Movimiento de los Focolares

Jornada Mundial de la Tierra

Todos los años se celebra, el día después del equinoccio de primavera, el Earth Day (Día de la Tierra), la más grande manifestación ambiental del planeta, promovida por las Naciones Unidas, para promover la protección de la Tierra. La idea de la creación de un “jornada por la Tierra” se presentó por primera vez en 1962, y tomó forma definitivamente en 1969, después del desastre ambiental causado por el derrame de petróleo de un pozo situado en el lago de Santa Bárbara, en California. En las últimas ediciones, la Jornada ha involucrado hasta a un billón de personas en 192 países del mundo, convirtiéndose en un acontecimiento educativo e informativo de dimensiones planetarias sobre temas como la contaminación, la desertificación, la destrucción de los ecosistemas y el agotamiento de los recursos no renovables. Pero también de la responsabilidad individual por un consumo sostenible, basado en el cuidado de la “Casa común” de todos los seres humanos.

Jornada mundial de las vocaciones

«No estamos sumergidos en la casualidad, ni somos arrastrados por una serie de eventos desordenados. Nuestra vida y nuestra presencia en el mundo son fruto de una vocación divina». El Papa Francisco lo recuerda con estas palabras, en el mensaje dirigido en especial a los jóvenes en ocasión de la 55ª Jornada mundial de oración por las vocaciones. El mensaje está programado para el 22 de abril y está centrado en el tema: “Escuchar, discernir, vivir el llamado del Señor”. La relación entre los jóvenes, la fe y la vocación estará en el centro del próximo sínodo de octubre. «En esa ocasión –observa el Papa- tendremos la posibilidad de profundizar que, en el centro de nuestra vida, existe el llamado que Dios nos dirige, de vivir la alegría. Los jóvenes y los chicos de los Focolares recuerdan las palabras de Chiara Lubich, dirigidas a ellos mismos en 1998: «Dios llama de formas distintas y variadas. Llama a muchos con funciones y misiones particulares. Por ejemplo llama a los jóvenes a la sublime vocación del sacerdocio, a ser otros Cristo. Llama a hombres y mujeres en variadísimos canteros del jardín de la Iglesia, que son las familias religiosas. Llama a hombres y mujeres en los modernos movimientos eclesiales para donarse a Dios individual y comunitariamente. O a formar una familia, modelo de muchas otras pequeñas iglesias. Recuerden: Él llama a cualquier edad. Llama también a los chicos, a los niños. Llama desde todos los puntos de la tierra».

Chiara Lubich: “Que vuelva la paz”

Chiara Lubich: “Que vuelva la paz”

«Para que vuelva la paz, no dejemos de rezar. En este momento, además, todos debemos sentirnos llamados a seguir con decisión una línea de vida que corrija, al menos dentro de nosotros (pero por la comunión de los santos, en muchos), el error que se ha cometido. Los hombres no han hecho la voluntad de Dios, del Dios de la paz, han hecho la propia. Debemos imponernos, como nunca lo hemos hecho, para cumplir perfectamente su voluntad. “No se haga mi voluntad, sino la tuya”. Estas palabras de Jesús deben asumir para nosotros, hoy, una importancia muy particular. Frente a éstas, cualquier otra cosa debe ser secundaria. No tiene que importarnos tanto en nuestra vida, por ejemplo, estar sanos o enfermos, estudiar o servir, dormir o rezar, vivir o morir. Lo importante es que hagamos nuestra su voluntad, que seamos su voluntad viva. Así vivíamos en los primeros tiempos de nuestro Movimiento cuando, en medio de una guerra, el Espíritu apenas nos había iluminado acerca del valor de las cosas. Frente al derrumbe provocado por el odio, Dios se había revelado como el único ideal que no muere, que ninguna bomba puede derribar. Dios Amor. Este gran descubrimiento era una bomba espiritual de tal magnitud, que nos hizo olvidar literalmente todas las que caían alrededor. Descubríamos que más allá de todo y de todos, está Dios que es Amor, está su providencia que, para aquellos que lo aman, hace que todo coopere al bien. Descubríamos la huella de su amor en todas las circunstancias, también bajo los azotes del dolor. Él nos amaba inmensamente. Y nosotros ¿cómo corresponder a su amor? “No quien dice Señor, Señor, sino quien hace mi voluntad, ése me ama”. Podíamos, por tanto, amarlo haciendo su voluntad. Viviendo así nos habituamos a escuchar con creciente atención “la voz” dentro de nosotros, la voz de la conciencia que nos subrayaba la voluntad de Dios expresada de las más diferentes maneras: a través de su Palabra, de los deberes del propio estado, de las circunstancias, las inspiraciones. Teníamos la certeza de que Dios habría llevado nuestra vida hacia una divina aventura, antes desconocida para nosotros, donde, espectadores y actores al mismo tiempo de su designio de amor, dábamos la contribución, momento tras momento, de nuestra libre voluntad. Poco después nos hizo entrever destellos sobre nuestro futuro, haciéndonos captar con seguridad el fin para el cual el Movimiento estaba naciendo: realizar la oración del testamento de Jesús: «Padre, que todos sean uno», contribuir a la realización de un mundo más unido. También ahora podemos vivir de este modo. ¿Hemos tenido un brusco y doloroso cambio de vida? […] ¿Vivimos momentos de miedo, de angustia, de duda incluso de que nos quiten la vida? O ¿llevamos la vida de siempre, con nuestras tareas de cada día, lejos todavía del peligro? Valga para todos lo que más vale: no esto o aquello, sino la voluntad de Dios: ponernos a la “escucha”, ponerla en el primer lugar en nuestro corazón, en la memoria, en la mente; poner, antes que cualquier otra cosa, todas nuestras fuerzas a su servicio. […] De este modo, Cristo permanecerá en nuestro corazón y así, estaremos todos más compactos, más unidos, seremos más “uno”, compartiendo cada cosa, rezando con eficacia los unos por los otros y para que vuelva la paz». Fuente: Città Nuova n. 4/1991. Artículo recogido después en: Chiara Lubich, Attualità. Leggere il proprio tempo, Città Nuova, pág. 85-87, 2013.

Diálogo y unidad de los cristianos

Diálogo y unidad de los cristianos

Jesús Morán. Foto © 2018 Consejo Ecuménico de las Iglesias

«Con el progreso de los medios de transporte y de las técnicas de información, el universo se ha reducido bruscamente; las distancias dejaron de ser un obstáculo para que los hombres más diversos se vincularan». Sin embargo, esta multiplicidad de relaciones « la mayoría de las veces desemboca en una multiplicación de barreras e incomprensiones». Jesús Morán en su intervención en Ginebra (Suiza), comenzó citando estas palabras del antropólogo francés Roger Bastide, quien vivió en el siglo pasado. Morán considera que el “diálogo” es la característica emergente de nuestro tiempo, a pesar de que todavía no se ha realizado completamente. «La humanidad está más preparada que nunca para ser sí misma, sin embargo se ve obligada a reconocer su incapacidad de responder a su vocación». El contexto en el que presentó su intervención fue un encuentro convocado para recordar la rica colaboración y amistad entre el Movimiento de los Focolares y Chiara Lubich y el Consejo Ecuménico de las Iglesias. Este organismo, constituido en 1948, ha hecho del diálogo el instrumento principal de una eficaz búsqueda de unidad entre las Iglesias cristianas. El diálogo – sostiene el copresidente de los Focolares- está en la raíz de la naturaleza humana y podemos encontrar sus “fuentes” en todas las culturas, tanto en la occidental como en la oriental. Para los cristianos, es el mismo Jesús la “llave” del diálogo: el amor recíproco, el perder la propia vida por amor hasta el abandono. «¿Cuáles son los pilares de una cultura del diálogo? –se pregunta Morán-. El primero es que el diálogo está inscripto en la naturaleza del hombre. El hombre se hace más hombre en el diálogo». El segundo es que «en el diálogo cada hombre se completa a sí mismo con el don del otro. Tenemos necesidad unos de otros para poder ser nosotros mismos. En el diálogo yo le regalo al otro mi alteridad, mi diversidad». Además, «cada diálogo es siempre un encuentro personal, por lo tanto, no se trata de palabras o de pensamientos, sino de donar nuestro ser. El diálogo no es una simple conversación, ni una discusión, sino que es algo que toca lo más profundo de los interlocutores». Más aún, «el diálogo exige silencio y escucha» y «es algo existencial, porque nos arriesgamos a nosotros mismos, comprometemos nuestra visión de las cosas, nuestra “identidad” cultural, eclesial, que no se pierde sino que se ve enriquecida gracias a su apertura». «El diálogo auténtico está relacionado con la verdad, es siempre una profundización de la verdad. […] Cada uno participa y pone en común con los demás su propia participación de la verdad, que es una para todos». «El diálogo – continúa Morán- exige una fuerte voluntad. Como dice Chiara Lubich, “el hacerse uno profundamente”. Sabemos que el modelo sublime e inefable de esta dinámica de amor es Jesús Abandonado. Él representa verdaderamente el riesgo de la alteridad que conduce a la reciprocidad. […]. Su “perder” ganó para nosotros y en nosotros un espacio perenne de Luz y Verdad: el Espíritu Santo». Finalmente, «el diálogo es posible sólo entre personas verdaderas» basadas en una ley, «la de la reciprocidad, en la cual encuentra sentido y legitimidad». Después, Jesús Morán delineó un aspecto ulterior, que pone en evidencia el típico aporte de los Focolares a la causa de la unidad de los cristianos: el “diálogo de la vida”. Éste lleva a «vivir relaciones basadas en el Evangelio, en el intercambio de experiencias, sobre lo más precioso que se puede compartir con el hermano y la hermana de otra Iglesia». Citando las palabras del Card. Walter Kasper, Obispo y Teólogo católico, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos -“El ecumenismo del amor y el ecumenismo de la verdad, que siguen manteniendo toda su importancia, deben ser realizados a través de un ecumenismo de la vida”- Morán observa que «es necesario convencerse de que esta dimensión vital del diálogo no está ausente del pensamiento teológico, sino que es el primer nivel y el más radical, y es a partir de allí, sólo a partir de allí, que se puede acceder, en un segundo momento y con verdadero provecho, al nivel de la razón teológica». «El diálogo – concluye Morán- es el ritmo de las relaciones trinitarias. Entre Ellas existe un continuo intercambio de roles y de dones. […]. Nada se pierde. En el riesgo del diálogo colocamos todo de nosotros mismos y todo del otro, en el espacio trascendente del Espíritu que nos mancomuna, y por lo tanto está toda la humanidad. El que dialoga construye la historia». Foto gallery: https://oikoumene.photoshelter.com/galleries

Religiones en diálogo: profecía y misión

El Instituto Universitario Sophia (IUS) ha recibido, el pasado 16 de abril, la quinta etapa del proyecto de diálogo y colaboración Wings of Unity, que involucra a docentes y expertos del mundo cristiano y musulmán. Promotores, junto al IUS, el Islamic Centre of England de Londres y el Risalat International Institute de Qum. Durante el proyecto, co-dirigido por Piero Coda y Mohammad Shomali, se han recorrido algunas pistas innovativas en el ámbito del diálogo interreligioso a través de seminarios, conferencias públicas, escuelas de verano y varias publicaciones. La jornada de estudio se ha desarrollado en el contexto más amplio de la visita organizada del 15 al 18 de abril a la ciudadela de Loppiano, donde tiene su sede el Istituto Universitario Sophia. Durante estos días el grupo de amigos musulmanes ha tenido la posibilidad de conocer en profundidad la original convivencia multi-cultural animada por el carisma de Chiara Lubich. Fuente: Istituto Universitario Sophia https://vimeo.com/265783668

Genfest 2000: Corran, brillen …

Genfest 2000: Corran, brillen …

«Han pasado 18 años, pero la fuerza de aquella manifestación aún nos moviliza a todos los que participamos. Había llegado a Roma algunos meses antes, en diciembre de 1999. Iniciaba para mí un período durante el cual trabajaría como gráfico en el Centro gen internacional, en preparación del Genfest. No podía imaginar entonces las sorpresas que ese año me tenía reservadas! Un día de febrero del 2000, estando solo con la guitarra, nació una canción que luego se convertiría en mi oración cotidiana: “Luz”. Está inspirada en la vida de Chiara Badano, una gen como nosotros, ahora beata, que en sus últimos momentos ofreció su dolor por el Genfest. “Corran, brillen, no tengan miedo… la luz está en cada uno de nosotros”, digo en la canción. Aquel Genfest era un gran reto pues sería el primero en ser organizado totalmente por nosotros, los jóvenes. Fue una experiencia maravillosa de unidad y madurez. En la ciudadela internacional de Loppiano se realizaría la primera reunión del Equipo de la Música y en su transcurso teníamos que crear 4 temas musicales oficiales. Canté mi canción delante de todos y fue acogida por todos como propia. “Luz” inició la lista de canciones oficiales del evento y se convirtió en un “tema mágico” como muchos la describen, con adaptaciones luego en diversos idiomas. Cuando tiempo después conocí a los padres de Chiara Badano, María Teresa y Ruggero, me abrazaron y me dijeron que había encontrado la mejor manera de hacerla conocer, “porque cantar es rezar dos veces”. Llegado el momento de crear un logo de la manifestación, participé con una propuesta que deseaba proyectar una onda expansiva que permaneciera como una huella en el tiempo, como sería este Genfest. Otro regalo… mi propuesta fue elegida! Aquel 17 de Agosto empezamos temprano a preparar los equipos, la decoración, las pruebas de sonido, los últimos detalles… Horas antes de comenzar, 25.000 jóvenes hacían fila para entrar al Estadio. Tres, dos, uno…y una percusión con distintos ritmos del mundo, un sonido sutil como un latido de corazón, daba inicio al Genfest 2000! El programa fue variado y rico. Su objetivo era demostrar al mundo que la unidad es posible. Alrededor de las 18:30 me tocaba cantar “Basta 1 Sonrisa”, una canción que había escrito en Costa Rica 4 años atrás. Luego, la presentación de Chiara “Luce” como un ejemplo de santidad, con sus 18 años y su espléndida sonrisa proyectada en la gran pantalla, dejó entre los presentes un profundo suspiro de eternidad. De inmendiato empezaron a sonar los acordes de la canción “Luz”. Finalmente el gran momento. Chiara Lubich lanzando su propuesta a las nuevas generaciones: “La idea de un mundo unido, por la cual hoy muchos jóvenes trabajan, no será sólo una utopía, sino que en el tiempo será una gran realidad. Y el futuro está sobre todo en sus manos”. A modo de conclusión, se presentó la propuesta del Genfest: el “Proyecto Africa”, que promovía la ayuda al hospital de Fontem, en Camerún, como punto clave en la respuesta a las necesidades urgentes de esta región. Finalizaba el Genfest pero aún nos esperaba la gran cita de la JMJ, el 19 y 20 de Agosto, en la explanada de Tor Vergata con Juan Pablo II. Otro día histórico, con 2 millones de jóvenes, en el que ni el calor del día o el frío de la noche opacaron la alegría de estar todos juntos. Inolvidable la consigna del Papa: “ No tengan miedo de ser los santos del Tercer milenio…” Antes de partir de regreso para Costa Rica, en Diciembre de ese año tuve la posibilidad de saludar a Chiara Lubich y de dejarle por escrito en un pequeño libro, el relato de la mágica experiencia vivida. Un año inolvidable. Pero los regalos no habían terminado. Tiempo después conocí a Tina Murg, de Austria, quien también había participado artísticamente del Genfest del 2000. Hoy es mi esposa!»

