Para celebrar el principio de Año persa, que coincide con el equinoccio y por lo tanto con la llegada de la primavera, el 21 de marzo, en muchos países de Asia y de Europa Oriental, se festeja la fiesta de Nawrūz (que significa “nuevo día”), proclamada Jornada internacional de las Naciones Unidas e inscripta desde el 2009 en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Nawrūz es una fiesta muy antigua, alegre y festiva, que se calcula se celebra por casi 300 millones de personas. Se une a la idea de la naturaleza que renace. Posee un rico simbolismo y promueve valores de paz, de reconciliación, solidaridad entre generaciones, amistad entre familias, pueblos y comunidades.
¿Todavía existen prejuicios basados en el color de la piel, después de las grandes conquistas del siglo pasado? Se han dado muchos pasos, de hecho, pero todavía hay que trabajar para abatir completamente cualquier tipo de disparidad. Nos lo recuerda, el 21 de marzo, el Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial, instituida en 1966 por las Naciones Unidas, en conmemoración de la masacre de Sharpeville, en Sudáfrica, que tuvo lugar ese mismo día en 1960. Ese día, quizás el más sangriento del apartheid, la policía abrió fuego contra una multitud de ciudadanos negros que protestaban contra una medida de segregación racial que les habían impuesto. Alrededor de 70 quedaron en el suelo sin vida. En estos días, en varias partes del mundo se organizan campañas a favor de la integración y contra cualquier tipo de discriminación, odio o violencia perpetrada por motivos raciales. Como siempre, los grandes protagonistas de estas iniciativas son los jóvenes.
Nos encontramos con Andrea Riccardi en Castel Gandolfo, en el Centro Mariápolis. Se siente el de los días de fiesta, centenares de personas (al final, unas dos mil en total) están llegando a la cita en ocasión del décimo aniversario del fallecimiento deChiara Lubich. Fuera de la puerta del saloncito donde nos reunimos hay gran algarabía. «Después de diez años, volver a hablar de Chiara Lubich no es volver al pasado, no es hacer arqueología – afirma Andrea Riccardi- y no es ni siquiera hacer un recuerdo sentimental, como se puede hacer por una persona que fue importante en la Iglesia. Ella – confiesa- creo que fue muy importante también en mi vida». Refiriéndose a los años cruciales en los que renacía la democracia, caía el muro y se desmantelaba la “cortina de hierro” en Europa, el Fundador de la Comunidad de San Egidio afirma: «Según mi parecer, el mensaje de Chiara tiene más valor hoy que en el tiempo de la Guerra fría o en el ’89. Hoy, en este mundo globalizado, el mensaje de Chiara nos habla del destino común de todos los hombres, de la unidad de los pueblos y de la unidad de la familia humana. Pero no es el mensaje de una socióloga, aun siendo un mensaje muy profundo, porque Chiara era una mujer con gran capacidad de síntesis y de profundización, capaz de análisis y de comunicación simple». «Hoy tenemos necesidad de su mensaje de unidad porque este mundo globalizado no se ha unificado espiritualmente. Lo decía el patriarca Athenagoras [Patriarca ecuménico de Constantinopla], el gran amigo de Chiara: “Existe una unificación del mundo, pero no existe una unificación espiritual”. Y Chiara nos dice que este mundo se puede unificar, los pobres con los ricos, los lejanos con los cercanos, los extranjeros con los nativos. Chiara nos dice también – agrega- que yo pequeño hombre, que tú pequeña mujer, que tú joven, que tú anciano; tú puedes, tú puedes cambiar el mundo». «Chiara fue la amiga de los grandes, apreciada por los grandes. Pienso en su amistad con Juan Pablo II, que le decía “mi coetánea Chiara”. Pero Chiara demostró también que el mundo se puede cambiar con los pequeños que tienen fe. Es María en el Magnificat» «Chiara me ayudó a comprender el significado, el valor del carisma, porque Chiara reconoció en mí, reconoció en la comunidad de San Egidio un carisma. Y ella tenía un sentido profundo de las personas y de las experiencias de Iglesia». Y concluye: «Para mí Chiara es también el recuerdo muy querido de una amistad profunda. Chiara fue una amiga, una amiga en las pequeñas cosas, en la atención con la cual me recibía en su mesa, en sus llamadas telefónicas, en el cuidado con el que cultivaba su relación con las personas. Y además fue una persona que tuvo una visión “correcta” en los grandes momentos de la Iglesia. Yo recuerdo por ejemplo, en el encuentro de Juan Pablo II con los Movimientos, cuando Chiara dijo: “Esta es una fulguración del Papa, es un punto de llegada y debe ser un nuevo punto de partida”. Mi afecto lo acompaño cada día con una memoria orante con Chiara, por Chiara».Mira la entrevista (en italiano)
Con una carta de agradecimiento dirigida a los gen 4 de todo el mundo fue publicado el balance de “Han desalojado a Jesús”,la iniciativa en la que todos los años se comprometen los niños del Movimiento de los Focolares durante el período navideño. Gracias a las ofrendas recogidas por las figuritas de los “niñitos” de yeso que representan a Jesús, la pasada Navidad los gen 4, ayudados por los adultos y en algunos casas también por instituciones de sus ciudades, recogieron 3.627,60 euros. La cifra fue destinada a ocho proyectos en Brasil, México, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina, Burundi, Uganda y Siria. A esta cifra se le sumó una donación destinada a atención médica, alimentación y material escolar para cuatro proyectos en República Centroafricana, Camerún, Egipto e Irak. Más allá de la cifra, hay que poner en evidencia la “cultura del dar” de la que se nutren los gen 4.
La alegría de los primeros cristianos (al igual que la de los cristianos de todos los tiempos y de todos los siglos, cuando el cristianismo se comprende en su esencia y se vive radicalmente), la alegría de los primeros cristianos era una alegría nueva, desconocida hasta entonces. No tenía nada que ver con la risa, con el buen humor, con la euforia. No tenía nada que ver tampoco -como diría Pablo VI- con “la alegría exaltante de la existencia y de la vida “, ni con “la alegría pacificadora de la naturaleza y del silencio”, ni tampoco con la alegría o la “satisfacción del deber cumplido”, ni era solamente “la alegría transparente de la pureza”, o “del amor puro”… todas ellas alegrías magníficas. Pero la de los primeros cristianos era diferente: era una alegría parecida a la embriaguez que invadió a los discípulos cuando vino el Espíritu Santo. Era la alegría de Jesús. Porque Jesús, así como tiene su propia paz, tiene su propia alegría. Y la alegría de los primeros cristianos, que brotaba espontánea de lo más hondo de su ser, saciaba completamente su ánimo. Ellos habían encontrado realmente lo que el hombre de ayer, de hoy y de siempre va buscando: a Dios que, como hemos visto, lo sacia completamente. Ellos habían encontrado la comunión con Dios, elemento esencial que los llevaba a su plena realización. Eran hombres auténticos. De hecho, el amor, la caridad, con la que Cristo a través del Bautismo y de los demás sacramentos enriquece el corazón de los cristianos, se puede comparar con una planta. Cuanto más hunde sus raíces en el terreno de la caridad fraterna (cuanto más se ama al prójimo) más crece el tallo hacia el cielo: más crece en el corazón el amor a Dios, la comunión con Él; una comunión en la que no se cree sólo por fe, sino que se experimenta. Y es ésta la felicidad: amamos y nos sentimos amados. Ésta era la felicidad de los primeros cristianos, adultos y jóvenes, que se expresaba en liturgias maravillosas, gozosas y rebosantes de himnos de alabanza y de acción de gracias. Alegría que aumentaba también en su corazón porque con el amor y por el amor poseían la luz, es decir, “veían”, en cierto modo comprendían las cosas de Dios, que de por sí son impenetrables. Los misterios que aceptaban por medio de la fe, no les resultaban tan oscuros como se podría pensar. En ellos había una cierta percepción de los mismos tan apetecible, tan luminosa, que tenían la impresión de comprenderlos, de poseerlos. Y esto acrecentaba aún más su alegría: a la alegría del amor se añadía la de la verdad. Así, armados únicamente con el amor y la luz y revestidos de alegría, en breve tiempo conquistaron el mundo conocido hasta entonces. Decía Tertuliano: “Somos de ayer y ya hemos invadido el mundo”. Ellos se mantenían alegres incluso en las persecuciones y cantaban ante el martirio. Habían comprendido una paradoja del cristianismo: la alegría, la alegría sobrenatural de Jesús se encuentra precisamente donde parece que no exista: en el dolor, pero en el dolor amado. Fuente:Centro Chiara Lubich
Una gran fuerza espiritual capaz de arrastrar multitudes de diversas edades, clases sociales, culturas: esta fuerza impulsaba a Chiara Lubich y los frutos se ven todavía hoy, también en la Iglesia. El cardenal Pietro Parolin, recordando la obediencia y la docilidad que la fundadora de los Focolares siempre tuvo- también en los momentos más difíciles- con respecto a la Iglesia, manifiesta hoy lo que los Pontífices, desde Pablo VI en adelante, expresaron, ofreciendo su apoyo y su estímulo hacia el Movimiento. Benedicto XVI en el telegrama enviado en ocasión del funeral de Chiara, hablaba de “compromiso constante por la comunión en la Iglesia, por el diálogo ecuménico y la fraternidad entre todos los pueblos”. Y continuaba diciendo “ella gastó su existencia escuchando las necesidades del hombre contemporáneo dentro de la plena fidelidad a la Iglesia y al Papa” Es doble la contribución que Chiara, según el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Parolin, ofreció a la Iglesia: el haber profundizado y vitalizado el “perfil mariano constitutivo de la Iglesia tanto como el apostólico” y el fuerte e innovador llamado a la unidad– “Que todos sean uno para que el mundo crea”- construido y hecho posible desde el “secreto” del amor recíproco, la “regla de oro” que el mismo Jesús nos enseñó cuando nos dice “no hacer a los otros lo que no quisieras que te hicieran a ti”. Fuente: Vatican News
Al cristiano no le está permitida la desesperación; no se le consiente el abatirse. Pueden caer sus casas, perder sus riquezas: él se levanta, y sigue luchando, sigue luchando contra cualquier adversidad. Las personas perezosas, acurrucadas en costumbres fáciles y cómodas, se asustan ante la idea de la lucha. Pero el cristianismo existirá mientras exista la fe en la resurrección. La resurrección de Cristo, que nos inserta en Él y nos lleva a participar de su vida, nos obliga a no desesperar nunca. Nos da el secreto para levantarnos después de cada caída. La Cuaresma es – y debe ser- también un examen de conciencia, a través del cual podemos contemplar las sombras que bullen en el fondo de nuestra alma y de nuestra sociedad, donde se esconde la miseria de un cristianismo que en muchos de nosotros se ha vuelto una costumbre, desganado, como un velero sin viento. La Cuaresma nos prepara para la Resurrección de Cristo, motivo de renacimiento de nuestra fe, esperanza y caridad: victoria de nuestras obras sobre las tendencias negativas. La Pascua nos enseña a vencer las pasiones fúnebres, para renacer. Cada uno de nosotros renace, en unidad de afectos, con el prójimo, y cada pueblo a través de obras coherentes, que nos establecen en el Reino de Dios. Esto se traduce en una constitución social, a través de una organización que con una autoridad, leyes y sanciones, actúa por el bien de las personas y llega al cielo, desde la tierra. Y se modela según el orden divino. Su ley es el Evangelio, y esto significa la unidad, la solidaridad, la igualdad, la paternidad, el servicio social, la justicia, la racionalidad, la verdad, la lucha contra la opresión, contra la enemistad, el error, la estupidez… Buscar el Reino de Dios es por lo tanto buscar las condiciones más felices para la expresión de la vida individual y social. Y se comprende: donde reina Dios, el hombre es el hijo de Dios, un ser de infinito valor, y trata a los otros hombres y es tratado por ellos como un hermano, y hace a los otros lo que quisiera que los otros le hicieran a él. Y los bienes de la tierra son fraternalmente puestos en común, y circula el amor con el perdón y no existen barreras, que no tienen sentido en la universalidad del amor. Poner el Reino de Dios como finalidad, significa, pues, elevar la meta de la vida humana. El que pone el reino del hombre en el primer lugar, persigue un bien sujeto a rivalidades y protestas. En cambio el objetivo divino pone a los hombres por encima del de sus peleas y los unifica en el amor. Después, en esa unidad, en esa visión superior de las cosas de la tierra, también la tarea de “qué comer” , “cómo vestirse” y “cómo ser feliz” toma la justa dimensión, se colorea con un sentido nuevo y se simplifica en el amor, se posee la plenitud de la vida. En este sentido, también por nosotros, Cristo ha vencido el mundo. Igino Giordani, Le feste, S.E.I. (Società Editrice Internazionale), Torino, 1954, pp. 110-125.
