Movimiento de los Focolares
La brasa bajo la ceniza

La brasa bajo la ceniza

 Autor: Ighina Domingo “O inventamos o erramos” dijo el tremendo maestro de Bolívar, Simón Rodríguez. Su mandato no era una apelación vaga a despegarnos de las madejas difíciles de la colonia ibérica sino más bien la constatación de la posibilidad de un futuro hasta ese momento inédito en la historia moderna de la humanidad. América, como nunca otra región del globo, recibía en su seno doloroso todas las tradiciones del hombre y esa era una riqueza nueva, tan nueva que necesitaba nuevas formas, nuevas palabras. Este libro quiere responder al imperativo de don Simón utilizando, quizás, uno de los conceptos más valiosos de ese Occidente tan contradictorio. La Fraternidad surge en los textos de los independentistas y discurre hasta nuestros días como una novedad reinventada en América para dar respuesta a aquello que los otros sólo vieron en estos suelos: la posibilidad de una humanidad en plenitud de justicia y libertad. Si el ideal de integración continental es entendido aún hoy como la garantía, la utopía universal para América Latina, cabe explorar qué papel juega el principio de Fraternidad en esa construcción. Nuestra América, a pesar de su cambiante historia, siempre expresó el deseo de la emancipación de y con todos los oprimidos, y creemos que la idea de Fraternidad intenta constantemente reunir en la misma esperanzatodos los esfuerzos para dar realidad a la Patria Grande latinoamericana, nuestra forma de la utopía. Precisamente ese viaje de lo universal a lo latinoamericano y de ahí a la experiencia conflictiva y por eso fraternal de los pueblos constituye el objeto de este ensayo. Se trata de la “invención” de la Fraternidad, la recreación histórica de un principio milenario de comunidad forjado desde hace dos milenios por los pobres de la tierra. La brasa bajo la ceniza. La Fraternidad en el pensamiento de la integración latinoamericana continúa la serie de libros que desde 2009 intentan dar cuenta del principio político olvidado por Occidente y que emerge renovado en nuestros tiempos. La Fraternidad, exigencia y perspectiva, ofrece entonces respuestas y caminos a los desafíos del siglo XXI. Datos del autor:  Domingo Ighina (1969) es licenciado y doctor en Letras Modernas por la Universidad Nacional de Córdoba. Profesor por concurso en la cátedra de Pensamiento Latinoamericano de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Investigador del Centro de Investigaciones “María Saleme de Bournichon” de esa Universidad. Docente de posgrado en universidades de Argentina, Brasil y España. Sus áreas de trabajo son el nacionalismo argentino y el ensayo del Cono Sur, y la cultura popular desde una perspectiva geocultural y descolonial. Entre sus últimos trabajos mencionamos: Ver con los ojos cerrados. Crisis de las ontologías nacionales criollas, geocultura y fagocitación (2010) y Las apuestas epistemológicas del ensayismo militante (2010). Desde 1992 codirige el Grupo de Estudios Literarios del Cono Sur. Es miembro del Comité Editorial de Silabario. Revista de estudios y ensayos geoculturales desde 1998. Participa en la RUEF desde sus comienzos y ha editado trabajos sobre Fraternidad y Pensamiento Latinoamericano en el marco de los Seminarios Internacionales sobre Fraternidad. Editorial Ciudad Nueva – Argentina

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Fraternidad y acción política