Sandro Rojas Badilla

Escucha la canción “Luz” Foto: Sandro Rojas Badilla

Nosotros, musulmanes y cristianos, juntos

Nosotros, musulmanes y cristianos, juntos

«Provenimos de  dos familias tradicionales y conservadoras de Tlemcen, ciudad muy antigua, cuna de la cultura árabe-musulmana- cuenta Farouk. Nos casamos hace 42 años, tenemos tres hijos y dos nietos. Durante el primer año de casados, como muchas parejas, descubrimos que teníamos caracteres diferentes y esto provocaba conflictos entre nosotros. El encuentro con el Movimiento de los Focolares nos hizo comprender que debíamos emprender un camino de amor verdadero. Esta experiencia nos colmó del amor de Dios y nos permitió dar los primeros pasos de uno hacia el otro. Teníamos un deseo tan grande de conocer hasta el fondo la espiritualidad de la unidad, que nuestra vida comenzó a desarrollarse entre Orán, donde vivimos y Tlemcen, donde se encuentra el Centro del Movimiento de los Focolares. Comenzamos a compartir nuestra fe musulmana y a comprender cómo hacer para encarnar la espiritualidad de la unidad en nuestro credo. En Orán se fue formando a nuestro alrededor una pequeña comunidad y nuestra casa se convirtió en un lugar de encuentro, un “Faro”, como la misma Chiara Lubich quiso llamarla. Muchos musulmanes conocieron el focolar y entre nosotros comenzamos a compartir todo, alimentados y enriquecidos por un amor sobrenatural. En los comienzos de los años ’90 la guerrilla en nuestro país nos recordaba las análogas circunstancias del nacimiento del Movimiento y el descubrimiento de Dios como único ideal» «Con nuestros hijos – continúa Schéhérazad- en su etapa de adolescencia, vivimos momentos bastante turbulentos. Buscábamos el diálogo  con ellos y, sobre todo el amor filial. Podemos decir que, con los dos mayores logramos construir una relación basada en la sinceridad. En la comunidad del focolar escuchaba testimonios en los que se hablaba de Dios Amor. Aprendía poco a poco a abandonarme confiada en Dios, en su misericordia. Emprendiendo este camino espiritual me liberé de mi yo, de mis miedos en la relación con las personas. El compromiso de poner a Dios en el primer lugar es totalmente personal, pero elegimos vivirlo como familia. Reconocer los propios límites y los del otro es una gimnasia que no tiene fin, hay que recomenzar siempre, pedirse perdón y recomenzar». «La oración en el Islam – explica Farouk- es un momento solemne. Al principio, nuestras oraciones no eran regulares, y cada uno rezaba sólo. Ahora tratamos de rezar juntos, por amor, no como una obligación. En Argelia estudian muchos jóvenes sub-saharianos. Entre éstos algunos de ellos frecuentan el focolar. Tratamos de apoyarlos en sus necesidades, también porque a menudo no se sienten socialmente integrados. Uno de estos jóvenes, cristiano, vivió con nosotros durante un año y medio, y con él construimos una relación tan profunda que nos considera como sus segundos padres. Con frecuencia le prestábamos el auto para asistir a la misa». «En la comunidad de los Focolares – continúa Schéhérazad – existe un intercambio sincero, sin ambigüedades sobre la fe. Aprendimos a conocer la fe cristiana. Este conocimiento se ha dado en el respeto de cada uno, con un amor desinteresado, que no quiere convertir al otro, sino que lo ayuda a ser más él mismo. Cuando nos encontramos con  un cristiano, para nosotros es natural ver en él un hermano para amar. No nacimos para competir, sino para construir un proyecto común. Construir la unidad no es algo que se da por descontado, sino que es un compromiso que se renueva constantemente. Juntos, musulmanes y cristianos, podemos avanzar hacia el “Uno que  unifica”. En nuestra vida, gracias a Chiara Lubich, comprendimos que este Uno unificador se realiza si dos hermanos, dos hermanas, se aman, dispuestos también a dar la vida el uno por el otro».

Juntos para dar esperanza

Juntos para dar esperanza

Se hablará sobre esto el próximo sábado 21 de abril, desde las 16 a las 19 horas, en el evento “Juntos para dar esperanza. Cristianos y musulmanes en camino en el carisma de la unidad”, promovido por el Movimiento de los Focolares, que contará con la presencia de unas 600 personas de 23 países, cristianos y musulmanes, presentes en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo (Roma) del 19 al 22 de abril. En un contexto social marcado, especialmente en el Occidente, por miedo a la diversidad, los prejuicios y la desconfianza que erige murallas y por una narrativa que alimenta el desencuentro y la separación, el testimonio de un compromiso compartido entre cristianos y musulmanes unidos por la paz, la solidaridad, el desarrollo, la armonía entre las personas de diferentes religiones, culturas y tradiciones, lanza un mensaje contra la corriente y lanza semillas de esperanza. Vivir juntos en armonía, respeto, solidaridad y paz es posible. E incluso trabajar juntos es posible, compartir objetivos comunes y cooperar para lograrlos, sin debilitar la identidad y el patrimonio de valores, pero en una confrontación leal y franca fortaleciendo el conocimiento recíproco y el respeto, privilegiando lo que une con respecto a lo que divide. Un camino impulsado por el carisma de la unidad de Chiara Lubich, que allí encuentra su fuerza propulsora. En su discurso en la Mezquita Malcolm X, en Harlem (Nueva York), el 18 de mayo de 1997, Chiara, que establecía con el Imán Wallace Deen Mohammed Imam y con la comunidad musulmana presente un pacto para trabajar juntos por la paz y la unidad, dijo: “Experimenté una profunda fraternidad aquí. Es algo extraordinariamente hermoso que solo puede ser obra de Dios. Él verdaderamente nos hizo una sola familia para sus planes”. Y sobre los fundamentos de este camino de comunión, explicó: “Es común para casi todas las religiones, incluso con diferentes versiones, la llamada Regla de Oro: ‘No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti’. Esta regla de oro es suficiente para garantizar nuestro vínculo de amor con cada prójimo, y este amor sería suficiente para componer a la humanidad en una sola familia”. A raíz de esa experiencia y de las iniciativas para el diálogo islámico-cristiano que nacieron en varios países, este encuentro en Castel Gandolfo quiere ser un nuevo paso en el camino hacia la fraternidad universal, un signo de esperanza para la humanidad. “La educación religiosa es atención a la paz”, dice Adnane Mokrani, docente de la Pontificia Universidad Gregoriana y del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos (PISAI) y presidente de Cipax, quien estará presente en el congreso: “En esta perspectiva no debería haber separación sino solidaridad, colaboración, unidad entre los hombres de diferentes credos que están llamados a trabajar juntos por el bien común de la humanidad, a servir a todos sin distinción”. En este espacio abierto disertarán entre otros Maria Voce, presidente del Movimiento de los Focolares, el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, Abdullah Radwan, responsable del Centro Islámico Cultural de Italia, Izzedin Elzir, imán de Florencia y presidente de UCOII, Piero Coda, rector del Instituto universitario Sophia, Mohammad Shomali, director del Centro islámico de Londres. Numerosas las experiencias de diálogo y cooperación fructífera que se narrarán en este espacio, como fragmentos de unidad para multiplicar.

Giordani: “Verdaderamente la vida es bella”

Giordani: “Verdaderamente la vida es bella”

20 de abril de 1979 – Como cada cristiano, mi amor regresa a cada instante al Señor y lo contempla con amor y temor. Pero otras veces toma confianza y no reprime su vocación de bromear. Esta mañana, en la Misa, repentinamente me vino a la mente una invocación: «Tú eres el Omnipotente». Y enseguida mi inclinación a la poesía buscó una rima: «Yo soy el omniniente (omninulo)». Pero enseguida después recordé que, si soy nada, recibiendo a Dios en mí asumo un valor divino. 5 de noviembre de 1979 A menudo me pasa la idea del próximo fin de mi vida. Pero no siento ni oscuridad ni tristeza. Siento como una luz que muestra la grandeza y belleza de la vida y por lo tanto de su Autor, que no podría ser un Padre más benévolo y más grande. Recordando ciertos períodos de mi existencia veo que fue dura, cruda, desolada; la miseria, los lutos, las guerras, las traiciones, las vanidades…, pero contemplada en su conjunto me parece un prodigio – casi una demostración- de la paternidad de Dios; 86 años de vida, si bien con heridas de la guerra siempre presentes, y las luchas políticas, las dificultades económicas, las incomprensiones vividas y provocadas, la debilidad física, etc. En su conjunto me parece como una victoria sobre la muerte, una operación útil y alegre, en la que se me permitió hacer más bien que mal y donde pude experimentar una conmoción extraordinaria ante los logros, las amistades, los viajes, las elevaciones místicas, las lecciones de sabiduría y fe. No termino de agradecer a Dios, quien me dio tantos bienes, donados gratuitamente. En fin, aún con las sombras y los lutos, mi vida ha sido bella, un don digno del Creador; y esta constatación razonada y verificada cotidianamente me demuestra la verdad de la fe religiosa, con la que siempre estuvo iluminada y por la que siempre he querido –o he tratado- de vivir. Realmente, la vida es bella, y su belleza demuestra lo absurdo de la política y de la conducta personal de los que trabajan para estropearla (por la guerra, los abusos, el terror, la explotación, el hedonismo, la avaricia, la lujuria) y todas las deformaciones y laceraciones inventadas por la estupidez, que es la inteligencia del Enemigo del hombre. Fuente: Igino Giordani, Diario di fuoco, Città Nuova, Roma, 2005 (1980), pp.238-240.   Tríptico: en el aniversario de su muerte, el Centro dedicado a él ha publicado un tríptico para difundir y profundizar el conocimiento de Igino Giordani y de su itinerario histórico y espiritual. Para informaciones info@iginogiordani.info Giordani en Facebook  

World Peace Forum en Toronto

World Peace Forum en Toronto

“Leadership for Peace” (“Liderazgo para la paz”) es el tema de la XII edición del World Peace Forum, del19 al 22 de abril. El Foro internacional vincula y recoge todos los años a cientos de jóvenes activistas y promotores, en sus respectivos países, de iniciativas para la paz. Después de las recientes ediciones en El Cairo (Egipto), Florianópolis (Brasil) e Medaba (Jordania), este año será Toronto (Canadá) la que hospedará el evento, con un rico programa de debates, investigaciones y análisis para el desarrollo, intercambio de buenas prácticas, modelos de resolución de conflictos, identificación de valores y estrategias comunes para crear una red de líderes motivados a construir la paz mundial. El Foro 2018 está dirigido especialmente a los dirigentes, funcionarios públicos y privados, docentes, formadores, presidentes de ONG, líderes religiosos y agencias gubernamentales, activistas y miembros de Movimientos que trabajan a favor del diálogo, de la paz y el desarme.   Para informaciones: www.worldpeaceforum.org

70 años del Consejo Ecuménico de las Iglesias

70 años del Consejo Ecuménico de las Iglesias

“Caminar juntos, sirviendo a la justicia y a la paz”. Con este objetivo, el Consejo Ecuménico de las Iglesias, el órgano que se ocupa del diálogo entre las diferentes Iglesias cristianas, se dispone a la celebración del 70º aniversario de su constitución, la cual ocurrió en 1948. Durante todo el año se producirán varias instancias para estudiar los resultados del trabajo desarrollado en favor de la unidad de los cristianos, y al mismo tiempo para renovar el compromiso en vista a los futuros desafíos de una plena comunión, para responder mejor al llamado de Dios a la unidad de la familia humana, a la justicia y a la paz en el mundo. Entre los eventos, el 18 de abril de 2018, en Ginebra (Suiza) el Movimiento de los Focolares realizará una manifestación para recordar la rica colaboración y la amistad entre Chiara Lubich y el Movimiento de los Focolares y el Consejo Ecuménico de las Iglesias. En el programa, está previsto, entre otras intervenciones, la relación del Pastor Olav Fykse Tveit, Secretario General del Consejo, y de Jesús Morán, Copresidente del Movimiento de los Focolares. Sigue el evento en directa streaming (14/17 hs. local de Suiza)

Movimientos eclesiales, encarnación del Evangelio

Movimientos eclesiales, encarnación del Evangelio

Marc St. Hilaire. Movimento de los Focolares

“La dimensión institucional y la dimensión carismática, de la cual los Movimientos son una expresión significativa (…), son co-esenciales en la constitución divina de la Iglesia fundada por Jesús, porque juntos colaboran para que, el misterio de Cristo y su obra salvífica en el mundo, sea una realidad presente”. Hace veinte años – en la fiesta de Pentecostés del ’98- hablando a los 250.000 miembros de 50 movimientos y comunidades reunidas en Roma en ocasión del Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales, Juan Pablo II aclaraba por primera vez, cuál es el lugar en la Iglesia de las numerosas realidades nacidas de los carismas. Desde ese momento millares de iniciativas en el mundo han contribuido al  camino de comunión entre los movimientos. En el encuentro de Castel Gandolfo – del 5  al 8 de abril-  nominado como “Comunión – Una promesa que cumple veinte años” intervinieron miembros del Movimiento de los Focolares de varias procedencias geográficas que colaboran  en distintas realidades eclesiales y que presentaron los frutos de este recorrido, dando un nuevo impulso al compromiso por la unidad. «La palabra co-esencial se refiere a la naturaleza de la Iglesia- subraya Marc St. Hilaire de los Focolares, consejero, junto con Margaret Karram, para la comunión en la Iglesia católica.- Esto significa que no puede existir Iglesia sin la institución, y no puede haber Iglesia si no existen los carismas”

Salvatore Martinez, Aurelio Molè, P. Marmann, Pbro. Angelo Romano

El 7 de abril, por la tarde, el Congreso de abrió a representates de otras realidades carismáticas, dedicaron un momento de reflexión a ese momento inicial.. “Es el Espíritu quien nos lo pide”, afirmó Salvatore Martinez, presidente de la Renovación Carismática italiana, según su parecer “la comunión es un gran desafío dentro de las realidades carismáticas, dentro de la Iglesia” y la amistad espiritual “nace en el Espíritu y es un don maravilloso”. “Chiara Lubich (fundadora de los Focolares) dio algunas indicaciones para cultivar la comunión – dijo Margaret KarramEn primer lugar construir relaciones personales, no con los movimientos en sí mismos sino con las personas que los integran. Además rezar unos por los otros, ofrecer nuestras casas para encuentros y actividades, colaborar en varias iniciativas a nivel social y eclesial y brindar un espacio en los propios medios de difusión”. Para desarrollar un diálogo fructífero – explica el P. Michael J. Marmann,  quien fuera el presidente general del Movimiento de Schoesnstatt-No sirve la técnica. Este diálogo debe estar inspirado desde adentro, o sea desde el amor”, teniendo consciencia de que la diversidad es una riqueza y la comunión y la corresponsabilidad es una opción irrenunciable.  A partir de ello han nacido las iniciativas florecidas en el mundo. A partir de  un pequeño grupo, la experiencia de Juntos por México llegó, en el 2015, a involucrar a 5 mil personas de 60 movimientos que deseaban hacer algo por su país. “Ahora están preparando el evento del 2019 con 80 movimientos- cuenta Margaret Karram- mientras que en otros países se comparten actividades ecológicas  o para el desarme,  en Medio Oriente se reza por la paz, en Italia se realizaron conciertos para recoger fondos para los países pobres o para los que se encuentran en guerra” Según el Padre Ángelo Romano, Rector de la Basílica de San Bartolomé de Roma y de la oficina de relaciones internacionales de la Comunidad de San Egidio, “existen algunos sectores en los cuales el camino común debe crecer: como cristianos no podemos no preguntarnos sobre el fenómeno de las emigraciones, debemos asumir iniciativas comunes. Otro tema que hay profundizar es el de los conflictos, generadores de pobreza y sufrimiento y de un mensaje contrario al Evangelio que pretende sostener que si alguien es distinto no se puede vivir juntos, mientras que nosostros creemos que el Evangelio es fermento de unidad y paz y que los cristianos estamos llamados a presentar perspectivas nuevas”. Además, la obra de los movimientos es una encarnación del Evangelio: “Nosotros somos la respuesta – afirma Martinez- a esa dicotomía que muchos quisieran poner entre doctrina y misericordia, porque la teología del espíritu se hace con la vida”. Y la propuesta de una Iglesia pobre y misionera no está en antítesis con la doctrina sino que forma parte de ella: “Es ese diálogo con el mundo y la modernidad que el Vaticano II había profetizado – dice Martinez- que Pablo VI en primera persona trató de encarnar, y después todos los pontífices que han acompañado nuestra historia. Es esta síntesis original la que el Papa nos pide que testimoniemos: una doctrina que se encarna en la historia”. En esta perspectiva, a veinte años de su investidura en el ’98, los movimientos eclesiales se presentan cada vez más como “la respuesta providencial a las necesidades de nuestra época”. Una respuesta que implica un trabajo constante por la unidad, para llevar el rostro de Cristo a las periferias de lo humano.      