Cada preocupación en Dios Hemos aprendido a dejar todas las preocupaciones en Dios. Cuando me internaron, fue la ocasión para reforzar las relaciones de amor en la familia y para crearlas con personas desconocidas. El hospital y la terapia eran muy costosas, no sabíamos cómo hacer para comprar leña para la calefacción y para pagar la matrícula de la escuela. Después de algunos días de suspensión, alguien fue instrumento de la providencia de Dios, y nos hizo llegar la suma necesaria. R. – Serbia “Don nadie” Como director general de una empresa de salud, me consideraban sospechoso de haber pagado un soborno por una consultoría importante. Sin ninguna explicación por parte de la Procuraduría, me obligaron a suspender todo tipo de actividad laboral de carácter público o privado y de un momento a otro me convertí en un “Don nadie”. Todo a mí alrededor se movía como si yo fuera culpable. Sentí la muerte dentro de mí, y la deseé fuertemente. Parecía que Dios había desaparecido. Mi único apoyo era la cercanía de una persona querida: «Jesús abandonado te ha querido semejante a Él. La prueba pasará pero en tu alma quedará la riqueza de tu amor por Él». Después de ocho años de desierto y angustia reconocieron mi inocencia. Esos momentos de infierno se convirtieron en la más fantástica y rica experiencia de mi vida. M.B. – Italia Creer fuertemente He experimentado lo que significa la frase de Jesús: «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo». Nuestrod hijos aún estudiando, y mi esposo, el único que tenía un ingreso en la familia, se quedó sin trabajo. Uno de ellos no podía presentarse a rendir un examen porque no tenía el dinero necesario. Creí fuertemente que Dios se encargaría. Ese mismo día me regalaron la suma que se necesitaba. Y.– Croacia ¡Oigo! Desde hace muchos años nuestro hijo tiene problemas con el oído y para curarlo nos trasladamos a otro país. Me puse a buscar trabajo y a dedicarme al prójimo, y el peso se volvió más ligero. Necesitaba exámenes especializados Providencialmente, en lugar del mes de espera previsto, ¡fue suficiente sólo una semana! Así mi hijo pudo empezar el tratamiento. Poco después una empresa de logística y transporte me llamó para un empleo. Después de una semana de tratamiento, mientras le ponía unas gotas, mi hijo dijo: Papá, ¡de este oído escucho! S.- Italia Ojos tristes Acababa de salir de casa. Se me acercó un hombre, sucio, con los ojos inmensamente tristes. Fue uno de esos momentos en los que se piensa que no es posible cambiar el mundo y asumir sus problemas. Pero esos ojos me miraban sólo a mí. “Hace tres días que no como”, me dijo. Le pedí que esperara y corrí a la casa a calentar algo ya listo. Después regresé donde él. Devoró todo en un instante. Entonces lo invité a la cafetería de la esquina. La gente me miraba un poco sorprendida. Pedí un café y cuatro croissant, tres para él y uno para mí. Pero mi amigo los devoró todos. Me contó su historia de dolor y sufrimiento. En un momento me vino la duda si todo era verdad, pero lo importante era escucharlo. No podía parar de hablar. Otro café, otra leche, gasto mi poco dinero. Le doy la dirección de un lugar para personas que viven en la calle. «Es la primera vez que alguien se interesa por mí, voy a ir, me dijo Despertarme esta mañana tenía sentido». (Tomado de Urs Kerber, “La vida se hace camino” – nuestra traducción).
Si tienes entre 16 y 29 años de edad puedes dar un aporte a la próxima Reunión pre-sinodal, que tendrá lugar en Roma del 19 al 24 de marzo. ¿Cómo? A través del sitio www.synod2018.va. Desde el sitio es posible inscribirse en el grupo de Facebook, en uno de los 6 idiomas previstos. Dentro de estos grupos sus miembros tendrán la posibilidad de dar su proprio aporte sobre los temas que proponen las preguntas –que servirán para “relanzar” el debate de los jóvenes presentes en Roma-, cada una está vinculada con un hashtag. Al final, con base en estos aportes se redactará un documento final, que exprese el punto de vista de los jóvenes y las propuestas que han emergido, el cual será presentado a los Padres Sinodales que se reunirán en Asamblea en octubre 2018 para abordar el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
«En tu día, mi Dios, iré hacia ti… iré hacia ti, mi Dios (…) y lo haré con mi sueño más loco: llevarte el mundo en mis brazos». Con esta cita del teólogo Jacques Leclercq inició el discurso de Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares, con ocasión del evento “El gran atractivo del tiempo presente”. «Todavía hoy estamos admirados por la profecía social de esta mujer extraordinaria que, con su ideal del «Ut omnes» (Jn 17,21), desde su Trento llegó a todo el mundo». A partir de la historia del protagonista de una fábula, que convive con otros personajes pensados pero después descartados por los autores de los cuentos, que estaban destinados a vivir en otro planeta, Morán reflexiona sobre el papel de los profetas: «Ellos son más grandes cuanto más pequeños son, o parecen ser a los ojos de los hombres. Descartados por los hombres, ridiculizados, a menudo asesinados, son predilectos de Dios para cumplir lo que ningún otro es capaz de hacer. Los profetas, de hecho, son los pequeños de Dios: he aquí su grandeza, aunque a menudo, parece que viven “en otro planeta”. Como sabemos, la palabra “profeta” viene del griego e indica no tanto el que predice el futuro sino el portavoz, el mensajero de Dios. En la Biblia existen también las profetisas. Los profetas de Israel hablan al pueblo en nombre de Dios; y todo puede ser objeto de su palabra, porque la Palabra de Dios no tiene límites. (…) La vida de Chiara tiene también sabor de profecía. Pero no se puede comprender el carácter profético de su persona prescindiendo del contexto histórico en el que nació y vivió, y de su participación en los destinos de la humanidad: su nacimiento en el Trentino, en aquella época una periferia existencial de gran significado histórico y social, la experiencia de la pobreza, el drama de las guerras mundiales. En medio de los acontecimientos de su tiempo –que evocan precisamente la historia de los profetas, pero también la sabiduría bíblica y la apocalíptica– he aquí que se manifiesta en ella un carisma particular, el carisma de la unidad, que la lleva a aspirar claramente y decididamente a la fraternidad universal». Morán subraya que en algunos de los apuntes de Chiara, de diciembre de 1946, «se pueden captar los puntos fundamentales de la profecía social de Chiara Lubich. Chiara, de hecho, no fue una reformadora social, como no lo fue Jesús. El sueño de Chiara, en efecto, tiene una orientación más alta y más profunda, va al fundamento antropológico y teológico de cada reforma social. Es la fraternidad universal y la unidad como la pensó el Hombre-Dios, Jesús».«La pequeña comunidad de Trento que se fue formando alrededor de la fundadora de los Focolares y que todos los meses crecía cada vez más viviendo literalmente lo que se relata en los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 42-48)» es la primera obra social puesta en movimiento por el primer grupo de focolarinas. La comunidad, explica Morán, «vivían la comunión radical de los bienes y se dedicaba a asistir a los pobres y a la multitud de damnificados que el conflicto había dejado a sus espaldas. Esta raíz nunca se ha perdido, al contrario, es la fuente inspiradora de todas las acciones y proyectos sociales realizados en todos estos años por ella y por los que habiéndola seguido, han hecho propio el Ideal de la unidad. En todo ello se evidencia el genio humano y eclesial de Chiara». También nosotros, prosigue Morán, «también nosotros tenemos delante una historia. Chiara es esa autora que nos ha rescatado del anonimato para hacernos protagonistas de un sueño; todos protagonistas, sin excluir a nadie». Citando a Guislain Lafont, el gran teólogo dominico quien, resumiendo la filosofía práctica del Papa Francisco habla del “principio de la pequeñez” («la salvación viene más bien de abajo que de arriba») Jesús Morán concluye diciendo: «Chiara supo proyectar magistralmente este “principio de la pequeñez” en el compromiso de verdadera renovación social que ha sido capaz de desencadenar con y desde el paradigma de la unidad. Ésta es su grandeza».
“Cinco años de pontificado luminosos y profundos”: lleno de alegría y de profunda gratitud fue el augurio que María Voce dirigió al Papa Francisco, también a nombre de las comunidades del Movimiento esparcidas en todo el mundo. En una declaración le aseguró el renovado compromiso de “llevar el anuncio del Evangelio a los hombres y mujeres en las más variadas condiciones de la vida humana”. “Nos sentimos privilegiados de poder vivir en este tiempo en donde el Espíritu, a través de Usted, llama a la Iglesia a una doble acción – continua la presidente de los Focolares –: el regreso a una vida profundamente evangélica y una nueva atención a los signos de los tiempos, que nos invitan a todos los cristianos a ir hacia los hombres y las mujeres en las más variadas condiciones de la vida humana. Y el Papa con sus gestos y sus palabras es el ejemplo más atractivo. En este camino fascinante sépanos fielmente a su lado en el renovado compromiso de colaborar con todas nuestras fuerzas al anuncio de un Dios que ama el mundo hasta morir. Le aseguramos todo nuestro afecto y nuestra oración”.
Nuestro nuevo perfil de Facebook en portugués está activo: Facebook em Português | @ focolare.org.pt Al igual que con otros idiomas, el perfil de Facebook en portugués también propondrá, todos los días, la “Frase del día”, la Palabra de vida, artículos publicados en la página Web, pero también información, noticias y eventos, especialmente los de Portugal y Brasil, con la posibilidad de interactuar con muchas personas que creen en un mundo más fraterno y solidario. Invita a tus amigos a visitarlo y seguirlo. ¡Difunda tu también ideas y valores que contribuyan a la construcción de un mundo más unido!
El modelo de nuestras relaciones interpersonales y sociales es el amor trinitario. Dios, aun siendo Uno, no es solo, sino que es una realidad de amor que habla de pluralidad, es el modelo de toda convivencia humana: relaciones sociales a imagen de la Trinidad. Una expresión de estas relaciones puede ser la ciudad que Chiara Lubich siempre ha mirado con un interés especial. Cada ciudad tiene una “vocación”, un designio específico que puede llegar a ser un don, una nota en la sinfonía del conjunto. Es con esta mirada que ella, en sus muchos viajes, o al acoger los numerosos galardones y ciudadanías honorarias, quiso descubrir y dar a conocer el alma de cada ciudad. Quizás también por eso siempre deseó ver realizadas pequeñas ciudadelas, talleres de convivencia humana, bocetos de un mundo unido, testimonios de cómo podría ser la sociedad si estuviese basada en el amor recíproco del Evangelio, en la fraternidad vivida. Son veinticinco las ciudadelas del Movimiento presentes en todos los continentes, en los más variados contextos sociales y culturales, como en los Estados Unidos, en Camerún, en Filipinas, Alemania, Brasil, Argentina, etc. Chiara Lubich es la inspiradora, y ha seguido e iluminado sus desarrollos. El prototipo de ellas es la ciudadela internacional de Loppiano, en Toscana, que tendrá la alegría y el honor de recibir el próximo 10 de mayo la visita del Papa Francisco.
Mirándolas, Chiara las definía como un “plano inclinado” hacia quien sufre por la duda, la incertidumbre, la falta de futuro. Decía que a todos, este modelo de ciudad, «da seguridad y esperanza. Es una mano tendida hacia quien, hoy, busca la felicidad en modo errático, en la droga, en el erotismo, en la riqueza… Dice a todos y demuestra que la verdadera y perfecta alegría está en seguir a Jesús. Ilumina a quien sufre por distintas formas de falta de unidad, en la familia o en el propio ambiente, porque las ciudadelas ofrecen el ejemplo y el secreto de la unidad. Desarman a quien se ve tentado por la violencia en cualquier campo, porque demuestran, con el ejemplo, con la internacionalidad de sus habitantes, que es con la mansedumbre, fruto del amor, que se puede conquistar el mundo». Quien visita estas ciudadelas encuentra una casa, una familia, una madre: ¡María! Es Ella quien forma y da un toque mariano a la vida social de todo el Movimiento de los Focolares. En el Magníficat Chiara siempre nos ha indicado un programa de vida y de acción: «La “magna carta” de la doctrina social cristiana que inicia allí donde María canta: “derribó a los potentes del trono, elevó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías”. Lo hemos experimentado desde un inicio del Movimiento y todavía ahora: existe quien pone en común joyas, terrenos, bienes de todo tipo, quien pone en común sus necesidades. Eligiendo un estilo de vida sobrio, nos ayudamos entre todos a tener lo necesario. En el Evangelio está la más alta y arrolladora revolución. Y quizás está en los planes de Dios que también en esta época, comprometida en la solución de los problemas sociales, sea la Virgen quien nos dé a todos los cristianos una mano para edificar, consolidar, erigir y mostrar al mundo una sociedad nueva que sea el eco potente del Magníficat». Quisiéramos que la comunión de bienes entre las personas y las familias se extendiera a las ciudades, los Estados, los pueblos, los continentes, para abrir camino a la civilización del amor.
