Movimiento de los Focolares
Informe abusos 2023: consciencia, reparación, prevención

Informe abusos 2023: consciencia, reparación, prevención

El Movimiento de los Focolares publica el informe sobre las actividades realizadas para la protección de la persona y los datos sobre los casos de abuso en 2023. Entrevista a Catherine Belzung, profesora de Neurociencias y coordinadora de la Cátedra UNESCO sobre Maltrato Infantil. El 1 de marzo se publica el segundo informe anual del Movimiento de los Focolares sobre las actividades y los datos relativos a los casos de abuso sexual de menores, personas en condición de vulnerabilidad, abusos de conciencia, espirituales y de autoridad. Hemos pedido una lectura y evaluación del documento a Catherine Belzung. Profesora titular universitaria de Neurociencias en Francia, miembro sénior del Instituto Universitario de Francia (2014) y presidenta del centro de investigación multidisciplinar iBrain, desde 2022 coordina la Cátedra UNESCO sobre Maltrato Infantil, formada por una asociación de universidades e instituciones de 16 países. También es corresponsable del Centro Internacional para el Diálogo con la Cultura Contemporánea del Movimiento de los Focolares. Desde 2023, el Movimiento de los Focolares ha optado por publicar un informe anual sobre las actividades y los datos relativos a los casos de abuso sexual a menores y también sobre abusos de conciencia, espirituales y de autoridad. Desde su punto de observación internacional, ¿qué opina de esta decisión? ¿Qué valoración hace de este segundo informe? Creo que este informe representa un verdadero paso adelante. De hecho, el informe de 2023 había sido criticado, sobre todo porque no se mencionaban los lugares y las fechas de los abusos sexuales. El nuevo informe se refiere a los casos reportados en los últimos 10 años y añade estas puntualizaciones: se observa que los abusos sexuales se han perpetrado en los 5 continentes (una veintena de países), con un pico de casos en los años 90-99, así como en la década anterior y la siguiente. Los hechos a veces se repiten durante varias décadas, lo que sugiere que se trata de autores multirreincidentes, cuya sucesión de abusos no se había interrumpido. Algunos hechos ocurrieron y se trataron hacia 2020, lo que indica que las víctimas pudieron denunciar abusos casi en tiempo real, lo cual es ya un progreso. Todos los abusos sexuales denunciados han sido perpetrados por hombres. Es lo contrario de cuanto acontece en los abusos de autoridad, que en el 77% de los casos son cometidos por mujeres, lo que hay que relacionar con las proporciones más significativas de mujeres entre los miembros de este Movimiento. El informe también contiene una sección detallada y clara, sobre las medidas implementadas durante el año, en particular en lo que respecta a la formación. Queda por entender cuáles son las causas profundas de estos abusos: más allá de las medidas de prevención y de las sanciones, habría que seguir trabajando para identificar las causas sistémicas que podrían explicar estas cifras, con el objetivo de poner en marcha una estrategia que permita ponerles fin. En este segundo informe, los autores se han clasificado en base a criterios precisos, establecidos por la Política de Información publicada recientemente por los Focolares. ¿Qué opina de esta decisión? Se trata de un conflicto ético. Por un lado, en efecto, hay que confiar en la experiencia de las víctimas, tomar en serio las denuncias que hacen y poner en marcha rápidamente medidas que permitan protegerlas. Por otro lado, hay que respetar la presunción de inocencia de los presuntos autores, evitar la difamación cuando no se haya pronunciado ninguna condena penal definitiva. La cuestión es compleja y encontrar una solución satisfactoria requerirá sin duda mucha escucha y diálogo. La cátedra de la UNESCO sobre el abuso de menores, que usted coordina, nació porque usted misma entró en contacto con un caso de abuso infantil del que conocía tanto a una de las víctimas como a su autor. Se trata de un caso ocurrido en la Iglesia católica en Francia. La comunidad social o religiosa es definida como “víctima secundaria”. ¿Qué significa esto? ¿Cuáles son las heridas que las personas sufren y cómo ayudar a cicatrizarlas a nivel social y comunitario? Sí, esta cátedra nació efectivamente, como resultado del contacto con una víctima, contacto que me marcó muy profundamente: este sufrimiento me afectó en lo más profundo, y de ahí nació el deseo de hacer algo. Los abusos afectan en primer lugar a la víctima, que a menudo sufrirá consecuencias psicológicas duraderas. A veces la revelación de los hechos puede abrir una ventana de gran vulnerabilidad en la persona, que requiere un acompañamiento específico. Como consecuencia, esto afecta a los familiares de la víctima, como el cónyuge, los hijos, pero también a los padres que se sienten responsables de haber confiado el hijo a una institución que no lo ha protegido. Los efectos devastadores también afectan a toda la comunidad, ya que los miembros a menudo no tienen conocimiento de que en su interior se escondiera un depredador multirreincidente, con el que podían tener un vínculo de cercanía, de amistad. Surge espontáneamente la pregunta: ¿Por qué