Dubái: en la cima del Burj Khalifa

Dubái: en la cima del Burj Khalifa

El Burj Khalifa, rascacielos de 830 metros y de 160 pisos y miradores de hermosa vista panorámica, es la estructura más alta jamás construida por el ser humano.  A su alrededor, hay una inmensa fuente iluminada por rayos láser que bailan al ritmo de la música. Hasta que su primacía por su altura no sea superada, probablemente por la construcción del “Kingdom Tower” de Gedda (de 200 pisos), o por algún otro rascacielos en construcción en cualquier otra parte del mundo, estar “en la cima”, mirando desde esa altura los edificios de lujo y las construcciones ultramodernas, es una peculiar característica de Dubái. La ciudad, en los últimos años ha sufrido una tasa de migración muy alta, una de las más elevadas del mundo, debido al gran flujo de personas procedentes de todas partes del mundo, sobre todo en búsqueda de trabajo. El resultado es un original laboratorio cosmopolita, no carente de dificultades, especialmente para los trabajadores extranjeros. En este “bosque” de rascacielos y cemento vive una pequeña comunidad del focolar, formada sobre todo por personas que, como muchas otras, debieron dejar atrás la incertidumbre que vivían en sus respectivas naciones y llegaron a Dubái buscando mayor seguridad laboral para la propia familia. En el pasado mes de febrero, esta comunidad recibió con gran alegría a Romé (de Filipinas), Fadia y Susanne (Jordania) y Murad (Siria), junto con Alessandro (Italia), que se agregó al grupo por algunos días. Ellos llegaron a Dubái para constituir juntos un “focolar temporal” de tres semanas de duración. Cuentan: «En el aeropuerto fuimos recibidos por un pequeño grupo de personas de rostro radiante y cada uno de nosotros ¡recibió una flor! Inmediatamente nos sentimos como en nuestra casa. María Voce, la presidente de los Focolares, nos envió un mensaje al día siguiente de nuestra llegada, en el cual decía: “Que Jesús esté siempre presente entre ustedes, que Él sea el don más hermoso para todos los que encuentren”. Éste fue un programa muy claro para nuestra estadía entrando en el corazón de la comunidad. Delicadamente, comenzamos acercándonos a una persona tras otra, y acordamos encuentros en sus casas, en la iglesia, en las estaciones de la metropolitana, en los restaurantes y en algunos centros comerciales cercanos. Ellos llegaban cargados de providencia que querían traernos a todos. Cada momento del día, también hasta altas horas de la noche, en todo momento, encontrábamos una ocasión perfecta para construir el refugio temporáneo de Jesús entre nosotros, la realidad que deseábamos llevar a todos. Y, ¡la alegría estallaba en cada encuentro!». Dentro del programa realizamos una Mariápolis de dos días. «Sabíamos que nuestra presencia en Dubái era para estar al servicio. Con esta finalidad, llegamos a la reunión de preparación con el grupo de los “animadores”, caracterizado por la internacionalidad y diversidad cultural. Los setenta participantes en la Mariápolis, de once naciones distintas, dieron una colaboración concreta. La herencia de Chiara Lubich, “ser siempre familia”, se tocaba con las manos». «Hablando con uno y con otro – continúan- captamos cuánta preocupación y pesos llevan en su corazón: discriminación, miedo de perder el trabajo, el alto costo de la vida con sueldos bajos, ninguna residencia permanente, precariedad de los puestos de trabajo. Detrás de todo esto, además, es evidente que cada uno custodia en la profundidad del corazón un tesoro: la elección de Dios como ideal de la propia vida». Y concluyen: «La vida de unidad en la comunidad es su característica, a la cual se aferran a pesar de los desafíos que deben enfrentar cada día» Aquí el esfuerzo para estar en la cima, no es ucuestión de metros. Chiara Favotti

Siria: retorno al diálogo

La fuerza militar activada en la noche del 13 al 14 de abril ha vuelto a poner en el centro de las preocupaciones internacionales el conflicto en Siria. Después del doloroso llamamiento del Santo Padre, la presidente de los Focolares, María Voce, ha reiterado, en nombre de los miembros del Movimiento en el mundo, su cercanía, solidaridad y oración por el pueblo sirio que, desde hace ya siete años está viviendo sufrimientos enormes. “Estando en continuo contacto con nuestras comunidades en Siria –dice María Voce- no podemos dejar de hacer nuestra su dolorosísima impresión de ser víctimas de una guerra por el poder, causada y llevada adelante por intereses de otros”. “El Movimiento –subraya la Presidente- hace un llamamiento a los responsables políticos en todo el mundo para que se retorne a un diálogo profundo y veraz, guiado por la búsqueda sincera de una solución pacífica a favor del bien del pueblo sirio y de todos los pueblos en Oriente Medio”. Rocca di Papa, 15 de Abril de 2018

Más que hermanas

Más que hermanas

«Nunca lograremos valorar la ayuda que nos dan los hermanos. ¡Cuánto valor infunde en nosotros su fe, cuánto calor su amor, cómo nos arrastra su ejemplo!». Chiara Lubich (1920-2008), autora de estas líneas, es conocida como quien ha sabido arrastrar detrás de Cristo a cientos de miles de personas, una persona que entretejió relaciones con budistas, musulmanes, y es seguida por personas sin una convicción religiosa, ha dado aliento a la vida política, a la economía. En la balanza de los aportes que han hecho de Silvia Lubich sencillamente “Chiara” tiene mucho peso la amistad con sus primeras compañeras. Todo empezó con su elección de Dios, y su consagración a la virginidad en 1943, en Trento. Pero muy pronto ya no fue su “yo” sino un sujeto colectivo el que se movía, actuaba, rezaba y amaba: Chiara y sus primeras compañeras habrían podido ser personas comunes y corrientes, en cambio han sido ‘faros de luz’ en los cinco continentes. Esta historia tiene algo de increíble, y sin embargo es sencilla. Se comprende si se abre el Evangelio en el capítulo 13 de Juan: «Les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros. Como yo los he amado a ustedes, así ámense también ustedes unos a otros» (Jn., 13, 34). Un mandamiento que sólo se puede vivir juntos. Cuando, en los refugios, escucharon esta frase se cruzaron una mirada de acuerdo, mientras tomaban la medida del compromiso que requería. No dudaron en declararse recíprocamente: «Yo estoy dispuesta a amarte hasta dar la vida por ti». Chiara lo considera la piedra angular sobre la cual se apoyaría después el edificio del Movimiento de los Focolares.  Ciertamente o se trata de algo inédito en la historia de la Iglesia. Pero quizás hay algo nuevo. Chiara transmitía a sus compañeras lo que vivía y todo lo que el Espíritu Santo le inspiraba. Entre ellas había un vínculo sólido como la roca, y quisiera ilustrar la calidad de esta relación que valora, libera potencialidades y edifica una obra de Dios. Estamos en 1954. Habían pasado unos diez años. En Roma vivían con Chiara, Giosi, Graziella, Natalia, Vittoria (a quien llamaban Aletta), Marilen, Bruna, Giulia (Eli). Un día, Chiara se detuvo a mirarlas, y le vino a la mente una frase del libro de los Proverbios: «La sabiduría construyó su casa, labró sus siete columnas» (Proverbios 9, 1). Veía siete jóvenes mujeres, cada una con un talento, unidas y radicadas en Dios. He aquí las siete columnas de la sabiduría, los siete colores del arco iris que surgen de una única luz, el amor. Siete aspectos del amor interdependientes, influyentes el uno al otro y el uno en el otro. A Giosi Chiara le confió la administración de la comunión de los bienes y de los sueldos, además de la atención a los pobres; el rojo del amor. A Graziella le confió “el testimonio y la irradiación”, el naranja. A Natalia, quien había sido su primera compañera, le pidió de personificar el corazón de este ideal, el grito de Jesús abandonado a quien amar. Ella llevó este secreto más allá de la Cortina de Hierro. Era la espiritualidad y la vida de oración, el amarillo del arco iris. Aletta será recordada como quien infundió entre los miembros del Movimiento el compromiso de cuidar la salud, para formar una comunidad unida en el amor; lo hizo en el Medio Oriente en guerra. Chiara le confió la naturaleza y la vida física, el verde. A Marilen, quien vivió quince años en la selva de Camerún en medio de una tribu y dio testimonio de un respeto incondicionado por esta cultura, Chiara le confió el azul: la armonía y la casa. Bruna era una intelectual y Chiara la vio como quien tenía que desarrollar el aspecto de los estudios: el índigo A Eli, quien estaba siempre al lado de Chiara, ocupándose de que todos los miembros del Movimiento vivieran al unísono, le fue confiado el aspecto de la “unidad y los medios de comunicación”: el violeta. Otras compañeras suyas tuvieron sucesivamente tareas específicas: Dori, Ginetta, Gis, Valeria, Lia, Silvana, Palmira.

1959: Lia, Marilen, Bruna

Chiara misma lo quiso explicar: «La filadelfia (amor fraterno) es más que una realidad. Es aquí que yo encuentro la fuerza para afrontar las cruces, después de la unión directa con Jesús. La una se preocupa de la otra según las necesidades. Aquí pasamos de la sabiduría comunicada […] a los consejos prácticos sobre la salud, el vestido, la casa, sobre la comida, a una ayuda continua. Aquí estás convencido de que nunca serás juzgado, sino amado, excusado, ayudado. Aquí corre sangre de casa, pero celeste. Cuando quiero verificar si tengo una inspiración, si tengo que corregir un artículo, se los leo pidiendo sólo el vacío absoluto de todo juicio. Ellas lo hacen y yo siento que se amplifica la voz de Jesús dentro: “Aquí está bien, aquí desde el principio, aquí explica mejor”. Vuelvo a leer con ellas el texto y lo encontramos así como tiene que ser». No sorprende que, como testamento, Chiara haya dejado esta frase: «Sean siempre una familia».    

Emergencia Siria

La guerra civil y la continua tensión han hecho de Siria un país martirizado. Hay quien ha perdido el trabajo o se ha visto obligado a gastar todos sus ahorros para sobrevivir y curarse. Médicos, profesores y muchos profesionales han emigrado al extranjero. Quine se ha quedado, muy a menudo, ha perdido la casa y ha contribuido a sobrepoblar barrios que ya están en situaciones límite. Los sectores donde hay que intervenir con más urgencia para la futura reconstrucción son los de ayuda habitacional, enseñanza y asistencia médica. Actividades del programa:

  1. Becas de estudio y formación escolar – Homs y Damasco – Actividades extracurriculares, refuerzo escolar, merienda y entrega de material didáctico para 220 chicos;
  2. Escuela EHIS para sordomudos – Alepo – Curso escolar y actividades extracurriculares para 75 niños;
  3. Curso profesional– Alepo – Curso de artesanía tradicional siria;
  4. Asistencia socio-sanitaria – Homs y Kafarbo – Acceso a tratamientos médicos para enfermos de cáncer (quimioterapia y medicamentos complementarios), ayuda para la realización de operaciones quirúrgicas, ayuda a los pacientes con insuficiencia renal, ayuda económica para otros servicios médicos (radiografías, análisis…), ayuda psicológica;
  5. Ayuda a la reta familiar – Kafarbo, Homs, Alepo e Damasco -. Erogación mensual de subsidios económicos para alimentación, gastos de alquiler/reestructuración, ayuda para tratamientos médicos.

El desarrollo de estas actividades garantiza el trabajo de alrededor de 70 personas, entre docentes, trabajadores sociales, formadores y asistentes e involucra a alrededor de 50 voluntarios.  Lugares Kafarbo – Homs – Alepo – Damasco Beneficiarios 200 familias para los subsidios de renta – 114 enfermos para la asistencia sanitaria – 295 chicos para la ayuda al estudio y la formación Costo del programa Costo total € 293.138,33 – Aporte solicitado a la AMU: € 241.586,20 Para sostener el programa: Acción por un Mundo Unido ONLUS (AMU) – en el Banco Popolare Etica IBAN: IT16 G050 1803 2000 0000 0120 434 Código SWIFT/BIC: CCRTIT2184D Acción para Familias Nuevas ONLUS (AFN) – en el Banco Prossima IBAN: IT58 S050 1803 2000 0001 1204 344 Código SWIFT/BIC: BCITITMX  Motivo: Programa Emergencia Siria Los aportes depositados en las dos cuentas corrientes para la emergencia Siria serán administrados en forma conjunta por la AMU y la AFN.  

A fuerza de volver a levantarse

A fuerza de volver a levantarse

«Desde hace más o menos tres años nosotros, Jóvenes por un Mundo Unido de Roma, colaboramos con las educadoras, la administración penitenciaria y el “Comité G9”, un grupo de ocho privados de libertad de la misma sección de la cárcel de Rebibbia que, aunque no tienen hijos, asumieron el compromiso de favorecer las ocasiones de encuentro entre los detenidos y sus respectivas familias».  Habla de esta aventura Raffaele Natalucci, un joven de veintinueve años de Roma. «Tres veces al año preparamos stands donde padres e hijos tienen un espacio para estar juntos, jugar y dibujar con los más pequeños. Durante los eventos organizados en el área verde, el patio interno de la cárcel, participan alrededor de trescientas personas, entre privados de libertad y sus familias, y numerosos voluntarios provenientes de fuera. Durante uno de estos eventos recogimos el testimonio de un detenido: “La privación de la libertad te saca de la realidad. A fuerza de estar en la celda, entre cuatro paredes, también la vista disminuye. Quien tiene el beneficio de tener permisos para salir durante algunas horas, como premio por su buena conducta, cuenta que tiene que hacer esfuerzo para ver de lejos, hacia el horizonte. La posibilidad de hacer un trabajo dentro de la cárcel para mí quiere decir mucho. Antes usaba mis capacidades para actividades ilegales, pero lo que hacía era como un helado en el verano, se derretía al sol. En cambio trabajar, organizar campeonatos deportivas o iniciativas en favor de los otros detenidos vale cien veces un salario”». Prosigue Raffaele: «Como Jóvenes por un Mundo Unido estamos viviendo una experiencia humana muy fuerte: la norma de la policía penitenciaria de dejar afuera todo objeto personal antes de entrar, en mí resuena, siempre, como una invitación a abandonar también los prejuicio e ir más allá de las barreras entre el mundo externo y la cárcel, para construir una relación auténtica con las personas detenidas, al punto que ahora nos llamamos el “Comité externo”. Iniciamos un “Proyecto sobre la legalidad” con una serie de encuentros temáticos realizados en la cárcel. En plena sintonía con las educadoras, con la ayuda de personas expertas, los privados de libertad profundizan en temas como las relaciones interpersonales, la integración entre las culturas, la “legalidad del nosotros”, el redescubrimiento de las propias habilidades y la reinserción profesional». «Con motivo de la celebración del día del padre, el 19 de marzo, invitamos al psicólogo Ezio Aceti a hablar de “paternidad” a alrededor de setenta detenidos en el auditorio del instituto penitenciario. Una intervención enfocada en las expectativas y las necesidades del niño. “Tomar conciencia de los pensamientos del otro, hablar en la verdad, transmitir una imagen positiva –explicó Aceti- son las premisas necesarias para que el encuentro entre los detenidos y sus hijos pueda ser fructífero”. Durante el debate un detenido preguntó: “¿Qué le puede decir a su hija un padre condenado a cadena perpetua? “Que su papá se equivocó, pero que está haciendo todo lo posible” fue la respuesta. “Si su hija ve en el padre la coherencia y la valentía de volverse a levantar, tendrá esta imagen de su papá”. Y continuó: “Paternidad es mantener vivo un vínculo. Es necesario transmitir a los hijos un sentimiento de pertenencia. De este modo vivirán una experiencia positiva y recordarán a su papá que está en la cárcel”. Al final el psicólogo exhortó a los detenidos diciendo: “Educar a un hijo no quiere decir no equivocarse, sino hacer todo nuestra parte a pesar de los errores. Esto le enseñará a los hijos a ser tolerantes. Ustedes pueden ser buenos papás aunque se hayan equivocado. En el fondo todos experimentamos el desánimo, pero dentro de nuestro corazón hay otra voz que nos dice: levántate, vuelve a empezar. No es importante cuántas veces se han equivocado, sino cuántas veces se han vuelto a levantar. El milagro consiste en que a fuerza de volverse a levantar se da un cambio”».  