El congreso internacional “Nature breaks limits” (“La Naturaleza rompe los límites”) tendrá lugar en la Sala de Conferencias “I Gigli della Montagna” (“Los Lirios de la Montaña”), Avenida Monte Senario, 81 – Roma, Italia. Reflexionaremos juntos acerca de cómo los límites –geográficos, naturales, tecnológicos,…- pueden llegar a ser trampolines para un futuro sostenible del género humano y del ambiente terrestre. Para Informaciones:EcoOne online
Al concluir los Juegos Olímpicos Invernales con una grandiosa ceremonia inaugural se abrió la XII edición de los Juegos Paraolímpicos Invernales. Los juegos iniciaron el pasado 9 de marzo, en Pyeong Chang y se prolongarán hasta 18. Tal como han acordado los Comités Internacionales, los Juegos Paraolímpicos se realizan cada cuatro años, en la misma ciudad de los Juegos Olímpicos Invernales, con la participación de atletas con discapacidad física. Como subrayó el Papa Francisco, si «el deporte puede tender puentes entre países en conflicto y dar un válido aporte a perspectivas de paz entre los pueblos», los Juegos Paraolímpicos «testimonian con mayor evidencia que a través del deporte se pueden superar las propias discapacidades» gracias al «ejemplo de valentía, de constancia, de tenacidad en el no dejarse vencer por los límites» que ofrecen los atletas. «El deporte se presenta como una gran escuela de inclusión, pero también de inspiración para la propia vida y de compromiso para transformar la sociedad». Las primeras Paraolimpiadas Invernales tuvieron lugar en Suecia en 1976. Como para los Juegos de verano, deben su existencia a la tenacidad de algunos médicos, especialmente al inglés Ludwig Guttmann, quien desarrolló una metodología de vanguardia, para ayudar a los veteranos sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial a encontrar en el deporte competitivo una oportunidad para restablecerse y hallar un lugar en la sociedad.
«También mi marido y yo estuvimos en el Congreso para parejas de voluntarios. Seiscientas personas, 14 idiomas. Un muestrario de sociedad, con participantes de los 5 continentes. Pero empecemos… del inicio. El primer día le di una mirada al programa. Sabía que el 3 de marzo, el Congreso felizmente coincidiría con el evento dedicado al décimo aniversario de la muerte de Chiara Lubich. ¿Pero los otros días? La vida de familia y de pareja, era la temática central, profundizada desde distintas perspectivas, con la guía de expertos. Estamos casados desde hace casi veinte años y tenemos dos hijos de 18 y 16 años. Superamos el “túnel” de las noches en vela, de los pañales y del prescolar. Concluimos la fase de la escuela primaria y secundaria, de los mapas que había que dibujar y de la historia antigua que había que aprender. Estamos navegando entre la adolescencia de nuestros hijos y nuestra experiencia de padres en busca de un presente sereno y un futuro que se presenta día a día. Un entramado de afectos, dificultades y carreras de obstáculos, estupor ante la novedad, dolor por los eventos tristes; a veces decepciones y mangas arremangadas para volver a empezar, pero también alegrías, pasión social, gusto por lo bello, apertura a las novedades y a los imprevistos, carreras de obstáculos entre los mil imprevistos de todos. En fin, una familia normal. Leo el programa y me entristezco un poco. La insistencia sobre temas de “pareja” me hace sentir un poco sofocada: ¿y el mundo? ¿La realidad de nuestro tiempo? ¿El arte, la cultura, las relaciones sociales? ¿Estaremos concentrados sólo “dentro”, analizándonos una y otra vez, después de tantos años? Soy una voluntaria, acostumbrada a mirar hacia “afuera” más que para “adentro”, a soñar en grande, a actuar en estrecho contacto con la realidad, con los esfuerzos de todos, tratando de ofrecer un aporte al mundo unido, como Chiara Lubich nos enseñó. El primer día me cuesta un poco empezar a “rodar”. Además mi esposo no está presente por compromisos de trabajo. En la noche, confieso, con mucho gusto me escapo para ir a la inauguración de una exposición en el Vittoriano, en el centro de Roma. Es mi forma de “oxigenar” la mente. Un poco desilusionada afronto el segundo día, esta vez en pareja. Trato de “resetear” mis pensamientos y entro en la dinámica, con todo mi ser. Descubro que mi esposo está haciendo el mismo esfuerzo. El cambiar de actitud nos permite seguir las distintas intervenciones con una mirada nueva. Es como si por primera vez recibiéramos las claves de lectura para renovar desde dentro “nuestro” sí, pronunciado hace tantos años, y nuestra familia, el ladrillito con el que nosotros componemos la sociedad, en este momento histórico. No puedo ser una buena mamá y profesional y dar mi pequeño aporte si no es a partir de mi relación con el primero y único compañero de mi vida, y a partir de la renovada unidad entre nosotros dos. ¡Así como una casa que sólo está en pie si sus fundamentos son profundos, sólidos, fuertes y sanos! El tercer día, todos juntos renovamos solemnemente nuestro “sí” para siempre, en el marco del Santuario del Divino Amor. No es un acto formal, sino sustancial y libre, con 598 testigos. En la tarde, mientras gradualmente se llena la sala que hospedará el evento del 10° aniversario, casualmente me siento junto a dos de los participantes. Una pareja que estuvo en el Congreso son nosotros. Todavía no los había visto. Intercambiamos pocas frases de presentación. Me entero que hace dos años perdieron un hijo. Me muestra su foto: un chico espléndido, con ojos claros y barba castaña. Tenía sólo 25 años, estaba en la flor de la juventud. Los ojos se me llenan de lágrimas. Descubro en esa mamá los rasgos de la Madre, representada por Miguel Ángel en la célebre Piedad. Es esta la familia. Un baluarte, una roca. Heroicos fundamentos de la sociedad, sin los cuales todo puede derrumbarse. Era necesario detenerse y enfocarse en la pareja. Ciertamente era necesario». Chiara Favotti
Señor, dame a todos los que están solos… He sentido en mi corazón la pasión que invade el tuyo por el abandono en que está sumido el mundo entero. Amo a todo ser enfermo y solo, hasta las plantas que sufren me dan pena…, incluso los animales solos. ¿Quién consuela su llanto? ¿Quién llora con ellos su muerte lenta? ¿Quién estrecha contra su propio corazón el corazón desesperado? Haz, Dios mío, que yo pueda ser en el mundo El sacramento tangible de tu Amor, de tus ser Amor: ser tus brazos, que estrechan a sí y convierten en amor toda la soledad del mundo. Chiara Lubich – Escritos Espirituales 1, Ciudad Nueva, Madrid, 1995. Pág. 35
Después de la solemne inauguración de la Cátedra Ecuménica Internacional Patriarca Atenágoras-Chiara Lubich el pasado 14 de diciembre en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano, con los mensajes de buenos deseos y estímulo del papa Francisco y del Patriarca Ecuménico Bartolomé I, los trabajos inician con una serie de lecciones del 5 al 27 de marzo sobre “La eclesiología de la Iglesia Ortodoxa”. Son co titulares S.E. Maximos Vgenopoulos, Metropolitano de Selyvria, y el prof. Piero Coda.La Cátedra, un unicum en el panorama académico y cultural internacional, ve la luz a 50 años del primer encuentro entre el Patriarca Atenágoras I y Chiara Lubich. Quiere revisitar y actualizar el legado de aquel encuentro, de acuerdo con lo que el Patriarca le dijo a Chiara: « ¡Es una gran cosa conocerse; hemos vivido aislado, sin tener hermanos, sin tener hermanas, durante muchos siglos, como huérfanos! Los primeros diez siglos de cristianismo fueron para los dogmas y para la organización de la Iglesia. En los siguientes diez siglos hemos tenido cismas, división. La tercera época, ésta, es la del amor». En el saludo de apertura pronunciado el 5 de marzo, Piero Coda, decano de Sophia, refiriéndose a la metodología específica del camino de estudio y de vida del Instituto, basada en el compromiso de vivir el amor recíproco según el mandamiento nuevo de Jesús, dijo: «Queremos prepararnos con competencia y estupor para ser servidores y testigos de un ecumenismo que brota del amor de la Santísima Trinidad, el principio, la forma y el objetivo de toda unidad en la riqueza y belleza de la diversidad. Solo de esta manera podemos recibir recíprocamente los dones que los unos ofrecen a los otros, recogiendo los inestimables tesoros de gracia custodiados por las Tradiciones de nuestras Iglesias. Solo de esta manera podemos colmar las distancias que aún nos separan con el amor. Solo de esta manera podemos enriquecernos mutuamente. Solo de esta manera podemos alcanzar, con la gracia de Dios, la plena y visible unidad». En el contexto de la crisis de los equilibrios políticos, sociales y religiosos en el Cercano y Medio Oriente y entre las dos orillas del Mediterráneo, la institución de la Cátedra adquiere una importancia cultural y social a nivel internacional, proponiendo la activación de laboratorios de estudio y de investigación para las nuevas generaciones. Sus objetivos específicos son estudiar la significación cultural, revisar las etapas históricas y ahondar en las implicaciones existenciales y sociales del camino ecuménico hacia la plena unidad de las Iglesias, en el intercambio de riquezas espirituales, teológicas y culturales del Oriente y del Occidente cristianos. Además, ofrecer un lugar e itinerarios de formación académicamente calificados para aquellos que deseen prepararse para ofrecer su propia contribución de pensamiento, diálogo y vida a la promoción de la unidad entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia católica al servicio del encuentro entre los pueblos y las culturas.
María Cecilia Perrín era una alegre chica argentina. Nació en Punta Alta (Buenos Aires) en 1957. Después de dos años de noviazgo, vividos intensamente con el deseo de poner bases cristianas sólidas en la familia que comenzaba, se casó con Luis en 1983. Dos años más tarde, mientras estaba embarazada, se le diagnosticó un cáncer. Con el apoyo del marido y de la familia eligió no seguir el consejo de un “aborto terapéutico”. Murió a la edad de 28 años, después del nacimiento de la hijita. Por su expreso pedido, sus restos descansan en la Mariápolis Lia (O’Higgins, Buenos Aires), lugar de alegría y esperanza. Su fama de santidad, el heroísmo en la aceptación de la enfermedad, el ejemplo de vida cristiana y las numerosas gracias recibidas por su intercesión, dieron comienzo, el 30 de noviembre de 2005, a la causa de su beatificación. María Orsola Bussone, nació en 1954 en Vallo Torinese, en el norte de Italia. Era una chica abierta, generosa, deportista. A la edad de 11 años participó con la familia en un encuentro del Movimiento parroquial en Rocca di Papa. Escribió a Chiara Lubich: «Quiero amar siempre, ser la primera en amar, sin esperar nada de nadie, quiero dejarme trabajar por Dios como Él quiere y quiero poner todo de mí misma, para que esto sea lo único que valga en la vida». El 10 de julio de 1970, a los 15 años participó como animadora de un campamento de verano organizado por la parroquia. Fue en esa circunstancia que murió fulminada por un rayo, cuando se estaba secando el pelo con el secador. Su fama de santidad se difundió. Mucha gente va a su tumba para invocar su intercesión. A través de su diario personal y sus cartas se conoce su profunda espiritualidad. A ella está dedicado el Centro parroquial en cuya construcción ella había colaborado. El 17 de diciembre de 2000 concluyó la fase diocesana de la causa de su beatificación. El 18 de marzo de 2015, el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto por el cual fue declarada Venerable. Margarita Bavosi,nació en 1841. Era la tercera hija de una familia acomodada de Buenos Aires (Argentina). Su vida fue feliz hasta los diez años, cuando de forma imprevista murió su mamá. El agudo dolor la impulsó a pedirle a la Virgen María que tomara su lugar. El encuentro con el Carisma de la Unidad y la respuesta a su deseo de santidad, la llevó a donarse a Dios en el focolar. Para todos ella es “Luminosa”. Vivió algunos años en Brasil, Argentina y Uruguay. Fue corresponsable del Movimiento de los Focolares en España. A los 40 años advirtió una inexplicable debilidad física, pero sólo después de tres años se llegó un diagnóstico preciso. Por la enfermedad no podía moverse, pero continuaba construyendo relaciones, tomando como propio el lema de S. Luis de Gonzaga “sigo jugando”. La noche del 6 de marzo de 1985, entre el asombro de los presentes, dijo: «Aquí estoy Jesús. He siempre tratado, en cada momento, de hacer todo delante de Ti». El 22 de noviembre de 2008 se cerró la fase diocesana de su proceso de canonización. A ella le fueron dedicados el Centro del Movimiento de los Focolares de Madrid y la Ciudadela internacional que está cerca de Nueva York. Renata Borlone nació el 30 de mayo de 1930 en Aurelia (Civitavecchia, cerca de Roma). Creció en una familia que no era practicante pero sí unida, y a los 10 años vio el estallido de la Segunda guerra mundial. Sedienta de verdad, la buscaba en el estudio. Se inscribió en la Facultad de Química. Era una apasionada de la Ciencia. A los 19 años se vinculó con la vida evangélica de algunas de las primeras focolarinas, que recién se habían instalado en Roma, y a través de ellas sintió con evidencia que ¡Dios es Amor! A los 20 años comenzó a vivir en el focolar y durante 40 años estuvo al servicio de la Obra de María, con funciones de responsabilidad en Italia y en el extranjero. Desde 1967 y durante 23 años estuvo en la Escuela de formación de Loppiano, en constante tensión a la santidad. A los 59 años le anunciaron una grave enfermedad, y los pocos meses que le quedaban de vida los vivió completamente abandonada en Dios. Aún en el sufrimiento transmitía alegría y sentimiento de lo sagrado y repetía hasta el último instante: “Quiero testimoniar que la muerte es vida”. El 27 de febrero de 2011 se cerró la fase diocesana de su proceso de beatificación. Chiara Favotti Ver también: Alfredo Zirondoli, “Luminosa siguió jugando. Perfil de Margarita Bavosi”, Cittá Nuova, Roma. Giulio Marchesi, Alfredo Zirondoli, “Un silencio que se transforma en vida. La jornada de Renata Borlone”, Città Nuova, Roma.
