¿Puede la divina voluntad hacernos felices o, al menos, dar cuenta de una futura y perenne felicidad? ¿Pueden sus inescrutables designios otorgarle un sentido a la existencia? Chiara Lubich afirma que sí. Ella estaba convencida de que sí. Lo prueba su propia y sufrida experiencia personal en muchas y diferentes ocasiones. Habla de lo que tuvo que vivir, de lo que comprendió en las lecciones místicas de su iluminación, del dolor profundo y del “abandono” que le tocó experimentar yendo tras los pasos de su divino Maestro. Con lenguaje que cada lector deberá contextualizar según los años y los destinatarios, Chiara siempre transmite su “amor enamorado del Amor” que muchas veces llega a lo más hondo del corazón. Cada uno de estos textos puede ser la oportunidad de entablar un diálogo, de afrontar una meditación y de proponernos comenzar o retomar la aventura de la vida cristiana.
Vivere per la fratellanza universale
Vivere per la fratellanza universale
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