra, que ponga en el centro de nuestra atención el regalo que recibimos con la Creación para luego protegerla y custodiarla juntos”. Palabras aún más intensas cuando a cantarlas, en el coro, son jóvenes de diferentes partes del mundo: desde los Estados Unidos de América a la India, desde Irlanda a Nigeria, Nueva Caledonia y muchos otros países. “Fue una experiencia fuerte – dice Colomba – cuando, a pesar de la pandemia y la imposibilidad de encontrarnos físicamente en un estudio de grabación, pedimos a muchos jóvenes que nos ayudaran a grabar su contribución para esta canción. Cuando juntamos las distintas voces quedamos profundamente conmovidos porque esta canción ya lleva consigo la fuerza renovadora de un grupo que quiere revertir esta tendencia negativa y la ha vivido aunque sea a distancia”. Y esta vez la canción, aunque mantiene un estilo cautivador especialmente para un público joven, contiene en sí una oración real: “Nos dirigimos al “Espíritu Creador” (que recuerda al “Veni Creator” de la Schola Gregoriana) – continúa Nancy – porque sentimos la necesidad de la ayuda de Dios para tener la luz para entender cómo sanar nuestra casa común y, sobre todo, cambiar nuestro corazón… se trata de realizar una conversión que no es sólo mía o de algunos, sino de toda la comunidad”. Y por supuesto, como suele ocurrir en los textos de Gen Verde, hay una infusión de esperanza, una fe ardiente en la fuerza del compromiso de muchos por salvaguardar el bien común. Esta canción, del género pop electrónico, que mantiene elementos de continuidad con las últimas opciones discográficas del grupo musical Gen Verde, en algunos momentos se desvía levemente en la sonoridad para poner el acento en una reflexión personal y colectiva e invitar claramente al compromiso de salvar la tierra. Un fuerte compromiso y por ello el nuevo videoclip Turn Around se lanzó en directo por primera vez durante el encuentro internacional The Economy of Francesco. Link YouTube Turn Around

Tiziana Nicastro

Un muftí, un monje budista y un obispo católico

El 1 de diciembre pasado nos han dejado tres figuras ejemplares, testigos de que el diálogo entre las religiones es posible Tres hombres que vivieron por la fraternidad. Fueron apasionados en la aventura del diálogo entre creyentes de religiones diferentes. Estaban mancomunados por el deseo de vivir en la unidad, en el respeto de las distintas creencias, culturas y sensibilidades respectivas. El imán Nedal Abu Tabaq, muftí de la Liga musulmana de Polonia, el monje budista de tradición theravada Phra Ajahn Eiam, y Mons. Henri Teissier, obispo católico de Orán  –en el norte de Argelia– y arzobispo de Alger, fallecieron el mismo día, el pasado 1 de diciembre. Quienes fueron sus amigos, en el camino del diálogo interreligioso, tienen la tarea de recoger su herencia y renovar el compromiso por la fraternidad universal. Como recuerda Roberto Catalano, que es uno de los responsables del diálogo interreligioso del Movimiento de los Focolares, el muftí Nedal Abu Tabaq promovió en Polonia la apertura de un camino de diálogo entre musulmanes, cristianos y judíos.  Fueron numerosos los eventos que organizó y que creyentes de las tres religiones compartieron: conciertos, simposios, encuentros fraternos con ocasión de las respectivas fiestas religiosas, que veían como una oportunidad para conocerse en los valores de cada uno, en la fe de los distintos participantes y para conocerse entre todos en el recíproco respeto.  Luego se creó un “Calendario de las Tres Reigiones: Judíos, Cristianos y Musulmanes”, en colaboración con las autoridades locales, y la institución en 2013 de la “Jornada del Cristianismo entre los Musulmanes de Polonia”, el 29 de mayo, y al año siguiente de la “Jornada del Judaísmo entre los Musulmanes de Polonia”, el 16 del mismo mes. Justamente en 2014 el muftí participó en un Congreso Interreligioso dedicado a Chiara Lubich, en el V aniversario de su muerte.  Fue víctima él también de la pandemia del coronavirus. Del monje budista theravada, Phra Ajahn Eiam, tailandés, recordamos su sonrisa alentadora, que iluminaba una figura discreta, silenciosa y meditativa. Estaba comprometido con convicción en el diálogo budista-cristiano.  Ya enfermo de un tumor, sus condiciones precipitaron cuando llegó la infección del  Covid-19. En Argelia, Mons. Henri Teissier, nacido en Lion, ordenado sacerdote en Argel en 1955, y arzobispo de la capital durante veinte años, fue un hombre de diálogo, comprometido en la comprensión, el respeto y la estima entre los creyentes del Islam y del cristianismo. “Amante de Argelia, de su pueblo, de su lengua y de su cultura  –así lo recuerda la agencia de prensa de la Conferencia Episcopal Italiana– guió la Iglesia de Argelia en los sucesos de la década de 1990, cuando diecinueve religiosas y sacerdotes y el obispo Pierre Claverie fueron asesinados entre los años 1994 y 1996”.  En los difíciles años de la guerra civil, Mons. Teissier también sirvió a la Iglesia y a su vocación de ser una Iglesia de amistad y fraternidad con el pueblo argelino”. Hacía tiempo que se había retirado, se dedicaba a escribir y participaba en congresos por todo el mundo.  Falleció a raíz de un accidente cerebro-vascular. Tres figuras, testigos de que el diálogo es posible.

Claudia Di Lorenzi

Han desalojado a Jesús

Han desalojado a Jesús

Este año también los Gen4, los niños del Movimiento de los Focolares, realizan una acción recordándoles a todos el verdadero sentido de la Navidad. En la situación actual, con la pandemia en pleno que nos obliga a evitar contactos personales, los y las Gen4, los niños de los Focolares se han planteado muchas preguntas acerca de cómo prepararse para la Navidad. “¿Cómo podemos llevar a cabo este año la acción “han desalojado a Jesús”? ¿Será posible reunirse para preparar el Niño Jesús de yeso?  ¿Podremos ir por las calles para dar a Jesús a las personas?” Esta acción llamada “han desalojado a Jesús” nació en el año 1997, y tiene un significado bien preciso: no dejarse condicionar por el consumismo, volviendo a poner en el centro de la Navidad los verdaderos valores.  La idea había surgido de una reflexión de Chiara Lubich, que en ese momento –era el período previo a la Navidad– se encontraba en Suiza. Caminando por las calles iluminadas de una gran ciudad a Chiara le impactan las luces, los adornos navideños, la abundante riqueza, pero sobre todo, la ausencia de una referencia al significado de la primera Navidad.  Y así escribió: este mundo rico se ha adueñado de la Navidad y de todo su entorno, y han desalojado a Jesús.  (…) Este mundo hace hincapié en que la Navidad puede ser un buen negocio para esta época del año.  Pero nadie piensa en Jesús”. Así, a partir de 1997 miles de gen4 de todo el mundo han aceptado la invitación de Chiara para que volvamos a llevar a Jesús al centro de la Navidad. En los años anteriores, cuando no estaba la emergencia Covid, por las calles, las plazas y en los mercados callejeros, en las instituciones locales y en los colegios, los gen4 ofrecían a la gente estatuitas de yeso del Niño Jesús o pesebres (nacimientos) de todo tipo elaborados por ellos mismos, junto con la meditación de Chiara escrita que lleva el título de “Han desalojado a Jesús”. Esta acción tiene en sí misma la dimensión del “regalo”, de tener en cuenta al otro: los gen4, por ello, todos los años tienen como objetivo organizar iniciativas en favor de sus coetáneos que en algunas partes del mundo, como el Niño Jesús, carecen de lo necesario; las personas que reciben el “Niñito” donan a menudo, espontáneamente, una ayuda para esos fines. En la Navidad de  2019 con el dinero recogido, los centros Gen4 mundiales pudieron ayudar al “Centro Social Unidad” de Bogotá, que asiste a los niños emigrados de Venezuela y al Instituto para niños sordos IRAP, Institut de Rééducation Audio Phonétique, de Líbano. Este año todo será diferente respecto de lo acostumbrado: la pandemia no permite tanta libertad, pero las ideas y la creatividad no han faltado para tratar de vivir este operativo y volver a poner a Jesús en el centro de la Navidad. ¿Cómo realizar y ofrecer, entonces, las estatuitas de yeso?  En la familia, en pequeños grupos, en los barrios, en las parroquias, respetando todas las precauciones y las reglas previstas para esta pandemia. Además este año se optó por ayudar al “Colegio Fiore” de Guatemala. Con la pandemia, la situación económica de esta acción social se agravó y tuvieron que suspender las actividades escolares temporariamente.  Necesitan ser ayudados con la acción “Han desalojado a Jesús”, de modo que lo más pronto posible muchos niños puedan volver al colegio y en mejores condiciones. Para mayor información, se puede acceder a la página de los y las Gen 4: gen4.focolare.org

Lorenzo Russo

Cuatro regalos de Navidad

Cuatro regalos de Navidad

Dios no se deja ganar en generosidad y nos sorprende con su providencia. El testimonio de Urs, de Suiza: de un gesto hecho por amor pueden nacer muchos efectos positivos. «Me invitaron a festejar la Navidad con mis dos hermanos y sus esposas. Quería llevarles un regalo a cada uno, pero no tenía dinero …. Puse mi deseo en las manos de Dios. Hace algunos días, mi amigo Peter, pastor reformado, me invitò a su comunidad parroquial para hacer velas con cera de abeja. Aquí es una tradición a la cual no había prestado mucha atención. Me puse a hacer mi vela con los demás y, con sorpresa, vi que salió bien. Me acordé que la mujer de mi hermano menor es una enamorada de las velas. El primer regalo estaba listo! Cada tanto voy a dar una mano a una pequeña empresa de amigos, specialmente cuando tienen que hacer grandes envíos y están bajo presión. La última vez, hace un par de semanas, en un momento de pausa me puse a revisar el depósito y encontré una hermosa caja llena de block notes: uno para la guía telefónica, otro para organizar la agenda, etc… muy lindos. Pregunté por el precio pero estaba fuera de mis posibilidades. Por lo tanto, seguí preparando el envío. Fue una jornada intensa de trabajo. Al final estaba cansado pero contento por haber dado una mano. Cuando me estaba yendo, el encargado me entrega un paquete y me agradece por la ayuda que les di durnate todo el año. Abro el regalo y casi se me escapan las lágrimas: era ese block notes. Ya tenía el regalo para mi hermano mayor! Hace pocos días un amigo me entregó un sobre con dinero: “Es para ti, para una necesidad personal”. Fui al mercado de Navidad en nuestro barrio que estaba justo ese día, pero los precios me parecían exagerados. Antes de irme, descubrí un stand de un campesino che produce vinagre biológico enriquecido con ginepro … justo el que le gusta a la esposa de mi hermano mayor. Se presentaba en un envase bonito … y el dinero que me dieron alcanzaba justo para comprarlo. Otro pequeño regalo listo! Regresando a casa, otro amigo me cuenta que recibió un portadocumentos de cuero y que él ya tenía uno, por si me podía servir. Pensé en mi hermano menor, a él tal vez podía serle útil ya que se ocupa de asesoramientos y presupuestos. Supe después, que algunos días antes se le había roto el que tenía, por lo que le venía como anillo al dedo! Al final los regalos estaban listos y agregué cuatro cartas personales en donde decía lo que ellos significaban para mí. Estaban muy contentos! Creía que iría a la fiesta de Navidad con las manos vacías, pero Alguien pensó en hacerme encontrar un regalo para cada uno».

Recogida por Gustavo E. Clariá

   

Renovar la donación a Dios

Con su consagración a Dios el 7 de diciembre de 1943, Chiara Lubich, que entonces tenía 23 años, dio origen al Movimiento de los Focolares. 60 años después recordó este momento en una conexión telefónica, invitando a todos los pertenecientes al Movimiento a renovar su donación a Dios. […] Y hoy, mirando atrás, podemos comprender lo que podía decirnos, hace varios decenios, aquel 7 de diciembre de 1943, el año del nacimiento de nuestro Movimiento: afirma que en aquellos días descendió a la tierra un carisma del Espíritu Santo, una nueva luz; una luz que, según la mente de Dios, debía saciar la sequedad de este mundo con el agua de la Sabiduría, darle calor con el amor divino y así dar vida a este pueblo nuevo alimentado por el Evangelio. […] Y pensó en llamarme a mí, una chica como otra cualquiera. Y de ahí mi consagración a Él, mi “sí” a Dios, seguido muy pronto por muchos otros “sí” de mujeres y hombres jóvenes. Es decir, ese día expresa la luz y la entrega de unas criaturas en las manos de Dios como instrumentos para sus fines. Luz y entrega de sí a Dios, dos palabras extremadamente útiles en aquel tiempo de desorientación general, de odio recíproco y de guerra. Un tiempo de tinieblas en el que Dios parecía estar ausente del mundo con su amor, su paz, su alegría, su guía, y parecía que nadie se interesase por Él. Luz y entrega de uno mismo a Dios: dos palabras que el Cielo quiere repetirnos también hoy, cuando en nuestro planeta se prolongan tantas guerras y sobre todo -lo que es más espantoso de todo- ha aparecido el terrorismo. Luz que significa Verbo, Palabra, Evangelio, tan poco conocido todavía y, sobre todo, tan poco vivido. Donaciones a Dios que hoy son más necesarias y oportunas que nunca, cuando se recluta a hombres y mujeres dispuestos a dar la vida por las causas que mueven el terrorismo. Entonces ¿qué tendremos que hacer nosotros, cristianos, seguidores de un Dios crucificado y abandonado, para que nazca un mundo nuevo, para nuestra salvación y para darnos aquella Vida que no tendrá ocaso? […] […] Vayamos hacia el mundo que nos espera como Evangelios vivos, para poder sumergirlo en su Luz. Podemos hacerlo si seguimos viviendo la voluntad de Dios en el momento presente […] sin olvidarnos de poner en práctica la Palabra de Vida sacada de la Escritura, que se nos propone mes a mes. […] Y, como si naciéramos de nuevo, volvamos a entregarnos a Dios completamente de la manera que Él ha elegido para cada uno de nosotros.  Si lo hacemos, el presente y el futuro que Dios nos conceda le serán gratos.  

Chiara Lubich

 (En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 11 de diciembre de 2003) De: Chiara Lubich, Unidos hacia el Padre, Ciudad Nueva, Madrid 2005, págs. 144-146

Migrantes en sudamerica: una historia que vivimos hoy

Migrantes en sudamerica: una historia que vivimos hoy

La ayuda de las Comunidades de los Focolares en los países latinoamericanos: gestos concretos para poder ser “hermanos todos”, así como pide el Papa Francisco en la última encíclica. En Perú y en los demás países latinoamericanos se asiste a la continua llegada de migrantes, sobre todo venezolanos, pero también cubanos, centroamericanos, haitianos, árabes. Las comunidades de los Focolares todos los días se esfuerzan por ayudarlos. “Nuestra aventura en el Perú empezó pocos días antes de la Navidad de 2017 –cuenta Silvano Roggero, focolarino que vive en Perú–. En esa ocasión, invitamos a almorzar a nuestra casa a algunos venezolanos que habíamos conocido.  Al principio eran cinco, después tuvimos que trasladarnos al Centro “Juan Carlos Duque” porque los invitados llegaron a ser unos 120. Recuerdo el encuentro de Geno con Karlin y sus tres hijos pequeños.  Acurrucada en la acera, vendía caramelos. Geno tuvo la sensación de oír una voz que le decía: “¡es Jesús!”.  Volvió para atrás, le compró algunos caramelos y la invitó a almorzar.  Ese domingo llegó con sus tres hijos y trajo también a su hermana con los tres niños”. En Colombia, cerca de Bogotá, Alba, una migrante llegada de Venezuela en 2014, pasó a ser una referente para los “Caminantes” (los que emigran),  que pasan todos los días. Un día, antes de que ella hubiera almorzado aún, pasó una mujer embarazada con su compañero, en busca de atención médica. En el dispensario había una enfermera muy atenta y amable que pudo ayudarlos. A pesar del frío, el hambre, la preocupación por haber dejado a sus colegas voluntarios solos y de que sus hijos también estuvieran solos en casa, sin comida, Alba se quedó a esperarlos.  Cuando concluyó la consulta, acompañó a los dos jóvenes padres, y ¿qué sucedió? Los Caminantes sabiendo lo que Alba había hecho por ellos, juntaron un poco de dinero para comprar algunas docenas de huevos para ella, sus hijos y los compañeros de trabajo. Era el céntuplo realmente.  ¿De quién llegaba ese céntuoplo? Justamente de quienes más necesitados estaban. Concluyendo el año 2018 la comunidad de los Focolares de Ciudad de México se unió a la “bienvenida humanitaria” de las caravanas de migrantes.  Una asociación civil que se inspira en el carisma de los Focolares dio su aporte técnico y su colaboración en la coordinación con las autoridades. Se activó un canal para facilitar la llegada de alimentos, ropa, productos para la higiene personal y varias decenas de mantas.  Es posible imaginarse la gratitud de los migrantes. Brasil también dio la bienvenida a los migrantes. “La multiplicación de las donaciones nos sorprende –nos cuentan los de la Comunidad local–.  Pedimos una estufa, y de golpe recibmos mucho más. Alguien pidió un lavabo y al día siguiente una persona que no conocíamos donó cinco lavabos. Un día un amigo fue a comprar algo para regalarnos.  Le explicó al vendedor los motivos de la compra y, como conclusión, para su sorpresa, recibió un descuento y además el envío gratuito.  En otra ocasión una persona que no conocíamos nos dijo: “voy a hacer un evento y encargaré comida para ustedes, para que llegue a quien lo necesita”.

Lorenzo Russo

Mozambique: concluye la reconstrucción de la Fazenda de la Esperanza

Mozambique: concluye la reconstrucción de la Fazenda de la Esperanza

Destruida por el aluvión del 2019 ha sido reconstruida gracias al aporte de la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares. “La experiencia después de la tragedia fue dura, pero nos ha acompañado la certeza que todo sucedió para dar nueva vida a estos lugares y a esta comunidad”. Ildo Foppa, voluntario del Movimiento de los Focolares, responsable de la misión de la Fazenda de la Esperanza de Dombe, en Mozambique, habla del aluvión que afectó al país en marzo de 2019 y de los frutos preciosos nacidos del compromiso conjunto por la reconstrucción. “Se ha vuelto cada vez más fuerte la relación con la Iglesia local, con el obispo y con los sacerdotes, con las organizaciones que llegaron para ofrecer una ayuda y con toda la comunidad del territorio. Hemos encontrado a muchas personas y recibido muchas promesas de ayuda”. De la devastación a la necesidad de reconstruir nació la oportunidad de crear trabajo para muchos: “hemos dado vida a cooperativas compuestas por diez familias cada una, así para muchos ha sido posible volver a empezar viviendo del propio trabajo y pudiendo así volver a empezar a construir su propio futuro”. Casi dos años después del aluvión, la intervención de reconstrucción –de la que han formado parte junto a la Fazenda y la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares – se lograron reparar la guardería, el hospital, cuatro casas de acogida, la escuela secundaria y la Iglesia. Fueron reconstruidos alojamientos y servicios higiénicos, se preparó un galpón para la construcción de bloques de cemento que servirán para la construcción de las casas definitivas para las familias. En la primera fase de la emergencia se distribuyeron raciones de alimentos a las personas que habían perdido sus casas y se construyeron 550 barracas con letrinas provisionales para las familias damnificadas. Posteriormente se realizó un programa de apoyo para la creación de un fondo de renta y apoyo a la población. En especial, 150 familias recibieron ayuda directa para la reparación de sus casas y para comprar semilla, abono y gasolina para los tractores y asi reiniciar y mejorar la producción agrícola. Fue construida una carpintería para ofrecer formación y trabajo a más de 60 jóvenes huéspedes de la Fazenda, se construyó un molino que está al servicio de alrededor de 330 familias. Las intervenciones se han concluido en los últimos meses a pesar de que también Mozambique ha sufrido mucho por la difusión del contagio del Covid-19. En este link de Amu y Afn es posible seguir la situación de la región.