Autores: Blanco de Di Lascio Cecilia; Gatti Isabel; López Verónica FRATERNIDAD Y ACCIÓN POLÍTICA ofrece un abanico de experiencias muy diversas: por su geografía, sus referencias políticas y sociales. Sin embargo, algo las une. Todos los políticos entrevistados, y también los entrevistadores, hacen parte de una misma propuesta de vida y de acción política, originada en el Movimiento Políticos por la Unidad. Estos políticos y ciudadanos, frente al desánimo de muchos, encontraron en este espacio la posibilidad de comprometerse en acciones transformadoras de lo social desde una lógica innovadora. El Movimiento Políticos por la Unidad es una asociación a la que adhieren políticos y ciudadanos de distintos partidos y tendencias, con el compromiso común de contribuir a la construcción de un orden social y político más justo y fraterno. Quienes la integran, reconocen en la fraternidad universal el fin, el contenido y el método específico del compromiso político. El MPPU se inspira en el pensamiento y la doctrina espiritual de Chiara Lubich, caracterizados por promover la unidad y la comunión entre las personas más allá de sus credos e ideologías. En un discurso al parlamento catalán, ella misma afirmó que el MPPU “no es un partido nuevo, sino el portador de una cultura y una praxis política nuevas. (…) El fin específico del Movimiento de la unidad, entonces, es ayudar y ayudarse a vivir siempre la fraternidad; basándose sobre ella, creer en los valores profundos, eternos del hombre, y sólo después comenzar la acción política” (Barcelona, 29 de noviembre de 2002). Gracias a esta concepción, los miembros del movimiento consideran la política como un instrumento privilegiado para alcanzar el bien común de una sociedad fraterna que promueve la unidad en la diversidad. De esta manera, con la fraternidad como paradigma, nace un nuevo estilo de acción política que explicita los grandes objetivos del bien común y favorece prácticas políticas que, en su medio y en su fin, tienden a la unidad de la familia humana, sin exclusiones, superando desde esta lógica cada barrera; ofreciendo una alternativa a una de las llagas más importantes de nuestro tiempo: la fragmentación social. Datos del autor:  COORDINACIÓN DE LA OBRA: Blanco de Di Lascio, Cecilia: Licenciada en Filosofía por la Universidad del Salvador. Magister en Doctrina Social de la Iglesia por la Universidad Pontificia de Salamanca. Profesora en Filosofía y Pedagogía por el CONSUDEC. Presidenta nacional del Movimiento Políticos por la Unidad (MPPU) desde 2001hasta la fecha. Gatti, Isabel: Magister en Comunicación y Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social (UBA). Coordinadora de Relaciones Institucionales del MPPU. López, Verónica: Licenciada en Ciencia Política por la Universidad Católica Argentina de Córdoba. Responsable del MPPU, región Salta. Docente de la Escuela para Jóvenes del MPPU. SISTEMATIZADORES DE LAS EXPERIENCIAS: Andrián, Melissa Luisina (Entre Ríos). Blanco, María Laura (Córdoba). Lic. Cáceres, Malvina (Santa Fe). Candusso, Santiago Luis (Buenos Aires). Lic. Duffard Evangelista, Irene (Buenos Aires). Lic. Gordillo, Claudia Lucrecia (Mendoza). Lic. Paniagua, María Noelia (Buenos Aires). Rabbia, Sebastián (Entre Ríos). Lic. Sanguineti, Mercedes (Buenos Aires). Editorial Ciudad Nueva – Buenos Aires

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México. Faletti a los jóvenes: preparados, convencidos y activos.

20120331-gen_mg_2135¡Estos jóvenes! Llevaron al co-presidente Faletti al jardín de afuera de la sala del encuentro, lo vendaron y le pusieron en la mano un palo para golpear una olla de barro con siete rayos que estaba colgada por un largo cable tironeado por dos jóvenes, uno de cada lado. Es un juego de antigua tradición maya, asumido por el cristianismo con nuevo significado.

Y aquí está Giancarlo dando prueba de habilidad y de fe (no ve nada) para lograr golpear los siete vicios capitales (los rayos) y romper la piñata, haciendo que bajen sobre los presentes las gracias del Cielo, simbolizadas por fruta y caramelos. Empresa que no es fácil porque el blanco al que debe pegar, es levantado y bajado por los cuatro “bandidos” colocados en el extremo de la cuerda. Alegría final y reparto de las exquisiteces entre los 180 jóvenes del Movimiento que lograron llegar a la ciudadela “El diamante” desde todas las regiones de México.

El encuentro había comenzado tres horas antes, con un recibimiento musical de gran ritmo, y un cartel colgado en la sala “Y nosotros hemos creído en el amor”. Una frase del Evangelio que hizo propia la fundadora de los Focolares, en el alba del Movimiento, y convertida en hecho comunitario de fe y fundamento de toda iniciativa.

Estos jóvenes han recogido el testimonio y el desafío demostrándolo con los argumentos que han querido enfrentar al ilustre huésped, sin ningún temor reverencial.