Gen Rosso Music and Arts Village

Gen Rosso Music and Arts Village

Concluyó hace poco en Loppiano, Italia, la primera edición del “Gen Rosso Music and Arts Village” (25 de marzo – 1º de abril de 2018), experiencia residencial de profundización artística a la luz del carisma de la unidad, dirigida a jóvenes entre 18 y 30 años, con profesionales y estudiosos de música, danza, canto y teatro. Con una metodología didáctica diseñada bajo la tutoría del Gen Rosso, el programa propuso talleres prácticos que se alternaron a su vez con el intercambio de experiencias de expertos de fama nacional e internacional. Entre ellos Gabriel Ledda, bailarín, uno de los ocho campeones mundiales de hip hop; Pierluigi Grison, bailarín y coreógrafo de fama internacional, experto en teatro-físico y teatro-danza; Antonella Lombardo, bailarina y docente, promotora del Festival de la Armonía entre los Pueblos y de un proyecto en Tierra Santa con Jóvenes musulmanes, cristianos y judíos. Así se expresaron: Jorge Santana, tutor, docente de arte teatral de la Universidad de Madrid: «Se creó entre nosotros una verdadera relación, que desembocó en arte y en belleza». Emanuel Chirco, poli-instrumentista y tutor agregó: «El encuentro con los jóvenes provenientes de contextos y etnias distintas crea hábitos nuevos, dinámicas que hasta un momento antes eran una incógnita. Es el milagro de la música, pero ¡también de la unidad!» Algunos participantes comentaron: «Fue la semana más linda de mi vida». «Llegué pensando que esto era un Show de Talentos para comprender cuánto valgo, y me encuentro con una nueva e inesperada experiencia del valor de mí misma y de mis talentos». «Descubrí el arte como un don».

Empresarios contracorriente

Empresarios contracorriente

Letizia Mombelli y su esposo son los dueños de una empresa de Brescia que a lo largo de los años ha atravesado momentos de crisis, que siempre han afrontado confiando a Dios las decisiones y las preocupaciones y confiando en la Providencia. Empezaron con una pequeña empresa mecánica con pocos empleados, pero muy pronto la escasez de trabajo, la burocracia y la firme decisión de rechazar todo tipo de corrupción provocaron la pérdida del capital. La dolorosa decisión de despedir a una parte de los trabajadores fue inevitable, así como la de vender la maquinaria para asegurar a los trabajadores el pago que les correspondía . También esperaron a que cada uno tuviera un nuevo empleo. “Vivimos todo esto como un fracaso –recuerda Letizia- pero no nos rendimos. A nuestro alrededor, la familia del Movimiento nos sostenía con la oración y nos confiamos en Dios para que nos guiara en las elecciones, tratando de mantener relaciones correctas con clientes, proveedores, representantes y quienquiera que entrara en nuestra empresa. La providencia de Dios no se hizo esperar”. Después de ese momento de dificultad, vivido tomando decisiones valientes, llegó la oportunidad de hacer un cambio en nuestro sector de producción por uno que nos daba mayor garantía de continuidad. Otros empresarios y proveedores nos ofrecieron ayuda concreta para permitir que la empresa se volviera a levantar. “El fruto más bello de ese período –continúa Letizia- es que nuestros hijos crecieron dando valor a las cosas importantes como la elección de una vida sobria y el poder experimentar el amor de Dios a través de tantos pequeños pero importantes signos. Todo esto reforzó nuestros vínculos familiares”. Pero en el 2009 la crisis económica global afectó a la empresa de Letizia, a la que no le llegaron más contratos de trabajo. También esta vez la familia confió todo a Dios a través de la oración y en poco tiempo empezaron a llegar decenas de pedidos. En el 2016 llegó un pedido que prometía ser continuo y que podía asegurarle a la empresa tranquilidad económica por largo tiempo. Sólo que después de la primera entrega, Letizia descubrió que los productos estaban destinados a la industria de las armas. Ante las imágenes de desesperación de tantos refugiados que huyen de las guerras, Letizia y su gente decidieron renunciar a ese trabajo: “Tomamos la decisión con un poco de aprensión pero, mi marido y yo no teníamos dudas y nuestro hijo que recién había empezado a trabajar con nosotros, estuvo plenamente de acuerdo”. Llegó una nueva crisis que llevó a la empresa al borde de la quiebra. También esta vez Letizia y su familia confiaron todo la Providencia y empezó a llegar trabajo como no sucedía desde hacía muchos años. “Realmente siento que Dios camina junto a nosotros” confiesa Letizia, que dirige su pensamiento también a la fundadora de los Focolares: “Le agradezco a Chiara Lubich que ha sido una luz en el camino. Siempre nos ha ayudado a tomar decisiones coherentes con todos los valores de la persona, dejando en segundo plano la ganancia y la seguridad económica”. Chiara Favotti

La santidad, camino para todos

La santidad, camino para todos

El 9 de abril fue presentada la tercera Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo contemporáneo, “Gaudete et Exsultate(Alégrense y exulten). Son cinco capítulos, 44 páginas; no es un tratado sobre la santidad, sino una invitación dirigida a todos, especialmente a los jóvenes: “hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades». «La santidad –recuerda Francisco– es el rostro más bello de la Iglesia. También fuera de la Iglesia Católica y en ámbitos muy diferentes, el Espíritu suscita señales de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo». Para llegar a ser santos –sostiene el Papa– no es necesario copiar estilos de vida que pueden parecer inalcanzables: «Lo que cuenta es que cada creyente discierna su propio camino y haga emerger lo mejor de sí, ese algo tan personal que Dios ha puesto en él y que no se agote tratando de imitar algo que no ha sido pensado para él». ¿Cómo responder a este llamado? Siguiendo el camino de las Bienaventuranzas evangélicas, el modelo positivo “a la luz del Maestro” y camino por excelencia “contracorriente” respecto a la dirección del mundo, que todos pueden recorrer. Ver también: video de Vatican Media, en colaboración con la agencia La Machi. Texto integral  

Educar en los suburbios de París

María tiene un rostro muy dulce y voz tranquilizadora. Es la mamá de dos jóvenes y está casada con un francés, enseña italiano en una escuela “difícil“ de la perifera norte de París. Es una de esas escuelas donde raramente los docentes trabajan por largo tiempo. Se necesita una gran determinación, el valor y la pasión para trabajar en esa zona económicamente desventajada y marcada por un alto “tráfico de droga, de armas, dominada por la mafia”. Has depachadores de droga delante de la escuela. Los chicos tienen proveniencias y culturas distintas. “Para mí significa responder a una llamada, la de trabajar por la igualdad de las posibilidades, para proponer y mantener una propuesta formativa ambiciosa y llevar el amor de Cirsto donde aparentemente no existe”, cuenta ella. María explica cómo el encuentro con Chiara Lubich, que tuvo cuando era niña, el que nutre esta aspiración y la acompaña en su vida adulta. “Mi mirada y mi actitud, gracias a la vida de unidad con aquéllos que comparten mi mismo ideal, se renueva cada día a pesar de las dificultades”. Efectivamente, sobre todo al principio, no fue para nada fácil comprender cómo relacionarse de manera constructiva con los estudiantes, cómo reaccionar ante las agresiones verbales  y ante hechos de vandalismo. Pronto para mí fue claro que el arduo trabajo que podìa hacer con los jóvenes, requería involucrar a las familias, y que también los nuevos colegas tenían necesidad de apoyo para descifrar esas realidades complejas. Es más, era precisamente la sinergia entre colegas lo que podía ofrecer a los alumnos un ejemplo constructivo: “Desde el punto de vista didáctico  organizo mi trabajo con base en proyectos culturales interdisciplinarios – explica la docente- la organización de un proyecto permite trabajar en equipo, tratar de vivir la fraternidad entre colegas para después proponer un proyecto permitiendo así trabajar en equipo, tratando de vivir la fraternidad entre colegas para después proponer este modelo a los jóvenes y ser creíbles”. Estos proyectos  con frecuencia concluyen con una gira por Italia, que motiva a los estudiantes a prender el idioma y favorece el intercambio cultural con los jóvenes italianos. Son relaciones nuevas en las que pueden hacer una experiencia de fraternidad. Además – explica María- “Un proyecto así nos permite involucrar a las familias en la vida escolar, instaurando una relación de confianza para encontrar juntos soluciones para que no existan problemas económicos para ningún alumno. En otras palabras, el objetivo de María es crear una red educativa en la que se  involucren también las familias y los docentes, todos comprometidos en el crecimiento humano y cultural de estos jóvenes en riesgo. Y poco a poco los frutos se van viendo. Para Aïcha, una joven que siempre molesta en la clase, fue suficiente explicarle con calma y firmeza “que para vivir en armonía cada uno debe hacer su parte”, como respuesta escribió en una hoja de papel: “Siento haberme comportado así el viernes, no era digno de mí. No sucederá más. Usted es una gran persona, inteligente y sabia, que transmite a los alumnos los valores justos y el deseo de adquirirlos. No la olvidaremos nunca”. La atención y el respeto ayudan a Yanis, quien es en general muy pasivo, a que se abra y exprese su interés por el arte y la historia. La clave en todos los casos es la atención, el cuidado y la promoción de la persona, cada uno con su historia y su sensibilidad: “Aprendí a no esperar resultados de forma inmediata – concluye María. También cuando un joven no cambia, lo importante es seguir creyendo en él y acompañarlo. No detenerse en lo que no está bien, sino captar todo lo positivo que existe en cada uno valorizándolo y gratificándolo. El desafío de cada día es encontrar el valor y la fuerza para cultivar la esperanza con hechos concretos de relación con las personas”.  

Las guerras nunca son buenas

Las guerras nunca son buenas

«Llegan desde Siria noticias terribles de bombardeos con decenas de víctimas, de las cuales muchas son mujeres y niños. Noticias de muchas personas afectadas por los efectos químicos contenidos en las bombas. Rezamos por todos los difuntos, por los heridos, por las familias que sufren. No existe una guerra buena y una mala, nada, nada puede justificar el uso de tales instrumentos de exterminio contra personas y poblaciones indefensas. Rezamos para que los responsables políticos y militares elijan el otro camino, el de las negociaciones, el único que puede llevar a una paz que no sea la de la muerte y de la destrucción». Estas son palabras pronunciadas por el Papa Francisco el domingo 8 de abril. Hacemos propio su llamado rogando para que se encuentren soluciones negociadas al terrible conflicto que está ensangrentando a Siria en estos días, y a todas las guerras, también aquéllas a las que la prensa le da poco relieve, que siguen causando víctimas en muchos puntos de la tierra. Y seguimos trabajando a todo nivel promoviendo la paz a través del diálogo.

Loppiano espera al Papa Francisco

Loppiano espera al Papa Francisco

¿Cómo fue recibida en Loppiano la noticia de la visita del Papa? “Un segundo después de que la Presidente María Voce dio a conocer la noticia, a nuestras redes y a los grupos de los habitantes de Loppiano llegó una lluvia de post de alegría y sorpresa”. ¿Qué representa para usted, habitante de Loppiano, este evento? “Ya Juan Pablo II tenía que venir aquí en el 2000. Cuatro días antes, por un cambio repentino de programa, la visita fue cancelada. En cada uno de nosotros, sus habitantes de entonces quedó en el corazón el deseo de una visita del Papa, y es el mismo deseo el que está presente en los habitantes de hoy. Para quien no conoce Loppiano, ¿qué caracteriza a este lugar?  “Es uno de los lugares donde más evidentemente se puede constatar el carisma de unidad que Chiara Lubich recibió de Dios y sobre el cual nació y se desarrolló el Movimiento de los Focolares: la unidad a la que se llega construyendo relaciones de fraternidad, viviendo el testamento de Jesús «Que todos sean uno». En Loppiano viven alrededor de mil personas de 65 naciones, de culturas, religiones, formación y condiciones sociales diferentes. Aquí aprenden primero que todo a  ser  comunidad. Lo que los une es el deseo de vivir la ley que es el fundamento de la ciudadela: el amor recíproco. Es esto lo que hace de Loppiano un lugar de fraternidad”. ¿Cómo se desarrolla la vida en la Ciudadela? “Hay varias actividades económicas, 11 escuelas de formación, un instituto universitario, un gran santuario que alojará al Papa, muchas residencias y campos cultivados. Se estudia, se trabaja, se socializa, se hace la vida normal de todas las ciudades, sólo que se trata de hacerlo viviendo la ley del amor recíproco”. El Papa llegará a Loppiano después de ir a Nomadelfia. ¿Qué relación hay entre las dos ciudades? “Hay muchos puntos en común, si bien con historias y carismas completamente diferentes: ambos son lugares de fraternidad que se dedican a los últimos y tienen como ley el Evangelio. Ha habido varias oportunidades de encuentro, también recientemente, por lo que estamos felices de que el Papa aterrice aquí teniendo en su corazón cuanto recibirá en Nomadelfia. Será acogido con el mismo amor y el mismo entusiasmo”. Donde va el Papa se encienden los reflectores de los medios de comunicación mundiales. ¿Cómo interpretar su decisión de visitar Loppiano? “Pienso que tras su deseo está sobre todo el amor por el regalo del carisma de la unidad que Dios donó a través de Chiara Lubich. Bergoglio conoció el Movimiento en Argentina, pero más aún como Pontífice. Loppiano es el lugar donde este carisma es más visible”. ¿De qué forma se preparan para la visita? “Lo que dijo María Voce se ha convertido en nuestro imperativo. En estos cien días nos hemos comprometido a intensificar la vida de amor y unidad radicada en el Evangelio, de modo que el Papa pueda encontrar el «Donde dos o más está reunidos en mi nombre (Mt. 18, 20)», es decir, la realidad de la presencia de Jesús en medio nuestro”. El Papa hará una pausa para orar en el Santuario de María Theotokos, donde hay una capilla dedicada a los cristianos de otras confesiones: ¿qué significado tiene este lugar?  “El Santuario fue querido por Chiara precisamente en el centro geográfico de Loppiano, para que fuera el punto de unidad de toda la ciudadela. Es el lugar donde nosotros, sus habitantes, nos encontramos todos los días para rezar, pero también es un punto de referencia para todo el territorio. Es el sello de la ciudadela”. ¿Es también una forma de subrayar la centralidad de la figura de María en el Movimiento? “Seguramente. No es casualidad que el Santuario esté dedicado a María Theotokos, María Madre de Dios, para subrayar la fuerte característica mariana del carisma y del Movimiento de los Focolares. Y precisamente porque María es la Madre de Dios y por lo tanto de la humanidad, el Santuario está abierto también a personas de otras confesiones cristianas, de otras religiones y convicciones, y en su interior hay distintos puntos donde cada uno puede rezar, encontrar una casa y recogimiento”. La visita del Papa tendrá lugar en el 10° aniversario de la muerte de Chiara Lubich. ¿Una casualidad? “Creo que podemos ver esta visita como un don de Dios, como una caricia, un signo de su amor por la Obra de María. Después queremos escuchar lo que el Papa querrá decirnos”.        