 Claudia Di Lorenzi

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Armonia for Peace: La marcha (virtual) que no se detiene

Armonia for Peace: La marcha (virtual) que no se detiene

Ya en su octava edición, la marcha que forma parte del festival “Armonía entre los pueblos” no se detiene, ni siquiera con el  Covid.  Hablamos del tema con Antonella Lombardo, directora de la escuela de danza Laboratorio Accademico Danza (LAD) en la localidad de  Montecatini (Italia) y promotora del evento. Los hemos visto en los lugares más disparatados en estos meses de pandemia: pianistas, violinistas, rockers, cantantes pop y de ópera en los techos, las plazas, los parques, manteniendo siempre la justa distancia.  Todo ello para demostrar que nada ni nadie puede frenar la expresión artística, ni siquiera un virus mundial. Antonella Lombardo, directora artística de la escuela Laboratorio Accademico Danza de la ciudad de Montecatini, cerca de Florencia, está también muy convencida de todo esto. Ella es la creadora del festival “Armonía entre los pueblos”, que, desde hace quince años, promueve la idea de la búsqueda de la armonía posible a través del arte, como instrumento transversal y universal.  La edición 2020 no se ha detenido ni siquiera con el Covid. ¿De qué manera se ha desarrollado el festival este año? La marcha “Armonia for peace” es uno de las citas principales del festival “Armonía entre los pueblos” y sabíamos que este año no íbamos a poder realizarla de la forma tradicional.  El formato virtual era la única posibilidad para no detenernos y así la lanzamos el 12 de noviembre pasado.  Dirigimos la invitación a los colegios del territorio en el que nos encontramos, pero también a otros sitios, fuera de Italia,  para que realizaran vídeos que expresaran el significado de la paz.   La respuesta fue increíble: a pesar de que muchos colegios ahora en Italia utilizan, a partir de un cierto nivel, la didáctica a distancia, los profesores sostuvieron el proyecto, los chicos respondieron con entusiasmo y todo asumió un valor superior, incluyendo también el punto de vista de la construcción de las relaciones.  Los docentes colaboraron entre ellos, muchos cursos realizaron los vídeos que hemos subido a la página Facebook de la Asociación Cultural  DanceLab Armonia y recibimos trabajos no sólo de Italia, sino también de otros países, como Francia y Jordania. Tomó forma así un maratón digital sumamente variado que dice “paz” en las formas artísticas y coreográficas más diversas. Del material que han recibido, ¿hay algo que te ha impresionado de un modo especial, y por qué? Ante todo nos impresionaron las interacciones que nacieron entre los chicos.  No sabemos hasta dónde llegará todo esto y hoy tal vez lo más importante es el hecho que se hayan juntado para trabajar sobre lo que significa construir la paz.  Con sus docentes tuvieron que elaborar ideas para poder realizar los vídeos; fueron a fondo en el sentido de la paz, en el hecho que no es un slogan y todo ello permitió excavar en el corazón de cada uno. Hasta incluso los funcionarios públicos de los Ayuntamientos de nuestro territorio que han visto nacer y crecer el festival “Armonía entre los pueblos” estaban muy entusiasmados, y nos dijeron que fue una de las actividades más bonitas que han marcado sus vidas.  En definitiva, esas relaciones han sido lo más hermoso: relaciones profundas, basadas en la construcción del bien recíproco. ¿Qué proyectos tienen de ahora en más? En colaboración con la Custodia de Tierra Santa y en particular con el sostén del sacerdote Ibrahim Faltas y la Fundación Juan Pablo II estamos trabajando para realizar una escuela de danza en Belén. Este proyecto aspira a ser una espiral de esperanza para dar dignidad a muchos niños que, en esos territorios, son prisioneros a la intemperie. Otro proyecto es el del Campus Internacional de alta formación a la danza que tendrá sede en Italia pero que es internacional.  Será un lugar de formación en el que el arte se hará instrumento para superar todo tipo de barrera; lo pensamos como un taller de formación para todos los jóvenes que quieran dejar una marca y usar este lenguaje para llevar la belleza a todas partes, incluso allí en donde pareciera imposible.

 Stefania Tanesini

Homilía de Patriarca Ecuménico Bartolomé I de Constantinopla

El 20 de octubre, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, ha visitado el Centro Internacional de los Focolares. Después de una visita a la tumba de Chiara Lubich, se ha reunido con algunos representantes del consejo general del Movimiento. A continuación el texto de su discurso.  

Homilía de Su Santidad Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla – Nueva Roma

y Patriarca Ecuménico por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich

Rocca di Papa-Roma, 20 de octubre de 202o

  Muy estimada María Voce, Emmaus, Presidenta del Movimiento de los Focolares, Eminencias, Excelencias, Amados hermanos y hermanas en el Señor: Hemos aceptado con gran alegría la invitación de venir, al final de este viaje a la Ciudad Eterna, la Antigua Roma, aquí a Rocca di Papa, donde descansa nuestra querida Chiara, esperando la Resurrección. Es particularmente significativo el hecho que llegamos en el centenario de su nacimiento, –de hecho, Chiara nació en 1920‒ para rendirle homenaje y expresar nuestra gratitud al Señor de la vida, por habérnosla concedido durante tanto tiempo, pero sobre todo por haberla inundado con su esplendorosa gracia, expresada en la frase que aquí le recuerda: «Y nosotros hemos creído en el Amor». El Amor en el cual ella creyó y en el que insertó toda su vida, no pertenece a este mundo, sino que se encarnó en el mundo para que nosotros pudiésemos hacer experiencia de Él, pudiésemos conocerlo, pudiésemos encontrarlo en nuestros hermanos y hermanas, por doquier en el mundo; pudiésemos saborearlo, llegando a ser uno con Él en la Santa y Divina Eucaristía. ¡Cuántas otras cosas habría hecho nuestra Chiara si estuviese todavía entre nosotros! Pero no son los años lo que dan significado a la vida, no es la cantidad, la duración, sino el cómo hacemos fructificar los talentos que Él nos otorga, es la calidad de la vida, dedicada a testimoniar que Él es la Vida. Si pensamos por ejemplo en san Basilio de Cesarea, el gran Padre de la Iglesia, el primero de los Padres capadocios, él tuvo una vida decididamente breve, ni siquiera llegó a los cincuenta años, y sin embargo en esa breve vida totalmente ofrecida al Señor, produjo obras teológicas, litúrgicas, dogmáticas, ascéticas, que “llevan la inconfundible huella de su escritura, de su mente y de su corazón”. Fue un precursor en el cuidado de los pobres y los que sufren, haciendo construir una ciudadela de la caridad con posada, hospicio y leprosería, llamada ‘Basiliades’: fue el primer hospital de la historia. Se ocupó también de la naturaleza y de los animales, a propósito de los cuales emergen temáticas modernas en su célebre oración dedicada a los animales. Si en tan pocos años san Basilio realizó todas estas obras, es porque había impregnado toda su vida en el Amor a Cristo, dándole cada momento de su respiro hasta entregar su alma a Dios, probado por las austeridades, por las enfermedades y agotado por las preocupaciones. Nuestra Chiara vivió una vida más larga, pero del mismo modo nos legó una herencia sobre la que todavía tenemos que meditar mucho. Ella nos dejó el carisma de la unidad a todos los niveles, lo vivió, lo experimentó, se prodigó por él con todas sus fuerzas y enseñó a todos a desarrollar del mejor modo posible su propia función en la sociedad. Podemos afirmar tranquilamente que Chiara asumió este compromiso por la fraternidad, la unidad y la paz en todos los ámbitos de la vida humana, entregándonos un mensaje a través de su vida y de sus escritos que no podemos ignorar. El Movimiento y todas las obras que existen hoy, gracias a su carisma, son el testimonio de una vida consumida por el Señor, que pasó también a través de la Cruz, pero siempre orientada a la Resurrección. El timón de Chiara pasó después a otra muy querida hermana nuestra, cuya amistad con nosotros y con nuestro Patriarcado Ecuménico es larga y sólida, desde los años de su permanencia en Constantinopla, donde realmente dejó una huella indeleble del ministerio de la fraternidad, de la unidad y del amor hacia todos: María Voce-Emmaus. Acogiendo el testigo de Chiara, María Voce en estos años ha sabido ser como el siervo bueno de la Parábola de los talentos. No enterró el talento, sino que siguió haciéndolo fructificar más y más, y su Señor ciertamente sabrá reconocérselo. Llegando al fin de su mandato como Presidente, también nosotros queremos agradecerle por su gran contribución a la Obra; el recuerdo que tenemos de ella, como todos ustedes, está en nuestro corazón, y ella seguramente continuará llevando el carisma allá donde el Señor la llame. Quiera Dios, en su inmensa misericordia, conceder a esta Obra agradable a Él, un digno sucesor, capaz todavía de maravillarnos y sorprendernos con todos ustedes, para iluminar cada pueblo del mundo con la fuerza del Amor que todo lo vence, porque “para amar, el cristiano debe hacer como Dios: no esperar ser amado, sino ser el primero en amar”. (cit. Chiara Lubich). La gracia del Nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, esté con todos ustedes.   Lea también el artículo de la visita del Patriarca al Centro Internacional de los Focolares

Para que tuviéramos la Luz

Cuando Chiara Lubich hablaba de sufrimiento y de dolor no se limitaba a un concepto filosófico, psicológico o espiritual, sino que mantenía siempre la mirada dirigida a quien le gustaba llamar «el Esposo de su alma»:  Jesús en el momento en que en la cruz experimentó el abandono del Padre: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». (Mt 27,46). En su íntima y misteriosa relación con Él encontró la fuerza para aceptar todo dolor y transformarlo en amor. Sería como para morirse si no pudiéramos dirigir nuestra mirada a Ti, que conviertes, como por encanto, toda amargura en dulzura; a Ti, sobre la cruz, en tu grito, en la más alta suspensión, en la inactividad absoluta, en la muerte viva, cuando hecho frío, arrojaste todo tu fuego sobre la tierra y, hecho inmovilidad infinita, arrojaste tu vida infinita sobre nosotros, que ahora la vivimos con embriaguez. Nos basta vernos semejantes a Ti, al menos un poco, y unir nuestro dolor al tuyo y ofrecerlo al Padre. Para que tuviéramos la Luz, se nubló tu vista. Para que tuviéramos la unión, probaste la separación del Padre. Para que poseyéramos la sabiduría, te hiciste «ignorancia». Para que nos revistiéramos de inocencia, te hiciste «pecado». Para que Dios estuviera en nosotros, lo sentiste alejado de Ti.

Chiara Lubich

  El atractivo de nuestro tiempo. Escritos Espirituales/1, Ciudad Nueva, Madrid, 1995, p.41.  

Siria: server y compartir para ser una sola familia

Siria: server y compartir para ser una sola familia

En dos ciudades de la costa siria un grupo de voluntarios del Movimiento de los Focolares promueve un proyecto que tiene el objetivo de asegurar comidas de buena calidad a familias pobres y a personas ancianas o vulnerables. “En el trabajo en equipo he sentido la presencia de Dios, y este compromiso colectivo nos ha hecho una familia”. Así se expresa Hazem hablando de su experiencia en el ámbito del proyecto “Lokmat Mahaba” que en árabe significa “una bocanada de amor”. La iniciativa, promovida por el Movimiento de los Focolares es sostenida con fondos del programa  “Emergencia Siria” de AMU (Acción por un Mundo Unido), nace para ofrecer un soporte a algunas familias necesitadas de las ciudades de al-Kafroun y Mashta al-Helou, en el noroeste de Siria, e involucra a cristianos de distintas confesiones. En una realidad marcada por la crisis económica, por una altísima conflictividad, por las medidas restrictivas impuestas por la UE y los Estados Unidos, por la devaluación de la libra siria y el alto costo de la vida, que se ha agudizado por la crisis sanitaria y ocupacional debida a la difusión del Coronavirus, el pequeño grupo de voluntarios se ofrece para ayudar a unas veinte familias –entre damnificados y residentes- que viven en condiciones de vulnerabilidad económica y sanitaria. Ofrecen su tiempo y energías. Alguno también los frutos de su tierra. Otros un pequeño pero significativo aporte económico. Gracias al aporte de personas de las aldeas cercanas, de sirios que viven en otros países, de algunos intelectuales y de pequeñas donaciones, juntos cocinan y distribuyen a cada familia una comida a la semana, que entregan personalmente entrando en cada casa, poco antes de la hora del almuerzo. “Estos pocos minutos en donde estamos en pie con cada familia durante la distribución de la comida –cuenta Micheline, una de las voluntarias- nos ayuda a construir una relación con ellos. Los ruegos que escuchamos y compartimos y la relación que nos vincula son el verdadero tesoro del proyecto”. Y qué alegría participar del entusiasmo de los niños, y de aquellos que no son niños desde hace tiempo, que esperan ansiosamente esa “bocanada de amor”: “Compartir las preocupaciones de la vida cotidiana y ser con ellos una sola cosa” es lo que anima el profundo compromiso de cada uno. La fuerza de llevar adelante este trabajo –dicen- viene de Jesús Eucaristía y del compartir momentos de oración. A un año de distancia del inicio del proyecto, en septiembre de 2019, el grupo de los voluntarios y colaboradores ha crecido y para la confección de las comidas el padre Gandhi Muhanna, pastor de la Iglesia maronita, ha puesto a disposición la cocina de su casa. La dificultad –explican- es la de la elaboración de la comida, que sea sana y nutritiva, realizada con ingredientes de calidad, a menudo difíciles de conseguir, mientras que los precios de los alimentos siguen subiendo. Un desafío –explican- delante del cual sin embargo ninguno se echa para atrás: el objetivo consiste en desarrollar el proyecto, ampliar la red de colaboradores, aumentar la calidad y la frecuencia de las comidas, pero sobre todo llegar a un mayor número de familias y personas necesitadas, para “compartir con todos los medios posibles los dones que cada uno ha recibido de Dios”.

Claudia Di Lorenzi

Si desea hacer su contribución para ayudar a los que sufren los efectos de la crisis mundial de Covid, vaya a este enlace

Premio internacional a los Focolares por el compromiso medioambiental

Premio internacional a los Focolares por el compromiso medioambiental

El Movimiento de los Focolares ha recibido el premio internacional “Yo hago mi parte” de la Academia Kronos por su compromiso con el planeta a través de EcoOne, la iniciativa medioambiental de los Focolares. Entre los premiados de esta edición 2020, el papa Francisco y, póstumo, el explorador y antropólogo noruego, Thor Heyerdahl. Una antigua fábula africana dice que durante un incendio forestal un colibrí, el más pequeño de los pájaros, voló hacia el fuego mientras todos los animales huían. Cuando el león le preguntó qué estaba haciendo, el colibrí, mostrando una gota de agua en su pico, respondió: “¡Estoy haciendo mi parte!”. De esta narración ha tomado el nombre el premio internacional, ahora en su cuarta edición, que la Academia Kronos asigna cada año a personas, organizaciones y naciones que han demostrado que “han hecho su parte” para proteger el medio ambiente y el clima. Entre los ocho ganadores de este año también se encuentra EcoOne, la iniciativa internacional del Movimiento de los Focolares, impulsada por una red de docentes, académicos, investigadores y profesionales que trabajan en ciencias ambientales y se esfuerzan por enriquecer su conocimiento científico con una lectura humanista profunda de los problemas ecológicos contemporáneos (www.ecoone.org) Debido a la pandemia no fue posible entregar los premios, como se esperaba, en la Sala de la Protomoteca del Capitolio en Roma (Italia). La entrega al Movimiento de los Focolares tuvo lugar ayer, jueves 26 de noviembre de 2020, en la sede internacional de los Focolares en Rocca di Papa (Roma-Italia) por Vincenzo Avalle, miembro de la junta nacional de la Academia Kronos, acompañado por Armando Bruni, coordinador del Centro Italia de la Academia y tres guardias ambientales. En nombre del Movimiento de los Focolares, el profesor Luca Fiorani, presidente de EcoOne, recogió la escultura de un colibrí, realizada con material metálico reciclado del artista Renato Mancini, y el diploma del premio. “Este premio quiere dar un estímulo, una motivación a todos aquellos que están comprometidos con la protección del medio ambiente – explicó Vincenzo Avalle – Me ha impactado la actividad del Movimiento de los Focolares por el medio ambiente como se expresa en EcoOne, apoyado por la ciencia y la interacción con la política”. “Veo una gran sinergia entre nosotros, la Academia Kronos y el Movimiento de los Focolares/EcoOne – ha explicado Fiorani al recibir el premio – porque somos complementarios: Kronos nace de la acción, EcoOne nace de la reflexión. Nos necesitamos el uno al otro. Como Movimiento de los Focolares, podemos contribuir en varios ámbitos de estudio cultural. Destacar la economía y la política, determinantes para el medio ambiente. Y también podemos ofrecer nuestra dimensión internacional”. “Veo – añadió – una posibilidad de colaboración, de sinergia muy fuerte. Hay una galaxia de entidades que trabajan por el medio ambiente. Creo que ha llegado el momento de que todas estas organizaciones colaboren”. La Academia Kronos (https://accademiakronos.it-html.com/) es la continuación y heredera espiritual de una de las primeras organizaciones ambientales, “Kronos 1991”. Con cerca de 10.000 miembros en Italia y sedes y referentes internacionales, está comprometida con la protección del medio ambiente y la calidad de vida. En colaboración con Institutos científicos y Universidades, Kronos ofrece un curso de grado en “Educador y divulgador ambiental” y dos maestrías universitarias en “Salud y medio ambiente” y apoya un organismo supervisor de prevención e información ambiental. Pero, sobre todo, invita a personas de todo el mundo a “hacer su parte” para proteger el medio ambiente.