no he visto nada? Otro aspecto se refiere a la relación con la institución que puede haber protegido al agresor, a veces en buena fe, suscitando un sentimiento de traición y desconfianza. Y por último, la comunidad también puede dividirse, dependiendo de los análisis divergentes de unos y otros, entre los que se refugian en la negación, y los que quieren luchar para evitar que eso vuelva a suceder. Reparar todo esto requiere un amplio arsenal de medidas: es fundamental hacerse cargo del acompañamiento de las víctimas y de sus familias, pero también es necesario restablecer la confianza en la institución que ha demostrado haber sido deficiente, cuando esta muestra una sincera voluntad de aprender de sus errores pasados. Para hacerlo, cuentan solamente los actos: la institución debe promover la transparencia comunicando informaciones muy precisas, implementar procedimientos claros, crear lugares de escucha, establecer procedimientos de reparación y, para las comunidades, espacios de diálogo donde intercambiarse opiniones incluso contrapuestas. El Movimiento de los Focolares es una organización mundial, al que pertenecen personas de diferentes culturas, religiones, sujetas a diversos ordenamientos jurídicos y que adoptan diferentes estilos de vida. ¿Cómo es posible realizar prácticas contra el abuso en un entorno caracterizado por una multiculturalidad y diversidades tan grandes? En primer lugar, las consecuencias de los abusos sexuales a menores existen en todas las culturas, son universales. Además de las secuelas psicológicas y sociales, las víctimas pueden presentar secuelas biológicas, como un aumento de las hormonas del estrés, una alteración de la expresión de ciertos genes, así como de la morfología y el funcionamiento cerebral: estas disfunciones persisten durante toda la existencia del sobreviviente y pueden transmitirse a la siguiente generación. Por lo tanto, no se puede decir que haya variaciones culturales en la gravedad de las consecuencias sobre las víctimas, que haya culturas en las que las víctimas sufran menos: es devastador siempre y en todas partes. Por lo tanto, es necesario poner en marcha medidas de prevención, pero también de reparación en todo el mundo. Se puede observar que la consciencia de la gravedad de estas situaciones está creciendo: por ejemplo, en la Iglesia católica se han instituido comisiones nacionales de investigación en muchos países de Europa, América del Norte, América Latina, pero también en Australia, India y Sudáfrica. Si el sufrimiento no varía, lo que sí puede variar es la resistencia a denunciar los hechos y la capacidad de implementar medidas de protección y reparación. Esto puede estar relacionado con el hecho de que en algunas culturas hablar de sexualidad es un tabú. El primer paso es sensibilizar a las poblaciones sobre las consecuencias de los abusos: ya existen programas promovidos por diferentes asociaciones que tienen en cuenta la representación de la sexualidad en las diversas culturas. Por ejemplo, proponer escuchar el sufrimiento de las víctimas que pertenecen a la misma cultura puede suscitar empatía y hacer surgir el deseo de actuar. La prevención también puede dirigirse directamente a los niños, a través de una educación sobre sus derechos: también en este caso existen programas basados, por ejemplo, en canciones. Otra cosa que varía es la capacidad de los Estados y de las instituciones para adoptar medidas de protección y reparación. Un diálogo respetuoso y no estigmatizante con los protagonistas es el camino a seguir: esto permitirá a cada uno comprender la gravedad de los abusos, pero también encontrar las modalidades específicas de cada cultura para liberar la palabra, para concretar las reparaciones y formar a los miembros de la comunidad. Tanto dentro del Movimiento de los Focolares como también en otros contextos, hay quienes expresan la convicción de que haya llegado el momento de seguir adelante; es decir, que no es necesario seguir hablando solo de abusos, sino centrarse en la “misión” del Movimiento y en todo lo bello y positivo que la realización de este carisma genera en el mundo. ¿Qué opina al respecto? ¿Cuál es la «misión»? ¿No es acaso avanzar hacia la fraternidad universal, hacia una cultura que ponga en primer lugar el sufrimiento de los más débiles, una cultura del diálogo, de la apertura, de la humildad? Me parece que la lucha contra los abusos de todo tipo es precisamente una forma de realizar este deseo de poner en primer lugar a quienes lo sufren. Ayudar a sanar las heridas de las víctimas es precisamente una forma de avanzar hacia la fraternidad universal. Esto también implica acompañar a los autores de los abusos, con el fin de evitar la reincidencia. Reconocer los propios errores, la propia vulnerabilidad, para construir soluciones teniendo en cuenta las opiniones de los expertos del sector, es justamente una manera de construir una cultura del diálogo. Luchar con determinación contra los abusos y acompañar a las víctimas están, precisamente, en el centro de esta «misión». Así que no hay que elegir entre la lucha contra el abuso y la «misión», porque esta lucha es un elemento central de la «misión». Se trata de una prioridad dolorosa pero necesaria en el contexto actual.