La violencia en las ciudades, la imponente y condicionante presencia del narcotráfico, la disgregación social, la tibieza de muchos coetáneos en luchar por grandes ideales, la competencia por el éxito a toda costa, la relación de súbdito ante la autoridad, incluidos los padres, han sido los temas enfrentados. También se habló de las parejas gay, de la cultura libertaria imperante, del condicionamiento que imponen los mass media en manos de pocos.

En las respuestas de Faletti los jóvenes apreciaron lo concreto de cada indicación. Inclusive al final, les dijo que no sean alumnos de la televisión, ni de Internet, sino más bien comprometerse a poseer la cultura que nace del carisma de la unidad, una luz para los temas de actualidad y para los tradicionales.

20120331-gen_mg_2134“Los desafíos modernos –pronosticó al atento auditorio–, nos dan más trabajo, exigen conocimiento interdisciplinario y profundizaciones continuas, pero esto es parte de la vida de Jesús en el 2012. Es fundamental comprender juntos y hasta el fondo, lo que estamos viviendo como hijos de Chiara y porqué lo estamos viviendo. En este compromiso pueden aprovechar toda la competencia y disponibilidad de los expertos del Movimiento”

Parecía que había terminado. Pero el co-presidente pide de nuevo la palabra, se refiere al Mensaje de Benedicto XVI para la jornada mundial de la juventud, en la cual habla de Chiara Luce Badano y resalta el testimonio de esta joven de la Liguria, fallecida por un tumor en 1990, y beatificada en el 2010. Faletti la conoció personalmente: “Chiara Luce hablará al corazón de cada uno, les contará sobre su relación con Chiara Lubich y sobre la espiritualidad del carisma de la unidad que la condujo en esta época a la santidad”

El desafío propuesto por el papa de ser testimonios de la alegría no es fácil de aceptar en un México atravesado por la violencia, condicionado por la abrumadora presencia del narcotráfico, pero también influido por una cultura fuertemente libertaria. Aquí nace el compromiso de estrecharse cada vez más en un vínculo de amistad con Chiara Badano y proponerla a muchos coetáneos como referencia, interlocutora modelo.

Paolo Lóriga, enviado

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El pequeño Gabriel y un país para renovar

20120401_mg_2698“La ciudadela se convertirá aún más en un punto de referencia para vuestros coetáneos si los jóvenes del Movimiento manifiestan su amistad con Chiara Luce Badano, que ha vivido la espiritualidad de la unidad hasta la santidad”. Giancarlo Faletti habla en medio de jóvenes que están apiñados con tal de estarle cerca. Recién terminó la Misa del Domingo de Ramos, y se celebra, como de costumbre, en simultáneo, la Jornada mundial de la Juventud. También en México conocen a la beata italiana de dieciocho años. Para la ciudadela se abren nuevos horizontes, pero también para la comunidad de los Focolares en México, la jornada de encuentro les regaló no menores perspectivas para el futuro. Era una cita esperada, la de hoy, que comenzó de la forma más post-moderna, un ícono de un tablero sobre el cual Giancarlo hizo presión con el índice. Así comenzó su viaje por todas las regiones del País. Nada virtual, pues en cada rincón del jardín de la ciudadela lo esperaban representaciones de las diversas comunidades, con vestimenta de colores vivos, canciones y mapa geográfico en los hombros. Danzas, coros, trajes de las formas más variadas, se fueron alternando en el palco bajo la gran carpa blanca que alojaba más de 1.200 personas, que llegaron también de Torrión (a 16 horas de ómnibus) para no perderse el final del rico programa, o sea, el diálogo con Giancarlo antes y luego sucesivamente con la presidente Maria Voce, en conexión skype desde Guatemala. 20120401_mg_2515Las preguntas rondaron sobre los grandes argumentos de actualidad y sobre la vida del Movimiento, pero fue la primera pregunta, hecha a la presidente por Gabriel, un pequeñito de Guadalajara, sumergido dentro de un sombrero negro, la que orientó el ánimo de todos: ¿Cómo hacer para ser santo?. Maria Voce le respondió como si estuvieran en un coloquio de tu a tu: “Debes preocuparte no tanto por ser santo, sino por ser Jesús. Jesús era hijo de Dios, era todo amor. Entonces debes amar, debes aprender todos los puntos del arte de amar. Más amas, más santo serás”. Gabriel asintió convencido. A todos, la presidente, en su saludo final, les confió: “Les repito mi gratitud. El augurio es que la vida vuestra de testimonio del carisma de la unidad transforme cada vez más los ambientes en los cuales viven, para contribuir como Movimiento a la renovación de México”. El silencio en la sala era profundo, las cabezas asentían. La nueva frontera los esperaba. Luego se produjo la explosión del folklore. Pero describirlo es una tarea ardua. Lo mejor es ir a México. de Paolo Lóriga, enviado