Joachim Schwind

Evangelio vivido: la elección de la amabilidad

En la escuela de Jesús podemos aprender a ser testigos e instrumentos los unos para los otros del amor tierno y creativo del Padre. Es el nacimiento de un mundo nuevo, que sana de raíz la convivencia humana y atrae la presencia de Dios entre los hombres, fuente inagotable de consuelo para secar cada lágrima. Una idea insólita Mi esposo y yo viajábamos por la autopista cuando noté a una pareja en el auto detrás de nosotros. El hombre al volante parecía muy agitado y con su conducción podía representar un peligro. Al llegar al peaje, tuve una idea: ¿por qué no pagarles el peaje a ellos también? Entonces, mientras mi esposo pagaba el nuestro, le di al empleado la cantidad para los viajeros que estaban detrás de nosotros, con el siguiente mensaje: “Que tengas un buen día y unas buenas vacaciones de parte de la pareja del coche de Massachusetts”. Y a mi esposo que no entendía, le expliqué que quizás este pequeño gesto le recordaría a ese hombre que alguien lo quería: ¡quién sabe si no daría una nota diferente a su viaje! Luego, mirando hacia atrás, vi que el empleado de la cabina de peaje estaba hablando con esa pareja, señalando en nuestra dirección. Al rato, habiendo retomado el viaje, un coche se acercó al nuestro: eran ellos. El hombre sonrió mientras ella mostraba un trozo de papel donde estaba escrito en letras grandes: “¡Vuestra amabilidad funcionó! ¡Gracias, Massachusetts!”. (D.A. – Estados Unidos) Paz en la familia Desde hacía años la relación con nuestra hija y nuestro yerno nos hacía sufrir. Estaba celoso de nosotros hasta el punto de que Grazia ya no podía venir a visitarnos. Por mi parte, no lograba perdonarle tanta pasividad. Luego, una llamada telefónica con mi yerno: una hora y media de acusaciones mutuas. No pude dormir esa noche. Entonces decidí escribir una carta a los dos en la que les pedía disculpas y les aseguraba que siempre tuvieron un lugar en nuestro corazón. No esperaba nada de esa carta, en cambio me llamó conmovido, anunciando la llegada de Grazia al día siguiente. Poco después de una llamada telefónica de los padres de nuestro yerno, a quienes no habíamos visto durante años, confirmó que la situación había cambiado por completo: nos invitaron, de hecho, a pasar unos días con ellos. Nunca se nos habían demostrado tanto cariño y hemos pasado días serenos, que no olvidaremos fácilmente. Al regresar a casa, mi esposo y yo agradecimos a Dios porque con una simple carta nos había dado el inmenso regalo de la paz en la familia. (R.D. – Italia) La suma A mi esposa y a mí nos parecía que había llegado el momento de comprar la casa. Habiendo hecho nuestras cuentas, comprometido todos nuestros ahorros y el anticipo de liquidación, aún nos faltaba una suma para poder hacer una hipoteca a diez años. Justo en estos días, en el trabajo, hicimos una gran compra. El proveedor entonces me llevó aparte y me informó que cuando quisiera visitarlo encontraría  “mi parte”. Comprendí lo que quería decir con “mí parte”: era una cierta cantidad que podría haberme dado. En otras palabras, era una forma, de corrupción, sin duda una mala praxis, muy común en las ventas. Por un lado, esa suma nos habría venido bien y la tentación de aceptarla no fue poca. Pero la libertad de ser “puro de corazón”, como dice el Evangelio, que quiero vivir, no tiene precio. La certeza de que Dios proveerá, como ha provisto en abundancia hasta ahora, ha hecho que rechacemos la oferta y, además, nos ha dado el empuje para dar nuestro segundo coche a una persona que seguramente lo necesita más que nosotros. (D.A. – Italia)

Stefania Tanesini

(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VI, n. 6, noviembre-diciembre de 2020)

Durante 50 años testigos y constructores de paz

Durante 50 años testigos y constructores de paz

Con motivo del 50º aniversario de Religiones por la Paz, hacemos el balance de los avances y perspectivas futuras con Azza Karram, secretaria general electa. Azza Karram ha sido elegida secretario general de Religiones por la Paz en agosto de 2019. Egipcia de origen, ciudadana holandesa, profesora de estudios religiosos y diplomacia, ex funcionaria de la ONU, alma con dimensión universal, lidera hoy un movimiento al que se adhieren más de 900 líderes religiosos de 90 países comprometidos a hacer de la paz un lugar de encuentro y un camino a recorrer como comunidad. Religiones por la Paz, del 16 al 21 de agosto de 1970, inauguró su primera asamblea. Dirigido por Nikkyo Niwano, japonés y fundador de Rissho Kosei-kai, con un espíritu de gran visión. En los años 90 también involucró a Chiara Lubich en este encuentro mundial: encontró en ella una consonancia espiritual y pragmática única. Este año Religiones por la Paz celebra su 50 aniversario. Nos comunicamos con Azza Karram en Nueva York para pedirle un análisis de los avances realizados y las perspectivas de futuro. Después de 50 años desde la fundación de Religiones por la Paz, ¿qué misión y qué mensaje sigue dando el movimiento? Después de 50 años de vida, la nuestra es el testimonio de que es inevitable que las religiones trabajen juntas, independientemente de las diferencias institucionales, geográficas o doctrinales. Este es el mensaje que damos aunque todavía no nos demos cuenta perfectamente porque sabemos que es un proceso de aprendizaje constante y que también existe el esfuerzo de trabajar juntos. El Covid, entonces, ha resaltado aún más la necesidad de un trabajo común. Las comunidades religiosas o las ONG inspiradas en valores religiosos lo están haciendo porque fueron las primeras en responder a esta crisis humanitaria y no otros. Es cierto que las instituciones de salud también han intervenido, pero no podrían haberlo hecho de manera tan generalizada sin las instituciones religiosas que no solo han dado una respuesta sanitaria, financiera y psicológica a esta crisis, sino que también han podido ver las necesidades espirituales de una comunidad y están respondiendo en todos los frentes al 100%. Sin embargo, ¿cuántas de estas instituciones religiosas, mientras responden a las necesidades de la misma comunidad, están trabajando juntas? Muy pocas y no por falta de necesidades ni de eficiencia ni de conocimientos. A veces sospecho que en realidad estamos tratando de salvar nuestras instituciones y colaborar en este momento complejo requiere aún más esfuerzo y más compromiso porque es más fácil preocuparse por la santidad y cohesión de nuestros grupos que abrirnos a un compromiso universal y en cambio precisamente el Covid nos obliga a hacer otra cosa. Hemos querido poner en marcha un fondo humanitario multirreligioso precisamente para demostrar que responder juntos a una necesidad es construir el futuro común con intencionalidad y voluntad y los resultados son y serán abundantes: lo sabemos por nuestra historia y queremos seguir demostrando lo fructífera que es la colaboración interreligiosa. ¿Qué desafíos enfrenta Religiones por la Paz? Creo que los desafíos de Religiones por la Paz son los mismos que los de todas las instituciones, no solo religiosas, sino políticas, institucionales, judiciales y financieras en términos de confianza, eficiencia, legitimidad, competencias. En mi opinión, las instituciones religiosas están sufriendo estas crisis desde hace mucho tiempo y sufrirán más que las instituciones civiles. Vuelvo a la pandemia. Los encierros y cierres han creado un colapso institucional en nuestras comunidades. Se puede comprender bien lo que significa no poder reunirnos más, que es una de las funciones básicas y fundamentales de nuestras experiencias y, en cambio, estas funciones se ven amenazadas con iglesias, templos, mezquitas y sinagogas que recibían a miles o cientos de cientos de personas y ahora tienen que limitarse a 50 o unas pocas docenas. La ausencia de reunión, por tanto, exige una reestructuración de nuestro servicio religioso también y de hecho nos hemos trasladado allí, pero ¿cuánto está afectando esto a la práctica religiosa? Incluso aquellos que lideran estas comunidades y no solo los miembros deben reconfigurar su rol y la forma en que lo desempeñan en el mundo. Por ello, si ya estoy luchando por sobrevivir como institución, ¿cómo puedo trabajar con otras personas que tienen los mismos problemas en otras partes del mundo? Todos somos desafiados en este replanteamiento, las Naciones Unidas, los gobiernos y también nosotros como religiones. Y luego están las amenazas precisamente a la existencia de la fe en países y sociedades donde el autoritarismo no permite prácticas de fe y donde los regímenes se sienten amenazados en su fragilidad intrínseca por estas voces que vibran por los derechos humanos, la justicia, el pluralismo. Para dar respuesta a estos retos se necesita una mayor colaboración, se necesitan recursos económicos y me atrevería a decir que también se necesitaría una mayor conciencia política del papel social de las colaboraciones multirreligiosas, las cuales también deben ser apoyadas económicamente porque son espacios de servicio, encuentro, recursos únicos para el crecimiento de una sociedad. Y, en cambio, veo que las religiones a menudo están al margen y si luego trabajan juntas, son las últimas en las perspectivas de los gobiernos. Anteriormente citó la colaboración como un pilar básico de la experiencia interreligiosa. Sabemos que existe una colaboración de larga data entre Religiones por la Paz y el Movimiento de los Focolares. ¿Cómo continúa y cómo implementar este trabajo conjunto? Se trata de una colaboración de años, nacida en 1982 y que vio a Chiara Lubich como una de los presidentes honorarios de Religiones por la Paz desde 1994 y ahora Maria Voce ha continuado siendo una de nuestros copresidentes desde 2013. Me prometí, comenzando mi mandato, honrar a todos los que me precedieron y que permitieron que Religiones por la Paz fuera lo que es y, por tanto, también a Chiara. Realmente tengo que encontrar un espacio, incluso en nuestro sitio, para contar esta amistad. Lo que más me llama la atención de nuestro vínculo, tanto en el pasado como ahora, es que el nuestro siempre ha sido una colaboración vital y viva hecha por personas. Es fruto de esta herencia si aún hoy la comunicación de Religiones por la Paz la maneja una persona de los Focolares y a lo largo de los años, los de los Focolares han servido a nuestro Movimiento de las más variadas formas. Y también lo hizo la Rissho Kosei-kai. Estas colaboraciones interreligiosas capaces de compartir recursos humanos, imágenes vivas de lo divino que honran el espacio sagrado del diálogo con su presencia son para mí un signo de reciprocidad hacia Dios porque a través de este trabajo común en el diálogo interreligioso le estamos sirviendo, mostrando a todos la belleza de habernos creado de tantas religiones ¿Cómo imagina el futuro de Religiones por la Paz? Lo imagino bajo el signo del multilateralismo. Así como las Naciones Unidas es el multilateralismo de los gobiernos, yo veo nuestro movimiento como el multilateralismo de las religiones. Básicamente, nos comprometemos como seres humanos a nivel micro y macro para preservar la diversidad deseada por el Creador y salvarla para todos, incluidas las instituciones. Imagino el beneficio que las instituciones podrían obtener de esta visión y de nuestro trabajo y si trabajamos juntos, ambos prosperarán. Si las instituciones políticas están enfocadas en salvarse a sí mismas, si las entidades religiosas están interesadas en salvarse a sí mismas, esto conducirá a la destrucción no solo de nuestros grupos sino de todo el planeta. Y, en cambio, el Papa mismo, primero con Laudato , ahora con su encíclica, nacida de ese documento común con el mayor líder sunita, nos llama; es un llamado común a salvaguardar la tierra, pero sobre todo a la fraternidad humana inclusiva de todas las religiones. Apoyamos esta encíclica y el llamado a la fraternidad no deja a nadie afuera, ni siquiera a los sin fe y lucharemos para que sea verdaderamente un patrimonio de todas las religiones.

Maddalena Maltese

Es por la noche cuando se ven las estrellas

El sufrimiento es maestro de sabiduría. Esta es la convicción que expresa Chiara Lubich en la siguiente reflexión. Debemos acercarnos a quien sufre no solo con compasión, sino con una actitud de reverencia y de escucha. ¿Por qué algunos hombres que desconocen las ciencias, incluso religiosas, se han hecho santos con el único libro del Crucifijo? Porque no se han quedado en contemplarlo, venerarlo o besar sus llagas, sino que han vuelto a encarnarlo en ellos. Y quien sufre y está en la oscuridad ve más lejos que el que no sufre, así como es necesario que se oculte el sol para ver las estrellas. El sufrimiento enseña lo que de ninguna otra manera se puede aprender. Ocupa la más alta cátedra. Es maestro de sabiduría, y quien posee la sabiduría es feliz (Cf. Pr 3,13) «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados» (Mt 5,4) no solo con el premio del más allá, sino también con la contemplación de cosas celestiales aquí abajo. Debemos acercarnos a quien sufre con esa reverencia y más aún, con la que en otros tiempos se iba al encuentro de los ancianos, cuando de ellos se esperaba la sabiduría.

Chiara Lubich

Chiara Lubich, Ve más lejos. Escritos espirituales /2, Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1999, pág. 76.

Evangelio vivido: ser instrumentos de consuelo

Jesús no es indiferente ante nuestras tribulaciones y se compromete personalmente a sanar nuestro corazón de la dureza del egoísmo, llenando nuestra soledad, dándonos la fuerza para cada una de nuestras acciones. Un matrimonio salvado Una hija nuestra estaba atravesando un momento extremamente delicado de su vida de pareja. La última vez que había hablado con ella por teléfono me confió que había perdido toda esperanza de salvar su matrimonio, la única cosa que podía hacer, decía llorando, era divorciarse. Siempre nos había impresionado, a mí y a mi esposo, la promesa hecha a los discípulos de Jesús: “Si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo para pedir cualquier cosa mi Padre que está en los cielos se la concederá”. Con esta confianza, le prometí a mi hija que junto con sus cinco hermanos íbamos a rezar para obtener la gracia de la reconciliación. No mucho tiempo después ella me volvió a llamar aliviada y casi incrédula, después de una larga reflexión su esposo aceptó hacer un coloquio con una persona que le podía ayudar a resolver sus problemas. De hecho se reconciliaron. No sólo, un año después nuestro yerno manifestó el deseo de entrar a formar parte de la Iglesia católica. Y por este motivo pidió a un sacerdote que lo acompañara para empezar la preparación necesaria. (G. B. – Usa) Un nuevo inicio No veía la hora de empezar a dar clases en un liceo de la Iglesia de Inglaterra en West London. Pero muy pronto se esfumó mi entusiasmo, no fui acogido por los estudiantes como habría deseado y al entrar en constante conflicto con ellos empecé a usar mi poder. Per al abrirme con mis amigos, comprendí que podía seguir otra táctica, a pesar de que sentía que estaba del lado justo. Jesús no habría actuado así. Al día siguiente, en clase, pedí disculpas diciendo que probablemente había cometido un montón de errores que un profesor más experto habría evitado. En un gran silencio y escucha por parte de mis alumnos, dije que intentaría verlos a todos con una mirada nueva y que esperaba que hicieran lo mismo conmigo. Uno de los principales revoltosos públicamente aceptó mis disculpas y a su vez se disculpó por su comportamiento y el del resto de la clase. Vi que algunos de ellos sonreían. Había sucedido algo imprevisible, un profesor que se disculpaba delante de toda su clase. Fue un nuevo inicio para todos. (G.P. – Inglaterra) El chico de la encrucijada Todas las mañanas, antes de ir a mi lugar de trabajo como fiscal de tránsito, acostumbraba ir a la Misa y pedir a Jesús la ayuda para amar a todos los que encontraría durante la jornada. Un día, en un cruce con mucho tráfico, vi pasar a toda velocidad a un chico en motocicleta. Poco después regresó, siempre a altísima velocidad, y esto se repitió numerosas veces. Le solicité inútilmente que se detuviera, esperando dentro de mi corazón que no provocara ningún accidente. Finalmente se detuvo, sólo para decirme: “Tengo muchas dificultades, quiero terminar con mi vida”. Lo escuché largo rato, aunque seguía trabajando. Le ofrecí mi disponibilidad de ayudarlo y no le puse multa. Lo vi irse sereno. Pasaron algunos años. Mientras estaba de servicio en otro lugar, se me acercó un joven sonriente que me abrazó conmovido. Le dije: “Oye, debes haberte equivocado de fiscal”. Y él: “No, soy el chico del cruce, ahora estoy felizmente casado y contento de la vida. Vine hasta aquí desde la ciudad donde vivo ahora porque le quería agradecer”. En mi corazón sólo puedo agradecer a Dios. (S.A. – Italia)

a cargo de Stefania Tanesini

(Tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del Día), Città Nuova, año VI, n.6, noviembre-diciembre 2020)  

Brasil: una exposición sobre Chiara Lubich a través de las redes sociales

Brasil: una exposición sobre Chiara Lubich a través de las redes sociales

Se había pensado como uno de los eventos con ocasión del Centenario de Chiara Lubich, pero fue suspendida por la pandemia y los fondos que se habían recaudado fueron donados en beneficencia. Ahora llega a las redes sociales de los Focolares de Brasil con los mismos contenidos y nuevos lenguajes.  Una exposición prevista para agosto de 2020 y que luego se había postergado para noviembre ha llegado ahora finalmente a las redes sociales. Un itinerario arduo el de este evento dedicado a Chiara Lubich con ocasión del Centenario de su nacimiento, y hoy al alcance de todos a través de las redes sociales de @focolaresbrasil (Facebook, Instagram e Youtube): fotos, vídeos y contenidos de texto serán publicados durante todo el mes de noviembre de 2020. Una muestra diferente a la que estaba prevista, con un público ampliado gracias a la web y enriquecida con el aporte de un equipo intergeneracional. De todo ello hemos hablado con José Portella, uno de los encargados de la exposición. ¿Cómo nació la idea de sustituir la exposición presencial con una virtual? ¿Quién ha formado parte del equipo de realización y ustedes, cómo han trabajado? Somos un equipo de dieciséis personas del Movimiento de los Focolares, de distintas edades y vocaciones: jóvenes y adultos, voluntarios y focolarinos.  Desde el comienzo del año 2019 veníamos trabajando juntos para presentar en Brasil una versión reducida de la muestra montada en las Galerías de Trento, en Italia. Después llegó el Covid-19. En mayo de 2020, dándonos cuenta de la gravedad de la situación, comprendimos que podíamos “celebrar” el Centenario ayudando a los necesitados afectados por la pandemia.  De acuerdo con la gente que ya había colaborado económicamente dando donaciones para la exposición, dimos todo lo que teníamos a personas que pasaban dificultades. Fue en ese momento cuando supimos que la muestra de Trento se estaba preparando en su versión online.  Pero no era suficiente realizar una simple traducción para llegar a la realidad brasileña. ¿Por qué, entonces, no llevar a cabo algo virtual y específico para nuestro país?  Con algunos expertos de las nuevas generaciones, que se unieron al equipo, nos dividimos en tres grupos para adaptar el material que nos llegaba de Trento.  Además hubo que preparar vídeos locales y evaluar las exigencias financieras. Una experiencia de unidad realizada entre generaciones. La dificultad principal fue la de mantener la narración de la muestra de Trento, pero con un enfoque brasileño y un lenguaje que se adaptase a las redes sociales. ¿Cuáles son las características del recorrido que ustedes han pensado para los visitantes virtuales? Hay cuatro vídeos promocionales y un vídeo para el lanzamiento de la exposición.  Luego se presenta a Chiara Lubich y su carisma según tres temáticas: ser, con la historia de Chiara Lubich; influir, con el testimonio de las personas que la conocieron y que viven la espiritualidad de la unidad; actuar, con todas las instancias que han nacido a través de su carisma. ¿Qué tiene que decir Chiara Lubich a Brasil, según la opinión de ustedes, en el particular momento de pandemia que estamos viviendo a nivel planetario? Chiara Lubich durante un viaje a Brasil en 1991, frente a la desigualdad que observaba, intuyó la Economia de Comunión y afirmó que el Movimiento en Brasil está llamado a actuar en la comunión de los bienes a nivel global. Hoy, en el contexto de la pandemia, encarnar este carisma significa cuidar del otro, compartir no sólo los bienes materiales, sino también dedicar la propia vida al servicio de los demás, no preguntarse quién es mi prójimo, sino de quién yo soy prójimo.  En sintonía con la Encíclica del Papa Francisco “Fratelli tutti” estamos llamados, como pueblo, a actuar en fraternidad, según el ejemplo del buen samaritano. Sólo así surgirán hombres nuevos para construir una sociedad más inclusiva y fraterna.