Stefania Tanesini

Informe 2023: “La protección de la persona en el Movimiento de los Focolares” (Descargar el PDF)

Margaret Karram entre los nuevos Miembros del Dicasterio

El  25 de noviembre de 2023, Margaret Karram, Presidente del Movimiento de los  Focolares, ha sido nombrada Miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El Papa Francisco ha nombrado ad quinquennium a once nuevos Miembros del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y entre ellos también a la Presidente de la Obra de María (Movimiento de los Focolares),  Margaret Karram.  Con ella, otros irán a representar y enriquecer el rostro universal de la Iglesia, junto a las personas que ya están en ese cargo. Son hombres y mujeres, célibes y casados, comprometidos en los distintos campos de actividades y provenientes de las más variadas partes del mundo  Monseñor Josep Ángel Saiz Meneses – Arzobispo de Sevilla ; Reverendo Andrea D’Auria, F.S. C.B – Director del Centro Internacional de Comunión y Liberación; Reverendo Luis Felipe Navarro Marfá – Rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma; los Señores Benoît y Véronique Rabourdin – Responsables internacionales de  Amour et Verité de la  Communauté de l’Emmanuel; los  Señores Joseph Teyu Chou y Clare Jiayann Yeh – respectivamente docente en el Department of Public Finance della National Chengchi University de Taipei (Taiwan) y Fundadora y Directora del Marriage and Family Pastoral Center de la Conferencia Episcopal Regional China; la Profesora Ana María Celis Brunet – Presidente del Consejo Nacional para la Prevención de abusos y acompañamiento de víctimas de la Conferencia Episcopal de Chile; la Profesora Maria Luisa Di Pietro – Directora del Centro de Investigación y Estudios sobre la Salud Procreativa de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma; la Profesora Carmen Peña García – docente di Derecho Matrimonial en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Comillas, de Madrid. Los nuevos Miembros, cuyo nombramiento ha sido publicado con fecha del 25 de noviembre de 2023 en el Boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede, se añaden a los que habían sido nombrados anteriormente y a todos los que aún están en el cargo, cuyos nombres actualizados se pueden consultar en la página del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en el sector Miembros y Consultores.