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México: Escuela Santa María, Laboratorio de promoción

20120330-scuola-santa-maria_mg_1374¿Una gota en el océano o un signo profético? En las varias latitudes del planeta se encuentran admirables iniciativas sociales, también obra del Movimiento de los Focolares, que hacen brotar esta pregunta. Al pasar el portón de entrada de la Escuela Santa María y al apreciar el esfuerzo organizativo y económico – en una zona rural caracterizada por la pobreza, la sequedad, los pies desnudos -, inevitablemente aparece esta pregunta. La escuela está ubicada a pocos centenares de metros de la ciudadela de los Focolares “El Diamante”, que queda a 50 Km de Puebla, y es una aventura educativa ya consolidada, con veinte años de experiencia. La escuela ya se puede jactar de tener tres ex alumnas, ya laureadas y que ahora son docentes. 20120330-scuola-santa-maria_mg_1446Y son muchos más los resultados cuando pasa así, como es en este caso, que un proyecto educativo atienda a la persona en su dimensión integral. Ojos bajos, sentido de inferioridad, baja estima, resignación, son las características de la vida de la población con respecto a las clases sociales superiores. Santa María es uno de esos lugares donde en cambio, los niños te miran a los ojos en una relación abierta e igualitaria, sin esconder su propia condición. “El intento –nos explica María Teresa Sánchez, una de las coordinadoras de la escuela-, es hacer tomar conciencia de la dignidad personal, valorando a cada uno y logrando que surja su potencialidad”. Laura Romo, otra coordinadora agrega: “Desarrollamos la creatividad en la lógica de la cultura del dar, privilegiando la sociabilidad y la cooperación por encima del individualismo y la competitividad” En los últimos veinte años, más de 7.500 jóvenes han recibido esta educación escolar y una formación humana y civil que está influyendo en el ambiente y en sus familias de  origen, con frecuencia llagadas por el alcoholismo del padre y por la violencia hacia la esposa y los hijos. Entre todos estos alumnos 110 llegaron a laurearse y ahora son profesores, ingenieros, abogados, que no olvidan lo que han recibido, de forma que también  se organizó una red de ex alumnos. La experiencia de Santa María, a decir la verdad, ha también contribuido a la elección de una vida de donación: dos eligieron el focolar, una eligió el convento, otro el seminario. Incluso sin laurearse, todos los demás se abrieron camino aportando  una nueva sociabilidad. Es una cultura que anima a las chicas a romper la costumbre de  estudiar lo estrictamente indispensable. Los estudiantes de este año son 404, desde el pre escolar al liceo. Las niñas más chiquitas, electrizadas por el acontecimiento, de la llegada de Giancarlo Faletti al complejo escolar, saltan como grillos, teniendo en la mano brillantes pompones rojos. Se abren los festejos por su visita. Hay también un buen número de padres. Aquí no se habla tanto de un cuerpo docente sino de una comunidad educativa, donde también los padres están llamados a la responsabilidad, cuidando la higiene, la vestimenta, la educación de los hijos y siguiendo también un curso en la escuela para poder acompañar a sus hijos. Este es un compromiso que no todas las parejas desean asumir, pero es como un reglamento del ingreso o permanencia en la Santa María. 180 son los alumnos que reciben ayuda del Sostén a Distancia que promueve la Asociación Familias Nuevas de los Focolares, pero también sus padres son invitados a colaborar en la escolaridad de sus hijos, de manera que estén responsabilizados, siguiendo la lógica presente en la Santa María. Y en efecto los papás han respondido de varias maneras, por ejemplo construyendo el cerco que rodea la Escuela o colocando el piso en algunas partes externas de los edificios. Giancarlo Faletti, luego de haber visto varias danzas folklóricas, canciones e intervenciones de directivos o profesores, expresó su admiración sin medias palabras: “La Presidente María Voce habría gozado profundamente si hubiese podido estar aquí. Ustedes son un ejemplo y un estímulo para vuestro País. Son un gran regalo. Existe un vínculo grande y profundo entre escuela, padres e instituciones, que permite desarrollar lo mejor de cada alumno”. Hace veinte años, con la generosidad de muchas familias, se compró el terreno y con el sostén de la Asociación mundo unido de Luxemburgo,  se construyó todo el complejo educativo. ¿Gota en el océano o signo profético?  Paolo Lóriga, enviado