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Construir un “castillo exterior”

En la espiritualidad de la unidad la persona no solo busca a Dios en el interior de su alma, sino que descubre su presencia en el espacio que se abre cuando dos o más personas se aman en el espíritu del Evangelio. La imagen que usa Chiara Lubich para describir esta realidad es la de un castillo: no interior, sino exterior. Para los que recorren el camino de la unidad, Jesús en medio de los hermanos es esencial. Es necesario mantener siempre viva su presencia so pena de fracaso personal. Y precisamente esta presencia caracteriza el carisma de la unidad. Así como los dos polos de la luz eléctrica, aunque haya corriente, no producen luz hasta que no se unen, pero lo harán en cuanto entren en contacto, del mismo modo dos personas no pueden experimentar la luz propia de este carisma hasta que no se unen en Cristo mediante la caridad. En este camino de la unidad todo tiene significado y valor –en el trabajo, en el estudio, también en la oración y en el aspirar a la santidad, lo mismo que en la irradiación de la vida cristiana– si se da la presencia de Jesús en medio de los hermanos, que es la “norma de las normas” de esta vida. En esta espiritualidad alcanzamos la santidad si hacemos una marcha en unidad hacia Dios. […] Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, habla de un “castillo interior”: la realidad del alma habitada en el centro por Su Majestad, que hay que descubrir y que debe iluminarlo todo durante la vida superando las distintas pruebas. Este es el culmen de la santidad en un camino prevalentemente individual, aunque luego ella arrastraba a esta experiencia a todas sus hijas. Sin embargo, ha llegado el momento, al menos, nos parece así, de descubrir, iluminar y edificar, además del “castillo interior”, también el “castillo exterior”.[…] Pero si tenemos en cuenta que esta nueva espiritualidad que Dios le dona hoy a la Iglesia llega incluso a responsables de la sociedad y de la Iglesia, comprenderemos inmediatamente que este carisma […] tiende a hacerlo también (el castillo exterior) con el tejido social y eclesial. El Santo Padre, hablando recientemente a unos setenta Obispos amigos del Movimiento, dijo: «El Señor Jesús […] no llamó a los discípulos a seguirlo individualmente, sino que su llamada era inseparablemente personal y comunitaria. Y si esto es verdad para todos los bautizados –continúa el Papa– es válido de un modo especial […] para los apóstoles y sus sucesores, los obispos”1. De este modo, esta espiritualidad, como todos los carismas, está hecha para todo el pueblo de Dios, cuya vocación es ser cada vez más uno y más santo..

Chiara Lubich

 De: Una espiritualidad de comunión. Cf. Chiara Lubich, La Doctrina espiritual, Buenos Aires 2005, pp. 66-67. 1) Insegnamenti di Giovanni Paolo II, XVIII (1995) 1, Città del Vaticano 1997, p.382.

Iglesia Latinoamericana y pandemia

Iglesia Latinoamericana y pandemia

Un Webinar promovido por la Comisión Pontifica para América Latina abierto a todos, para reflexionar y analizar el impacto y las consecuencias del Covid-19. La transformación social, económica, política y el pensamiento del Papa Francisco. El seminario virtual con el título Latinoamérica: Iglesia, Papa Francisco y el escenario de la pandemia tendrá lugar el 19 y 20 de noviembre y estará abierto a todos los interesados en esta parte del mundo, que ha sido tan fuertemente afectada por el virus; un escenario que ya era complicado por sus grandes áreas de pobreza y marginación. Es organizado por la Comisión Pontificia para Latinoamérica, por la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales y por la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM). La cita tiene como objetivo reflexionar y analizar la situación de la pandemia en el continente latinoamericano, sus consecuencias y, sobre todo, las líneas de acción y de ayuda de los gobiernos y de la Iglesia. El Papa se hará presente con un video mensaje y entre otros participarán el Card. Marc Ouellet, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Mons. Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del CELAM, Carlos Afonso Nobre, Premio Nobel de la Paz en el 2007, el economista Jeffrey D. Sachs, Director del Centro para el desarrollo sostenible de la Columbia University y Gustavo Beliz, Secretario de asuntos estratégicos de la Presidencia argentina. En la nota introductoria al seminario se explica que en todo el continente latinoamericano, como en el resto del mundo, es imposible calcular los daños de la pandemia: “En muchos casos, los efectos negativos de la clausura de las fronteras y las consecuentes repercusiones sociales y económicas son sólo el inicio de una espiral de daños que todavía no se han cuantificado, mucho menos existe la receta de una solución a medio término”. Por ello el seminario será la ocasión de un encuentro y de un diálogo amplio entre la acción misionera y pastoral de la Iglesia católica y el aporte de varios especialistas del mundo de la economía y de la política, para poder potenciar una red cultural y operativa y garantizar así un futuro mejor para el continente. También el Papa Francisco se hará presente con la presentación de la Task Force contra el Covid-19, instituida por él y representada en el seminario por su director quien expondrá el trabajo. En tiempos de incertidumbre y de falta de futuro la Iglesia mira hacia el “continente de la esperanza” y busca instrumentos compartidos que puedan transformar la crisis en oportunidad o al menos permitir encontrar caminos para salir de ella. El programa del evento Inscríbete aquí

Stefania Tanesini

La educación, una cuestión de amor

La educación, una cuestión de amor

El Global Compact on Education, ideado por el Papa Francisco, invita a todas las personas a adherir a un Pacto. De ello hablamos con Silvia Cataldi, socióloga, docente de la Universidad La Sapienza de Roma Los protagonistas son ellos, depositarios de la esperanza de un mundo más justo, solidario y en paz. El  Global Compact on Education, que el Papa Francisco ha promovido, apunta a los jóvenes como destinatarios de los recorridos educativos y al mismo tiempo como agentes de los mismos.  Se los involucra junto a sus “familias, las comunidades, los colegios y las universidades, las instituciones las religiones y los gobernantes” en una “alianza educativa” para una humanidad más fraterna y en paz. Se habló de todo ello durante el encuentro “Juntos para mirar más allá” que se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Lateranense (Roma) el 15 de octubre, durante el cual el Santo Padre, en un video mensaje, exhortó a todas las personas de buena voluntad a que adhiriesen al Pacto.  Estaba presente Silvia Cataldi, socióloga, docente en la Universidad La Sapienza de Roma, y ella comenta las palabras del Papa. En los últimos años registramos un fuerte protagonismo de los jóvenes sobre los grandes temas de la actualidad. Parece obsoleto el modelo educativo que los ve como sujetos pasivos… “A menudo el límite de los modelos educativos es el de malinterpretar la cultura como memorismo. El pedagogo Paulo Freire habla de “educación depositaria”, en la que el saber puede ser volcado o depositado como en un contenedor. Sin embargo, este saber tiene dos riesgos: el de que quede abstracto y desenganchado de la vida, o el de presuponer una visión jerárquica del saber. Respecto de esto, el Pacto me impacta como educadora, porque nos invita a escuchar el grito de las jóvenes generaciones, a dejarnos interpelar por sus cuestiones. Debemos darnos cuenta de que la educación es un recorrido participado, no unidireccional”. Entonces, ¿qué significa educar? “El término cultura viene de colere y significa cultivar. Por lo tanto, es un verbo “sedentario”, hay que estar allí, dedicar tiempo y espacio, arrancar por las preguntas y no por la formulación de respuestas que se proveen. Pero tiene también el significado de cuidar y amar. Por ello me impacta mucho el Pacto, que dice con fuerza que “la educación es sobre todo una cuestión de amor”.  Cuando se habla de amor uno piensa en el corazón, en el sentimiento.  Pero en realidad el amor tiene una dimensión eminentemente práctica y exige las manos.  Entonces, nosotros educadores hacemos nuestro trabajo sólo si sabemos reconocer que la educación es cuidar.  El cuidado cotidiano es un gesto revolucionario porque es un elemento de crítica y de transformación del mundo. Lo explica muy bien Hannah Arendt cuando dice que “la educación es el momento que decide si nosotros amamos lo suficiente al mundo, pues conduce a su transformación”. ¿Cómo conseguir que el Pacto no quede en un simple llamado?   La invitación a la fraternidad universal  –el corazón del Pacto– tiene implicaciones importantes, pero para que realmente tenga un poder transformador debe promover un cambio de perspectiva que conduzca a acoger las diversidades y sanar las desigualdades. Dice el sociólogo francés Alain Caillé que la “fraternidad es plural”, y ello significa que mientras en el pasado la fraternidad era sólo entre iguales, consanguíneos, en una clase o en un grupo, hoy exige reconocer “la especificidad, la belleza y la unicidad” de cada uno. Además, si somos todos hermanos, entonces cambia nuestro modo de concebir la realidad porque la miramos desde una perspectiva específica, que es la de los últimos, y estamos impulsados a actuar, por ejemplo para tutelar los derechos fundamentales de los niños, las mujeres, los ancianos, los discapacitados y los oprimidos”.

 Claudia Di Lorenzi

#daretocare en Vietnam: trabajando juntos por la fraternidad universal

#daretocare en Vietnam: trabajando juntos por la fraternidad universal

El compromiso de los jóvenes de los Focolares de Ho Chi Minh en Vietnam con las personas en dificultad: atender sus necesidades distribuyendo 300 paquetes de mercaderías a las familias y 370 pequeños obsequios para los niños. En el mes de julio de 2020, algunos Gen2, de los Focolares de la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam, querían hacer algo concreto para la operación #daretocare – la campaña de los jóvenes de los Focolares para “hacerse cargo” de nuestras sociedades y del planeta -, para ayudar a las personas de la comunidad necesitadas. Decidieron ir a compartir su amor en el distrito de Cu M’gar de la provincia de Dak Lak. Es un lugar con la mayor superficie cafetera y la gente es de otra etnia. Está a 8 horas de coche del HCMC. “Empezamos a envasar y vender fruta, yogur y batatas online. Recolectamos ropa usada para adultos y niños, recibimos algunas donaciones, y cuando terminaron las restricciones por COVID19, pudimos vender mercadería como “recaudación de fondos” a la parroquia. Durante la preparación fue un gran desafío para nosotros ver las cosas juntos, no faltaron los malentendidos y los desacuerdos. Pero sabiendo que hay 300 familias esperándonos, seguimos adelante con amor, paciencia y un poco de sacrificio. Del 17 al 18 de octubre, con 30 jóvenes enérgicos y entusiastas, hicimos un viaje significativo. Pudimos distribuir 300 paquetes de mercaderías a las familias y 370 pequeños obsequios para los niños. Durante el viaje nos dimos cuenta de lo afortunados y felices que somos con respecto a la situación de estas familias. Compartimos lo que trajimos para demostrar nuestro amor, pero al final recibimos más AMOR a través de sus sonrisas… De hecho, cada vez que nos acercamos a ellos se siente como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Durante el viaje algunos jóvenes trajeron a sus amigos. Éramos de diferentes partes de Vietnam. Estábamos contentos de conocernos, de reír y trabajar juntos como hermanos y hermanas sin distinción. Gracias por este proyecto #daretocare, una buena excusa para trabajar juntos y construir esta fraternidad entre nosotros”.

Los gen y los jóvenes de los Focolares en Vietnam

Nuestra penitencia

Una espiritualidad comunitaria conoce también una “purificación” comunitaria, como explica Chiara Lubich en el siguiente texto. Así como el hermano amado con el estilo del Evangelio, es causa de enorme alegría, así la ausencia de relaciones y de unidad con los demás puede causar sufrimiento y dolor.     Puesto que tampoco el camino comunitario es ni puede ser solo eso, sino que es también plenamente personal, una experiencia que en general hacemos es que cuando estamos solos después de haber amado a los hermanos, sentimos en el alma la unión con Dios. […] Por ello se puede afirmar que quien va hacia el hermano […], amando como el Evangelio enseña, descubre que es más Cristo, más «hombre». Y dado que procuramos estar unidos a los hermanos, además del silencio amamos de modo especial la palabra, que es un medio para comunicarse. Hablamos para «hacernos uno» con los hermanos. En el Movimiento, hablamos para comunicarnos nuestras experiencias sobre la Palabra de Vida o sobre nuestra vida espiritual, conscientes de que el fuego cuando no se comunica se apaga y de que esta «comunión del alma» tiene un gran valor espiritual. San Lorenzo Giustiniani decía: “(…) Nada en el mundo da mayor alabanza a Dios y lo revela más digno de alabanza que el humilde y fraterno intercambio de dones espirituales…”[1]. […] Y cuando no hablamos, escribimos: cartas, artículos, libros, diarios para que el Reino de Dios avance en los corazones. Usamos todos los medios modernos de comunicación. […] También en nuestro Movimiento practicamos las mortificaciones que son  indispensables en toda vida cristiana, hacemos penitencia, sobre todo la que aconseja la Iglesia, pero nos gusta especialmente la que nos brinda la vida de la unidad con los hermanos. Esta vida no resulta fácil para el «hombre viejo», como lo llama san Pablo[2], que está siempre dispuesto a abrirse paso dentro de nosotros. Además, la unidad fraterna no se realiza de una vez por todas; es preciso reconstruirla siempre. Y si, cuando la unidad existe -y por ella la presencia de Jesús en medio de nosotros- experimentamos la inmensa alegría prometida por Jesús en su oración por la unidad, cuando la unidad falta se infiltran las sombras y la desorientación. Entonces vivimos en una especie de purgatorio. Y esta es la penitencia que tenemos que estar dispuestos a afrontar. Aquí es donde debe entrar en acción nuestro amor por Jesús crucificado y abandonado, clave de la unidad. Es en ese momento cuando, por amor a Él, resolviendo primero en nosotros cualquier dolor, hacemos de todo para recomponer la unidad.

Chiara Lubich

De: Una espiritualidad de comunión. Cf. Chiara Lubich, La Doctrina espiritual, Buenos Aires 2005, pp. 65-66. [1] S. Lorenzo Giustiniani, Disciplina e perfezione della vita monastica, Roma 1967, p. 4. [2] Hombre viejo: en el sentido paulino de hombre prisionero del propio egoísmo, Cf. Ef 4,22.  

Covid, un mal común para redescubrir el bien común

Covid, un mal común para redescubrir el bien común

El economista Luigino Bruni, uno de los expertos llamados por el Papa a formar parte de la Comisión Vaticana Covid-19, está convencido de que la lección de la pandemia ayudará a redescubrir la verdad profunda conectada a la expresión “bien común”. Salud, educación, seguridad son el arquitrabe de cualquier nación y por ello no pueden quedar libradas al juego del lucro. El economista Luigino Bruni, uno de los expertos llamados por el Papa Francisco a formar parte de la Comisión Vaticana Covid-19 (Proyecto “Covid 19 Construir un futuro mejor”, creado en colaboración entre el Dicasterio para la Comunicación y el del Desarrollo Humano Integral), está convencido de que la lección de la pandemia ayudará a redescubrir la verdad profunda conectada a la expresión “bien común”. Porque él sostiene que todo es fundamentalmente bien común: lo es la política en su sentido más alto y lo es la economía que apunte al hombre más que al interés.  Pues bien, en este nuevo paradigma global que puede nacer del post-Covid la Iglesia –él afirma– debe hacerse “garante” de ese patrimonio colectivo, en cuanto ella es ajena a las lógicas del mercado.  La esperanza para Bruni es que esa experiencia condicionada por un virus sin confines no nos haga olvidar “la importancia de la cooperación humana y de la solidaridad global”. Usted forma parte de la Comisión Vaticana COVID 19, el mecanismo de respuesta instituido por el Papa Francisco para afrontar una pandemia sin precedentes.  Personalmente, ¿qué espera aprender de esta experiencia? ¿De qué manera la sociedad, en su conjunto, podrá inspirarse en el trabajo de la Comisión? Lo más importante que aprendí de esta experiencia es la importancia del principio de precaución y de los bienes comunes. El principio de precaución, pilar de la Doctrina de la Iglesia, el gran ausente en la fase inicial de la epidemia, nos dice algo extremadamente importante: el principio de precaución es vivido de una manera obsesiva a nivel individual (pensemos en los seguros que están ocupando el mundo) pero está totalmente ausente a nivel colectivo, lo cual hace que las sociedades del siglo XXI sean muy vulnerables. Por ello esos países que habían salvado un poco de welfare state se demostraron mucho más fuertes que los que se gestionaban enteramente por el mercado. Y luego los bienes comunes: un mal común nos reveló qué es el bien común y la pandemia nos ha hecho ver que con los bienes comunes son necesarias las comunidades y no sólo el mercado. La salud, la seguridad, la educación no pueden quedar libradas al juego del lucro. El Papa Francisco le ha pedido a la Comisión COVID 19 que prepare el futuro en lugar de prepararse para el futuro. En esta empresa, ¿cuál tendría que ser el rol de la Iglesia Católica como institución? La Iglesia Católica es una de las poquísimas (si no es la única) institución que garantiza y custodia el bien común global. No teniendo intereses privados, puede tratar de alcanzar el interés de todos. Por ello hoy es muy escuchada, y por esa razón tiene una responsabilidad que ejercer a escala mundial. ¿Qué enseñanzas personales (si las ha tenido) ha sacado de la experiencia de esta pandemia? ¿Qué cambios concretos espera ver después de esta crisis, tanto desde un punto de vista personal como global? La primera enseñanza es el valor del bien relacional: no pudiendo abrazarnos en estos meses, he vuelto a entender el valor de un abrazo y de un encuentro. El segundo: podemos y debemos tener muchas reuniones online y mucho smart working, pero para decisiones importantes y encuentros decisivos las redes no son suficientes, es necesario el cuerpo. Por ello, el boom de lo virtual nos está haciendo descubrir la importancia de los encuentros de carne y hueso y de la inteligencia de los cuerpos. Espero que no olvidemos las lecciones de estos meses (porque el hombre olvida muy rápidamente), en particular la importancia de la política como la hemos redescubierto en estos meses (como el arte del bien común contra los males comunes), y también espero que no nos olvidemos de la importancia de la cooperación humana y la solidaridad global. Preparar el mundo post-covid significa también preparar a las generaciones futuras, las que en un mañana se verán llamadas a decidir y a trazar nuevos caminos.  La educación, en este sentido, ¿no es acaso un “gasto” que hay que considerar, incluso en tiempos de crisis? La educación, sobre todo la de los niños y jóvenes, es mucho más que un “gasto”… es la inversión colectiva con la tasa más alta de rendimiento social. Espero que cuando se reabran las escuelas y colegios en esos países en donde aún están cerrados, se considere un día de fiesta nacional. La democracia empieza en los bancos de la escuela y allí renace en cada generación. El primer patrimonio (patres munus) que nos transmitimos entre generaciones es el de la educación. Varias decenas de millones de chicos y chicas en el mundo no tienen acceso a la educación. ¿Se puede ignorar el artículo 26 de la Declaración de los Derechos Humanos que afirma el derecho a la educación para todos, gratuita y obligatoria, por lo menos en lo que se refiere a la enseñanza primaria? Obviamente no se debería ignorar, pero no podemos pedir que el costo de la escuela sea sostenido totalmente por países que no tienen suficientes recursos. Tendríamos que dar vida rápidamente a una nueva cooperación internacional con el lema: “la escuela para niños y adolescentes es bien común global”, en donde países con más recursos ayuden a los que tienen menos para hacer efectivo el derecho al estudio gratuito. Esta pandemia nos está mostrando que el mundo es una gran comunidad, debemos transformar este mal común en nuevos bienes comunes globales. Incluso en los países ricos, la parte del presupuesto nacional dedicado a la educación sufrió recortes, a veces importantes. ¿Puede haber un interés en no invertir en las generaciones futuras? Si la lógica económica lleva las de ganar aumentarán los razonamientos de este tipo: “¿por qué tengo que hacer algo para las futuras generaciones, qué han hecho ellos por mí?”. Si el “do ut des” y el registro comercial se vuelven la nueva lógica de las naciones, invertiremos cada vez menos en la educación y seguiremos provocando deudas que pagarán los niños de hoy. Tenemos que ser generosos, cultivar virtudes no económicas como la compasión, la mansedumbre y la magnanimidad. La Iglesia Católica está en primera línea para ofrecer una educación a los más pobres. Incluso en condiciones de gran dificultad económica, porque como vemos en este período de pandemia, los confinamientos y aislamientos han tenido un impacto considerable en las escuelas católicas.  Pero la Iglesia está y recibe a todos, sin distinción de credo, haciéndose espacio de encuentro y diálogo.  ¿Cuál es la importancia de este último aspecto? La Iglesia siempre fue una institución del bien común. La parábola de Lucas no nos dice cuál era el credo del hombre medio muerto socorrido por el Samaritano. Justamente en las grandes crisis la Iglesia recupera su vocación de “Madre y maestra”, que acrecienta la estima de los no cristianos respecto de ella y que es como ese mar que lo recoge todo para volver a dar todo a todos, sobre todo a los más pobres, porque la Iglesia siempre supo que el indicador de todo bien común es la condición de los más pobres. La enseñanza de la religión y de las religiones, en un mundo que cada vez más pareciera dividirse más y que favorece el miedo y la tensión; ¿qué resultados puede ofrecer? Depende de cómo se la enseña. La dimensión ética, que sin duda está en toda religión, no es suficiente. La gran enseñanza que las religiones hoy pueden dar se refiere a la vida interior y a la espiritualidad porque nuestra generación en el arco de pocas décadas ha dilapidado un patrimonio milenario formado por la sabiduría antigua y la piedad popular. Las religiones tienen que ayudar a los jóvenes y a todos a redactar una nueva gramática de la vida interior, y si no lo hacen la depresión será la peste del siglo XXI.