Todos responsables de todos: formación en red

A partir de hoy, 20 de noviembre de 2023, están disponibles las nuevas Directrices para la formación en materia de protección de menores y de personas en situación de vulnerabilidad, elaboradas por el Movimiento de los Focolares. Margarita Gómez y Étienne Kenfack, consejeros del Centro Internacional del Movimiento por la Vida Física y la Naturaleza, nos ofrecen algunas aclaraciones. Ilustrar las características necesarias para comprometerse concretamente con la protección de la vida y la dignidad de cada persona: esto es lo que distingue a los nuevos Lineamientos para la Formación en materia de Protección de Menores y Personas Vulnerables (FPMV) en el Movimiento de del Movimiento de los Focolares, publicado hoy, 20 de noviembre de 2023, Día Internacional de los Niños y de los Adolescentes. Un trabajo que contó con la colaboración directa de 40 especialistas y personas involucradas en este campo de todos los continentes y que tuvo como objetivo exclusivo proporcionar los elementos necesarios para que en cada país donde opera el Movimiento de los Focolares se pueda implementar una adecuada estrategia de formación orientada a prevenir y erradicar cualquier tipo de abuso, tanto dentro del Movimiento como en los ambientes donde se encuentran sus miembros (trabajo, barrio, escuela). Desde 2013, el Movimiento trabajó por la formación para la protección de menores, con un trabajo generalizado en todos los países donde opera y un curso de seis horas que contenía los principios fundamentales. Este esfuerzo formativo había llegado a 17.000 personas en diciembre de 2022, y aunque la formación estuvo abierta a todos, fue realizada principalmente por personas que tenían responsabilidades o contacto directo en actividades con menores. Tras el informe sobre los graves casos de abuso sexual registrados en Francia, publicado un año después de la investigación por la consultora GCPS, surgió la fuerte necesidad de ofrecer a todos los miembros del Movimiento de los Focolares, de cualquier edad, una vocación, nación, rol, capacitación específica. Por esta razón las Directrices representan una herramienta universal, dejando un amplio espacio para una adecuada inculturación y una implementación específica en el contexto particular de origen. “La formación se dirige a todos, y para ‘todos’, nos referimos no sólo a los que pertenecen al Movimiento sino también a las personas que trabajan en nuestras estructuras – afirma Étienne Kenfack. Las Directrices, sin embargo, están dirigidas a los responsables del Movimiento en las distintas áreas geográficas y a sus equipos, que serán responsables de su aplicación”. Los Lineamientos entrarán en vigor el 1° de enero de 2024, por un período de 20 meses ad experimentum. Un periodo de prueba para poder recoger todos los cambios y transformaciones que serán necesarios de cara al futuro. “El documento – continúa Margarita Gómez – se basa en un recurso clave para nosotros, que es la comunión: por tanto, trabajaremos en red, habrá una comisión internacional y equipos que llevarán a cabo el proyecto localmente. Habrá momentos de intercambio, con enlaces online que nos ayudarán a resolver dudas, a compartir buenas prácticas. No es casualidad que hayamos decidido titular nuestro programa de formación ‘Todos responsables de todos’. Espero que estas Directrices encuentren una gran acogida en nuestras comunidades y que en pocos meses hayamos dado un importante impulso a la formación en esta materia”.

Maria Grazia Berretta

Mira el video (activar los subtítulos en español) https://youtu.be/OsZW-DC_E7U

 

