Margarita Bavosi, los secretos de una luz

En proceso de beatificación, según palabras del Postulador de la Causa, la de Margarita Bavosi –más conocida como Luminosa- es “una santidad de lo cotidiano, de pueblo, en la que era igual hablar a miles de personas que barrer una habitación, siempre y cuando se hiciera habiendo asegurado antes la presencia de Jesús entre los miembros de la comunidad”.

Nació en Buenos Aires (Argentina) el 19 de septiembre de 1941. A los diez años pierde a su madre y espontáneamente le pide a la Virgen: “eres Tú quien debe ocupar su lugar”. Poco a poco crece en ella el deseo de un amor absoluto que sacie su sed de infinito y donación completa de sí¬ misma.

El amor recíproco, sencillo y radical de las focolarinas le hace descubrir a un Dios vivo, presente y cercano, y a María como la respuesta para realizar su vocación. A los 21 años, recién licenciada en Historia, deja su familia, y un futuro lleno de posibilidades para donarse a Dios en el focolar.

Su carácter espontáneo y optimista, su mirada profunda y llena de luz motiva su nuevo apelativo, Luminosa.

La espiritualidad de la unidad era el centro de su ser y consciente de no ser ella la fuente de la luz, encarnó con tal plenitud la que recibí¬a del carisma de Chiara Lubich, Fundadora del Movimiento de los Focolares, que se transforma en fiel transmisora.

Es muy conocida en todas las naciones donde está difundido el Movimiento en el que desempeña varias responsabilidades, sobre todo en España, donde fue responsable durante 14 años.

En 1981, Chiara Lubich invitaba a los miembros del Movimiento a hacerse santos juntos. Luminosa hace suyo este pensamiento e intensifica su adhesión a la Voluntad de Dios, hasta el punto que pudo decir antes de morir: “He hecho todo, y siempre, delante de Dios”.

Sus últimos cuatro años fueron una carrera sin descanso hacia la perfección del amor en medio de una dolorosa enfermedad. Repetía con frecuencia: “¿Por qué se tiene miedo a morir? La muerte no existe: es sólo un paso, pero hay que darlo bien. Hay que prepararse con la vida”.

En plena madurez, a los 44 años, muere en Rocca di Papa (Roma), dejando como testamento una frase sencilla: “Ahora os toca a vosotros”, pasando el testigo de una viva vivida en la total entrega a realizar la oración de Jesús: “Que todos sean uno”.

Su vida hoy es ejemplo para quienes se ha encaminado en la ví¬a de la santidad colectiva, signo de la Iglesia comunión.

En enero de 2005 se celebró la apertura de su causa de beatificación. Ya el 6 de diciembre de 2002, Chiara Lubich inaugurando el Centro Mariápolis que lleva el nombre de Luminosa -en Las Matas (Madrid)- y refiriéndose a ella, dijo: “Su paso a la otra vida, entregando simbólicamente el testigo a quien la sucedió, habla de santidad. Esperamos que un día la Iglesia lo confirme. Mientras tanto, su nombre luminoso da luz a este centro grande y moderno”.

El 22 de noviembre de 2008 tuvo lugar el acto solemne de clausura de la fase diocesana del proceso de canonización de la Sierva de Dios Margarita Bavosi, Luminosa.

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Luminosa

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(Castellano) En fechas próximas al aniversario de su marcha al Cielo, continúa la edición de boletines sobre la vida de la sierva de Dios.

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