Pascua ortodoxa

Christos anesti! Alithos anesti! Христос воскресе!Christ is Risen! Indeed He is risen! Khrishti unjal! Vertet unjal! Hristos voskrese! Vo istina voskrese! Khrystos uvaskros! Sapraudy uvaskros! Le Christ est ressuscité! En verité il est ressuscité! Kriste ahzdkhah! Chezdmaridet! Christus ist erstanden! Er ist wahrhaftig erstanden! Cristo è risorto! Veramente è risorto! Cristos a inviat! Adevarat a inviat! Khristos voskrese! Voistinu voskrese! Cristos vaskres! Vaistinu vaskres!

Christ is risen from the dead, trampling down death by death, and on those in the tombs bestowing life!Христос воскресе из мертвых, смертию смерть поправ, и сущим во гробех живот даровав!

Chiara Lubich: la misericordia

Chiara Lubich: la misericordia

“El regreso del hijo pródigo” por Rembrandt

[…] Dios es Amor: es el descubrimiento fundamental, la chispa inspiradora que en el origen del carisma de la unidad, el Espíritu Santo dio a Chiara Lubich como un don especial para nuestra época. Descubrir que Dios es Amor fue, para ella y sus primeras compañeras, desde el comienzo del Movimiento, una absoluta novedad, de tal forma que se produjo una especie de conversión. Chiara descubre pues, no a un Dios que está lejos, que es inaccesible, que está fuera de su vida, sino que descubre el rostro paternal de El, y por consiguiente, esa relación particular entre el Cielo y la tierra que nos une como hijos al Padre y permite que nos sintamos hermanos entre nosotros. Dios pues, está cerca nuestro como Padre, Padre que vigila la vida de cada uno y la de la humanidad completa. Todo lo que ocurre por lo tanto, se ve como una realización de su plan de amor sobre cada uno, como prueba tangible de su mirada vigilante, de su presencia cercana. “Hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están contados” (Mt 10,30) Es un amor paternal que prevee todas las necesidades, también las más pequeñas, hasta colmar también los vacíos dejados por nuestras imperfecciones, por nuestras omisiones, por nuestros pecados. Es el rostro del Padre misericordioso que – a través del Hijo encarnado- se manifiesta, que revela en su plenitud su amor de misericordia. Un ejemplo cásico es la Parábola del Hijo Pródigo (Lc 15, 11-32). En junio de 1999 Chiara tuvo que explicar esta Parábola a un numeroso grupo de jóvenes reunidos en la Catedral de Paderborn (Alemania). […] «El Padre del Hijo Pródigo seguramente tendría mucho trabajo: trabajar en su chacra, manejar a los empleados, a la familia; pero su principal actitud era la de la espera, la espera del hijo que se le había ido. Subía a la torre de su casa y miraba a lo lejos. Así es el Padre Celestial: imaginen, jóvenes, si pueden, su divina, altísima y dinámica vida trinitaria, su compromiso en sostener la Creación, en dar el lugar a quien llega al Paraíso. Y sin embargo El hace sobre todo una cosa: espera. ¿A quién? A nosotros, a mi, a ustedes, especialmente si nos encontramos alejados de Él. Un buen día, ese hijo, que el papá terrenal amaba tanto, que despilfarró todo, vuelve. El papá lo abraza, le da un traje hermoso, le pone un anillo, ordena que se prepare el ternero más gordo para hacer una fiesta. ¿Qué pensamos de esta actitud? Que él desea ver a su hijo completamente nuevo, no quiere recordar más como era antes. Y no sólo lo quiere perdonar, sino que llega incluso a olvidar su pasado. Este es su amor hacia él, que se ve en la Parábola. Así es el amor del Padre hacia nosotros en la vida: nos perdona y se olvida» Chiara sigue: «Vi recientemente un documental […]. Presentaba y examinaba en detalle un cuadro famoso de Rembrandt que representa al padre del relato evangélico que abraza al hijo que vuelve. Este cuadro es precioso en todos sus detalles. Pero lo que más impresiona son las manos que el padre pone sobre la espalda del hijo arrodillado frente a él: una es una mano de hombre robusta, severa, y la otra es una mano de mujer, más delgada, más fina. Con estas manos el pintor quiso decir que el amor del Padre es paternal y maternal a la vez. Y así tenemos que considerarlo también nosotros» Fuente: Alba Sgariglia, Centro Chiara Lubich, Roma, 14 maggio 2016.

Pascua también en Saigón

Pascua también en Saigón

«Ya pasó la fiesta de Pascua. Hoy, el día después de Pascua, es un día normal de trabajo. Hace mucho calor y la lluvia está amenazante. Sólo los cristianos siguen festejando. Por doquier se pueden escuchar los brindis y los “aleluyas” se filtran desde las casas. Sin embargo, estoy en un país comunista. Aquí las calles, saliendo de las iglesias, se llenan de una multitud de motocicletas, atascando el tránsito. Los policías, que están frente a la Catedral, tienen que dirigir el tráfico. Para asistir a una de las celebraciones del triduo pascual había que llegar por lo menos 30 minutos antes, para encontrar lugar. En la iglesia, puedo dejar la cartera en la banca banco y nadie la toca. Miro a la gente, hay muchísimos niños, jóvenes, parejas también ancianas, con rostros fervorosos y sonrientes. Pienso en Europa, en sus iglesias semi vacías, inclusive en los días de fiesta. En esta parte del mundo en cambio, incluso a las 5 de la mañana de un día cualquiera, también los niños pequeños, junto con los grandes, están en primera fila cantando. Todos aquí conocen de memoria las oraciones y las canciones. En Saigón pulula una vida desorganizada, casi selvática, en cada ángulo de la ciudad. Sin embargo, hay mucha fe, como tal vez no hay en en ninguna otra ciudad de Asia. Porque aquí la fe ‘cuesta’. Todo cuesta en Vietnam. Hace tiempo hice un viaje en autobús, de cinco horas y media entre la multitud, con mucho calor. En un determinado momento, cargaron algunos quintales de maíz entre los pasajeros, bajo sus pies, en el portaequipajes. La gente comenzó a gritar, mientras que el conductor y su ayudante por su parte, gritaban para que se callaran. Una señora que estaba a mi lado, preocupada al verme en medio de esa confusión, me dijo: “La vida aquí es dura. No te olvides de esto, si quieres vivir aquí”. No conozco el nombre de esa señora, y tal vez nunca la vuelva a ver. Pero esas palabras abrieron una dimensión nueva dentro de mí. La vida, tanto la suya como la mía, debe pasar a través del dolor, del cansancio, del sufrimiento, para alcanzar la alegría. Yo lo entendí así. a partir de ese día, todo se simplificó en mi interior. Como todos, experimento la alegría, pero también el dolor y el cansancio. Soy uno de ellos. Ni siquiera como extranjero soy un ser especial. Soy uno entre muchos. La historia de Aquél Hombre colgado en una cruz, semejante a la de muchos hombres que encuentro cada día, me recuerda las palabras de esa mujer. La puedo reencontrar en quien es pobre y no tiene nada, en el enfermo con un tumor que no tiene plata para curarse, y no es más que piel y huesos. O en aquella señora Giau, de 64 años, pobre, pero que “adoptó” una niña down, literalmente abandonada por sus padres. Y sin embargo es Pascua. También en medio de los refugiados Rohingya, que están entre Myanmar y Bangladesh. Es Pascua en Corea del Norte, que quiere hacer las paces después de haber disparado misiles. Es Pascua para las tropas de aliados se están preparando para su enésimo entrenamiento militar. Es Pascua para los niños de Xang Cut, en la zona del delta del Mekong, donde el agua todavía está infectada por el agente orange, que fue descargado por los aliados hace 40 años. Y es Pascua también para los niños de Saigón, recogidos de la calle e instruidos por las maestras de Pho Cap. ellos van a tener algo para comer, gracias a su amor heroíco. También aquí, en medio de muchos desafíos, peligros, de la altísima contaminación y de la opresión, alguno seguirá sonriendo porque fue amado y cuidado por una mano amiga. Esto es Pascua: ocuparse del otro, suavizar su dolor, compartir su llanto. El mundo, el otro, me pertenece. Y mi felicidad pasa a través de la de los demás, de muchos otros».  

El milagro del deporte

El milagro del deporte

Deporte y Paz. Un binomio vigente desde la antigüedad, desde cuando, en ocasión de los juegos que se celebraban en honor a Zeus, regía la “tregua olímpica”, una suspensión de todas las enemistades públicas y privadas, para custodiar a los atletas y a los espectadores que atravesaban territorios enemigos para llegar al Olimpo. La jornada internacional que se celebra hoy, en el mismo día que, en el año 1896 vio la apertura, nuevamente en Grecia, de los Primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, reafirma la actualidad y el valor de esta combinación. Paolo Cipolli, responsable de Sportmeet, red internacional de deportistas y operadores del deporte que desde el 2002 trabaja en la elaboración de una cultura deportiva orientada a la paz, al desarrollo, a la fraternidad universal; y está convencido de esto. «El deporte, definido por algunos sociólogos como “mímica de guerra” o “guerra sin disparos”, también en sus formas de mayor competitividad puede constituir un elemento de pacificación. A través de un proceso de catarsis, de purificación del elemento competitivo, el elemento de la confrontación, regulado según la forma del juego, constituye un gran potencial relacional». Los recientes Juegos invernales lo demuestran. «Lo ocurrido en PyengChang es verdaderamente sorprendente: al comienzo la elección de una localidad cercana a la frontera entre las dos Coreas, justo en un período de fuertísima escalada de tensiones, parecía nefasta. Sin embargo, el milagro del deporte se produjo y las Olimpíadas se revelaron no sólo como una extraordinaria ocasión para invertir las previsiones de fracaso, sino también como una sorprendente ocasión para acercar las dos naciones. Un milagro que ha superado a la política internacional. Ya ha sucedido, muchas veces, en la historia reciente, que el deporte se revele como una ocasión de distensión. Recuerdo el famoso partido de ping pong entre China y los Estados Unidos, en 1971». Sportmeet nació en el seno del Movimiento de los Focolares. Está difundiendo en el mundo del deporte los valores del crecimiento integral de la persona y de la paz. ¿Con qué objetivos? «Nos mueve el deseo de llevar también a este campo nuestra herencia espiritual, el ideal de la unidad de Chiara Lubich. Es necesario sostener las experiencias positivas que ya existen, reconociendo todo lo bueno que ya la historia del deporte ha producido. Es crecer además en la conciencia de que el deporte, de por sí, tiene grandes posibilidades de desarrollar sentimientos de fraternidad. Recientemente tuvimos la oportunidad de promover y participar en la primera edición de la “Via Pacis Half Marathon” de Roma. Nos mantendremos comprometiéndonos, en red con las diversas comunidades religiosas y con algunas instituciones deportivas, en vista de la segunda edición, que tendrá lugar el próximo 23 de septiembre. La realidad del límite, la matriz común de malestares, dificultades, barreras sociales, pero también físicas y psicológicas, atraviesa cada día nuestra vida, de forma individual y también colectiva. ¿Qué respuesta puede ofrecer el ejercicio deportivo? «La experiencia deportiva ofrece una contribución a la comprensión del límite, también más allá de su campo específico. El deporte, por su naturaleza es el terreno de la confrontación con el límite. Promoviendo la participación el ser humano se acostumbra a las diferencias, facilitando recorridos de integración y de superación de las barreras sociales, étnicas, religiosas o políticas». ¿Las próximas citas? «Sobre estos temas estamos organizando un congreso internacional, desde el 20 al 22 de abril, en Roma, abierto a quienes trabajan en el mundo del deporte y no sólo, para conocer y promover muchas buenas prácticas deportivas. En la jornada central, el 21 de abril, en el contexto del “Villaggio per la Terra”, en pleno centro de Villa Borghese, experimentaremos una interacción con los participantes en el Congreso de Eco-One “Nature Breaks Limits” (La naturaleza rompe los límites), con una lectura multidisciplinaria del límite. Será un congreso itinerante, entre el barrio Corviale, en la periferia geográfica y social de la ciudad, y el centro de Roma. Una ocasión para comprender las dificultades, la fragilidad y las “fronteras” en nuestra realización como límites que tenemos que reconocer y gracias a los cuales podemos ser más humanos». Chiara Favotti

Pre-sínodo: “Caminar juntos es posible/2

Pre-sínodo: “Caminar juntos es posible/2

“Serán tomados en serio”, aseguró el Papa. ¿Cuántas veces ocurre que los jóvenes de esta sociedad no se han sentido considerados, verdaderamente escuchados, y tomados en serio? “Tal vez no nos toman en serio porque tienen miedo a que nuestra falta de experiencia pueda llevarnos a equivocarnos en todo. Tal vez es verdad que debemos aprender mucho, pero por otro lado nosotros tenemos algo que los adultos no tienen, que es el ser jóvenes hoy, aquí y ahora. Una experiencia distinta de la que vivieron ellos. Precisamos su experiencia seguramente, pero tenemos este plus que ellos no tienen. Por su lado, los jóvenes no debemos caer en la crítica improductiva hacia los adultos, ni tratar de destruir al otro, sino más bien se puede cultivar un diálogo intergeneracional profundo y sin juicios. Jóvenes y adultos tienen particularidades que ofrecen la posibilidad de un enriquecimiento recíproco fructífero: la persona adulta se rejuvenece y el joven madura”.  Por lo tanto además de la experiencia del diálogo con jóvenes de otras Iglesias, credos y convicciones, hicieron también la experiencia del diálogo entre generaciones. “En realidad las dos dimensiones no están separadas, y la dimensión religiosa no se separa de nuestra humanidad, de nuestra realidad cotidiana. Es un error separar la vida espiritual de la cotidiana, pues la trascendencia forma parte del hombre. Comprender que somos seres limitados y buscar las respuestas yendo más allá de nosotros mismos es un tema antropológico, propio de nuestra humanidad. El diálogo intergeneracional es un hecho porque existen personas de edades diferentes. La humanidad se renueva y dentro de este hecho, existe también el aspecto espiritual que caracteriza a todas las edades, tanto a los mayores como a los jóvenes. El Papa quiso que este Sínodo sobre los jóvenes fuese también un sínodo para los jóvenes, con los jóvenes y de los jóvenes. ¿Se sintieron de verdad protagonistas en estos días? “Sí mucho, y estamos conmovidos por esta apertura total en primer lugar del Papa y después de la Iglesia. Sus representantes que estaban allí para acompañarnos no se entrometieron: el Cardenal Lorenzo Baldisseri y Monseñor Fabio Fabene estaban allí para escucharnos. En ellos he visto la figura de María que hace pleno silencio y hace espacio para que nazca la Palabra, como un telón de fondo, una presencia silenciosa que hace que la Palabra surja. Estaban allí para escuchar ya sea durante los momentos de trabajo, como en los momentos de esparcimiento fuera del programa. Cuando preguntábamos algo nos respondían, de lo contrario estaban en silencio. Veíamos como se reflejaban en sus rostros la reacción ante las temáticas que afrontábamos, sobre lo que estaban de acuerdo y aquello que les hacían daño y esto nos ayudaba a encontrar el equilibrio que el Papa nos pidió el primer día: hablen siendo “cara duras” pero sean humildes y si se equivocan pidan disculpas. Esto ocurrió en los momentos de la elaboración del documento final. Alguno usó un lenguaje tal vez demasiado crítico, pero poco a poco encontramos este equilibrio, también porque contábamos con su presencia que nos ayudaba. Por lo tanto se sintió de verdad también el apoyo de la Iglesia jerárquica, de los adultos. No todo fue perfecto, pero esto forma parte de la realidad”. ¿Qué te impresionó cuando se terminó el trabajo? “Cuando el documento final fue aprobado, escuché a jóvenes de distintos países- uno de las islas Samoa, un asiático, un africano, un europeo y un latinoamericano- que decían que este documento refleja lo que los jóvenes son hoy. Son las mismas cosas que piensan mis amigos, son las mismas preguntas que nos hacemos nosotros, y esto me dio mucha alegría porque era éste el sentido de nuestro encuentro: el de poder abordar temáticas que de lo contrario no serían nunca abordadas. Es verdad que no todos estuvimos de acuerdo en todo, porque hay matices distintos en cada región, pero las problemáticas y las inquietudes principales, el vivir y la búsqueda de sentido en su profundidad está reflejada en el documento con todas las contradicciones que existen: algunos piensan de un modo, otros piensan de forma completamente distinta, pero las inquietudes y las aspiraciones son las mismas. Por lo tanto me dio mucha alegría ver que este trabajo de 5 días y de 300 jóvenes de todo el mundo y de todas las realidades, refleja esencialmente lo que el joven es hoy, ya sea en Medio Oriente como en Asia o en África. Somos conscientes de que éste es un momento histórico para la Iglesia, no sólo porque es la primera vez que se abre a escuchar a los jóvenes de este modo sino porque de ahora en adelante no se podrá actuar sin tener en cuenta este encuentro y lo que surgió de él. Es un comienzo y estamos contentos de haber podido participar”.   Lee el documento completo (inglés, italiano, español)    