La fuerza de no rendirse ante el mal

Tras el atentado terrorista sufrido por Israel, el horror por la violencia que se ha desencadenado, la ola de miedo que ha sacudido a los dos pueblos, la angustia por los rehenes y la suspensión por el destino de la gente de Gaza: noticias de las comunidades de los Focolares en Tierra Santa y un llamamiento mundial a la oración y al ayuno por la paz el próximo 17 de octubre. Hemos dejado nuestras casas y todos los cristianos se han refugiado en las iglesias”. Este es el breve mensaje que recibimos esta mañana de algunos miembros de la comunidad de los Focolares de Gaza; son las últimas noticias que recibimos de ellos. Según el padre Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia católica de la Sagrada Familia en Gaza, son 1017 los cristianos que aún viven en la franja y entre los que se encuentran varias personas del Movimiento de los Focolares con las que las comunicaciones son cada vez más esporádicas y difíciles. Y a pesar de esto, en los últimos días ha circulado un mensaje de una de ellas agradeciendo a todos por la cercanía y las oraciones que han llegado a la pequeña comunidad de Gaza. “Ustedes me han dado la fuerza para no rendirme ante el mal –escribe–, para no dudar de la misericordia de Dios y creer que el bien existe. En medio de cada oscuridad hay una luz oculta. Si no podemos rezar, ustedes rezan, nosotros ofrecemos y juntos nuestro trabajo está completo. Queremos gritar al mundo que anhelamos la paz, que la violencia engendra violencia y que nuestra confianza en Dios es grande. Pero si Dios nos llamase a Él, tengan la seguridad de que desde el Cielo seguiremos rezando con ustedes y suplicándole con más fuerza que tenga compasión de su pueblo y de ustedes. Paz, seguridad, unidad y fraternidad universal, esto es lo que deseamos y esta es la voluntad de Dios y también la nuestra”. Margaret Karram: en medio del odio, noticias de fraternidad Hace falta valor para decir esto hoy, cuando el horror y la violencia ocupan todo el espacio mediático, pero esas no son las únicas noticias. Las hay menos gritadas, pero que no pueden silenciarse, como la red mundial de oración que está en marcha en cada punto de la tierra, independientemente de la creencia religiosa o de la pertenencia, junto con los gestos y las palabras de fraternidad. Lo contó ayer Margaret Karram, Presidenta de los Focolares durante la sesión informativa habitual en la Sala de Prensa Vaticana, paralela al Sínodo de la Iglesia Católica en curso, en el cual está participando como invitada especial. Unos amigos judíos que conozco en Israel” –dice– “me llamaron a mí, una árabe palestina, diciendo que están preocupados por los que viven en Gaza. Para mí es algo muy bonito Todo el mundo sabe las historias negativas entre estos dos pueblos, pero mucha gente, muchas organizaciones trabajan para construir puentes y nadie habla de ello. Se habla solo de odio, de división, de terrorismo. Nos hacemos imágenes colectivas de estos dos pueblos que no se corresponden con la realidad. No debemos olvidar que todavía hoy muchas personas están trabajando para construir puentes. Es una semilla sembrada, incluso en esta hora tan difícil”. De los amigos judíos: hacer comunidad de oración Para confirmarlo, desde una localidad del distrito de Tel Aviv, una amiga judía nos escribe: Si están en contacto con los amigos de los Focolares de Gaza, envíenles mi amor y mi cercanía. Espero que todos estén a salvo. En estos días estoy en casa con mi familia, las escuelas están cerradas y nos alojamos cerca de los refugios. Los chats son un flujo constante de llamamientos y ofertas de ayuda para las familias que han huido, para los soldados y sus familias. También llegan peticiones de ayuda para los funerales, para honrar a los muertos como es debido. Parece que todos los jóvenes han sido reclutados para luchar y tememos por nuestros amigos y familiares. Nos atemoriza lo que nos espera. Intento proteger a mis hijos del miedo, pero nuestro horror es insignificante comparado con lo que les ha ocurrido a nuestros hermanos y hermanas del Sur. Pienso en mis amigos árabes de Israel que corren a los refugios como nosotros. Trato de rezar a la misma hora que mi amigo musulmán, para que seamos una comunidad de oración aunque tantas cosas nos dividan. Agradezco que estén con nosotros, juntos, y sus oraciones, más de lo que pueda expresar. ¿Qué podemos hacer? En una rueda de prensa, Margaret Karram confió el dolor y la angustia que siente por su pueblo, por ambas partes: Me he preguntado: ¿Qué hago aquí? En estos momentos ¿no debería hacer alguna otra cosa para promover la paz? Después me dije: también aquí puedo unirme a la invitación del papa Francisco y a la oración de todos. Con estos hermanos y hermanas de todas partes del mundo podemos pedir a Dios el don de la paz. Creo en la potencia de la oración. Luego habló de la acción “¡¡¡No más guerras!!! CONSTRUYAMOS LA PAZ!” que los niños, adolescentes y jóvenes de los Focolares lanzaron junto con la asociación Living Peace (Vivir la paz). Llaman a sus coetáneos a rezar por la paz a las 12 del mediodía, cada día y en todas las franjas horarias; luego, proponen llenar el día de gestos que construyan la paz en el corazón de cada uno y a su alrededor; invitan a enviar mensajes de apoyo a los niños, adolescentes y jóvenes de Tierra Santa y los animan a pedir a los gobernantes de sus países que hagan todo lo posible por alcanzar la paz. El Movimiento de los Focolares se une también al llamamiento del Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pizzaballa, para una jornada de ayuno y oración por la paz el próximo 17 de octubre: “Que se organicen momentos de oración con adoración eucarística y con el rezo del rosario a la Santísima Virgen. Probablemente, en muchas partes de nuestras diócesis, las circunstancias no permitan grandes reuniones. En las parroquias, en las comunidades religiosas, en las familias, todavía será posible organizar sencillos y sobrios momentos comunes de oración”.

Stefania Tanesini