Movimiento de los Focolares
El Concilio de Nicea: una página histórica y actual de la vida de la Iglesia

El Concilio de Nicea: una página histórica y actual de la vida de la Iglesia

Mucho se ha dicho y se seguirá diciendo sobre la importancia ecuménica del año 2025. El 1700º aniversario del Concilio de Nicea es solo uno, aunque fundamental, de los diversos aniversarios importantes para toda la cristiandad que se celebran este año. ¿Por qué es esencial recordar Nicea incluso hoy? ¿Cuál es su relevancia? Para comprenderlo bien, debemos remontarnos al siglo IV.

En el año 313, el emperador Constantino accedió a conceder a los cristianos la libertad de culto, poniendo fin a la persecución religiosa en todo el imperio. Más tarde, en el año 324, Constantino se convirtió en la máxima autoridad de todo el imperio, tanto en Occidente como en Oriente, pero comprendió que una controversia doctrinal podía perturbar la paz territorial. Por lo tanto, decidió convocar un Concilio de toda la Iglesia para resolver el asunto; era consciente de que se trataba de una cuestión religiosa, pero también estaba convencido de que la unidad religiosa era un factor importante para la estabilidad política. Entre 250 y 318 obispos de todo el Imperio llegaron a Nicea. El objetivo principal era defender y confirmar la fe y la doctrina transmitidas por los apóstoles sobre la Persona divina y humana de Jesucristo, frente a otra doctrina que se extendía entre los cristianos: la del presbítero Arrio de Alejandría en Egipto y sus partidarios, quienes afirmaban que Jesucristo no siempre había sido Dios, sino la primera y más sublime criatura de Dios.

Es comprensible que tal misterio, es decir, la persona de Jesucristo, representara un desafío para la inteligencia humana. Pero, al mismo tiempo, el testimonio de los apóstoles y de muchos cristianos capaces de morir — para defender esta fe — fue más fuerte. Incluso entre los obispos que acudieron al Concilio, muchos aún llevaban las marcas de la tortura y el sufrimiento padecidos por esta razón.

Así definió aquel Concilio la fe en la que se funda el cristianismo y que profesan todas las Iglesias cristianas, el Dios revelado por Jesucristo es un Dios único, pero no solitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo son un solo Dios en tres Personas distintas que han existido siempre.

Recordar Nicea hoy es, por tanto, de gran importancia y actualidad: un Concilio que sentó las bases de la estructura sinodal de la Iglesia, de la que hoy buscamos mayor concreción; un Concilio que unificó el día de la celebración de la Pascua para toda la Iglesia (siglos después, hasta hoy, con el cambio de calendarios, la fecha se volvió diferente para las Iglesias de Occidente y Oriente) y que sentó los puntos fundamentales de la fe cristiana. En particular, este último punto nos interpela hoy de forma contundente. Quizás la tendencia a no creer en la divinidad de Jesucristo nunca haya desaparecido del todo. Hoy, para muchos, es más fácil y cómodo hablar de Jesús privilegiando sus prerrogativas humanas como hombre sabio, ejemplar y profeta, en lugar de creerlo como el Hijo unigénito de Dios, de la misma sustancia que el Padre.

Iznik, antigua Nicea, hoy es una pequeña ciudad de Turquía

Ante estos desafíos, podemos pensar que Jesucristo también nos dirige hoy la misma pregunta que dirigió a los apóstoles: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (Mt 16,13-17).

Aceptar el Credo de Nicea y profesarlo juntos es, por tanto, ecuménicamente importante, también porque la reconciliación de los cristianos implica reconciliación no solo con y entre las Iglesias del presente, sino también con la tradición de la Iglesia primitiva y apostólica.

Considerando el mundo de hoy, con todas sus angustias, problemas y expectativas, nos damos cuenta aún más de cómo la unidad cristiana no es sólo una necesidad evangélica, sino también una urgencia histórica.

Si queremos confesar juntos que Jesús es Dios, entonces sus palabras, especialmente lo que él llamó su nuevo mandamiento, el criterio que estableció para que el mundo nos reconociera como sus discípulos, adquirirán gran valor. Vivir este mandamiento “será la única manera, o sin duda la más eficaz, de hablar de Dios hoy a quienes no creen, de hacer que la Resurrección de Cristo sea comprensible para el hombre de hoy” [1].