Pre-Sínodo: “Caminar juntos es posible”/1

Pre-Sínodo: “Caminar juntos es posible”/1

Noemi Sánches de Paraguay

El fructífero diálogo entre personas de Iglesias, religiones y convicciones diferentes es una realidad concreta en muchos países de los cinco continentes, y una iniciativa que habría que impulsar en un mundo a menudo lacerado por divisiones, prejuicios y temores. Es ésta la propuesta que los jóvenes del Movimiento de los Focolares llevaron al encuentro pre-sinodal que tuvo lugar en Roma, del 19 al 24 de marzo, por deseo del Papa Francisco, quien quería escuchar a los jóvenes en vista del Sínodo de los Obispos que se realizará en octubre, sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Entre los participantes en el encuentro, por parte de los Focolares, estuvo también Noemi Sánches, paraguaya de origen brasileño, de 28 años, graduada en Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, y actualmente cursando el segundo año del Doctorado en Filosofía de la Universidad de Perugia. Le pedimos que nos contara su experiencia. “Soy cristiana, católica y vivo en un Movimiento católico cristiano, por eso siempre he tenido la conciencia de “ser Iglesia” y siento que tengo que vivir mi “ser Iglesia” en todas partes. Sin embargo, participar en el encuentro pre-sinodal me ha dado la posibilidad de experimentar por primera vez esta dimensión dentro de un evento que la misma Iglesia organizó para nosotros jóvenes y con nosotros, para proseguir caminando juntos. Es un caminar no sólo entre nosotros sino con todos, con la humanidad que simbólicamente estaba representada por otras Iglesias, otras religiones y también por no creyentes. Y experimentamos que ¡es una realidad, que es posible, y que en este momento histórico sólo podemos avanzar así! ¿Qué le piden los jóvenes a la Iglesia? “Sobre todo piden apertura, sinceridad y coherencia, modelos coherentes y cercanos, que sean guías, y que no tengan temor de dar a conocer su humanidad, también sus errores, que sepan reconocer estos errores y pedir perdón. Modelos con quienes hablar a corazón abierto, de todo”. El Papa los invitó a hablar con valentía y “cara dura”, ¿cuáles fueron los temas más difíciles que se anticiparon? Temas muy actuales y quizás polémicos, como la homosexualidad, por ejemplo. Y después se solicitó una posición más concreta con respecto al tema de las migraciones, los refugiados y las guerras. Temas que van más allá de los meros dogmatismos, como la familia en sentido tradicional y cómo vivirla cuando no es exactamente así. No pedimos que se cambie la doctrina, sino entenderla profundamente para poder llevarla a nuestra vida cotidiana. Hoy esto ya se hace, pero quizás de  un modo que no llega a los jóvenes”. En el pre-Sínodo representaste a los jóvenes de los Focolares de los cinco continentes. ¿Qué le piden estos jóvenes a la Iglesia y qué proponen? ¿Cuáles experiencias ofrecen, como una especie de modelo? “En línea con la experiencia vivida en Roma con jóvenes de todas las proveniencias, culturas y credos, con quienes no sólo hablamos sino que también vivimos, dormimos y comimos, en un enriquecimiento recíproco de vida y de pensamiento, los jóvenes de los Focolares –que tienen como carisma la unidad y el diálogo- propusimos  repetir afuera encuentros de este tipo con personas de todas las realidades. Esta experiencia, de hecho, ayuda a entender que el otro es otro como yo, y que en el fondo tenemos en el corazón las mismas preguntas y los mismos desafíos; que cada uno tiene quizás un enfoque distinto pero eso enriquece al otro que en su cotidianidad quizás vive de otro modo. Por lo tanto cada uno tiene algo que dar, y ese dar ofrece una visión más amplia, una experiencia más completa y enriquecedora. Juntos se puede llegar a dar respuestas concretas a las problemáticas que vivimos todos”. Un testimonio precioso en este tiempo caracterizado por los temores, la desconfianza y los prejuicios, en el que es más fácil construir muros y recintos que puentes, o tender las manos hacia quien es diferente. ¿Cómo fue recibida esta propuesta contracorriente? “Por gracia de Dios, dentro del Movimiento de los Focolares ya desde hace años vivimos esta experiencia y hacemos este tipo de encuentros. Pero también en este espacio de diálogo ofrecido por la Iglesia a los jóvenes, la propuesta fue acogida con alegría y satisfacción, también por  otras personas que no conocen el Movimiento y que viven otras realidades. En el momento de las propuestas concretas, en mi grupo, propuse aplicar este modelo de relación también para confrontarnos sobre otras temáticas, siempre en esta dinámica abierta a todos, donde todos participan, conviven, se descubren a sí mismos y a los demás. Todos los jóvenes presentes adhirieron enseguida, y fue un sí unánime. Pero tenemos que admitir que había personas más grandes que escuchaban y hacían comentarios y hacia ellos no sentí rechazo pero sí temor, el temor que causa el impulso a “salir” hacia otros puertos y perder la propia identidad. En cambio los jóvenes que hicieron esta experiencia comprendieron enseguida que en realidad la identidad no se pierde sino que se enriquece. Cierto, contemporáneamente hay que dedicarse a la formación y a profundizar la propia identidad religiosa, pero esta riqueza se puede donar y al donarla, se abre espacio para recibir al otro. El joven que ha vivido esto lo entendió y lo quiere. En este sentido vivimos lo que el Papa Francisco nos dijo al inicio: ustedes, los jóvenes, tienen que soñar los sueños de los mayores pero también profetizar, es decir, ir más allá de ese sueño. Y yo pienso que lo que hemos vivido en Roma ha sido traducir en lo concreto esta exhortación: queremos ser Iglesia y hemos entendido que para hacerlo tenemos que ir más allá de las estructuras tradicionales. La Iglesia es universal y entonces tenemos que estar abiertos, llegar y acoger a todos para ser más plenamente aquello que somos”.   Lee el documento integral (inglés, italiano, español)  

Evangelio vivido: “Quien cree tendrá la vida eterna”

Desalojo Habíamos recibido el desalojo y teníamos un mes para dejar el apartamento. En el barrio los alquileres eran muy altos. No teníamos más opción que buscar fuera de la ciudad, esperando encontrar un alojamiento adecuado para nuestras posibilidades. Empezamos a involucrar en la búsqueda a amigos y conocidos, ¡pero nada! Nos pusimos a rezar, como hacíamos ya antes, pero con mucha confianza en Dios. Precisamente a finales del mes supimos que una familia del segundo piso estaba dejando el apartamento. Localizamos por teléfono al propietario, que vivía en otra ciudad y le explicamos nuestra situación. Él aceptó sobre nuestra palabra la propuesta, diciendo: “Entren, cuando venga haremos el nuevo contrato”. Parecía imposible encontrar una casa en el mismo edificio y no tener ni siquiera que hacer una mudanza. Recordamos las palabras de Jesús: “Para quien tiene fe, nada es imposible”. G. – Italia Optimismo Tengo un carácter difícil y por este motivo estoy solo ya con cierta edad, después de intentar el matrimonio o vivir en comunidad. Un sacerdote me aconsejó que acompañara a un chico espástico, para permitirle a su mamá, que era viuda, hacer algunas diligencias. Empecé a frecuentarlos y vi que, a pesar de su difícil situación, estaban siempre contentos y acogían con alegría a cualquiera que fuera a visitarlos. Lentamente entró en mí un optimismo nuevo. Descubrí que la raíz de la serenidad de esa familia era una vida basada en el Evangelio. ¡Y me contagiaron! K. – Eslovaquia El arbusto Debido a un arbusto que, según mi opinión, mi esposo, había sido plantado en el lugar equivocado, entre nosotros se rompió la armonía. Mientras cocinaba, sintiéndome agitada, intenté confiarle todo a Dios y poco a poco me regresó la calma. Entonces pensé proponerle a mi esposo que plantáramos el arbusto en una maceta, para encontrarle después el lugar apropiado. A él le pareció una buena idea. Nos pedimos disculpas recíprocamente y fuimos juntos a comprar la maceta. Después también encontramos el lugar más apropiado. Ahora, cada vez que miro nuestro arbusto, siento que para nosotros se ha convertido en un signo que nos recuerda siempre que lo que cuenta en nuestra relación es amarnos, estar dispuestos a perder nuestras idea para hacer que el otro esté contento, para que Dios pueda resplandecer entre nosotros. B.– Suiza No sólo la salud física Después de un trasplante de médula ósea, estuve bien por un largo período, hasta que tuve una recaída, y fue necesario realizar un segundo trasplante. En los momentos de angustia, me repetía a mi misma que tenía que donar a María todas mis preocupaciones. Cuando lo hacía con todo el corazón, advertía una paz profunda. Antes siempre le pedía que sanara. Pero ahora he entendido que Dios me quiere llevar a Él precisamente a través de la enfermedad. Entonces, en lugar de rezar por mi salud física, he empezado a pedirle la gracia de poderme acercar más a Él.(S– Usa) 

La gloria de la Resurrección en la creación

La gloria de la Resurrección en la creación

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas.   Fuente: Papa Francisco, Carta Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común (Oración cristiana por nuestra tierra, 246)

Los mejores deseos de una Pascua Santa

Los mejores deseos de una Pascua Santa

Hoy más que nunca, mientras se encienden nuevos focos de guerra en diferentes partes del mundo, y tragedias de todo tipo parecen frustrar las expectativas de paz, queremos afirmar nuestra fe en el Hombre-Dios, muerto y resucitado por todos los hombres y para llevar el mundo a su destino de unidad. Él es nuestra esperanza y nuestra alegría. En nombre mío y de todo el Movimiento de los Focolares les expreso mis mejores deseos: que el espíritu del Resucitado nazca y renazca cada día en nosotros y entre nosotros, según la promesa de Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). Permanezcamos pues unidos en su nombre, es decir, en su amor, difundiéndolo entre las personas y los pueblos. ¡Feliz Pascua a todos!

Maria Voce


 

Domingo de Pascua

Domingo de Pascua

Es el triunfo de Jesús resucitado que conocemos y revivimos también en nuestra pequeña experiencia, después de haber abrazado el abandono, o cuando unidos realmente en su nombre, experimentamos los efectos de su vida, los frutos de su Espíritu. El Resucitado debe estar siempre presente y vivo en nosotros [en este año 2000] en el que el mundo espera no sólo personas que creen y lo aman de alguna manera, sino testigos auténticos que puedan decir verdaderamente, como la Magdalena a los apóstoles después de haberlo encontrado cerca de la tumba, aquellas palabras que aunque las conozcamos, son siempre nuevas: “¡Lo hemos visto!”. Sí, lo hemos descubierto en la luz que nos ha iluminado; lo hemos tocado en la paz que nos ha infundido; hemos oído Su voz en el fondo del corazón; hemos saboreado su alegría incomparable. Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

Sábado Santo: María

Sábado Santo: María

«Sábado Santo. María está sola. Sola con su hijo-Dios muerto. ¿Un abismo de angustia insondable, una laceración infinita? Sí, pero Ella estaba firme en pie, convirtiéndose así en un ejemplo excelso, monumental de todas las virtudes. Ella espera, ella cree: las palabras de Jesús, que durante su vida, anunciaban su muerte, pero también su resurrección, aunque otros las habían olvidado, Ella jamás las había olvidado: Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón (cf. Lc 2, 51). Por lo tanto, no sucumbe ante el dolor: espera.»   Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

“Queremos una Iglesia que sea acogedora y creíble”

“Queremos una Iglesia que sea acogedora y creíble”