El evento comenzó con música, con poesía, con imágenes en movimiento, con coreografía, cantos, para darle un marco y acompañar los testimonios que se fueron relatando, en el año dedicado al recuerdo de la Fundadora de los Focolares, a los diez años de su fallecimiento. Más de dos mil personas procedentes de todo el mundo (se ve porque algunos estaban vestidos con sus trajes típicos), estaban presentes también algunas autoridades religiosas – en primera fila se veía al Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin- y personalidades del mundo de la cultura, de la comunicación y de diversas instituciones que participaron del evento. Tuvo lugar el sábado 3 de marzo, en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, cerca de Roma. Una celebración que fue definida por muchos, no una conmemoración, sino un festejo de la vida. Vida que nació del Carisma de la Unidad de Chiara Lubich en innumerables contextos del mundo, muy diversos, a menudo en territorios hostiles, en guerra, en zonas deterioradas, dando vida a obras de transformación social con timbre evangélico. Adriana es una artista brasileña: «No quería encerrarme en un taller. Chiara me dijo: elige a Dios, que es Quien te hizo artista». A partir del amor por los hermanos y la disponibilidad para involucrarse en un proyecto social en la favela de Pedreira, en el Sur de San Pablo, con el propósito de dar un techo a 500 familias en situación de pobreza extrema, renació para ella la posibilidad de hacer fructificar su propio talento de pintora. «Vine aquí – dice Adriana- para rendir homenaje a Chiara». Roberto y Maurizio, en Italia, inauguraron una pescadería, con el espíritu de la Economía de Comunión, porque «si la base de nuestro trabajo es la ganancia personal, ¿a quién le sirve? Nadie nos recordará por el dinero que tuvimos, sino por el bien que hicimos». María trabaja desde los 15 años en una escuela en la difícil periferia de París, de la cual, normalmente, los profesores se escapan para buscar otro trabajo, apenas pueden. «Esos niños deben tener las mismas posibilidades del que asiste a las principales escuelas de los mejores barrios de París». Letizia y su marido, empresarios, rechazan un importante ofrecimiento de trabajo arriesgando la quiebra de su empresa, con tal de no producir elementos para la industria bélica.
Y todavía más. Una pareja de sirios ofrece un testimonio a través de un video-mensaje: «No quisimos escapar de la guerra para no cerrar nuestra escuela para niños sordos. ¿A quién habrían podido acudir?». La voz y la intensa expresión de una actriz, transmite la historia de una niña filipina: escuchada en el Centro Social Bukas Palad (“con las manos abiertas” en idioma tagalog), en Manila: «Estoy agradecida, porque siendo pobre me he convertido en una persona especial, amada. Así comenzó mi renacimiento» Son sólo algunos de los frutos de la “intrínseca socialidad” del carisma de Chiara Lubich, como fue definido por el Copresidente de los Focolares Jesús Morán: «Chiara no fue una reformadora, su sueño apunta más arriba, al fundamento antropológico y teológico de cada reforma social: la fraternidad universal». La opción preferencial por los últimos – “rescatados del anonimato y convertidos en protagonistas”- caracteriza desde el inicio la historia de los Focolares.
Es María Voce, quien recuerda las premisas de una experiencia que llegó a 182 países del mundo, con frutos tangibles de fraternidad, como las 25 ciudadelas, “bocetos de mundo unido”, presentes en todos los continentes. Ella cuenta: en los años de la Segunda Guerra Mundial, «las primeras focolarinas no se median a la hora de correr de una lado a otro de Trento para llevar su auxilio a cualquiera que lo precisara. Invitaban a los pobres a almorzar en su casa y, poniendo el mantel más lindo que tenían, se sentaban alrededor de la mesa: una focolarina, un pobre, una focolarina, un pobre; les daban de comer como hermanos, no como benefactores. El Evangelio, que leían juntas a la luz de una vela en los refugios antiaéreos, que lo descubrían y vivían con la intensidad con la que irrumpe esta Luz, se revelaba como fuente de la más profunda transformación social» En la gran pared de la sala, que se había convertido en una pantalla cinematográfica, van pasando como parte integrante del relato, las imágenes en movimiento de una larga historia, que partió de un sueño: “el gran atractivo del tiempo moderno_ penetrar en la más alta contemplación y permanecer mezclados entre todos, hombre junto al hombre”. En todos los países del mundo, donde Chiara Lubich será recordada, este sueño hoy se renueva. Chiara Favotti
“Sociological Imagination and social promotion: the category of “Love” to read the changes taking place and imagine new future” (“Imaginación sociológica y promoción social: la categoría del amor para hacer una lectura de los cambios en curso e imaginar nuevos futuros”) es el título del Congreso.Es promovido por el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Estudios de Salerno y el research network Social-One, con el patrocinio de la Sección de Teorías Sociológicas y Transformaciones Sociales de la Asociación Italiana de Sociología (AIS) y en colaboración con Universidades de Recife (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Roma y Trieste (Italia) y el Instituto Universitario Sophia (IUS) de Loppiano (Italia). El objetivo del encuentro es sondear todas las perspectivas de análisis y de acción suscitadas por la categoría de la “acción agápica” en el ámbito de las disciplinas sociales y humanas, en la hipótesis de que dicho concepto pueda ofrecer nuevas claves de lectura y perspectivas de intervención para la promoción de una sociedad plural basada en la equidad, la inclusión y el diálogo. En los varios paneles se presentarán los aportes y testimonios que conjugan teoría, investigación y acción. Para información:Social-One onlineInvitación
Con este volumen de Manuel María Bru, Asombro y empatia, la editorial Ciudad Nueva da inicio a una interesante colección: Nueva Evangelización. Coeditada junto a la Delegación Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, busca ofrecer una herramienta de formación para catequistas, educadores y toda persona deseosa de vivir la fe de manera consciente, responsable y abierta al diálogo con una sociedad cada vez más plural. ¿Estaremos a la altura de una evangelización que realmente sea nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones, como quería san Juan Pablo II?, ¿de una catequesis renovada, más esencial, más mistagógica y más inculturada con el hombre de hoy, sobre todo con las nuevas generaciones? En nuestras manos está el intentarlo, a sabiendas de que, como nos dice Francisco, más vale «una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a sus propias seguridades» (Evangelii gaudium, 49). Acceso a las primeras páginas del libro.
Una semana de trabajo para conocer de cerca la realidad de los chicos y de los jóvenes de todo el mundo, sus ambiciones, esperanzas, temores, expectativas y para escuchar su voz. Saldrá un documento compartido, que confluirá, junto con los otros aportes que han llegado, al “Instrumentum laboris” en vista del Sínodo de octubre, definido por el Papa como “no sobre, sino de los jóvenes”. «En esta reunión pre-sinodal –explicó el Secretario General del Sínodo, el Card. Lorenzo Baldisseri – trataremos de comprender mejor lo que piensan de sí mismos y de los adultos, cómo viven la fe y qué dificultades encuentran para ser cristianos. Cómo planifican su vida y cuáles problemas encuentran en el discernimiento de su vocación; cómo ven a la Iglesia hoy y cómo la querrían ver». Estarán presentes católicos, de otras confesiones cristianas y de otras religiones, representantes de asociaciones y Movimientos, pero también no creyentes, y personas provenientes de situaciones precarias como la cárcel o la drogadicción. Stella Marilene, de 24 años, y Nelson, de 29 años, del Movimiento de los Focolares, participará en el trabajo (con ellos estará también Noemi Sánchez, una joven de Paraguay). Mientras con emoción esperan que llegue el día, nos reunimos con ellos en el Centro Internacional de los Gen, donde se está trabajando intensamente para las citas mundiales del 2018:el Sínodo de octubre y el Genfest de Manila en julio.¿Cuál esla situación de los jóvenes de su país? «En El Salvador –responde Nelson- la situación general de los jóvenes es distinta dentro y fuera de la ciudad. Fuera, la vida es más difícil, no hay servicios, la educación está garantizada sólo hasta la escuela primaria. A pesar de ello los jóvenes tienen grandes aspiraciones y una mayor determinación a realizar sus sueños». «En Burundi – explica Marilene – estamos viviendo una grave crisis política. La desocupación es alta y también la incertidumbre ante el futuro. A menudo los jóvenes abandonan el país para buscar otras perspectivas». En la Reunión, cuentan, tendrán la tarea de ser facilitadores lingüísticos para el español y el francés. «Será nuestro “granito de arena”, un pequeño aporte – explica Nelson – pero lo haremos con todo el corazón». Y Marilene agrega: «A través del sitio oficial del Sínodo y de las redes sociales conectadas, todos los jóvenes, aún aquéllos que no estarán en persona, podrán participar a distancia, hacer escuchar su voz y enviar propuestas». A propósito de comunicación, más allá de los temores con los que a menudo los adultos miran a los jóvenes, por el riesgo de salirse de la “realidad” y sumergirse en el mundo virtual, ¿qué significa para ustedes comunicar? «Los tiempos han cambiado –responde Nelson- estamos sumergidos en la tecnología, que efectivamente ayuda a acortar las distancias. Pero tenemos que tratar de hacerla lo más humana posible. El celular y la Tablet nos acercan, pero comunicarnos “cara a cara” con quien realmente tenemos delante es otra cosa. En esto, nosotros los jóvenes podemos dar el primer paso». «Para alcanzar una comunicación auténtica tenemos que pensar en “qué” comunicamos», subraya Marilene. En su mensaje para la jornada de la juventud, que se cerrará la Reunión pre-sinodal el Papa Francisco hace referencia a los “temores” de los jóvenes. «A menudo los jóvenes tienen miedo de ir adelante, de hacer elecciones definitivas. Personalmente – explica Marilene – yo trato de vivir la voluntad de Dios en el momento presente. Cada uno tiene su historia y yo me confío en Él con confianza». Y Nelson: «En un mundo tan materialista, a menudo el mensaje que los adultos pasan a los jóvenes es que estudien, trabajen, ganen, que se compren una linda casa. El diálogo entre la primera y la segunda generación es importante, pero no debe destruir los sueños. Juntos, nuestra energía y su sabiduría pueden hacer mucho». Ser escuchados significa asumir la responsabilidad. «Es una gran responsabilidad ser portavoces de los jóvenes. Es una oportunidad que nos ofrece la Iglesia, que quiere dialogar con todos, no sólo con los católicos. En esto nosotros, los gen, podemos ofrecer nuestra experiencia, porque ya hemos empezado a caminar juntos, cristianos, fieles de otros credos y también no creyentes. Por eso renuevo el llamado a todos los jóvenes: ¡participen! Hagamos que se escuche nuestra voz». Chiara Favotti
https://vimeo.com/258422297 Hemos preguntado a María Voce de qué modo Chiara Lubich sigue inspirando su vida. La presidente del Movimiento de los Focolares da un pequeño adelanto de su intervención y explica que – como decía Chiara – María, Madre de Dios, es la forma y el modelo de toda acción social en el Movimiento. Maria Voce: Veo a Chiara siempre a mi lado, no con los ojos naturalmente, pero la siento presente siempre, realmente. A veces me preguntan: ¿Tú te inspiras en lo que Chiara dijo? Verdaderamente digo: no. No me inspiro en lo que Chiara dijo; me inspiro en ella y me pregunto: ¿Qué diría Chiara ahora? ¿Qué haría Chiara ahora? ¿Qué respuesta inventaría para este problema que se le presenta? Trato de escuchar al Espíritu Santo, intento hacerlo con la misma atención y profundidad que lo hacía ella, y reacciono. Chiara nos decía que conoció a María de un modo muy especial cuando descubrió su grandeza como Madre de Dios. Descubrió así una María que – como ella misma decía –no había conocido nunca antes: no era la jovencita o la niña pura de Nazaret, o la sencilla mujer de su casa, sino una María grande, una María tan grande que Dios la eligió para ser madre de su Hijo, del Verbo hecho carne, por tanto, de Dios mismo. Y esta María, que le ha gustado a Dios por su humildad, puede darle gloria por lo que obra en Ella, y en Ella realiza esas cosas grandes que Dios quiere obrar como son: la igualdad de todos los hermanos de la familia humana, la distribución justa de las riquezas de este mundo, que todos puedan beneficiarse de los bienes que Dios creó para todos, que todos se reconozcan hermanos entre sí; María sabe hacer esto porque es madre. Pienso que las características de estas obras sociales que nacen del carisma de Chiara tienen precisamente la particularidad de estar hechas por una madre que ama a todos sus hijos, para los que desea el máximo bien y, en primer lugar, quiere que todos se unan entre ellos, que estén unidos por el amor recíproco y que sea este amor el motor de sus relaciones sociales. En fin, una nueva sociedad animada por el amor evangélico con una madre que es Ella, María.