[1] BENEDICTO XVI, Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos. Una conversación con Peter Seewald, Herder, Barcelona 2010.

Centro “Uno”

Para profundizar sobre el tema está disponible el video: Desde Nicea caminando juntos hacia la unidad


Amor, unidad, misionariedad: caminando con el papa León XIV

Amor, unidad, misionariedad: caminando con el papa León XIV

Más de 150 delegaciones de todo el mundo, líderes políticos, jefes de varias Iglesias cristianas, representantes de distintas religiones y más de 200.000 fieles de todas partes del planeta han participado en el Vaticano, hoy, 18 de mayo de 2025, de la celebración en ocasión del comienzo del ministerio del papa León XIV. El Pontífice ha querido empezar su camino justamente con el encuentro con los peregrinos, recorriendo en coche la plaza San Pedro y la via della Conciliazione, en un saludo largo, alegre y conmovedor. Luego se detuvo ante la tumba de Pedro, de quien es sucesor, y dio comienzo a la celebración eucarística.

También estaba presente un grupo del centro internacional de los Focolares, en representación de la Presidente del Movimiento, Margaret Karram, y del Copresidente Jesús Morán, que en estos días están de viaje en los Estados Unidos.

“Una experiencia de universalidad de la Iglesia –así define ese momento vivido en la plaza San Pedro Silvia Escandell (Argentina), delegada central de los Focolares–. “Una experiencia de universalidad de la Iglesia –así define ese momento vivido en la plaza San Pedro Silvia Escandell (Argentina), delegada central de los Focolares–. Sentí que el papa León XIV, sin duda también por su carisma, recogía esa profunda diversidad en la unidad. Me impresionó el hecho de que él hubiera destacado dos palabras, ‘amor y unidad’, y que todo su discurso lo desarrollara en ese sentido ”. “También me impactó cuando –sigue diciendo Silvia– se refirió a Pedro a quien Jesús le decía que echara las redes y nos llamó a hacerlo una vez más. Pero sabiendo que son las redes del Evangelio, que va al encuentro de todos los hombres. Me pareció un signo de mucha esperanza, para la Iglesia y la humanidad ”.

En las fotos: plaza San Pedro repleta de fieles, un momento de celebración y el grupo del Centro internacional de los Focolares.

“Para mí hoy ha sido una fuerte experiencia en el camino hacia el mundo unido –dice Ray Asprer (Filipinas) delegado central del Movimiento de los Focolares–. Fue impresionante ver toda esa plaza llena y, sobre todo, escuchar el llamado del papa que expresaba su visión de una Iglesia como instrumento de unidad. Me parecía que era justamente lo que se estaba viviendo allí, en toda su solemnidad, era lo que justamente estábamos experimentando. Estábamos juntos de todo el mundo, alrededor del papa que proclamaba que la misión de la Iglesia es amor y unidad. Sentí una invitación a la unidad como un signo de los tiempos ”.

De esperanza habla igualmente Chiara Cuneo (Italia), consejera del centro internacional de los Focolares y co-responsable del diálogo entre Movimientos y nuevas Comunidades en el ámbito de la Iglesia Católica. “En este tiempo tan oscuro –nos cuenta– la esperanza es una luz que nos guía. Durante la Misa pensé que, a veces, es necesario experimentar el desierto para que se vean brotes de esperanza. Hoy hemos visto uno de esos brotes: hay algo que crece ”.

Las palabras del papa, cuando nos invitaba a caminar juntos –observa– son muy inclusivas también, pues mencionó realmente a todos, estábamos dentro todos, todos, todos”.

Pude saludar –concluye– junto a muchos otros, a algunos fundadores y presidentes de varios Movimientos de la Iglesia. Fue un momento de fiesta, de alegría y de esperanza renovada para cada uno de nosotros. Con el deseo de continuar este camino juntos, y con el propósito de querernos cada vez más, como dijo el papa ”.

Enno Dijkema (Países Bajos) es consejero del centro internacional de los Focolares y co-director del Centro Uno para la unidad de los cristianos. “Había también muchísimos jefes de otras Iglesias cristianas –observa– y el papa dijo justamente que quiere estar en diálogo con todos y quiere ser un servidor de la unidad de la Iglesia de Cristo”. “Me impactó mucho también –nos sigue diciendo– cuando habló de su ministerio y lo describió no como por encima de todos, sino por debajo, como amor, como servicio que es alegría y fe para todos los cristianos y para todo el mundo. Delante de tantos jefes de Estado me pareció un hermoso testimonio, una definición del ‘poder’ entendido como amor y como servicio ”.