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Colombia: entre dos océanos y los Andes

Bañada por dos océanos y atravesada por los Andes, Colombia es un verdadero jardín con 1.141.748 km2 de extensión ubicado en el extremo noroccidental de Suramérica. Playas caribeñas, selva amazónica, ciudades modernas, flores, oro, petróleo, esmeraldas y energía para exportar, arte y cultura, la hacen una nación llena de riquezas. Pero es su gente tenaz, llena de alegría e iniciativa, el verdadero tesoro de este país que ha recibido su nombre en honor a Cristóbal Colón.

La historia del Movimiento de los Focolares en estas tierras, comienza en Bogotá, la capital, una gran metrópoli, culta y moderna con más de 9 millones de habitantes, que se extiende sobre un magnifico altiplano a 2600m snm. Durante el congreso Eucarístico de 1968 Lucero presta sus servicios como scout y el Padre Gerardo Sotelo, religioso, le regala el libro que Chiara Lubich ha escrito para los jóvenes del Movimiento:“Etapas gen”. Fascinada, empieza su aventura junto con otras chicas- Por un año no hay palabras, sólo la vida habla, y muchos se interesan.

Mientras tanto en Medellín, industrializada y en continua transformación, el Padre Luis Bonilla – salesiano – recibe una revista Ciudad Nueva de Argentina– Descubre en esas páginas la vida que busca y empieza a recorrer las casas de su barrio anunciando el “Ideal” que encontró. Inicia una relación epistolar con la redacción en Argentina y pocos meses después llega Ana Sorlini – focolarina – quien desde entonces seguirá, con viajes anuales y correspondencia, las comunidades nacientes.

Marita Sartori (en el centro)

En 1972 se abre el centro o “focolar” femenino y en 1976 el masculino. Desde aquí se irradia el Ideal de la unidad a los países cercanos, desde México hasta Perú, con una gran respuesta. En tanto Monseñor Libardo Ramirez participa en Roma en los primeros encuentros de Obispos amigos del Movimiento y lleva esta espiritualidad a su Diócesis de Armenia. Con la Llegada del Padre Agustín Abate, nace el focolar sacerdotal. Religiosas y religiosos que son trasladados a diversas partes del país van comunicando esta vida evangélica y surgen comunidades en Valle, Huila, Santander, Nariño, Atlántico, Chocó, Antioquia, e Cundinamarca. Nace también la edición colombiana de la revista Ciudad Nueva.

Pero la situación socio-política y económica del País es cada vez más difícil. A los altos índices de pobreza (46% de la población vive bajo el límite) que desencadena luchas armadas y guerrilla, se suma el flagelo del narcotráfico con todo tipo de violencia y desplazamientos forzados.

Las comunidades del Movimiento se sienten interpeladas por esta situación que parece superarlas y Chiara Lubich propone en el 2002, que los Focolares en Colombia desarrollen particularmente una política y jurisprudencia que nazcan de la espiritualidad de la unidad, marcando una etapa importante en el desarrollo del Movimiento. Actualmente hay dos centros en Bogotá y otros dos en Medellín. El centro del Movimiento para toda la región se encuentra en el Centro Mariápolis Alegría, en Tocancipá a 40 km de Bogotá; es un punto fuerte de irradiación y formacion de la espiritualidad de la unidad.