Fuente: Vatican News

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El gran testimonio que esta pandemia nos llama a brindar a la humanidad

El gran testimonio que esta pandemia nos llama a brindar a la humanidad

En estos meses la comunión de los bienes se intensificó aún más en las comunidades de los Focolares en todo el mundo, respondiendo a muchos pedidos de ayuda. La comunión de los bienes extraordinaria para la emergencia Covid-19 nos está haciendo experimentar una vez más la realidad de “ser siempre familia” que no conoce confines o diferencias, sino que hace surgir la fraternidad universal, tal como la define el Papa Francisco a través de la última encíclica “Fratelli tutti”. Esta comunión se manifiesta a través de verdaderas florecillas o actos de amor, y recuerda la experiencia de los primeros cristianos: ellos, conscientes de formar un solo corazón y una sola alma, ponían sus bienes en común, dando testimonio del amor sobreabundante de Dios y siendo portadores de esperanza. En estos meses de pandemia la comunión de los bienes se desarrolló aún más entre las varias comunidades del Movimiento de los Focolares esparcidas por el mundo, y se pudo responder a muchos pedidos de ayuda. En Asia, en Taiwan y Japón concretamente, los Gen, jóvenes de los Focolares, emprendieron una recolección de fondos para ayudar a las comunidades de la ciudad de Torreón, México. Roisin, una Gen de Taiwan, cuando supo de la experiencia de los Gen mexicanos que estaban ayudando a familias pobres afectadas por el virus, enseguida sintió la necesidad de actuar. Junto con las demás Gen de su ciudad lanzó un llamado a toda la comunidad de los Focolares de Taiwan, que adhirió enseguida a la iniciativa recogiendo fondos para los amigos de México.  A raíz de ello, los y las Gen de Japón adhirieron a la iniciativa. En Tanzania, en cambio, una de las familias de la comunidad había quedado sin luz porque la batería de la instalación solar se había agotado.  “Unos días antes –escriben de la comunidad local– uno de nosotros había recibido una providencia de 50 euros, que son alrededor de 120.000 chelines tanzanos, para una familia en necesidad. Lo hablamos entre todos y llegamos a la conclusión que debíamos darles esa suma que cubría alrededor del 60% del costo. La familia entonces pudo comprar la nueva batería y volver a tener luz en la casa. Días después llegó una donación de 1.000.000 de chelines tanzanos para las necesidades del Movimiento de los Focolares: casi 10 veces la cifra que habíamos dado… ¡el céntuplo!” La comunidad de Portugal, después de que recibieran un informe acerca de la situación global del Centro Internacional de los Focolares, decidió ampliar el horizonte más allá de sus fronteras. “La suma que hemos recogido hasta ahora –nos escriben– es fruto de pequeñas renuncias, además de algunas sumas imprevistas, que no esperábamos recibir. Vemos que está creciendo la conciencia de la comunión en la vida cotidiana de cada uno de nosotros: juntos podemos tratar de superar no sólo estos obstáculos causados por la pandemia, sino que podemos aspirar a que todo ello se vuelva un estilo de vida”. En Ecuador, en cambio, J.V. consiguió involucrar a muchos en la cultura del dar. Todo nació de “una llamada telefónica a un compañero de trabajo para preguntarle cómo estaba –cuenta– y compartir sus preocupaciones por su familia y las personas de su pueblo que no tienen comida”.   Abrió una página de Facebook y envió correos electrónicos para hacer publicidad sobre la situación precaria de ese pueblo.  Ello dio comienzo a una gran generosidad no sólo de los vecinos de su barrio sino también en otros sitios. Los amigos de ese compañero, y sus familias, ahora pueden comprar comida y ayudar a los más pobres también. En Egipto todo está cerrado por el aislamiento, incluso el trabajo de la fundación “United World”, que, a través de proyectos de desarrollo en favor de gente que vive en situación de fragilidad social, transmite la cultura de la “fraternidad universal”.  “¿Qué podemos hacer y dónde podemos ayudar?, se preguntaron.  Entonces, a pesar de la cuarentena y “a través de las comunidades de varias iglesias, mezquitas y otras organizaciones sociales, pudimos ampliar el grupo de gente a la que ayudar: familias de los barrios más pobres de El Cairo, viudas, huérfanos, personas solas, ancianos y refugiados de Etiopía, de Eritrea, de Sudán del Norte y del Sud. Hoy estamos en condiciones de preparar 700 paquetes de alimentos de primera necesidad. Nuestro objetivo es llegar a 1.000 paquetes”. En la República Democrática del Congo los Gen de Kinshasa promovieron una comunión de los bienes constituyendo un fondo para poder ayudar a los más necesitados y nueve familias recibieron jabón, azúcar, arroz y mascarillas. Estos testimonios han ido mucho más allá de la ayuda financiera: como sostiene Roisin de Taiwan, “hasta los momentos más oscuros pueden ser iluminados por el amor y la solidaridad, y por más que estemos aislados los unos de los otros, estamos más cerca de la realización de un mundo unido.”

Lorenzo Russo

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Hacerse prójimos en la cotidianidad

Hacerse cargo de los demás reconstruye la comunidad, es la experiencia de Teresa Osswald, de la ciudad de Oporto en Portugal, ella es animadora de un pequeño grupo de niños. Poner atención a lo que sucede a nuestro alrededor.  Dedicar tiempo y energías a quién tiene necesidad. Ponerse en el lugar del otro y compartir alegrías y esfuerzos.  A menudo amar a quién está a nuestro lado significa entrar  en la trama de lo cotidiano y hacerse prójimos. Es la experiencia de Teresa Osswald, quien en la ciudad de Oporto, Portugal, es la animadora de un pequeño grupo de niños. Como todos los años, cuando cierra la escuela para las vacaciones de verano, los niños gozan del descanso al aire libre, quién en el mar, quién es la montaña, quién en la ciudad, pero hay algunos que no tienen esta posibilidad, porque sus familias tienen dificultades económicas o no tienen familiares o amigos que se puedan hacer cargo de ellos mientras los papás están en el trabajo, por lo tanto experimentan una condición de aislamiento social, también porque vienen de países lejanos, con culturas, tradiciones y religiones diferentes. Es la historia de tres niños portugueses cuyos padres son originarios de la isla San Tomé en la costa occidental de África. Por lo general las vacaciones las transcurren en su casa solos y sin hacer nada. También este año habría sido así si no fuese porque Teresa hizo suya su situación. Como para otros niños y otras familias en las mismas condiciones. “Tenía un gran deseo de dar una respuesta para todas estas situaciones -cuenta- pero, al menos a una familia logramos ofrecersela. A finales de julio hablé con una amiga sobre estos tres niños que iban a pasar el mes de agosto solos en la casa. Al día siguiente me hizo llegar la información de los campamentos de verano de nuestra ciudad”. Pero los cupos eran pocos, y la solicitud la estábamos enviando tarde y no era seguro que los niños pudieran participar. Teresa confió todo a Dios: “que se haga Tu Voluntad”. Fue así que encontramos los cupos y el costo del campamento lo sumió la comunidad de los Focolares presente en la ciudad. Quien donó una suma después experimentó el “regreso” desde otra parte. Es así que se realiza el Evangelio, pensó Teresa: “Den y se les dará”  (Lc 6, 38). Después surgió la necesidad de acompañar a los niños al campamento en la mañana y de regresarlos a su casa en la tarde. No era fácil encontrar el tiempo entre todos los compromisos cotidianos, pero igualmente Teresa se ofreció: “viendo a los tres niños que corrían felices hacia mi automóvil. No quedaba otra cosa que hacer que atarle los cordones de los zapatos a la más pequeñita y todo estaba bien”. Después de una semana llegó una llamada telefónica: era una persona amiga que para ayudar se ofrecía a acompañar a los niños en mi lugar. “Fue así que con el pequeño aporte de tantos -explica- estos niños tuvieron la oportunidad de nadar, bailar, socializar, en lugar de quedarse encerrados en la casa. Sobre todo tuvieron la oportunidad de contagiar a los maestros y a los otros niños con su alegría y gran generosidad”. Y también fue bello sentir la alegría de la mamá, conmovida y agradecida. “Sus palabras fueron tan fuertes que me sacudieron -confiesa Teresa- interesarnos por lo que sucede a nuestro lado y  hacernos cargo del otro hos permitió construir un pedacito de mundo unido en nuestra comunidad”.

 Claudia Di Lorenzi

 

Sherin Helmi: el ecumenismo de la vida cotidiana

Sherin Helmi: el ecumenismo de la vida cotidiana

La experiencia de Sherin, focolarina copto-ortodoxa que experimenta cada día que la unidad entre cristianos de diferentes Iglesias es posible. La Iglesia del mañana será “según el ejemplo de la Santísima Trinidad, donde habrá unidad en una verdad, y habrá la variedad de todas las tradiciones; serán aspectos diferentes de una sola verdad”. Así Chiara Lubich habla del camino ecuménico hacia la unidad de las Iglesias cristianas en un pasaje del libro Una spiritualità per l’unità dei cristiani. Pensieri scelti, publicados por Città Nuova. Y Sherin Helmi, focolarina copta ortodoxa que vive en El Cairo (Egipto), está de acuerdo y de hecho sostiene que es posible experimentar la unidad entre cristianos de diferentes Iglesias todos los días. ¿Qué te llamó la atención de la espiritualidad de la unidad cuando conociste a Chiara y al Movimiento de los Focolares? “Descubrí que el Evangelio, vivido por un pueblo que tiene un estilo de vida, un idioma y una cultura nuevos, es levadura para una nueva humanidad. Esa fraternidad universal y nuestra vida no son cajones distintos. Que se pueda vivir la fe las 24 horas del día y dejarse transformar por Jesús para ser otro Él, para que él mismo viva entre su gente, según la promesa del Evangelio”. Perteneces a la Iglesia copta ortodoxa. ¿Ser parte del Movimiento de los Focolares, nacido de una mujer católica y predominantemente  católico, te llevó a distanciarte de tu Iglesia? “¡Claro que no! Pero quizás Dios nos prepara. Crecí en una escuela de monjas católicas, donde había respeto y amor y no sentía ningún conflicto por el hecho de pertenecer a otra Iglesia. Al ser parte del Movimiento, esta experiencia se profundizó y mi corazón se abrió a toda la Iglesia. También quise profundizar en el conocimiento de la Iglesia copta para buscar la similitud con la vida del focolar y descubrí, por ejemplo, que San Antonio el Grande invita a todos los cristianos, como hermanos, a “ser un alma sola con un una voluntad y una fe”. Así, con el tiempo sentí que quería comprometerme a vivir por la unidad de la familia humana. Sentía mucha gratitud hacia Chiara”. Vives tu vida diaria junto a focolarinas católicas. ¿Qué significa construir la unidad con ellas? “Significa no tener miedo a enfrentar las diferencias, que son una oportunidad para amar, creyendo que esto construye la unidad y nos hace experimentar la presencia de Jesús entre nosotros. Y esto también se aplica a personas de diferentes etnias, condiciones sociales, credo político: si pensamos que todos somos hijos de Dios Padre, entonces el otro es un hermano al quien amar”. Para el Papa copto ortodoxo, Su Santidad Tawadros II, el camino de comunión entre las Iglesias tiene su punto central en Cristo. Y los “caminos” que conducen a Él son el diálogo, el estudio, la oración, la relación. ¿Qué significa, concretamente, buscar la unidad en estos ámbitos? “En el Movimiento, el diálogo ecuménico se entiende como “un diálogo de la vida”: tratamos de amarnos recíprocamente en la vida diaria como lo hizo Jesús. Luego, a través del diálogo, afrontamos los temas de la fe, buscando lo que une. La Iglesia copta ortodoxa le da mucha importancia a la oración y al ayuno, y luego juntas oramos porque la unidad es un don que solo Dios da, y practicamos el ayuno para que el alma trascienda el nivel de la materia y se acerque espiritualmente a Dios. Además, en el Movimiento hay un grupo de estudiosos que profundizan juntos en múltiples temas, cada uno según la perspectiva de su propia Iglesia. Lo hacen con una actitud de amor recíproco, escucha, acogida y respeto. Y rezan para llegar a comprender cuál es la mirada de Dios sobre las cosas”.

Claudia Di Lorenzi

Se va a Dios a través del hombre

Las inseguridades derivadas de los desafíos mundiales como la globalización, el cambio climático y la pandemia del coronavirus parecen despertar en muchas personas una nueva necesidad de vida espiritual. Pero una espiritualidad para hoy -dice Chiara Lubich en el siguiente texto- se caracteriza por una fuerte dimensión comunitaria.    Una de las características más originales de la espiritualidad de la unidad reside en su dimensión comunitaria. Sabemos que, en estos dos mil años desde la venida de Jesús, la Iglesia ha visto florecer en su seno, una tras otra y a veces simultáneamente, las más bellas y ricas espiritualidades, de modo que la Esposa de Cristo se ha visto adornada con las perlas más preciosas, con los brillantes más singulares, que han forjado y seguirán forjando muchos santos. En medio de este esplendor, siempre ha habido una nota constante: es sobre todo la persona, individualmente, la que va a Dios. […] Pero hoy los tiempos han cambiado. En esta época el Espíritu Santo llama con fuerza a los hombres a caminar junto a otros hombres, e incluso a ser un solo corazón y una sola alma con todos los que lo deseen. Y el Espíritu Santo impulsó a nuestro Movimiento, desde sus inicios, a dar un decidido viraje hacia los hombres. Según nuestra espiritualidad, vamos a Dios pasando precisamente por el hermano. «Yo-el hermano-Dios», decimos. Vamos a Dios junto con el hombre, junto con los hermanos; es más, vamos a Dios a través del hombre […] Así pues, estamos en una época en la que la realidad de la comunión sale a la luz, en la que se busca, además del Reino de Dios en cada persona, también el Reino de Dios en medio de las personas. Además, las espiritualidades más propiamente individuales manifiestan en general exigencias precisas a los que se comprometen más con ellas: la soledad y la fuga de las criaturas para alcanzar la unión mística con la Trinidad dentro de sí. Para proteger la soledad se exige el silencio. Para mantenerse separados de las personas se emplean el velo y la clausura, además de un hábito determinado. Para imitar la pasión de Cristo se hacen penitencias de todo tipo, a veces durísimas, ayunos, vigilias. También en el camino de la unidad buscamos la soledad y el silencio, por ejemplo, para realizar la invitación de Jesús a encerrarnos en nuestra habitación a rezar y huir de los demás cuando nos inducen al pecado. Pero en general acogemos a los hermanos, amamos a Cristo en el hermano, en cada hermano: a Cristo, que puede estar vivo en él o que puede renacer con la ayuda que le damos. Queremos unirnos a los hermanos en el nombre de Jesús para tener garantizada su presencia en medio de nosotros (Cf. Mt 18,20). En las espiritualidades individuales es como si uno estuviera en un magnífico jardín (la Iglesia) observando y admirando sobre todo una flor: la presencia de Dios dentro de sí. En una espiritualidad colectiva se aman y admiran todas las flores del jardín, cada presencia de Cristo en las personas, y se la ama como a la propia. […]

Chiara Lubich

De: Una espiritualidad de comunión. Cf. Chiara Lubich, La doctrina espiritual, Buenos Aires 2005, pp. 62-65.

Gennadios Zervos: por la unidad de dos Iglesias hermanas

Una larga y profunda amistad unió al Metropolita recientemente fallecido al Movimiento de los Focolares. El recuerdo de Gabriella Fallacara, focolarina, especialista en ecumenismo, quien por muchos años fue la responsable del Centro “Uno” por la unidad de los cristianos del Movimiento de los Focolares. “Cuando por primera vez entré en la sencilla casa de Gennadios Zervos,[1] – fui acogida con particular cordialidad: su madre hablaba poco italiano y muy bien el griego, me ofreció un extraño dulce, un pequeño nudo cremoso y blanco, que estaba pegado a una larga cuchara sumergida en un vaso de agua límpida. Su delicado sabor parecía contener todos los matices orientales”. Así empecé mi artículo entrevista a Gennadios Zervos escrito para la revista Città Nuova. Ese primer encuentro se remonta a noviembre de 1970. No sabía que después de pocos meses habría sido elegido por el Patriarca Atenágoras de Constantinopla  y por su Sínodo como nuevo obispo de Krateia. Con ello, después de 275 años, por primera vez en la historia se ordenaba en Italia un nuevo Obispo ortodoxo. Esa atmósfera de “casa” acompañó la amistad con la que desde entonces, el obispo Gennadios nos honró por muchísimos años. Zervos llegó siendo muy jovencito entre los napolitanos, en 1961, cuando tenía veinticuatro años. Ya entonces fue profesor de liceo, docente de patrología griega en Bari, en el Instituto Superior de Teología, escritor de la publicación más importante del mundo griego, la revista Stakis. Se graduó en teología ortodoxa en Constantinopla y en teología católica en la Pontificia Facultad de Teología de Nápoles. La suya fue una carrera prestigiosa, pero ¿cómo fue madurando? En realidad pensaba desarrollar su misión en Grecia, pero el Patriarca Atenágoras le cambió de destino, a Italia, porque –dijo- “era el centro del catolicismo. Y allí tenemos que tener jóvenes teólogos (…), para la unidad de las dos Iglesias hermanas”. Una profecía que se realizó. En el último intercambio de correspondencia de hace algunos meses, así expresaba nuestra común alegría: “No olvidaré nunca nuestros encuentros[2]  en Rocca di Papa, me han permitido tener la gran alegría de conocer a Chiara Lubich, a quien he admirado durante muchos años, en nuestros encuentros con los Ortodoxos, pero también en nuestros encuentros con los Obispos Amigos del Movimiento. La última vez que la vi en el Hospital Gemelli; en mi alma vive su espléndida figura, su espléndida personalidad. Para nosotros ella es una columna de amor y de unidad que nos ha hecho conocer el supremo testamento de nuestro Salvador, la Voluntad de Dios: “que todos sean una sola cosa”. Gennadios ha sido un protagonista humilde y tenaz de los “nuevos tiempos” abiertos con el Concilio Vaticano II y traducidos en historia mediante el carisma de la unidad de Chiara Lubich, que él compartió y vivió. Ha traído la riqueza de Su Iglesia de Oriente con sencillez e integridad creando nuevos puentes de respeto, colaboración y comprensión. Ha escrito una parte de la historia de la Iglesia que nos llena de gratitud.