Anna Lisa Innocenti

Foto: Vatican Media Live e © A.L.I.-CSC Audiovisivi

Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo

Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo

El viernes 9 de mayo, en el punto de encuentro de los Focolares, en el corazón de Roma (Italia), y mediante transmisión on line, se celebró la ceremonia de entrega de premios del concurso para escuelas titulado “Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo ”. El concurso está dedicado a la figura de la fundadora del Movimiento de los Focolares, una mujer que supo unir la educación, la política y el diálogo por la paz.

El tema propuesto para la quinta edición fue: «Explorando el concepto de paz en relación con el pensamiento de Chiara Lubich». Se recibieron 118 trabajos (individuales y grupales), presentados por 35 escuelas de 15 regiones italianas.

El concurso, promovido por New Humanity, el Centro Chiara Lubich y la Fundación Museo Histórico del Trentino, se lleva a cabo en colaboración con el Ministerio de Educación y Mérito de Italia. Se consolida como una oportunidad para que docentes y estudiantes reflexionen sobre los valores de la fraternidad, la aceptación y el diálogo intercultural, temas centrales en el pensamiento y la acción de Chiara Lubich.

Trabajos premiados

Educación secundaria

1.er puesto: Construyendo el infinito, de 5º A Lingüístico, Liceo A. Maffei – Riva del Garda (Trento). Con imágenes relevantes, las alumnas presentaron creativamente su reflexión sobre el tema de la paz, combinándolo con elementos característicos del pensamiento de Chiara Lubich, que concedía tanta importancia a las relaciones de proximidad: donde hay amor hay unidad y donde hay unidad hay paz.

2° puesto ex aequo: Vivir la paz, de la clase 2º H, Liceo clásico Quinto Orazio Flacco – Bari. En el ensayo escrito, se aprecia el especial énfasis que la reflexión pone en la paz, como una tarea para vivir a diario. Son significativas las referencias escogidas del pensamiento de Chiara Lubich, quien deja un legado de fraternidad y un compromiso concreto por un mundo más unido.

2° puesto ex aequo: Mirada, de Elena Scandarelli, 3° AU, Liceo Maria Auxiliadora – Riviera San Benedetto (Padua). De forma sencilla y eficaz, la imagen comunica explícitamente la importancia que Chiara Lubich concede a saber mirar el mundo más allá de los desafíos humanos, viviéndolos con esperanza.

Escuela Secundaria

1.er puesto: 1920-2011, por Alessia Tombacco 3° C, IC Elisabetta “Betty” Pierazzo – Noale (Venecia). El texto presentado ofrece una reflexión original que resalta la actualidad del pensamiento de Chiara Lubich y la posibilidad de un encuentro vital con ella, incluso en una época diferente a la que vivió Chiara. Rico de confianza en el presente y esperanza en el futuro, es la imagen del hombre célula: portador de nuevas relaciones para un mundo sin fronteras.

2° puesto: Voces de fraternidad, de 3º D, IC Giovanni XXIII – Villa San Giovanni (Reggio Calabria). En el trabajo multimedia, se valora especialmente la participación activa de los estudiantes, como primeros testigos de un fragmento de un mundo más unido y fraterno. La referencia a la posibilidad de ser “constructores de paz” a partir de las relaciones más estrechas es especialmente significativa.

Escuela Primaria

1.er puesto: Una semilla de unidad, Aurora Pellegrino 5° A, IC Radice-Alighieri – Catona (Reggio Calabria). La composición poética expresa una reflexión original sobre el tema de la paz a la luz de la contribución específica de Chiara Lubich, mujer del diálogo.

2do. puesto: Una ciudad no basta, 4º grado A, IC Antonio Gramsci – Tissi (Sassari). La obra multimedia presenta, de forma original y eficaz, los espacios y valores de un mundo ideal donde, con amor, se puede superar cualquier forma de discriminación.

