La tercera persona de más.

 
Esta pandemia está poniendo de relevancia la pérdida de puestos de trabajo en muchas partes del mundo, pero también se están registrando muchos episodios de solidaridad impulsados por la creatividad del amor.

Hoy, como parte de mi trabajo, me enteré que hay personas que se quedarán sin sueldo por no tener proyectos donde trabajar. Entonces, hablé con mi cliente para ver la posibilidad de añadir a tres personas para que realicen una tarea relacionada a mi proyecto. Luego de que él estuviera de acuerdo, lo hablé con la gerencia y me dieron permiso para dos personas porque entendían que la tercera quizás no era tan necesaria. Esa tercera es una artista gráfico y madre soltera. Entonces, le pedí a Dios que me ayudara y hable con mi jefe nuevamente sobre este caso. Le sugerí que me diera más tiempo y permiso para pedir evidencia de necesidad de la artista gráfico al cliente. El me indicó que sólo me podía dar hasta mañana a primera hora. Me comuniqué inmediatamente con el cliente y me apoyó escribiendo un email donde expresaba específicamente la necesidad de esta persona para realizar la tarea ya que se trata de redactar un manual de rotulación. Una vez mi jefe recibió el mensaje, hablamos y se comprometió en garantizar trabajo de por lo menos 20 horas semanales a la joven. Le doy gracias a Dios por la posibilidad de que estas tres familias, dos madres solteras, tengan la oportunidad de cobrar salario en un momento donde en Puerto Rico cerca de 80mil personas han perdido sus empleos.

Más noticias