Gabri Fallacara

[1] G. Fallacara, “Atenágoras lo eligió para los nuevos tiempos”, Città Nuova, febrero 1971, pp.32-34. [2] Se trata de los encuentros ecuménicos promovidos por el Centro “Uno”, la secretaría para la unidad de los cristianos del Movimiento de los Focolares. Foto: El Metropolita Gennadios Zervos y Gabriella Fallacara en la 59° Semana ecuménica promovida por el Centro «Uno», Castel Gandolfo (Italia), 13 de mayo de 2017.

Gennadios Zervos: místico apóstol de la unidad

Gennadios Zervos: místico apóstol de la unidad

Después de algunos días del fallecimiento del Metropolita, publicamos el recuerdo que de él escribió Mons. Piero Coda, docente de Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia), del que fue Rector de 2008 a 2020. “Tuve una visión: una puerta estaba abierta en el cielo…”. Con estas palabras, extraídas del libro del Apocalipsis, el Metropolita Gennadios Zervos, Arzobispo Ortodoxo de Italia y Malta, amaba describir con mirada sapiencial el encuentro entre el Patriarca Atenágoras y Chiara Lubich. Porque –decía ya Atenágoras– si la puerta está abierta, estamos llamados a atravesarla juntos, y así compartir el estupor y la alegría del don divino de la Unidad. No encuentro palabras más apropiadas para describir la llama que había encendido el corazón e iluminaba la acción del Metropolita Gennadios. Así era este extraordinario e infatigable apóstol de la Unidad entre la Iglesia de Oriente y la Iglesia de Occidente, que hemos conocido en el Concilio Vaticano II y con quien hemos seguido vinculados hasta hoy. Había llegado a Italia en aquel lejano año 1960, desde su Grecia natal, enviado por el Patriarca Atenágoras.  Fue discípulo humilde y fervoroso de la bimilenaria tradición de la Iglesia de Oriente, personificada en la profética figura del Patriarca Atenágoras y en la cual se había formado desde la época de sus estudios en la histórica Escuela teológica de Chalki. Había compartido esa experiencia con quien sería luego el Patriarca Bartolomé; y había abrazado el carisma de la unidad donado por el Espíritu Santo a Chiara Lubich para la Iglesia entera de nuestro tiempo, más allá de las distinciones confesionales. De esa forma vivió, como protagonista activo y discreto, la entusiástica estación inaugurada por la reconciliación entre Roma y Constantinopla, en la conclusión del Vaticano II, sellada con el histórico abrazo entre el Papa Paulo VI y el Patriarca Atenágoras en Jerusalén.  Proseguiría luego por ese camino, con paciencia y sin titubeos, y llegaría a ser un aporte único, en Italia, para fomentar el recíproco conocimiento de las dos Iglesias hermanas.  Nutriéndose siempre, a manos llenas y con íntima alegría, de la luz del carisma de la unidad. Con ese espíritu el Metropolita Gennadios animó su ministerio en la Diócesis Ortodoxa de Italia y Malta, conduciéndola con amplitud de mirada como Arzobispo –el primero después de cuatro siglos– hacia un magnífico florecimiento en la constante búsqueda de la comunión con la Iglesia católica y en diálogo sincero con todos.  Por último, como si fuese la preciosa herencia que quiso dejarnos, promovió intensamente la Cátedra ecuménica Patriarca Atenágoras-Chiara Lubich en el Instituto Universitario Sophia, en sinergia con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla:  “signo –remarcó el día de la inauguración– de nuestro infinito amor por estos dos extraordinarios protagonistas del diálogo del amor”. Soy testigo, y no dejo de sorprenderme siempre, con inmensa gratitud, del amor que profesaba por esa última criatura.  Veía en esa Cátedra el instrumento indispensable para que el ‘milagro’ llovido del Cielo –así se expresaba sobre ese evento–, el encuentro entre Atenágoras y Chiara  –en donde Chiara se había construido un puente vivo entre el Patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma, Paulo VI– pudiera dar un nuevo impulso, que él consideraba incluso imprescindible, al camino hacia la plena y visible unidad. Solía repetir: «el amor entre Atenágoras, Chiara y Paulo VI es una realidad tan potente que nadie puede borrarla ya, porque se trata de la presencia de Jesús en medio de ellos”. Con inmensa gratitud recogemos este pensamiento que él, como testigo que fue, nos transmite.  Lo recordamos emocionados con las palabras del Patriarca Bartolomé, quien ha querido celebrar los muchos y luminosos carismas que el Metropolita tenía y de los que hemos gozado y que ahora con plena luminosidad contemplamos: “entre ellos los más grandes fueron la humildad y la dulzura, la paz y la sabiduría, y los mayores de todos el amor por la Madre Iglesia y la fe en ella”.

Piero Coda

 

Evangelio vivido: compañeros de viaje

Como Jesús, nosotros también podemos ir al encuentro de nuestro prójimo sin miedo, ponernos a su lado para caminar juntos en los momentos difíciles o alegres, valorar sus cualidades, compartir bienes materiales y espirituales, alentar, dar esperanza, perdonar.   El arte de enseñar Durante la pandemia yo también como mis colegas, impartí mis clases a través de los medios digitales.  Al comienzo todo era novedad y por ende había participación por parte de los chicos, pero con el tiempo algunos listillos encontraron el modo de hacer alguna otra cosa, desinteresándose lentamente de las clases. En esta variedad de respuestas a mi esfuerzo por ellos, traté de no mostrar preferencias o aprobaciones, sino en cambio poner siempre el acento en la responsabilidad personal, algo que en ese tiempo de crisis resultaba claramente más difícil.  El verdadero dilema, sin embargo, fue cuando hubo que evaluarlos, entre otras cosas porque veía claramente que las tareas escritas que me mandaban carecían de originalidad, por no decir que las habían copiado. Un día les pregunté a los mismos alumnos qué habrían hecho en mi lugar.  Fue la ocasión para examinar a fondo si habían participado o no.  Y –ello me conmovió– ellos mismos se juzgaron. Tal vez una lección de vida así nunca la había vivido. (G.P. – Eslovenia) Superar las crisis juntos No pudimos tener hijos y esa “derrota” nos llevó a ambos a concentrarnos en nuestra carrera. Después de 24 años, nuestro matrimonio estaba en crisis. Él parecía esquivarme.  Me di cuenta de que estábamos pasando de un amor de jóvenes a uno de adultos, y decidí que me correspondía a mí dar un primer paso.  Por ello, le pedí que me acompañara a ver a un especialista. Cuando volvimos a casa, él, visiblemente entristecido, confesó que nunca habría imaginado que yo sufriese tanto y me pidió perdón. Le pedí ayuda a Dios, recé. Me pareció oportuno dejar ese trabajo que me llevaba a sobresalir y traté de estar más presente en casa, más afectuosa y comprensiva.  Fue necesaria mucha dulzura y paciencia, pero ahora nuestra relación ha madurado, ya no está vinculada a expresiones que cuando éramos jóvenes nos parecían esenciales. Hoy oigo de él frases impensables años atrás, como: “No podría vivir sin ti”. Somos como dos compañeros de viaje conscientemente caminando en la tensión hacia la realización el plan de Dios en nosotros dos unidos. (S.T – Italia) Un nieto adolescente Durante el período en que los colegios estuvieron cerrados por la pandemia, mi nieto adolescente se volvió más agresivo que nunca. Vivimos en la misma casa y puedo decir que, como abuela, lo crié, poniéndome en el lugar de los padres; lo acompañé también en momentos difíciles con sus compañeros de colegio y profesores. Un día su reacción a una comida que no le había gustado fue incluso ofensiva. Los primeros pensamientos que tuve fueron juzgarlo duramente, pero enseguida el instinto a amar tomando la iniciativa me hizo ir a la cocina a prepararle rápidamente un postre que a él le gusta. Cuando percibió el aroma que venía del horno, se me acercó, me abrazó y me pidió perdón. No le dije nada, como si no hubiese pasado nada. Entonces él empezó a abrir su corazón y nació un diálogo que no teníamos desde hacía tiempo. Cuando volvieron los padres, para mi sorpresa, les dijo que, respecto de sus compañeros de clase, se sentía un privilegiado por tener una abuela en su misma casa. (P.B. – Eslovaquia) No más quejas A menudo, en lugar de estar agradecidos a Dios por lo que tenemos y de compartirlo con los que no tienen, nos quejamos por la comida que no nos gusta, por la estrechez de nuestra casa, por carecer de cierta ropa, etc. Nos olvidamos de que Jesús considera como si se lo hubieran hecho a él mismo cualquier cosa que hagamos en favor de un hermano nuestro.  Lo que nos hizo cambiar de actitud a mí y a algunos amigos, dándonos un fuerte impulso a fijarnos en las necesidades de los demás, fue el huracán María, que causó víctimas y destrucción en nuestro país. De entre los muchos que quedaron sin techo, también estaba la familia de un compañero de clase: padres y seis hijos que vivían en una especie de sótano, y que habían quedado sin nada. Junto con otros compañeros compuse una lista de las cosas que necesitábamos y organizamos una recolección de fondos con la válida ayuda de los monaguillos de mi parroquia. Cuando fuimos a entregar la “providencia” recogida, era conmovedor ver con qué alegría nuestro compañero y su familia recibieron todo. (Némesis – Puerto Rico)

Recogido por Stefania Tanesini

(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre de 2020)

The economy of Francesco

The economy of Francesco

El encuentro se celebrará online del 19 al 21 de noviembre. Maria Gaglione, del equipo organizativo, ha recogida las historias de los participantes: economistas, investigadores, académicos y profesores universitarios, emprendedores y startupper, estudiantes, activistas y changemakers de 115 países de todo el mundo. “Es fundamental formar y apoyar a las nuevas generaciones de economistas y emprendedores” para adoptar un nuevo modelo de desarrollo que “no excluye sino que incluye” y no genera desigualdades. Hablando a economistas y banqueros, el Papa ha destacado la urgencia de una “reconversión ecológica” de la economía y destacó el papel decisivo de los jóvenes. Sobre estos temas les invitó a debatir en Asís (Italia), donde San Francisco “se despojó de todo para elegir a Dios como protagonista de su vida, se hizo pobre con los pobres (…). De su elección de la pobreza surgió una visión muy actual de la economía”. El encuentro, titulado Economía de Francisco, se realizará on line del 19 al 21 de noviembre. Maria Gaglione, del equipo organizador,  ha recopilado las historias de los participantes: “Los jóvenes que respondieron al llamamiento del Papa son economistas, investigadores, académicos y profesores universitarios, empresarios y startupper y, estudiantes, activistas y agentes de cambio de 115 países de todo el mundo. Ellos mismos son “constructores” de una economía más justa, que apunta a la inclusión. Las universidades, las empresas, las comunidades donde operan son “laboratorios de esperanza”, como las define el Papa, su lema es “Que nadie se quede atrás”, porque quieren una economía que no deje a nadie atrás. En esto se parecen a San Francisco que elige una nueva vida para dedicarse a los últimos”. San Francisco prefirió la lógica del don a la del lucro. ¿Qué significa hacer del trabajo y el estudio un don para los demás? “Estos jóvenes optan por dar su vida, sus capacidades, sus talentos, para darle a todo un sentido más profundo. No pocos, habiendo emprendido una actividad de estudio o laboral, en algún momento optan por cambiar de dirección. Joel Thompson es ingeniero electrónico. Inspirado por la encíclica  Laudato Si, del papa Francisco, decidió comprometerse con la justicia ambiental y social, y ahora vive y trabaja en una aldea indígena en la Guyana amazónica donde se ocupa de formación en 16 aldeas. Diego Wawrzeniak es un emprendedor social brasileño, miembro de la comunidad Inkiri. Trabajó en el sector financiero y después de crear una startup decidió unirse a su comunidad para desarrollar un banco y una moneda local y ahora sigue proyectos que combinan la innovación, el espíritu empresarial y la economía local. Maria Carvalho, de origen indio, creció entre Arabia Saudita y Canadá y trabaja en Londres en políticas energéticas y climáticas. Dice que el mensaje de fraternidad de San Francisco inspira su vida y que ha elegido convertirse en científico social para luchar contra la pobreza y la desigualdad”. Debido a la pandemia, el evento, pensado para marzo, se llevará a cabo on line en noviembre. ¿Cómo será? Se conserva el enfoque original del evento, que fue pensado como una ocasión para dar voz, al pensamiento y las perspectivas de jóvenes economistas y emprendedores. Durante meses, alrededor de 1200 jóvenes de todos los continentes han estado trabajando en los grandes temas de la economía actual, tratando de conciliar dimensiones aparentemente distantes: finanzas y humanidad; agricultura y justicia; energía y pobreza; etc. La cita de noviembre será la etapa fundamental de un proceso ya iniciado para contar la experiencia y el trabajo de estos meses. Las propuestas y reflexiones encontrarán espacio en las distintas sesiones del programa on line, donde los jóvenes dialogarán con economistas y expertos de renombre internacional. Habrá conexiones desde los lugares simbólicos de Asís y momentos en los que los jóvenes contarán sus historias. Y espacios para el arte, la poesía, la meditación, las realidades territoriales. Gran parte del programa estará disponible en streaming conectándose al sitio web www.francescoeconomy.org El Papa nos ha comunicado su presencia.

Claudia Di Lorenzi

Una ecología integral requiere una profunda conversión interior

Una ecología integral requiere una profunda conversión interior

El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes de la conferencia de EcoOne, una iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares. El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes de la conferencia de EcoOne, una iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, que tuvo lugar del 23 al 25 de octubre en transmisión en vivo desde el Centro Mariapolis de Castel Gandolfo (Italia). “Saludo a todos los que participan en este Encuentro Internacional que se celebra en el marco del año especial dedicado al quinto aniversario de la Carta encíclica Laudato si’. Expreso mi gratitud a EcoOne, iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, y a los representantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y del Movimiento Católico Mundial para el Clima, que han colaborado para hacer posible este evento. Vuestro encuentro, sobre el tema «Nuevos caminos hacia una ecología integral: cinco años después de la Laudato si’», plantea una visión relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes puntos de vista: ético, científico, social y teológico. Recordando la convicción de Chiara Lubich de que el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad, confío en que esta perspectiva suya guíe vuestro trabajo en el reconocimiento de que «todo está conectado» y de que «se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad» (Carta enc. Laudato si’, 91). Entre estos problemas está la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma socioeconómico, que pueda reflejar la verdad de que somos «una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos» (Carta enc. Fratelli tutti, 8). Esta solidaridad entre nosotros y con el mundo que nos rodea necesita una firme voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, combatiendo al mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger el medioambiente natural. Lograr una ecología integral requiere una profunda conversión interior, tanto a nivel personal como comunitario. Mientras examinan los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en estos momentos, entre ellos el cambio climático, la necesidad de un desarrollo sostenible y la contribución que la religión puede aportar a la crisis ambiental, es esencial romper con la lógica de la explotación y el egoísmo, y promover la práctica de un modo de vida sobrio, sencillo y humilde (cf. Carta enc. Laudato si’, 222-224). Espero que vuestra labor contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y hermanas una responsabilidad compartida de unos con otros, como hijos de Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores del don de su creación (cf. Gn 2,15). Queridos amigos: Les agradezco una vez más vuestra búsqueda y vuestros esfuerzos de colaboración para hallar nuevos caminos que conduzcan a una ecología integral, por el bien común de la familia humana y del mundo. Mientras manifiesto mis mejores deseos y la oración por vuestras deliberaciones durante este encuentro, invoco cordialmente sobre ustedes, sus familias y colaboradores la bendición divina, fuente de sabiduría, fortaleza y paz. Y les pido, por favor, que se acuerden de mí en sus oraciones”.

Oficina Comunicaciones Focolares

El coraje del perdón

Las restricciones causadas por la pandemia, en particular en los momentos de confinamiento, a menudo han causado o aumentado las tensiones en las relaciones personales. Es necesario el perdón. Pero el perdón requiere fuerza, coraje y entrenamiento. Con frecuencia las familias se deshacen porque no sabemos perdonar. Viejos rencores mantienen la división entre familiares, entre grupos sociales, entre pueblos. Hay quien incluso enseña a no olvidar las ofensas sufridas, a cultivar sentimientos de venganza… Y un rencor sordo envenena el alma y corroe el corazón. Hay quien piensa que el perdón sea una debilidad. No, es la expresión de una valentía extrema, es amor verdadero, el más auténtico porque es el más desinteresado. «Si aman a los que les aman, ¿qué mérito tienen? –dice Jesús–. Esto lo saben hacer todos. Ustedes amen a sus enemigos».[1] También a nosotros se nos pide, aprendiendo de Él, que tengamos un amor de padre, un amor de madre, un amor de misericordia con todos aquellos que encontremos durante el día, especialmente con los que se equivocan. Pero además, a los que están llamados a vivir una espiritualidad de comunión, o sea, la espiritualidad cristiana, el Nuevo Testamento les pide aún más: «Perdónense los unos a los otros».[2] El amor recíproco exige casi un pacto entre nosotros: estar siempre dispuestos a perdonarnos unos a otros. Solo así podremos contribuir a crear la fraternidad universal.