Por menciones honoríficas y mayor información sobre el contenido de los trabajos, clica aquí

Lorenzo Russo

Luciana Scalacci, un testimonio del diálogo

Luciana Scalacci, un testimonio del diálogo

El 18 de marzo de 2025 nos ha dejado Luciana Scalacci, una mujer extraordinaria, testimonio vivo de compromiso concreto y eficaz en el diálogo a 360°. Luciana, casada con Nicola, ambos de convicciones no religiosas, siempre consideraron que el diálogo es un aspecto fundamental en la sociedad contemporánea caracterizada por tantas formas de división y de conflicto. “Mi esposo y yo somos no creyentes –contó algunos años atrás Luciana durante un encuentro de los Focolares–, o mejor dicho no creyentes en Dios, porque nosotros creemos en el hombre y en sus potencialidades”.

Luciana nació en Abbadia San Salvatore, un pueblo italiano de la provincia de Siena. Desde niña siempre trabajó por los últimos, los más débiles, transmitiendo a todos valores de honradez, integración e igualdad. Con su marido, se dedicaron a la política y a los sindicatos en una militancia de izquierdas siempre centrada en los valores de justicia, diálogo y libertad. El encuentro con el Movimiento de los Focolares se produjo gracias a su hija Mascia.

“Un día –cuenta Luciana– nuestra hija nos escribió una carta, en la que decía, en síntesis: ‘queridos padres, he encontrado un lugar en donde puedo poner en práctica los valores que ustedes siempre me han enseñado’. Había conocido el Movimiento de los Focolares”. Por ello, para entender mejor la decisión de la hija, Luciana y Nicola decidieron participar en una Jornada organizada por los Focolares. “Era un encuentro de personas con convicciones diferentes, pero nosotros no lo sabíamos. Por lo tanto y para no crear equívocos, quisimos dejar en claro enseguida nuestra postura política y religiosa. La respuesta fue: ‘¿y quién les preguntó algo al respecto?’ Enseguida tuvimos la impresión que nos estábamos encontrando en un ambiente en donde existía un gran respeto por las ideas de los demás, percibimos una apertura que nunca habíamos visto en otras asociaciones o movimientos religiosos”.

Desde ese momento y en los años que siguieron, el aporte de Luciana Scalacci al Movimiento de los Focolares fue esencial. Era el año 1995 cuando se encontró por primera vez con Chiara Lubich, fundadora de los Focolares. Junto a ella se esforzó siempre para que naciera y se profundizara el diálogo con personas de convicciones no religiosas, que adquirió fuerza justamente gracias también a la inteligencia iluminada de Luciana.

A partir del año 2000 formó parte de la Comisión interenacional del diáologo con personas de convicciones no religiosas contribuyendo así a la organización de congresos como En diálogo por la paz, Conciencia y pobreza, Mujeres y hombres hacia una sociedad solidaria y muchos otros. Luciana había encontrado una sintonía plena con el Ideal de la unidad, en el encuentro personal con Chiara y con la comunidad de los Focolares. Le contaba a una amiga: “Este diálogo (entre personas de diferentes convicciones) no nació para convertir a los no creyentes, sino que nació porque con Chiara hemos entendido que el mundo unido se hace con todos. Que todos sean uno. Si excluimos a uno solo, ya no somos todos”.

El 26 de septiembre de 2014 durante una audiencia concedida a los Focolares, saluda al papa Francisco. “En esa día extraodinario, tuve el privilegio de intercambiar con Usted algunas palabras que nunca olvidaré”, contó este año en una carta que dirigió al papa mientras él estaba hospitalizado en el Policlínico Gemelli. “Ahora, querido papa Francisco, Usted está en una cama de hospital, y yo también estoy en la misma condición. Ambos delante de la fragilidad de nuestra humanidad. Quería asegurarle que no dejo de pensar en Usted y rezar por Usted. Rece Usted por mí”.

Muchas fueron las lágrimas y profundísimas las palabras de agradecimiento en el día de su funeral. Una de ellas fue la de Vita Zanolini, focolarina y amiga de Luciana y Nicola. “Luciana, maestra de vida y de mucho más –dijo Vita recordándola–. Pensando en ella, en su libertad, vienen a mi mente cielos luminosos y tersos, de colores intensos; una fuente límpida que en el dulce y silenciosos fluir, se vuelve también una catarata tumultuosa. Un fuego encendido en una casa acogedora que habla de un corazón siempre abierto. Pero también es un menú refinado y abundante, con recetas exquisitas y siempre creativas. Resiliencia, respeto, escucha y tenacidad en todos sus matices”.