“Paz, amor, confianza, equidad, libertad y justicia”. Pero también seguridad, escucha, consideración y participación. Es lo que desean los jóvenes de todo el mundo, de todas las latitudes, de todos los credos y convicciones, de cualquier condición social, económica y cultural. Jóvenes que también donde están, “no se ven reflejados ya en las religiones tradicionales y no se definirían como religiosos”, es más, “están abiertos a la espiritualidad”, deseosos de gastar su vida por los demás y por el bien común, y están en búsqueda de guías que los ayuden a descubrir la propia vocación y a dar sentido a su propia vida. Lo contaron ellos mismos en ocasión del encuentro que se realizó en Roma desde el 19 al 24 de marzo, considerado como un momento de preparación al XV Sínodo ordinario de Obispos. El Papa Francisco desea realizar este Sínodo sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” y el Sínodo será en el mes de octubre. Son más de 300 los que están físicamente presentes y más de 15 mil conectados por web. Ellos le comunicaron a la Iglesia –que por primera vez los recibió para escucharlos en un encuentro de este tipo- sobre sus sueños y sus desafíos, y dicen qué esperan de los ministros de Dios y qué le piden a la sociedad. Ofrecieron sus testimonios y sus propuestas para que el anuncio del Evangelio llegue al mayor número de jóvenes con un lenguaje adaptado y una actitud humilde y dialogante. Siguiendo la indicación del Papa Francisco, que les pidió que dialoguen libremente, invitándolos a que sean “cara dura” y que digan también cosas incómodas, los muchachos dijeron con fuerza que querían “modelos atractivos, coherentes y aunténticos”, “testimonios vivos, que estén en grado de evangelizar a través de su vida”, “hombres y mujeres que sean capaces de expresar con pasión su fe y su relación con Jesús, y al mismo tiempo que alienten a otros a acercarse”. A la Iglesia le piden que sea acogedora y misericordiosa, humilde y humana, inclusiva, coherente y creíble, capaz “de entrar en empatía con todos los jóvenes del mundo” y exprese “ternura” también hacia aquellos “que no sigan aquéllos que creemos sean los standard”. Y se esperan “explicaciones racionales y críticas a problemas complejos”, como los temas de la sexualidad, “las adicciones, los fracasos matrimoniales, las familias disgregadas”, y “los grandes problemas sociales, como el crimen organizado y la manipulación de seres humanos, la violencia, la corrupción, la explotación, el feminicidio, toda forma de persecución y degradación del ambiente natural” Admiten que no tienen una visión unitaria sobre temas complejos como la acogida a los emigrantes y a los refugiados, aúnque reconocen “el deber universal del cuidado de la dignidad de cada persona humana”, y afirman que “existe frecuentemente gran desacuerdo entre los jóvenes, ya sea en la Iglesia como en el mundo, respecto a las enseñanzas que hoy son particularmente debatidas”. Entre ellas “la contracepción, el aborto, la homosexualidad, la convivencia, el matrimonio y también la forma en que se percibe el sacerdocio”. No obstante ésto, también aquellos que no comparten plenamente las enseñanzas oficiales “desean, de todos modos, formar parte de la Iglesia” Y es más, ellos están espantados por la “inestabilidad social, política y económica” y a la Iglesia le piden que sea “solidaria y brinde protección a aquéllos que luchan en las periferias”. Quieren una guía segura, porque “las respuestas simplísticas no son suficientes”. Y se esperan que la Iglesia reconozca los propios errores, las faltas y las llagas más dolorosas: sólo así podrá ser creíble y confiable. Los jóvenes piden estar más involucrados en los organismos eclesiales, que puedan participar también con roles de responsabilidad y de liderazgo en los contextos más amplios como en los pequeños grupos parroquiales, y subrayan la exigencia de dar mayor espacio a las mujeres, a sus talentos y a su sensibilidad. Quieren ser buscados, y encontrados, por la Iglesia en los lugares a los cuales asisten, reales y virtuales, desde los bares hasta las canchas de deportes, en las redes sociales. Y quieren saber más sobre los Sacramentos y participar en los eventos a gran escala como las JMJ pero también en los pequeños grupos diocesanos o parroquiales. Buscan inclusión: “también en los grupos pequeños locales donde podamos expresar nuestros interrogantes y compartir la fraternidad cristiana lo cual es de primaria importancia para conservar la fe” Son jóvenes que están en la búsqueda de su propia vocación en el mundo y un sentido más profundo de dar la vida, custodian y cultivan una espiritualidad propia y reconocen – casi siempre- que la Iglesia es un interlocutor importante. Ahora la palabra se la pasan a la Iglesia, que en su anuncio, de ahora en adelante, no podrá no tener en cuenta su voz. La cita es para la Asamblea sinodal de octubre, pero mientras tanto el Papa aseguró que “serán tomados en serio”. Claudia Di Lorenzi Lea el documento

Viernes Santo: Jesús Abandonado

Viernes Santo: Jesús Abandonado

«Acabo de escribir un libro sobre Él titulado: “El grito” (1). Se lo he dedicado a Él con la intención de escribirlo también en vuestro nombre, en nombre de toda la Obra de María “como –esta es la dedicatoria– una carta de amor a Jesús Abandonado”. En el libro se habla de Aquel que, en la única vida que Dios nos ha dado, un día, un día preciso, diferente para cada uno, nos llamó a seguirlo, a donarnos a Él. Y se comprende –y lo declaro allí– que todo lo que quiero decir en aquellas páginas, no puede ser simplemente un tema, aunque familiar, cálido, sentido; quiere ser más bien un canto, un himno de alegría y sobre todo de gratitud a Él. Lo había dado todo: una vida al lado de María, en medio de las incomodidades y en la obediencia. Tres años de predicación, tres horas en la cruz, desde la cual perdona a los verdugos, abre el Paraíso al ladrón, nos da a su Madre. Le quedaba la divinidad. Su unión con el Padre, la dulcísima e inefable unión con Él, que lo había hecho tan potente en la tierra, como Hijo de Dios, y tan majestuoso en la cruz; este sentimiento de la presencia de Dios, debía ir desapareciendo en el fondo de su alma, hasta dejar de sentirlo; separarlo de algún modo de Aquel con el cual había dicho que Él era una sola cosa, y grita: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46).» Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000. (1) C.LUBICH, Il grido, Roma 20036.

Jueves Santo: Amor

Jueves Santo: Amor

Entonces, hoy, Amor. Jueves Santo, día en el cual, a lo largo de los años, hemos experimentado a menudo la dulzura de una intimidad especial con Dios y nos recuerda la profusión de amor que el Cielo derramó sobre la Tierra. Amor sobre todo la Eucaristía que nos fue donada ese día. Amor el sacerdocio que es servicio de amor y nos da, entre otras cosas, la posibilidad de la Eucaristía. Amor, la unidad, efecto del amor que Jesús, un día como hoy, ha implorado al Padre: “Que todos sean uno, como tú y yo” (cf. Jn 17, 21). Amor el mandamiento nuevo que Él reveló ese día antes de morir: “Como yo os he amado, así debéis amaros unos a otros. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos: en que os amáis unos a otros” (Jn 13, 34-35). Este mandamiento nos permite vivir aquí en la tierra según el modelo de la Santísima Trinidad.   Fuente: Chiara Lubich en conexión telefónica. Castel Gandolfo, Roma, 20 de Abril de 2000.

Mis vacaciones en Alepo

Mis vacaciones en Alepo

18-1«El mes de septiembre se me fue volando. Tomé el taxi, junto con otras dos personas, que vivían en esta ciudad. Dejo atrás la ciudad que me recibió: Alepo. Soy de los pocos extranjeros (¿tal vez el único?) que eligió esta ciudad para pasar un período de vacaciones. El taxista atravesó la ciudad, una extensión de barrios completamente destruidos. ¿Cuántos muertos habrá todavía entre esos escombros? El taxista parecía que no pensaba en nada. Conducía a una velocidad increíble recorriendo calles que llevaban hacia el Sur, en dirección a Homs. Desde allí tengo que proseguir hacia Beirut. Después de dos horas y media entrevemos, entre los escombros, la primera casa que quedaba ¡aún en pie! Difícil de creer. Fui acogido durante un mes en el focolar de esta comunidad. A mi llegada alguien que estaba en la puerta de una iglesia me dijo: “Aquí encontrarás a los verdaderos cristianos”. Una frase que nunca había escuchado. Pero ahora la comprendo. Fui testigo de cómo el focolar es ese lugar en donde se comparte todo: la “providencia” que llega de todas partes del mundo (había mesas que estaban llenas de ropa, etc.), pero sobre todo los dolores y las alegrías, la vida de cada día. Aquí, durante años, el único apoyo fue la Palabra del Evangelio, Dios. ¡Cuánto me hacía recordar los inicios del Movimiento de los Focolares, esa historia escuchada tantas veces, cuando Chiara Lubich contaba: “¡Eran tiempos de guerra y todos se derrumbaba!”

Bernard (centro), con due popi del focolare di Aleppo: Fredy (sinistra) e Murad (destra)

Bernard (al centro), con Fredy y Murad

Aquí en Alepo, mientras se veía la furia de la guerra, con las bombas que estallaban a nuestro alrededor, los focolarinos iban a visitar cada día a dos familias. En tres oportunidades, por causa de las bombas caídas sobre edificios vecinos, los vidrios del focolar se deshicieron en añicos. Conocí a muchas personas de la comunidad del Movimiento, una comunidad viva, una verdadera familia, que ha atravesado pruebas terribles. Perdieron todo, la actividad profesional, los familiares, las casas, los amigos. Pero ha encontrado en la fe y en la unidad la fuerza para volverse a levantar y comenzar a buscar nuevas oportunidades. Una noche, aunque estábamos lejos y escuchábamos todavía las bombas, volvió la electricidad a la ciudad. No sucedía desde hacía cinco años. Samir tenía lágrimas en los ojos: ¡«Es la primera vez que veo mi negocio iluminado!». Georges, en cambio, todavía tiene que llevar los tanques de gas hasta el tercer piso, porque el ascensor de ese edificio no funciona. Cuando llega al condominio, desde la calle, avisa, gritando, y desde arriba le tiran las llaves. Con Maher, fui regularmente a hacer jogging. Muchas otras personas, como nosotros, van al bellísimo parque central de la ciudad. Hay clima de esperanza. Nabla me decía que piensan que dentro de algunos meses las cosas irán mejor en este país, de grandioso pasado. En la antigua ciudadela, emblema de la ciudad de Alepo, en la colina, un día tuvo lugar, después de muchos años, un concierto de música, con bailes y poesías tradicionales. Cuatro mil personas cantaron juntas en un clima de fiesta. IMG_7442-768x512Durante la guerra el precio pagado por la población fue mucho, demasiado alto: muchísimos muertos, y además posteriormente, enfermedades, depresión, traumas, aislamiento, falta de instrucción, de formación a la vida laboral, y además, muchos niños abandonados…. la lista sería larguísima. Dirigí, a las personas del lugar, frecuentemente una pregunta: ¿qué cosa consideras importante para enfrentar el futuro?”, pensando que la respuesta habría sido “la reconstrucción de las casas, poder retomar actividades productivas”. En cambio, con mi sorpresa, la respuesta que recibía con mayor frecuencia era “una gran fuerza espiritual que sea capaz de hacer renacer también aquí una nueva vida”. Gracias Robert, Pascal, Fredy, Murad. Gracias Ghada, Lina, Chris, María Grazia, María Zeina, por la vida de ustedes por el testimonio que dan. Ahora tienen un lugar especial en mi corazón». Escrito per Gustavo Clariá

Palabra de vida – Abril 2018

Esta frase de Jesús forma parte de un largo diálogo con el gentío que vio el signo de la multiplicación de los panes y que lo sigue, aunque solo sea para seguir recibiendo de Él alguna ayuda material. Jesús, a partir de su necesidad inmediata, poco a poco va llevando el discurso hacia su misión: ha sido enviado por el Padre para dar a los hombres la verdadera vida, la eterna, es decir, la misma vida de Dios, que es Amor. Él se acerca a todos los que se le cruzan por los caminos de Palestina sin eludir las peticiones de comida, de agua, de curación ni de perdón; es más, comparte cualquier necesidad y devuelve la esperanza a cada uno. Por eso puede pedir luego un paso más, puede invitar a quienes lo escuchan a acoger la vida que nos ofrece, a entrar en relación con Él, a darle confianza, a tener fe en Él. Comentando precisamente esta frase del Evangelio, Chiara Lubich escribió: «Jesús aquí responde a la aspiración más profunda del hombre. El hombre ha sido creado para la vida; la busca con todas sus fuerzas. Pero su gran error es buscarla en las criaturas o en las cosas creadas, las cuales, siendo limitadas y pasajeras, no pueden dar una verdadera respuesta a la aspiración del hombre. … Solo Jesús puede saciar el hambre del ser humano. Solo Él puede darnos la vida que no muere, porque Él es la Vida» «En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna». La fe cristiana es ante todo fruto de un encuentro personal con Dios, con Jesús, que no desea otra cosa que hacernos partícipes de su misma vida. La fe en Jesús es seguir su ejemplo y no vivir replegados en nosotros mismos, en nuestros miedos, en nuestros programas limitados, sino más bien dirigir nuestra atención a las necesidades de los demás: necesidades concretas a causa de la pobreza, la enfermedad o la marginación, pero sobre todo la necesidad de escucha, de comunión y de acogida. De este modo podremos comunicar a los demás, con nuestra vida, el mismo amor que hemos recibido como don de Dios. Y para fortalecer nuestro camino, Él nos ha dejado también el gran don de la Eucaristía, signo de un amor que se da a sí mismo para dar vida al otro. «En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna». Cuántas veces al día damos confianza a las personas que nos rodean: al profesor que enseña a nuestros hijos, al taxista que nos lleva a nuestro destino, al médico que debe tratarnos… No se puede vivir sin confianza, y esta se consolida con trato, la amistad, la relación que se afianza con el tiempo. Entonces, ¿cómo vivir la Palabra de vida de este mes? Siguiendo con su comentario, Chiara Lubich nos invita a reavivar nuestra elección y adhesión total a Jesús: «… Y ya sabemos cuál es el camino para llegar allí: …poner en práctica con especial ahínco esas palabras suyas que nos recuerdan las distintas circunstancias de la vida. Por ejemplo: ¿nos encontramos con un prójimo? «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (cf. Mt 22, 39). ¿Tenemos un sufrimiento? «Quien quiera venir en pos de mí… tome su cruz» (cf. Mt 16, 24), etc. Entonces las palabras de Jesús se iluminarán y Jesús entrará en nosotros con su verdad, su fuerza y su amor. Nuestra vida será cada vez más un vivir con Él, un hacer todo junto con Él. Y ni siquiera la muerte física que nos espera podrá asustarnos, porque con Jesús ya ha dado inicio en nosotros la vida verdadera, la vida que no muere» Letizia Magri

Una escuela de comunión

Una escuela de comunión

La verde y hospitalaria Irlanda pulula de óptimas escuelas donde se enseña inglés, para estudiantes de todas las edades y procedencias. Es una experiencia fascinante. No es una excepción, el Instituto “Language Learning International “ trabaja con: pasantías de distinto tipo, técnicas de aprendizaje de vanguardia, los estudiantes se quedan en la casa de familias seleccionadas, se ofrecen entretenimientos culturales y deportivos, pero también estadías en Francia y España para los estudiantes irlandeses. Lo que distingue el trabajo formativo de esta Escuela, fundada por Eugene Murphy en Dublin, en 1989, es la calidad de las relaciones con los estudiantes, dentro de una atmósfera cálida y con una mirada sensible hacia las características personales de cada uno. Pero hay más. La LLI, con más de dos mil estudiantes por año, es embajadora de la Economía de Comunión en el sector de la formación. Las experiencias que presentamos a continuación, extraídas del sitio web de la EdC (http://www.edc-online.org), lo testimonian. «A un campamento de verano, llegó un joven con síndrome de Asperger, del cual no se sabía nada antes de su llegada. La primera solución de alojamiento no fue positiva porque en la casa no lograron adaptarse a las condiciones particulares del joven. Se le ubicó en otra familia, pero las dificultades continuaron. A pesar de que el verano es un período intenso, en la empresa se desea garantizar un tratamiento justo y sereno a cualquier persona que participe, por lo tanto se buscó otra alternativa, hasta encontrar a una anciana señora que aceptó feliz la posibilidad de alojar y atender al joven; ella conocía bien el síndrome, pues por coincidencia, también lo padece un nieto suyo. Fue un resultado positivo para todos: el estudiante logró aprovechar mejor la experiencia y volvió a su casa contento y el responsable de las relaciones con las familias, declaró que la presencia de este joven en el programa ¡enriqueció positivamente a todo ese curso!». «Con el grupo del curso de inglés había una gran y bella atmósfera en la clase y óptimas relaciones instauradas. Sin embargo una de las pruebas que había que preparar, era una presentación oral individual e imprevistamente un joven de 15 años se acercó a Eugene Murphy, fundador de la escuela y experto entrenador, y le dijo que no se sentía capaz de hacerlo a causa de su tartamudeo. Eugene habló de este tema con otros formadores y decidieron tranquilizar al joven realizándole una prueba en privado. Al final, los profesores lo alentaron para que compartiera igualmente la experiencia con los demás, el joven aceptó y, entre emoción y conmoción general, concluyó la prueba  con un largo aplauso de la clase. Se descubrió después, que el joven no había hablado nunca hasta los 7 años y esa performance en público resultó ser una especie de milagro que le dio a él mismo y a los padres mucha alegría». Cathy Young, directora de la LLI, cuenta que hay un proyecto nuevo que involucró a la escuela en una aventura de apertura con una realidad geográficamente muy lejana de Irlanda: «Teníamos el deseo de emprender un proyecto de Economía de Comunión que estuviera focalizado en la educación. Desde el sitio web de AMU conocimos una fantástica iniciativa en Bolivia llamada Fundación Unisol, que trabaja para sostener a algunas de las familias más pobres de Cochabamba. Nos vinculamos con ellos y juntos organizamos un proyecto que financiará la adquisición de libros nuevos y computadoras portátiles, proveerá mesas nuevas y sillas para las aulas, sosteniendo la plaza de dos docentes». Las dos escuelas se comunican periódicamente los avances del proyecto. «Este intercambio recíproco –afirma Cathy- es uno de los aspectos más lindos de nuestra colaboración y nos ayuda a vivir mejor en nuestro ambiente de trabajo cotidiano». En “Language Learning International” los estudiantes aprenden en vivo el significado de muchas palabras. Pero la primera de todas es la palabra “compartir”. Chiara Favotti