« He aquí el gran atractivo de nuestro tiempo: penetrar en la más alta contemplación y permanecer mezclado con todos, hombre entre los hombres. Diría aún más: perderse en la muchedumbre para impregnarla de lo divino, como se empapa un trozo de pan en el vino. Diría aún más: Hechos partícipes de los designios de Dios sobre la humanidad, trazar sobre la multitud estelas de luz y, al mismo tiempo, compartir con el prójimo la injuria, el hambre, los golpes, las breves alegrías. Porque el atractivo del nuestro, como el de todos los tiempos, es lo más humano y lo más divino que se pueda pensar, Jesús y María: el Verbo de Dios, hijo de un carpintero, la Sede de la Sabiduría, ama de casa» Chiara Lubich (Del libro Escritos Espirituales/1 pág 27)
Recomenzar de cero Mi padre nos abandonó cuando yo era muy chico. Mi madre sufrió una severa depresión y comenzó a beber. Fui educado por mi abuela materna. Cuando mi madre falleció, yo era adolescente y alimentaba dentro de mí un deseo de venganza. Casi enseguida conocí a una joven que me introdujo en su comunidad parroquial. A través de estas personas, poco a poco descubrí a Dios, la vida interior y reencontré la paz y el equilibrio. Cuando me casé, podía decir que esa comunidad era mi familia. Un día, en el lugar donde trabajaba, llegó un hombre que se presentó como mi padre. Él estaba desolado y tenía miedo de mi reacción. A pesar de la sorpresa, lo recibí cálidamente, le hablé de nuestra hija recién nacida y lo invité a casa. Después de una semana vino junto con su compañera. Mi esposa y yo los recibimos con gran alegría y afecto. Más que abuelos, ellos nos parecían dos hijos adoptados. Desde ese momento la vida de nuestra familia cambió, y también la de ellos. El pasado es como si no existiera. Existe sólo la voluntad de recomenzar desde cero. P.P. – SerbiaLa caricatura Un compañero dibujó mi caricatura; la fotocopió y después la repartió por toda la escuela. ¡Me hubiera gustado pegarle! Después decidí acercarme a él y hablarle con calma. Es más, le propuse que viniera a mi casa, que podíamos hacer juntos las tareas escolares y después ir a ver una película. Cuando me preguntó por qué había reaccionado de ese modo, le respondí que había aprendido a ver a Jesús en cada prójimo, sabiendo que todos nos podemos equivocar. Sorprendido, quiso saber más. Ahora también él trata de poner en práctica las palabras del Evangelio. Daniel – BrasilLa humanidad de Jesús Los primeros síntomas de mi enfermedad, una esclerosis múltiple, aparecieron cuando mi esposa Susi esperaba a nuestra hija Tecla. Yo, que estaba acostumbrado a trabajar, a hacer deporte y me encontré que tenía una dificultad cada vez mayor para hacer las cosas, para moverme, hasta llegar a la total inmovilidad. Sin embargo, desde el comienzo de la enfermedad, advertí en mí, un despertar a una sed de valores verdaderos. Ya pasaron muchos años desde aquella época. Estar enfermo, ver que las piernas no responden más, depender de los demás en todo, sufrir, conocer la humillación, sentirme distinto. Todo esto lo he experimentado. Pero el sufrimiento me ha ayudado a comprender mucho más que antes la “humanidad” de Jesús. Renato – ItaliaLa florista Era una tarde muy fría. Una aciana florista trataba de vender sus flores. Tenía encima una vieja frazada y parecía resignada a ver pasar a la gente, apurada e indiferente. Pensé que si estuviera en su lugar desearía tomar algo caliente. No había ninguna cafetería cerca, pero encontré a un joven que vendía postres dulces caseros. Compré uno para la señora. Cuando lo recibió me agradeció, sin decir muchas palabras, con la emoción en los ojos. Retomé mi camino, sintiendo durante mucho tiempo su mirada. Szidi – Rumania .
La nueva página web está renovada en la gráfica y en la configuración, aparece en dos idiomas (inglés e italiano) y expresa la vocación del Instituto Universitario Sophia de convertirse en una realidad cada vez más global. Y no solamente por la naturaleza multidisciplinaria de sus trayectorias de estudio y por la comunidad cosmopolita de estudiantes y docentes que la integran, sino también por la apertura, próximamente, de dos nuevos polos formativos que se agregarán al ateneo de Loppiano (Florencia, Italia). Desde hace diez años (fue en 2008 la inauguración del primer curso, precedido durante años de experimentación e investigación) Sophia ha llevado adelante el diálogo y la interacción entre los diversos campos del conocimiento, un método innovador para superar la fragmentación, la abstracción y el aislamiento de los diversos ramos del conocimiento. Con el objetivo de proveer a una visión abierta a las diversas disciplinas y a la posibilidad de confrontar y combinar sus contenidos, métodos y resultados. Al día de hoy, han pasado por las aulas de Sophia 450 estudiantes y docentes, procedentes de 50 países de 4 continentes.Conoce la nueva página
El 14 de marzo de 2018 es el décimo aniversario de la muerte de Chiara Lubich. Las comunidades del Movimiento de los Focolares, presentes en todo el mundo, celebran este aniversario con muchas iniciativas, focalizadas en la acción del carisma de la unidad como motor de cambio social. El 3 de marzo, en Seúl, Corea, una conferencia en el María Hall del Hospital de la Universidad Católica, previstos 800 participantes. En Goma, República Democrática del Congo, el 11 de marzo jornada sobre “María: un ‘sí’ que cambia la sociedad”. También el 11 de marzo en Chicago, EE. UU., conferencia sobre “Chiara Lubich: una vida de diálogo por la paz”. En Florencia, Italia, el 17 de marzo, una conferencia en el Salón Cinquecento del Palazzo Vecchio sobre “Conocimiento plural”. En Chiang Mai, Tailandia, el 18 de marzo, una jornada multiétnica de acción social en una aldea tribal. En Chisinau, República de Moldova, el 24 de marzo jornada sobre “Chiara Lubich y las obras sociales”. Estas son algunas de las cientos de iniciativas planificadas. El evento artístico programado en el Centro de Mariápolis, en Castel Gandolfo, Roma, el 3 de marzo dará una visión general de 360º sobre el rostro social del carisma de Chiara Lubich, con 2.000 participantes de los cinco continentes. Estará presente el cardenal Pietro Parolin, secretario del Estado Vaticano y personalidades del mundo de la cultura, de la comunicación y de las instituciones. El evento se puede seguir a través de Internet con traducción en inglés, español, portugués, francés e italiano (http://live.focolare.org/chiaralubich/). Para Chiara, el gran atractivo de nuestro tiempo era «penetrar en la más alta contemplación y permanecer mezclado con todos, hombre entre los hombres» . Sergio Zavoli, vinculado a ella por un profundo conocimiento y amistad, la definió como una mística de la unidad entre el cielo y la tierra, afirmando que Chiara obra un punto de inflexión en la mística trinitaria: «Dejar que Dios more en la intimidad de la propia alma se convierte en hacerlo vivir entre los hombres en la comunicación – repito sus palabras – del Dios en mí con Dios en el hermano. El pensamiento de Chiara Lubich, no porque sí, nos llama a hacer cuanto esté a nuestro alcance para recomponer los fragmentos de lo indivisible, es decir el hombre, y recomponer las fracturas de lo compartido, es decir, la comunidad» . El cambio social derivado de esto, ha dado lugar, desde el comienzo de la experiencia de la Lubich en su ciudad natal de Trento, a iniciativas con una fuerte impronta social. Hoy encontramos en todo el mundo, encarnadas con las características propias de cada región y cultura, acciones y obras nacidas para ayudar a resolver situaciones específicas de necesidad de personas, grupos, comunidades (ver enlace). Maria Voce, ante la pregunta ¿dónde deben concentrarse hoy los Focolares, a 10 años de la muerte de la fundadora?, a: «mantener absolutamente la unidad con la fuente que es Chiara, por tanto, la fidelidad al carisma original así como ha sido transmitido; el retorno a la vida de los primeros tiempos para descubrir esa radicalidad, esa totalitaridad que aún hoy se requiere, tal vez mucho más. Desarrollar el Movimiento para que sea aquel instrumento que Dios ha pensado para llevar esta espiritualidad de comunión al mundo, para construir la unidad de la familia humana. Profundizar el conocimiento y la transmisión, en términos accesibles a todos, del gran carisma que Dios le ha dado a Chiara y que no solo tiene aspectos espirituales sino también aspectos doctrinales, sociales y políticos que pueden influir en todos los campos» . Maria Voce no esconde que hoy la visibilidad de la incidencia del Movimiento de los Focolares en las realidades humanas y sociales, aunque es buena, «todavía está demasiado localizada», y luego afirma: «Creo, sin embargo, que esta visibilidad deba ser más efectiva y extensa: quizás el Movimiento tenga que ser más conocido también a nivel mundial, porque estamos presentes en casi todos los países, pero quizás esto aún no se ha expresado lo suficiente. Será algo que vendrá con la vida: mientras más vivamos, más podremos incidir y ser visibles» . Fuente: SIF
3 de mayo. Desde las 16 hasta las 19 hs. (CET). Sigue la transmisión en vivo: http://live.focolare.org/chiaralubich En inglés, francés, español, portugués y alemán.
Es cierto que María, o mejor dicho la Teología y la devoción mariana, han sido algunas veces un obstáculo para la reunificación del cristianismo. No obstante, se observa en la actualidad, un clima de diálogo y un deseo de comprensión mutua. Hay una renovada atención al discurso bíblico sobre María. Emerge en algunos grupos cristianos la conciencia de que María, además de ser una buena compañera en el viaje de la fe, es también una madre, y como tal puede tener un papel especial en conservar la unidad de la Iglesia. María, es la “Madre de la unidad de los cristianos”». La experiencia de Chiara Lubich sobre María, a partir del especial período de iluminaciones que tuvo lugar en el verano de 1949, fue el centro de la intervención de Judith Povilus, estadounidense de Chicago, matemática y teóloga (“yendo a los fundamentos, Matemática y Teología tienen mucho que decirse recíprocamente”), en el reciente encuentro de representantes de distintas iglesias cristianas, en el que estuvieron presentes, entre otros, 18 obispos. Eran 6 anglicanos, 6 católicos, 3 reformados, un metodista, un luterano y un copto ortodoxo. Se reunieron en Welwyn Garden City, la “ciudad jardín” ubicada a 40 Km. de Londres. Judith actualmente es docente de Lógica y Fundamentos de Matemáticaen el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia).«Durante ese período –explicó la teóloga Povilus– se abrió, para la fundadora de los Focolares “un horizonte nuevo y vasto. Una inimaginable visión de María” descubierta “como si fuese la primera vez” como creatura humana (“una de nosotros”) pero al mismo tiempo “embebida de la Palabra de Dios”». «María se reveló como la Madre de Dios, la Theotokos. No era sólo, como habíamos pensado hasta ahora, la joven de Nazaret, la creatura más bella, cuyo amor superaba el de todas las madres del mundo. Era la Madre de Dios, en una dimensión completamente nueva. Y para explicarlo Chiara recurrió a una imagen: la del cielo que abraza y contiene al sol». La nueva comprensión se refería también a María Desolada que, a los pies de la cruz, se sintió como «traspasada por una espada, cuando le pidieron que renunciara a su maternidad del hijo divino para abrazar la de Juan. Jesús con su muerte estaba dando la vida por la humanidad, haciéndonos a todos hijos de Dios. Si con la anunciación el papel de María fue decir “sí” a un proyecto que estaba más allá de ella, en el Gólgota, como han dicho los teólogos, fue pronunciar un “segundo sí”». A partir de esta comprensión –continuó- derivó para Chiara Lubich y para la comunidad de los Focolares una riqueza de implicancias. En primer lugar, la de reconocer en María un modelo a imitar: «Amándonos unos a otros, generamos a Jesús en medio nuestro. Como María podemos ofrecer espiritualmente a Cristo al mundo». A partir de la experiencia del ’49 brotó una nueva visión de la tarea de María en la Iglesia: «Por los Hechos de los Apóstoles sabemos que María estaba con ellos en Pentecostés, que marcó el nacimiento de la Iglesia. Describiendo la intuición sobre el lugar asumido por María en la Iglesia, en el momento de la venida del Espíritu Santo, Chiara usó una metáfora: si Cristo es el vértice del cuerpo místico de la Iglesia, María es su corazón, por lo tanto, María juega un papel esencial en ayudar a la Iglesia a responder plenamente al proyecto de Dios, que es ser una presencia de Cristo». Generaron gran interés las novedades propuestas por la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich. «Una espiritualidad de comunión, que tiene el fin de reforzar el característico aporte de vitalidad, belleza y santidad que la Iglesia, según el ejemplo de María, está llamada ser ofrecida al mundo».