“Hace unos años – sigue narrando Vita – en uno de los congresos sobre el diálogo alguien presentó una pregunta un tanto original: ‘¿Cuál es la diferencia entre un creyente y un no creyente?’ La respuesta de Luciana, acaso inesperada para muchos: ‘Los creyentes creen en Dios, los no creyentes… Dios cree en ellos’. Pues bien, creo que podemos decir que Luciana ¡no ha desilusionado ni desatendido esa fe de Dios en ella!”

Los últimos días de la vida terrena Luciana los transcurrió en un hospicio en donde estaba internada. Siempre estaba vigilante y activa para comunicar lo que tenía en su corazón, con una fuerza extraordinaria que contrastaba con el poco aliento que tenía. Dejaba recomendaciones y pedidos (incluso, en forma jocosa, hacía amenazas) intercalados a la narración y el recuerdo de tantas experiencias vividas con los demás. “Era como si nos estuviera pasando la tarea de ser un testimonio – cuenta Vita–. Antes de despedirse el abrazo fue apretado pero al mismo tiempo lleno de serenidad, con el sabor de la eternidad”.

Lorenzo Russo

“Rimarishun”: dialoguemos. Una opción intercultural en América Latina

“Rimarishun”: dialoguemos. Una opción intercultural en América Latina

En América Latina existen 826 pueblos indígenas, con una población cercana a los 50 millones, el 8 % de la población total, y se estima que otros 200 viven en aislamiento voluntario. En este contexto, desde la llegada del Movimiento de los Focolares a estas tierras, se ha dado importancia a la búsqueda del diálogo entre personas y grupos pertenecientes a las tres grandes matrices culturales que conforman la región: las culturas originarias del continente americano, las culturas hispanas-portuguesas-francesas y las culturas africanas de las poblaciones traídas a las Américas. Muestra de ello son los numerosos miembros del Movimiento pertenecientes a esos grupos étnicos.

Un centenar de personas representando casi todos los países de América Latina y el Caribe, se dieron cita en Atuntaqui, en el norte de Ecuador, del 1 al 4 de mayo de 2025, convocados por “Rimarishun”, una experiencia vital de interculturalidad basada en un ejercicio de diálogo entre la Cosmovisión Andina y Caribeña de los pueblos originarios y el Carisma de la Unidad. Un espacio nacido hace algunos años en Ecuador y que poco a poco se va extendiendo a todos los países latinoamericanos.

“Somos conscientes del dolor que, a lo largo de la historia, ha marcado nuestra relacionalidad como latinoamericanos/as -explican-; debido al racismo y la separación que han dificultado la relación simétrica entre las culturas, y nos han llevado a la ruptura de las relaciones entre personas de grupos culturales diversos, originando relaciones sociales inequitativas. Es por eso que, en Ecuador, en el año 2017, dimos vida a un camino de fraternidad, al que llamamos en lengua quichwa “Rimarishun” (Dialoguemos), haciendo de la interculturalidad una opción de vida y teniendo como método el diálogo fraterno”. ”.

El Congreso, concebido como un camino, una “peregrinación” vital, comenzó con el traslado de los participantes a la comunidad quichua de Gualapuro. Enseguida se comprende que se trata de crear espacios interculturales que tiendan puentes entre colectivos de diversos pueblos, nacionalidades o grupos culturales, donde lo fundamental es encontrarse con el otro, acogerse y cuidarse como hermanos. Lo expresa Manuel Lema de la comunidad quichua al dar la bienvenida bajo una gran carpa montada para la ocasión: “Nosotros podemos generar un camino pensando distinto, viendo el mundo de distintas formas, pero ser uno a la vez”. Y Jesús Morán, copresidente de los Focolares, que llegó de Italia para participar del Congreso con una pequeña comitiva del Consejo General de los Focolares, dando a todos el saludo de la presidente Margaret Karram agrega: “Estamos construyendo algo nuevo. Frente a una sociedad hiper desarrollada, nosotros aquí descubrimos que hay una sabiduría más profunda, que viene de los pueblos originarios ”. Toma sentido así subir todos al cerro para participar de la “Guatchacaram”, el rito de agradecimiento a la Madre Tierra. Más tarde, luego de compartir el almuerzo, todo es fiesta que expresa la fraternidad: música, danzas, baile. Al final del día se plantan algunos árboles en ese predio en recuerdo a quienes dieron impulso a este diálogo y ya no están, entre ellos uno dedicado al Papa Francisco.