                                                                                                                                             Chiara Lubich

Extraído de: Palabra de Vida, Septiembre de 2002, en: Chiara Lubich, Parole di Vita, pag. 666. Città Nuova Ed., 2017. [1] Cf. Mt 5,42-47 [2] Cf. Col 3,13

Emiratos Árabes Unidos: cuando el trabajo se convierte en desarrollo

Emiratos Árabes Unidos: cuando el trabajo se convierte en desarrollo

En este año especial destinado a profundizar en los principios de la encíclica Laudato si’, nos encontramos con Abdullah Al Atrash, un joven empresario italo-sirio de los Emiratos Árabes Unidos. Como no creyente, se unió a la Economía de la Comunión del Movimiento de los Focolares. En la empresa que dirige, emplea principalmente a migrantes asiáticos y africanos, garantizando un salario y medidas de apoyo social, así como la máxima seguridad para los empleados y el medio ambiente, incluso en este momento de pandemia. Son paquistaníes, indios, nepalíes, filipinos e incluso nigerianos, cameruneses, senegaleses. Tienen en común un pasado de gran pobreza, que les ha obligado a abandonar su patria y su familia y a emigrar, y un presente que trata de mantenerlos alejados de la explotación y de nuevas dificultades. Son muchos de los 212 empleados de Mas Paints, una fábrica de madera y pintura mural fundada en 1989 en Italia y presente desde 2000 en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, país en el que -en comparación con unos 10 millones de habitantes- 9 de cada 10 personas son de origen extranjero. Abdullah Al Atrash, gerente general de la compañía relata a Vatican News acerca de estos «colegas y amigos de la compañía» que fue fundada por su padre y su tío. Escuchar a este joven empresario italo-siropeo de 42 años, licenciado en economía y comercio por la Universidad de Ancona y con un máster en el Instituto Adriano Olivetti de la capital de las Marcas, nos hace pensar en la reflexión sobre la obra contenida en la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, que lleva al Pontífice a poner de relieve que es «una necesidad», «una parte del sentido de la vida en esta tierra, un camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal». La otra persona «Cualquier forma de trabajo -sigue destacando el Papa- presupone una idea de la relación que el ser humano puede o debe establecer con el otro». Al llegar a Dubai en 2005, Abdullah observó, estudió y, en cierto sentido, hizo suyo el mundo de los trabajadores migrantes. «Fue un trauma para mí ver cómo vive esta gente. Todos los que van de países pobres a trabajar en otros Estados, sean cuales sean, tienen que enviar mucho dinero a casa para mantener a un gran número de parientes, porque todos tienen un sistema de familia extendida, en el sentido de que también ayudan a los padres, hermanos, primos. Entonces hice un cálculo según el cual -explica- en promedio cada uno de ellos tiene que mantener a 10 personas y esto no sólo desde el punto de vista del dinero necesario para hacer las compras, sino también desde el punto de vista del dinero que realmente hace la diferencia entre la vida y la muerte, porque en muchos de esos países no existe un estado de bienestar, por diferentes razones: mucha pobreza, guerra, inestabilidad política, tensiones étnicas o religiosas. Estas personas generalmente trabajan largas horas, con trabajo duro, con salarios muy bajos. He visto casos de personas que trabajan en la construcción y ganan hasta 130-150 euros al mes, privándose de todo para enviar dinero a casa». Una cultura de la reciprocidad En su Carta Encíclica de 2015 el Pontífice señala cómo «ayudar a los pobres con dinero» puede ser un «remedio temporal para las emergencias»: el «verdadero objetivo» – aclara – debe ser siempre permitirles «una vida digna a través del trabajo». Ateo, casado con una mujer católica y padre de dos hijos, Abdullah comparte con su esposa Manuela la experiencia del Movimiento de los Focolares y las iniciativas de la Economía de Comunión, lanzada en 1991 por Chiara Lubich para promover una cultura económica basada en la reciprocidad, proponiendo y viviendo un estilo de vida alternativo al dominante en el sistema capitalista. Un camino de vida, el del empresario italo-siropeo, que le llevó a «tener en cuenta los costes de la vida y el mundo en el que viven estos inmigrantes», adoptando medidas concretas para los trabajadores de su empresa. No fue fácil, confiesa, pero «multipliqué por 5 el salario básico para que pudieran tener una vida absolutamente digna. Y decidí pagarles, no sólo al empleado sino a toda la familia ‘extendida’, los gastos médicos de cualquier tipo y los de la educación de sus hijos – porque sin educación difícilmente encontrarían trabajo – apoyándolos en sus estudios hasta la universidad». Un bien común El valor predominante parece ser, por lo tanto, ese capital social que es el conjunto de relaciones de confianza, de fiabilidad, de respeto de las reglas indispensables para toda convivencia civil, como señala Francisco en la Encíclica, citando la Caritas in Veritate de Benedicto XVI. Abdullah dice que ha «creado un fondo, que se toma de las ganancias», para ir más allá en la ayuda a los trabajadores. «El beneficio de la empresa – quiere subrayar – debe servir, en mi opinión, tanto para invertir en la empresa para que pueda crecer, como obviamente para las necesidades de los propietarios, pero también debe ir en igual medida a los empleados de la empresa. De hecho, es un bien común: una empresa es de todos, porque todos trabajan allí y deben servir a todos». «En cierto momento – continúa – me di cuenta de que, entre los empleados, además de estas necesidades, estaba también el problema de la casa en casa. Lo entendí hablando con la gente, quería establecer una relación humana con ellos y no sólo de trabajo, hablando de mí y de ellos, de nuestras vidas. Esta es la comunidad. Y eso me hizo comprender que, para construir una casa en sus países de origen, tenían dos maneras: intentar sacar dinero de los bancos, pero los bancos no prestan dinero a los pobres, o – y para mí fue doloroso saberlo – recurrir a los usureros, porque la usura está muy extendida en esos países, haciendo luego enormes sacrificios para devolver el dinero y tardando años. Así que traté de entender de cuántas personas estaba compuesta la familia, dónde querían construir la casa y, calculando la cantidad necesaria, les dimos un préstamo, para ser devuelto libremente con el tiempo y de acuerdo con las posibilidades. La suma prestada tiene un tipo cero, aunque el tipo cero no existe porque siempre hay inflación, especialmente en ciertos países». Una producción que respeta el medio ambiente Durante el año especial convocado por el Papa Francisco hasta el 24 de mayo de 2021 para reflexionar sobre la Encíclica Laudato sí, le preguntamos a Abdullah cómo puede responder su compañía al urgente desafío de proteger el «hogar común». «Producimos algunas pinturas que no son absolutamente tóxicas, por lo tanto, no son dañinas ni contaminantes. Además, hay otras gamas de productos necesariamente tóxicos, por ejemplo, los disolventes, que también se utilizan ampliamente en el ámbito farmacéutico. Lo importante es que no dañen el medio ambiente, porque el medio ambiente somos nosotros: el Papa nos lo recuerda todo el tiempo. Yo, como ateo, entiendo que el medio ambiente es todo lo que vive». «Así que en la empresa -continúa- nos proponemos proteger a los trabajadores, para que su salud esté protegida al 100%, invirtiendo mucho en seguridad, en máscaras, sistemas de ventilación y maquinaria que no libere sustancias como los disolventes. En lo que respecta a los residuos, hemos invertido mucho en maquinaria que separa los residuos sólidos, líquidos y gaseosos. Posteriormente, las empresas públicas, del gobierno, vienen a tomarlos y trasladarlos a lugares apropiados y adecuados para su eliminación, para evitar que contaminen el medio ambiente. Porque debajo de nosotros está el mar: ¡cuando cavamos un poco debajo de la fábrica encontramos el mar!». La pandemia En la emergencia mundial de coronavirus, la preocupación por las condiciones de los trabajadores ha aumentado. «La ola que vino aquí – recuerda Abdullah – fue muy fuerte, golpeó a Irán, Kuwait, Arabia Saudita, todos los países de nuestro alrededor. El período más duro, con cierre total, fue entre marzo y abril. Cuando salieron las primeras noticias del virus, preparamos medidas como la adopción de barreras de vidrio para los empleados, en un espacio similar al mostrador de un banco, el uso de máscaras quirúrgicas, la medición de la temperatura corporal, el respeto de la distancia de seguridad de dos metros, hisopos para todos los empleados, la coordinación diaria con el Ministerio de Salud local. Además, he alquilado unos treinta estudios para observar la cuarentena con seguridad». Una reunión de convivencia Lo que llama la atención es la palabra «coexistencia» que aparece varias veces en la conversación con Abdullah, incluso cuando recuerda haber participado, a principios de 2019, en la misa del Papa en Abu Dhabi, con motivo del viaje de Francis a los Emiratos Árabes Unidos. «Una magnífica experiencia, fui con algunos de mis colegas y amigos del Movimiento de los Focolares. Había tanta gente, tanto que yo estaba fuera del estadio, en el césped, desde donde se podía seguir el evento a través de pantallas gigantes. Noté que la gran mayoría de los presentes eran católicos, pero también había 5.000 musulmanes, así como algunos grupos de budistas, hindúes y sijs. Transmitieron imágenes del sincero abrazo con el Gran Imán de Al-Azhar Ahamad al-Tayyib. Fue un momento liberador, de encuentro entre el mundo islámico y el mundo occidental, con el Papa que vino aquí con gran humildad: agradeció al país, a las autoridades, al pueblo, en el espíritu de coexistencia, de paz, de tolerancia. Quería decirnos que estar todos juntos es posible».

Giada Aquilino – Vatican News

El dolor de los Focolares por un caso de abusos en Francia

María Voce: “Inmenso dolor e incondicional cooperación del Movimiento para que se pueda esclarecer la verdad; institución de un organismo de investigación independiente después de una reunión con algunas víctimas de un ex miembro consagrado del Movimiento de los Focolares».  “Frente a este inmenso dolor estamos convencidos de que el único camino a seguir es ofrecer a las víctimas una escucha total y el reconocimiento de los daños sufridos. Por esta razón quiero reiterar la plena e incondicional cooperación del Movimiento, para que se pueda conocer la verdad sobre los hechos y se haga justicia a las víctimas.” Son las palabras de María Voce, Presidenta del Movimiento de los Focolares, en un comunicado de prensa del 22 de octubre de 2020 sobre el caso de violencia contra menores por parte de J.M.M., ex-miembro consagrado de los Focolares, residente en Francia. Una víctima ha hecho público su caso que se remonta a 1981 y 1982 cuando – entonces tenía quince años – sufrió acoso sexual. Se está constituyendo un organismo independiente a través del cual el Movimiento de los Focolares ha decidido iniciar una investigación extraordinaria tras la reunión con algunas víctimas el 18 de septiembre de 2020. En esa ocasión el Copresidente del Movimiento de los Focolares, Jesús Morán, expresó su dolor y vergüenza por los abusos cometidos por JMM, “así como por el silencio o la falta de iniciativa mantenida durante años por parte de los responsables”. En breve se anunciará la composición de este organismo independiente, que tendrá la tarea de escuchar a las presuntas víctimas, recopilar ulteriores testimonios e indagar sobre eventuales omisiones, encubrimientos o silencios por parte de los responsables del Movimiento. Al final de las investigaciones, el organismo independiente hará público su informe final. A fin de permitir que las investigaciones se lleven a cabo en su totalidad y garantizar su total transparencia, los dos corresponsables de los Focolares en Francia y el corresponsable del Movimiento para Europa Occidental han presentado la dimisión de sus respectivos cargos el 21 de octubre de 2020. Dimisiones aceptadas por la Presidenta de los Focolares.

Joachim Schwind

Comunicado de prensa

¡Ánimo! Los 100 años de Danilo Zanzucchi

El pasado 11 de agosto festejamos los 100 años de Danilo Zanzucchi. Con la esposa Anna María fueron durante más de 40 años los responsables del Movimiento Familias Nuevas. Su historia es una historia muy rica, una historia de amor dado, recibido, generado. Fuimos a visitarlos a su casa, en Grottaferrata… https://vimeo.com/465833781

Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visita el Centro internacional de los Focolares

Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visita el Centro internacional de los Focolares

Esta mañana, su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visitó el Centro Internacional de los Focolares, en Rocca di Papa. Lo ha recibido la presidente, Maria Voce, con quien visitó la casa donde vivía Chiara Lubich y se recogió en oración ante su tumba. A continuación, un intercambio de saludos y obsequios, también han estado presentes el copresidente, Jesús Morán, y una pequeña delegación del Movimiento. El Patriarca está visitando Roma por el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, promovido hoy, en el Campidoglio (sede del municipio de Roma), por la Comunidad de San Egidio y la concesión, mañana, de un doctorado honoris causa en filosofía, en la Universidad Antonianum. El patriarca también mantendrá un encuentro con el papa Francisco.

©J. García – CSC Audiovisivi

“Chiara se ha comprometido con la fraternidad, la unidad y la paz en todos los ámbitos de la vida humana, entregándonos un mensaje a través de su vida y de sus escritos, que no podemos ignorar”. Con estas palabras, el patriarca Bartolomé I ha recordado a Chiara Lubich, fundadora de los Focolares esta mañana, visitando el Centro Internacional de los Focolares, en Rocca di Papa. De la delegación formaban parte también Su Eminencia Emmanuel, Metropolita de Francia, Su excelencia Cassianos, Igumeno del Monasterio de Chalki (Grecia), el reverendo Iakovos, diácono Patriarcal. Fueron acompañados por monseñor Andrea Palmieri, subsecretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos (PCPUC).  “El Movimiento y todas las obras que existen hoy, gracias a su carisma – ha dicho – son el testimonio de una vida dedicada al Señor, también pasada por la Cruz, pero siempre orientada a la Resurrección”. La visita del Patriarca se enmarca en el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich: “¡Cuántas otras cosas habría hecho Chiara si todavía estuviera con nosotros! – ha dicho Su Santidad Bartolomé I, recordándola – Pero no son los años los que dan sentido a la vida, no es la cantidad, la duración, sino cómo usamos los talentos que Él nos ha dado, es la calidad de vida, gastada para dar testimonio de Él que es la Vida”.

©J. García – CSC Audiovisivi

El Patriarca llegó a Rocca di Papa a última hora de la mañana y fue recibido por la presidente del Movimiento María Voce, el copresidente, Jesús Morán. Con ellos visitó la casa donde vivía Chiara Lubich y la capilla del Centro Internacional donde se encuentra la tumba de la fundadora de los Focolares. Aquí dejó una larga dedicatoria escrita en griego en el libro de los visitantes. Luego, en el Auditorio, cumpliendo con las normas sanitarias, ha sido posible un breve encuentro entre el patriarca y algunos miembros del Consejo General de los Focolares, algunos miembros del Movimiento pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa y una pequeña delegación de jóvenes. El Patriarca tuvo palabras de afecto y estima por Maria Voce, a quien definió como “hermana querida”, “cuya amistad con nosotras y con nuestro Patriarcado Ecuménico es larga y sólida, desde los años de su estancia en Constantinopla, donde verdaderamente dejó un sello imborrable del ministerio de la fraternidad, la unidad y el amor a todos”. “Habiendo llegado al final de su mandato como presidente – ha dicho dirigiéndose nuevamente a Maria Voce nosotros también queremos agradecerle su gran aporte a la obra; el recuerdo que tenemos de Ud., como de todos ustedes, permanece en nuestro corazón, y Ud. seguramente continuará el carisma donde el Señor la llamará”.

©J. García – CSC Audiovisivi

A continuación, se presentaron al patriarca algunos actos organizados con motivo del centenario de Chiara Lubich y algunos jóvenes de los Focolares le hablaron sobre el proyecto United Word Project”, que este año con el lema “dare to care” (atrévete a cuidar) se centra en el cuidado del medio ambiente y de las porciones más frágiles de las sociedades de todo el mundo. El patriarca comentó: “Ideas y acción, teoría y práctica. Espero que a este proyecto se sumen algunos jóvenes ortodoxos para colaborar con ustedes por el bien de la humanidad”. Al final del encuentro un intercambio de regalos. La presidente Maria Voce entregó una escultura que representa a la Virgen María con el niño Jesús que estaba en la casa de Chiara Lubich en Suiza, y el Patriarca regaló un icono maravilloso.

Stefania Tanesini

Para leer la homilía de Su Santidad Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla, haga clic aquí   https://vimeo.com/470579948

Roma se convierte en «capital de la paz»

Martes 20 de octubre, en Roma, el Encuentro Internacional de Oración por la Paz entre algunos líderes de distintas religiones promovido por la Comunidad de San Egidio. Presente también la Presidente del Movimiento de los Focolares. Será posible seguir el evento vía streaming. “Estamos muy felices que este encuentro se pueda realizar, porque necesitamos palabras de paz, palabras de esperanza, palabras que nos indiquen un futuro para la humanidad tan trastornada por la pandemia”. Con estas palabras Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de San Egidio presentó la edición 2020 del Encuentro Internacional de Oración por la Paz entre las grandes religiones mundiales, en el espíritu de Asís, promovido precisamente por San Egidio. El evento tiene el título “Nadie se salva solo – Paz y fraternidad” y se realiza hoy 20 de octubre en Roma (Italia) en la Plaza del Campidoglio donde reunirán líderes de distintas religiones y representantes de las instituciones en una “Oración por la Paz”, será un momento solemne de reflexión que quiere ofrecer un mensaje de esperanza para el futuro. Durante esta cita habrá un espacio de oración, cada uno según su propia tradición. Después tendrá lugar la intervención de los líderes que pondrán en evidencia el aporte de las religiones a la construcción de un futuro mejor, de paz y fraternidad, sobre todo ahora que la pandemia está provocando una gran crisis económica y social y que ha hecho que todos se vuelvan más pobres. En la manifestación participará también la presidente del Movimiento de los Focolares, María Voce. El inicio está previsto para las 4.30 p.m. (utc+2) cuando los representantes religiosos se encontrarán para rezar en lugares diferentes. La oración ecuménica de los cristianos tendrá lugar en la Basílica de Santa María de Aracoeli (haz clic aquí para ver el programa). A continuación, hacia las 5.20 p.m. (utc+2) será el encuentro en la plaza del Campidoglio. Durante la ceremonia tomarán la palabra el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, el fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi y, a través de un video-mensaje, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Proseguirán con las intervenciones del patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, del rabino Jefe de  Francia, Rav Haim Korsia, del secretario general del Comité Superior de la Fraternidad Humana, Dr. Mohamed Abdelsalam Abdellatif, del ven. Shoten Minegishi (Budismo Soto Zen), del Dr. Karmaljit Singh Dillon (Comité Nacional Sikh Gurdwara Parbandhak), de la Sra. Divya Punchayil Prashoban (Hinduismo) y, como conclusión, la del Papa Francisco. La ceremonia proseguirá con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia y de todas las guerras, la lectura de un apelo de paz 2020, que será entregado por un grupo de niños a los embajadores y a los representantes de la política nacional e internacional, y el encendido del candelabro de la paz por parte del Papa Francisco. El Encuentro de “Oración por la Paz” entre las religiones será transmitido integralmente en directa streaming en el sitio del evento y en las redes sociales de la Comunidad de San Egidio.

 Lorenzo Russo

La invención de los jóvenes, la obra maestra de Chiara

La invención de los jóvenes, la obra maestra de Chiara

Un Webinar para recorrer la historia del Movimiento Gen, una de las más revolucionarias agrupaciones juveniles del siglo pasado, que continúa su carrera en el siglo XXI también. En el año del centenario de Chiara Lubich, sin lugar a dudas había que retomar la aventura del Movimiento Gen, que vio la luz en 1967, y que involucró en su idealidad de un mundo unido a cientos de miles de jóvenes, en todo el mundo.  Un Webinar, el pasado 18 de octubre, moderado por el periodista de la RAI Gianni Bianco, recorrió la historia de una agrupación juvenil que, aun con altibajos, supo formar a hombres y mujeres que se hicieron un espacio en la vida, y no a través de actos de fuerza o de la ambición desenfrenada, sino a través del ideal evangélico del hacerse uno con todos. Gente que, tanto la que ha quedado en el álveo del Movimiento, como la que se alejó de él, ha seguido “viviendo” de las intuiciones carismáticas de Chiara Lubich, cada uno de ellos en su propia dimensión espiritual y profesional. Uno de los presentes era Franz Coriasco, autor del libro publicado en italiano Generazione nuova. La storia del Movimento Gen raccontata da un testimone (Generación nueva.  La historia del Movimiento Gen contada por un testigo), de la editorial Città Nuova.  Su visión era muy personal, pero al mismo tiempo colectiva, no sólo por la búsqueda apasionada y profunda que llevó a cabo, sino también por la coincidencia de los cientos de intervenciones que sostienen su narración. También estaba presente Luigino De Zottis, quien, junto con Virgo Folonari había sido elegido en 1966 por la misma Chiara Lubich para iniciar el Movimiento Gen.  En su intervención recordó a aquellos que permitieron el nacimiento de la nueva agrupación de jóvenes vinculados al focolar: «La inspiración de Chiara fue inesperada –dijo– pero nos involucró de una manera más que radical.  Mi vida y la de una infinidad de otros jóvenes tuvieron un desarrollo inusitado.  Recuerdo que a nosotros, los adultos que debíamos hacer nacer el Movimiento Gen, Chiara nos dijo: “Ustedes, adultos, no tienen que hacer nada para que nazca el movimiento de los jóvenes.  Tienen que ser para ellos como ángeles custodios”». Esta “regla”, la de la relación intergeneracional, ha hecho historia y sigue siendo innovadora. Il Cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para la vida consagrada, participó también, pues él había sido uno de los primeros “Gens”, o sea los Gen seminaristas. Focalizó la atención en el elemento central del carisma de Chiara Lubich: «Jesús abandonado no es algo pequeño, es el reconocimiento de una verdad y es lo que permite ir adelante cuando las dificultades parecen insuperables». Y con palabras fuertes invitó al Movimiento a redescubrir su propio espíritu de comunión originario. Intervinieron también algunas personas que han quedado trabajando activamente dentro del Movimiento. Una de ellas tuvo palabras muy significativas; se trata de Margarita Karram, de Tierra Santa, que sintetizó así su aventura con Chiara: «La revolución del amor evangélico es la que ama incluso a los enemigos.  Por un lado quiero mencionar la palabra “identidad”: mi tierra me dejó la convicción de que mi verdadera identidad es la de Jesús de Nazaret.  Y por otro lado, la palabra “corazón”, porque el Evangelio hay que vivirlo con radicalidad, con un corazón de carne, no de piedra, sin erigir muros». «¿Estamos en el comienzo del final, o en el final del comienzo?», se preguntaba Franz Coriasco cuando habló.  Le respondió Jesús Morán, actual copresidente de los Focolares: «Hoy ya no estamos en la fase de la utopía de la unidad, la conciencia de la unidad en la humanidad es trágica. O nos volvemos uno o nos destruimos.  Las posibilidades para los Gen son enormes, porque hay una conciencia más clara de lo que es la unidad.  Estoy convencido de que estamos en el comienzo de nuevos desarrollos, que mostrarán un carisma encarnado».