Han nacido varias obras sociales como el Centro Social Unidad, en Bogotá, la Escuela Sol Naciente en Tocancipá, el proyecto abrazo en Medellín y diversas actividades académicas y de desarrollo basadas en la fraternidad como categoría política. Se estima que los miembros del Movimiento en Colombia sean alrededor de 6.500.

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México: el co-Presidente Faletti por primera vez en el país

20120329-el-diamante_mg_1136En México no miden esfuerzos cuando se trata de recibir a alguien. Son de verdad incomparables. Es una característica milenaria que expresa una cultura generosa, alegre y acogedora. Así fue también para Giancarlo Faletti, co-presidente del Movimiento de los Focolares, en su visita por primera vez a la ciudadela “El Diamante” que queda a 50 Km. de Puebla y a 170 Km al sudeste de la ciudad de México. Los últimos 30 metros del cantero central que atraviesa el elegante jardín interno del edificio principal estaban cubiertos de dibujos coloreadísimos de hierba segada. ¡Una auténtica obra maestra! Poco antes, un centenar de personas, incluidos los niños de la escuela S. María que tocaron canciones y las cantaron, habían ofrecido una artística bienvenida bajo el arco de ingreso a la ciudadela. Aquí salta a los ojos la belleza y la variedad de las plantas, de los canteros, de la casa, pero aquello que impresiona es la cultura del detalle. Se lo vé visitando la fábrica de pasteles, la empresa de artesanías, la carpintería y el taller del centro artístico. Los habitantes son 55, más otros que pasan un periodo de formación. Entre éstos últimos algunos jóvenes que le dieron la bienvenida y conversaron con Giancarlo Faletti. En la casa, punto de referencia para los vecinos circundantes, se ve una inesperada armonía de los ambientes (acompasada con la tecnología) que manifiesta su estilo de vida. También en el aeropuerto se expresó el alma mexicana hacia el esperado amigo. En la sala de llegadas, las personas de la comunidad de los Focolares, con tanto apretón de manos, dando la bienvenida, llamaron la curiosidad de los demás pasajeros en tránsito y despertaron un generalizado aplauso. Era un abrazo dulce y delicado muy agradable para el co-presidente, conociéndose su parquedad ante los reflectores. Antes de llegar a la ciudadela en la que se quedará hasta el lunes, para encontrarse con una buena parte de las personas de los Focolares de México, Giancarlo Faletti quiso cumplir una especie de viaje para penetrar en la cultura, en la historia, en el arte y en la religiosidad de este pueblo, que cuenta con más de 110 millones de habitantes, es el país más poblado de lengua española. Por este motivo, como primera etapa, realizó la visita al museo antropológico de la capital, en el cual la riqueza de las áreas expuestas, lo ayudó a descubrir el patrimonio inmenso que sostiene al México de hoy, y que impregna la vida de las diversas poblaciones que lo componen. El camino de la inculturación llegó también a la dimensión eclesial, que conoció en el encuentro con una treintena de sacerdotes, que viven la espiritualidad de la unidad y con los cuales Faletti mantuvo un diálogo sobre los efectos del carisma vivido en la vida presbiterial y en la construcción de la comunión en la Iglesia. ¿Y podía faltar la Morenita en este recorrido? Estuvo también la visita a la Virgen de Guadalupe adonde fue acompañado por unas treinta personas. Pero aquí se abre un capítulo importante. Y es mejor referirnos a él aparte. Paolo Lóriga, enviado

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“Sol naciente” escuela de esperanza