Otra etapa de este camino fue la visita a la Casa de Mons. Leonidas Proaño (1910-1988), “el apóstol de los indios”. Su dedicación por los indígenas más pobres y explotados es un fuerte ejemplo de interculturalidad. En ese ambiente comenzaron a desarrollarse las “mingas”, grupos para sentir y pensar juntos entendiendo la reciprocidad como principio central de relación, sobre diversos temas: economía, ecología, educación, espiritualidad, cultura, racismo.

Se comparten, con mucho respeto y teniendo en cuenta la diversidad, ritos de afrodescendientes caribeños y centroamericanos y el rito maya que conectan con el profundo respeto de la naturaleza, la “Madre Tierra” y lo trascendente. Y en ese ámbito el compartir testimonios como el de focolares en territorios de pueblos originarios, escuelas de rescate de saberes y cultura ancestrales, o el sistema matemático amerindio, permiten el enriquecimiento de unos y de otros.

La “pereginación” sigue en la Universidad Católica de Ecuador en la sede de Ibarra para un momento abierto a la comunidad académica y público en general. Participan de la mesa redonda Custodio Ferreira (Brasil), Licenciado en pedagogía y docencia, especializado en historia africana, quien se refiere a “las heridas de la realidad”: el racismo que existe hoy en toda América Latina y el Caribe es una herida abierta que sangra. Su sanación y restauración requiere un diálogo fraterno y, en este sentido, la interculturalidad, tal como la vive Rimarishum, es una respuesta concreta para iniciar ese proceso de sanación”. ”.

Osvaldo Barreneche (Argentina), Doctor en Historia, Corresponsable del Centro del Diálogo con las culturas contemporáneas del Mov. De los Focolares, expone sobre “La Fraternidad y el Cuidado de la Tierra a través de algunos escritos del Papa Francisco”

Jesus Moran (España), copresidente del Movimiento de los Focolares, quien vivió 27 años en América Latina, afirma: “Es muy importante este trabajo de interculturalidad que en diversos lugares de América Latina viene cumpliéndose con admirable fidelidad. Para los que somos cristianos, significa que en las culturas originarias podemos descubrir aspectos de la revelación de Cristo que hasta ahora no han sido suficientemente evidenciados”. ”.

Maydy Estrada Bayona (Cuba), Doctora en Ciencias Filosóficas y profesora titular de la Universiadad de la Habana, expone sobre la Cosmovisión Afrocaribeña. Sigue Monica Montes (Colombia), Doctora en Filología Hispánica, Profesora e investigadora en la Universidad de La Sabana que se refiere a “Fraternidad y cuidado desde el pensamiento latinoamericano”. Concluye Jery Chavez Hermosa (Bolivia), Fundador, en la ciudad de Córdoba, Argentina, de la organización de Migrantes andinos que provienen de las culturas aymara, quechua y guaraní con una presentación dinámica involucrando a todos los presentes.

Concluye el encuentro una misa inculturada, con danzas, canciones típicas, con tambores en una iglesia adornada con flores y pétalos de rosa, celebrada por Mons. Adalberto Jiménez, obispo del Vicariato de Aguarico, que participó activamente del encuentro. Al momento del Padre Nuestro es recitado en 12 idiomas sucesivamente quedando manifestada la interculturalidad vivida en estos días.

En la homilía, Mons. Adalberto, partiendo del relato evangélico de la multiplicación de los panes, invita a todos a mirar al futuro: “Este Jesús, este Dios que nos une en los diferentes nombres, en los diferentes ritos, es el relato que debemos contar, son los rituales de la vida, de la unidad. Hoy nos vamos con un poco más de luz, que es fuego, que es iluminación. Que nos dejaron Chiara Lubich, el papa Francisco, que están presentes y nos llaman a cuidar la interculturalidad. Gracias Rimarishun”. ”.

Carlos Mana

Foto: © Carlos Mana – Ivan Izurieta