Son diecisiete los objetivos para desarrollo sustentable para alcanzar antes del 2030, que están contenidos en la Agenda aprobada por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas. El segundo, “Hambre Cero”, es el objetivo central de un acuerdo firmado ya en el 2012 durante una Conferencia de las Naciones Unidas en Rio de Janeiro, apunta a liberar al mundo del hambre. Los chicos y jóvenes del Movimiento de los Focolares decidieron alinearse con la FAO, respondiendo a un pedido de colaboración enviado por la Agencia de la ONU para sensibilizar sobre el tema a las generaciones, que se espera, podrán ver que el hambre en el mundo fue exterminado. Desde hace más de una década, el hambre en el mundo se está incrementando. Lo expresa el último Reporte anual de las Naciones Unidas sobre la seguridad alimenticia y la nutrición en el mundo (2017). En 2016, casi 815 millones de personas (38 millones de personas más con respecto al año anterior), es decir, el 11% de la población mundial, no está suficientemente alimentada. Casi 155 millones de niños con edades inferiores a los cinco años están sub-desarrollados (son demasiado bajitos para su edad), mientras que 52 millones sufren debilidad crónica, lo que significa que su peso no es el adecuado con respecto a su altura. Contemporáneamente, por la falta de alimentos sanos, 600 millones de personas (de los cuales 41 millones son niños) sufren de obesidad, otra cara de la mala nutrición. El Reporte señala que los conflictos, que son la causa principal de las emigraciones, y los cambios climáticos, son algunos de los factores clave de la agudización del hambre y de las muchas formas de mala nutrición. Liberar al mundo del hambre exige que se tomen decisiones y medidas urgentes para actuar en todos los niveles de la sociedad, desde la gestión de los recursos naturales a la promoción de estilos de vida sustentables, desde los consumos al cambio de ruta de las políticas internacionales. Pero antes que nada, exige una fuerte sensibilización y un cambio en las relaciones personales. Es éste el mensaje que desde finales del año pasado los Chicos por la Unidad y los Jóvenes por un Mundo Unido de los Focolares están difundiendo, con la propuesta de algunas acciones a recorrer a nivel planetario. Entre éstas: la necesidad de estudiar y de tomar conciencia de las raíces y causas del problema; observar y chequear la situación de la propia ciudad e involucrar al mayor número de chicos, jóvenes y asociaciones. Y todavía más: ellos quieren comunicar y poner en red, a través de los medios sociales, con fotos y videos, las propias experiencias y los compromisos que asumen a favor de los más pobres, ya sea en su propia región o ciudad, para así vivir un estilo de vida sobrio, por el diálogo y la paz, la ecología, la acogida a los emigrantes, con una atención hacia su localidad y juntos en una sensibilidad global. Y finalmente, hacen la propuesta de celebrar, con variadas iniciativas, la Jornada Mundial que las Naciones Unidas dedican al tema de la alimentación (16 de octubre). #ZeroHunger es ahora una sección fija de “Teens”, la revista para adolescentes que publica Cittá Nuova, (en colaboración con AFN osfl, AMU osfl, New Humanity), que en el próximo número de marzo-abril de 2018 estará completamente dedicada a este tema. «Qué emoción para nuestra delegación – escriben los jóvenes de la redacción- entrar en la sede de la FAO de Roma. Comenzamos enseguida de modo que nuestra generación sea realmente la primera #GenerazioneFameZero (#GeneraciónHambreCero). Teens seguirá esta apasionante acción mundial» El calendario de estas acciones tiene previsto para el mes de abril, la publicación en las redes sociales “La Carta de Compromiso de los Chicos por la Unidad”, que fue redactada por ellos mismos, integrando a 11 países del mundo, en la que se leen las modalidades para trabajar concretamente en los diversos contextos a fin de exterminar el hambre. En mayo, las tradicionales manifestaciones de la “Semana por el Mundo Unido” y “Run4Unity”, estarán dedicadas totalmente a este tema. En junio, un grupo de 600 niñas y jóvenes (de 9 a 12 años), que asisten a un Congreso Internacional del Movimiento de los Focolares, serán recibidas por la FAO durante una mañana completa ocasión en la que compartirán los temas del objetivo. Finalmente, en el mes de julio, dentro del programa “United World Project” del Genfest 2018, habrá un Foro sobre el tema #GenerazioneFameZero con la participación de un representante de la FAO. Chiara Favotti
El rey y profeta David, autor de este salmo, está agobiado por la angustia y la pobreza y se siente en peligro frente a sus enemigos. Querría encontrar un camino para salir de esta situación dolorosa, pero siente su impotencia. Entonces eleva sus ojos hacia el Dios de Israel, que desde siempre ha protegido a su pueblo, y lo invoca con esperanza para que acuda en su ayuda. La Palabra de vida de este mes subraya en particular su petición de conocer los caminos y las sendas del Señor, como luz para nuestras propias decisiones, sobre todo en los momentos difíciles. «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas». También a nosotros nos sucede que tenemos que tomar decisiones en la vida que afectan a la conciencia y a toda nuestra persona; a veces tenemos muchos posibles caminos ante nosotros y no estamos seguros de cuál es el mejor; otras veces nos parece que no hay ninguno… Buscar un camino por el que avanzar es profundamente humano, y a veces necesitamos pedirle ayuda a alguien a quien consideramos amigo. La fe cristiana nos lleva a entrar en la amistad con Dios: Él es el Padre que nos conoce íntimamente y que gusta de acompañarnos en nuestro camino. Todos los días Él nos invita a cada uno de nosotros a emprender libremente una aventura teniendo como brújula el amor desinteresado por Él y por todos sus hijos. Los caminos y sendas son también ocasiones de conocer a otros viajeros, de descubrir nuevas metas que compartir. El cristiano nunca es una persona aislada, sino que forma parte de un pueblo en camino hacia el designio de Dios Padre sobre la humanidad, que Jesús nos reveló con sus palabras y con toda su vida: la fraternidad universal, la civilización de la unidad. «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas». Y los caminos del Señor son audaces, a veces parecen llevarnos al límite de nuestras posibilidades, como puentes colgantes entre paredes de roca. Estos caminos desafían hábitos egoístas, prejuicios, la falsa humildad, y nos abren horizontes de diálogo, encuentro y compromiso por el bien común. Sobre todo nos reclaman un amor siempre nuevo, arraigado en la roca del amor y de la fidelidad de Dios para con nosotros y capaz de llegar hasta el perdón. Es la condición irrenunciable para entablar relaciones de justicia y de paz entre personas y entre pueblos. También el testimonio de un gesto de amor sencillo pero auténtico puede iluminar el camino en el corazón de los demás. En Nigeria, durante un encuentro en el que jóvenes y adultos podían compartir sus experiencias de amor evangélico, una niña, Maya, contó: «Ayer, mientras estábamos jugando, un niño me empujó y me caí. Me dijo “perdón” y le perdoné». Estas palabras abrieron el corazón de un hombre cuyo padre había sido asesinado por Boko Haram: «Miré a Maya. Si ella, que es una niña, puede perdonar, significa que también yo puedo hacer lo mismo». «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas» Si queremos encomendarnos a un guía de confianza en nuestro camino, recordemos que el propio Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy el camino…» (Jn 14, 6). Dirigiéndose a los jóvenes en Santiago de Compostela en la Jornada Mundial de la Juventud de 1989, Chiara Lubich los animó con estas palabras: «[…] Al definirse a sí mismo como “el Camino”, quiso decir que debemos caminar como Él caminó […]. Se puede decir que el camino que recorrió Jesús tiene un nombre: amor […] El amor que Jesús vivió y llevó es un amor especial y único. […] Es el mismo amor que arde en Dios. […] Pero ¿a quién amar? Ciertamente, amar a Dios es nuestro primer deber. Y luego: amar a cada prójimo. […] »De la mañana a la noche, cada relación con los demás hay que vivirla con este amor. En casa, en la universidad, en el trabajo, en los campos de deporte, en vacaciones, en la iglesia o por la calle, debemos aprovechar las distintas ocasiones para amar a los demás como a nosotros mismos, viendo a Jesús en ellos, sin descuidar a nadie; es más, siendo los primeros en amar a todos. […] Entrar lo más profundamente posible en el ánimo del otro; comprender de verdad sus problemas, sus exigencias, sus tropiezos y también sus alegrías, para poder compartir con ellos todo. […] Hacerse, en cierto modo, el otro. Como Jesús, el cual, siendo Dios, por amor se hizo hombre como nosotros. Así el prójimo se siente comprendido y aliviado, porque hay alguien que lleva con él sus pesos, sus penas, y comparte sus pequeñas alegrías. »“Vivir el otro”, “vivir los otros”: este es un gran ideal, es superlativo […]». Letizia Magri
Con salida al Mediterráneo, al sureste del Estrecho de Gibraltar –puente entre dos continentes y antiguo “fin del mundo”-, surge la ciudad de Ceuta en tierra africana. Por su posición estratégica en un área privilegiada de la costa,la ciudad desde hace décadas ha sido identificada por los migrantes como posible puerta de acceso a Europa.Todos los días, hombres, mujeres y niños provenientes de los más distintos países africanos, huyendo de las guerras, la pobreza y persecuciones de todo tipo, atraviesan naciones enteras para intentar cruzar el umbral cercado, hacia la próxima ciudad, en lugar de la otra ruta, todavía más peligrosa, que es el viaje por mar. Precisamente en esta punta, que desde 1851 forma parte de la Diócesis de Cádiz (España), están en preparación los grandes festejos por los 600 años de la llegada de la que hoy día es conocida como “Virgen de África”, un bloque único de madera que representa a la Virgen sentada con el Cristo muerto entre los brazos. Desde 1949, por voluntad del Papa Pio XII, la Virgen es la patrona de la ciudad.