Laura Salerno

La conclusión del webinar fue confiada a los Gen de hoy –en nombre de todos, hablaron  Laura Salerno, Conlet Burns y Anna Aleotti− y tenía que ser así, porque la aventura continúa.  El Movimiento Gen nació en el período de la exuberancia juvenil de los años 1967-1968, y los Gen de la época tenían una mirada revolucionaria.  Pero hoy también la tienen, como por ejemplo dan testimonio de ello los jóvenes  Gen libaneses que salieron a las plazas un año atrás, a partir del 17 de octubre de 2019, para propugnar una sociedad menos corrupta, más fraterna, más justa y más inclusiva. Makran, Salim, Mia y sus amigos muestran que el impulso revolucionario de 1967 sigue siendo válido en 2020.

Michele Zanzucchi

El más directo

Los cristianos saben cuál es el  examen que deberán superar al final de su vida. De hecho, Jesús nos reveló las preguntas que nos hará cuando nos presentemos ante Él. Son más actuales que nunca – como explica Chiara Lubich. Es urgente transformar todas nuestras relaciones con los hermanos, padres, parientes, compañeros, conocidos y hombres de todo el mundo en relaciones cristianas. E, impulsados e iluminados por el amor, dar origen a obras individuales y sociales, recordando que, si un vaso de agua tendrá su recompensa, un hospital, una escuela, un orfanato, un centro de reinserción, etc.,  hechos como medio de expresar nuestra caridad, nos prepararán para un brillante examen final de nuestra vida. Dios, de hecho nos dirá: “Tenía hambre en tu marido, en tus hijos, así como en la población de la India, y tú, reconociéndome en ellos, me diste de comer”. “Tenía sed, estaba desnudo en tus niños cada mañana, así como en tus hermanos de muchas naciones en donde las condiciones de vida eran inhumanas, y tú, reconociéndome siempre en todos, me vestiste con todo lo que tenías”. “Estaba huérfano, hambriento, enfermo en el niño de tu barrio, como en la población de Pakistán destruida por los cataclismos, y tú hiciste todos los esfuerzos posibles para socorrerme”. «Soportaste a tu suegra o a tu esposa nerviosa, así como a tus obreros provocadores o a tu jefe en el trabajo, poco comprensivo, porque estabas convencido de que una perfecta justicia social existirá solo si florece de la caridad social; y esto lo hiciste porque me viste en todos». «Visitaste a tu pariente en la cárcel, socorriste en lo posible a los que viven oprimidos y dominados en lo más íntimo de su espíritu y rezaste por ellos…». Entonces nosotros, atónitos, dejaremos escapar de nuestros labios una sola palabra: gracias. Gracias, Dios mío, por habernos abierto en la tierra un camino, «el más directo», el más breve para llegar pronto y directamente al destino celestial

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, Hacia un nuevo humanismo, en: Chiara Lubich, Lo esencial de hoy. Escritos espirituales /2, ed. Ciudad Nueva, Madrid, 1999, pp. 139-140.

#daretocare en Nigeria

Un viaje por distintos puntos de Nigeria, donde algunos de los miembros de la comunidad del Movimiento de los Focolares nos hacen ver sus iniciativas y proyectos de cuidados, sostenibilidad, educación y espíritu empresarial en sus localidades.   https://vimeo.com/465815851

El Metropolita Gennadios Zervos: hombre del diálogo y de la unidad

El Metropolita Gennadios Zervos: hombre del diálogo y de la unidad

Un breve perfil del Metropolita que fue gran amigo de los Focolares y la expresión de oración y cercanía de María Voce en nombre del Movimiento. Hoy 16 de octubre, la Arquidiócesis Ortodoxa de Italia y Malta anunció que el metropolita Gennadios ha “pasado al cielo” [1]. Vivió 57 años en Italia, primero como párroco en Nápoles, en 1970 como obispo de Kratea y luego desde 1996 como arzobispo de la diócesis de Italia y Malta y exarca del sur de Europa, con sede en Venecia. Tenía un gran amor por los fieles de su Arquidiócesis; lo expresa en una carta del pasado 3 de octubre, en la que escribía: “Están en mi corazón. ¡Son mi vida!”[2]. En 2007 el Patriarca Bartolomé dijo de él: “Con inmenso amor […] has trabajado durante muchos años de manera misionera por vuestro rebaño, distinguiéndote por muchos y diversos carismas, que expresan la personalidad de Vuestra Eminencia, entre los que destacan los más grandes y son la humildad y la dulzura, la tranquilidad y la sabiduría de tu carácter, pero lo más grande de todo es tu amor y fe hacia la Madre Iglesia” [3]. Ha sido un hombre de diálogo que participó activamente en la actividad ecuménica en Italia y más allá, como se puede ver en esta entrevista con Radio Vaticano en 2015: “Orar significa caminar juntos y, como me dijo una vez el papa Francisco, ‘caminar significa unión. Cuando caminamos juntos, la unidad está más cerca de nosotros’”[4]. Hablando de la división de los cristianos, dice: “Ahora debemos ser crucificados, los hombres debemos subir a la cruz, para hacer desaparecer nuestras pasiones, nuestros defectos, nuestros errores. Jesucristo ya no viene para ser crucificado sino que nosotros debemos estar en la cruz para borrar el fanatismo, el odio, el egoísmo”[5]. Gran amigo del Movimiento de los Focolares, el metropolita a menudo recordaba un diálogo con Atenágoras en 1970. “¡Me recibió durante 48 minutos! Numerosos obispos, sacerdotes, teólogos y otros estaban en el pasillo esperando la bendición del Patriarca. Todos estaban asombrados de que hubiera estado en audiencia durante tanto tiempo […] ¿Qué había pasado? ¡El Patriarca habló de mí durante 2 minutos, del Papa Pablo VI durante 5 minutos y durante 40 minutos de Chiara!” [6]. Participó en muchos eventos de los Focolares: desde las reuniones de los obispos amigos del Movimiento, hasta las escuelas del ecumenismo y las semanas ecuménicas organizadas por el Centro “Uno” [7]. Durante la última edición, en 2017, entregó a Maria Voce una medalla en agradecimiento por la labor ecuménica de los Focolares. Fue idea suya poner en marcha la “Cátedra Ecuménica Internacional Patriarca Atenágoras – Chiara Lubich”, de la que era co-titular, en la Universidad Sophia y en 2017 pronunció el discurso inaugural sobre el tema “El Patriarca Atenágoras y Chiara Lubich, protagonistas de la unidad” [8] El metropolita Gennadios pudo saludar a Chiara unos días antes de su muerte cuando la visitó junto con el Patriarca Bartolomé en el policlínico Gemelli. De ese último encuentro recordaba: “Estaba llena de alegría, sonriente como siempre, dulce, serena y su “carisma” estaba muy vivo. De hecho, sus últimas palabras antes de despedirnos fueron: “¡Siempre unidos!” [9]. Parece que el metropolita Gennadios cumplió lo que le dijo proféticamente el patriarca Atenágoras en 1960: “Irás a Italia, necesitamos nuevos sacerdotes para los tiempos venideros, tiempos de reconciliación y diálogo con la Iglesia católica” [10].

Joan Patricia Back

[1] Sitio ortodossia.it [2] Sitio ortodossia.it [3] Sitio ortodossia.it [4] Entrevistado por Radio Vaticana 23 de enero de 2015 en el sitio ortodossia.it [5] Entrevistado por Radio Vaticana 23 de enero de 2015 en el sitio ortodossia.it [6] 50° del Centro “Uno”, Trento, 12 de marzo de 2011. [7] El Centro “Uno”, para la unidad de los cristianos, se ocupa del diálogo ecuménico del Movimiento de los Focolares. [8]  www.sophiauniversity.org/it [9] 50° del Centro “Uno” Trento, 12 de marzo de 2011. [10] Sitio ortodossia.it

Evangelio vivido: humildad

Como escribe Chiara Lubich: “Ser humildes no sólo quiere decir no ser ambiciosos, sino ser conscientes de la propia nada, sentirse pequeños delante de Dios y por lo tanto ponerse en sus manos, como niños”. Una escuela de vida Durante la pandemia también yo me vi obligado al confinamiento. Aunque seguí manteniendo la relación con algunas de las personas que asisto a través de Internet, el verdadero trabajo era conmigo mismo. No podía eximirme de ayudar a mis hijos a hacer las tareas, de adivinar cómo llenar su tiempo, de proveer a mis padres ancianos, de ayudar a mi esposa en la cocina, a inventar nuevos menús… había subvalorado la importancia que pueden tener los pequeños gestos cotidianos para el conocimiento de sí mismos y ahora tenía la posibilidad de descubrir dimensiones fundamentales de la existencia. Pero el descubrimiento más importante de este período ha sido la oración, la relación a tú a tú con Dios. La había descuidado, dejándola de lado junto con otras cosas, comprometido como estaba con mis investigaciones y mi trabajo. Al administrar un tiempo sin márgenes, reflexioné sobre la vida, sobre la muerte, sobre la esperanza… No sé cómo ha sido para los demás, pero para mí este exilio forzado se ha convertido en una auténtica escuela, más eficaz que muchos libros y cursos de especialización. (M.V. – Suiza) Envejecer juntos Después de décadas de vida matrimonial en el amor, me di cuenta de que me estaba volviendo insensible hacia mi mujer. Ella no estaba de acuerdo con tantas cosas que yo hacía y me repetía siempre el mismo sermón. Un día, después de escucharla una primera y una segunda vez, le respondí con rabia que sabía lo que tenía que hacer, que ya me lo había dicho. Naturalmente ella se quedó mal, pero también yo. Le pedí perdón, pero dentro de mí quedó el gran dolor de no haber respetado, aceptado su envejecimiento. Si esto sucede con ella, reflexioné, quien sabe cuántas cosas hago yo que le hacen daño a mi esposa. Le contamos este hecho a una nieta que había venido a visitarnos con su compañero, cuando ella, sin motivo aparente, empezó a llorar mientras él le tomaba la mano, acariciándola. Después de un silencio nos contaron que habían decidido separarse debido a la incompatibilidad de caracteres entre ellos. Pero escuchando nuestro relato les había conmovido la belleza de envejecer juntos e intentar reconstruir siempre el amor. (P.T. – Hungría) Escuchar, comprender Si vuelvo a pensar en los 25 años transcurridos haciéndome cargo de la salud de mis pacientes, me parece que no he hecho otra cosa que escucharlos. Siempre recuerdo, en mis primeros días como médico de familia, a una mujer que había pasado por no sé cuántos hospitales de Suiza hasta Italia. Me estaba describiendo un detalle de su historia personal que podía ser la clave de los disturbios que sufría desde hacía 15 años. Ante mi pregunta: “Pero usted, señora, ¿alguna vez le habló a los médicos de esto?”, me respondió: “Doctor, es la primera vez que lo recuerdo. Usted me escuchó y yo lo recordé”. Me sirvió tanto la experiencia de esa cita, más que una actualización profesional. Sí, porque escuchar, sobre todo hoy que hacemos todo de prisa, debería corresponder cada vez más a “comprender”. Todos estos años para mí han sido una escuela al respecto… y ¡seguramente no he terminado de aprender! Escuchar no es otra cosa que una expresión del amor del que Cristo nos ha dado ejemplo; hacer el vacío para poder acoger en sí mismos al otro. (Ugo – Italia) Saborear Cuando, después de los últimos exámenes, el médico me anunció que el cáncer había vuelto a aparecer, mi primer pensamiento fue para la familia, para nuestros hijos y nietos. Mi esposo y yo hablamos serenamente y decidimos vivir el período que me queda como el tiempo más bello que podíamos dejarles en herencia, de un amor fiel hasta el final. Así empezaron días que, aunque eran pesados por los dolores, tenían un color y un calor nuevos. No sólo aumentó el amor entre todos, sino que diría que estamos aprendiendo a “saborear” el tiempo. Cada gesto es único porque podría ser el último, y lo mismo cada llamada telefónica, cada palabra pronunciada. Desde la atención al otro, al tono de la voz, que sirven para crear armonía entre nosotros… todo ha asumido un valor. Mi esposo se sorprende de cuánta alegría están llenos nuestros días y a menudo me repite: “Es el único bien que podemos dejar a nuestros hijos”. En los momentos dedicados a la oración sentimos que el cielo se abre, porque se ha convertido solamente en un acto de agradecimiento. (G.C. – Italia)

a cargo de Stefania Tanesini

(Tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio de cada día), Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre 2020)

Italia – El Polo Acogida y Solidaridad de Ascoli Piceno (PAS)

En Ascoli Piceno, en el centro de Italia, algunas asociaciones decidieron unirse para sostener el malestar económico y social ciudadano. Así desde hace algunos años nació el PAS, Polo Acogida y Solidaridad, una experiencia de “red” que ha encontrado una casa hace pocos meses. https://vimeo.com/465826725

El Pacto Global por la Educación

El Pacto Global por la Educación

El evento querido por el papa Francisco tendrá lugar el 15 de octubre: agencias de formación, actores sociales, instituciones y organismos internacionales se reunirán para construir alianzas por una humanidad más fraterna. Hablamos de ello con Carina Rossa, focolarina, en el equipo organizador. “Nunca antes había sido necesario unir esfuerzos en una amplia alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contrastes y reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna”. Así, el papa Francisco en el Mensaje del lanzamiento del Pacto Mundial por la Educación: una invitación a promover “una educación más abierta e inclusiva, capaz de escuchar con paciencia, diálogo constructivo y comprensión mutua”. El Pacto inspira un evento mundial, pospuesto debido a la pandemia. Una reunión virtual tendrá lugar el 15 de octubre a las 2:30 pm (utc+2) en streaming en vivo en los canales de Youtube de las Noticias del Vaticano con traducción simultánea en español, italiano, inglés, francés y portugués. Hablamos de ello con Carina Rossa, focolarina argentina, en el equipo organizador del evento: El Papa nos invita a una alianza por la educación que produzca un cambio de mentalidad. ¿Cómo se expresa este nuevo pensamiento? “El Papa subraya que la educación es la base de todos los cambios sociales y culturales y nos llama a comprometernos en este ámbito. Entonces, el primer cambio radica en dar dignidad a la educación. Luego, da a la educación un propósito, “cambiar el mundo”, y nos invita a pensar en el estudio como una herramienta para afrontar los desafíos de nuestro tiempo: paz y ciudadanía, solidaridad y desarrollo, dignidad y derechos humanos, cuidado de la casa común. Además, Francisco denuncia que el Pacto entre la familia, la escuela, la sociedad y la cultura se ha roto y debe ser reconstruido: aquí el cambio de mentalidad  involucra a agencias de formación, actores sociales, instituciones y organismos internacionales, para que construyan alianzas para lograr objetivos comunes y suscitar una humanidad más fraterna. Para ello, el Santo Padre propone una metodología de tres pasos: poner a la persona en el centro, invertir las mejores energías y formar personas capaces de ponerse al servicio”. Entonces, ¿en qué dirección debemos educar a los jóvenes? ¿Qué valores cultivar? “Las nuevas generaciones están en el centro de la oferta educativa, porque son los niños, los adolescentes, los jóvenes los que cambiarán el mundo. “Hombres y mujeres nuevos” – es la esperanza – que estarán “unidos en la diversidad”, en diálogo constante, al servicio de los valores de la paz, la solidaridad y la fraternidad universal, respetando los derechos humanos y la dignidad humana”. El evento mundial dedicado al Pacto debía realizarse el 14 de mayo, pero debido a la pandemia se pospuso para el 15 de octubre y se realizará en forma virtual. ¿Cómo va con la preparación del evento? “La pandemia nos ha obligado a repensar toda la propuesta y la cita de octubre será un primer paso hacia el evento mundial que esperamos celebrar más tarde con el Papa. La Congregación para la Educación Católica – nombrada por el Santo Padre para impulsar el evento – ha encomendado la coordinación científica de la iniciativa a la Escuela de Educación Superior EIS de la Universidad LUMSA y en esta fase se trabaja para establecer relaciones e iniciar procesos: por ejemplo, se ha constituido una mesa con las organizaciones representativas del mundo educativo a nivel mundial. También estamos recopilando experiencias educativas internacionales para ser publicadas en la web del evento, como un Observatorio del Pacto Educativo, y las ponencias realizadas durante los encuentros preparatorios que conformarán una publicación.

Claudia Di Lorenzi

Las exigencias del amor verdadero  

La pandemia no solo conlleva graves consecuencias inmediatas, sino que a menudo también pone de relieve muchos problemas preexistentes de carácter personal, social y político. En el siguiente texto Chiara Lubich subraya el primer paso imprescindible para aquellos que realmente quieren cambiar el mundo.  Un gran psicólogo de nuestro tiempo dijo: «Nuestra civilización muy raras veces trata de aprender el arte de amar y, no obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás se considera más importante: el éxito, el prestigio, el dinero, el poder. Casi toda nuestra energía la dedicamos a lograr esos objetivos y casi ninguna a conocer el arte de amar”[1]. El verdadero arte de amar surge enteramente del Evangelio de Cristo. Y ponerlo en práctica es el primer paso imprescindible para poder desencadenar esa revolución pacífica, pero tan incisiva y radical que lo cambia todo. Afecta no solo a la esfera espiritual, sino también a la humana, renovando todas sus expresiones: cultural, filosófica, política, económica, educativa, científica, etc. Es el secreto de esa revolución que permitió a los primeros cristianos invadir el mundo entonces conocido. […] Este amor no está hecho solo de palabras o de sentimiento, sino que es concreto. Exige que nos hagamos “uno” con los demás, que “vivamos” en cierto modo al otro con sus sufrimientos, sus alegrías, sus necesidades, para comprenderlo y poder ayudarlo eficazmente.

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, El arte de amar, Editorial Ciudad Nueva, España, 2006, pág 17 [1] E. Fromm, L’arte di amare, Milano 1971, p.18.