Señor, en ti he puesto mi esperanza

Señor, en ti he puesto mi esperanza

«En ti Señor he puesto mi esperanza: no quedaré defraudado eternamente (Sal 71, 1)». Así empezó su última homilía, en la Catedral de Aachen (Alemania), el obispo Klaus Hemmerle, ya gravemente enfermo. Era a finales de 1993. «Dios, Tú me sostienes fuerte, así como soy. Dio, Tú sostienes el mundo así como es. Dio, Tú sostienes fuerte a este prójimo así como es. Ser sostenidos por Él que bajó a la “kenosi”, que se despojó de todo y asumió la figura de siervo, éste es el único camino para volver a abrir para nosotros la puerta de la esperanza. Acogerlo a Él que fue el primero en acogernos. Hacernos llevar por Él. Creer que Él nos sostiene. Éste es el ojo de la aguja a través del cual tenemos que pasar cuando recibimos el hilo de la esperanza que hay que enhebrar. Este Dios puede verdaderamente darnos la esperanza. Y aquí nuestra Iglesia, con todos sus errores y debilidades, con todas sus solicitudes y sus grandes y pequeños desafíos, puede convertirse en una realidad extraordinaria. Una comunidad de personas que creen en el hecho que han sido acogidas y sostenidas, una comunidad de personas que se sostienen recíprocamente, en donde cada uno sostiene al otro». De “Klaus Hemmerle, innamorato della Parola di Dio” (“Klaus Hemmerle, enamorado de la Palabra de Dios”) – Città Nuova Ed.. pp 290/91

Juntos para dar esperanza

Juntos para dar esperanza

“Lo que es imposible a millones de personas aisladas y divididas, parece que se vuelve posible que ha hecho del amor recíproco, de la comprensión recíproca, de la unidad, el motor esencial de su vida” (Chiara Lubich, a un grupo de musulmanes, el 7 de diciembre de 2002 en Madrid) Promovido por el Centro del diálogo interreligioso del Movimiento de los Focolares, el 21 de abril de las 16.00 a las 19.00 hrs.), está prevista una tarde abierta a todos, en el contexto de los días de comunión compartidos entre musulmanes y cristianos como fruto de un diálogo y fraternidad consolidados. Se propondrán reflexiones y experiencias, surgidas en distintas áreas socio-geográficas, nacidas y maduradas a la luz del carisma de la unidad de Chiara Lubich. El auspicio común es poder ofrecer retazos de esperanza en medio de la compleja y a menudo dolorosa situación que vive el mundo de hoy. El encuentro tendrá lugar en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma, Italia) Para informaciones: congressoaprile18@focolare.org

El Papa entusiasmado de escuchar

El Papa entusiasmado de escuchar

“He visto en el Papa el entusiasmo de escuchar. Nos ha pedido que hablemos con valentía, sin filtros, líbremente y nosotros así lo hacemos. La Iglesia se pone a nuestra disposición, y estamos seguros de que el Sínodo de octubre dará muchos frutos”. Stella Nishimwe viene de Burundi, es miembro del Movimiento de los Focolares y en la reunión pre-sinodal representa a su país. “Quedé impresionada por lo que dijo ayer el Papa Francisco. Es un Papa fantástico, que vive con el pueblo de Dios y que de verdad conoce la realidad del mundo y quiere buscar con el pueblo las soluciones, a partir de la vida. Espero que el Sínodo, sea un nuevo camino de la Iglesia con los jóvenes donde nos sintamos responsables de llevar la Iglesia juntos”. Nishimwe habla después de la situación de los jóvenes de su país: “Viven en la pobreza, en la incertidumbre del futuro, con una desocupación muy alta. Con este Sínodo veo a una Iglesia que escucha, que camina con nosotros, que comparte las dificultades que los jóvenes vivimos en los distintos países, en situaciones de guerra, pobreza, desocupación. Son situaciones que difícilmente podrán cambiar, pero por lo menos podemos tratar juntos de que éstas cambien y de este modo experimentar que seremos, como Iglesia, una única familia”. Fuente: SIR


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Hagamos ver el mundo unido

Hagamos ver el mundo unido

MichelleSopala

Michelle Sopala

Cuando recuerdo el Genfest 1995 no pienso sólo en el evento en sí mismo, las danzas, los rostros, la emoción, las fuertísimas experiencias de los participantes (¡inolvidables!). Antes aún de aquellos dos días vividos en el Palaeur de Roma, mis pensamientos se van a la intensa experiencia de unidad construida durante los meses precedentes, y en particular en las dos últimas semanas. No recuerdo los detalles, ¡pero sí recuerdo lo esencial de esos días! Es extraño, lo sé, pero cada vez que nos encontrábamos para prepararnos, el resultado, recuerdo, era una unión más profunda y más fuerte con Dios. Antes de empezar, tratábamos de recordar la perspectiva con la cual estábamos trabajando. No estábamos allí sólo para divertirnos (¡aunque realmente todo era muy divertido!), sino porque creíamos que lo nuestro podía ser una contribución al mundo unido, el que todos nosotros soñábamos…. Un mundo en el que todas las relaciones estuvieran basadas en el amor y el respeto recíproco, en el cual se pudieran superar todas las divisiones. Sólo después de esta premisa nos poníamos a trabajar. Primero nacieron las ideas. Después, a partir de ellas, surgieron algunas canciones, un baile, un rap… Cada pequeño trozo nacía en la medida que cada uno ofrecía y perdía su propia idea, tratando de estar en la plenitud del amor y vacíos de sí mismos para comprender verdaderamente a los demás. Esto significaba cansancio, gasto de energías, también dolor, pero por alguna razón nos colmaba de una alegría y felicidad muy especiales. Dábamos todo de nosotros mismos, dispuestos a perder nuestra propuesta. Ese era el acuerdo, también porque, por más que trabajásemos duramente, no sabíamos si nuestro aporte sería elegido por el comité organizador. Y si fuera elegido, en el último minuto podía también ser eliminado. Pero, a pesar de esto, íbamos adelante… ¡a toda velocidad! Genfest1995¡Y llegamos al Genfest! Aunque, en su conjunto, fue un evento de aquéllos que te cambian la vida, no puedo esconder que para mí el momento máximo fue el encuentro con Chiara Lubich. No sé si los otros 12 mil jóvenes presentes tuvieron la misma sensación, pero en ese momento fue como si Chiara estuviese hablando sólo conmigo. Cuando Noel le dirigió la última pregunta, “Chiara, desde lo más profundo de tu corazón, ¿qué quisieras decirnos a nosotros los jóvenes?”, su respuesta resonó como un llamado a enrolarme, y todavía me retumba en los oídos. Con una intuición genial y con una profunda comprensión de lo que los jóvenes anhelan, Chiara respondió: «Les repito lo que dijo una vez Santa Catalina de Siena, esa grandísima santa, esa mujer maravillosa, hablando a sus discípulos: “No se conformen con las cosas pequeñas, porque Él, Dios, las quiere grandes”. Es esto lo que les digo: jóvenes, no se conformen con las pequeñeces. Tienen una sola vida, apunten alto, no se conformen con las pequeñas alegrías, busquen las grandes, busquen la plenitud de la alegría». Bien o mal, desde aquel momento, esta fue mi experiencia. ¿La “unidad”?. Es una palabra profunda, que, aún, después de 23 años, estoy descubriendo. ¡Es la “plenitud de la alegría”! ¡Sí! ¡La encontré! ¡Oh! … y a propósito, nuestra performance fue elegida. Mírala (link). ¡Espero que te guste! Michelle Sopala


https://youtu.be/LX6rNkyGjoE

Pre-Sínodo: la Iglesia de los jóvenes

Pre-Sínodo: la Iglesia de los jóvenes

Jonathan Michelon

Jonathan, ¿cómo se desarrolla el trabajo?  «Hay sesiones en plenaria y de grupo. Son unos veinte grupos, divididos por idioma: inglés, francés, español e italiano. Cada grupo tiene un redactor y un facilitador. Los participantes tienen que responder juntos a las 15 preguntas que propone el documento del Sínodo. Al final, se producirá un documento que será entregado a los Padres Sinodales». ¿De qué tratan las preguntas? «La primera parte está dedicada a los desafíos y a las oportunidades de las generaciones jóvenes en el mundo de hoy. Por lo tanto, la formación de la personalidad, la relación con los otros pueblos, los desafíos interreligiosos, las diferencias vistas como oportunidades, los jóvenes y el futuro, sus sueños, la relación con la tecnología, la búsqueda del sentido de la vida, la relación entre la vida cotidiana y lo sagrado». ¿Y la segunda parte de las preguntas? «Habla de la fe, de la vocación, del sentido específico de la misión del joven en el mundo, del discernimiento y del acompañamiento vocacional. Después, de su relación con Jesús, sobre cómo es percibida la figura de Jesús en el tercer milenio. La última parte está dedicada a las actividades formativas y pastorales de la Iglesia, la relación de los jóvenes con la Iglesia y sus experiencias». ¿De dónde provienen los jóvenes de tu grupo? «De Europa (Eslovenia, Alemania, Grecia, Polonia), pero también de los continentes, incluso de las Islas Samoa americanas, en el océano Pacífico. Un joven sijs compartió su experiencia de fe y su relación con los sacerdotes de su templo, que siempre están dispuestos a dar una palabra de paz. También está una joven anglicana de Zimbabwe, que estudia para ser sacerdote. Hay mucha sabiduría, el intercambio es enriquecedor». ¿Hay experiencias que te impresionaron? «Una, en especial, la de un joven médico polaco, vinculado al Camino Neocatecumenal que, con su esposa, fundó una asociación que se ocupa de la atención a los moribundos. Estimulado por la meditación del primer día, sobre el sentido profundo del dolor, basada en la experiencia de Chiara Luce Badano, contó lo que viven. Con las otras personas de la Asociación van donde los enfermos, los asisten, los invitan a ofrecer su dolor por todos. De este modo estas personas dejan la tierra “llenos de vida” porque, como él dice, “la muerte es el período más bello de la vida, porque nos acercamos a Dios, a Quien más amamos”». A los jóvenes de los Focolares se les confió la animación de la misa y las meditaciones cotidianas…  «Si, algunos jóvenes de la Escuela Gen de Loppiano y de los Centros Gen de Roma formaron el coro, que ahora se está convirtiendo en un grupo inclusivo: invitan a quien tiene talento a participar en la animación de la Misa. Ayer, se unió un violinista. Es realmente una bella experiencia». Entonces, ¿los jóvenes están felices con esta experiencia? «Nos estamos dando cuenta de que estamos viviendo un momento histórico en la Iglesia. ¡Es la primera vez, en 2000 años, que se hace un sínodo de los jóvenes con los jóvenes! Pero para ellos es natural contribuir así a la Iglesia. La Iglesia es de ellos. Se comportan con el Cardenal y también con el Papa Francisco como con sus mejores amigos; les dan la mano, los abrazan… Es muy bello». ¿Y para ti? «Para mí es una experiencia única, me doy cuenta de la vastedad de la Iglesia y de su incidencia en el mundo. Aquí está el mundo, la universalidad de la Iglesia».   Fuente: Loppiano online

Desde Aleppo nace la esperanza

Desde Aleppo nace la esperanza

20180322-01bLa historia de Jean y Vivian transmite amor, coraje, esperanza. Se conocieron en Aleppo, en Siria, en el 2000, en encuentros del Movimiento de los Focolares. Vivian es viuda y tiene un hijo de cuatro años con sordera aguda. Jean es carpintero, con actividades en el área social. El compromiso de ambos de vivir el Evangelio y llevar el ideal del mundo unido a la humanidad los aproxima: se casaron en el 2003 y tuvieron cuatro hijos. Marc, el primer hijo de Vivian, es el motor del cual nace su aventura: la necesidad de los cuidados de médicos especialistas impulsa a Vivian a trasladarse a Líbano donde Marc es atendido en un centro fundado por los Focolares: “Es un verdadero paraíso anticipado- cuenta-. La vida del Evangelio vivido en la vida cotidiana acompaña todo el proceso educativo. Los niños crecen en este oasis de paz, y desarrollan sus talentos superando su discapacidad. Nació dentro mío un sueño: que yo también pudiera fundar un instituto similar en mi ciudad Aleppo”. Jean la apoya en este proyecto y en 2005 nació su pequeño Centro. Después surgirán otros Centros más grandes, con capacidad de recibir a decenas de niños, todos hijos de familias pobres que no podían pagar la cuota. Por esta razón el Centro estaba siempre en déficit: “Para cada necesidad- recuerda Jean- íbamos delante de un Crucifijo para entregarle a Él nuestras dificultades económicas. La providencia llegaba puntualmente” 1395739130-720x0-c-defaultEl estallido de la guerra, en 2011, trajo muerte y destrucción. Jean perdió la carpintería, el Centro no tenía ningún ingreso económico, y siendo muchos vivían sólo de la ayuda de la Iglesia y de organizaciones humanitarias. Todos dejaron el país y también lo querían hacen Jean y Vivian, quienes con mucha tristeza adquirieron los boletos para irse. Pero una exigencia era clara en el corazón: no podían abandonar a “sus” niños sordos, destruir ese sueño realizado con esfuerzo. “El día antes del viaje entré en la iglesia- cuenta Jean- y mantuve una conversación profunda con Jesús, de tú a tu, de hombre a hombre. Él me habló al corazón y me pedía que no dejara Siria: ¿qué harán esos niños? Sentí que Él me hacía esta trágica pregunta. Puse mis niños en Sus manos. Volví a casa, y con Vivian decidimos romper los pasajes y quedarnos para siempre en nuestra ciudad, para ser un don para aquéllos que tenían necesidad de nosotros”. “Estábamos confiados en que Dios nos habría acompañado y apoyado en todos nuestros futuros proyectos y sobre todo en la vida de nuestra familia – dice Vivian- y así fue” Hoy el Centro se convirtió en su segunda casa, también sus hijos participan en la vida del grupo y Jean se dedica completamente al trabajo del Centro. “Esta convivencia nos amplió el corazón. No existe más la diferencia entre chico o chica, ni entre el estudiante y el docente, no son ni siquiera discapacitados para nosotros, ni musulmanes ni cristianos. Todos vivimos en el único amor y bajo la mirada de un Dios Amor, encarnado, vivo en medio nuestro”. Escrito por Claudia Di Lorenzi

La fiesta del “nuevo día”

Para celebrar el principio de Año persa, que coincide con el equinoccio y por lo tanto con la llegada de la primavera, el 21 de marzo, en muchos países de Asia y de Europa Oriental, se festeja la fiesta de Nawrūz (que significa “nuevo día”), proclamada Jornada internacional de las Naciones Unidas e inscripta desde el 2009 en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Nawrūz es una fiesta muy antigua, alegre y festiva, que se calcula se celebra por casi 300 millones de personas. Se une a la idea de la naturaleza que renace. Posee un rico simbolismo y promueve valores de paz, de reconciliación, solidaridad entre generaciones, amistad entre familias, pueblos y comunidades.