Tiene ya más de diez años la escuela pre-escolar  Jardín Feliz (Giardino Felice),  origen de  la actual escuela “Sol Naciente”.  Con su creación la comunidad de los Focolares del lugar(Colombia) trata de responder a una necesidad concreta y urgente de la población local: ayudar a los niños que no tienen la posibilidad de asistir a la escuela pre-escolar pública o privada  por la condición social de la familia y eliminar así la barrera que los mantenía marginados y en la pobreza. Al principio se pensó en darles una ayuda económica, pero pronto se dieron  c uenta que el dinero dado, aún siendo necesario para la familia, no siempre era utilizado directamente en los niños. Esto  condujo a la idea de fundar una escuela de pre-escolares de manera que sean directamente los niños los beneficiados de la ayuda. Pasada la primera etapa en que la escuela funcionó de forma informal, los mismos padres viendo el progreso de los niños, propusieron  que la escuela tuviese un reconocimiento de las autoridades municipales. Fue así que en 1999 comenzó oficialmente la escuela de pre-escolares Jardín Feliz. La primera clase estaba constituida por 26 niños de 4 años y estaba ubicada en una pieza del Centro Mariápolis Alegría, centro del Movimiento de los Focolares presente en Tocancipá desde hace varios años. Este emprendimiento fue creciendo y con los años se vio la necesidad de continuar la formación escolar de los niños abriendo también la escuela primaria que fue bautizada por Chiara Lubich con el nombre “Sol Naciente”. Desde el principio se trató de brindarle a la escuela una sede propia y gracias a la ayuda de diversas personas y a las donaciones de instituciones privadas, fue posible adquirir el terreno para construir la escuela. Actualmente la escuela “Sol Naciente”, además de la escuela primaria, tiene formación secundaria –media superior-, y cuenta con 308 alumnos, entre niños y jóvenes que van desde los 3 años hasta los 15 años. Además de ofrecer una buena instrucción escolar, forman personas sensibles a los valores de la solidaridad, de la paz y de la ecología y a insertarlos positivamente en la sociedad en que viven. La escuela ha funcionado hasta ahora con el apoyo de los estudiantes, con el de  las familias de los estudiantes y con la ayuda del programa Sostén a distancia del Movimiento  Familias Nuevas

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Bogotà: Centro “Social Unidad”

“¡Aquí estamos más cerca del cielo!, ésta es la expresión espontánea de L. M., una niña de 8 años que vive en el barrio La Merced (Bogotá) frecuenta el “Centro Social Unidad” a cargo de los Focolares de Colombia. Su familia llegó a la humilde barriada de las montañas al sur de la capital huyendo de la violencia. La de ellos era la misma situación en la que se encontraban tantas personas llegadas a ese lugar, donde encontraron gente solidaria que acogió a estas familias en busca de un futuro seguro. La situación, al principio era casi desesperada.   Para sobrevivir el trabajo era excavar la dura tierra del lugar para hacer ladrillos. Un procedimiento fatigoso, que exigía mucha fuerza física y buenos pulmones para soportar el gas que salía de los enormes hornos. Significaba también olvidar los propios sueños, porque el trabajo ocupaba todo el tiempo. También los niños, ya desde los 5 años, tenían que dejar parte de sus juegos o inventar uno durante la fabricación de los ladrillos. Era normal encontrar rostros ennegrecidos por el humo, pero igualmente contentos de ayudar a sus padres. Ante esta situación, y motivados por el impulso de Chiara Lubich de “dar la vida por la propia gente”, se injertaron hace 30 años personas del Movimiento de los Focolares, empezando por Don Luis Dies y un grupo de pioneros. Los habitantes del lugar tenían mucha desconfianza al principio, debido a experiencias negativas anteriores. “Pero ¿cómo no abrirle las puertas –cuanta P.T., uno de ellos- a quien venía sólo para ayudarnos? Ellos vivían con nosotros el dolor de vernos en necesidad, no nos juzgaban, compartían con nosotros también los momentos de relax, realmente nos querían y, desde un principio, se propusieron mejorar con nosotros la calidad de vida. Nos trajeron el médico, un dentista… nos hicieron sentir ¡personas amadas por un Padre que es Amor!” Hoy existe un centro social que, aun en medio de las dificultades, trabaja para que esta comunidad se convierta en un modelo de convivencia en donde la práctica de los valores humanos y cristianos sean la base del quehacer cotidiano. Actualmente, el “Centro Unidad” ofrece los servicios de ayuda escolar a 35 niños y adolescentes entre los 6 y los 17 años (gracias al compromiso de los propios jóvenes de la comunidad que vienen a hacer su servicio social); hay un programa de instrucción para 24 madres responsables de niños entre los 0 y los 5 años y para mujeres embarazadas; un servicio de biblioteca, asistencia de salud garantizada por un médico y un dentista, entrenamiento en el uso de las computadoras, cursos de cocina… Ha sido original la idea de la “boutique”, que ofrece por poco precio vestidos, utensilios para la casa, material escolar, y todo lo que puede ser útil; además hay talleres de danza, teatro y pintura. El Centro se sostiene gracias al proyecto “Apoyo a distancia” de Familias Nuevas, que hoy en día a 78 niños y adolescentes de familias del lugar. Una bellísima historia que todavía se está escribiendo, entre alegrías y dolores. Las puertas del centro quedan siempre abiertas para quienes pasan necesidad pero también para quien quiere dar algo suyo. Aquí una parte de la humanidad lucha y se compromete a tratar de formar parte de una sociedad más justa, inspirada en los valores del Evangelio.