«En un año dedicado a María tendríamos que encontrar la manera de honrar a la Madre de Dios, y hacerlo del mejor modo posible. No todos los modos de honrarla son iguales. Podemos hacerlo hablando de Ella, alabándola, rezándole, visitándola en las iglesias dedicadas a Ella; pintándola, esculpiéndola, cantándole himnos, adornando sus imágenes con flores… Hay muchas maneras de honrar a María. Pero existe una que supera a todas las demás: es imitarla, comportándonos como si fuéramos otra Ella en la Tierra. Creo que ésta es la manera que más le agrada, porque le da la posibilidad de volver, en cierta forma, a la Tierra. Nosotros, sin excluir todas las demás posibilidades que tenemos de honrar a María, tenemos que practicar ésta. Imitarla. Pero ¿cómo imitarla? ¿Qué imitar de Ella? Imitarla en lo que es esencial. Ella es Madre, madre de Jesús y espiritualmente madre nuestra: Jesús nos la dio como tal en la cruz, en la persona de Juan. Tenemos que ser otra María, en su ser madre. Debemos, prácticamente, formular este propósito: durante el Año Mariano me comportaré con todos los prójimos que trate, o por los que trabaje, como si fuese su madre. Haciendo esto, se realizará en nosotros una conversión, una revolución. Y no sólo porque a veces haremos de madre quizás con nuestra madre o con nuestro padre, sino porque asumiremos una actitud particular, específica. Una madre acoge siempre, ayuda siempre, espera siempre, lo cubre todo. Una madre perdona cualquier cosa a su hijo, aunque fuese un delincuente, un terrorista. De hecho, el amor de una madre es muy parecido a la caridad de Cristo de la que habla Pablo. Si nosotros tenemos el corazón de una madre o, para ser más exactos, si nos proponemos tener el corazón de la Madre por excelencia: María, estaremos siempre dispuestos a amar a los demás en todas las circunstancias y, por tanto, a mantener vivo en nosotros al Resucitado. Pero también pondremos de nuestra parte todo lo que se nos exija para mantener presente a Jesús, el Resucitado, en medio de nosotros. Si tenemos el corazón de esta Madre, amaremos a todos y no sólo a los miembros de nuestra Iglesia, sino también a los de las demás; no sólo a los cristianos, sino también a los musulmanes, a los budistas, a los hindúes, etc.; también a los hombres de buena voluntad y a todo hombre que habita en la Tierra. Sí, porque la maternidad de María es universal (Cf. LG 79), como lo fue la Redención. Aunque a veces Ella no sea correspondida, ama siempre, ama a todos. Éste es, pues, nuestro propósito: vivir como María, como si fuésemos madres de todos los hombres». De CHIARA LUBICH – Buscando las cosas de arriba – Ciudad Nueva 1993 págs. 43-45
El domingo 25 de febrero, en el Auditorium del Centro internacional de Loppiano (Florencia), contando con la presencia de personalidades del mundo científico y autoridades civiles, se otorgará el “Premio Renata Borlone” al Prof. Suleiman Baraka, originario de Gaza, astrónomo de fama internacional. El Premio, ya llegó a su IV edición y fue instituido por la homónima Asociación Cultural, en colaboración con el Instituto Universitario Sophia. Nació para honrar la memoria de Renata Borlone (1930-1990), quien fue durante más de veinte años corresponsable de la ciudadela de Loppiano y actualmente es Sierva de Dios. Renata, una persona muy rica en valores humanos y espirituales, sentía una particular pasión por la ciencia, entendida como instrumento privilegiado para la construcción de la unidad de la familia humana. El Comité científico del Premio otorgó el reconocimiento al Prof. Baraka por “su investigación científica atenta a los valores humanos y a la paz”. “Este premio en honor de Renata Borlone que trabajó mucho en favor de la sociedad –dijo la persona que recibirá el premio- para mí es un ulterior impulso y aliento para poner la ciencia y su belleza al servicio de la humanidad, de la paz entre los pueblos y permitir a las jóvenes generaciones que se abran a la esperanza a pesar de las dificultades y obstáculos en los cuales se pueden encontrar». Lee también:Terrasanta.net
El de 1990 fue para todos el “Genfest del muro”. O mejor dicho, de la caída del muro. Sólo pocos meses antes un hecho de magnitud histórica había empezado a cambiar el panorama europeo y del mundo. Durante una inolvidable noche, después de semanas de manifestaciones públicas y de los primeros indicios de apertura entre la Alemania del Este y la del Oeste, muchos ciudadanos de Berlín Oriental empezaron a escalar el muro que desde hacía 28 años los dividía del Oeste y a abrir brechas rompiéndolas con el pico. Ese muro era sólo una parte de la línea divisoria, de 6.500 kilómetros, entre el Este y el Oeste, que desde el final de la Segunda Guerra Mundial dividía en dos el continente, de Finlandia, en la costa Báltica, hasta Trieste en la Adriática. Un muro que no sólo era material, hecho de torres, barreras de hilo de navaja, perros policía y radares infrarrojos, sino también mental, económico y cultural. Nací en Trieste, ciudad italiana del Noreste, donde todo hablaba del “confín” y donde se convivía con la frontera. Solo llegar allí significaba hacer la experiencia del límite neto entre la tierra y el mar, con un espectáculo maravilloso de la costa rocosa que se sumerge por el acantilado. La belleza de la ciudad se revela de improviso, detrás de una curva. Del límite “físico” al límite “político”, el altiplano que la rodea es de pocos kilómetros. Mi casa está a cinco minutos en automóvil de la frontera con Eslovenia y desde el 2007, cuando Eslovenia entró en el espacio Schengen, está siempre abierta, pero entonces, era una barrera custodiada por militares que estaban dentro una garita. En la ciudad cercana de Gorizia, había un muro de concreto parecido al de Berlín, pero más pequeño, que dividía la ciudad en dos. Yo crecí con la idea de la “separación”: italianos de un lado, eslovenos y croatas (en Trieste había una minoría) del otro. Recuerdo que había islas culturales, es decir, escuelas y teatros rigurosamente italianos o eslovenos, y eran como archipiélagos que raramente se comunicaban. Recuerdo el idioma incomprensible de estos otros estudiantes en el autobús, cuando iban para su escuela. Recuerdo los autobuses con placas de Eslovenia o Croacia que entraban a la ciudad e iban directamente a los negocios que estaban al lado de la Estación para abastecerse de todos los productos que “allá” no llegaban. Recuerdo a las mujeres que se vestían con varias capas de faldas y pantalones, tanto que parecían enormes, para poder llevar la mayor cantidad de mercancía posible. Recuerdo que compraban compulsivamente de todo, y también recuerdo la desconsideración con la que los atendían, con apelativos irrepetibles. Nosotros italianos pasábamos la frontera con un pase especial reservado a los fronterizos, para comprar gasolina y carne a mejores precios. En el coche íbamos callados, un poco asustados. Las órdenes de papá eran que “no dijéramos nada”, porque lo que se declaraba ante un militar se podía malinterpretar. Y apenas superábamos el momento de incertidumbre, regresando de Eslovenia, volvía la alegría de siempre. Durante la adolescencia, el frecuentar a los gen y a los jóvenes por un mundo unido y conocer las muchas experiencias vividas juntos, me abrió el corazón más allá de los muros que conocía, pensando y soñando “en grande” con un mundo realmente unido. No era una utopía, sino una mentalidad nueva, una dirección hacia la cual moverse con pequeños pasos, pero de fraternidad auténtica. Con ellos participé en el Genfest ’90. Inolvidable. Por primera vez, en una explosión de alegría, jóvenes del este y del oeste nos miramos a los ojos, nos estrechamos la mano, mientras una transmisión en directo vía satélite traía a millones de telespectadores al Palaeur. A todos se les dirigió un mandato: llevar el amor al mundo. «No es suficiente la amistad o la benevolencia –nos dijo Chiara Lubich- no basta la filantropía, la solidaridad o la no-violencia. Es necesario pasar de ser personas concentradas en sus propios intereses a ser pequeños héroes cotidianos al servicio de los hermanos». Un año después fui a Moscú. La cortina de hierro que separaba el Este del Oeste había caído, pero a caro precio, desmoronando ideales y pulverizando un sistema social. No había ni vencidos ni vencedores, sólo desilusión, sufrimiento y pobreza en todas partes. Para mí fue claro que no basta con derrumbar un muro para crear una sociedad libre y justa. Y las palabras escuchadas en el Genfest “sólo en la concordia y en el perdón se puede construir el futuro” son desde entonces para mí el único camino posible.
En el taller mecánico Llevé el auto al taller mecánico por una pequeña reparación. El joven obrero me habría llamado cuando hubiese estado lista. Pasaron seis horas y no había llamado. Fui hasta el taller y curiosamente fingió no recordarse del trabajo que que había que hacerle al auto y se puso a atender a otros clientes. Después de una hora de espera, volvió con la cuenta. Totalmente desproporcionada respecto a un trabajo menor. Tengo la piel negra, estaba claro que se trataba de un gesto de discriminación. Pagué, pero me vino rabia y un fuerte dolor. Cuando estaba por estallar me detuve a pensar cómo vivir este momento a la luz del Evangelio. Me tranquilicé y con paciencia expuse los hechos al responsable. Él me escuchó y comprendió la situación. Me devolvió el dinero. Ese gesto me pareció el cumplimiento de las promesas del Evangelio. Welile – Sudáfrica Hambre y sed de justicia Era una revolucionaria, tenía hambre y sed de justicia y lo decía en voz alta, por todos lados. En determinado momento encontré una respuesta en Dios, y por Él dejé todo. Un día me pidieron que hablara en una fábrica, pero ahora había cambiado algo: no era más yo, era Jesús quien hablaba en mí porque trataba de amarlo en los hermanos. Mirando esos rostros inquietos, que expresaban sufrimiento, en rebeldía, sedientos de justicia, tuve la confirmación que solamente el amor puede realizar el milagro de cambiar personas, ideas, estructuras. Este amor es Dios en nosotros y entre nosotros. Maria Teresa – Brasil Cambio de programa De acuerdo con mi marido, pensaba inscribirme en un curso de estudio que habría sido útil para mi trabajo. Estaba entusiasmada, porque veía poco a poco que desaparecían las dificultades y todo parecía confirmar que estaba en el camino justo. Había comenzado a juntar los documentos necesarios cuando al enterarme de que estaba embarazada se me mezclaron las ideas. Habría tenido que postergar mi proyecto. La lectura del Evangelio con mi marido nos hizo comprender que Dios tenía otros planes para nosotros y nos dispusimos con alegría a recibir al niño. D.T.B. – Croacia La carta vencedora Soy corredor de ventas. Un día entré en la sede de una gran empresa para presentar mis productos al responsable de compras. Como demostró poco interés, me dispuse a salir de su oficina. Pero durante ese breve encuentro, me di cuenta que estaba tratando con una persona que sufría. Estaba ya en la puerta, cuando sentí que tenía que regresar y le dije con sencillez: “¿Disculpe, usted, se siente bien?”. Con los ojos asombrados me preguntó: “¿Por qué lo dice?”. Le respondí que había sido sólo una sensación, lo volví a saludar y me fui. Al día siguiente recibí una llamada telefónica suya. “Le quiero agradecer, después de que usted se fue, me seguía resonando su pregunta. Decidí visitar a mi médico quien me confirmó que podía tener un colpaso en cualquier momento y que tenía que actuar enseguida con una terapia enérgica”. El mismo día, esa empresa realizó una compra importante. Así, no sólo encontré un buen cliente, sino también ayudé a una persona a que estuviera mejor. Poner el amor en el primer lugar de nuestras relaciones es siempre la mejor opción. Del sitio de los Focolares www.flest.it – Italia
El GEN ROSSO (INTERNATIONAL PERFORMING ARTS GROUP) presenta la 1° edición del Gen Rosso Music and Arts Village, una experiencia residencial de profundización artística y de intercambio de valores a la luz del carisma de la unidad. El proyecto pretende involucrar a jóvenes profesionales y estudiantes de disciplinas como la Música, la Danza, el Canto y el Teatro, de edades entre los 18 y los 30 años, preferentemente. La metodología didáctica es planificada y gestionada por tutores del Gen Rosso junto a docentes de reconocida capacidad y experiencia artística. El programa prevé la profundización en temáticas específicas, el intercambio de experiencias, sesiones de diálogo y talleres prácticos que convergerán en una performance final. Las noches serán enriquecidas con interesantes aportes artísticos. La primera edición del Village tendrá lugar del 25 de marzo (llegada en la tarde), al 1° de abril del 2018. Al concluir será otorgado un certificado de participación. El Gen Rosso, mediante la secretaría del Village, está a disposición para ofrecer ulteriores informaciones y toda la documentación necesaria para la inscripción (cupo limitado). Contactos Secretaria VILLAGE: +39 0558339821 (9,00 am-1,00 pm, hora italiana) Franco Gallelli cel. +39 3806592166 Email secretaria VILLAGE: village@genrosso.com
Guaramiranga, 7 mil habitantes, es una pequeña ciudad del noreste de Brasil, en el Estado de Ceará, que se enorgullece de su ambiente natural muy diversificado, su costa atlántica donde se encuentran algunas de las más bellas playas del mundo, y el interior rico de lagunas, corrientes de agua pobladas de manglares, junglas y selvas. La ciudad está a unos cien kilómetros de la costa, y es la sede de dos importantes eventos culturales: el “Jazz y Blues” internacional, y el “Northeastern Theatre Festival” que es más local. Allí habita Almir, un “voluntario de Dios” del Movimiento de los Focolares. Hace algunos años, empujado por el deseo de hacer algo por su ciudad, decidió lanzar su candidatura como consejero comunal. Después de su elección, le pidieron que asumiera la Comisión de Cultura y Turismo, un cargo importante, por el hecho de que gran parte de la economía de la ciudad gira alrededor del turismo y de los eventos y reseñas culturales. El cargo era muy atractivo, y además Almir tenía muchas ideas. Sin embargo no fue una decisión fácil: «Estuve valorando concienzudamente la solicitud del alcalde de que asumiera este cargo. De hecho estaba pensando en volver a lanzar mi candidatura, porque un año y medio después se tenía que renovar el Consejo Comunal, y tenía la duda si la propuesta tenía el objetivo de limitarme políticamente, debido a mi posición siempre clara y trasparente. Por otra parte el área de la cultura y el turismo estaba atravesando un momento difícil, muchos pequeños hoteles y tiendas estaban a punto de cerrar y el personal sería despedido. Sentía mío el dolor de estos hermanos que podían perder el trabajo, y el de los propietarios que tendrían que cerrar. Fue así que, después de consultar con algunos amigos, acepté el desafío». Almir empezó a trabajar con pasión en su nuevo cargo, movilizando a los empresarios y a los habitantes. Recorre con muchos ciudadanos un camino participativo, involucrándolos en la promoción de eventos turísticos para dar un nuevo impulso a la ciudad y favorecer la recuperación de la economía. También los habitantes de las zonas rurales periféricas fueron involucrados en un proyecto de revaloración de las tradiciones locales y con nuevas iniciativas culturales en el territorio. En breve tiempo creció el flujo turístico en la ciudad, nacieron nuevos establecimientos comerciales, hoteles, hostales y se crearon nuevos campos de trabajo. «Otros dos desafíos –explica Almir- fueron el relanzamiento del Teatro Municipal, en el centro histórico de la ciudad, y la revitalización de la Food Court, la plaza dedicada a los restaurantes. En este caso, las difíciles relaciones entre los propietarios de los restaurantes influían negativamente en los eventos que se realizaban en la ciudad. Me pregunté qué podía hacer para construir en ese lugar relaciones de fraternidad y colaboración. Empecé a ir a visitarlos, creando relaciones de amistad con cada uno y tratando de entender los problemas y limar las tensiones. Al principio encontré mucha resistencia, pero no me rendí. Al final, logré construir un “equipo”, a tal punto que hoy día estas personas se han vuelto amigas y colaboran entre ellas. Me parecía un milagro ver a estos empresarios, que primero eran enemigos, relacionarse en forma fraterna y solidaria». «Hoy día, por motivos de familia, ya no estoy comprometido en la administración pública, pero participo en la vida política con la convicción de que, tratando de encarnar las palabras del Evangelio, se puede encontrar la fuerza para responder a las necesidades de nuestra gente y de nuestra comunidad». Chiara Favotti Fuente:Movimiento de los Focolares Brasil (nuestra traducción)
Se encuentran online en el sitio del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en cinco lenguas (inglés, español, francés, italiano y portugués), las siete catequesis de preparación al IX Encuentro mundial de las familias, que tendrá lugar en Dublín del 21 al 26 de agosto de 2018. «Un itinerario catequético a la luz de lo que el Papa Francisco donó a todo el mundo con la exhortación apostólica post-sinodal Amoris laetitia», como comentó el Card. Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio. Los temas son los siguientes: “Las familias de hoy”, “Las familias a la luz de la Palabra de Dios”, “El gran sueño de Dios”, “El gran sueño para todos”, “La cultura de la vida”, “La cultura de la esperanza” y “ La cultura de la alegría”. «Cada catequesis – explicó el Card. Farrell- es introducida por algunas oraciones extraídas del Magisterio pontificio o de la tradición patrística, y se concluyen con preguntas, después de las cuales se prosigue con un momento de comunión que parte de la familia, primera Iglesia doméstica, para luego abrirse a la comunidad cristiana». Los textos van acompañados por una serie de fragmentos musicales interpretados por el conocido tenor italiano Andrea Bocelli, quien, en mayo del 2015, presentó en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona el primero de una serie de conciertos que después repitió en el santuario de San Juan Pablo II en Cracovia y en la Basílica de San Esteban en Budapest, dentro del ámbito del proyecto “El gran misterio. El Evangelio de la familia escuela de humanidad para nuestro tiempo”. (www.laityfamilylife.va/).