Abril 2012

«Vosotros ya estáis limpios…». ¿De qué pureza se trata? De la disposición de ánimo necesaria para estar ante Dios, de la ausencia de obstáculos (como el pecado, por ejemplo) que impiden el contacto con lo sagrado, el encuentro con lo divino. Para tener esta pureza se necesita una ayuda de lo Alto. Ya en el Antiguo Testamento, el hombre había adquirido conciencia de su incapacidad para acercarse a Dios sólo con sus fuerzas. Era necesario que Dios le purificase el corazón, le diera un corazón nuevo. Un salmo bellísimo dice: «Crea en mí, oh Dios, un corazón puro» . «Vosotros ya estáis limpios, gracias al mensaje que os he comunicado». Según Jesús, hay un medio para ser puro, y es su Palabra. Esa Palabra que los discípulos oyeron y acogieron los purificó. En efecto, la Palabra de Jesús no es como las palabras humanas. Cristo está presente en ella como lo está, de distinto modo, en la Eucaristía. Por ella Cristo penetra en nosotros. Al aceptarla y ponerla en práctica, Cristo nace y crece en nuestro corazón. Pablo VI decía: «¿Cómo se hace presente Jesús en las almas? Mediante la comunicación de la Palabra se transmite el pensamiento divino, el Verbo, el Hijo de Dios hecho hombre. Se podría afirmar que el Señor se encarna en nosotros cuando aceptamos que la Palabra venga a vivir dentro de nosotros» . «Vosotros ya estáis limpios, gracias al mensaje que os he comunicado». También se compara la Palabra de Jesús con una semilla sembrada en lo más íntimo del creyente. Si es acogida, penetra en el hombre y se desarrolla como una semilla, crece, da fruto y «cristifica», haciéndonos conformes a Cristo. La Palabra, interiorizada así por el Espíritu, tiene realmente la capacidad y la fuerza de mantener al cristiano alejado del mal: mientras deje obrar en él a la Palabra, se mantendrá libre del pecado, es decir, puro. Solamente pecará si deja de obedecer a la verdad. «Vosotros ya estáis limpios, gracias al mensaje que os he comunicado». ¿Cómo vivir entonces para merecer también nosotros el elogio de Jesús? Poniendo en práctica cada Palabra de Dios, nutriéndonos de ella en cada momento, haciendo de nuestra existencia una obra de continua reevangelización. Todo ello para llegar a tener los mismos pensamientos y sentimientos que Jesús, para hacer que reviva en el mundo, para mostrar a una sociedad tantas veces atrapada en el mal y en el pecado, la pureza divina, la transparencia que da el Evangelio. Además, durante este mes, si es posible (es decir, si otros también comparten nuestras intenciones), procuremos poner en práctica de forma especial la Palabra que expresa el mandamiento del amor recíproco. Pues para el evangelista Juan, que refiere la frase de Jesús que hoy consideramos, existe un vínculo entre la Palabra de Cristo y el mandamiento nuevo. Según él, es en el amor recíproco donde se vive la Palabra con sus efectos de purificación, de santidad, de ausencia de pecado, de frutos, de cercanía a Dios. El individuo aislado es incapaz de resistir mucho tiempo las incitaciones del mundo, mientras que en el amor recíproco encuentra el ambiente sano capaz de proteger su existencia cristiana auténtica. Chiara Lubich