Tercera de tres hermanas, entre ellas Ginetta que será también focolarina, Gis nació en Lavis (Trento, al Norte de Italia) el 18 de abril de 1920. Gracias a los numerosos sacrificios de su madre, las tres chicas lograron continuar los estudios incluso después del fallecimiento prematuro del papá. Cuando estalló la guerra, Gis y Ginetta se trasladaron por motivos de trabajo a Veneto, donde, de vez en cuando, Gis recibía noticias de una compañera de clase. Con expresiones fuertes e incisivas su amiga le describía la particular experiencia del Evangelio que estaba naciendo en Trento gracias a un grupo de jóvenes de su edad. Sus palabras impresionan profundamente el alma sensible de Gis y cuando volvió a Trento para pasar Pascua, quiso conocer a Chiara Lubich. Pronto descubrió que en esa experiencia evangélica estaba su camino. Sin demora, le comunicó al empresario de Veneto, que le estaba muy agradecida por el ventajoso trabajo pero que no volvería más a la empresa, y al joven con quien estaba comprometida sentimentalmente, le escribió: “No es por otro hombre que te dejo, sino por Dios”. Desde ese momento cada ocasión es buena para dirigirse a la ‘casita’ en Piazza Cappuccini, el apartamento que una señora había puesto a disposición de ese grupo de chicas. «Vivía a algunos kilómetros de allí – cuenta Gis- y el camino era en subida. Me levantaba a las cinco para asistir con ellas a la misa y para la meditación, en la que Chiara nos hacía entrar en el fuego de las palabras del Evangelio que cambiaban el sentido a todo: no existía ninguna dificultad para ponerlas en práctica». En la ciudad, por causa de la guerra faltaba todo. Gis se recordó de un predio de su familia cultivado con frutas y verduras. Pero, ¿cómo llegar si sólo transitaban los tanques de guerra? Por amor a los muchos que tocaban la puerta de la ‘casita’ buscando algo para comer, se animó y, se puso en la acera a hacer autostop a los soldados que manejaban los tanques de guerra. Ellos pasaban de largo sin ni siquiera mirarla, pero uno se detuvo y, al escucharla hablar con tanta valentía, la dejó subir al tanque. Lo mismo le pasó a la vuelta, así es que pudo llevar a la ‘casita’ dos grandes bolsas con mucha fruta y verdura, todos regalos de Dios, su “providencia”. Cuando terminó la guerra Gis y Ginetta le dijeron a su madre que querían irse a vivir al focolar. Ginetta recibió el permiso pero la ‘pequeña’ no. Ella no se resignó: sabía que su elección era definitiva; era sólo cuestión de esperar un poco. La solución la encontró el honorable diputado Giordani, quien, sabiendo que la mamá Calliari era una apasionada lectora suya, le ofreció trabajo a Gis en Roma. El 6 de diciembre de 1949, la madre la dejó ir a Roma, porque estaba contenta del ofrecimiento de Giordani, ignorando que su hija, además de trabajar como secretaria del diputado Giordani, abriría con Chiara y otras compañeras suyas el primer focolar en Roma. Desde ese momento Gis vivió al lado de Chiara, con algún breve intervalo por el inicio de algún focolar en otras regiones italianas. De su vida con ella, comenta en el año 2005: «Es muy simple, límpida, profunda: todo lo que es de ella es mío, todo lo que es mío es de ella». Afirmaciones que coinciden con lo que representa para Chiara su focolar: «La filadelfia es más que una realidad – dice Chiara-. Es aquí que yo tomo fuerza para enfrentar las cruces de cada día, después de la unión personal con Jesús. Aquí pasamos de la sabiduría, comunicada con espontaneidad, a los consejos prácticos sobre la salud, sobre la ropa, sobre la comida; a ayudas continuas, cotidianas, con sacrificios que a menudo no se cuentan. Aquí […] circula la sangre de la casa, pero celestial» «Desde su oficina – recuerda Gabri Fallacara- llamaba por teléfono a todos, tejiendo una red de amor, incisiva, que comprendía a todos. En la máxima confianza, nos ponía en las condiciones más favorables para comprender lo que el carisma de la unidad, día a día, le pedía a Chiara y a nosotros. Después de la muerte de Chiara, Gis siguió viviendo por todos, tejiendo, más allá de su reducida capacidad, fuentes refrescantes de afecto y ternura. Los primeros días de julio de 2017, un decaimiento de salud transformó su habitación en un ir y venir de encuentros de cielo. El 20 de enero de 2018, a los 97 años, Gis dejó serenamente este mundo. La presidente de los Focolares María Voce, en su funeral dijo: «Hasta el final ella se donó totalmente a sí misma para que Chiara viva en el Movimiento de hoy. Me dio una gran lección de esencialidad, de radicalidad, de confianza en los designios de Dios, de unidad con todos». (18.4.1920-20.1.2018)
Para recordar a los cristianos perseguidos en el mundo, el sábado 24 de febrero“Ayuda a la Iglesia que sufre” (Acs), coloreará de rojo el Coliseo de Roma. En ese contexto también se teñirán del mismo color dos lugares simbólicos de la reciente persecución de los cristianos: la catedral de San Pablo en Mosul, en Iraq, y la iglesia maronita de San Elías en Alepo, Siria. Después de haber iluminado de rojo, el 29 de abril de 2016, la Fontana di Trevi, Acs vuelve a proponer en la Capital esta “sobria provocación”, como la definió el director de Acs-Italia, Alessandro Monteduro, durante la rueda de prensa de presentación de la propuesta. El evento principal tendrá lugar en Roma, a lo largo de Gaetana Agnesi, a partir de las 18 horas. Confirmaron su presencia el Secretario General de la Conferencia Episcopal italiana, mons. Nunzio Galantino, y el presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani.Fuente: SIR
María Ascensión Romero, Kiko Argüello y el P. Mario Pezzi. Foto: Camino Neocatecumenal
María Ascensión Romero entró a formar parte del equipo responsable a nivel internacional del Camino Neocatecumenal, el itinerario de formación católica para adultos orientado al redescubrimiento de las riquezas del Bautismo, que actualmente está difundido en más de 900 Diócesis de 105 países, con más de 20 mil comunidades en 6 mil parroquias. «María Ascensión Romero – precisó un comunicado de los neocatecumenales- no sustituirá a Carmen Hernández (co-fundadora junto con Kiko Argüello del Camino neocatecumenal, fallecida el 19 de julio de 2016), pero formará parte del equipo fundador del Camino y al Pbro. Mario Pezzi». Nacida en 1960 en Tudela, Navarra (España), Romero estudió en el Colegio de la Compañía de María. Mientras estudiaba pedagogía en Soria, encontró en el Camino una respuesta a sus cuestionamientos existenciales. «Esta elección me dejó completamente desconcertada –afirmó- porque siento que soy una persona débil y pobre para una misión tan grande como la de ayudar a Kiko y al Padre Mario».
“Breaking Rays” es un juego de palabras, del estilo de “breaking news”, expresión que se refiere a una noticia de última hora, que irrumpe y sobresale por encima de las otras noticias. De nuevo, en este caso, existe un proyecto de fraternidad y un grupo de jóvenes dedicados a la comunicación, quienes, con competencia y pasión, se ponen con energía para dar a la noticia el mayor relieve. Breaking Rays apunta a construir una red internacional donde las experiencias de vida inspiradas en el carisma de la unidad del Movimiento de los Focolares puedan salir de la oscuridad e “irrumpir” también a nivel global, generando, por “efecto dominó” cambios también a distancia, en otras comunidades. Está co-financiado por la Comisión Europea a través del programa Erasmus+ y promovido por la Asociación Internacional New Humanity en colaboración con CSC Audiovisuales (Italia) y otras ONG. El proyecto tiene como fin la formación de jóvenes productores de videos, que también puedan colaborar con la producción del “Collegamento “CH”, cita bimestral de noticias y reportajes de la comunidad de los Focolares en el mundo. De las tres etapas previstas, hasta el momento se han ejecutado dos: en Castelgandolfo (Italia), en julio pasado, y en la ciudadela “Ginetta” cerca de San Pablo (Brasil), del 3 al 10 de febrero. La próxima y última etapa será en julio de 2018, en Manila (Filipinas), en concomitancia con el “Genfest”.
En la etapa de la “Mariápolis Ginetta” – lugar acogedor e ideal para el desarrollo del programa- estuvieron presentes una veintena de jóvenes de distintos países (Brasil, Italia, Hungría, Indonesia, Filipinas, India, Kenia y Burundi) y con distintas competencias, coordinados por tutores profesionales:Marco Aleotti, Director italiano de la RAI; Carlo Sgambato, Director de Fotografía; Kim Rowley del CSC Audiovisuales; además de Isabela Reis, productora y guionista de proyectos audiovisuales y culturales. Con ellos estaba también Paola Cipollone, del CSC Audiovisuales, coordinadora del proyecto. Los momentos de formación teórico-práctico y experimentación de las técnicas se alternaron con el trabajo y la vida en común, sobre la base de una comunión de talentos y de una gran apertura a la crítica constructiva. El grupo visitó algunos proyectos sociales del lugar, filmando videos y entrevistas. En otras sesiones, algunos expertos de la comunicación (dirección, periodismo televisivo y radial) contaron su propia experiencia y respondieron a las preguntas de los participantes.
«Una experiencia única para aprender y profundizar la profesión del periodista desde una nueva perspectiva» decía Lewis de Burundi. «Más que un curso de producción de videos – comento Donald, de India-, se trataba de comunicar historias potentes para construir un mundo mejor. El equipo y los expertos me ayudaron a desarrollar una mirada particular sobre los detalles, y a descubrir cómo romper los estereotipos y cliché culturales a través de elementos audiovisuales». E Isabela Reis, tutor full-time de Brasil, explicó: «Es un tipo de proyecto del que, pienso, podemos sentirnos orgullosos. Una experiencia fuerte y comprometedora de ocho días, útil para mejorar las capacidades de comunicación de los jóvenes. Fue importante también discutir los distintos modos para aprovechar al máximo las posibilidades técnicas y su utilización. Para mí fue una ocasión de renovarme profesionalmente: aprendí mucho de las experiencias y de los talentos de los participantes». Rafael Tronquini, brasileño, que desde hace algunos meses trabaja en Manila en la preparación del próximo Genfest decía: «Es un paso fundamental hacia Manila. Muy lindo vivir una semana en contacto con profesionales increíbles. Sus videos difunden esperanza». Y Kyle Venturillo de Filipinas: «Venimos de distintas partes del mundo. Tenemos idiomas, culturas y personalidades distintas. A pesar de esto, tuvimos la capacidad de establecer una relación abierta entre nosotros, que nos ha convertido en una sola familia. Somos un grupo de personas “un poco locas”, con ideas y perspectivas diferentes, pero un único objetivo: lograr unir al mundo». También colaboraron en el proyecto Starkmacher (Alemania), Opus Mariae (Kenia), Focolar de Irlanda, UJ Varos (Hungría), Pag-asa (Filipinas), Civitas (Brasil), Focolar Society Bombay (India) y YayasamDuniaBersatu (Indonesia). Chiara Favotti